Hola a todos! Una disculpa por la leve demora pero me atrapó un leve resfriado y eso me hace muy floja. Igualmente agradezco a los que se pasan a leer esta historia y les advierto que cosas muy malas van a pasar en este capítulo, así que ya advertidos y sin más qué decir… COMENZAMOS!

….

Capítulo 18.

Verdad teñida.

Adora estaba leyendo apoyada en Crema. El bisonte era un tanto perezoso desde que le conoció, pero siempre le recordaba de alguna manera llevar las cosas en calma. La maestra viento estaba relajándose ante la suave brisa que movía los bambúes y hacía bailar algunas hojas de los árboles cuando notó por el rabillo del ojo a Amarillys asomarse detrás de Crema. Sonrió y le hizo un gesto de mano para que se acercase sin apartar la vista de su libro, cosa que ella hizo de inmediato.

-¿Necesitas algo?

-Algo así. ¿Es cierto que te vas a ir?

-Tengo responsabilidades en el templo del Este, y dudo mucho que mi padre pueda controlar a mis hermanos él solo. Incluso me envió una carta preguntándome cuándo iba a volver.- le mostró la carta que estaba usando como separador, cuando la chica la leyó arqueó la ceja y abrió los ojos de la sorpresa.

-Suena como un pedido de ayuda.

-Más bien un grito. Siento mucho no poder acompañarlos más tiempo.- dijo apartando la vista de su lectura.

-¡No! No, no, está bien.- dijo algo nerviosa.- Aunque pensé que tú serías la cuarta miembro del grupo. Hubiese sido genial y con lo increíble que eres…

-¿Increíble?-preguntó con una sonrisa que la hizo sonrojar al extremo.

-¡P-Por supuesto! Eres genial, lista, astuta, interesante y… ¿y cuándo te vas?

-Mañana a primera hora. Ya veremos qué sucede.- Amarillys hizo un leve puchero hasta que sintió la mano de Adora sobre la suya. Eso la hizo sonrojar todavía más y Adora rio a lo bajo.

-Eres demasiado adorable.- Crema se quejó un poco.- Lo siento Crema, tú también eres adorable.- le acarició el costado y el bisonte aceptó de buena gana su respuesta. Amarillys sonrió ampliamente ante la dulce escena cuand escucharon un fuerte estruendo, se asomaron en la esquina del edificio y vieron a Xiao de cabeza contra un muro. Toph lanzó un bufido.

-Ya deja de molestar, niña. Te he dicho que puedes marcharte de una buena vez.- Xiao se despegó y cayó al suelo.

-No sin antes de que me respondaaa… agh.- cayó al suelo adolorida.

-Eres terca. No tengo nada que decirte. ¡Y ustedes!- señaló a las dos chicas que se asustaron desde su lugar.- Mejor llévensela o terminaré enterrándola cerca de un hormiguero.- se marchó bufando y las dos chicas se acercaron a Xiao. Amarillys le puso una mano al frente con tres dedos.

-Xiao, responde, ¿cuántos dedos ves?

-¿Estás usando ambas manos?

-¿Por qué te empeñas tanto en preguntarle? Está claro que no te dirá nada.- dijo Adora.

-Porque Zidan es un villano de temer, implacable y sumamente aterrador y astuto. Y es claro que tiene algo contra mí, o mi anterior vida, y contra Toph. Necesito saber por qué y si puedo hacer algo para evitar que me disparé por la espalda.

-Lo veo difícil.- respondió Amarillys.- Y dudo que puedas resistir más golpes de esos.

-Sin sufrir un daño irreparable en el cerebro.- agregó Adora.

-No me importa. Debo sacarle la información de una forma o de otra… pero después de una merecida siesta.- su cuerpo cayó hacia delante asustando a Amarillys. Adora suspiró a sabiendas que tendría que llevarla a la enfermería, pero se preguntó porque Toph estaba tan reacia en decirle la verdad.

Zidan había estado ocupado. Dejó de lado el desarmador y se quitó los googles oscuros. Sus ojos denotaban que no había dormido en días y nadie se atrevía a molestarlo. Una de sus subordinadas se acercó a dejarle una taza de café y llevarse las otras tres.

-Señor, necesita descansar un poco. Nuestras fuentes confirman que la Avatar no se ha movido de su lugar.

-Pero lo hará, tarde o temprano y debo tener esto listo.- la mujer apretó los labios preocupada y sonrió.

-¿No prefiere que vayamos a cometer un robo? ¿Un banco? ¿La oficina de algún político? Eso lo haría muy feliz.- Zidan aspiro y expiró el aire intentando limpiar sus pulmones e invocar un poco de su paciencia.

-¿Te pregunté por sugerencias?- le miró con ojos cansados pero amenazadores. A pesar de la intimidación, ella prosiguió.

-Lo siento señor, es que… estamos preocupados por usted.

-No tienen qué.- volvió a su labor.- Ya casi termino esto, y cuando lo termine vamos a actuar.- la mujer asintió. Pero cuando iba a llevarse las tazas, otro de los subordinados se acercó con una radio.

-Jefe, es él. Quiere hablar con usted.- Zidan lanzó un gruñido ante otra interrupción y tomó el auricular de la radio a punto de arrancar la línea.

-¿Y ahora qué quieres?- preguntó entre dientes.

-Me enteré de tu altercado en la escuela de metal. Nada mal, debo decirlo.

Zidan frunció el ceño, estaba seguro que no había notica alguna o rumores de lo que pasó o sus subordinados eran unos incompetentes al no decirles que la noticia estaba circulando por los alrededores. Eso, o tenía un espía dentro, y eso era algo que no le gustaría.

-¿Sólo te comunicas para felicitarme, enano? Estoy ocupado.

-Tranquilo. Sé muy bien que la avatar sigue en ese punto. Pero necesito que mantengas tu distancia por ahora.

-¿Qué?- apretó los dientes.- ¿Estás bromeando? No pienso hacer eso. He esperado por mucho tiempo por este momento.

-No está a discusión.- Sadasi sonrió del otro lado.- Escucha bien esto, Zidan. Tú bien sabes que no me ando con juegos y me gusta planear todo con mucho cuidado. Pero…- chasqueó la lengua intentando encontrar las palabras adecuadas.- Comienzas a convertirte en un eslabón débil. Es decir, has contribuido bien pero… tampoco demasiado y ¿cuántos de tu grupo te quedan? Y no has hecho grandes avances a pesar de las armas que te proporcionado.

-Ha sido mala suerte, es todo.

-Suerte o no, no puedo permitirme más fallos de tu parte. Así que intenta mantenerte a un lado, hasta que te diga que puedes moverte.- y sin más la llamada terminó.

Zidan colgó con tanta fuerza que su subordinado saltó en su sitio y agarró rápido la radio para que su jefe no la rompiera. Tal como se esperaba, su jefe golpeó con su puño la mesa de su trabajo haciendo que varias cosas se cayeran.

-¡Esa pequeña escoria cree que puede usarme a su gusto! Pero él no me manda, no manda a los Cuervos.

-Señor, ¿qué haremos ahora?- preguntó su subordinada y Zidan se volvió a ella.

-¿Ahora? Ahora seguiremos el plan que tengo en mente.

-P-Pero…- tartamudeó el que llevaba la radio.

-¿Alguna pregunta?- su subordinado tragó duro.

-No señor.

-Haremos como diga, usted es nuestro líder.

Zidan tomó lo que tenía en la mesa y avanzó entre sus subordinados tomando su capa y dejando que esta hondeara a sus espaldas.

-Cuervos, prepárense para lo que se viene. ¡Ha llegado la hora de la revancha!- dijo con una sonrisa listo para llevar a cabo su venganza y todos celebraron al fin poder moverse. Luego masculló entre dientes.- Ningún niño me va a decir qué hacer.

Xiao comía casi a desgana en el comedor. No era que no disfrutara de la comida, pero todavía le dolían los buenos golpes que se había llevado por cortesía de Toph.

-¿Te sientes bien?- preguntó Enlai preocupado.

-Me duele un poco la quijada, pero se me quitará si no mastico nada duro.

-Tal vez deberías dejarlo a la paz.- insistió Amarillys.

-Pero no puedo.- respondió con un leve quejido.- Quiero saber qué pasó y si debo recibir algunos golpes para ello, entonces aguantaré lo que deba hasta que me diga la verdad.

-No debes aguantar nada.- declaró Enlai dejando de lado los palillos con más fuerza de la necesaria.- No eres un saco de golpear pero estoy de acuerdo de que estás en tu derecho de saber la razón por la que ese psicópata te tiene tanta saña. Voy a intentar de hablar con ella.

-No, Enlai.- ella le sujetó de la mano antes de que este se levantase. Al darse cuenta se sonrojó y le soltó.- No lo hagas, si lo haces quién sabe qué te hagan hacer ahora que estás tan avanzado en tu entrenamiento. No quiero que salgas lastimado.

-Pues yo no quiero que tú salgas lastimada.- él tomó su mano.- Para mí eres una amiga muy preciada Xiao. Por favor, piensa un poco más en ti y tu seguridad.

El corazón de Xiao latió con fuerza en su pecho, su leve ceño fruncido, esos ojos verdes brillando mientras la miraba y esa mano fuerte pero firme sobre la suya que era más pequeña, sentía que podía desfallecer en cualquier momento y tendría una sonrisa boba en su rostro.

-¡Ya deja a la chica o le provocarás un ataque!- la voz de Toph se escuchó tan fuerte que rompió con el hechizo en el que estaba la pelirroja y de paso convertirse en el centro de atención de todos los estudiantes.

-Mamá.- Yuki intentó decirle algo pero la mujer sonreía con malicia.

-¿Qué? Sólo quiero resaltar que su corazón late más con un simple toque de manos que cuando está entrenando.

Se escucharon algunas risas apenas disimuladas y susurros. Enlai soltó rápido la mano de Xiao un tanto avergonzado.

-No es lo que parece...- dijo con una sonrisa incómoda e intentando ocultar su propio sonrojo.

Xiao sintió su mano fría, un frío que recorrió su cuerpo hasta que su cabeza se calentó y ese calor reemplazó el frío tan rápido que no le dio tiempo para pensar lo que estaba a punto de hacer.

-¡Ya me harté!- se levantó azotando las manos en la mesa.- Usted y yo, afuera, ahora.- Toph no pudo evitar reírse de la chica.

-Oh, ¿quieres pelear conmigo? Adelante, pequeña enamorada.

Xiao salió a pesar de que sus amigos intentaban detenerla. Toph caminó con una sonrisa hacia la plataforma más cercana.

-Intenta no llorar cuando termine contigo.- dijo Toph caminando a su ldo.- No quiero que el postre me sea amargo.

-Habla mucho para alguien de su edad, pero sólo cuando el conviene.

-¿Eso fue un insulto?

-No, no vale la pena insultar a los cobardes que no quieren enfrentar la verdad.- todos se quedaron callados y hasta Toph menguó su sonrisa, colocándose en posición.

-/Está muerta/- declararon Heiji y Lin al mismo tiempo. Heiji tapó los ojos de sus gemelos para que no se traumasen ante la masacre que habría.

-¡No quiero ver!- dijo Amarillys que a pesar de cubrirse los ojos abrió los dedos un poco para ver el enfrentamiento.

-¡Xiao! ¡Baja de allí! ¡Es suicidio!- le gritó Enlai al ver que la anciana parecía que se lo tomaría en serio pero la joven no se inmutó.

El silencio se hizo, incluso podría escucharse el sonido de un alfiler al caer. Y ante la nula movilidad de ambas contendientes, los dos pequeños nietos de Toph fueron los que gritaron quitándose las grandes manos de su padre.

-/COMIENCEN!/

Las dos se movieron al mismo tiempo. Xiao lanzó una roca mientras que Toph apenas y se movió usando la tierra bajo sus pies como una ola y esquivando el ataque para ir a por ella, pero Xiao usó una placa de metal que destruyó la ola de roca que haciéndola tocar la plataforma y ya allí crear una grieta que casi la hunde pero Toph ya lo había sentido venir y se retiró alzando una columna contra Xiao que también lo sintió venir y en lugar de esquivarla se paró sobre de esta y la partió de la base al dar un fuerte pisotón regresándola contra Toph que alzó una placa de acero que partió la columna en dos y luego lanzó la placa junto con otra, Xiao la golpeó por el medio con sus dedos, dándoles la vuelta sobre su cabeza con sus dos dedos, tal como haría con una masa.

Todos estaban sorprendidos, pero la pelea apenas había iniciado y Toph tenía más ventaja.

Xiao usó las placas para cubrir su antebrazo y golpeó el suelo haciendo que este se moviera en gran parte pero Toph no se inmutó a la ola, al contrario, se movió con ella y poniendo presión la devolvió con un gran pisotón. La joven saltó lo más alto posible, pero Toph ya la tenía bien fijada, por lo que alzó sus manos, lo que no se esperó era que la chica le lanzara las placas de acero y estas atrapasen sus manos. Xiao tomó la pequeña ventaja y cayó al suelo con una patada de talón que alzó la tierra e hizo retroceder a Toph por el golpe. Sin perder tiempo alzó toda la arena que tenía disponible en los paneles y con esta atacó a Toph moldeándola formando serpientes que se enredaron y ejercieron presión.

-No sabía que podía hacer eso.- dijo Adora sorprendida mientras que Enlai se dio cuenta de algo.

-Es porque está acostumbrada a ello.- respondió sorprendido.- Esto es como cuando cocina, fideos, pastas, dumplings, pan, ella sabe cómo trabajar con la masa.- dijo pensando que aquellas "serpientes" lucían más como un pan trenzado.- Está usando sus conocimientos culinarios para amoldar los elementos a su antojo.

Xiao apretó a Toph que se notaba que estaba batallando para liberarse.

-Puede ganar. ¡Puede ganar!- exclamó Amarillys pero Adora frunció el ceño mirando a Toph.

-No… ¡miren!

Toph sonrió de lado.

-Nada mal. Pero no es suficiente.

Usando sus pies creó una corana de espinas de rocas que se alzaron alrededor y destrozaron la formación de arena, y sin mucha dificultad se liberó de la trampa de acero, comenzando a lanzarle cada espina. La pelirroja creó un escudo de roca pero este fue destruido tras varios proyectiles haciendo que cayera al suelo.

Toph alzó sus manos y la plataforma entera comenzó a temblar. Las placas de metal se alzaron y fueron contra la chica que se levantó rápido para golpear y a desviar las placas, algunas regresándolas a Toph que también las hacía a un lado o regresaba, era un juego de ver quién tenía más aguante, juego que Toph ganó cuando Xiao no pudo esquivar más sus ataques y cayó al suelo.

Se levantó como pudo, ya le era un poco difícil enfocar.

-¿No deberías de rendirte ya? La pelea terminó. Apenas y puede ponerte de pie.

-To-Todavía no. No hasta qué pasó entre usted, mi otra vida y Zidan.- Toph lanzó un bufido por la nariz.

-Hay cosas que no pueden ser dichas. Entiende eso de una vez por todas. Me voy ya a…- de repente Toph alzó un escudo rápido, pero este no bloqueó nada, sin embargo, Toph sintió que la tierra se removía o era…- ¿Qué estás haciendo?

-Usted me enseñó a atacar con todo. Simplemente le hago caso.- Toph volvió a alzar una barrera, esta vez parecía confundida. Xiao sonrió y alzó un poco sus manos.- Me tomó mucho encontrarle el truco, pero ese hormigueo que siente, no es porque se le durmieron los pies.- admitió con una sonrisa mientras usaba su sangre control para confundirla.

Toph veía y a la vez no, podía ver ondas que iban de un lado a otro, sin poder ver qué o por dónde venía el ataque. Xiao decidió aprovechar su confusión, esta vez fue ella quien hizo temblar la tierra desestabilizando a la maestra tierra que tuvo que alzar una base para evitar el posible ataque. Usando la arena, Xiao la atrapó en un anillo y luego atrapó sus pies dentro de placas de metal imposibilitando lo más posible sus movimientos.

-Yo gano.- declaró la joven Avatar, mirando a la maestra sudar por primera vez.

-¡Eso jamás!- cerró los ojos y logrando deshacer la arena con su fuerza y voluntad, se agachó alzando en la arena y alrededor rocas que hicieron retroceder a todos los presentes. Xiao saltó y cayó sobre las rocas comenzando a saltar y corriendo para ir contra Toph con su puño flameante listo, pero Toph tenía otras formas de sentir, sintiendo el calor aproximarse y el viento… esquivó el puño en el último segundo y rompiendo el suelo bajo sus pies y libres de sus incómodos zapatos improvisados, retrocedió unos centímetros más para alzar una última columna que dio justo a Xiao en el estómago y lanzándola a varios metros lejos de la arena. Adora logró usar su aire control para que no cayera al suelo y hasta que Enlai llegó y la tomó entre sus brazos.

-Xiao, responde. ¡Xiao!

Toph se sentó en el suelo. Por primera vez en años, sintió el peligro que le atenazó el corazón. Por primera vez casi había sido vencida por el avatar, ni siquiera Aang había llegado a cansarla tanto como esa niña. Ni siquiera cuando luchó contra un maestro sangre había sentido tanto… miedo. Bufó al darse cuenta que lo peligrosa que podía ser si se lo proponía.

-¡Mamá!- sus hijos se acercaron y ella alzó su mano para que le dejase un momento para recuperarse.

-Díganle cuando despierte que lo hizo bien.- se levantó cansada.- Necesito un merecido descanso.- se levantó y salió de la arena. Sus discípulos se hicieron a un lado, sorprendidos y admirando el poder de su maestra sin poder adivinar sus pensamientos que iban para Xiao.- Esa chiquilla va a dar mucho de qué hablar en el futuro.

Xiao despertó en la enfermería, otra vez. El lugar ya le parecía hasta familiar. Se sentó en la cama un tanto decepcionada por haber perdido y no haberle sacado nada a Toph.

-Oh, al fin despiertas.- Yuki entró en la habitación con un jarrón de flores entre sus manos.- Te he puesto una pomada para los golpes, estarás bien si descansas y te relajas por hoy.

-Su madre es muy dura.

-Pero no es mala persona.- vio a la chica suspirar y sintió algo de empatía con ella.

-Sé que quieres saber qué pasó pero hay cosas que la gente no puede contar.

-Pero yo necesito saber.- pronunció a lo bajo cabizbaja, Yuki se sentó a su lado.

-Hay heridas que nunca sanan del todo. Heridas tan profundas que lo único que podemos hacer es ponerle un vendaje y esperar a que esta sane por completo entre tanto, ocultándola y olvidándose de ella a pesar de que sabemos que todavía sigue allí, abierta. Mi madre ha pasado por mucho, y todavía no se perdona algunos errores, incluso los que no fueron culpa suya. Sólo te pido que la entiendas y no la presiones. Ella tiene muchas heridas que no quiere mostrar a nadie.

-Ah… ahora entiendo.- se dio cuenta de su error. Había sido tan terca que no se paró a pensar en el dolor que provocaba. Se levantó de la cama un poco adolorida.- Necesito disculparme.

-Pero necesitas descansar para…- no le dio tiempo, la joven salió de la enfermería y Yuki suspiró, aunque sonrió al ver que las cosas iban a estar en paz al fin.

Toph estaba en la misma colina que Xiao estuvo días atrás. Cualquiera que la viese de espaldas diría que estaba admirando el paisaje, pero intentaba relajarse, al menos hasta ahora.

-¿Y ahora qué quieres?- preguntó a Xiao que se sentó a su lado.

-Vine a disculparme.- dijo con verdadero remordimiento.

-Ya veo. Bueno, después de todas las molestias que me has causado, no sé si deba perdonarte tan fácil.- Xiao se sintió bastante apenada por lo que le había hecho.

-Lo sé. Seguro que he sido un completo fastidio y me disculpo por eso. Ahora entiendo muchas cosas y… he sido muy egoísta.- jugó un poco con sus dedos intentando buscar las palabras.- Ahora entiendo porque no quiere hablar de ello, como todos, cada uno tiene algo de lo que es difícil hablar… yo incluida.- suspiró a lo bajo y se levantó.- Mañana nos marchamos. Creo que ya va siendo hora de que continúe mi viaje. Muchas gracias por todo.- hizo una reverencia y comenzó a marcharse.

-¿Eso es todo? ¿No vas a decir algo más?

-Bueno, ya quedó en evidencia que puedo ser un incordio y no pienso insistir más. Hay veces que hay que dejar a la montaña en paz.- siguió alejándose.

Toph frunció el ceño, y tras unos momentos tuvo que ceder.

-¡Espera!- Xiao se detuvo sorprendida y se volvió a Toph que caminó a ella.- Siempre he dicho que hay que enfrentar a la roca. Siempre critiqué a Aang de evitar las suyas, pero ya es tiempo de que yo me enfrente a la mía.

La joven sintió que una barrera había caído entre ambas, por lo que guardó silencio y esperó a saber la verdad. Admitía que estaba nerviosa. Toph iba a hablar, pero de repente cerró la boca enderezándose un poco.

-No estamos solas.

Xiao también lo sintió, un grupo de personas a bastantes metros de ellas, rodeándolas detrás de los árboles.

Ambas rápidamente atacaron. Lanzando líneas de tierra que hundían los árboles haciendo que sus atacantes tuviesen que moverse. La joven pateó el aire lanzando una ráfaga de aire que a pesar de la lejanía dio a algunos y Toph removió la tierra y alzó columnas golpeando a varios más. Pero lo que ninguna vio venir fue el disparo de la bomba de humo que explotó sobre sus cabezas. Comenzaron a toser y Xiao usó con prontitud su aire control para dispersar aquella nube tóxica, pero el efecto de este comenzó a caer sobre de ellas. Ambas cayeron al suelo sintiéndose mareadas y cerrando los ojos.

Enlai llegó a la enfermería con un improvisado ramo de flores pero no se atrevió a entrar. Estaba pensando en qué decirle a Xiao.

-Hola, ¿cómo te sientes?- comenzó a ensayar.- Te traje esto para que te mejores y… no hagas caso de lo que la maestra diga. Todos saben que lo dijo en broma, ¿no?... Agh, suena como un cretino.- se aclaró la garganta.- Hola, ¿estás mejor? Te traje unas flores para alegrarte un poco. Y espero que no tardes mucho en recuperarte y… sí, eso es mejor.- dijo descartando lo sucedido en el comedor. Tomó aire y al estar a punto de entrar…

-¿En serio le vas a decir eso?- reclamó Amarillys detrás que iba con Adora. Enlai se sonrojó y escondió el ramo.

-Eh, pues claro. No quiero hacerla sentir incómoda, es lo que hacen los amigos.

-¡Pero se nota que ella…!- Adora interpuso su mano en un gesto para que no siguiese hablando.

-Mejor danos el ramo para que no haya malentendidos.

-Pero fui yo quien lo hizo.- ella alzó una ceja y él suspiró resignado. Abrió la puerta y los tres entraron pero no había rastro de su amiga.

-Oh, hola chicos.- saludó Yuki.- Lo siento, Xiao se despertó mucho antes y fue a buscar a mi madre.

-¡¿Cómo?!- exclamó Enlai.

-Tranquilos, esta vez fue en son de paz. No creo que le pase nada.- el chico suspiró aliviado.

-¿Hace cuánto de eso?- preguntó Adora.

-Hace más o menos una hora.

-Qué raro, no hemos visto a ninguna de las dos.- mencionó Amarillys. Enlai tuvo un presentimiento, salió rápidamente y se encontró con Lin y Heiji entrenando a sus estudiantes.

-¿Han visto a Xiao o a la maestra Toph?

-No desde la pelea.- respondió Lin.

-Mamá debe de estar por las cercanías, no se aleja demasiado de la escuela.- agregó Heiji y Lin rio.

-Capaz y tus hijos están con ella.

-/¡Papá!/- gritaron pequeños gemelos que llegaron como siempre juntos.

-Qiang, Yan, ¿qué les pasa?

-Abu no está.

-Ya la buscamos.

-Y prometió darnos bocadillos.

-Pero no la sentimos.

-Y ya la buscamos donde siempre.

Esta vez los adultos se mostraron preocupados, confirmando así los peores miedos de Enlai.

Comenzó a despertarse sintiendo que estaba flotando hasta que sintió un dolor punzante en sus tobillos y muñecas. Lo primero que notó fue el pasto a poco más de un metro y medio de ella. Se sobresaltó y ya con sus sentidos alerta vio que se encontraba en una especie de trampa extraña. Estaba en el aire boca abajo y sus pies y manos estaban atados con cintas, sus extremidades estaban separados de su cuerpo y sin tocar más que el aire. Intentó liberarse pero ante la falta de circulación no podía sentir sus manos y pies, ¿cuánto tiempo estuvo en aquella posición? Al mirar al cielo vio que estaba atardeciendo y a pocos metros vio a Toph sobre una trampa similar, con los pies y manos en el aire y todavía inconsciente.

-Toph, Toph, despierte.

-Tal como esperaba, eres la primera en despertar.- Zidan apareció de entre las sombras de los árboles provocada por el atardecer.- La vieja no tardará en despertar también.

-Déjala ir, Zidan. Esto es entre tú y yo.

-Oh, no, no, no. Esto también la involucra a ella.- en ese momento se escuchó a Toph despertar.

-Ugh…

-¡Bienvenida al mundo de los vivos, vieja! La verdadera diversión comienza.

-¿Tú?... Debí suponerlo. No me dejarías ir tan fácil.

-Todavía tengo cuentas pendientes contigo. Y hoy es el día en que me voy a cobrar.

Se acercó a donde estaba colgada y de un costado rebeló lo que Xiao creyó era un largo tanque de gas que estaba atado a un tubo con algo en la punta...

-¿Q-Qué vas a hacer con eso?- preguntó Xiao nerviosa e intentando moverse sin éxito.

-Tú puedes verlo, pero ella no. Esto es un soplete. Es perfecto para cuando se trabaja metal, pero ¿sabes lo que pasa cuando toca la piel humana? Quema, destruye nervios, al principio sentirás un penetrante y agudo dolor hasta que cada nervio sea destruido, luego sentirás frío hasta que dejes de sentir. ¿Qué tal te suena eso, anciana?- se volvió a Toph con claras intenciones de usarlo con ella.

-¡No!- gritó Xiao.- No lo hagas, por favor. Sea lo que sea que haya pasado no es motivo para hacer algo tan cruel.

-Cruel… ¿yo soy el cruel? ¡Ja! Esto no se compara a lo que ellos me hicieron. ¡Esta vieja y tu antecesor dejaron morir a mi madre!- gritó casi fuera de sí para sorpresa de Xiao.

-¿C-Cómo?- preguntó a lo bajo. Zidan miró a Toph con asco, la mujer mantenía la cabeza abajo.- No… no es posible, ellos no podrían haber…

-¿Quieres que le cuente yo? ¿O tú lo haces?- Xiao vio con incredulidad a Toph, a pesar de tener la cabeza abajo, podía escucharse en su voz el arrepentimiento y dolor teñir cada palabra.

-Aang y yo estábamos en caza de un grupo radical.

Tanto Toph como Aang estaban corriendo detrás de un grupo de maestros. Ambos, ya a una edad avanzada pero todavía en buena forma fueron siguiéndolos en calles, los civiles corrieron buscando resguardo.

-Estábamos persiguiéndolos por las calles de Ciudad Capital cuando… entraron en la zona comercial. Allí había muchos civiles.

Los hombres entraron a la zona y Aang decidió que lo mejor era atajarlos por las alturas por lo que subió rápido hasta los techos y mantuvo su mirada sobre de ellos. La gente se apartaba al notar los problemas y Toph intentó cortarles camino usando su control pero entre ellos también había un maestro que destruía las murallas que ella colocaba.

-Teníamos que detenerlos antes de que lastimaran a los civiles, pero las cosas se torcieron de un momento a otro.

Uno de ellos sacó una bomba que lanzó muy cerca de Aang que apenas pudo desviar agrietando un edificio. Toph tuvo que alzar una muralla ante otra bomba que pudo haber asesinado a civiles inocentes. Aang atacó, detuvo al bombardero y usó agua control para atrapar a otro congelándolo. Toph se encargó del resto aprisionándolos en la tierra. Siguieron al resto, pero lo que no esperaban era que hubiese otro bombardero.

-Cuando llegaron a otra zona, había una mujer con su hijo pequeño…- Xiao abrió grande los ojos y vio a Zidan que tenía su total atención en Toph.

-No teníamos idea de lo que pasó cuando fue tarde.- pronunció con voz grave.

El pequeño Zidan iba de la mano de su madre acompañándola con la compra, la bella mujer le sonreía con una ternura infinita y lo miraba con ojos llenos de amor.

Cuando llegaron a una esquina, la gente corría intentando buscar refugio y el grupo de terroristas comenzó a atacar a los dos maestros mientras las fuerzas policiacas seguían ausentes. Una bomba explotó y la gente en pánico corrió. Su madre le cargó dejando atrás la compra e intentó huir, pero entre el caos y el mar de gente alguien le empujó y cayó al suelo. Fue entonces que ella divisó una bomba muy cerca de ella. Lo único que pudo hacer fue cubrir a su hijo para que este no recibiese daño antes de la explosión.

Zidan tenía la mirada perdida en el recuerdo.

-Varios murieron por la explosión. Y aunque a mi madre no le dio del todo, sufrió grave daño y todavía seguía consciente.- se volvió hacia Toph.- ¿Pero qué hicieron ustedes? ¿Eh?

Toph bajó más la cabeza y Xiao tenía lágrimas en los ojos.

-No… no puede ser.- musitó la joven a lo bajo pero Zidan la escuchó claramente.

-Así es. Ellos la abandonaron.

El pequeño vio a su madre quejarse, con severas quemaduras en parte de su cuerpo. Cuando el avatar Aang pasó cerca de ellos él se aferró a la capa de este, pero Aang se soltó de su agarre y siguió con la persecución. Pidió ayuda, pero Toph tampoco se detuvo a auxiliarle. Gritó y gritó, pero la ayuda nunca vino en camino.

Él apretó los dientes y podía claramente verse las venas sobresalir en su cuello y brazo.

-¿Sabes lo que es ver a la persona que más quieres morir frente a tus ojos? El verla soportar el inmenso dolor con una sonrisa para no preocupar a su hijo. Pudo haberse salvado.

-¿Por qué?- preguntó Xiao.- ¿Por qué no le ayudaron?- Toph tardó un poco en responder.

-Debíamos atrapar al resto de los terroristas antes de que más vidas se cobrasen. Y si los perdíamos, hubiese sido difícil el volver a capturarlos pero… no sabíamos que el bombardero se había quedado sin munición y cuando regresamos…

El pequeño los miraba con ojos llenos de lágrimas, odio y rencor. Cuando los oficiales y médicos al fin entraron en la escena ya era demasiado tarde.

-Ese es el error más grande de mi vida, el que me hizo retirarme y quedarme aquí en mi escuela, y todavía sigo con el peso de este sobre mis hombros… Sé que es demasiado tarde, pero en verdad, lo siento. Lo siento mucho.

Xiao se quedó callada, dejando que las lágrimas corriesen por sus ojos ante el inimaginable dolor que Zidan debía de sentir. Al principio creyó que él la cazaba por diversión, incluso un reto, pero ahora no podía verlo como el criminal que era, sino como una víctima.

Zidan se quedó callado a las disculpas de Toph. Chasqueó los dientes y tomó a Toph de los cabello y alzó su cabeza.

-Si quisiera tus malditas disculpas te las habría pedido.- soltó su cabeza con brusquedad.- Tus palabras no me regresarán a mi madre.- movió la polea y giró los pies de Toph a su dirección para después encender el soplete.

-Espera… Zidan, no lo hagas.- rogó Xiao con la voz estrangulada pero él la ignoró concentrado solamente en Toph.

-Esto es sólo un poco del dolor que yo sentí. ¿Lista para ser ciega de por vida?

Y fue que Toph sintió un dolor agudo que escaló desde la planta de sus pies hasta todo su cuerpo. Gritó como pudo ante la falta de aliento, pero Xiao fue quien gritó por ella.

-¡Por favor! ¡Para! ¡PARA!- le gritó intentando liberarse pero era inútil. No sentía sus manos ni pies, sólo podía sacudirse y rogar porque estuviese aflojando las correas.- ¡Por favor! ¡Sé lo que es perder a un ser querido pero esta no es la solución! La venganza no te aliviará, sólo dejará un hueco más hondo en tu pecho que será imposible de llenar.- él frunció más el ceño.- No puedo entender por completo tu dolor, no puedo… pero lastimarla no te hará sentir mejor. Zidan, puedes cambiar las cosas para mejor… por eso por favor, regar más sangre en la tierra no es la solución.

Le rogó entre lágrimas y Zidan se detuvo un momento, pareció reflexionar a sus palabras. Toph estaba quejándose a lo bajo, con dientes apretados, sudando y con lágrimas por el dolor. Zidan echó su cabeza hacia atrás y suspiró, caminó hacia Xiao y se agachó para verla cara a cara.

-Tienes razón… no entiendes lo que siento.

-Lo sé.- respondió.- No soy una hipócrita, pero esto no arreglará nada, no calmará tu corazón. Sólo seguirás buscando la destrucción y el dolor de otros aumentando todavía más tu dolor. Por eso, por favor, detén esto. Y te prometo que no dejaré que nadie sufra lo que tú sufriste.- él permaneció en silencio, inmutable procesando sus palabras de a poco. Tras unos momentos que parecieron eternos, este sonrió de lado.

-Eso no va a pasar.- se dio la vuelta para regresar a con Toph y seguir con su tarea.- Puede que lo digas sea cierto. Pero al menos me habré quedado con la satisfacción de haberme cobrado. Y luego seguirás tú. Vas a pagar por lo que pasó en tu otra vida, por lo que deberías mejor rogar por ti que por ella.

Tomó de nuevo e soplete y Xiao se removió lo más que pudo.

-¡Por favor! ¡No lo hagas!

Él la ignoró, ella se removió con violencia y todavía más al ver cómo encendía el soplete.

-¡Por favor no lo hagas! ¡Déjala!

Se removió sintiendo que algo cálido comenzó a caer de sus muñecas.

-¡ZIDAN! ¡BASTA!

Toph cerró los ojos y soportó todo de dolor hasta que lanzó un grito ahogado a punto de desfallecer. El aroma de la carne quemada inundó el lugar.

-¡DIJE BASTAAAAAA!- sus ojos brillaron en el estado avatar, un fuerte viento le envolvió pero este no era suficiente para romper las correas y cadenas, lastimándose tanto las muñecas como los talones en su intento.

Zidan se detuvo un momento para observar a la avatar intentar liberarse de su trampa, sin éxito alguno.

-Hice la tuya especial por esto. No puedes liberarte, es inútil. Sólo conseguirás lastimarte aún más.

Ella prosiguió, a pesar del dolor, a pesar del esfuerzo, sintió el agudo dolor de las ataduras. Y entonces se detuvo.

-Ves, te lo dije.- dijo viendo la sangre correr por sus brazos.- Te sugiero que no lo intentes, aunque no me molestaría que te desangrases.

-Gracias… por el consejo.- musitó con la cabeza abajo y fue que la sangre que caía de sus brazos y piernas se alzó.

Las correas se partieron y la avatar cayó al suelo en gatas. Levantándose poco a poco ante la mirada incrédula del pistolero.

-No… es no es posible.- cuando Xiao alzó su cabeza para verle, lágrimas de sangre caían de sus ojos.- ¿Tú… eres una maestra sangre?

Usando aire control se adelantó con velocidad contra Zidan y le golpeó con fuerza en la cara. El pistolero cayó al suelo expulsado unos metros por el golpe. Usando su sangre cortó las correas y atrapó a Toph antes de que cayera al suelo sin apartar la mirada de Zidan. Con mucho cuidado la colocó en el suelo y Toph la sujetó de su brazo con mano temblorosa.

-¿Niña?- sin decir palabra tomó su mano para que la soltara y se dirigió a Zidan a paso lento. La sangre de sus muñecas y tobillos se alzaban como cintas carmesí y las lágrimas de sangre le daban un aspecto aterrador.

-¡Cuervos! ¡Ataquen!

Sin embargo, nadie atacaba, ya que la realidad era que todos estaban paralizados. Fue que notó el brillo en su iris, el azul brillante que sólo sucedía en estado avatar estaba por completo concentrado en sus irises. Por primera vez, sintió miedo. Ante él esa chiquilla era más grande que cualquier otra cosa, más peligrosa que cualquier bestia o asesino que hubiese enfrentado. Y a pesar de que su cerebro le gritara que desenfundará su arma, su cuerpo fue incapaz de obedecer la orden no pudiendo dejar de temblar.

Con un leve movimiento de cabeza todos sus hombres cayeron al suelo. Los escuchó gemir incapaces de salir de aquel control.

-S-Señor… corra…- dijo su subordinada como pudo. Xiao dio otro paso al frente encarando a Zidan que pensó que nunca había encarado a la muerte tan de cerca. Ella movió ligeramente su cabeza y él cerró los ojos esperando a que comenzase su tortura.

-Váyanse.

Su voz le sonó extraña, su voz era… ¿condescendiente?

Abrió los ojos. Para su sorpresa, ella no le miraba con odio, más bien con algo cercano a la lástima. Al no ver respuesta de él, usó su sangre para alzar el tanque de gas y lanzarlo al aire, atravesándolo con sus cintas de sangre haciendo que explotara.

-Vete con tu gente. Ahora.

Sintió como si una parte de ella se estuviese conteniendo. Zidan se arrastró y se levantó mirando a la joven que no dejaba de verlo. Sus hombres pudieron moverse nuevamente, pero tras unos instantes, Zidan alzó su mano en señal de escape. Todos obedecieron y escaparon, Zidan al ver que sus hombres ya se habían adelantado también emprendió la huida.

-Zidan.- ella le habló haciendo que se detuviese y la mirara de reojo.- Lo que dije es cierto. Jamás dejaré que alguien sufra así. Pero la próxima vez que lastimes a alguien, no esperes que me contenga.

Él apretó los dientes pero se alejó rápidamente perdiéndose entre las sombras con sus hombres. Cuando ya no sintió que estuviesen en las cercanías, Xiao cayó sentada al suelo y el brillo en sus irises desapareció. El ver las cortadas la llenó de pánico, pero intentó respirar profundo intentando controlar la sangre que seguía alzada como cintas. Esta regresó lenta a su cuerpo, y cerró los ojos curándose poco a poco cuando escuchó pasos.

-¡XIAO!- escuchó a Enlai gritar su nombre y sintió deseos de llorar.

-¡AQUÍ! ¡AQUÍ ESTAMOS!

Por encima de los árboles, pudo ver a Crema, sus amigos acompañados de los Beifong bajaron antes de siquiera aterrizar. Los chicos fueron por su amiga mientras los demás fueron a con Toph.

-Toma, traje agua por si acaso.- dijo Amarillys y con mucho cuidado, Xiao terminó de curar sus heridas.

-¡Mamá!

-¡Aguanta, por favor!

Se acercaron a Toph, ella se veía muy mal y Yuki intentaba curar el daño hecho a sus pies el cual era muy grave. Con la ayuda a Adora y Enlai les pidió con un leve gesto que le acercasen.

-El daño es muy grave, no sé qué pueda pasar si cierro la herida.

-Está bien, mi niña…- musitó débil la legendaria maestra.- Después de todos estos años, me merecía esto. Quizás más…

-No digas eso, mamá.- le regañó Heiji.

-Él tiene razón.- dijo Xiao.- Usted cometió un error, pero la forma de pagar por ellos no es con más sangre.- se hincó en el suelo frente a Yuki y usando su control revisó sus pies. Gran parte de estos habían sufrido un grave daño.

-¿Puedes hacer algo con tu control?- preguntó Yuki.

-Eso creo...

-¿Cómo le pasó esto? ¿Con qué le hicieron eso?- preguntó Amarillys desviando la mirada para no ver la planta de sus pies.

-Un soplete.- respondió Xiao.

-¿Un qué?- Lin temblaba de la rabia.- ¡¿Quién fue el psicópata que le hizo eso a nuestra madre?! ¡Voy a matarlo!

-Espero que le hayas hecho sufrir al menos.- agregó Heiji pero Xiao frunció el ceño.

-¡Ya basta!- les calló.- ¿No escucharon lo que dije? Hacer sufrir a alguien no es la solución, nunca lo es. ¿Por qué no lo entienden?

Toph suspiró emitiendo un ronco gemido de dolor.

-Mejor cierren la boca. No quiero que me duela también la cabeza.

-Debemos llevar a mamá de regreso. Debo someterla a una operación de emergencia.- Heiji fue quien cargó a su madre, todos subieron a Crema y se alejaron de regreso. Yuki puso una mano sobre la joven Avatar que terminaba de limpiar la sangre de su rostro.- Necesitaré tu ayuda, ¿crees que puedas?

-Pero… no soy médico.

-Pero sabes cómo reparar tejido desde dentro. Eso podría ayudar mucho.

-Yo… trataré.- dijo no muy convencida.

...

Toph se había desmayado en algún momento y Yuki había pedido a todos esperar afuera de la enfermería, ahora convertido en un quirófano improvisado. Sólo se quedaron ella y Xiao que después de lavarse meticulosamente como le pidió, se puso una especie de bata, recogió su cabello y se puso un cubrebocas. Al llegar donde Toph, estaba con una mascarilla y sus pies estaban elevados, mostrando el daño hecho.

Era una vista atroz que casi la hace vomitar.

-La anestesia ya hizo efecto. ¿Estás lista?

-No pero… intentaré mantenerme firme.

-Gracias. Voy a iniciar a quitar el tejido quemado que no puede ser reparado.

Xiao se quedó a su lado, sosteniendo una bandeja donde Yuki ponía la carne quemada, trozos cada vez más grandes. El aroma de la sangre junto con la carne quemada la hicieron sentirse incómoda. Al principio el proceso le pareció horripilante, pero tras unos momentos encontró fascinante cómo usando un bisturí junto con otras herramientas podía trabajar y retirar con sumo cuidado el tejido. Pronto, Yuki tomó una vasija llena de agua y llenó sus manos del líquido.

-De aquí en adelante te voy a pedir ayuda, ¿puedes intentar reconstruir los nervios?

-Trataré… pero es la primera vez que hago esto.- admitió nerviosa.

-Tranquila, si pudiste cerrar una arteria, podrás identificar los nervios que son salvables.

Xiao asintió y una de sus manos tocó el tobillo de Toph, viendo el mapa de su cuerpo los canales del chi, esqueleto, tejido, órganos. Aspiró y expiró hondo…

Afuera, tanto familia como discípulos estaban a la espera de que todo terminase. La noche llegó pero nadie pensaba en la cena o en sus camas. Todo el mundo estaba a la espera.

-Papá…

-¿Abu estará bien?- preguntaron los gemelos a Heiji que no pudo responder y tocó sus pequeñas cabezas con sus grandes manos.

Enlai no podía dejar de mover su pierna, ya había formado con su talón un hueco en el suelo y Amarillys sujetaba la mano de Adora ante los nervios que sentía, incapaz de formular una pregunta a la maestra aire que sólo le ponía atención cuando abría la boca incapaz de decir algo, algo bueno porque no creía tener respuestas.

Tras horas que parecieron eternas, la puerta se abrió y ambas salieron retirándose las máscaras de sus rostros sudorosos y cansados.

-Yuki, ¿cómo está mamá?- preguntó Lin acercándose a su hermana. La maestra agua suspiró y luego sonrió.

-Se recuperará.

Todos sonrieron y exclamaron aliviados.

-¿Qué tan mal está?- preguntó Heiji.

-No les mentiré. Gran parte de sus pies quedaron mal, pero gracias a Xiao y su habilidad con la sangre control, pudimos reconstruir algunos nervios, aunque temo que mamá no vuelva a ver como antes. Necesitaré hacerle pruebas.

-Es mamá, estará bien.- dijo Lin con una sonrisa aunque por dentro estaba preocupada y las lágrimas de sus ojos caían como cascadas.

Xiao se quitó las prendas y las dejó a un lado. Se sentía cansada y Enlai la siguió lejos de la multitud que celebraba el éxito de la operación. Amarillys quería preguntarle cómo estaba, pero Adora le hizo un gesto para que ambos tuviesen su momento.

-¿Cómo te sientes?- preguntó al llegar al balcón.

-Bueno… me enteré de algo horrible, vi algo todavía más horrible y creo que definitivamente me volví una maestra sangre el día de hoy.- intentó que no sonara tan mal y estaba conteniendo las ganas de llorar.- Y justo ahora, después de todo el horror, todo el dolor, ¡me doy cuenta que no vale ser el maldito Avatar!- golpeó el barandal de metal con sus puños dejándolo aboyado.- ¡Tengo que cargar no sólo con su nombre sino también con sus malditos errores!- volvió a golpear el barandal.- ¡Estoy maldita! ¡Estoy maldita!- Enla la tomó de las muñecas con fuerza e hizo que le encarara.

-¡No estás maldita!- le gritó sintiendo que ella se estremeció.- Eres una persona maravillosa que ha pasado por mucho. Has ayudado a muchos. Te he visto darle luz a mucha gente con tu amabilidad, comprensión, y fortaleza, haciendo lo correcto no porque seas el avatar, sino porque eres tú. Y… también me has ayudado.- la miró a los ojos llorosos.- Nunca vuelvas a pensar que estás maldita, cuando para muchos, para mí, eres una luz cálida para el mundo.

No pudo contener más sus lágrimas, dejó salir todo lo que tenía dentro y él la abrazó sintiendo cómo ella se aferró a sus ropas. No fue hasta momentos después que Amarillys y Adora se asomaron los encontraron sentados en el suelo, Xiao se había quedado dormida sobre su amigo mientras limpiaba sus lágrimas y ellas se sentaron a los lados para darles el apoyo que necesitaba.

Se sentía furioso, ninguno de sus hombres le habló en todo el camino, quizás tan perturbados como él por lo sucedido. Se quitó su capa y cayó en la hamaca improvisada mientras veía la luna encima de él. Se había vengado, al fin lo había logrado. Sin embargo, la victoria no le sabía tan dulce como esperaba.

Jamás dejaré que alguien sufra así. Pero la próxima vez que lastimes a alguien, no esperes que me contenga.

Chasqueó los dientes y pasó su mano por sus ojos, sintiéndose frustrado.

Escuchó pasos y alzó una de sus pistolas hacia uno de sus hombres que se acercó tímido con la caja de comunicaciones.

-¿Qué?

-S-Señor… es él. Le está llamando.

No quería hablar con nadie, pero tenía que responderle al pequeño bastardo o no le dejaría en paz. Se sentó en su hamaca y dio la orden de que le dejaran solo. Ya a solas acercó el auricular.

-¿Y ahora qué quieres?

-¿Es así como le hablas a tus contratistas? Deberías ser más educado.

-No estoy de humor, ¿sabes?

-Ah, qué raro. Pensé que estarías de buen humor después de la sesión de tortura que le hiciste a la legendaria maestra metal…- Zidan se levantó tensó.

-¿Cómo lo sabes?- pensó que quizás alguien le estaría vigilando o que alguno de sus hombres era un pequeño soplón.

Escuchó la risa de Sadasi del otro lado.

-Pienso que me subestimas demasiado.- del otro lado, Sadasi cubrió su ojo derecho con su mano.- Yo tengo ojos en todas partes.

Zidan lo sintió, alrededor de él, decenas de ojos lo observaban, pero estos… sentía que esos no eran ojos humanos. Sintió una fría gota de sudor caer por su frente.

-Como sea.- la sensación desapareció y Zidan sintió que podía volver a moverse.- Me comunicaba contigo ¡para felicitarte!- exclamó con emoción.- Fue impresionante tu excelsa labor, debo decir que me has sorprendido. Una ejecución espléndida.

-Ya… ¿sólo llamaste para felicitarme?

-Bien… también para algo más.- agregó.- Hay alguien que se reunirá contigo. Es un viejo amigo que te ayudará de una vez por todas a acabar con nuestro pequeño problemita.

-Si observaste lo que sucedió te habrás dado cuenta que ese "problemita" no tiene nada de pequeño.

-No te preocupes. Tengo todo previsto.- arrastro las palabras con cierto placer, Zidan sintió un escalofrío.- En fin, antes de irme quisiera decirte una última cosa.

-Tú dirás.

-Por esta vez dejaré pasar la situación, pero vuelve a desobedecer mis órdenes y daré por finiquitado el trato de forma permanente. Así que… piensa dos veces antes de actuar.

Colgó la llamada.

Zidan se quedó allí, no deseando pensar, no deseando enfurecerse, estaba demasiado cansado… simplemente quería descansar por esa noche.

-¿En serio piensan irse ya?

Xiao respiró hondo antes de volverse hacia los Beifong. Sus maestros y compañeros de entrenamiento les veían un tanto tristes por la partida.

-Hay que seguir con el camino. Nos ha gustado mucho quedarnos aquí, espero que podamos volver pronto.

-Son bienvenidos cuando gusten.- dijo Lin con una sonrisa mientras que su hermano aspiró para evitar que las lágrimas cayeran.

El trío estaba listo para partir, ya que Adora se había ido mucho más temprano.

-Si vas al Reino de Agua del Norte pueden buscar a mi hija Miki.- sugirió Yuki.- Ella de seguro les ayudará en lo posible, estudia Curación con la tía.

-Genial… Otro lugar helado. Allí vamos.- pronunció Enlai con desgana y Amarillys se rio entre dientes al verlo tan desmotivado. Xiao aguantó la risa. A pesar de todo, su estancia fue muy agradable.

-Bien, es hora de irnos…

-¡Ni se les ocurra moverse!- los tres se quedaron quietos ante la potente voz de la gran maestra tierra que se hizo paso con su silla de ruedas y sus pies vendados.- No sin despedirme también.- dijo con una sonrisa.

-Maestra…- musitó Enlai preocupado.

-Tranquilos. Que estoy en buen estado. Y quizás mis pies están por el momento inutilizados, pero me quedan las manos, y puedo ver muy bien con mi trasero sobre esta cosa.- hizo un gesto para que se acercaran.- Las cosas no serán nada fáciles para ninguno de ustedes pero recuerden siempre hacer frente a la montaña y nunca darse por vencidos.- los tres sonrieron.- Chico, si algún día quieres enseñar en mi escuela aquí te espero. Tienes talento y bien podrías divertirte haciendo sufrir a varios alumnos.- Enlai sintió su corazón saltar en su pecho.

-¿Lo dice en serio? ¿No es broma? ¡¿NO ES BRO…?!- una columna de roca le golpeó la cara cuando iba a abrazar a Toph.

-Nada de abrazos. Y tú, niña. Siento mucho la carga que Aang y yo pusimos sobre de ti. Pero algo me dice que harás mejor trabajo de lo que nosotros hicimos. Y si alguien te dice lo contrario, golpéalo en la cara.

-Así lo haré.- respondió riendo.

-Sólo… un último consejo. Katara es una persona mucho más cabezona que yo. Por lo que te sugiero que no uses tu nuevo control frente a ella.

-Sí, ya sé. Con eso de que ella fue quien puso la prohibición.

-Es algo más que eso.- dijo para sorpresa de esta.- Katara no te escuchará sin importar lo que digas. Mira, yo no tengo nada contra este, mucho menos después de cómo me ayudaste así que sé que lo usarás de forma correcta. Pero Katara no es para nada flexible con esto, ella y muchos otros te pondrán las cosas difíciles si saben que practicas este arte. Y ella tiene métodos más radicales que yo para tratar con este.- el trío sintió un escalofrío ya que, si Toph decía eso de quien fue su antigua compañera de equipo, entonces debían estarse con mucho cuidado.

-Lo tendré. Usted también cuídese mucho.

-¿Qué? ¿Dudas de mí?- preguntó molesta.

-Nah, sé que estará causando problemas muy pronto.- Toph se rio ante eso.

-Ya me conoces bien.

Los tres se despidieron y caminaron por el sendero hacia su nuevo destino. Toph les deseaba lo mejor.

-Muy bien enanos. ¡Hora de ver qué puedo hacer con esta cosa!

-/¡SIIIIII!/- gritaron los más pequeños siguiendo a su abuela.

-¡MAMÁ!- gritó Yuki preocupada mientras seguía a su madre que estaba lista para intentar unos mortales en su silla.

El grupo vio el horizonte, las montañas estaban frente a ellos.

-Me hubiese gustado que Adora viniera con nosotros.-se lamentó Amarillys.

-Ah, sí. Con lo MUY amigas que se volvieron.- le picó Enlai haciéndola sonrojar.

-¡SILENCIO!- chilló avergonzada.

Xiao se rio fuerte y miró la montaña sabiendo que debían de escalar y atravesarla. Mu pegó su cabeza a la suya y ella le dio una caricia.

Una nueva aventura les aguardaba y más retos, pero tal como prometió, haría frente a todos estos sin dudar de sí misma de nuevo. No cuando tenía a tan buenos amigos y… se sonrojó un poco cuando vio a Enlai, con la esperanza de que quizás algo más pasase en ese viaje.

…..

Y… espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Dejen review, nada de tomatazos, acepto bebida de temporada y dulces. Y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!