Los Jóvenes Titanes se alarmaron, de inmediato los adolescentes al otro lado de la puerta comenzaron a llamarlo con urgencia.
"¡Abre la puerta Robin, no tenemos tiempo para esto!" medio gritó Cyborg, considerando qué hacer. La falta de respuesta pudo haber sido cualquier cosa. Nadie podía hackear los sistemas de seguridad, ¿verdad? Ahora mismo imaginaba peores situaciones no realmente fundamentadas.
" ¡Robin, amigo, por favor abre!". La preocupación de la tamareana incrementó a niveles peligrosos. Con la misma idea de tumbar la puerta si fuese necesario.
"Robin, responde" la normalmente voz de la razón no cubrió el creciente temor subyacente, la magia de la telépata comenzaba a descontrolarse.
"¿¡Qué hacemos si le sucedió algo!? ¡La ciudad está en problemas! " La voz de Chico Bestia sacó del trance de pánico grupal.
Cyborg frunció el ceño de repente y transformó su brazo en el cañón sónico. Chico Bestia chilló de temor cubriéndose tras Starfire cuando de pronto escucharon una voz familiar.
"¡Será mejor que no vuelen mi puerta! ¡Estoy bien!" Suficientemente clara y precisa con una molestia emergente característica de su líder los detuvo, "¡Salven la ciudad, luego me unire!".
"Pero Robin— ".
"No irás" Parecieron regresar las memorias de las horas anteriores porque todos la miraron fijamente sorprendidos, ella los ignoró e hizo caso a sus instintos, los demás hicieron los mismo y callaron lo que seguramente sería otra discusión "Si todo está en orden allí adentro, entonces te quedarás hasta que regresemos".
No hubo respuesta, otra conmoción en los rostros torcidos de sus amigos y un pesar en sus almas. Raven frunció las cejas, esperando profundamente, a diferencia de los demás, que haya sido la decisión acostumbrada de ignorarla.
Con una última mirada, se retiraron.
Al otro lado de la puerta, Robin esperó el silencio de sus pasos grabados. Sintiendo esa derrota en sus hombros y un gramo de traición de la que serían envueltos en unas horas, quizá.
Sus puños se pusieron blancos por la presión y sus dientes bien podrían haberse quebrado por la presión de su mandíbula. El resto de cuerpo, en su forma encorvada inmóvil contra la pared alejada.
Conteniendo una mirada incrédula tras la máscara.
¿Por qué llegaron de inmediato a su habitación por un simple golpe? ¡Siempre sucedía antes! En sus momentos de frustración en especial. A nadie le importaba y a él no le apeteció que intervengan.
¿Tal era la tensión allí abajo? En su dichoso momento de locura y caída en pánico infundado perdió el control de sus acciones. Se recriminó por eso, todo ese estado estúpido desde que volvió. No tenía por qué perder la cabeza como si todavía fuese un temeroso cachorro sufriendo el descontrol del sentido de su vida con algo así.
Por otro lado, con lo que acaba de pasar, seguramente Raven vio a través de él. ¿Lo habrá notado? Seguía teniendo esa voz de obediencia, no una voz de Alfa nuevamente, no llamando a la sumisión. Pero fue casi suficiente para que se erizara e intentara cometer una locura y enfrentarse a la Alfa. Si ella hubiese cometido el mismo tono de voz de la anterior noche, hubiese terminado en su actuar desastroso.
No afectado y junto a emociones enfocadas en un único pensamiento, relajó su tensión y con nuevas fuerzas se levantó de su posición miserable seleccionando el equipamiento necesario en su cinturón, salió a combatir el crimen.
Puede que hayan descubierto su verdadera naturaleza, pero eso no significaba que era menos que el Chico Maravilla.
Les demostraría que esa parte de su vida no importaba, así como él pudo hacerse pasar por toda casta menos un Omega.
Les demostraría.
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El combate contra la Colmena fue en mucho uno de poca concentración de parte de los Jóvenes Titanes. La Academia Hive lo notó casi al instante, cuando fueron ellos quienes ganaban terreno victorioso, sin embargo, aunque fuese una buena manera reflexiva demostrando su valía como equipo contra los jóvenes héroes, también tuvieron algo de curiosidad luego de percatarse de una ausencia en la formación.
"¿Acaso hubo problemas con su líder?"
" ¡Se nota que no son NADA sin su tonto lider!" Gizmo y Yinx fueron los primeros en llamar al presente a los distraídos titanes agrupados y rodeados por la Colmena. "¿Qué pasa? ¿Le sucedió algo al cerebro de pájaro, eh?". Rió a carcajadas alzándose con sus patas mecánicas.
Chico Bestia iba a responder cuando un abrazo lo quitó del camino del camión lanzado por Mammut.
Starfire llegó junto a Raven y Cyborg, cubriendo sus espaldas al ascenso de los villanos.
"No puede ser, ¡nos están volviendo a patear el trasero!".
" Ni antes, ni ahora cuenta " Cyborg gruñó entre dientes cuando disparó y falló al apuntar a Mammut. Molestandolo más "¡Maldición!".
"No estamos siendo victoriosos. Si nos tardamos más Robin puede— ".
"No lo hará, Star, se quedará y conseguiremos hablar con él luego de todo esto" Raven sonaba más segura de lo que estaba realmente.
Los Starbolts no fueron lo suficientemente fuertes, los animales cambiantes de Chico Bestia no lograban la fuerza de todo su tamaño y la precisión y velocidad de Cyborg iban en caída. Por si fuera poco, Raven solo lograba esquivar los ataques, bastante distraída en su atención y concentración.
Cada uno cansado por las horas sin dormir, poco acostumbrados de perder ese tiempo de sueño y la preocupación y corriente de pensamientos ante la realidad de Robin que Raven confirmó esa mañana.
Los presionaba y hundía. Raven, estaba más atenta en buscar una figura esbelta que quisiera intervenir en la batalla que en la misma poca táctica separada que todos enfrentaban.
En el momento en que Raven, cansada y molesta de seguir con esto más tiempo, decidió usar un poco de su poder descontrolado para acabar de una vez el combate, fue justamente cuando intervino la figura de Robin al caer frente su equipo.
La Colmena detuvo su palabrería. Asombrados por verlo ahí de pronto, y más aún perdidos por las miradas que dieron el equipo contrario con los ojos abiertos e incluso asustados.
" ¿¡Qué demonios haces aquí, Robin!? " Aparentemente, la furia llegó a los circuitos de Cyborg, especialmente por estar en medio de la batalla que no toleró " ¡Debías quedarte en la Torre!".
Las sorpresas iniciales de los adolescentes héroes repentinamente se desfiguraron en varias emociones. La preocupación dominó en dos del equipo, los otros dos la furia.
Robin los ignoró olímpicamente, pero aún quedó inmovil, expectante.
"Starfire, Chico Bestia. Lleven a Robin de vuelta— ".
La Colmena por poco logró caer en el primer asalto de combate del líder titán, cuando pasó fácilmente a través de Mammut y llegó a romper y tirar de las patas robóticas de Gizmo mandandolo al suelo en un quejido de asombro y dolor. Lo que puso alerta al resto.
De inmediato, comenzó el combate.
La Colmena se llevó otra sorpresa ante los gritos de los héroes, siendo repentinamente aplastada por las renovadas fuerzas del equipo.
Robin se apartó del camino a la cabra verde que lanzó por la espalda a Mammut y la ayuda de Starbolts con la fuerza suficiente de llevarlo varios metros siendo recibido por el cañón sónico de Cyborg.
Yinx no estuvo mejor con la magia oscura controlando los pedazos de metal torcidos que ella dejó a su paso y envolviendola con la flexibilidad de una goma. Dejándola inmóvil y amordazada antes de emitir un sonido. Tomando a Gizmo y rompiendo sus instrumentos tecnológicos con el puño de Cyborg.
Finalmente, el resto del equipo giró a mirar a Robin, con la Colmena vencida en medio de la calle era cuestión de unos minutos para la llegada de la policía.
Robin los miró de vuelta, seguro que no había ningún ciudadano cerca a ese desastre de fábricas tan temprano al que los titanes lograron alejar.
"¿Por qué estás aquí?" Cyborg se cruzó de brazos, sin humor para evitar estas preguntas hasta llegar a la Torre.
Robin supuso que él también podría, pero no deseaba que alguien pudiera ver la discusión del líder y su equipo. De todos modos, no correspondería, no aquí.
Se alzó de hombros, ignorando el regaño interno de un mayordomo por esa apariencia necia adolescente que desagradaría a cualquiera pero dispuesto a hacerlo con los Titanes como lo hizo con Bruce.
Guardó su bastón bö plegable en su cinturón y se cruzó de brazos. Y puso los ojos en blanco, no notables debido a su máscara, cuando vio venir el regaño de los Alfas.
" Robin— "
"Soy un héroe, y me necesitaban aquí".
"Debiste quedarte en la Torre como te dije". Exigencia superficial en su voz.
Robin frunció el ceño, "No lo haría solo porque tú me lo pidieras. Todos deberían saberlo" atacó, con la voz baja pero dura, mirándolos fijamente, concentrándose en mantener todo nivelado.
Un gruñido bajo salió de las gargantas de ambos Alfas. No tan alto para ser escuchado fuera de esa cercanía de unos metros. Ambos Alfas con miradas duras, contenidas solamente por la cercanía de posibles curiosos en cualquier instante. Lo suficiente para obtener una reacción.
Pero Robin tampoco se inmutó como la noche anterior.
" No debiste salir de la Torre, no con tu condición " el gruñido Alfa de Raven volvió a asfixiar el ambiente, fuera del control de los demás sucumbieron a los aromas para dejarse entrever frente al aumento peligroso Alfa.
Robin se tensó visiblemente, incapaz de creer lo que sucedía. De la seriedad del asunto de caer en estas disputas aquí, frente a cualquiera. Tuvo unos destellos de las enseñanzas de Batman, el hombre siempre cauteloso y él también aprendió a serlo, en especial con las castas que solo incumben en su círculo cercano. Aunque Jump City era diferente a Gotham por enemigos potenciales y con oidos pegados en cualquier rincón, todavía tenían a la Colmena inconsciente a sus pies y tal aumento de feromonas podrían despertarlos y reconocer fácilmente las castas que guardaron en secreto durante más de un año. ¡Por el amor de dios!
¿Eran conscientes de eso? ¿O simplemente estaban enfrascados en esta discusión que olvidaron sus papeles aquí?
Cerró los puños, desdeñoso como el peso sentencioso de un animal en exhibición.
"Robin, eres un Ome — " Raven se interrumpió cuando un Birdarang cayó a sus pies cortando sus pasos acercándose al líder.
" ¡Robin! " el grito conjunto fue silenciado con el emergente gruñido de Robin nunca antes escuchado.
Todos abrieron los ojos completamente, su propia furia se disolvió en mudez conjunta a los aromas de sus castas.
"Cierren. La. Boca " Estaba tenso, a punto de lanzarse al Alfa que quería imponerse por sobre él. No lo toleraría, nunca lo haría y estaba a punto de desconocer a los presentes si continuaban.
Con la otra mano tras su espalda lista para lanzar otros más. Consideró dirigirse de vuelta a la Torre o perderse en la ciudad para estar solo, pero sabía que alejarse ahora sólo empeoraría las cosas. Lo enfrentaría, y les daría comentarios mordaces, o cualquier otra forma para confrontarlos y demostrarles las razones por las que esa palabra carecía de significado para él, como debe de serlo para los demás.
Decirlo como si fuese una sentencia, el suficiente peso inimaginable para condenarlo como una posibilidad de cambiarlo y etiquetarlo como el resto. Nunca más lo tolerará, se lo prometió a sí mismo al salir de Gótica y tenía pensado que prevalezca en Jump.
Reconociendo que gruñir no era suficiente intimidación y el tener todavía los parches de olor suprimiendo su aroma por completo seguramente lo hacía ver más como algo insignificante, un aroma que ahora sería un olor que arrugaria la nariz de cualquiera, por lo que no daba el mismo peso de opresión y obediencia de distintos niveles entre castas. Pero sí un retroceso por desconcierto.
Como esperó, callaron. Robin dejó de gruñir recomponiendose como los demás captaron y siguieron su ejemplo, pero bajaron la mirada, perdidos o pensativos, no importó.
Robin se enfocó en la telépata, Raven no pareció retroceder pero sí creyó verse avergonzada cubriéndose bajo la sombra.
Supuso que esto les dió un puente a la realidad de lo que estaban haciendo.
Las bocinas de la policía y sus colores característicos sonaron a la lejanía.
Justo a tiempo.
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Era consciente de la descarada mirada de sus compañeros de equipo durante todo el proceso con la policía. Desde hablar con los oficiales y encargarse de la mayoría de sus preguntas y el papeleo correspondiente que le cargaban encima como líder. Un trato habitual que Robin simplemente logró con memoria muscular articulando las palabras necesarias pero no completamente centrado en el caso. Instigado a devolverles la mirada de vez en cuando por el sentimiento mutuo de desconfianza.
En el camino de vuelta a la Torre, nadie mencionó una palabra.
Robin se giró en la sala de control, molesto por esa carga incrementada en su espalda todo el tiempo. Y quiera o no con esa cualidad destemple de hace unas horas, podía oler perfectamente el amargo sentir de ellos, su ira fue incrementada por traición y miedo en el camino, lo irritaba.
Las miradas que recibió fueron como imaginó.
Sus compañeros de equipo estaban distribuidos con ofuscadas emociones. Cada uno con la amargura en sus rostros.
Cyborg pareció tomar aliento, con una mirada a Raven, oculta tras la sombra de su capuz sin posibilidad de saber más de su expresión, dió un paso adelante.
"Siempre tuviste algo que decirnos, ¿No es así?" Frunció el ceño, intemple clavando los ojos en Robin.
Robin movió la cabeza. "Lo hice. Pero no significaba nada, ni en ese entonces ni ahora. No hay necesidad siquiera de cambiarlo" Robin devolvió el gesto y puso el mentón en alto hacia el Alfa con las últimas palabras, dándole paso a un atrevimiento de su parte de contradecirlo. Una acción acostumbrada entre discusiones entre ambos, no obstante, pareció atenuar la corta pasividad del ambiente al reconocer el real choque antinatural entre castas. Específicamente esas dos.
Cyborg gruñó casi desviando la mirada, recordando el pesado sentir de compartimiento en sus discusiones anteriores o por el cansancio de su celda de energía que no logró llenar en esa corta noche. No estaba claro.
"¿No significa nada? ¿¡No significa nada!? ¡Eres un Omega! ¡Hay un Omega en nuestro equipo! " El chillido de un ataque nervioso de Chico Bestia sobresaltó a los demás, impulsivo e ingenuo de la seria conversación delicada que imponía su líder. "¿Por qué no estás con los otros Omegas? ¿¡Qué haremos si se enteran que tenemos un Omega como líder desde hace un año y medio!?" Se agarró de los cabellos con el miedo gobernando sus rasgos. El menor del equipo cayó al suelo siendo apenas consciente de la preocupación de Starfire sentándose en su ayuda.
Cyborg chasqueó con la lengua por esa realidad que no deseaba pensar. Con un asentimiento dejó que Starfire trate de llevarlo devuelta a su alcoba.
"Chico Bestia tiene razón. Robin, sabes lo que significa que alguien tenga a un Omega fuera de la posesión del Gobierno".
Robin ignoró esas últimas palabras, por su bien. NO es un jodido objeto de posesión. Frunció el ceño apoyándose contra el sillón, sin el deseo de mirarlos. "Nadie más sabe que lo soy. Y no se suponía que ustedes lo supieran por ese estúpido error" Las palabras superaron el escándalo, las orejas de Chico Bestia se alzaron y prestó atención. "Como ustedes, todos piensan que soy un beta o alfa. Lo hice durante tanto tiempo que puedo actuar como uno ".
Pese a su explicación, no parecieron entenderlo o simplemente lo ignoraron.
"Robin, esto es serio. Si lograste evitar durante tanto tiempo eso lo hace aún peor. ¿Por qué no te llevaron dónde pertenencias?".
Robin casi se atragantó, ¿Pertenecer?
" Puede que Batman no haya sido el hombre aferrado a la ley como esperé. Ocultar un Omega siendo parte de la Liga de la Justicia, en la sociedad de héroes esto puede significar—"
Robin se levantó, casi impulsivo y en una voz más alta cercana a su disgusto. Se siente profundamente injusto compartir algo de su pasado por esta circunstancia. Con los puños apretados, interrumpió. "Escucha, Cyborg. No te incumbe pero si te hace sentir mejor, Batman, al presentarme como Omega, deseó quitarme a Robin, por eso estoy en Jump City" quiso gritarlo, pero presionó sus dientes y puso todo de sí para quedarse quieto en su sitio. Golpearía a cualquier persona por menos que eso.
Señaló a Cyborg "Y que quede claro que no pertenezco a nadie, mucho menos en manos de burócratas del gobierno por esa ley que aísla a los Omegas y los despoja de sus manadas. Me gané un lugar entre los héroes, lidero a este equipo y nadie se atrevió a tratarme menos por mis habilidades".
Recibido por miradas perplejas, continuó. Endureciendo su expresión similar al denominado caballero de la noche en una amenaza silenciosa pero determinada.
"Se habrán dado cuenta, titanes, que no soy un omega al que pueden forzar a llevarme y si debo dejar el equipo, lo haré".
No recibió respuesta, así que sin una palabra más, pasó de largo entre ellos con pasos ruidosos por la furia y se encerró en su habitación.
El resto de los titanes supieron que tenían las próximas horas para llegar a un acuerdo.
Por otro lado, en la habitación del líder, Robin se desplomó en su cama. Nuevamente las dolencias y aromas de su cuerpo lo abrumaron en esa sala.
Maldición, se sentía enfermo. Sus emociones estaban descontroladas pasando por encima de su duro entrenamiento desde niño. Confuso y sutilmente temeroso de lo que le sucedía. Nunca escuchó hablar de esa sintomatología en un Omega, no es que haya mucho que saber compartido en línea. Ningún Omega a su edad era libre.
Se sentía como un cachorro de nuevo, gobernado por emociones y la pérdida de su manada.
Se detuvo.
Sus ojos enmascarados miraron al techo. ¿Una manada? Tenía breves recuerdos de las sensaciones fragmentadas de esa época, mucho más consumidos y olvidados que los rostros de sus padres. Pero, de cierta forma, se sintió familiar y cálido.
Pero aquí y ahora, solo sentía soledad y pérdida. Qué desastroso.
