Antes que nada, olvide mencionar en el capítulo anterior que: Gracias a su gran apoyo, ya había llegado a más de 3,500 views esta historia. ¡Muchas gracias!
Y una sincera disculpa por durar meses sin actualizar, fueron por puros temas personales, pero espero actualizar con más frecuencia esta vez. Aclarado esto. ¡Disfruten el capítulo!
Los personajes originales de la "Saga de Crepúsculo" no me pertenecen, son propiedad de Stephenie Meyer y Summit Entertainment.
CAPÍTULO 16 - DUDAS Y MENTIRAS
- ¡¿Esto es una broma, no?! - Exclamo Embry mientras tiraba su silla por la impresión debido a las palabras de Jacob. Se encontraba sentado con el resto de la manada, ya que estaban en una reunión en la casa de Sam y Emily.
- ¡Silencio! - Dijo Sam regañando a Embry, este de inmediato se agacho para levantar su silla y se sentó lo más silencioso posible.
Jacob no tuvo de otra, las aclaraciones de Bella respecto a la situación con el chupa sangre las iban a descubrir los miembros de la manada, tarde o temprano. - Sam, como dije, esa es su postura. - Jacob ignoro las expresiones de desagrado de Quil, Jared y Embry; la importante era la de Sam. - Quizá estoy equivocado, pero… - Noto la seriedad de su Alfa, pero continuo. - Esto es algún tipo de imprimación. - Eso tomo por sorpresa a los presentes. Emily, quien se encontraba cocinando, dirigió su mirada a Sam. Ella no solía involucrarse en las reuniones, pero debido a su imprimación con Sam, le provocaba sentirse empática con el dilema de Bella y su novio vampiro.
Sam parecía bastante dudoso, duro varios minutos golpeando la mesa con los dedos de su mano derecha, y con su mano izquierda se despeinaba el cabello, como tratando de evitar un dolor de cabeza. Dejo de hacer esas acciones y soltó un gran suspiro. - De acuerdo. - Se puso de pie. - Es un asunto fuera de nuestra jurisdicción. - Todos los presentes le miraron contrariados.
- Pero Sam. - Comenzó a decir Jared.
- Pero nada. - Dijo cortante el líder de la manada. - Por si lo han olvidado, nuestra más poderosa ley es la imprimación. - Jared se agacho incómodo.
- Si Sam, pero ellos no son como nosotros. - Opino Quil.
Sam solo mostro seriedad. - Exactamente, sin embargo, solo los ancianos pueden ordenarnos a intervenir. - Miro con autoridad a los miembros de la manada. - Isabella Swan ha tomado su decisión, y no es algo que esté prohibido en el tratado. - Su mirada fue más intensa y la dirigió a Jacob. - Seguirás cuidando a Bella y nos avisaras de cuando aparezca Cullen; el tratado debe ser reescrito. - Sue y Emily comenzaron a servir la comida para los chicos. - Queda concluida la reunión. - Ordeno Sam, muy a pesar de los jóvenes lobos, aunque Jacob estaba más tranquilo.
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Su vida se había vuelto más fría, la ausencia de Carlisle le afectaba de una manera indescriptible; pero Bella actuaba con toda la normalidad posible, para no preocupar a sus padres y a sus amigos. Lo único que cambiaba en su rutina era tener a Jacob como guardián, cosa que le molestaba, pero sin importar de expresar su inconformidad, aun agradecía de tener la compañía de un viejo amigo. Era como un ancla que la mantenía en la realidad y no le permitía hundirse en la desesperación.
- Jacob, querido. ¿Vendrá tu padre a cenar? - Pregunto Renée, ella continuaba en Forks, aunque Bella ya estaba recuperada, debido a que Phil le insistió de que esperara para así conocer al novio de Bella. Y claro, la curiosidad también la invadía, pero creía que estaba invadiendo la privacidad de su exmarido.
- No. - Fue la respuesta de Jacob. - Tiene algunos asuntos pendientes en la reserva. - Y en parte era verdad, Sam había hablado con su padre, para tener una reunión con los ancianos; y esas reuniones podían durar horas, más por ser un tratado con muchas clausulas. Por ese aspecto, agradecía haber rechazado el papel de alfa, suficientemente malo era ya no ser independiente y libre en sus pensamientos debido a la conexión como para tener que liderar a sus amigos.
- Oh, que lastima. - Renée miro a Bella. - ¿Aun no hay noticias de tu novio? - Jacob hizo una mueca mal disimulada por la interrogante.
Bella que estaba acomodando la mesa dejo caer los cubiertos debido a la sorpresa. Miro a su madre. - No. - Pero el ruido de un vehículo interrumpió el ambiente. - ¿Podría ser él? - Pensó Bella ilusionada, ella noto la cara de asco que puso Jacob al momento de que se escuchó el auto abrirse.
Pasaron los segundos que para Bella parecieron horas, pero finalmente pasó; se escucharon los golpecitos a la puerta. Charlie fue quién salió a abrir. - ¡Carlisle, que sorpresa! - Bella soltó unas lágrimas al momento de que Charlie abrió más la puerta para dejar pasar a Carlisle. - ¡Pasa, hemos esperado semanas para saber noticias de ti! -
Carlisle sonrió tímidamente a Charlie, Jacob, Renée y Bella; luego respondió. - Gracias, ha sido un viaje largo. - Entro a la casa. - Lamento no haber avisado, pero quería darle la sorpresa a Bella. - Noto la expresión de tontina de Renée y la de desagrado de Jacob. - Espero no ser una molestia. -
- ¡Claro que no! - Dijo apresurada Renée. - De hecho, llegas justo a tiempo para comer. - Sonrío contenta. - ¡Pero que guapo! - Pensó feliz por su hija.
Carlisle miro fijamente a Bella, sus miradas se conectaron. - Finalmente llegaste. - Fueron las palabras de bienvenida de Bella. - Te he extrañado muchísimo. - Jacob soltó un bufido que solo Carlisle pudo escuchar. Bella se acercó a Carlisle y le abrazo, se sentía completa. Él correspondió el abrazo, había extrañado su calidez y su aroma.
- Yo también te extrañe muchísimo. - Beso la coronilla de Bella. - Tenemos muchas cosas de qué hablar. -
Con esas palabras Charlie aclaro su garganta. - Tienes mucha razón, hay varias cosas que quisimos avisarte, pero parecía que habías desaparecido de la faz de la tierra. - Procedieron a cenar, le contaron todo lo que sucedió después de que se fue a su viaje; el accidente, el auto destrozado, la recuperación de Bella. No podía dejar de sentirse culpable, Bella había pasado por muchas cosas y no estuvo ahí para apoyarla.
- Lo lamento Bella. - Dijo Carlisle luego que finalizaron la explicación. - Te deje sola cuando más me necesitabas. -
- Eso ya no importa, lo importante es que ya estás aquí. - Respondió Bella con alegría. - Además, no estuve sola del todo, mis padres estuvieron apoyándome. - Ellos sonrieron. - Y Jacob estuvo haciéndome compañía. -
Jacob miro fijamente a Carlisle. - En todo caso. ¿Dónde estabas? - Se sentía molesto, ese doctorcito creía que con un simple "lo lamento" arreglaría las cosas. Recibió un codazo por parte de Bella, pero ni siquiera sintió cosquillas.
- Tuve que ir a Londres - Comenzó su relato. - Mi padre estaba convaleciente. - Jacob y Bella sabían que eso era una mentira, pero Charlie y Renée tenían que tragarse algún cuento. - Él falleció, así que tuve que quedarme para arreglar los asuntos que dejo inconclusos. -
- Oh querido, como lo siento. - Atino a decir Renée.
- ¿Y cómo te sientes? - Pregunto Charlie. - ¿Pudieron reconciliarse? - Dedico una mirada preocupada a Bella, él esperaba no haberle fallado nunca a su hija.
Carlisle fingió una cara de angustia. - Podría decirse que si. - Miro a Bella. - Solo pidió que no me rindiera. - Tomo la mano de Bella. - Logre contarle de Bella y me dijo que ella debía ser maravillosa, ya que nunca me había visto tan estable. - Sonrío débilmente. - Fue una lástima que no pude actuar para que la conociera. - Renée comenzó a llorar en silencio. -
- ¡Es un maldito mentiroso con talento! - Jacob estaba impresionado por la actuación del chupa sangre. - ¡Lo peor de todo que hasta casi me convence a mí también! - Pensó Jacob al ver que Charlie y Renée intentaban consolar a Carlisle con palabras de cariño.
- Gracias. - Atino a decir Carlisle. - Pero aquí tampoco fue sencillo para ustedes. - Se levantó de su asiento. - Agradezco su amabilidad, pero debo retirarme. - Miro a Bella. - ¿Puedes acompañarme, amor? - Bella asintió con energía.
- Yo también debo irme. - Comento Jacob, tenía que dar aviso a Sam.
- Puedo darte un aventón. - Ofreció Carlisle amablemente. - Sirve que te conozco un poco más. - Sonrío. - No sabes cuánto te agradezco que cuidaras a Bella. - Jacob estaba desconcertado. Lo último que esperaba del chupa sangre era su amabilidad. ¡Casi lo asesino el otro día!
- Claro. - Sonrió Jacob disimuladamente. Los tres se despidieron de Charlie y Renée luego de ayudarles a recoger lo de la comida. Bella se subió en el asiento del copiloto y Jacob se fue en el asiento de atrás, tratando de estar lo más retirado posible de Carlisle; su aroma le estaba quemando la nariz.
Ya después de haberse alejado de la casa, hablo seriamente Carlisle. - A juzgar por tus cuidados hacia Bella, debo suponer que los ancianos y la manada quieren hablar conmigo. - Jacob se sorprendió. - ¿No es así? - No aparto la vista del camino
- Por supuesto, quieren hablar contigo respecto al tratado. - Arrugo su nariz. - Ya que, tus intensiones hacia Bella ponen un dilema bastante grave. - Bella le miro mal. - Aunque sabemos que también es decisión de Bella. - Añadió apresuradamente Jacob. - Pero sabes que el suceso del otro día no se ha olvidado. -
Carlisle asintió. - Lo sé. - Bella le miro sorprendida. - Debo decir que esto me ha traído problemas con los líderes de mi comunidad. - Dirigió su mirada preocupada a Bella. - Me están exigiendo que te silencie, Bella. -
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Gracias por leer el capítulo, me es de mucha ayuda. Cualquier review es bien recibido.
