Notes:

Bueno, aquí les traigo el siguiente capítulo de esta ardiente historia.

Y digo ardiente porque las cosas subirán de nivel entre Maki y Yuta.

Sin más que decir, disfruten del capítulo ❤ el cual, está que arde entre esos dos y su entrenamiento.

Advertencia: El siguiente Capitulo tiene contenido sexual leve 🔞


Capitulo 7. Señorita Problemática

Continuación

"¿Por qué esto se siente tan bien, pero a la vez tan mal?"

Una vez pasaron unos minutos, Yuta parecía más calmado y Maki escucho y analizó toda esa situación.

Ambos se miraron de frente por un momento, aquella mirada azul de él hizo que el corazón de Maki se acelerará un poco.

Aun así, parecía que se le había ocurrido un plan para distraerse un poco mientras llegaban por este cantante.

Se puso de pie. Parecía que ahora estaba de muy buen humor.
— ¡Bien! Ahora que me has contado todo lo que viviste con tus locas fans, se me ha ocurrido una idea— dio un aplauso— ponte tu camiseta y ponte de pie, es hora de enseñarte unos trucos de defensa personal.

—Ok, aunque ahora pareces bastante animada por alguna extraña razón — contesto Yuta con una pequeña sonrisa— Y eso me da mala espina...

—Digamos que aún debemos matar el tiempo mientras llegan por ti— dijo ella con una sonrisa.

Yuta se puso de pie y se puso con cuidado aquella camiseta. Su piel ardía menos gracias a los cuidados recibidos.

Maki no podía dejar de mirarlo.
—¿Desde cuándo te volviste tan jodidamente atlético?— pregunto sin pensar mientras lo veía vestirse.

—¿Eh? ¿A qué te refieres?— cuestiono Yuta con confusión acomodando su camisa.

—¡Mierda!— grito su mente.

Maki apretó los ojos ante su error al haber dicho eso, se mordió un poco la lengua y después hablo.
—Me refiero a que desde cuando entrenas. — lo miro con una leve sonrisa y acomodo sus anteojos— Yo te recuerdo todo escuálido, con brazos super delgados y un abdomen no marcado— comento ella tratando de arreglar su pregunta.

Yuta sonrió un poco.
—jeje desde hace un poco más de un año que vengo haciendo ejercicio y cierta dieta— soltó una risita que venía de su pecho.
—Ser cantante no solo es tener una cara bonita o una gran voz, sino también se trata de tener condición física para soportar los conciertos. En sí, ha sido Geto quien me ha entrenado físicamente, pero para la voz tengo una maestra personal de nombre Utahime — respondió rascando su cabeza con pena —Supongo que ella también me va a dar la regañiza de mi vida por no haber llegado a tiempo a su clase.

—Bueno, pues a tu entrenamiento como cantante le hace falta algo, así que vamos a divertirnos un poco mientras tu carruaje llega por ti "princesa"— dijo Maki con una gran sonrisa. Estaba lista para poner a Yuta a prueba en su gimnasio así que rápidamente tomo una vara de bambú que tenía sobre el ring.

Movió aquel bastón retadoramente —¡Vamos a entrenar!

Yuta trago saliva con miedo.
–¿En-Entrenar? – tartamudeo.

Maki tenía una gran sonrisa en sus labios.
—Así es. Y que mejor que veas que he "cambiado" dándote una clase de defensa personal. Considérala como una clase gratis para que observes cual es mi trabajo— dijo ella, dejando su bastón a un lado y tronando sus dedos antes de subir al ring. —Cortesía del gimnasio.

Yuta suspiro al escuchar aquello, pero no podía negarse por cortesía.

—Bien, Supongo que si es algo que me hace falta—dijo él en una risita nerviosa.
—Y más con lo sucedido con esas chicas hace unos minutos atrás, realmente no quiero que me vuelva a pasar— movió levemente los hombros, los cuales ya le dolían menos. De paso, decidió calentar un poco, así que también movió un poco los brazos para desentumirse— Aunque no me gustaría golpear a ninguna chica.

Maki subió al ring con gran agilidad, pasando por esas cuerdas muy ligeramente.
—Que caballeroso es de tu parte eso de pensar en no golpear a las chicas, sobre todo a tus fans. Pero ahora que eres una estrella en ascenso, deberás aunque sea aprender alguna técnica de defensa personal. No solo por las fans locas como las de hace rato, las cuales podrían volver a atacarte, sino también porque algún loco o un ladrón puede llegar a atacarte sin piedad si te ve por la calle— dijo ella desde arriba del ring, recargando se en las cuerdas y mirándolo —¡Vamos! Sube, te enseñare algunos movimientos que podrían serte de gran ayuda en algún momento de tu vida— le extendió la mano.

Yuta suspiro y encontró lógica a todo eso— Esta bien — le dio la mano, la cual ella le apretó con suavidad — ¿Y bien? ¿Qué me vas a enseñar?— dijo subiendo y cruzando aquellas cuerdas sin soltar la mano de Maki.

La peliverde sintió el corazón revolverse en su pecho al tocar su mano una vez más como en aquella vez cuando escaparon en el arcade. Se maldecía porque ese chico aun le seguía revolviendo los sentimientos y demás emociones en su cuerpo. Desgraciadamente tenía una manera muy ruda de demostrar cariño o alguna emoción.

Lo que sucedería a continuación, haría que aquel cantante se sorprendiera y viera todo al revés en segundos, ya que Maki en un rápido movimiento donde sin soltarle de la mano, logró derrumbar lo, haciendo que este cayera contra su espalda en aquel ring.

—¡Auch! — Se quejó una vez su lastimada espalda chocó contra la lona y miró a Maki parada a su lado —En serio, no has cambiado nada Maki Zenin... — sonrió levemente —esto se sintió como en los viejos tiempos— dijo acostado y mirándola contra la luz— ¡En Serio, eso dolió!

—Tú lo has dicho.
La peliverde sonrio con gran alegría, mirándolo aún de pie a su lado.
—¡Como en los viejos tiempos! ¡Vamos, arriba! Debes reaccionar de prisa antes de que te vuelvan a atacar. Esta es tu lección número uno. Nunca confíes en nadie, ya que nunca sabrás quien sólo viene a ti con intenciones de hacerte daño.

Maki le ayudó a ponerse de pie, tomando su mano de nuevo.
Pero cuando él de nuevo se levantó, una vez más aquella entrenadora le volvió a aplicar otra técnica para de nuevo hacerlo caer de espaldas, ya que le tomó de tal forma del brazo, que, con su peso contra su hombro, logró tirarlo al suelo una vez más.

—¡Eso fue trampa! ¡Auch! Aun me duelen los rasguños ¿sabes?— Yuta se quejó con molestia, porque una vez más estaba en la lona, con la espalda recargada.

—¿Trampa? ¡Ja!— Maki se burló— ¡Claro que no lo es! Solo te estoy mostrando que te pueden atacar una vez te vuelvas a poner de pie. Y aun así herido, debes levantarte. ¡Vamos princesa, arriba!

—Si ya lo noté — Yuta se empezó a levantar ahora el solo, primero se sentó y después sujetándose de las cuerdas se puso de pie — Siempre me tomas con la guardia baja... — se quejó.

—Muy bien, ahora vayamos en serio — Maki sonrió un poco y de nuevo se puso en posición —Vamos a enseñarte aunque sea una forma en que puedas zafarte por si alguna loca fan se te vuelve a acercar y a tomar de la ropa.

—De acuerdo. Pero sin trampas está vez por favor— puso sus manos en su espalda mientras recuperaba el aliento.

Maki se paró frente a él.
—Ahora, Yuta tómame de la camiseta— ordeno.

—¡¿Queeeee?!— la voz del cantante se elevó en forma de sorpresa que hasta retumbó en aquel espacio haciendo eco.

—¡No seas mal pensado! ¡Idiota!— Maki sujeto con su mano el pecho de su propia camisa y la jalo levemente — te voy a enseñar que movimiento debes hacer en caso que te tomen del frente de la camiseta. Esto te servirá para la siguiente vez que esas perras locas quieran desnudarte— explicó.

—De- de acuerdo— dijo Yuta con nerviosismo, sujetando a Maki de su camiseta deportiva que estaba usando, la cual era delgada y de tirantes gruesos, la cual dejaba ver un poco su sostén deportivo.

Ambos se miraron de frente. Maki se acercó dando un paso hacia él, pudiendo sentir su respiración muy de cerca.

—Bien, si la siguiente loca se atreve a agarrarte de esta manera, lo que vas a hacer es elevar un poco tu brazo y harás lo siguiente, presta mucha atención — de nuevo lo tomo desprevenido ya que logró zafarse de su agarre usando el codo, pero de nuevo lo tomo con la guardia baja y volvió a dejarlo en el suelo del ring, pero ahora ella le sujetaba la camiseta.

—¡Y así logras zafarte pero al mismo tiempo lograrás darle un golpe directo en la cara a quien te tome de la camiseta!

Aquello le causó gracia a Yuta. Sabía que ella lo estaba haciendo a propósito. Era la misma chica que siempre recordaba.

—Si que eres buena en esto— rio un poco— ¡Agh! demonios— se quejó —Supongo que te estás vengando por lo del otro día ¿No?— la miro con sutileza.

Ella tenía una gran sonrisa en los labios.
—Podría ser. En este ring yo tengo el control absoluto— seguía sujetándolo de la camiseta.

Yuta rio un poco más—Se nota— dijo con la respiración agitada, su pecho subía y bajaba por la adrenalina corriendo por su cuerpo.

—¡Vamos princesa!— lo soltó – Levántate y ahora trata de sujetarme por la espalda. Te enseñaré un movimiento más.

—¿Estas segura de que quieres que te sujete por la espalda?— Yuta se recargo sobre sus codos para irse levantando. Ante tal petición, sus cejas se elevaron de sorpresa.

—Si— Maki puso sus manos sobre sus caderas —Estoy de buen humor para enseñarte un movimiento más.

—De acuerdo. Aunque esto se siente más como si estuvieras jugando conmigo— comento él tomando un respiro una vez se puso de pie.

—Podría ser— Maki le dio la espalda. Para demostrarle que podía acercarse a ella con la "Guardia baja"

—Quizás solo estoy jugando contigo, así como tu jugaste conmigo el otro día...— le miro sobre su hombro y le contesto con una sonrisa un poco pícara — Vamos Okkotsu, el siguiente movimiento, aunque se lo enseño principalmente a las chicas para que se defiendan de los hombres, supongo que no está de más enseñártela a ti. Podría ayudarte a defenderte de alguien más alto que tú, aunque en términos de altura, tú ya eres una jirafa.

Yuta soltó una carcajada por esas palabras —Si, admito que di un último estirón en estos años y más con el entrenamiento que mi representante me puso a hacer, por eso también crecí varios centímetros — rasco levemente su cabello.

Maki seguía dándole la espalda, esperando aquel movimiento fingiendo desinterés.

En aquel momento, Yuta dio un respiro profundo y ante las consecuencias que pudiera tener, no vacilo y se acercó a ella por la espalda y la sujetó pasando sus manos por la cintura de esta.

Maki sintió un escalofrío recorrerle todo su ser, cuando este paso sus manos por su cintura y su rostro lo pego sobre su hombro. La respiración agitada de Yuta caía sobre su cuello.

Noto como las manos de Yuta eran más grandes que las de ella, incluso podía verse sus cayos tanto por el ejercicio como por tocar la guitarra. Incluso sintió que su respiración se cortó un momento al ver como sus brazos encajaban perfectamente alrededor de su cintura.

—¿Qué pensaran las demás si me vieran de esta manera con este cantante? ¿Qué pensaría Nobara de esto? ¿Tendrían envidia? ¿Celos? ¿Acaso tendría toda la atención de los medios?— pensó para sí misma al sentir el aliento de Yuta contra su oreja.

—¿Así querías que te tomara?— pregunto Yuta mirándola muy de cerca y sobre su hombro.

Maki sonrió levemente —Si, así como lo hiciste la otra noche frente a esa maldita máquina...— susurro ella sintiendo como sus mejillas se sonrojaron bajo sus lentes.

Mirarlo de cerca ahora bajo la luz de su gimnasio, hacia que su corazón se volcara y sus piernas temblaran.

—¿Desde cuándo se volvió jodidamente atractivo? O ¿Acaso siempre lo fue?—
Se cuestiono mentalmente al sentir que este pegaba su pecho en la espalda de ella y sus brazos estaban rodeándola por su abdomen.

—Si, confieso que se siente como esa vez en el arcade... — susurro Yuta sintiendo también las mejillas arder al ver a Maki en esa posición, siempre la encontraba tan bella a pesar de ser un demonio que le rompió el corazón años atrás.

Yuta siguió hablando —Por cierto ¿Qué hiciste con el llavero que saque para ti?— su aliento cayó sobre los labios de Maki, debido a lo tan cerca que se encontraban, ya que esta estaba a centímetros de su boca.

—mmm por ahí ha de estar, eso no es de tu incumbencia, pero no te preocupes, no lo tire al bote de la basura...— respondió ella pasando sus labios por la mejilla de este, rozando su piel.

Esas palabras hicieron que Yuta soltara el aire por su nariz y en su boca se hizo una sonrisa al sentir los labios de esta sobre su mejilla.

—¿Y bien? ¿Cuál es el siguiente movimiento que me enseñarás? Aunque debo admitir que estar así contigo me agrada...— susurro a su oído.

Aquello hizo que en los labios de Maki se formara una gran sonrisa —Se siente como en los viejos tiempos... pero vayamos al grano — lo miro sobre su hombro — Antes de continuar debo preguntarte algo ¿Acaso ya Has visto lo que dicen los programas de chismes y las redes sociales sobre nuestra salida nocturna?

Yuta negó con la cabeza.
—Por salud mental, trato de no prestarles mucha atención, pero ¿Por qué dices eso? ¿Acaso dijeron algo malo?— pregunto extrañado.

Maki soltó el aire con molestia mientras sus dedos acariciaban los brazos de este sobre su cintura.

—Bueno, nos captaron en video en el arcade y en el restaurante. Aunque las imágenes son en baja calidad, los chismes ya rondan por ahí— su frente se arrugo— ¡¿Ves?! ¡Te dije que tu estúpido camuflaje no servía! ¡Y Ahora los cuatro salimos en la TV!— explicó enojada y cruzando los brazos sobre su pecho.

—Jeje lo siento, como dije esa vez las invité porque de verdad quería salir a divertirme— suspiro — Supongo que mi representante va a tener que meter las manos en eso.

—¡Más te vale que la próxima vez vayas con más cuidado!— dijo Maki molesta mirándolo aún por arriba de su hombro. —¡No voy a estar ayudándote toda la vida a escapar de tus rabiosas fans!

Yuta sonrió.
—De acuerdo, la siguiente vez tendré más cuidado al salir—le miro con atención
—¿Y Ahora qué vas a hacer miss troublemaker? ¿Cuál va ser el siguiente movimiento que me enseñarás? ¿O solamente querías que te abrazara? Digo porque eres la chica que más cerca de mi a estado— pregunto con una leve sonrisa de nervios al ver que Maki paso sus dedos por los brazos de este en una delicada caricia.

Podía notarle un brillo muy especial en la mirada detrás de aquellas gafas—¿O Acaso te la vas a cobrar por el casi beso del otro día?— pregunto Yuta con curiosidad.

—¡Oh, claro me voy a cobrar lo del otro día! Y de paso, me la cobrare por lo que dijiste de mi en tus canciones.

—¿Qué? —No hubo tiempo para que Yuta reaccionara. Ya que Maki primero le piso el pie izquierdo con fuerza, después le dio un codazo en el estómago y con un movimiento rápido se zafo de sus manos y logró tirarlo una vez más contra esa lona.

Una vez lo tumbó con el movimiento de su pierna, ella rápidamente se agachó y con su mano izquierda le tomo con rudeza por el frente de la camiseta mientras tenía elevado el puño derecho, listo para golpearlo.

—¡Auch! ¡Esta vez me dolió mucho más!— grito él. —¿Este es tu cobro? ¿Cierto?

—¡Si, considera el codazo como mi cobro por haber dejado que nos descubrieran y el pisotón es por lo que escribiste de mi en tus canciones!

Yuta mostró las palmas de las manos en señal de paz — Ok, lo admito, fue mi culpa que nos captarán, así que una disculpa por eso.

—Tienes suerte de que no se vea mi rostro en esos videos por la mala grabación de esos celulares, aun así, espero no se revele nada de mi información personal ni la de Nobara ¿Entendiste?— elevo un poco más el puño. —¡Por qué sino! ¡Juro que te tumbare todos los dientes y te destrozare ese lindo rostro tuyo a golpes!

—Entendido. Ahora respóndeme algo ¿En serio ya escuchaste mis canciones?— pregunto Yuta con curiosidad. Aun manteniendo las manos abiertas.

Maki suspiro.
—Si ya las escuché y confieso que una que otra me gusto, pero aun así — elevo más el puño —Espero no se te salga revelar más de la cuenta la próxima vez que escribas algo sobre mí.

Yuta rio por aquello.
—De verdad, sigues siendo esa chica salvaje y sexy que recuerdo.

Maki torció la boca.
—¡Créeme, podría demostrarte lo salvaje que puedo llegar a ser si sigues provocándome!

Yuta suspiro.
—De acuerdo — bajo las manos a sus costados de su cabeza en señal de rendición — No te voy a provocar más... miss troublemaker... y de paso, le diré a mi representante que mande un comunicado respecto a ese día y que se respete nuestra privacidad— sonrió.

—Espero así lo hagas— sonrió ella con el puño en alto —Aunque este apodo me gusta más— sujeto con más fuerza la camiseta de Yuta.

—Y sí que te queda como anillo al dedo, señorita problema — sonrió él mostrando todos sus dientes.

Maki de verdad estaba en su zona, tenía acorralado a Yuta contra el suelo de aquel ring de boxeo, demostrando con una gran sonrisa por qué ella era la mejor en lo que hacía.

Pero verlo empapado en sudor y con su estúpida sonrisa, solo hizo que el corazón de esta quisiera salirse de su pecho y su respiración quisiera cortarse por completo.

Por una extraña razón, Ella se sentía afortunada. Solo podía recordar lo que decían aquellas reporteras sobre ella y Yuta en aquella situación en el arcade, preguntándose quién era esa misteriosa chica y le excito un poco aquella idea de ser el centro de atención.

En aquel instante, ella podía presumir que tenía al cantante del momento en su gimnasio y de paso a su merced.

Ambos estaban muy cerca del uno del otro, ya que Maki no quería soltar la camiseta de este cantante, mientras él simplemente seguía acostado en aquel ring y ella a su lado, apoyada en sus rodillas y con su puño en lo alto.

Yuta apretó los ojos, pensando en que aquel golpe que vendría del puño de esta iría a su rostro, que hasta movió las manos para defenderse poniéndolas sobre su cara.

Simplemente ella podía haberle acertado aquel golpe contra su nariz, pero lo que haría a continuación, marcaría el principio de su penitencia.

Maki bajo rápidamente el puño, y sus labios al fin tocaron los de Yuta. Ya que esta se acercó a besarle.

Aquel beso sorprendió bastante al cantante, que hasta abrió los ojos por un instante, pero al verla besándolo, Yuta simplemente cerró los ojos y decidió corresponder aquello, pasando sus manos a la cintura de esta.

El beso fue suave y tentativo al principio, pero pronto se intensificó, así como el fuego que aún había en su interior.

Sus lenguas empezaron a explorar sus bocas con avidez. Convirtiendo aquello en otro tipo de pelea para calmar aquel deseo carnal.

Las manos de Maki se tensaron más sobre la camisa de Yuta, realmente no quería soltarlo. Mientras Los dedos de este se enredaron en el cabello de ella, desatándole su cola de caballo y atrayéndola más hacia él.

Se estaban quedando sin aliento, por aquel apasionante primer beso que se estaban dando después de cuatro años de no verse, donde demostraban que aún se deseaban.

Una vez se separaron, Maki le soltó la camiseta, pero seguía teniendo sus manos sobre el pecho de este.

—Y eso fue por los dos besos que me debías— dijo ella con la respiración agitada.

—¿Dos?— pregunto Yuta con la curiosidad desbordando por sus labios.

Maki con su mano derecha limpio un poco la comisura de sus labios por el leve hilo de saliva que se habían dejado.
—Si, el primero en ese maldito callejón del restaurante y el segundo en el arcade. Supongo que no tenías las bolas bien puestas para dar el primer paso.

Yuta rio un poco por ese comentario.
—Eso o quizás solo estaba comprobando que tu aún sentías algo por mi como yo por ti...— dijo sentándose poco a poco, quedando muy cerca de esta.

—¿Que estas tratando de decir?— pregunto Maki con confusión.

Pero el siguiente movimiento de aquel cantante la sorprendió, ya que Yuta ahora fue quien la tomó con la guardia baja, ya que fue quien la besó y acerco a él.

Maki no puso resistencia, aquello le estaba gustando, el solo imaginarse aquel escándalo de ella, la chica misteriosa besando al cantante del momento le gustaba.

—¿Así se sentía Nobara al recibir la atención de Yuta?— se cuestionó mentalmente mientras volvía a dejarse llevar.

Siguió el ritmo de esos besos que se fueron intensificando. Los cuales no solo se quedaron en sus bocas, sino que empezaron a bajar por el cuello de ambos.

Maki se deslizó con agilidad sobre las caderas de Yuta, acomodando sus piernas a los costados de este, mientras los dedos del cantante se deslizaron por debajo de la camiseta de ella, rozando la piel de su torneada espalda con una sensual caricia y sus labios, los cuales con sus canciones enamoraban a cualquiera y que entonaban melodías cautivadoras, descendieron por el fino y delicado cuello de su musa, dejando un rastro de besos ardientes a su paso.

—¿Así que?— Maki soltó un leve jadeo mientras Yuta le seguía dejando besos húmedos en la piel de entre su cuello y su hombro—¿Esto también forma parte del sin rencores que propones?— enredo sus manos en el grueso cabello negro de este, jalándolo suavemente hacía atrás para que la mirara.

Yuta soltó una leve sonrisa en los labios de esta.
—Podría ser...— susurro.

Pero en aquel momento que más daba ese tema, la temperatura entre esos dos aumentaba, y su deseo persistía.

Las manos de Maki se aventuraron bajo la camiseta de Yuta, empezando a explorar aquella rasguñada espalda, la cual, ante su toque, Yuta se estremeció, dolía y ardía, pero era soportable y hasta agradable bajo el tacto de ella.

Las manos de Yuta tampoco se quedaron quietas. Sus dedos seguían bajo la camiseta de Maki, los cuales empezaron a subir y a bajar por el medio de su espalda, dibujando líneas invisibles que la hacían arquear la espalda en un gesto de entrega.

Aquellas camisetas fueron las primeras prendas en ser despojadas de sus cuerpos.

—¿Hacer esto está mal?— pregunto Maki en un gemido mientras sus labios comían los labios de Yuta y sus caderas hacían fricción contra las de él.

—¿Quieres que me detenga?— pregunto él entre besos y jadeos. Su voz ronca sonaba tan caballerosamente.

Una parte de ella no se quería detener, se sentía como aquellas veces cuando lo hicieron de más jóvenes. Pero otra parte de ella, sentía que eso estaba mal.

Pero cuando el deseo es más fuerte que la razón, no hay otra cosa que dejarse llevar.

—No te detengas, por favor —suplico Maki en la boca de Yuta— Solo que esto sea sin rencores y después hagamos como si nunca paso nada— le volvió a besar con pasión.

—De acuerdo... sin rencores— le dijo al oído —... y como si no pasara nada...— susurro con la respiración a punto de cortarse. Sentía que empezaba a terminar de ponerse duro bajo sus pantalones.

—Si...— susurro Maki, cerrando los ojos y empezando a moverse sensualmente sobre la cadera de este, marcando el ritmo. El cuál iba aumentando en aquella masturbación contra la ropa.

Yuta ya no pudo responder, ya que su boca soltó un leve gemido al sentir las caderas de Maki presionar contra su erección, mientras de nuevo, él volvía su boca para devorar a besos el cuello de esta, para después bajar sus labios hasta el medio de aquellos senos que seguían siendo ocultados por aquel sostén deportivo.

Parecía que se le había hecho agua a la boca por reclamar aquellos grandes montículos a base de besos y chupetes. Mientras Maki seguía masturbándose y masturbándolo, moviendo su cadera contra su erección, haciendo que el centro femenino de Maki se fuera estimulando al grado de sentirse demasiada húmeda contra su ropa.

Las manos de Yuta no pudieron quedarse quietas, así que viajaron sobre aquel sostén deportivo, apretando con suavidad esos senos, haciendo que Maki gimiera en su boca.

—Quiero probar tus tetas una vez más...— Susurro suciamente en la boca de Maki, mientras seguía masajeando aquellos grandes montículos.

La peliverde sonrió al escuchar aquella petición— Ruega un poco más por ellos...— susurro mientras pegaba su centro húmedo el cual ya era palpable entre sus piernas a través de la tela de sus pantalones deportivos, haciendo presión con su cadera contra la erección de Yuta.

Aquel cantante la acerco más a él con desesperó, pasando sus brazos por la cintura de esta para pegar su rostro entre las tetas de Maki.

—Por favor... — suplicó, mientras plantaba varios besos en el centro de su pecho —Me tienes deseoso desde el primer día que te volví a ver ... desde mi concierto...— suplicó en un jadeo.

Maki sintió su rostro ponerse completamente rojo por esas palabras, pero decidió cooperar, el imaginarse como aquella misteriosa chica, la cual podía considerarse como la afortunada por tener así al cantante del momento deseándole con desespero, aquella idea le fascinaba y le excitaba.

La peliverde separo un poco a Yuta de su cuerpo, para así poder levantar su sostén deportivo hasta las axilas, descubriendo por completo sus tetas.

Yuta se humedeció un poco los labios al ver aquellos suaves senos y esos duros pezones que tanto recordaba.

Maki le sujeto de la barbilla y lo atrajo hacia su rostro —Quiero ver qué más puede hacer esa boca tuya — dijo entre besos, los cuales planto en las comisura de sus labios — Además de cantar...— profundizó el beso.

Aquella acción hizo que Yuta le acariciara un momento la línea de la espalda. Sentía que se había puesto duro completamente bajo sus pantalones, incluso algunas memorias agradables de sus años de preparatoria entre esos dos regresando a su mente.

—En serio—El cantante correspondió aquellos besos— sigues siendo tan hermosa y sexy como te recordaba...— beso el cuello de Maki, mientras puso sus manos en aquellos senos. Los cuales cabían perfectamente en ellas.

—Y tú te volviste un poco más pervertido de lo que te recuerdo– dijo Maki en un jadeo— sobre todo al escribir — gimió cerrando los ojos ante el placer — de mi.

—¿Te gustó que escribiera de ti?— cuestiono Yuta, mientras dejaba un camino de besos, que iniciaba en la boca de Maki y bajaba hasta sus tetas—¿Te gustó que escribiera de tu cuerpo?

—Si...me gusto...

Maki apenas y pudo respirar, su cuerpo tembló de placer y más al sentir sus callosas manos sobre su suave piel. Ahuecando perfectamente sus tetas.

Yuta sonrió al escuchar esa suave respuesta venir de su boca.
—Entonces quizás también te guste este lado mío que casi no viste cuando éramos jóvenes— beso su cuello un poco más, dejándole una marca roja — Este lado que hace que te componga canciones ...— jadeo contra su piel, antes de bajar a devorar aquellos senos— este lado mío que aún te desea con locura...

Yuta empezó a chupar y lamer esas tetas, turnándose entre ellas, mientras mordía con suavidad aquellos pezones en turnos, y su mano libre jalaba el pezón contrario al que succionaba o lo pellizcaba con suavidad.

Aquello hizo que Maki arqueara la espalda y cubriera con su mano su boca ya que empezó a gemir en alto, de verdad quería gritar de placer. Hasta sus piernas temblaron.

—No te contengas Maki san, quiero escucharte y de paso quiero sentirte...— dijo Yuta con una gran sonrisa, mientras llenaba de besos el medio de los senos de Maki mientras subía a su cuello.

La peliverde entendió aquello que quiso decir aquel cantante, así que quito su mano de su boca y dejo salir aquellos gemidos que se escucharon con fuerza por aquel local, mientras Yuta seguía estimulando sus senos con su boca, y Maki seguía moviendo a placer su cadera contra la del cantante.

Después de intercambiar unas leves miradas, sus bocas se unieron para besarse con desespero. El deseo entre esos dos era inmenso.

Aquello podría considerarse sólo un momento de debilidad. Pero sus cuerpos expresaban otra cosa.

Yuta jadeo fuertemente en la boca de Maki, parecía una mezcla entre un gruñido y un quejido, ya que su erección dolía en sus pantalones y aquello lo noto aquella chica.

—¿Parece que necesitas ayuda allá abajo?– le dijo a su oído, su brazo izquierdo seguía enredado a su cuello para seguirle besando y su mano derecha bajaba por el centro de su abdomen—¿Quieres que te ayude un poco?— le acaricio sobre sus pantalones.

Yuta sonrió ante tal pregunta
—Por favor, te lo agradecería...— le besó mientras sentía como Maki metía su mano derecha a su pantalón y sentía su pene bastante duro ahí dentro.

A la peliverde le sorprendió un poco el sentir el tamaño de aquel miembro dentro de esos pantalones, el cual, sacó de ellos. De verdad no lo recordaba así de grueso, mientras veía como las gotas de semen brillaban en la punta.

Yuta cerro sus ojos y apoyo sus manos a sus costados e hizo la cabeza hacia atrás y de su garganta salió un jadeo al sentir como la mano de Maki lo apretaba con gentileza y empezaba a masturbarlo de arriba hacia abajo, sobre toda su longitud.

—¡Maki san!— Yuta grito de placer al sentir como esta movía más rápido su mano, mientras ella se mordía los labios al verlo tan sexy y vulnerable en esa posición, temblando de placer y diciendo su nombre.

Ambos estaban en su límite.

Aquella peliverde no resistió más y se volvió a pegar con urgencia al cuerpo de Yuta para acariciarle y besarle.

Sus entrañas ardían en calor, su sangre corría con demasiada velocidad por todo su cuerpo, las ropas de sus caderas hacían bastante fricción contra las caderas de Yuta, el cual seguía teniendo su pene por fuera de su ropa. Maki podía sentir aquella longitud contra la piel de su abdomen.

Yuta metió sus manos en los leggins de Maki para acariciarle el trasero, mientras pegaban más sus cuerpos y sus movimientos eran desesperados, se necesitaban con desespero mientras sus bocas no paraban de besarse y sus lenguas de explorarse.

Incluso Maki paso sus manos por el cabello de Yuta y acaricio una vez más esa rasguñada espalda. La cual ella hubiera querido rasguñar y dejar sus marcas para reclamarlo como suyo.

—Házmelo...— suplico Maki en la boca de Yuta, sintiendo que lo necesitaba dentro de ella. Sus ojos se habían cerrado con fuerza y sus jadeos llenaban todo el gimnasio.

Aquella petición encanto a Yuta, quien deseaba penetrarla, deseaba volver a sentir su cuerpo desnudo completo contra él. Toda la situación parecía que le estaba llenando de inspiración.

Y Cuando parecía que esos dos estaban a punto de pasar a lo siguiente, de desprenderse de las demás prendas que cubrían sus caderas y de consumar aquello sobre aquella lona. La campana que avisaba que había entrado un cliente sonó y con ella una voz muy molesta hizo que regresaran a la tierra.

—¡Supongo que con esto te referías a que querías ir por ahí a desestresarte!

Rápidamente Maki y Yuta se detuvieron, se miraron con desesperación y cual si hubieran sido atrapados por un maestro haciendo cosas indebidas en un salón de clases.
Ambos se separaron, Maki bajo su sostén para cubrir sus tetas y Yuta cubrió su erección con su pantalón

Rápidamente ambos se levantaron de aquella lona y se giraron a ver a aquella mujer que había llegado.

—¡Manami!— escapó de la garganta de Yuta, quien apenas recuperaba el aliento.

Maki Rápidamente se puso su camiseta, tenía el rostro todo rojo por aquella situación, sentía la mirada juzgadora de esa mujer sobre ella mientras peinaba su cabello, el cual estaba completamente suelto.

La peliverde sintió como sus leggins se habían pegado a sus piernas, sobre todo camino con algo de incomodidad ya que sentía bastante mojado el medio de sus pantalones por su excitación.

Aun así, ella fue la primera en bajar del ring, pasando aquellas cuerdas con rapidez para después amarrar su cabello en una cola de caballo. Mientras aquella que entró sólo la miraba con molestia pura.

—Te estuve marcando a tu maldito celular para avisarte que ya estábamos afuera de este local, pero al ver que no contestabas, tuve que entrar por ti— Manami cruzo los brazos.

Yuta se puso de pie —¡Puedo explicarlo!— se acomodó el cabello.
—Lo siento. No lo escuche porque no lo traigo aquí arriba...— se tocó los bolsillos.

La representante soltó el aire con molestia pura—Esto lo sabrá el señor Geto. Sobre todo que te encontré en un lugar como este— miro a su alrededor, observando las máquinas de hacer ejercicio que había ahí.— Que horrible lugar fue al que viniste a esconderte — crítico.

—¿Vienes por tu estúpido cantante? O ¿Vienes a criticar mi lugar de trabajo?— pregunto Maki a la defensiva.

—Solo vengo por mi estúpido cantante — respondió Manami también a la defensiva.

—Tranquila Manami, fue mi culpa que las fans me descubrieran, pero lo bueno que por pura casualidad di con el negocio de Maki. Ella me salvo— bajo con cuidado de ese ring.

—Si, te "salvo" pero parece que también te estaba dando "un servicio especial" ¿No?— dijo Notando aquellas marcas en la espalda de Yuta ya que hasta que se bajo del ring se puso su camiseta.

Maki noto lo que quiso dar a entender esa mujer con ese comentario—Si no hubiera sido por mí, sus estúpidas fans quizás se lo hubieran comido vivo— miro con furia a Manami.

—Así es, ella me ayudo a escapar de esas fans y de paso me escondió aquí— dijo Yuta peinando su cabello una vez más— si ella no me hubiera ayudado, no la estaría contando.

Ambos intercambiaron una mirada muy peculiar. Llena de complicidad y de deseo.

Eso hasta que Yuta sintió cierta incomodidad en sus pantalones.
—Em Maki san, ¿Crees que podría pasar a tu baño?

—Claro, Esta al fondo por ese pasillo— comento la peliverde apuntando hacia una puerta.

—Gracias, Manami en seguida partiremos, solo necesito lanzarme agua a la cara— comento Yuta mirando a su representante con pena.

—¡Pero no te tardes!— se quejó la representante.

—No tardare, lo prometo— Yuta fue hacia aquel baño con pasos apresurados.

Una vez Maki se quedó sola con aquella mujer. Manami dio unos pasos alrededor de esa chica a la que consideraba un "problema", estaba observándola de pies a cabeza. Sobre todo, no podía dejar de mirar el pequeño chupete que tenía en el cuello.

—¿Acaso se le perdió algo? — pregunto la peliverde con molestia al ver como esta mujer la miraba con desprecio.

—La verdad no sé qué tanto te ve Yuta... si se nota que eres toda una busca problemas— comento Manami mirándola fijamente.

Maki bufo mientras tenía una gran sonrisa en su rostro.
—Problema es mi segundo nombre. "Señora"— escupió con orgullo.

La mujer de cabellos rubios rosados se le acerco bruscamente. —De una vez te lo advierto. Ve reconociendo al lugar donde perteneces, así que lo mejor es que te mantengas a Raya con Yuta. Él apenas va en ascenso y que se involucre con alguien como tu— la barrio con la mirada —Solo perjudicaría su carrera y más ahora que los medios tienen un ojo sobre ti.

Maki chasqueo la lengua.
—Bueno, solo él sabrá con qué "problema" se involucra— cruzo los brazos —Y de paso, espero arreglen ese "chisme" que ha salido en los medios, porque eso nos afectaría a ambas partes ¿No lo cree?— elevo una ceja.

Manami rodo los ojos, no soportaba a esa chica.—Espero esta sea la última vez que te vea— escupió la asistente con enojo.

—Lo mismo digo... señora— Maki volvió a decirle de aquella forma con una gran sonrisa.

Yuta salió de aquel baño unos minutos después, traía toda la cara mojada y de paso el cabello peinado hasta atrás.
—Ya estoy listo para irnos.

—Bien ¿Tienes con que cubrirte la cabeza? ¿Dónde esta tu sudadera?— pregunto la asistente mirando hacia afuera, asegurándose que su equipo siguiera en posición.

—Las fans me la quitaron a la fuerza— contesto Yuta bajando los hombros— en sí, ellas fueron las que me rasguñaron la espalda.

—Ten una de estas —Maki le aventó una toalla a la cabeza —A ver si esto te sirve mejor como camuflaje que tu estúpido cubrebocas.

Yuta sonrió por eso.
—Gracias Maki san— no podía dejarla de mirar.

—Espero que esa cosa esté limpia— se quejó Manami con una gran mueca de asco.

—No te preocupes, siempre se lava todo aquí— comento Maki con una sonrisa.

La asistente puso los ojos en blanco una vez más.

—Bueno... supongo que es momento de decir adiós una vez más — comentó Yuta dando unos pasos hacia Maki, quedando ambos uno frente al otro.

—Si, así parece— lo evito mirarlo a los ojos, ya que había notado que ella le había dejado una marca roja en el cuello. Aquello hizo que ella se sonrojara.

—Aun así, muchas gracias Maki san por haberme salvado una vez más de las fans, también por curarme los rasguños y por el entrenamiento — agradeció Yuta con amabilidad. Incluso le hizo una leve reverencia.

—No sé si todo eso, sean suficientes pruebas para que compruebes que he cambiado. ¿Acaso eso no era lo que querías ver?—Maki cruzo los brazos, parecía que su "Hacer como si nada hubiera pasado" lo estaban llevando muy bien al pie de la letra.

—Bueno, me has demostrado más de lo que esperaba... — el cantante desenvolvió una gran sonrisa que iba de oreja a oreja—Aun así, espero que volvamos a vernos pronto.

Maki miro de reojo a esa asistente y recordó lo que esta le había dicho minutos atrás.

—Si... quizás algún día nos volvamos a ver o quizás ya nunca nos veamos más...— susurro mirando a Yuta con seriedad.

Yuta tomo su celular de la banca, lo desbloqueo y se lo paso a Maki.
—¿Podrías darme tu número?

Esta elevo una ceja ante tal pregunta.
—¿Estás seguro de que quieres mi número? Tus fans se pondrán más celosas conmigo— dijo con sarcasmo—. Además ¿Como estas seguro de que yo no le daré tu número a los medios?

Yuta suspiro levemente.
—Estoy completamente seguro de que te quiero en mis contactos como una amiga más, así como tengo a Nobara e Itadori — movió su celular un poco— Una vez te agregue, solo tu sabrás si quieres contestar mi mensaje y si no lo contestas en los siguientes siete días, sabré que eso significará que no quieres saber nada más de mí.

Maki lo miro a los ojos, parecía que confiaba en ella.
—De acuerdo— tomo aquel celular y escribió su número telefónico. Agregándolo con el apodo de "señorita problemática".

—Listo, ahora largo que supongo debes estar super ocupado— dijo Maki regresandole ese teléfono rápidamente.

—En serio, Gracias por todo— El cantante sonrió muy alegremente.

—¡Andando Yuta! ¡El señor Geto nos espera!— dijo Manami muy molesta.

Yuta se puso aquella toalla en la cabeza y salió a toda prisa junto con su representante.

Ambos subieron a un carro elegante, pero con los vidrios polarizados, el cual se alejó rápidamente de ahí.

En cambio, Maki una vez más se acercó a la puerta principal, cerró y recargo la espalda en ella, empezando a sentarse, abrazando sus rodillas.

—¿Qué me pasó? ¿Que fue todo eso?— comento ella recordando aquel beso y el cómo se habían encendido los ánimos entre ellos dos.

Incluso aquellos besos y caricias las seguía sintiendo en su piel, que ardía de pasión.

—Maldito Karma...— susurro para sí misma, mientras a su teléfono celular, llegaba un mensaje de texto.

"Hola, señorita problematica..."


05:10 p.m.

Manami y Yuta regresaron a toda prisa a aquel departamento de lujo. Durante todo el camino, Manami miró con enojo puro a su cantante, parecía una madre molesta con su hijo.

Una vez entraron, Geto fue a recibirlos, estaba expectante con toda esa situación.

—¿Dónde estabas? — pregunto este con curiosidad.

Yuta suspiro—Yo...— fue interrumpido.

—¡Yo te diré dónde estaba! — respondió Manami, interviniendo rápidamente — ¡Estaba con esa maldita chica de cabellos verdes!

—¡Maki san solo me salvo de un grupo de fans que me descubrieron!— grito Yuta.—¡Así que no vuelvas a decirle que es una maldita!

Geto soltó una leve risita.
—Pero ¿Tú querías salir? ¿No es así Okkotsu?

—Si, pero— Yuta fue interrumpido.

Geto hablo con un tono de autoridad —Bueno, eso que te paso con las fans te servirá de lección para que de ahora en adelante salgas con más cuidado y de paso, con guardaespaldas. De ahora en adelante solo saldrás acompañado y escoltado a todos lados. No puedo permitir que te arriesgues de nuevo de esta forma. Suficiente tengo con limpiar tu imagen y la de Itadori por aquella cita que tuvieron con esas dos la otra noche

Yuta suspiro de fastidio.
—Iré a tomar un baño. No quiero escucharlos a ustedes dos lo que resta de la tarde.

—Y sí que te hace falta — grito Manami muy molesta —Apestas a testosterona y también hueles a ella— dijo con asco.

—¡Deja de tratarme como si fueras mi madre!— le grito Yuta muy enojado desde el primer escalón.

—¡No lo seré, pero le prometí a tu madre que te cuidariamos!— grito ella con molestia —¡Además! ¿Querías ser famoso, no? ¡Pues esto apenas comienza!

Yuta hizo caso omiso a eso y solo se fue a la segunda planta, donde estaba su lujosa habitación.

Aquella conversación le dio gracia a Geto, el cual soltó varias carcajadas antes de volver a preguntar.

—Por cierto ¿Dónde estaba escondido?

—¡Agh! En un gimnasio con esa chica de cabellos verdes con la que salió el otro día. Ambos estaban muy acaramelados. Estaba ella arriba de él...

—¿Arriba de él?— Geto levanto una ceja

Manami contesto furiosa
—¡Tsk! ¡Ellos estaban a punto de tener sexo!— comento con fastidio. —¡Te digo que es mala idea que Yuta se vea con esa tipa!

—¿Gimnasio? ¿Acaso esa chica trabaja ahí?

—No lo se. Pero por lo que dijo tanto Yuta como ella, es que esa tal Maki lo defendió de unas fans— explicó la rubia.— Pero dudo un poco de eso... quizás ella fue quien le hizo esos rasguños.

Eso llamo demasiado la atención de Geto.
—¿Lo defendió? Mmm interesante.

Manami lo miro con duda.
—¿Y ahora en que estás pensando?— cruzo los brazos.

—En que quizás ya hemos encontrado a la guardaespaldas perfecta para Yuta— comento Geto con una sonrisa.

—Dime que no estás pensando en contratarla...— Manami dijo aquello con demasiado fastidio.

—Para eso, necesito que investigues todo de esa tal Maki Zenin, ¿Creo que ese era su apellido, no?— Geto sonrió —Sobre todo investiga si ese negocio es de ella.

—¡Debes estar bromeando!— reprocho Manami—¡No hare eso!

Geto se acercó a la barra y tomo una copa y la lleno con el vino que había abierto minutos antes de que esos dos llegaran.
—No estoy bromeando querida. Así que quiero que me investigues todo de esa chica. Y cuando digo TODO es TODO. O ¿Quieres que te despida?

Manami suspiro. No estaba en posición para quedarse sin empleo.
—Está bien. Investigaré todo de ella, pero solo si me dejas hacerle el contrato YO.

—De acuerdo— Geto tenía una gran sonrisa en los labios —Al fin tenemos una guardaespaldas para Yuta.

—Yo diría que más bien, hemos encontrado el punto débil de Yuta. El cual resultó ser un gran problema.

Continuará...


Notes:

Espero que les haya gustado y deseado leer más ❤.

En fin, espero actualizar más adelante ❤

Nos seguimos leyendo.