Los personajes originales de la "Saga de Crepúsculo" no me pertenecen, son propiedad de Stephenie Meyer y Summit Entertainment.

CAPÍTULO 2 - REENCUENTRO

Luego de atender a Bella, Carlisle duro un par de minutos observando la salida donde desapareció ella. No sabía si era buena o mala suerte que le tocara curarla, pero agradecía por todos los dioses el encuentro. Por primera vez, se alegraba de que alguien se lastimara, así tuvo la oportunidad de relacionarse sin excusas baratas.

Se recompuso y volvió a su consultorio, con ánimo, atendió a los pacientes que ya tenían cita. Transcurrieron algunas horas, llegando la hora de la comida, y aunque él no la necesitaba, salía solo para disimular.

Tomo su maletín, saldría solo a caminar y volvería en 30 minutos; normalmente las personas tardaban eso para comer. Salió del hospital, y recordando la fragancia de Bella, camino silbando, feliz.

Se dejó llevar por sus pies, no tenía un rumbo fijo; casi siempre se dirigía a casa, para verificar que no hubiese un intruso, pero esta vez no le importo. Escucho todos los sonidos que producían las personas del pueblo al caminar, charlar, respirar; había muchas cosas que se perdían y no lo sabían. Y él era consciente de que se perdía de muchas cosas, debido a su inmortalidad; claro, tenía todo el tiempo del mundo, podía ver y escuchar cosas que un humano soñaría. Pero, él no podía envejecer, no podía procrear, no podía siquiera saborear los alimentos que las personas consumían; y era aburrido.

- Mira papá, él fue quien me atendió. - Con su oído fino, escucho la voz de Bella, estaba en una cafetería, a unos pasos de él. Ella y Charlie lo vieron a través de la ventana.

- Oh sí, el doctor Cullen, es un buen hombre, llego a atenderme en un par de ocasiones. - Respondió Charlie, cortando algo de su plato.

Tenía la opción de entrar ahí, podía pedir algo de comida para llevar; en lo que esperaba, podría conversar con ellos. Pero comenzó a dudar Carlisle, tal vez no era buena idea.

- No tuve la oportunidad de agradecerle apropiadamente. - Dijo Bella apenada.

No necesitaba más, con esas palabras, tomo el valor necesario para entrar; y lo hizo. Cuando cruzo la puerta de la cafetería, la encargada enarco una ceja, el señor Cullen nunca había entrado al lugar.

- Buenas tardes, ¿Qué desea ordenar? -

- Buenas tardes. - Respondió gentilmente, mientras observaba el menú; en ese instante escucho unos pasos acercándose, era Charlie.

- Hola Carlisle. - Charlie lo miro amablemente. - Sé que atendiste a mi hija hace rato, quiero pagarte la comida en agradecimiento. -

Carlisle sonrió un poco nervioso. - No es necesario, solo hice mi trabajo. -

- Insisto. - Charlie miro a Bella y regreso su mirada a Carlisle. - Come con nosotros, por favor; ella quería hablar contigo. -

Bacilo un poco, pero al final acepto. - De acuerdo, uhm. - Miro el menú de nuevo. - ¿Qué me recomiendas pedir? Nunca he comido aquí. - Le cuestionó a Charlie.

- Bueno, no sé si recurriste a el mejor consejero. - Comento con gracia. - Pero adoro como preparan el filete; le ponen ensalada de papa y varias verduras. - Eso sonaba bien, o eso suponía. - Bella insiste en que coma más ensaladas. -

Carlisle sonrió por el ultimo comentario de Charlie. - En ese caso, no quiero que me regañe también, así que paso del filete y comeré una ensalada cesar. - Le dedico una sonrisa cómplice a Charlie.

Después de pedir la orden, se dirigieron a la mesa; su plan se había desviado un poco, pero no había vuelta atrás. Cruzo miradas con Bella, escucho como el corazón de ella se aceleraba, suponía que era por nerviosismo. Charlie se sentó primero y Carlisle se sentó a su lado, dejando su panorama hacia Bella.

- Hola Bella, nos volvemos a encontrar. - Dijo Carlisle con la mayor naturalidad posible.

- Hola, supongo que es normal, es un pueblo pequeño. - Respondió ella con simpleza.

- Supongo. - Miro a Charlie comer en silencio, brindándoles algo de privacidad. - Tienes poco viviendo aquí, ¿Verdad? -

- Si, llegue aquí hace un mes. - Pillo un poco de fruta de su plato. - Decidí pasar un tiempo con papá, no habíamos convivido mucho antes. - Se llevó la fruta a su boca.

- Es bueno escuchar que pases tiempo con él. - Carlisle recibió el plato que le llevo la mesera. - Mi padre y yo, no congeniamos mucho, no tuvimos una cercanía real, aunque vivíamos juntos. - Olfateo la ensalada, no le agradaba para nada la ensalada, aun así, comenzó a comer de ella; aguantando el amargo sabor.

- No sabía que tenías esa relación con tu padre. - Se unió Charlie en la conversación. - Ahora veo porque no lo habías mencionado antes. -

Carlisle se limpió los labios con la servilleta. - Esta bien, no siempre hay buenas relaciones entre padre a hijo. - Paso del tema, no quería incomodar a Charlie, mucho menos a Bella; además, su padre había muerto hace siglos, ya no importaba. - ¿Tienes algún pasatiempo, Bella? -

- No lo considero un pasatiempo, pero me gusta leer. - Respondió Bella indecisa.

- Tenemos eso en común, me gusta leer en mis ratos libres; aunque es complicado en el hospital. - Carlisle miro su reloj, después de un rato de platica, tenía que irse. - Hablando del hospital, será mejor que regrese a mi consultorio. - Se levantó, dejando la ensalada a medias. - Charlie, gracias por la comida, lamento no terminarla. - Se sacudió una posible sobra de su ropa.

- No te preocupes, sé que estas ocupado, tal vez luego, te veamos con más calma. - Miro a Bella, recordándole lo de hace rato. - De nuevo, gracias por ayudarla. -

Bella se levantó de su asiento. - Si, gracias por ayudarme. - Se llevó sus manos a sus bolsillos traseros. - No pude agradecerte apropiadamente antes. -

Carlisle le miro detenidamente hasta que finalmente respondió. - Fue un placer ayudarte. - Visualizo el rostro de bella, notando un ligero rubor. - Me alegra que pude verte de nuevo. -

- Podemos vernos de nuevo después. - Dijo Bella apresurada. - Claro, si quieres. -

Charlie carraspeo un poco, celoso. Gesto que no pasó desapercibido por Carlisle. - Si, estaría bien, siempre y cuando tu padre no tenga problema. - Escucho un resoplido discreto de Charlie, pero sabía que no era por desagrado. Al parecer era un acto normal de los padres, más si tenían solo un hijo. Si él hubiese sido padre y hubiese tenido una hija; quizá hubiese actuado de una forma mucho peor.

Bella sonrió, ilusionada. - Vale, yo te llamo. - Carlisle se despidió de nuevo y se marchó.

Había valido la pena tomar aquella decisión, claro, la comida no fue tan agradable, pero la compañía fue una gran recompensa.

Se dirigió de nuevo al hospital, por primera vez, no prestaba suficiente atención a sus pacientes, pero gracias a sus habilidades vampíricas, lograba hacer las cosas perfectamente. Incluso, las enfermeras se extrañaron de escucharlo suspirar en varias ocasiones.

- Buenas noches, Susy, nos vemos mañana. - Se despidió de su secretaría.

Mientras se dirigía a su Mercedes, sintió cuando vibro su celular, recibiendo un mensaje bastante deseado.

"Hola Carlisle, soy yo, Bella."

Ahora no sabía qué hacer, se suponía que no debía acercarse demasiado a ella; pero por primera vez en siglos, mando por un comino sus preocupaciones, contestándole.

- Hola Bella, guardare tu número, ¿Qué tal tu noche?

Si se iría al infierno solo por hablarle, lo haría con gusto ahora.

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Gracias por leer el capítulo, me es de mucha ayuda. Cualquier review es bien recibido.