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Los personajes originales de la "Saga de Crepúsculo" no me pertenecen, son propiedad de Stephenie Meyer y Summit Entertainment.

CAPÍTULO 13 - VISITA

A la mañana siguiente, Bella había recibido varios mensajes de disculpa por parte de Jessica, pero prefería ignorarlas por el momento; no sabía que pensar de su "amiga", suponía que lo mejor, era la distancia, para que reflexionaran mejor las cosas.

Carlisle hizo acto de presencia en la habitación, entrando por la ventana. - Buenos días, cariño. - Se sentó en la cama de Bella.

- Buenos días. - Le sonrió mientras se retiraba un mechón de cabello. - Creí que te vería más tarde. - Pensaba que Carlisle estaría en el hospital, laborando.

- De hecho, te había prometido que te enseñaría mi hogar, así que iremos a mi territorio. - Bella le miro sorprendida. - ¿Qué te parece? -

- ¿No hay ningún problema con tu trabajo? - El día anterior había tomado ese día como descanso, pero no quería causarle problema alguno.

- Bueno, pedí todo este fin de semana como vacaciones. - Sonrió. - Cosa que alegro al director del hospital, estaba comenzando a preocuparse de que no descansara lo suficiente. - Recordaba cada ocasión que recibía una reprimenda por no retirarse del hospital, claro, él no sentía cansancio alguno, pero sus compañeros temían que se desmayara por el agotamiento.

- En ese caso, debo arreglarme. - Se levantó de la cama.

- Te espero abajo. - Salió de la habitación, dándole privacidad.

En mientras, le prepararía el desayuno a Bella, a los pocos minutos, escucho cuando Charlie llego a casa.

- ¡Ah! Hola Carlisle. - Dejo las llaves sobre la mesa. - Buenos días, no esperaba verte aquí. -

- Buenos días, Charlie. - Deposito unos waffles en un plato. - Espero no te moleste, vine por Bella, quiero que conozca mi casa. - Comenzó a exprimir unas naranjas.

Charlie se puso serio. - ¿Solos? - No quería sonar muy cerrado, pero no le agradaba mucho la idea.

Carlisle le sonrió. - Si gustas, puedes acompañarnos. - Charlie negó rápidamente.

- Solo te la encargo mucho. - Comenzó a arreglar la mesa para el desayuno. - Además, no creo que Bella quiera que les quite su privacidad. -

Carlisle coloco los últimos waffles en el plato y termino de llevar las cosas a la mesa. - Yo la cuidare. - Vio que Charlie asintió. - Charlie, sé que pedirte que no te preocupes es pedir demasiado, pero le aseguro que mis intenciones con Bella son serias. - Escucho como dejo de respirar por un par de segundos. - Así que, me gustaría saber si tengo su total permiso de continuar con su hija. -

Charlie se sorprendió por las palabras de Carlisle, eso era bastante formal, pensaba que nadie hacia ese tipo de peticiones. - Supongo que quien debe decidir eso, es Bella. - Carraspeo un poco. - Sé que ella es feliz contigo, no lo admite, pero extrañaba su antigua vida en Phoenix, pero desde que te conoce, se siente más cómoda aquí en Forks. - Carlisle sintió un calor agradable en su pecho, no sabía que su presencia había causado ese efecto en la vida de la chica.

Bella llego al comedor, había escuchado eso último en la conversación, se sentía pillada como un niño en una travesura, Carlisle le dedico una mirada de total cariño. - Olvidaste mencionar que has sido tú de gran apoyo para que me adaptara a la ciudad, papá. - Charlie le sonrió.

- También eso. - Todos se sentaron a desayunar, Carlisle se planteó no solo transformar a Bella, también a Charlie; no se perdería esta unión personal.

Después de un rato, Carlisle y Bella salieron para dirigirse a la casa del vampiro.

- Bella, cariño. - Abrió la puerta del copiloto para que entrara Bella al vehículo. - Quiero hablar contigo de algo serio. - Bella asintió, Carlisle se subió al auto y comenzó a manejar. - Durante el desayuno, disfrute mucho de la relación que tenemos, Charlie, tú y yo. - Bella asintió de nuevo. - Así que, quería saber ¿Quieres que lo cambie también? -

Bella pestañeo un par de veces, no había pensado en la posibilidad siquiera. - ¿Realmente quieres eso? - Se sobo las manos. - Es decir, me agrada la idea, pero eso conlleva a una responsabilidad mayor, además, Charlie debería saber de tu verdadero ser, primero. - Suspiro. - Pero, creo que quien debe decidir eso, es él, no quiero quitarle el derecho a elegir. - No deseaba ser egoísta, claro que quería que su padre permaneciera en su vida.

- Es curioso que pienses lo mismo que yo pienso sobre cambiarte a ti. - Sonrió de lado. - Pero tienes razón, discúlpame, me he dejado llevar con mis ideas, no lo cambiare. -

El resto del camino permanecieron en silencio, Bella observaba cada vez más árboles, estaban saliendo de Forks. Sin embargo, después de un par de minutos, comenzó a divisar una casa entre el bosque, en realidad, no podría denominarla como una simple casa, era una mansión.

- Ya estamos cerca. - Dijo Carlisle animado. Se estacionaron, Carlisle salió con total destreza del auto y al instante le abrió la puerta a Bella. - Aquí es, cariño. -

Bella le miro sorprendida. - Ahora veo porque todas quieren salir contigo, matarían por vivir en un lugar así. - Recordó las palabras de Ángela cuando hablo sobre lo cotizado que era Carlisle.

Carlisle se rió levemente. - Por eso mismo, me establecí aquí, evito que me acosen. - Tomo la mano de Bella. - Ven. - La condujo dentro del lugar, veía emocionado cada reacción de Bella.

Bella observaba como estaba constituida la casa, mayormente con cristales en lugar de muros; decorada con varios cuadros y muebles antiguos, haciendo juego con artefactos más recientes, como el reproductor de música, un televisor de pantalla plana. Se detuvo al visualizar una cruz de madera en el pilar de la escalera, la madera lucía un tono más opaco debido al tiempo. - Sé que no todas las supersticiones de los vampiros son reales, pero me extraña encontrar esto aquí. -

- Era de mi padre. - Bella le miro avergonzada. - No afectan las cruces obviamente, pero los humanos querían tener una mínima esperanza para defenderse de nosotros. - Toco la cruz con total apreciación. - Mi padre tallo esto para los fieles creyentes. - Recordó cuando era más joven, viendo a su padre trabajando con la madera, mientras él se escondía detrás de la puerta, ya que era la hora de dormir. - Lo tome después de enterarme de que había muerto, lo había extrañado a pesar de las diferentes ideologías que teníamos. - Fue una época difícil para él, en ese entonces, se aborrecía así mismo, y sabía que, si se acercaba a su padre, lo terminaría matando debido a la sed.

- ¿Nunca pensaste en hablarle de nuevo? - Era una duda que surgió cuando Carlisle hablo de su pasado anteriormente.

- No. - Soltó la cruz. - Él ya me había dado por muerto, así que, si aparecía, revelaría la naturaleza de los vampiros, y no tendría más opción que matarlo, ya que convertirlo, no era una opción. - Sonrió con tristeza. - Eso era lo mejor, que continuara su existencia como debía ser, como humano. - Miro de nuevo a Bella con una expresión nuevamente animada. - Vamos, te mostrare el resto de la casa, luego, los límites de mi territorio. - Bella no dejaba de sorprenderse por la decoración, y se detuvo viendo un cuadro donde había 4 personas, y reconoció a uno de ellos, era Carlisle.

- ¿Ese eres tú? - Visualizo a las otras 3 personas con sumo interés.

- Si. - Ya era momento que lo supiera. - Era cuando pase tiempo con los Vulturi. -

- ¿Los Vulturi? - Era la primera vez que los mencionaba.

- Los Vulturi, el aquelarre líder. - Señalo la pintura. - Aro, Marcus y Caius, son los líderes de nuestra comunidad, muy civilizados a comparación de los primeros vampiros que conocí en mi nueva vida. - Aun le sorprendía su encuentro con ellos hace siglos. - Pase unas décadas con ellos, ya que eran amantes del conocimiento y las artes. -

- ¿Por qué te separaste de ellos? - Si Carlisle los encontró, no entendía porque estaba solo en primer lugar.

- Porque a pesar de lo que he dicho, no eran nada humanos. - Cerro los ojos, recordando muchas cosas malas. - Ver las ejecuciones que realizaban debido al incumplimiento de las reglas, era demasiado para mí; además, ellos trataron de hacerme cambiar de parecer con mi dieta, y yo a ellos, pero no funciono para ninguno. -

- ¿Qué fue de ellos? - En cierta forma, no quería saber la respuesta.

- Siguen por ahí, ya no tengo contacto con ellos, pero estoy seguro que me recibirían con los brazos abiertos si me uno a ellos de nuevo. -

- ¿Son ellos los que castigaran a los vampiros que han atacado aquí abiertamente? - Eso tenía sentido para ella.

- Sí. - Mostro una mirada oscura. - Ya han levantado muchas sospechas, no tardaran en ser castigados. -

Bella lo abrazo. - Bueno, ya no hablemos de ello. -

- Tienes razón. - Correspondió el abrazo. - En fin, ya es momento de ir a conocer los límites del territorio. - Se puso delante de ella. - Súbete a mi espalda y no me sueltes. - Bella le miro algo insegura, pero obedeció. - Si sientes miedo, cierra los ojos, no te soltare. - Camino hasta una de las ventanas y salto con gracia.

Bella vio que su entorno se distorsionaba por la velocidad con la que corría Carlisle, lo comparo como las sensaciones que generan las montañas rusas en su punto de apogeo. Recorrieron una considerable distancia de terreno, Carlisle se detuvo en un prado.

- Este es el límite que tengo permitido. - Bella se bajó de él.

- ¿Por qué no puedes pasar de aquí? Me habías dicho que no eras bienvenido, pero ¿Por qué? - Quizá era preguntar demasiado, cosa que tuvo razón.

- No puedo decírtelo aún. - Miro hacia una colina próxima, ahí deslumbraba la luz del sol. - Pero, si puedo enseñarte que me pasa bajo la luz del sol. - Bella se volvió a subir a su espalda, llegaron ahí en cuestión de segundos.

- ¿No te lastimara? - Eso aun preocupaba a Bella.

Carlisle negó divertido. - Ya verás que pasa. - Se quitó la camisa para dejar un mejor panorama de la situación, se dejó inundar por los rayos del sol.

Bella vio como la piel de Carlisle relucía como un millón de cristales. - Tu piel, es como un diamante. - La dejo sin aliento. - Es hermoso. -

- Es por eso que no deben verme en estas condiciones. - Se colocó de nuevo la camisa. - Sabrían de inmediato que soy diferente, bueno, más de lo normal. - Ambos rieron por el comentario. De repente Carlisle se puso en alerta, se acercó a Bella, cubriéndola con su cuerpo. - Oh, no. - Dijo extrañamente preocupado.

- ¿Qué ocurre? - Pregunto Bella confundida.

- Bella, pase lo que pase, no te apartes de mí. - Fue lo único que respondió Carlisle.

En ese momento, aparecieron 3 vampiros, Bella supo de inmediato que eran los que cometieron los asesinatos.

Uno de ellos, era un vampiro rubio, él cual abrazaba a una vampiresa pelirroja, mientras uno de tez oscura iba un poco apartado de ellos; todos compartían algo en común, ojos de color rojo.

El vampiro de tez oscura hablo. - Hola, no esperábamos encontrarte aquí. -

- No sabía que me estaban buscando. - Respondió Carlisle con toda la amabilidad posible.

- Captamos tu olor, pero no sabíamos si eras un nómada como nosotros o no. - Respondió de nuevo el moreno. - Me llamo Laurent, ellos son mis compañeros, Victoria y James. - Señalo a los vampiros.

- Yo soy Carlisle, y ella es mi invitada. - Atrajo a Bella un poco más. - Por cierto, sus actividades de cacería no han sido nada discretas. -

- Lo lamento, no creímos causar algún problema. - Respondió apenado Laurent.

- Tranquilo, hemos engañado a los humanos que nos seguían, les hemos hecho creer que íbamos hacia el sur, ustedes estarán a salvo. - Afirmo Victoria.

Carlisle estaba tenso, debido a que James no apartaba la vista de Bella. - Gracias. -

Hablo de nuevo Laurent. - Veo que compartes la misma dieta que los Denali. - Carlisle se sorprendió. - ¿No los conoces? -

- No había escuchado de ellos. - Eso lo tomo por sorpresa, así que si había más vampiros vegetarianos. - Me gustaría saber más de ellos, pero en otro momento, así que serán bienvenidos en mi residencia permanente, está cerca de aquí. - Esa sería una oportunidad de alejarlos de Bella para mantenerla a salvo.

- Seguro. - Sonrió Laurent. - En ese casó, iremos de cacería, te visitaremos luego. -

Finalmente hablo James. - No es necesario. - Sus ojos se tornaron negros ya que capto el aroma de Bella. - Él ya tiene la cena. - Mostro sus colmillos, Victoria le imito, Laurent fue el único en no perder la compostura.

- James, ¡No! - Ya estaba harto del comportamiento de sus compañeros, tenía pocas platicas civilizadas con otros inmortales y siempre lo echaban a perder.

Bella fue escudada mientras que Carlisle emitió un sonido similar a un enjambre enfurecido de abejas, Bella sintió miedo de él, pero no apartaba la vista de los nómadas, sabía que ellos eran el verdadero peligro.

- Ella está conmigo, así que les sugiero que se vayan. - Dijo Carlisle con voz amenazante, similar al bramido de una serpiente, Bella jamás lo había escuchado de esa forma tan hostil.

Laurent miro con recelo a James y a Victoria, no quería causar una pelea innecesaria. - Veo que la hospitalidad termino, así que nos iremos de aquí. - Pero James seguía con intenciones de atacar. - James, vámonos. -

Carlisle sabía que James y su aparente compañera atacarían; así que tomo a Bella con brusquedad y comenzó a correr, iniciando la persecución.

- ¡Ella será mía! - Grito James enloquecido de sed, Victoria lo siguió mientras perseguían a Carlisle, Laurent también, pero solo para detenerlos.

Bella solo veía borrones, no entendía que pasaba con claridad, se aferró al pecho de Carlisle. - ¿Qué está pasando? -

- Bella, no me sueltes. - Carlisle sabía que tenía las de perder, analizo en menos de un segundo sus posibilidades: solo había una salida, ir al territorio de los Quileute, pasara lo que pasara, Bella estaría a salvo. - Ahora sabrás porque no soy bienvenido en la push y en sus alrededores. - Los límites del territorio estaban cerca de él. De repente, fue empujado por Victoria, provocando que soltara su agarre en Bella, James aprovecho para tomarla y la arrojo a varios metros. - ¡No! - Sintió el sabor metálico de su veneno, arrojo con furia a la vampiresa para recuperar a Bella.

Laurent capto el aroma de los licántropos, busco rápidamente a su alrededor para ver si no había uno de ellos, para su mala suerte, estaban cerca; así que detuvo sus pasos hacia la dirección de sus compañeros y prefirió escapar.

Carlisle se abalanzo sobre James, ya que estaba encima de Bella. - ¡Suéltala! - Pero antes de llegar a siquiera lastimarlo, Victoria lo empujo de nuevo.

- Desperdiciaste tu tiempo. - Se mofo James, viendo como Bella sufría de dolor, ya que tenía la pierna derecha rota y de ella escurría sangre debido a la caída. - Como no la cambiaste antes, ahora sufrirás de tu error. - Mordió a Bella en el brazo, sin embargo, no duro mucho su acción, ya que un lobo de pelaje negro apareció y lo ataco provocando que James soltara a Bella, pero dejándole parte de su veneno en su sistema.

De pronto, aparecieron más lobos; uno con pelaje rojizo, otro con un pelaje marrón chocolate, uno más con pelaje marrón oscuro y, por último, uno con pelaje gris con manchas oscuras.

Victoria vio al resto de los lobos, y vio como el lobo negro le arrancaba la cabeza a James, ella se horrorizo, trato de escapar, pero los lobos la interceptaron.

Carlisle aprovecho los pocos segundos que tendría. - Bella, amor, pronto estarás bien. - Bella se retorcía debido al dolor del veneno, Carlisle se quitó el cinturón y con algo de fuerza, acomodo la pierna de Bella a algo más normal y así poder hacer un torniquete para parar el sangrado, ya que estaba sufriendo una hemorragia. - Cariño, ya no sentirás dolor. - E hizo algo que pensó no haría en ese momento, beber de su sangre para limpiarla del veneno; comenzó a succionar, sintiendo ese sabor dulce por primera vez, era algo bastante satisfactorio; cuando vio que los espasmos pasaron, la soltó. - Te amo, Bella. - Dijo esas palabras antes de ser jalado por el lobo rojizo.

Bella estaba casi al grado de la inconsciencia cuando vio como Carlisle era atacado por el gran lobo, y antes de ser envuelta por la inminente oscuridad; vio como el lobo rojizo clavaba sus colmillos en el rostro y cuello de Carlisle; después de eso, se desmayó.

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Gracias por leer el capítulo, me es de mucha ayuda. Cualquier review es bien recibido.