Hola a todos! Lo sé, lo sé. Debía regresar desde el mes pasado y estamos a un paso de febrero, pero sucedieron cosas… cosas horribles y espeluznantes. Debido a que estuve enferma durante el mes de diciembre se me hizo más lenta o nula en la escritura, y por si fuera poco, perdí varias partes de capítulos que tuve que volver a rehacer mientras mi alma lloraba. Pero estoy de vuelta! Y debo advertir que este pequeño arco va a ser más largo y de seguro habrá quien le dé coraje. Pero bueno, vamos a ello y ya sin más qué decir… COMENZAMOS!
…..
Capítulo 23.
Prohibido.
…
Tenía la mirada perdida en el banco de niebla que les rodeaba desde la proa. Xiao había sentido un nudo en el pecho desde el momento en que subieron al barco y comenzaron la travesía. Estaba a punto de saber qué fue de su madre y la incertidumbre la aterraba junto con lo sucedido en aquella mansión. Todavía no entendía quién rayos era esa persona dentro de ella, ¿cuál de todos los avatares era? ¿Y por qué todos se asustaron ante su presencia? Llevó sus manos a su rostro y ahogó un gemido.
-Hey…- Enlai apareció detrás y le dio una palmada.- Tranquila, estás tan tensa que pareces una estatua.
-Lo siento, es sólo que… mientras voy avanzando en este viaje voy descubriendo más y más cosas sobre mí que me aterran. ¿Quién diría que yo, una cocinera, tendría este tipo de viaje?
-Bueno, al menos no estás sola y nunca lo estarás. Estamos contigo, en las buenas y en las malas.- ella le sonrió con un leve sonrojo.
-Enlai…-quería decirle lo mucho que apreciaba su amistad y afecto cuando sintió otra mano detrás en su espalda y vio que se trataba de Iroh que se puso a su lado.
-Por eso no debes de preocuparte, jamás soltaremos tu mano.- tomó su mano para reafirmar sus palabras y el sonrojo de Xiao se multiplicó.
-G-Gracias chicos.- bajó la mirada sintiendo su rostro caliente y sin ver las miradas que ese par se lanzaba, se lanzaban piedras y bolitas de fuego. Amarillys disfrutaba del espectáculo.
El banco de niebla se abrió frente a ellos y vieron con sorpresa la majestuosa Ciudad Blanca del Reino Agua del Norte. Xiao se quedó sin palabras.
-Wow…- pero su admiración murió cuando una brisa helada tocó su rostro a punto de congelarlo y se puso la gorra ocultando su cabello.- Frío, o-o-o-odio el f-frío…- los chicos evitaron reírse de ella.
Entre tanto, en el interior del barco, un grupo de Cuervos se mantenía en la carga. Zidan abrió los ojos cuando embarcaron, tenía su rifle apoyado sobre su hombro y vio a su pequeño contratista acercarse a él.
-¿En serio es todo lo que quieres que hagamos, enano? ¿No quieres caos? ¿Fuego? ¿Nada de eso?- Sadasi movió su cabeza hacia él y la dejó colgando en un ángulo extraño ante la pereza de enderezarse.
-Aunque sé que eres bueno en tu trabajo, esta tarea que te encomiendo es muy importante, Zidan. Y espero en serio que no me falles.
-¿Y qué vas a hacer tú mientras yo y mis hombres nos congelamos el trasero?- Sadasi rio detrás de su máscara y la apartó un poco de su rostro mostrando una sonrisa amplia y siniestra.
-Me divertiré un poco con mis nuevos amigos antes de enviarlos a su fría tumba.
…
Bajaron del barco agradecidos de sentir algo de tierra firme en sus pies.
-Odio viajar en barco.- se quejó Enlai que parecía mareado.
-Oh, vamos, no es tan malo.- Amarillys le dio unas palmaditas que hicieron que el maestro tierra tuviese una arcada que contuvo a duras penas.- Tal vez debamos buscar un lugar para descansar.
Xiao se volvió al barco y se cruzó de brazos con ceño fruncido.
-¿Todavía no baja?- preguntó Iroh a la joven.
-Quiera o no tendrá que bajar. Mu, baja ya.- el ciervo flor no apareció.- No me obligues a ir a por ti. Baja, ahora.- ordenó al ciervo flor que apareció vestido con abrigo y mallones en sus cuatro patas y un tejido hecho a mano que cubría sus astas haciéndolas ver como algodones de azúcar. El animal no parecía muy contento por usar ropa, se sentía ridículo.
-Todavía no me creo que lo hayas traído.- dijo Iroh y ella le encaró antes de abrazar a su ciervo.
-No pienso repetir lo que sucedió la última vez. ¡J-A-M-Á-S!- parecía rabiosa ante la idea de dejar atrás a su compañero animal. Iroh retrocedió un poco ante cualquier posible peligro y se topó con alguien.
-Lo siento.
-No, no, perdón, estaba distraído… ¿Iroh?- se bajó la gruesa bufanda que llevaba.
-¿Sadasi?- los dos chocaron sus manos con amplias sonrisas.- Qué coincidencia. ¿Qué haces aquí?
-Después de lo sucedido en el hotel me adelantaron mis vacaciones. Y pues siempre he querido venir a este sitio. ¡Quién diría que coincidiríamos de nuevo!- exclamó con emoción.
-¿Por qué no vienes con nosotros?- preguntó Xiao.- Teníamos pensado dar un tour por el lugar y luego buscaremos donde quedarnos.
-¿De verdad? ¿N-No les molesta?- preguntó con falsa timidez.
-Para nada.- respondió Iroh y Enlai alzó su pulgar.
-¿Bromeas? Amigo, después de lo que hiciste en el hotel eres parte del equipo y...
-Y eso fue una pasada, ¡estuviste asombroso!- agregó Amarillys interrumpiendo a su amigo que retomó la palabra.
-Eres más que bienvenido a unírtenos.
-¡Genial! Estas serán las mejores vacaciones.- avanzaron juntos y Amarillys se quedó atrás con Enlai.
-Algo me dice que esto será divertido.- Enlai suspiró.
-Ya veremos, el chico me cae bien pero ya tenemos suficiente con cargar a Mu, ¿no? ¡AUCH!- Mu le dio un cabezazo desde atrás.- ¡Era una broma! Aunque no es broma que pareces una decoración viviente.- Mu gruñó y fue contra Enlai, el maestro corrió por su vida pasando de largo de los demás que comenzaron a reírse.
…
A diferencia de otras grandes ciudades, la Ciudad Blanca no usaban vehículos, sino trineos impulsados por bestias o maestros. Canales de agua iban y venían a la vista, góndolas y puentes, grandes edificio de roca blanquecina estaban en cada esquina. Mientras viajaban y admiraban la ciudad llegaron a las calles principales. La gente vendía de todo, abrigos, joyas, decoraciones, incluso algunos dulces o comidas rápidas como sopas o pinchos de carne sospechosa que decidieron probar aunque a ninguno le gustó y lanzaron los pinchos sobre el techo del local sin saber que había más pinchos clavados. Admiraron una competencia de hielo, donde no maestros creaban con sus herramientas finas esculturas de hielo en medio de la plaza como un concurso, entre estos vieron un cisne tortuga, un dragón, una escultura del avatar Aang y luego... se taparon los ojos ante una figura muy reveladora de una pareja en un momento muy íntimo que los dejó pasmados y algo sonrojados, Iroh tuvo que empujar al grupo que se quedó admirando la escultura. Pasaron por un restaurante, todos estaban hambrientos y cuando les trajeron los platos de comida estos estaban más que a rebosar, haciendo que la mesa crujiera y ellos mismos tuvieran que obligarse a comer rápido antes de que esta se partiese. Tras una larga caminata pasaron y tomaron una góndola para todos, allí, un músico comenzó a cantar para ellos, iban a pasar por debajo de un puente oscuro, Enlai y Iroh querían hacer un discreto movimiento con Xiao, pero cuando pasaron Xiao se movió hacia adelante por una ligera sacudida y al salir Enlai y Iroh rozaban sus dedos con los del otro. Apartaron la mano con horror y vieron que Sadasi había atrapado a Xiao que se disculpó con el joven que le sonrió tímido. Los dos maestros jalaron a Xiao y la volvieron a sentar entre ellos, con una mirada de ligera advertencia al chico.
Cuando bajaron estaban en una de las avenidas principales y Amarillys gritó con emoción.
-¡Miren eso!- había un letrero fuera de una casa decorada con cristales en forma de estrella.
-¿Adivina y vidente? Debes estar de broma.- Iroh se cruzó de brazos.
-¡Oh, vamos! Puede ser divertido.
-Me apunto, puede ser interesante saber "nuestro futuro".- dijo Enlai divertido y curioso.
-Yo también.- aceptó Xiao con una amplia sonrisa. Sadasi se rio y le dio una palmada a Iroh en el hombro.
-Son tres contra uno, mejor ríndete, amigo.
Al final entraron, el sitio estaba decorado con telas azules y moradas con borlas doradas y cristales, varios cojines en el suelo, estrellas y lunas colgando de los marcos y mesas con teteras. Xiao aspiró el aroma y sonrió ampliamente con grandes ojos brillantes.
-Este aroma suave y delicado es inconfundible, es té de hoja de medianoche. ¡Es muy difícil de conseguir!
-Parece ser que alguien conoce bien de té.- una mujer mayor apareció, la mujer parecía una foca león, vistiendo una túnica azul con cintas naranjas y con una estola esponjosa alrededor de su cuello.- Leo las hojas de té. Si gustan beber una taza les leeré su futuro.
-/¡Yo quiero! ¡Yo quiero!/- gritaron Amarillys y Xiao, aunque la última estaba más emocionada de beber el té.
Todos tomaron su taza, Iroh hizo mala cara.
-Ugh, odio el té.- musitó a lo bajo.
-Bébanlo todo si desean que les lea su suerte.- todos bebieron la pequeña taza que les dio y después dejaron las tazas en la mesa.- Muy bien, vamos a ver sus tazas.- tomó las tazas de cada uno comenzando con la de Amarillys.- Oh… aquí veo que tendrás un futuro brillante, jovencita.- miró a Amarillys que estaba emocionada.- Veo que llegarás a hacer un viaje lleno de emociones y amor. ¡Oh! Mucho amor.- la joven sonrió.
-¿Y no dice con quién?
-Bueno… veo a una chica. Alguien que al parecer tiene una expresión seria pero es buena persona.- su respuesta hizo chillar a la joven dejando un poco sordo a los presentes y decidió terminar con su taza.- Vamos a ver la siguiente.- tomó la taza de Enlai.- Mmm, estoy viendo un futuro prometedor para ti jovencito. A pesar de que tu vida ahora está llena de ajetreos y dudas lograrás más de lo que te propones. Tendrás una vida tranquila y serás reconocido y respetado, también tendrás una pareja que te apoyará en todo momento. Ayudarás a muchos y… oh, sufrirás una pérdida en el camino, pero esta te ayudará a ser la persona que deseas ser.- dijo mirando a Enlai.- Tienes que tener mucho cuidado, jovencito.
-Suena bien, pero tampoco me dice mucho.- admitió el maestro tierra. La adivina fue a la taza de Iroh.
-Aquí veo que encontrarás tu camino con un gesto que viene del corazón, sin embargo, deberás sincerarte con los que te rodean para poder salir adelante.
-¿Eso es todo? ¿No dice nada de si voy a casarme o algo así?
-Te lo diría, pero esa parte queda oculta por el té que no bebiste.- Iroh apretó los dientes para no externar su molestia.- Veamos el siguiente.- miró la taza de Sadasi.- Qué extraño… parte de tu lectura parece incompleta. Lo único que veo es que tu gran determinación te ayudará a encontrar la verdad que tanto buscas, lo demás no me deja leerlo.
-Para mí que esto es farsa.- susurró a Iroh que escondió su sonrisa.
-La última…- revisó la taza de Xiao y abrió grande los ojos.- Oh mi cielo… niña, veo tu camino. Estará lleno de peligros, pero así como las nubes cubren al sol estas siempre terminan por pasar. Veo que has elegido tu camino pero… que raro, tu lectura también aparece incompleta.
-¿No ve algo más?
-Bueno, oh… espera un segundo.- tomó la taza de Sadasi y la suya y las juntó.- Qué sorpresa, ustedes dos completan la predicción de cada uno.
-/¿Cómo?/- preguntaron los dos al mismo tiempo sorprendidos por sus palabras.
-¡Sí! Miren, juntando las tazas forman las figuras faltantes. Al parecer sus destinos están unidos. Ambos estarán junto en armonía para decidir qué será de sus vidas. Parece que habrá… Oh, vaya, lo que veo entre ustedes es… ¡amor!- los rostros de Enlai y Iroh palidecieron en muecas de incredulidad mientras que Amarillys abrió rápido la boca con mejillas sonrojadas.
-/¡¿QUÉÉÉÉÉ?!/- gritaron Xiao y Sadasi, luego se miraron al mismo tiempo y se inclinaron en dirección contraria del otro.
-Sadasi…- el chico sintió la mano de Iroh sobre su hombro, la estaba apretando con más fuerza de la necesaria y sus ojos de repente parecían los de un dragón.- ¿No te gustaría seguir el viaje por tu lado?
-… ¿Eh?
-Buena idea.- sonrió Enlai dejando caer su cabeza de forma siniestra.- Te hemos estado reteniendo demasiado, ¿no hay lugares a los que deseas ir?
-¿Lugares lejos? ¿Del otro lado de la ciudad? Hay tours muy buenos.
Normalmente no lo demostraba, pero comenzó a sentir miedo ante la mirada de ese par.
Cuando salieron del salón Amarillys no tardó en echarse a reír.
-¡No me había divertido así desde hace tanto! ¿A que fue divertido?
-Se pasó de dramática en mi opinión.- admitió Enlai y Xiao asintió.
-Lo mismo digo. Aunque el té estaba delicioso. ¿Tú qué opinas, Iroh?
-Tonterías, esas son sólo tonterías. Sigamos nuestro camino.- tomó la mano de Xiao y avanzaron. Sadasi ocultó su molestia y siguió haciéndose el tonto.
-¡Espera! No se vayan sin mí.- aunque la mirada que Iroh le dedicó por unos segundos le paralizó. Fue como una flecha llameante que atravesó su alma, debía tener cuidado ya que tal parecía que la amistad se había ido al demonio por culpa de una estúpida adivina.
-Doctora…- un hombre anciano que salió del negocio del frente les llamó.- Doctora.- cruzó la calle sin fijarse que venía un trineo. Todos se movieron pero Xiao fue más rápida al usar su aire control para moverse y lo sacó del camino justo a tiempo.
-Señor, debería tener más cuidado.
-Doctora, qué bueno que la vuelvo a ver. No ha cambiado nada.
-¿Disculpe?- el hombre notó la confusión en ella.
-¿No es usted la doctora Ashia?- los ojos de Xiao se abrieron grande, ni siquiera notó cuando sus amigos se acercaron y escucharon al hombre.
-¿Usted conoció a mi madre?
-¿Es su hija? Supongo que es lógico, han pasado años. Un gusto. La doctora Ashia fue quien me salvó la vida, fue un milagro.- expresó con una sonrisa.- Ella fue la única que pudo salvarme. Nadie más pudo y sólo con tocar mi cabeza y…
-¡Papá!- una mujer salió de la tienda y se acercó a ellos.- Ya sabes que no puedes salir solo, te puede pasar algo. Siento mucho las molestias que mi padre pudo haberles causado.
-No, no, al contrario.- respondió Xiao.
-Vamos adentro papá, necesitas descansar.
-No me gusta descansar.
-Pues te aguantas.- lo llevó de vuelta a la tienda y cerraron la puerta. Xiao llevó su mano a su pecho.
-Conocía a mi madre… ¡sí se convirtió en médico!- exclamó con emoción al recordar que ella había venido al norte para estudiar. Los chicos sonrieron y Iroh puso su mano en su hombro.
-Debes estar muy orgullosa de ella.- ella asintió.- Tal vez ya va siendo hora de ir al Palacio.- ella volvió a asentir, esta vez con más seriedad sintiéndose más segura de querer saber las respuestas.
…
Unos binoculares observaban la escena y Zidan los dejó de lado acariciando su rifle. En verdad sería muy fácil meterle un tiro en la cabeza a esa niña. Casi podía saborear el momento del disparo… retiró la mano como si el metal le quemara. Chasqueó los dientes y se dio la vuelta.
-¿Ya encontraron esa cosa?- su segundo oficial, Hana, asintió al terminar de hablar con un hombre.
-Lo encontramos señor. Está a unos cincuenta kilómetros de la ubicación actual en una cueva en lo profundo. ¡Achu! Ya tenemos todo listo para ese viaje.
-Bien, bien.- le pasó un pañuelo para que se limpiara y ella lo tomó agradecida.- Cuervos, es hora de comenzar nuestra pequeña búsqueda del tesoro.- todos sonrieron y fueron a sus trineos pero Zidan detuvo a uno de sus hombres.- Tú tienes una misión diferente.
…
Al llegar al palacio Xiao tuvo un deja vú de lo sucedido en el Sur y se quedó congelada a unos metros de la entrada.
-Xiao…- Amarillys le llamó pero la chica estaba paralizada.
-Dame unos momentos… necesito… un poco de tiempo para esto.
-Tranquila, no creo que esta vez nos agarren a patadas y nos encierren en prisión.- le apoyo Enlai y al ver a Iroh este asintió. Ella dio una última exhalación y avanzó al frente donde los guardias le detuvieron.
-Identifíquese.- ella bajó su gorro dejando ver su cabello rojo.
-Vengo a ver a su líder. Soy la… Avatar.
El líder hizo que los sirvientes les sirvieran un café y algunos dulces para recibirlos. Como el líder Arokkah, el hombre pasaba de los cuarenta, sin embargo, si el líder Arokkah tenía un aire más refinado y serio, este parecía más amistoso y al mismo tiempo fuerte, con su largo cabello apenas atado con una cinta floja dejando que enmarcara sus rasgos duros, dejaba expuestos sus brazos en el abrigo que tenía dejando al descubierto unos grandes músculos y tatuajes de la tribu.
-Nos alegra tanto recibir a la Avatar. Es todo un honor. Iroh, es bueno verte.
-Lo mismo digo señor.- Iroh sonrió cordial y en sus ojos se veía una especie de admiración.- El líder Sitka fue quien me enseñó parte de lo que sé.- explicó a sus amigos.- Es una buena persona y es de respetar.
-Ya, pero por favor. No nos vayamos con formalismos. No es la gran cosa.
-Un momento.- Sadasi interrumpió mientras comía unas galletas.- ¿No es usted el soldado que derrotó a un grupo de maestros agua que intentaron tomar el poder de la ciudad? ¡Y solo!- Amarillys abrió la boca emocionada.
-He escuchado de él. Venció a un millar perteneciente a un grupo radical y sin ayuda de nadie.
-Nah, son exageraciones.- respondió Sitka agitando su mano.- A lo mucho eran como 300 o 400, no recuerdo bien el número, no llegaban a los mil. Pero dejando eso de lado, ¿a qué debemos tu visita Avatar?
-Por favor, llámeme Xiao. Y la verdad mi visita aquí es más que nada personal.- declaró dando unos sorbos al café para calentarse pero decidió dejarlo puesto que era demasiado amargo para su gusto, y al parecer no la única, Sadasi hizo la misma cara, Enlai y Amarillys ni siquiera se inmutaron pero dejaron media taza, el único al que pareció gustarle fue a Iroh.- Al parecer mi madre fue discípula de la maestra Katara y me gustaría saber si sabe algo de ella.
-Oh, ya veo. Entonces permítanme un momento.- llamó a uno de sus sirvientes y este asintió saliendo de la habitación.- En estos momentos la maestra Katara está ocupada pero hay una persona que podría ayudarte, pasa.- una chica en sus veintes apareció, llevaba una túnica de la tribu agua pero esta era de un azul más claro y su cabello estaba trenzado de la misma forma que la maestra Katara.
-¿Me mando a llamar, señor?- hizo una reverencia.
-Sí, Miki, ellos son nuestros invitados y necesitan de tu ayuda sobre la maestra Katara.- la joven les sonrió gentil.
-Claro, con gusto les ayudaré en todo lo que necesiten.
-Espera, ¿de casualidad eres hija de Yuki Beifong?- preguntó Xiao.
-¿Conocen a mi madre?
-Claro.- respondió Enlai.- Estuvimos una temporada en la Escuela de Metal control. Nos curó tantas veces que perdí la cuenta.- rio recordando las veces que iban a la enfermería.
-Me llamo Xiao.- se presentó la pelirroja.- Mis amigos son Enlai, Iroh, Amarillys y Sadasi. La familia Beifong nos entrenó a Enlai y a mi en todos los artes posibles de tierra y metal control, fue divertido y doloroso.
-Tú… eres la avatar.- parecía más seria.
-Sí, lo soy, aunque no me gusta decirlo a los cuatro vientos.- para su sorpresa, Miki desvió la mirada.
-Ah, ya veo… bueno, en estos momentos mi abuela se encuentra muy ocupada. Por lo que no es bueno molestarla ahora.
-Sólo está dando una clase.- dijo Sitka que arqueó una ceja.- Curación para principiantes según tengo entendido.
-Igualmente es algo de vital importancia, señor.- refutó la joven.
-Ya… igualmente deseo que los lleves, estoy seguro que la clase está por terminar.- Miki endureció sus rasgos y no se movió de su lugar.- ¿Hay algún problema?
-No, señor. Ya los llevo. Síganme.
-Ya voy con ustedes también.- dijo el líder que se levantó de su asiento.
Caminaron por el Palacio que no era tan diferente al Palacio del Parlamento del Sur. El lugar tenía monumentos, cuadros, sirvientes e incluso guardias que los miraban curiosos. Llegaron pronto a un anexo separado en forma de cúpula.
-¿Qué lugar es este?- preguntó Amarillys y Miki explicó con voz seca.
-Es parte de la escuela. Normalmente la academia de sanadores se encuentra en el hospital, pero decidieron agregar el anexo para los principiantes en el arte de la sanación. Hay otro anexo que se especializa en el control del agua y sus distintas formas de uso, ya sea para combate o uso diario.
-¿Podemos ver el otro anexo también?- preguntó Xiao y Miki desvió la mirada.
-Ese está cerrado al público.
-Miki…- el líder le dio una leve advertencia pero la chica le ignoró.
Al abrir la puerta vieron que el lugar era enorme y dentro se encontraba una mujer mayor y encorvada que mostraba un mapa de los canales del chi a varios niños y jóvenes.
-Como verán, cada canal está unido a cada parte del cuerpo. Cada resquicio que fluye por todo el cuerpo y que puede ser tratado.- su voz era agradable y serena, Xiao sintió por unos instantes que veía a su abuela pero desechó la comparación de inmediato y se concentró en el mapa. Frunció el ceño.
-Está mal.- musitó a lo bajo.
-¿Qué está mal?- preguntó Iroh.
-El mapa, si bien tiene los canales principales todavía faltan los canales secundarios. Sumado a eso también la conexión con cada vena y su importancia.
-¿Y tú cómo sabes todo eso?- preguntó Miki mirándola con ceño fruncido.
-Yo… he estudiado algo de sanación.- logró decir intentando no sonar tan nerviosa.- Antiguos pergaminos y esas cosas. Ya no los tengo conmigo.- la clase terminó y Katara vio al grupo.
-¿Qué tenemos aquí?
-Abuela.- Miki hizo una reverencia.- ¿Ya ha terminado tu clase?
-Hoy decidí terminar temprano. Hace un bonito día para que estén dentro escuchándome hablar.- sonrió a la joven que le sonrió de vuelta.- ¿Y quienes vienen contigo?
-Oh…- su sonrisa desapareció.- Invitados, y uno de ellos es la Avatar.- lo dijo de forma tan seca que Iroh y Amarillys se sintieron ofendidos dado sus estatus.
-Ya veo. Había escuchado los pequeños rumores pero no pensé que te vería tan pronto.- tomó el rostro del Xiao para verla mejor y sonreírle, la chica volvió a recordar a su abuela.-Tienes unos ojos muy puros y bonitos, me recuerdan a los de mi marido.
-Ah, gracias.- se sintió un poco incómoda ante el repentino toque, sólo su abuela hacía eso.- Me llamo Xiao.- se presentó aprovechando para alejarse unos pocos centímetros.- Ellos son mis amigos, Enlai, Iroh, Amarillys, Sadasi y Mu, ¡oh! Y Karue.- señaló el pecho de Iroh que abrió un poco su chaqueta donde asomó el pequeño pájaro que se volvió a ocultar.
La maestra se dirigió a Iroh.
-Mírate nada más, has crecido tanto. Me recuerdas tanto a tu abuelo a tu edad.
-Ya quisiera parecerme más a él.- la abrazó como si fuese su familiar.- ¿Cómo ha estado?
-Mejor de lo que podría decirse.
-¿No estás cansada, abuela?- preguntó Miki con una mirada preocupada.- ¿Necesitas descansar? ¿Deseas una bebida? ¿O tienes hambre?
-Estoy bien, Miki. No te preocupes por mí. ¿Y bien?- se volvió hacia Xiao.- ¿A qué debo este gran honor?
-Vine aquí porque deseo perfeccionar mi control en el agua y también, y más importante, deseo conocer sobre mi familia. Supe por el líder Sokkah que mi madre vino al norte para estudiar curación con usted.
-Ya veo. ¿Y quién es tu madre?
-Ashia, se llamaba Ashia.- la sonrisa que había mantenido la maestra desapareció en un instante y la expresión del líder se mostró dura, cambiando su expresión a una por completo reflexiva.
-Ashia… hace tantos años que no escucho ese nombre.- observó de reojo al líder que parecía incómodo, cosa que Iroh notó.
-Sí, Ashia. Por favor, deseo saber información de ella. Saber si… sigue viva o, no lo sé… qué fue de ella.
Katara la tomó de la mano y en sus ojos pareció verse algo similar a… ¿compasión?
-Oh, cariño. Yo… no sé cómo decirte pero tu madre… tu madre se fue hace tantos años que no sé dónde o qué fue de ella. Lo siento mucho.- fue como si le hubiesen desinflado los ánimos de golpe. Eso quería decir que habían hecho ese viaje por nada.
-Oh… ya veo.- Enlai y Amarillys se acercaron y colocaron sus manos en sus hombres como señal de apoyo.
-Tranquila, debe hacer algo aquí que diga dónde fue.
-Es verdad, debe haber dejado alguna pista, un registro. ¿Dejo algo? ¿Sus cosas? ¿Alguna carta?
-Mi padre.- recordó Xiao.- El maestro Sokkah dijo que mi padre pudo ser un investigador de la nación del fuego. Y que vino aquí a hacer una investigación.
-Haru- musitó Sitka y aclaró su garganta.- Sí, lo recuerdo bien. Él era una persona única, también fue nuestro amigo.- dio un paso hacia el grupo.- Estoy seguro que tengo algún registro o documento de él y de Ashia, pero debo buscarlo bien. Maestra Katara, ¿por qué no la lleva al hospital donde Ashia estudió? Tal vez pueda encontrar algo allí. Y de paso podría enseñarle algo, la avatar Xiao parece muy interesada en la de sanación y agua control.
-Me parece bien. Vamos, el hospital no está muy lejos.- cuando se iban Katara le dio una breve pero significativa mirada al líder. Iroh comenzó a sospechar que algo estaba pasando y no era el único, pero Sadasi tenía otras cosas en mente.
…
El hospital era enorme, lo habían visto al llegar pero nunca pensaron que ese enorme edificio era el hospital. Los médicos y las enfermeras vestían con camisas o vestidos de color blanco, los estudiantes vestían de colores azul claro como Miki.
-En el hospital guardamos registro de cada persona doctor que ha pisado las instalaciones.- explicó Katara.- Tu madre fue una de las mejores estudiantes y se graduó con honores antes de tiempo. Fue una lástima que se fuera poco después, pero ella dijo que quería seguir ayudando a la gente y emprendió su viaje poco después.
-¿Entonces era una humanista? ¡Qué genial! -Amarillys le dio una palmada a Xiao que sonrió ante ello.
-Oh, aquí está, esta es su fotografía de graduación.- miró una fotografía de hace años donde aparecía un grupo de al menos veinte estudiantes. Allí está tu madre. Era la más joven de su grupo.
Miraron la foto con detenimiento, Ashia se veía un poco más bajita que los demás, quizás estuviese apenas cumpliendo sus veintes mientras los demás parecían ya en sus treintas. A pesar del color sepia de la foto, Ashia tenía la sonrisa más grande de todas y la más radiante. Xiao casi tuvo deseos de llorar al verla. Sadasi, al contrario de los demás, tenía la mirada perdida ante el completo desinterés de todo ello, pero había notado algo extraño… desde salieron los venían siguiendo varios guardias y al ver a Iroh este también sabía. No podía hacer un movimiento en falso si quería hacer a lo que vino. Se quejó un poco poniendo su mano en su boca.
-¿Todo bien?- preguntó Iroh y Sadasi le sonrió apenado.
-Sí, lo siento. Es que los hospitales me hacen sentir mal…
-Viniste de vacaciones y nosotros te hemos arrastrado hasta aquí, tal vez deberías ir por tu cuenta y divertirte como planeabas.
-No, no, está bien.
-Son tus vacaciones.- Amarillys se metió en la conversación al ver a Sadasi tan apenado.- Deberías aprovecharlas.
-Y ya sabes dónde encontrarnos, sólo di que eres amigo nuestro.- agregó Enlai.- Más tarde te invitamos la comida.
-Ay… bueno, está bien. Después de todo, he querido visitar el gran glaciar. ¡Los veré luego!
-Disfruta tu tour.- se despidió Iroh. Sadasi se dio cuenta que ninguno de los guardias se molestó en seguirle, cosa que le iba perfecto. Ya iba siendo hora de que comenzara a trabajar.
-Tu madre era una persona asombrosa.- le dijo Sitka mirándola fijamente.
-¿Usted también la conoció?
-Fuimos amigos. Tu madre tenía una determinación tan poderosa como el gancho con el que me derribó cuando nos conocimos.- rio a lo bajo.- Fue una gran amiga, pero teníamos puntos de vista distintos sobre qué era importante y correcto.
-¿Qué quiere decir?
-Vengan, vamos a mi oficina.- invitó Katara evitando que Sitka respondiera.
El grupo pasó a una amplia oficina, el sitio tenía una decoración que les recordó a los nómadas del aire, y Xiao vio en un escritorio una vieja fotografía de una joven Katara con su esposo y tres hijos, dos niños y una niña que tenía los rasgos de su madre.
-Esa fue la primera foto en familia que nos hicimos. Tengo entendido que ya conociste a mis hijos mayores.
-Yatso y Bumi. Sí, son personas muy amables.
-También me contaron que hubo ciertos inconvenientes. ¿Tienes dudas sobre tu camino de avatar?
-No. Ya no tengo dudas.- respondió segura de sí misma.- El camino que he escogido es uno donde puedo ser feliz y ayudar a los que pueda.
-Me alegra mucho, el mundo siempre necesita a un avatar para mantener el equilibrio. Al igual que hizo Aang y otros avatares, estoy segura que harás un excelente trabajo. Un avatar siempre tiene que estar al pendiente de todo alrededor.- Xiao se enderezó un poco pero siguió sonriendo mordiéndose la lengua.
-Sin ánimo de ofender maestra.- intervino Enlai escondiendo su indignación.- Pero Xiao no tiene que seguir el mismo camino que los avatares. Es decir, sí, hay que salvar de vez en cuando al mundo y todo eso, pero ella tiene derecho a tener su propia vida.- Katara pareció sorprendida y Iroh intervino.
-Lo que mi amigo quiere decir, es que Xiao tiene derecho a un camino distinto en el cual pueda también enfocarse en sí misma y en sus seres queridos.- Katara adoptó una pose pensativa.
-¿Es eso lo que de verdad quieres?- Xiao asintió.
-Sé que salvar el mundo es el trabajo del avatar, pero el mundo ha dependido tanto de este que se ha olvidado de cómo es salvarse a sí mismo. Y no deseo estar todo el tiempo detrás de cualquier posible pequeña amenaza como mis antecesores.
-No existen amenazas pequeñas.- señaló Katara con parsimonia.- Y si así fuese, toda amenaza siempre crece.
-¿Y debo estar yo siempre al pendiente olvidándome de todo lo demás?
-Esa es la función del avatar. Siempre ha sido así desde el inicio.
-Más bien parece el papel que todos le han dado.- el ambiente se había tornado tenso en algún punto de la conversación. Xiao tenía su punto de vista y no iba a retroceder, en cambio, Katara permanecía seria y firme en su postura.
-Algo de respeto, por favor.- intervino Miki.- Y hablando de tu madre, si ella estudió aquí debe haber dejado una tesis.
-¿Tesis?
-Es un estudio que se realiza para poder graduarte. Hay quienes tardan años en realizarla y queda en la biblioteca para que otros puedan estudiarla.
-¿En serio?
-Ashia se llevó su estudio.- respondió Katara.- Una lástima, recuerdo que captó la atención de muchos, era un estudio relacionado a la sanación usando métodos tradicionales. Ashia fue una gran estudiante, fue una lástima cuando se marchó, aunque tenía un punto de vista un poco distinto al de los demás.
-Ya veo.- por alguna razón sintió que no le estaba diciendo la verdad, ¿o acaso era cosa de su imaginación?
-Pero regresando al punto… Todavía son muy jóvenes para entender qué significa ser el Avatar.
-¿Disculpe?- Amarillys parecía incrédula. ¿Acaso los creía niños? De repente la puerta se abrió y un médico entró con rostro alarmado.
-Necesitamos ayuda. Hubo un accidente y hay varios heridos de gravedad.
Al salir de la oficina, observaron que el hospital se había vuelto loco. Camillas iban y venían junto con el personal y gritos se alzaron en el antes tranquilo pasillo.
-¿Cómo sucedió esto?- preguntó Miki.
-Al parecer hubo una explosión de gas en un restaurante. Sospechan de una fuga.
-Que preparen las cámaras de recuperación rápido. Y separen a que están heridos de gravedad.- ordenó Katara.
-Sé de curación, puedo ayudar con los que están menos heridos.- propuso Xiao.
-Nosotros también ayudaremos.- ofreció Iroh y Katara asintió.
-Miki, guíalos a con el personal. Te los encargo mucho.
-Sí, abuela. Síganme y no intenten atender a los pacientes sin conocimientos, dejen eso a los profesionales.
-Yo necesito regresar al Palacio. Los veré luego chicos.- el grupo rápidamente se separó y Xiao miró por última vez a la maestra Katara que dijo algo al líder Sitka dirigiéndole una mirada breve antes de marcharse. Esperaba que ese sentimiento de duda fuese cosa de su imaginación.
…
Lejos de la ciudad, unas viejas catacumbas estaban escondidas en lo más profundo de una cueva apenas visible desde el exterior. Sólo muy pocos sabían de la existencia de estas y para cualquier curioso era un sitio muy peligroso. Zidan y su equipo pasó por un sinuoso y estrecho camino hasta llegar a un amplio pasillo de hielo y observó con atención la estructura entera y la gran puerta en el fondo. Calculó cincuenta metros, no, cincuenta y seis metros de distancia.
-¿Por qué tendrían un lugar así? ¿Qué esconden?- preguntó Hana a su líder.
-Algo muy valioso y que nuestro cliente quiere.
-¿Y qué estamos esperando señor?- preguntó uno de sus subordinados que quiso dar un paso al frente, pero apenas su pie rozó el suelo, una lanza de hielo casi atraviesa su cabeza de no ser porque Zidan la tomó en el aire. El subordinado retrocedió, pero igual Zidan rompió la lanza en su cabeza como castigo.
-Nunca te atrevas a ir por delante de mí a menos que yo te lo ordene, ¿entendido escoria?- siseó molesto y el hombre quedó atrás sobando su cabeza, aunque hubo quienes le regañaron por su estupidez. Hana sacó unos binoculares y estudió los alrededores antes de exhalar formando un vaho con su aliento.
-Veo veinte trampas hasta donde veo, pero estoy segura que hay más.
-Hay más.- respondió Zidan con una sonrisa y comenzó a quitarse la pesada capa, las botas, la chaqueta y sudadera térmicas.- Ya las iré descubriendo yo.- por último retiró sus armas.
Todos retrocedieron dándole espacio a su líder que quedó vestido sólo con su pantalón. En su cuerpo se notaban años de entrenamiento y cicatrices de todo tipo. Se preparó mentalmente un momento hasta que se sintió listo.- Vamos a ello.
Se adentró en el terreno, saltando, corriendo y deslizándose mientras iba activando las trampas formadas de hielo y metal. Lanzas, cuchillas, hachas e incluso parte de la pared se cerró casi aplastándolo por milímetros. Tomó una lanza que le ayudó a saltar un tramo del camino cubierto de estalactitas y se deslizó por el techo antes de caer y destruir unas cuchillas que terminaron con la lanza en pedazos. Al final llegó hasta la puerta a la que se aferró cuando se abrió el suelo bajo sus pies hacia otra trampa en la que hubiese terminado empalado.
Todos sus hombres contuvieron el aliento, fueron los siete segundos más largos de sus vidas. Zidan abrió la puerta y al fin estaba a salvo para alivio de sus hombres y de su segunda oficial.
El lugar parecía una pequeña cámara ceremonial, ya que en el centro del lugar había una pequeña estatuilla cuadrada decorada con líneas alrededor y que tenía en el centro un símbolo de la tribu agua. Verificó el lugar primero y caminó alrededor. Se preparó para poder tomar aquella cosa esperando no activar más trampas de las necesarias. Se adentró en el terreno, sin embargo, en sus ojos notó las trampas que había alrededor, eran decenas de puntos que podrían activar cualquier cosa. Tras estudiar un momento supo lo que tenía que hacer. Se colocó en posición y comenzó a moverse tal y como si fuese un maestro agua, había estudiado a la perfección los movimientos de los distintos maestros elementales y usado los puntos fuertes para su propio beneficio. Cuando llegó frente a la estatua la tomó del suelo apoyándose en una mano y dejando su cuerpo caer del otro lado. Bien, había esquivado con suerte las trampas.
Click
-Me lleva el…
Al girarse notó que había una trampa extra al retirar la estatua y todas las trampas alrededor se activaron al mismo tiempo.
Salió del lugar a gran velocidad cuando chorros de agua hirviendo salieron disparados por todos lados, incluso el sentir una pequeña gota hubiese sido doloroso, pero de esta trampa infernal varias cuchillas de acero salieron disparadas de las paredes y fueron a él persiguiéndole en su camino de regreso. Eran rápidas y el sonido del hielo cortado lo hacía correr más rápido deslizándose por las paredes notando que estas también iban en un camino de zigzag dándole muy poco tiempo para reaccionar.
-¡Señor!- Hana alzó su rifle y apuntó. Zidan se quitó y la mujer disparó con silenciador destrozando una cuchilla en una explosión, luego otra y otra más, sólo quedaba una que estaba casi rozándole los talones. Apuntó y Zidan saltó dejando que ella disparara cuando la cuchilla se alzó con él provocando que fallara el tiro, casi como si esa cosa estuviese con vida, Zidan giró su cuerpo evitando ser partido en dos y estiró su mano. Uno de sus hombres le lanzó una de sus pistolas y apenas la tuvo en su mano disparó destruyendo así la cuchilla que cayó inservible al suelo. Su líder regresó sudando, pero intacto.
-Bien hecho. Y ya tenemos lo que nuestro cliente quiere.- declaró mostrando su botín.
-Se parece a la que le robamos al Loto Blanco en el tren.- dijo Hana observando con detalle la estatua y recordaron las maletas, las cuales no sólo tenían bombas, sino otra estatuilla con el símbolo de tierra.- ¿Para qué cree que sirvan, señor?
-Nuestro trabajo no es preguntar. Sino obedecer. Al menos de momento, ¿no?- le dedicó una sonrisa torcida que ella interpretó y asintió.- Cuervos. Es hora de irse.- tomó la ropa que sus hombres recogieron y se alejaron del lugar, teniendo en mente lo que debían hacer.
…
Los pacientes iban siendo separados dependiendo de la gravedad de sus heridas y el grupo se fue con los de menores heridas. Xiao comenzó a tratar las quemaduras por el fuego, después de todo, era una experta en ello, Amarillys y Enlai ayudaban a los pacientes en espera, animándolos un poco y Iroh ayudaba al puesto de enfermería. Los pacientes de mayor gravedad fueron puestos en cápsulas llenas de agua para su tratamiento y Katara junto con otros médicos ayudaban en la sanación de las heridas.
Amarillys había terminado de tranquilizar a unos niños que aguardaban noticias de sus padres, cosa que le dolió el corazón, cuando fue que notó a una mujer en la entrada del hospital, parecía confundida o perdida.
-Enlai, te encargo a estos niños.- le dijo a su compañero y se acercó a la entrada.- Disculpe. ¿Se encuentra bien?
-Yo… me trajeron aquí. Pero no tengo nada, igual me dijeron que necesito un chequeo y… no sé...
-Venga conmigo, la llevaré con un médico.- la llevó donde un doctor que estaba junto a Xiao y le explicó la situación. Xiao notó como el doctor le daba la revisión de rutina, revisando de forma rápida a la paciente.
-Parece ser que sólo está conmocionada. Esperemos a ver cómo reaccionar y luego podrá irse a casa.- la paciente asintió pero parecía algo perdida, cosa que a Amarillys le preocupó bastante.
-¿Seguro que se encuentra bien?- preguntó de nuevo al médico.
-Está bien, es normal después de semejante shock, en una hora o dos estará como si nada.- Xiao que había visto todo, se acercó y tocó el hombro de la mujer. Sus ojos se abrieron al ver que tenía una gran mancha roja que se estaba esparciendo de a poco en su vientre y también en su cabeza.
-Esta mujer necesita ayuda urgente.- le instó al médico.
-Estoy diciendo que está bien.- replicó el hombre.
-No, no lo está.- refutó al médico.- Tiene heridas internas en cabeza y vientre. Llévela a emergencias ahora.- el doctor se acercó de nuevo y tocó las áreas afectadas. La mujer se quejó un poco en el vientre y cuando revisó la cabeza con una pequeña lámpara se dio cuenta de una pequeña herida donde el cabello había hecho como un parche impidiendo que la sangre se notase.
-Lleven rápidamente a esta paciente a emergencia. Tiene hemorragia interna y fractura de cráneo.- otro interno se la llevó y el médico miró a Xiao confundido.
-¿Cómo lo supiste sin examinarla a detalle?
-Yo…
-¿Qué sucede aquí?- Miki llegó poniendo su autoridad como si fuese un médico y no una estudiante.
-La señorita acaba de ayudar a una paciente con fractura de cráneo. Tienes muy buen ojo, jovencita.
-Gracias, noté ciertas cosas, además de su mirada perdida y la forma en la que caminaba. Parecía adolorida. De seguro no se vio afectada por el fuego, pero igual el impacto debió haberla lanzado con fuerza.- el médico frunció el ceño en reconocimiento a ello.
-Bueno, pues le has salvado la vida.- le felicitó el médico tomando su mano antes de marcharse. Xiao sonrió contenta pero Miki la tomó del brazo y la sacó de la sala.
-Tienes prohibido acercarte a esta sala, no eres una sanadora especializada, así que te quiero fuera de esta área.
-¿Qué? Pero yo…
-Es una orden. Sino obedeces pediré que te saquen del hospital.- Xiao se quedó callada y asintió. Cuando Miki se fue, Amarillys la abrazó mirando con rabia a la joven médico.
-¿Qué se cree? Si ella es sólo es una estudiante.
-Déjalo así, Ama, después de todo tiene razón. No soy una especialista y es verdad que mis habilidades no se comparan con las de los demás médicos.
-Como sea fue muy grosera. Pero gracias, qué bueno que pudiste ayudar a esa mujer.
-Sí, pero guardemos silencio de cómo lo supe.- ella asintió a sabiendas que hablar sobre la sangre control era un tabú muy grande en ese lugar.
…
Nunca hubiesen imaginado que un hospital pudiese volverse tan caótico de un momento a otro. Al caer la noche, Amarillys y Enlai estaban exhaustos, en cambio Iroh y Xiao parecían de lo más tranquilos.
-¿Cómo es que ustedes pueden estar como si nada?- preguntó Enlai desde su silla.- Yo estoy que me muero.
-No creo haberme movido tanto en tan poco tiempo, nunca.- se quejó Amarillys.
-Soy general, este tipo de caos es normal para mí, incluso peor que esto.
-Ayudé a mi abuela a con nuestro restaurante y después estuve sola manejándolo. Sé manejarme bajo presión.
-Veo que les fue bien a todos.- Katara se acercó con Miki que tenía una expresión amargada, ya Amarillys había puesto al tanto de los demás.- Les agradecemos mucho la ayuda.
-Para nosotros fue un honor.- respondió Iroh.
-Pero no queremos volver a hacerlo, sin ofender.- agregó Enlai deseoso de recostarse en una mullida cama. De repente Katara se acercó a Xiao y tomó su mano.
-Supe por uno de los doctores que le salvaste la vida a una mujer que vino con heridas internas. Gracias a ti pudimos ayudarla a tiempo.- Miki frunció todavía más su ceño fruncido.
-La mujer se veía bien cuando vino, ¿cómo supiste que estaba mal?- reclamó Miki.
-¿Disculpa?- preguntó Xiao confundida.e
-Yo le di un vistazo rápido cuando vino y le dije que sólo debía hacerle el chequeo. ¿Cómo supiste que estaba mal?- ahora lo entendía, Miki fue quien le dijo a la mujer que sólo debía quedarse a un chequeo y su rápido diagnóstico resultó mal.
-Yo… parecía algo perdida así que pensé que…- no pudo seguir su explicación cuando Iroh la tomó del brazo con algo de fuerza, clavando uno de sus dedos más que otros.
-Creo que ya va siendo hora de que descansemos, ha sido demasiada emoción por el día de hoy.- Katara soltó las manos de Xiao.
-Es cierto, han de estar muy cansados, mañana será otro día y podemos seguir hablando y ayudarte un poco en tus habilidades de agua control.- propuso sonriendo a la pelirroja que asintió con una sonrisa.
-Estaré encantada, maestra.
Los chicos se alejaron y salieron del hospital. Xiao se quejó un poco y Iroh le soltó.
-Lo siento, pero era necesario.
-¿Por qué?
-Te estaba probando.- respondió serio para sorpresa de todos.- Estaba verificando si decías la verdad o no. ¿Alguien te vio usar… ya sabes?- habló en voz baja.
-N-No, sólo lo usé cuando la toqué. No por otras razones.- Iroh frunció el ceño.
-Nos han estado siguiendo desde que salimos, guardias, al menos cinco de ellos.- todos se quedaron pasmados ante sus palabras.- Nos están ocultando algo.
-Yo también lo siento.- admitió Xiao.- Lo que no entiendo es qué y por qué.
Todos se miraron entre sí preocupados. Cuando regresaron al Parlamento, el sol ya se había ocultado por completo y hacía parecer la entrada como si estuvieran entrando en la boca de un lobo.
…
La noche cayó y se desató una tormenta de nieve, pero eso no detuvo a Sadasi a reunirse con Zidan a las afueras de la ciudad. El Cuervo le lanzó la pequeña estatuilla que él atrapó en el aire.
-Todo listo, chico. ¿Necesitas algo más antes de que nos vayamos? Odio el frío de este lugar.- Sadasi examinó la estatua con ojo critica tras la máscara y sonrió ampliamente.
-No. Has cumplido perfectamente tu misión, Zidan. Se les pagará lo acordado junto con un bono.
-¿Y qué harás con la avatar?
-Tengo algo especial preparado. Pero primero tengo cosas que hacer.
-¿Qué cosas? Si puedo preguntar.
-No… no puedes.- habló con voz áspera detrás de la máscara y se dio la vuelta perdiéndose en la tormenta ante la mirada de los Cuervos. Zidan exhaló una pequeña risa.
-Veo que no soy el único que cargar con fantasmas. ¡Cuervos! Retirada.- los cuervos también se alejaron desapareciendo con la tormenta, Zidan aguardó unos segundos antes de que apareciera uno de sus subordinados.- ¿Encontraste algo?
-Encontré más de lo que se esperaba señor.- comenzó a hablarle a pesar del fuerte viento y Zidan pareció sorprendido unos segundos antes de sonreír ampliamente.
-¿Quién lo diría? Este chico tiene muchos secretos interesantes bajo esa máscara.
-¿Desea que proceda de alguna forma?
-Ya hiciste suficiente. Pero vamos a investigar un poco más saliendo de aquí.- ahora tenía algo muy interesante entre manos, ya comenzaría a buscar más información saliendo de allí, por ahora habían terminado y un barco aguardaba por ellos.
…
Xiao y Amarillys aguardaron a que hubiese silencio absoluto en el Parlamento, aunque podían escuchar a varios guardias a cada tanto pasar por su habitación y afuera de las ventanas. La pared de la habitación de junto se abrió como una puerta y Enlai las instó a que les siguieran. Hicieron lo mismo en otras habitaciones hasta llegar al pasillo y así escabullirse a otra habitación que fue iluminada gracias a Iroh que les esperaba.
-Aquí está pasando algo muy extraño.- dijo el maestro fuego ante lo obvio.
-Aunque este lugar está que hiela, el asunto está que arde.- estableció Enlai.- ¿Por qué desconfían de nosotros sino les hemos dado motivos?
-Eso es muy raro.- declaró Amarillys pensativa.- Xiao y ninguno de nosotros es una amenaza, ¿por qué nos tratan como tal?
Xiao bajó la mirada, Iroh tenía que decir sus sospechas.
-Creo que es… por la madre de Xiao.- la avatar alzó la vista.
-¿Cómo?
-Lo has notado también, ¿no? Piénsalo. Todo iba bien hasta que mencionaste a tu madre, no es por ser paranoico pero pienso que han estado demasiado reservados con ello cada vez que preguntas.
-Ahora que lo dices tienes razón.- aceptó Amarillys.- Cada vez que haces una pregunta sólo te dicen lo buena discípula o amiga que fue. Pero no nos han dicho nada en concreto.
-¿Qué es lo que me están escondiendo sobre mi madre?- se preguntó comenzando a pensar lo peor.- Será que ellos… ¿Le habrán hecho algo?- llevó sus manos a sus ojos para evitar llorar ante esa posibilidad. Amarillys puso su mano sobre su hombro y miró a los chicos que como ella estaban decididos a encontrar la verdad.
-Conozco a la maestra Katara y al líder Sitka desde hace años.- dijo Iroh que apretó los puños endureciendo sus facciones.- Pero si algo le hicieron a tu madre lo vamos a averiguar.
-Me apuesto a que debe haber algún documento.- declaró Enlai.- Dirán lo que quieran pero no creo que se haya esfumado así como así llevándose todo.
-Es cierto, debe haber algo.- dijo Iroh que miró a su grupo.- Xiao, tú y Enlai vayan al hospital donde están los registros. La maestra Katara dijo que tu madre no dejó nada pero será mejor verificar. Amarillys y yo entraremos en el registro del Parlamento.- la castaña asintió.
-He visto decenas de documentos gubernamentales. Esto será pan comido.
-Gracias chicos.- agradeció Xiao de corazón.- Sea lo que sea, quiero saber la verdad.
El grupo se separó. Gracias a Enlai, Xiao y él pudieron salir sin problemas adentrándose en la tormenta junto a Mu que aguardaba en una habitación adyacente ante la falta de caballerizas. Entre tanto, Iroh y Amarillys se escabulleron por los pasillos. Gracias a la nueva agilidad de Amarillys le era sumamente fácil poder incluso treparse por las paredes para evitar a los guardias, Iroh sonrió sintiéndose orgulloso de la joven. No les difícil llegar a los archivos del Parlamento, un sitio repleto de pasillos formados por archiveros.
-Uff, esto se parece a los archivos del Reino Tierra.
-¿Y esto te intimida?
-Nah, esto es como la décima parte, no, incluso menos. La oficina de Archivo tiene su propio palacio, esto será sencillo.- Iroh sonrió de lado y comenzaron con la tarea.
Entre tanto en el hospital, la pareja llegó y logró escabullirse por la ventana de una de las habitaciones, dejando a Mu. Siguieron adelante siendo guiados por unas flechas y evitando a las enfermeras en turno, sin embargo, al llegar a una intersección se encontraron con que había dos tipos de Archivos por lo que tendrían que separarse.
-Hey, sea lo que sea que encontremos quiero que sepas que estamos contigo. Sólo cuídate, ¿vale?
-Así o haré y… gracias.
Enlai apretó su mano antes de desaparecer por el pasillo de la izquierda. Ella se quedó un momento sintiendo que la calidez de su mano se perdía antes de adentrarse por el otro pasillo. Llegó hasta una puerta en el fondo donde se leía en un letrero Archivo/Biblioteca. Abrió la puerta lo más quedo posible y, en efecto, era la biblioteca, había decenas de libreros enormes con montones de libros, algunos con encuadernaciones antiguas, una enorme ventana de vitral que mostraba a las olas y la luna decoraba lo alto del muro donde podía notarse el cielo todavía encapotado por la tormenta que estaba a punto de pasar. Esperaba poder encontrar un archivo que le dijese donde estaba cada cosa o tendría que revisarlo todo.
En el Parlamento, tras varios minutos de revisar archivos Amarillys descubrió cómo acomodaban los documentos y no tardó en encontrar al fin una carpeta, haciendo una seña a Iroh para que se acercara.
-Mira esto.- Iroh miró con ojo crítico el documento, era un archivo sobre la madre de Xiao con una fotografía adjunta.- Ashia, ciudadana del reino Agua Sur, blah, blah, blah, permiso de estadía, intercambio. Aquí está.- puso su dedo en los últimos renglones.- Ashia, ciudadana temporal del Reino Norte presenta una destreza en el campo médico y se le recomienda presentar los exámenes de medicina avanzados. Sin embargo, tiene una extraña fijación sobre… está rayado en negro.
-Es para eliminar datos que no quieren que nadie se entere.
-Nota: Mantener bajo vigilancia. Estatus: Peligroso. ¿Cómo?- casi exclamó de la sorpresa.- ¿Estatus Peligroso? Pero si ese estatus sólo se les da a criminales o a soldados. ¿Por qué se lo darían a una estudiante de medicina?- Iroh desvió la mirada, comenzando a pensar que aquello no podía ser coincidencia y que se habían topado con algo grande. Una alarma comenzó a sonar en su cabeza.- Iroh…- Amarillys le hizo notar que había un trozo de papel en la orilla de la hoja grapada.- Falta una hoja.
-Creo que es hora de que confirmemos esto con la persona que tiene esa hoja faltante. Ven, vamos rápido.- los dos salieron del lugar rápido ya que eso podría ser perjudicial para Xiao.
…
Enlai encontró la oficina de Archivos, pero estos eran archivos médicos de pacientes, sin embargo, decidió que era bueno ver. No le fue difícil encontrar los archivos del año en que estuvo la madre de Xiao, recordaba bien la foto de su generación que tenía el año enmarcado.
-Bingo.- dijo al descubrir la carpeta con el nombre de Ashia, pero al revisar los archivos de pacientes estaban subrayados en su totalidad.- ¿Qué rayos? Es como si hubiesen querido borrar su rastro.- cada archivo referente a los pacientes de Ashia estaba subrayado, haciendo imposible leer las notas que ella puso, incluyendo el nombre de sus pacientes.- Tal parece que tendré que ir con una fuente más confiable que estos papeles.- abrió la ventana del lugar y salió hacia la tormenta, silbó llamando a Mu sabiendo dónde debía ir.
…
Xiao se movió por los pasillos con una pequeña flama en su mano, a pesar que el sitio estaba iluminado con luces pálidas de bombillas eléctricas, su llama iluminaba más y el calor que le proporcionaba le tranquilizaba. Encontró un libro con las bibliografías y no tardó mucho en encontrar la generación de su madre y su nombre. Necesitaba verificar si lo que la maestra Katara les dijo era verdad y si de verdad su estudio ya no se encontraba allí. Subió las escaleras corredizas y comenzó a buscar entre los estantes. Decidió usar su aire control para ver entre varios libros a la vez.
-No, no, no, mamá, ¿dónde está tu tesis?- mientras seguía buscando sintió que alguien golpeó las escaleras. Estuvo a punto de caer al suelo de no ser por su aire control y se enderezó para ver a Miki que fue la culpable.
-¿Qué crees que haces aquí?- le reclamó la joven estudiante.
-Lo mismo preguntó.
-Soy médico, estudio aquí por las noches. Y tú no tienes permiso.
-Bueno, pues mi madre fue médico y estoy buscando su tesis. ¿La has visto?
-¿Una tesis? ¿Estás aquí sólo por una tesis?
-¿Algún problema? Porque desde que nos conocemos has estado algo rara conmigo.- dijo incapaz de seguir soportando su trato.
-¿De verás? No me digas.- habló cínica y Xiao apretó los dientes.
-Sabes qué, no importa. Lo único que quiero es saber sobre mi madre y después de eso me largaré de aquí.- Miki saltó en su sitio.
-¿En serio? ¿Te irás?
-¿Por qué siento que te da gusto?- murmuró entre dientes.
-Por si no lo has notado, aquí todos competimos para ser los mejores. Y tú llegas con tu súper poder de sanación y diagnóstico y me haces quedar mal frente a mi abuela. Ya tengo suficiente con las cartas que me manda mi mamá hablándome de ti.
-¿Tu mamá te mandó cartas de mí?
-Es molesto. "Es tan buena", "Ojala la conocieras", "Nunca vi a alguien sanar de esa manera". Es frustrante la comparación, ¿sabes?
-Ah… ya veo.- estaba celosa, pero no lo diría en voz alta.
-No es que esté celosa de ti.- espetó a pesar de lo obvio.- Eres la avatar, es obvio que debes ser buena en todo.
-Si vieras que no.- admitió molesta.- La única cosa de ser la avatar es que tengo los cuatro elementos pero debo aprender a usarlos como cualquier persona que conozcas. No soy una superdotada como todos piensan. Pero si me ayudas a encontrar lo que busco me iré mañana temprano en el primer barco, ¿qué tal?- Miki lo pensó un momento y terminó asintiendo.
-Vale, la abuela dijo que tu madre se llevó su tesis. Tu madre se llamaba Ashia, ¿verdad? ¿Qué le pasó?
-Eso mismo quisiera saber…
…
Sitka estaba sentado frente a la chimenea, leyendo una hoja de archivo con leve ceño fruncido. Fue a su escritorio donde sacó una vieja fotografía recortada por un lado que nadie sabía que tenía. En ella se veía él de joven en sus dieciochos con Ashia, ella sonreía a la cámara con esa radiante sonrisa que le conquistó desde el primer momento y acarició con delicadeza la imagen, como si temiese romperla, aunque al lado podía notarse que había otra persona pero él había roto esa parte de la foto desde hacía mucho tiempo. Suspiró y se acercó a la chimenea donde dejó caer el papel, sin embargo, apenas las llamas tocaron la hoja estas se separaron y Sitka se volvió rápido encontrando a los dos compañeros de la Avatar en la entrada.
-Tal parece que nos guardan más de un secreto, ¿no es así?- señaló Iroh y Amarillys fue a por la hoja pero apenas se acercó, esquivó una espada de hielo hecha por Sitka y este se interpuso.
-Hay cosas que es mejor que no se sepan.- Iroh apagó las llamas y junto con Amarillys se puso en posición para la pelea.
-Una lástima, pero no nos iremos de aquí sin respuestas.- ante la amenaza, Sitka emitió un silbido agudo y pronto varios guardias entraron por las ventanas y la puerta.
-Yo creo que sí.
…
Enlai tocó la puerta de la tienda frente a la casa de la adivina, Mu no dejaba de temblar a su lado ya que él fue quien lo trajo lo más rápido posible. La misma mujer que vieron en la mañana abrió la puerta somnolienta.
-¿Qué? Estamos cerrados. No moleste.
-Perdone la hora señora, pero necesito hablar con su padre, es de vida o muerte.
-¿Cómo?
-¿Quién toca a la puerta?- el anciano se asomó bajando unas escaleras, el mismo que confundió a su amiga con su madre.
-Un joven que dice que desea hablar contigo. ¿Qué hiciste papá?
-Señor, hola, ¿me recuerda? Soy amigo de quien le ayudó a que no lo atropellara el trineo.
-Ah, sí, sí. Te reconozco. Hija, déjalo pasar.- la hija obedeció con clara desconfianza y encendieron las luces, Mu también iba a entrar pero al mujer le cerró la puerta y este bufó molesto.- ¿Qué necesitas, muchacho?
-¿Recuerda a la chica que venía conmigo y le salvó? Guapa, de grandes ojos azules que le recordó a una doctora que le salvó la vida…
-Ah, sí. Tu novia, ¿no?- Enlai se sonrojó un poco.
-Bueno… ¡ajum! Usted dijo que la doctora que le ayudó colocó sus manos en su cabeza y usted sanó, ¿puede contarme sobre eso?
-Ay, no puede ser. Papá, ¿sigues contando esa historia?- se quejó la hija pero Enlai la ignoró.
-¿Qué era lo que usted tenía? ¿Necesito saber de qué le curó?
-La doctora me salvó la vida.- dijo perdiéndose en sus recuerdos.- Cuando trabajaba como arquitecto tuve un fuerte golpe en la cabeza pero sólo se me formó un chichón, luego tuve vómitos y fuertes dolores de cabeza, al final terminé paralizado de la mitad izquierda del cuerpo y me quedé internado. Me dijeron que era…- la tormenta afuera arreció y cuando Enlai escuchó su diagnóstico se quedó lívido.- No había nadie que pudiera hacer la operación en el momento, pero cuando ella me tocó la cabeza estaba curado. Mis náuseas y dolores desaparecieron y comencé a moverme de nuevo. ¡Ella me había sanado! Y pude regresar a con mis hijos, y estar en la boda de mi hija.- dijo viendo a su hija que suavizó su expresión.- Días después fui a verla con mi esposa con un regalo para agradecerle, pero me dijeron que ya no trabajaba en el hospital y ese había sido su último día. Nunca pude agradecerle de forma apropiada.
-Entonces… oh, cielos. Gracias señor, me ha ayudado mucho.- salió de la casa y se montó en Mu agarrándolo del abrigo.- ¡Regresa! ¡Rápido!- quizás fuera por el pánico en su voz, pero Mu obedeció sin rechistar saltando una barredora de nieve asustando al conductor.
…
Xiao comenzaba a impacientarse, y eso era extraño en ella. Ya le había dicho a Miki que ya había visto esos libros pero que ninguno pertenecía a su madre.
-Qué raro, debería estar aquí.- dijo con el libro de bibliografías en mano.
-Te dije que ya había revisado estos.
-Deben de haberlo puesto en otro lugar, aunque es difícil creerlo. Se toman muy en serio la organización aquí- comenzó a caminar y Xiao la siguió por los pasillos.- ¿Buscaste por su generación?
-Sí. Así lo hice y según el libro que tienes en mano debería estar la tesis de mi madre allí.- Miki frunció el ceño pensativa.
-Tal vez sí se llevó su estudio, pero otra posibilidad es que lo hayan separado del resto por valor de importancia. ¿Sabes qué clase de estudio hizo? Su nombre exacto nos ayudaría.- al ver la cara de Xiao supo que había hecho una pregunta tonta.- Vale, lo siento, es verdad. No sabes nada de ella más que su nombre, no en qué estudio se especializó. No lo entiendo, al menos debería haber una copia.
-¿Copia?
-Si alguien se lleva su estudio de tesis se realiza una copia de este. Es obligatorio y nadie, sin excepción, puede llevarse su tesis sin dejar una copia. Pero tal parece que ni siquiera eso está.
-¿Entonces la dejaron irse sin siquiera dejarle hacer una copia? ¿Por qué harían eso?- se preguntó Xiao a sí misma todavía más confundida.
-Bueno… quizás sea por dos razones.- respondió Miki.- La primera podría ser que su estudio quedó en revisión, cosa que después de tantos años no veo posible y menos después de haberse graduado. La segunda podría ser porque decidió hacer su tema sobre algo indebido.
-¿Algo indebido?
-Estudios que ponen en riesgo la vida del paciente, no sabes la cantidad de gente que trata de "revolucionar" el campo de la medicina pero no se paran ni un segundo a pensar en el daño que hacen.
Xiao sintió que sus piernas no la detendrían por mucho tiempo y se apoyó un poco en el librero a su lado, recordando varias cosas desde que llegaron.
-Ashia fue una gran estudiante, fue una lástima cuando se marchó, aunque tenía un punto de vista un poco distinto al de los demás.
-Fue una gran amiga, pero teníamos puntos de vista distintos sobre qué era importante y correcto.
-Ella fue la única que pudo salvarme. Nadie más pudo y sólo con tocar mi cabeza y…
Miró sus manos como si en ella pudiese encontrar una respuesta… sería que… Escucharon ruido y las dos se tensaron. Alguien más estaba con ellas en ese lugar.
Sadasi retiró la piedra del suelo y observó un paquete envuelto en cuero que había estado oculto por mucho tiempo. Sonrió debajo de la máscara.
-Tal donde dijiste que estaría.- lo tomó y lo puso en su bolso. De repente escuchó pasos, muy tenues, pero estaban cerca.
Las dos jóvenes dieron vuelta al pasillo y se encontraron con una parte del suelo retirada.
-¿Pero qué ha pasado aquí?- preguntó Miki confundida y agachándose a revisar.- ¿Quién ha hecho esto?- Xiao miró atenta este, parecía que alguien había intentado sacar o meter algo allí. Pero fue que lo sintió, una tenue ráfaga de aire que rozó su oreja izquierda y ella se inclinó por completo esquivando la espada de Sadasi y girando el pie que seguía en el suelo levantó una columna de roca que Sadasi también esquivó usándola para apoyarse y guardar distancia.
-Tú…
Xiao reconoció al asesino del tren y se puso en posición. Sadasi desplegó sus dos espadas y se puso en posición para pelear. La tormenta terminó y la luna llena se abrió paso entre las nubes iluminando todo el recinto y a los dos jóvenes que no tardaron en ir uno contra el otro.
…
Iroh golpeó con fuerza a uno de los guardias y Amarillys esquivó sin problema a otro y tocó un punto de presión en el cuello, el único lugar que veía desprotegido en las armaduras para dejarlos confundidos y así aprovechar para rematar. Sitka aprovechó y atacó a Amarillys formando dos cuchillas de hielo en sus brazos, pero sus cuchillas se toparon con las espadas de Iroh que lo hizo retroceder. Sitka pisó la hoja de papel y la retorció con su pie para que nadie la tomara.
-No vas a tener esto, general.
-Eso es algo que usted no va a decidir.- sus armas chocaron entre sí, Iroh podía estar tranquilo de que Amarillys podría con el resto de guardias. O al menos así fue hasta que escucharon el muro estrellarse del otro lado llevándose de encuentro a los últimos. Amarillys se quejó por la decepción de no poder estrenar todos los movimientos aprendidos. Enlai entró con Mu como un conquistador.
-Hasta afuera se escucha su pelea. ¡Y ya lo sé todo, desgraciado!
En ese momento Iroh empujó a Sitka para que dejase de pisar el papel por un segundo, cosa que Karue aprovechó para volar fuera del abrigo y tomarla primero.
-Se acabó.- declaró el maestro fuego que tomó a su compañero que pilló orgulloso dándole la hoja. Pero al ver el contenido de este sus ojos se abrieron con horror.- Esto es…- Amarillys se acercó y cubrió su boca al reconocer el tipo de documento.
-Una orden de aprehensión.
Sitka bajó los brazos y la mirada avergonzado. Iroh leyó rápido el papel.
-Una orden para encerrarla y… ¿Cercenar su poder? ¿Qué es esto?- exigió al líder que parecía incapaz de verlo a los ojos.- Díganos qué es esto. ¿Qué le hizo a ella?
-Ashia… era una médico muy prometedora.- dijo recordando a la joven que trataba con dedicación a sus pacientes y cómo hasta los niños la adoraban.- Era gentil, inteligente, divertida. Pero… comenzó a estudiar ciertos temas que prohibidos.
-La sangre control.- declaró Enlai para sorpresa de los presentes.- Visité a uno de sus pacientes. El sujeto tenía un hematoma o coagulo en la cabeza que ella curó. Y dijo que ella desapareció poco después.
-¿La encarcelaron porque salvó la vida de un hombre?- preguntó Amarillys.
-La sangre control es un arte prohibido.- declaró Sitka.- Es peligroso, letal y vuelve locos a sus usuarios. Ya se le habían dado algunas advertencias pero… ella siguió. Pensaba que podría salvar a la gente si se le daba el uso correcto y que aquello de que se volvían locos debía ser un mito.- apretó los puños al recordar como ella intentaba convencerlo que la sangre control podría salvar vidas pero él la desestimó y le prohibió que volviera a usarla.- Ella comenzó a usar sus conocimientos en pacientes a pesar de todo, pero cuando los demás médicos comenzaron a sospechar de sus métodos… yo… no tuve elección.- recordó el momento en que le preguntaron sobre ella y no pudo ocultar la verdad. Sin embargo, el recuerdo de ver cómo fue aprehendida y llevada hasta un tribunal donde la hincaron frente a quien debía de ejecutar su castigo… ella le miró con lágrimas en sus ojos, suplicando y gritando por ayuda, pero él sólo pudo quedarse observando la escena con congoja y ninguno de los presentes hizo caso a sus súplicas… el grito que Ashia emitió hasta hoy en día seguía atormentándolo.
-¿Dónde está ella? ¿Qué le pasó?- preguntó Iroh.
-Escapó.- respondió Katara que entraba a la gran oficina, la mujer tenía una expresión triste.- Se le dejó unos días en la celda y antes de darnos cuenta ella había desaparecido y huyó con Haru sin que nos diéramos cuenta. Yo en verdad, no quería que la avatar supiera esto.- Enlai dio un paso al frente tan furioso como sus amigos.
-¿Me están diciendo que encarcelaron y quitaron su control porque intentó buscarle un uso a la sangre control? ¡Todos aquí están locos!
-Iroh, tú deberías saber mejor que nadie lo peligroso que puede ser un maestro sangre.- le recordó Katara acercándose y tomando sus manos.- Yo estuve allí cuando viviste lo que te pasó. Y he visto a muchos otros sufrir por este, las consecuencias que llegan a durar años o sino toda la vida. Sokkah es ejemplo de ello, por culpa de un maestro sangre dejó de pelear.- recordó los viejos tiempos, el grupo intentó detener a un maestro sangre el cual logró ser detenido gracias al poder de Aang en su estado Avatar, rescataron a los rehenes y a Sokkah que fue torturado por el maestro dejándole secuelas de por vida en sus manos.- Esa técnica sólo ha traído dolor y sufrimiento, nada bueno podía salir de esta.
-Sí, lo sé.- admitió pero retiró sus manos de las manos de la mujer.- Pero eso no justifica esto. ¿Lo saben los demás reinos? ¡¿Lo sabe mi abuelo?!- Katara asintió.
-Lo saben.- todos se quedaron pasmados ante su respuesta, Iroh pareció más asqueado.
-¿Y cómo lo hacen?- preguntó sintiendo que podría incendiar el sitio entero.- ¿Cómo hacen eso de quitar el control a alguien?
-Es una medida drástica, pero necesaria.- admitió Katara.- Mi esposo, Aang prefería sellar su control, pero nadie más podía hacer eso, así que yo y otros más usamos el cercenado para cortar donde se ubica el control. Yo fui… quien tuvo que cortar el control a Ashia.- recordó el momento en que se acercó a la joven y colocó su mano sobre su cabeza…
-¿Y que eso no es igual que la sangre control?- preguntó Amarillys interrumpiendo sus pensamientos.- ¡Eso es hipócrita! ¡Y horrible!
-No tenemos elección. La sangre control es demasiado peligrosa y Ashia llegó demasiado lejos al usarlo en sus pacientes.- declaró Katara más compuesta.- Me dolió… pero fue necesario. La sangre control sólo trae muerte, dolor y locura a quienes la usan.
-¡Eso es mentira!- exclamó la princesa.- Así como cualquier técnica todo depende de quién sea que la ejecute. Es igual a cualquier arma, puede proteger o puede destruir, la elección es de quien la maneja.- sus amigos asintieron a sus palabras.- Lo que ustedes han hecho… lo que le hicieron a la madre de mi amiga…- apenas y pudo contener las lágrimas.- Oh, cielos, ¿cómo va a reaccionar a esto? La va a destrozar.- se apoyó en Enlai que la abrazó intentando consolar a su amiga.
Iroh miró a Katara y a Sitka como si ambos fuesen monstruos y no el líder y a la madrina a los que tanto respeto les tenía.
-Nos vamos de este lugar. Enseguida. Xiao no permanecerá un solo segundo en este sitio.
-Por favor, Iroh.- Katara dio un paso al frente.- Debes entender, yo…
-¡Señor!- un guardia entró corriendo.- Reportan un disturbio en el hospital. Debe venir rápido.
…
Miki gritó y se escondió detrás de un librero, ella no era una luchadora, ¡era una sanadora! Y odiaba las peleas. Sólo podía ser una espectadora de aquella pelea sin cuartel.
Xiao se agachó cuando una serie de dagas se clavaron en los libros y usó su fuego control para hacerlo retroceder pero Sadasi no le importó quemar su capa para acercarse a la joven que apenas y pudo moverse viendo las puntas de su cabello ser cortadas. Sadasi aterrizó sintiendo que ella había congelado el suelo, pero se apoyó en sus espadas y la pateó haciendo que ella chocara contra el librero y él casi la corta de no ser porque se movió rápido gracias a su aire control provocando que Sadasi cortara varios tomos.
-¡Los libros NOOOOOO! ¡Tengan cuidado!
Pero a ellos no les importaban los libros. Sadasi apagó su capa y la retiró dejando a la vista su traje por completo negro. Xiao hizo lo mismo abriendo su chaqueta y tirándola al suelo para tener mejor movimiento, pero apenas lo hizo sintió frío y tembló en su lugar.
-¡Qué frío!- a pesar de ello tuvo que mantenerse compuesta.
Los dos se miraron fijamente hasta que volvieron a ir contra el otro. Pero esta vez Xiao se armó, usando la atmósfera del aire creo varios cuchillos de cocina que lanzó contra Sadasi que los destrozó, pero ella se quedó con lo mejor y fue contra él, logrando bloquear su ataque con una gruesa sartén de hielo y logrando escupir en su cara una bola de fuego que le dio justo en su máscara.
-¡AGH!- soltó una de sus espadas para de su muñeca sacar su pequeña pistola que ella esquivó el disparó sobre su hombro en el último segundo y aprovechó para golpearlo con la sartén que se rompió. Este retrocedió adolorido, notando que una parte de su máscara se resquebrajó y parte de la boca se reveló.
-Nunca subestimes lo que un chef puede hacer. Ahora sí, ¿quién eres? ¿Para quién trabajas?
-Pfft.- Sadasi sonrió.- Eso a ti no te importa, avatar. ¿Pero no deberías preocuparte de otra cosa?
Xiao lo sintió, una gota de sangre al caer. Al girarse vio a Miki que tras intentar proteger los libros en lugar de seguir escondida recibió la bala debajo de su clavícula en el lado izquierdo, a un palmo de su hombro. La joven cayó al suelo.
-¡Miki!- Sadasi aprovechó la distracción para intentar apuñalarla pero Xiao se giró y él quedó paralizado por su sangre control antes de lanzarlo hacia varios libreros que atravesó por la fuerza.
-¡Xiao!- escuchó las voces de sus amigos que llegaron justo a tiempo, pero Miki era prioridad.
-¡Miki está herida!- corrió hacia ella y vio que la bala no había atravesado. Katara se acercó a ella lo más rápido que pudo.
-Hay que sacarle la bala, hay que ir al quirófano.
-No hay tiempo.- Xiao podía verlo, a pesar de que la tela exterior todavía no estaba empapada de sangre, por dentro había tocado una arteria.- Está perdiendo mucha sangre y rápido.
Sin más creó una navaja con la que cortó la tela, por debajo de la chaqueta la sangre comenzó a brotar. Comenzó a usar su poder, verificando donde tendría que sanar, pero primero tendría que sacar la bala y dejar que la sangre fluyera.
-Sujete su mano.- comenzó a concentrarse y la joven gritó al sentir la bala moverse, Katara la sujetó y tomó su mano.
-Aquí estoy Miki, aquí estoy.
-Abuela…
Del otro lado, Iroh, Enlai Amarillys y Sitka fueron a donde Sadasi fue arrojado, pero al revisar no vieron más que montones de libros y madera en el suelo.
-¿Dónde está?- preguntó Enlai. Escucharon un silbido agudo y al ver hacia el gran vitral lo vieron. Sentado como un niño que movía las piernas al aire.
-Bueno, parece ser que la fiesta termino. O quizás acaba de empezar. En fin, ya tengo lo que quería así que les dejo un regalito de mi parte.- en su mano tenía un detonador y antes de que pudieran hacer algo él presionó el botón. Una gran explosión sacudió el sitio entero y el vitral se rompió en pedazos que salieron disparados sobre ellos. Todos se cubrieron de la explosión de cristales. Xiao que se dio cuenta del peligro y usó lo único que tenía a la mano para cubrirles.
Cuando todo acabó pedazos de cristales estaban clavados en todas partes, Iroh que fue el primero en volver a reaccionar vio que el asesino había desaparecido y vio hacia su amiga dándose cuenta de la situación.
La bala había salido y flotaba frente a Katara debido a que estaba cubierta de sangre, sangre que había servido como escudo para salvaguardarla del peligro como a su nieta, aunque parte de esta sangre era de ella. Xiao retiró los dedos de la herida tras cerciorarse que el exceso de sangre había salido por completo sin provocar daño y tras cerrar la arteria. Se levantó revelando que el escudo se había formado también con su propia sangre que salió gracias a un corte que hizo en su muñeca. Retiró el escudo de sangre que había soportado bien. La sangre cayó como cristal carmesí al suelo, mientras que su propia sangre regresó a ella y cerró la herida como si nunca hubiese estado.
Katara estaba pálida y con manos temblorosas, allí, por un segundo le pareció ver a Ashia y no a la joven pelirroja. Ante ella había una maestra sangre.
-En verdad…- musitó Sitka a lo bajo tras contemplar lo que hizo.- Es hija de Ashia.
Antes de que pudiesen hacer o decir algo más varias explosiones aparecieron por la ciudad y Xiao usó su aire control para subir donde antes estuvo el vitral y ver lo que acontecía afuera.
-No puede ser…- columnas de humo y fuego se alzaban y el caos se apoderó de la ciudad.
…
Y… ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO! Gracias a todos por leer y espero que esto haya compensado mi larga ausencia XD. Así que sin más qué decir además de que dejen review, el alimento del alma de todo escritor de fanfic… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
