La serie de palabrotas en su cabeza, que seguramente cierto mayordomo desaprobaría con una ceja alzada, retumbaban a gritos silenciosos que provocarían otra migraña tan pronto como acabe el día, de eso estaba seguro.
Pero tenía razón. Era el colmo, simplemente no imaginó verlo en ellos, aunque se reprochó que debía haberlo considerado.
"Uhm, Robin. Nosotros- "
"Cierra la boca, Cyborg" mordió Robin, lejanamente comenzaba a creer que esta no sería la primera vez sin importar lo que digan. Porque tendría sentido acorde a su posición en todo esto.
El líder de pronto se detuvo abruptamente antes de voltear al equipo que llegaba tras suyo con las cabezas gachas. La máscara de dominó arrugada por su ceño fruncido y los guantes apretados en puños a sus costados expresaban sin rodeos su estado de ánimo. Fue suficiente esa imagen del líder para que el equipo supiera lo que vendría y dudaran en encogerse o no al ahora omega del grupo actuando y posando como un alfa, esa escena no podría darse más resultando en que incremente la molestia en alfas y el beta.
Cyborg pareció molesto por sus palabras, levantando la mirada por ese grito entre dientes.
"Espera, Robin, no tienes razón para molestarte de esa manera. Nosotros sólo -"
"¿Crees que no fue para tanto?" Interrumpió groseramente con una risa sin gracia en medio rostro por la histeria. Su cabello gelificado en punta daba el perfecto estado de la bomba de ira. "¡¿No fue para tanto que casi le dicen a todo el mundo que soy un omega!?".
Los cuatro saltaron ante el grito sin filtro.
Robin expresó su rabia y frustración en ocasiones, pero nunca algo mayor que en expresiones faciales y palabras sarcásticas en su peor faceta, hasta ahora, tomaron nuevos límites de lo peor.
En este momento, escucharon en el tiemble ligero de su voz un miedo profundo carcomiendo su mente.
Raven arrugó el entrecejo ligeramente en preocupación por el abatimiento desproporcionado de emociones que solo ella asimiló, como si no fuese suficiente su estado actual abierto ante los demás.
Pero Cyborg fue el primero en avanzar sin pensar, un instinto que dudaba la razón de su respuesta. Dio otro gruñido retumbante en la sala de control y con las feromonas en incremento y apestando el lugar. A estas alturas, seguramente era su intención hacerlo.
Robin arrugó la nariz en represalia, pero no retrocedió en su reclamo a punto de explotar, pero luego intentó tragarse la bilis notando las siluetas retraídas del cachorro-beta y la alienígena detrás del alfa con mejoras tecnológicas. Con la postura erguida como sus anteriores peleas, Cyborg dio un paso hacia adelante, casi con un intento de pisotear los pocos metros que los separaban, conteniéndose afortunadamente en el borde peligroso que Robin contendría de saltar por su espacio personal.
"Robin. No hicimos eso, ¡nunca haríamos tal cosa!"
"¿Y me puedes explicar por qué estaban actuando de esa manera?" Gruñó entre dientes cruzándose de brazos, un signo de normalizar su respiración laboriosa y la falta de control entre olvidar la prohibida acción de las feromonas que apestaba la sala. Hizo nota mental de encender la ventilación.
"¿Actuar de qué manera? ¡Te estábamos protegiendo!" Chico Bestia escapó de las manos de Starfire y tomó su lugar para atacar de repente, sintiéndose lo suficientemente seguro al captar el aroma alfa a su lado con las mismas convicciones. Metiéndose en el lío que no le incumbía a cachorros sin casta.
Robin logró no rechinar los dientes, en su mayor parte, tragándose la bilis del apoyo mutuo contra él, revolviéndole el estómago, no eran solo los alfas, entonces, con los que tenía que tratar. Siseó "¡Exactamente, ese es el jodido problema! Puedo cuidarme solo, no necesitaba su ayuda".
Raven avanzó, seguramente consciente de algunas emociones abrumadoras del omega, y si los demás pudiesen sentir el aroma de Robin, se darían cuenta de la tensión acorralada del líder por su paso que solo iba en aumento.
"Robin, no necesitas hacerlo solo, somos un equipo. Nos ayudamos mutuamente" señaló sin ninguna dureza en su tono contrario a sus ojos que se clavaban en su alma por su reproche.
Cyborg y Chico Bestia añadieron las mismas intenciones, con sus propias razones para quedar en desacuerdo por tanta actuación innecesaria y caprichosa del omega.
El que Robin tenga parches en sus glándulas odoríferas daba tantas ventajas cómodas y suficientes de pasar desapercibido que no consideró esencialmente las desventajas, ahora, lo sentía profundamente.
Los aromas que percibía, aunque reducidos por los mismos supresores, eran muy claros a esta distancia y pequeño espacio, picándole la nariz por los tumultos de amargura diferentes en cada esencia, no acostumbrado a tolerarlo durante tanto tiempo, comenzó a ahogarse y el deseo de salir y buscar aire fresco fue reprimido fuertemente.
Rechinó los dientes por los balbuceos de los alfas y escrutinio del cachorro, que dejó de escuchar al punto de llegar a pulsar la cabeza, por primera vez deseó que entendieran su emoción al respecto con solo su propio aroma.
"¿Es que no lo entienden?" murmuró entre dientes. Volteando a verlos por completo, con el corazón latiendo contra su pecho y la cabeza mareada y adolorida. Señaló en desconcertante exasperación, más frustrado e impotente que molesto "¡Ustedes me hicieron ver débil!".
La sala quedó en silencio, uno pesado que cayó en cada uno buscando el significado de esas palabras.
Robin mordió con fuerza el interior de su boca, congelado como los demás por la declaración hecha sin pensar por sus emociones, pero no dispuesto a demostrar su error de lengua suelta. Aturdido por la falta de control sobre sí, el estrés era demasiado y los últimos dos días sin actividad criminal logró una grieta profunda en su equipo. Todo por él. Y detestaba tanto haberse quedado esperando algo diferente y no solo ver las heridas que dividió a su equipo.
No fue mejor esta mañana, cuando por fin terminaría con una nueva hazaña para mejorar las cosas, para demostrar que nada debió cambiar. Pero lo hizo.
"Amigo Robin… lo sentimos".
Robin desvió la mirada, mordiendo con saña el interior de su boca, apenas consciente del sabor de hierro, no estaba dispuesto a admitirlo, nunca lo sacarían de su boca. Pero se sintió horriblemente inútil.
Fue tanto su confusión como la del villano cuando él comenzó a ser aislado y sobreprotegido contra cualquier ataque quedando totalmente ileso, enormemente ignorado contra cualquier orden que dirigió Cyborg por encima de su propia voz y todos los demás siguieron. Confundido, casi pierde en la batalla cuando fue salvado por Starfire ante el ataque de Killer Moth en esa oportunidad de tomarlo desprevenido.
Fue extraño para todos, o quizás fue él el único perdido de lo que sucedía hasta que se detuvo. La pelea terminó y únicamente pensó en lo idiota e inútil que quedó al no actuar de inmediato. Pero el solo pensamiento que rondó su mente fueron las palabras de su anterior tutor y la razón de ese cambio radical del comportamiento de su equipo, de sus amigos.
Ya no lo consideraban un igual. Si no a alguien a quien proteger.
No sabía cómo debería sentirse al respecto, desconocía esa pesadez nuevamente presente en su pecho como un hielo frío que ardía en el vacío de sus noches de insomnio.
No sabía por qué dolía tanto.
Y eso era jodidamente frustrante.
"No soy frágil" No soy un Omega.
Con esas palabras murmuradas y sin importarle haber sido escuchado pasó entre sus amigos a las habitaciones, comenzaba a ser común cada vez que se dirigía a ellos.
No soy un maldito Omega…
Robin se detuvo en medio del pasillo, consciente de la distancia entre su habitación y la soledad de los últimos días. Su aislamiento de su equipo, no, de sus amigos cada vez más amplio y evidente. Era incómodo y molesto, pero tendrá que ignorarlo si es necesario.
Miró a su lado, los rayos del sol calentaron su rostro, coloreando los bordes de la bahía de Jump, eran cálidos, cercanos a tiempos de verano. Sin quererlo, las voces del recuerdo llegaron a sus oídos.
"Ciertamente no logro entenderlo. ¿Cómo es que todo este tiempo nadie captó tu aroma u otro fallo antes? ¿Por qué ahora?" Raven alzó la mirada bajo la sombra de su capa poco después reunidos y aceptando su integración de casta; Robin trató de ser ignorante de sus tensos hombros que simulaban curiosidad y no acusación, "Incluso en tu forma de actuar, es distinto a la naturaleza omega. Especialmente el enfrentarte a un alfa".
Robin respiró hondo un par de veces.
"Tiene sentido el defender a los de tu casta, amigo Robin". Había añadido Starfire luego de su mirada caída, por fin viéndolo a los ojos y no fingiendo más complacencia. Pero el líder todavía veía la aprehensión de palabras no dichas en sus cejas fruncidas.
Robin intentó sultimente seguirle la corriente, cerrando los puños lo suficiente como para arrancarse la piel si no fuese por los guantes; pudo sentir algo de humedad debajo de los vendajes. Apartó la mirada de la expresión arrugada de los alfas "... No permitiría que nadie lo sepa. Ser un omega no significa que sea sumiso, no me comparen con el resto".
Todavía no olvidaba la sensación de opresión en su pecho cuando comenzó todo. La caída en esa debilidad al perder el control irremediable de sus emociones, su temperamento aumentaba en contraste y lo consideraba mejor en comparación de tener una caída nerviosa.
"¿Por qué no fuiste con el resto de los omegas? ¿Por qué… evadiste esa ley? ¿Te obligaron a quedarte?". La ácida voz del cachorro hizo endurecer la mirada de Robin. Girar y verlo encogerse y desviar la mirada no fue tan satisfactorio como lo sería con un alfa.
Aún sabiendo de su casta, no evitó que el cachorro-beta sea igual de susceptible a una casta de edad mayor. Es una pena que BB realmente no fue consciente de hacerlo todavía. Seguramente resistiría el impulso frente a un Omega.
Cyborg intervino su reprensión al más joven, tratando de apartar su atención sometida que seguramente no le agradó. Si debe considerar la suave mordida en sus palabras que decidió dejar pasar. " Un omega en el equipo no es algo fácil de digerir, aunque seas nuestro líder, Robin. ¿Sabes lo que has hecho? No, no podemos permitir que esto sea descubierto. Como Chico Bestia mencionó, estamos en problemas". Dió una sonrisa que no llegó a sus ojos, "Pero, juntos, podremos solucionarlo".
Bajo la máscara, el joven omega desvió la mirada, saboreando la mentira descarada y todavía poniendo el corazón en creerles. Robin, en cambio, simplemente asintió sin pensar en nada en particular.
Robin chasqueó la lengua. Obligándose a moverse el resto del camino. Los fragmentos de la conversación luego de aceptarlo como omega y dejarle quedarse en el equipo fluían en su mente cada noche, cada momento de soledad que tenía entre su trabajo que le obligaron a compartir con Cyborg para equilibrar su estrés, según Raven, le daba algo más para incluir lo que cambió a su reciente miserable compartición.
Quitarle parte del trabajo que le corresponde desde su posición como líder hubiese sido suficiente para causarles otro alboroto; sin embargo, los casos policiales que debían ser llenados -fuera de cualquier problema interno, tenían fecha de entrega- ciertamente no estaban en su cabeza para enfocarse más allá que la cuestión de ser un omega abiertamente y verse por primera vez como un foco de atención susceptible y frágil, más aún con el mal trabajo que hicieron sus compañeros de equipo hace unas horas, simplemente empeoró sus patéticas excusas autocomplaciente de que ellos no iban a cambiar en el campo de enfrentamiento, al público, y advertir de alguna sobreprotección repentina al lider humano que demostró no necesitar, hasta que lo vió por sí mismo.
Todos cambiaron su pensamiento de él, debería esperarlo. Debería ser más que hundirse en esta autocompasión infantil y continuar sin cambios y demostrar cuánto no (sí) le afecta, aunque fue él quien empezó a sobre pensarlo demasiado, él quien se continuó apartando los siguientes días, temeroso de reconocer algo obvio. Como si fuese un héroe intimidado. Así que gruñía a cualquiera que se le acercaba.
A los alfas que intentaban una conversación, evitaba al arisco cachorro que pareció tener un cambio de imagen del héroe que admiraba, y volteaba a la poca real y cansada Starfire que deseaba mostrar un optimismo en el equipo inexistente. Y fingía que no le afectaba tales cambios.
Entrecerró los ojos bajo la máscara por el latido de dolor que no hizo tambalear su paso esta vez.
"Debes ir al PPCO, Dick".
Golpeó la puerta al cerrarse, extinguiendo la llama de lanzar algo cercano a la voz pesada y contundente que se quedó en su cabeza hace tanto tiempo, todavía sembrada la duda de sus opciones.
"Pero, ¿por qué no aceptaste ir con los Omegas?"
"¿Te obligaron a quedarte aquí?".
Robin bufó, siseando a la nada "¿Obligarme a ser todavía libre de mis decisiones? Soy un héroe, no necesito la protección de nadie".
No necesitaba a nadie, ni su aprobación ni apoyo.
Pero se sentía terriblemente solo.
/./
"Si Robin cometió un error con nosotros. Nadie garantizaría que vuelva a suceder"
Es el predominante pensamiento sobre los hombros de todos, la preocupación hervía ardiente de revolverles el estómago y perdían el control real de sus acciones por la sola protección. Cada enemigo, cada encuentro público parecía una amenaza latente de lograr descubrirlo ahora. Como si solo una mirada indiscreta a su líder fuese suficiente para condenarlos a todos. Los agotaba mentalmente y ciertamente los gritos de sus errores que Robin les echaba en cara no ayudaba, aunque sabían que tenía razón.
El accidente con Killer Moth fue el primero y el único con una protección tan descuidada. Seguramente esto repercutirá en otros villanos y Robin se pondrá cada vez peor, o eso imaginaban, el líder parecía con una mecha cada vez más corta y desenfrenada. Como era difícil escucharlo con sus gritos y riñas, Robin cambió su táctica, comenzó a pelear por su cuenta desapareciendo de su vista intencionalmente; ayudó en su reputación como una buena estrategia para los villanos y una nueva forma de comunicación sin siquiera mirarse, pero nada agradable en el paladar para el equipo de vuelta en la Torre.
Contrario a sus gritos iniciales, últimamente Robin dio lugar al silencio y miradas cortas ante los reproches del equipo por su actitud. Pero él no hizo caso y los demás no pudieron hacer más que dejarlo ser. Simplemente viendo cómo empeoraba con los días al punto de su aislamiento completo en su habitación o en la sala de entrenamiento posteriormente a sus discusiones que Robin dejó de escuchar o responder. Comenzó a volverse una rutina.
Una tarde, Cyborg se derrumbó en el sillón de la sala de control, bajo la luz anaranjada de un atardecer.
"Esto no está funcionando"
"No, no lo hace, pero debemos continuar e intentar acercarnos" sentenció de memoria Raven, como si fuesen las palabras suficientes para mantenerla a flote del estrés.
Una nueva reunión luego de otra discusión casi acalorada y unilateralmente se dio el comienzo en búsqueda de nuevas opciones. El agotamiento afloraba en sus rostros en distintas magnitudes y diferentes razones cruciales.
"Parece como si trabajara fuera del equipo" Murmuró Chico Bestia, sin el ánimo de hacer algo más que apoyarse contra el respaldo del sillón con los párpados pesados. La noche y mañana agitados contribuyeron en buena medida al malhumor general.
"Como si fuera poco, no permite a nadie acercarse a él fácilmente. Se está aislando". Cyborg sostuvo su cabeza entre ambas manos, vagamente recordando lo baja que estaba su celda de energía.
Raven asintió brevemente "Desde Killer Moth, ha cambiado y tenemos parte de la culpa". Interrumpida por otro bufido y media rabieta de cansancio. Ella dio una mirada a Chico Bestia, perforando al más joven por su desplazamiento por el sillón "Sin embargo, no todos intentamos acercarnos a él".
Chico Bestia alzó la mirada, "¿Ahora que hice?". Por supuesto, todos estarían tan cansados sin opciones que buscarían cualquier punto frágil que consideraron presente, ¿verdad?
No obstante, Raven parecía decirlo en serio luego de considerarlo. Examinándolo como si fuese algún tipo de mamífero que no entiende su propia habilidad para respirar. "Nada, porque desde un inicio pareces particularmente ausente desde que descubrimos la casta de Robin. Estoy segura que él siente ese resentimiento cada vez que aparece en la habitación" No dejó continuar la réplica del chico cambiante. Con un brillo en sus ojos oscurecidos mostrándose como una idea obvia que pareció no haber visto antes. "Puedo decir que Robin tiene razones para apartarse entre alfas, Starfire particularmente por las razones de su poco ánimo. Pero tú eres un cachorro".
Chico Bestia arrugó el rostro, "Ya soy un beta, tengo 14–".
Raven lo miró, ordenándole cerrar la boca. "Uno de aroma no amenazante como nosotros naturalmente, uno perceptible a diferencia de la incógnita y decaída de Starfire. Eres el más joven entre nosotros como para ser una amenaza". Ella inclinó la cabeza, como si puntualizara. "Y, de hecho, necesitamos acercarnos lo mejor que podamos, el aislamiento de Robin puede ser un problema mayor si no actuamos de inmediato".
Cyborg entonces se animó, "¿cómo no lo vi antes? Escuché rumores en mi investigación que los cachorros son puntos tolerables para los omegas. Si un cachorro puede acercarse, puede ser nuestra oportunidad para que sigamos con el plan". Dio un olfateo y miró a Chico Bestia, con una esperanza incómoda para el cambiante "De hecho, todavía se siente el aroma a cachorro claramente".
Antes de otra réplica con el rostro en clara ofensa de Chico Bestia, fue interrumpido. "¿No está siendo una decisión precipitada?" dijo Starfire, con las manos acunando sus propios dedos sobre su regazo y mirando nerviosamente a los presentes. "Incluso antes, Robin siempre fue muy reservado. Puede que forzar a Chico Bestia a hablarle de repente, no sea lo mejor, seguramente lo excluirá".
"No podemos hacer más, se excluirá, tarde o temprano y luego se escapara" dijo Raven, mirando la dirección del ascensor de la torre, imaginando la planta de entrenamiento que mantenía ocupado al omega. "El que no se haya ido todavía es porque seguramente cree en nosotros para seguir siendo un héroe y aparentar normalidad. No debemos perder esa ventaja".
Starfire desvió la mirada y Chico Bestia bufó, "¿Te das cuenta que antes de todo esto, de todas formas, no interactuamos tanto como lo hace con ustedes?".
"Precisamente por eso eres el indicado, sería más fácil para ti acercarte que nosotros". Cyborg se detuvo antes de continuar con el ceño fruncido."Y eres el único que niega abiertamente el solo dirigirle la mirada, y probablemente también contribuya a su aislamiento".
Chico Bestia se cruzó de brazos hundiéndose en el respaldo del sillón, no dispuesto a ser el desahogo a falta de opciones "No lo haré, no haré nada".
Raven le envió una mirada considerativa. "Chico Bestia, comprende. No sabemos por qué actúas así, pero seguramente no será solo porque él es un omega, ¿no?"
"Nos metió en problemas, y no se entregó como debía. ¡Por supuesto que estaría molesto con él por esto! ¡Estamos en peligro y sería mejor que se fuera!"
"¡Chico Bestia!" Cyborg de repente gruñó, suficientemente agotado para controlar su volumen y tono, pero solo pareció enfurecer más al cachorro.
BB se levantó, con las manos expresivas a sus costados. Cansado en la igualdad de no importarle enfrentar a dos alfas. "¡No lo nieguen! También piensan eso, ¿Por qué no se entregó? ¿Por qué lo protegen tanto? Lo mandaríamos al PPCO si estuviese dentro de nuestras posibilidades, pero vimos que no lo está. Así que dejar que permanezca aquí puede que sea nuestro fin". Miró a cada uno, pero solo recibió las molestas de los alfas y la baja de Starfire. Tragó el nudo en la garganta, una vez que empezó no pudo evitar detener el veneno inicial. "Convencerlo de que se entregue no está funcionando, no funciona el plan de Star y parece empeorar. ¿Así que por qué no dejamos que se vaya? ¡Nos meterá en peores problemas si lo encuentran con nosotros!".
"Aún si lo hace, estamos involucrados. Todos quienes son cercanos a él. En lugar de dejar que incremente las posibilidades de ser descubierto mientras está solo y repercuta con la caída de la reputación de los cercanos héroes a él, el riesgo es mayor a estar aquí, con nosotros, donde podemos protegerlo" Respondió Cyborg con el ceño fruncido cuando estaba claro que Raven meditaba para no salirse de sus casillas con el cachorro.
"Pero- "
"Chico Bestia, si tanto deseas terminar con todo esto, sería mejor que esto salga como fue planeado. Tu actitud no es de ayuda, necesitamos mejorar su colaboración para que asista a voluntad a ese lugar de protección de su casta, es la única manera de dejarnos sin riesgo". Gruñó ligeramente Raven, el menor bajó las orejas ante su tono de insistencia y regaño de la alfa. No era del todo brusco como sucedió con Robin, notándose su esfuerzo de reprimir la voz de mando. Aún así, el ceño fruncido era suficiente.
Entendido el mensaje, con el rostro arrugado de pesadez adolescente bajó del sillón y, encorvado, fue a la habitación del omega, consciente de las miradas del resto perforando su espalda y el mensaje subliminal de hacerlo de inmediato.
Gruñó internamente, en ocasiones deseando ser un alfa y no un simple beta en proceso, pero considerando la balanza de suerte de otros, estaba feliz de ser un beta.
Llamó el ascensor, esperando perezosamente para ser dirigido dos pisos más arriba, tomaría las escaleras para lograr mayor tiempo, sin embargo no reservaba las energías luego de otro día de largas luchas contra el mal, la villanía y las peleas verbales contra el terco omega encerrado nuevamente en su habitación luego de su entrenamiento, consumido con su trabajo de detective y soledad que solo él soporta.
Todos notaron últimamente las excusas de Robin con el trabajo en lugar de pasar tiempo con ellos, sería entendible, pero también destacaba su poca voluntad de creerles totalmente. Y por si fuera poco, parecía un atrevimiento de su parte seguir actuando contrario a su propia casta cuando todos lo saben, o, en realidad hay una razón mayor, supone.
Se pregunta si los demás vieron eso, que quizá nunca tuvieron la confianza del omega para empezar a convencerlo, era más astuto y su sentido detective perspicaz. Lo que también lo lleva a cuestionarse por qué Robin se encuentra todavía en la Torre si fue razón suficiente para escapar de Batman. ¿O solo fue una burla de confianza para leer sus acciones frente a un omega en el equipo o simplemente el omega confiaba en que terminarán rindiéndose para aceptarlo con su casta y sus problemas que conlleva? Después de todo ya están muy manchados por seguir ocultándolo. Cerró los puños. No sabía qué pensar si fuese el caso.
Sacudió la cabeza, resoplando por los timbres del sonido musical del ascensor, demasiado nervioso para detener el tic repetitivo de su talón. Elevó la mirada, y frunció el ceño recordando las palabras de Raven, sin querer comenzó a pensarlo un poco, considerando ser la causa que Robin sea el objeto de miradas furtivas del anterior chico sonriente adicto a los videojuegos y a la comida vegana, y lo que realmente podría importarle a un omega.
Realmente, ya es un beta, y no conserva muchas expectativas que esto salga bien por su aroma aún cambiante al de una casta lo suficientemente común y cómoda. Pero los omegas son criaturas muy sociables y amables por naturaleza, que haya o no un cachorro cerca, -no propio-, no debería interesarle.
Con las peleas constantes que tenían por la batalla, Robin dejó de tener el impulso de acercarse antes de aislarse por completo. Desconoce si los demás fueron conscientes los días siguientes de aceptarlo en el equipo como omega. Algo le dice que fue el único, lo que resulta en morder su labio inferior. Una pequeña culpa en su interior le pedía una disculpa al líder y héroe que admiraba pero viéndose opacada desde el conocimiento de su casta por el miedo de sus recuerdos tallados en su carne.
Es difícil pensar que esa sola verdad provocó un derrumbe en toda esa amistad, sinceramente, nunca lo hubiese imaginado hace unos meses. Pero él tenía sus razones, y no pudo evitar tener cierto resentimiento hacia el omega por el completo cambio que causó en sus amigos.
No obstante, extrañaba el equipo de antes…
Sacudió la cabeza al escuchar el timbre del ascensor al llegar al piso deseado.
Inhaló y exhaló profundamente antes de salir, los nervios lo llenaron luego de recordar un poco de cómo fue su trato particular con el omega y su conducta con el resto hace unas horas. No se sentía su aroma, lo sabía, -tan secreto como su identidad tras la máscara de dominó-, pero cualquiera podría descubrir por su cuenta que su sola expresión era dura e intimidante como la de un alfa. Culpaba a su mentor -obviamente alfa- por esa particularidad aprendida seguramente desde cachorro y conservándola siendo omega… iba en contra de todo lo que sabía de esa casta en peligro y urgente de protección.
No entendía por qué era tan necio en aceptar que era especial, tanto, que era un peligro para los demás.
Quizás Batman y su educación tuvieron algo que ver.
Tragando saliva ruidosamente, dejó de divagar de sus preocupaciones reales y se paró frente a la puerta de Robin. Irónicamente, estar solo con el omega no pasó por su mente cuando se dispuso a llegar y mucho menos hablar. Si lo que decía Raven no funcionaba, sin admitirlo a voz, y contrario a sus acciones hasta ahora, realmente esperaba no terminar en el lado arisco del omega como los alfas. Seguía siendo un omega, y sabía que un omega no debería de ser dejado tratando solo con sus problemas, dependían de su manada para acompañar su estado de ánimo y de salud.
Y aunque no le agrade la idea, sin saber del verdadero aroma del omega para darles una idea de cómo tratarlo, el rechazo al mismo omega puede que lo esté afectando y nadie lo sabría. Demasiado terco incluso cuando se rompió el brazo.
Elevó la mano enguantada y conteniendo brevemente la respiración, se atrevió a tocar.
No hubo respuesta.
Esperó un poco más, pero su atención completa al interior de la puerta no percibió el mínimo movimiento.
Al paso de un par de minutos, se atrevió a hacerlo nuevamente. Terminó en lo mismo.
Un poco más relajado, alzó la ceja con extrañeza. Raven estaba al pendiente de Robin por lo que alertará si escapó nuevamente de la Torre. ¿O estará dormido? ¿Se quedó en la sala de entrenamiento? Aunque según su horario, debería estar de regreso. ¿Quizá en la terraza? ¿En alguna otra parte de la Torre? No era tan factible, al inicio dejó incluso de entrenar cuando ellos despertaban. Todos se dieron cuenta de su manía madrugadora y le dieron su espacio. El entrenamiento ahora se limitaba a ignorar sus protestas de su enfrentamiento contra los villanos.
Posiblemente, entonces, lo estaría ignorando como sucedió con los demás. Pero no recordaba que el omega se fuera hace unas horas lo suficientemente furioso como para no destinarle una respuesta si interrumpía su trabajo, o puede que no lo haya expresado. Si ese es el caso, no hay nada que él pueda—.
"¿Qué haces aquí?"
Chico Bestia saltó de su piel. Encuadrando los hombros e irguiendo la espalda. Giró rígidamente al omega tras suyo, Robin mantenía archivos en su brazo y la mirada plana naturalmente expresada por su máscara. Se retrasó en su camino a su cuarto, entonces. Sospechaba que Raven ya sabía de este desenlace para no pasarse de alto su encuentro.
Dio una mirada indiscreta a los papeles, casi seguro que Cyborg los guardó en su habitación esa mañana, era su turno de trabajar en ellos. Bajó su mirada cuando el omega presionó un poco más los papeles contra su pecho.
Toda la energía con la que vino junto a sus planes terminaron eliminandose de su cabeza.
"Uh, bueno yo…"
Lo intentó, pero hablar directamente sin nadie del equipo cerca pareció dejarlo en blanco e incomodar el ambiente al pasar los minutos entre sus balbuceos. Reprochandose a sí mismo por esa primera impresión desde sus gritos de acusarlo como omega y sus problemas.
Chico Bestia finalmente mandó a volar la razón de su llegada y esperaba algún grito de salir de su camino en medio de su habitación y terminar en un fracaso y posible inclusión de quienes el omega no deseaba ver, no le impresionaria, se dijo a sí mismo. Fue su sorpresa creciente y desconcierto al paso de los segundos cuando no llegó, tampoco sintió ese ambiente tenso como sucedía con los demás, esa arisca expresión de piedra de Robin no apareció. Sus hombros bajaron, la tensión desvaneciéndose de su cuerpo al darse cuenta, el poliformo desvió la mirada.
Seguramente viendo su mirada de cachorro pateado y profundamente perdida, Robin se permitió un ligero suspiro y una sombra de una sonrisa que Chico Bestia no se perdió, pero contribuyó a confundirlo aún más. Fue suficiente para romper su burbuja, como un permiso para verlo con atención y sin vergüenza.
"¿Deseas algo, Chico Bestia?". Preguntó con un tono jovial y amable, como si no hubiese sido sujeto de regaños hace una hora con otro fiasco de atraco villano. Una diferencia que chocó un poco con el poliformo, a diferencia de las últimas semanas, casi olvidó cómo hablaba su líder tiempo antes. Robin bajó la mirada a los reportes de la policía, una parte que - tal vez- le correspondía, manteniéndose ocupado fingiendo ordenar algunas páginas en espera de una respuesta.
Sin ningún margen de impaciencia o poca impresión como acostumbró al hablar con Raven o Cyborg, incluso con Starfire, -el omega siempre estaba deseoso de correr y evitarlos sin importar verse en ocasiones como un intento propio de malhumorarlos-.
Alzó una ceja al pensar en esos detalles. Chico Bestia fue el cómplice de ver cada una de esas interacciones la mayoría de las veces, tenerlo allí, calmado y apacible, como si nada de las últimas semanas hubiese sucedido y fuese realmente el alfa que irradiaba confianza y su admiración, lo desconcertó.
El más joven sacudió la cabeza, poniéndose al día correspondiente a la normalidad que extrañaba "Bueno, no, en realidad. Sólo pensé que…" Tropezó con las palabras, sintiéndose irremediablemente frustrado. ¿Qué debería decirle? Ellos mencionaron algo de acercarse al omega, como si fuese la terapia más obvia al problema que los pisaba, honestamente, lo hubiese evitado empezando con la definición 'como acercarse' para empezar, y no ir directo a la búsqueda de iluminación en el camino. Sacudió los hombros del peso repentino balbuceando un pensamiento que no debió llegar a los oídos del omega "L-los demás me obligaron a hacerlo".
Robin se detuvo. Y Chico Bestia se pateó a sí mismo bajando las orejas. Encogiéndose internamente, ni siquiera se le ocurrió cambiar a una excusa, porque volvió a arruinarlo, ¿Cierto? Solo tuvo una misera oportunidad para no volverse del lado malo del omega y él solo tenía que–.
"¿Te obligaron?" Esta vez lo miró entrecerrando los ojos, bastante reconocible incluso bajo la máscara.
Por suerte, Chico Bestia no se encogió ante los signos de un cercano arrebato de molestia, como la vez cuando el equipo lo siguió al principio de sus escapadas, fallando en el sigilo; o alguna otra forma de cerrarse a hablar con los alfas. No sintió la necesidad de hacerlo, de hecho, sorprendentemente esta no parecía dirigida precisamente hacia él, lo que de alguna forma lo alivió y extrañó. Dándole la seguridad suficiente de ser honesto con la decencia de verse avergonzado.
"Sí, más o menos lo es. También es mi culpa, en realidad" ¿Realmente estaba diciendo esto? Inhaló profundamente, soltando la tensión de sus hombros. De pronto no pareció que estaba hablando con su líder o alguna imagen de resignación o culpa. Solamente con un inmenso cansancio de repensar las cosas. "Escucha, Robin, lamento haberte ignorado todo este tiempo, es solo que tuve una crianza sobre los omegas que, uhm. No debería haber dicho eso" Murmuró lo último, pese a no realmente sentirlo así, "Yo sólo… lo lamento".
El nuevo silencio se extendió, sin embargo, fue cómodo y respirable. En alguna parte de Chico Bestia se preguntó por qué exactamente estaba haciendo esto. Viendo la máscara del omega en un profundo pensamiento, finalmente sus labios se movieron en una línea apretada.
"... Entiendo. Creo que dije suficiente sobre por qué sigo como héroe y no seguí como otros omegas. Pero no altera a nadie saber su casta. No significa nada" Pese a repetir esas palabras anteriormente con mayor persistencia para hacerles entender, ahora se sentía como un hecho con el cual Chico Bestia asintió sin más.
"Yo, lo sé hombre. Lo sé, lo dejaste muy en claro". Encorvó sus hombros, pasando una mano por su nuca. Robin suspiró por lo bajo.
" … No te preocupes por nada Chico Bestia. Entiendo que es común cambiarte así por esto".
Chico Bestia lo miró ahora, deteniendo sus movimientos nerviosos. Tratando de no lucir culpable.
"¿Cambiar?" Gesticuló para sí mismo, con la idea de que el omega realmente comprende sus acciones y las soporta, Robin de todas formas asintió.
"No debería haber afectado en nada, de hecho, nuestra relación como equipo. Pero lo hizo, principalmente en el campo de batalla. Por eso, no tengo nada contra ti Chico Bestia" El menor se apartó rápidamente cuando Robin se acercó a la entrada de su habitación para abrirla.
Sin embargo, apartando el alivio que desató su pecho por esas palabras. Recordó la apariencia de los demás titanes en la sala de control, el poliformo tuvo el impulso de decir suavemente, como si de esa manera lograría evitar cualquier enfurecimiento y seguir con la pasividad hasta ahora, "Todos están preocupados por ti, Robin. Sólo desean ayudarte". Dudó.
Robin se detuvo por un mínimo momento cuando la puerta se deslizó. Chico Bestia no pudo ver su expresión a espaldas como estaba.
Sintió la amargura en la voz del omega que salió como un siseo. Casi de inmediato el ánimo de Chico Bestia decayó.
"... Lo sé, pero es mejor que tú no te esfuerces" Chico Bestia lo miró, "Buenas noches" Y la puerta se cerró tras suyo, en el rostro del cambiante y las palabras en la boca.
Chico Bestia observó la puerta por unos buenos minutos antes de salir de sus pensamientos. Luego de otro momento de vacilación, terminó alejándose de vuelta a los demás, seguramente esperando algo distinto a una excusa y vaya que la tenía.
No sabría decir que esto es un avance.
Los pasos se alejaron, Robin esperó lo suficiente para confirmarlo, se apartó de la puerta y se dirigió a su escritorio, la sección de trabajo de su cuarto se encontraba doblemente llena de papeles a diferencia de semanas antes. Aislarse un poco y tener un lugar donde concentrarse para ignorar los problemas existentes dio paso al sitio de trabajo, le daba algo para tener en mente en medio de discusiones que no servirían de nada más que agotarlo. Necesitaba todo de sí para ayudar a atrapar a algunos villanos en actividades extrañas incluso antes de dar un golpe, fue lo que se convenció mentalmente.
Bajó los papeles que cargaba, casi tirandolos, completando el desastre de información y artilugios sueltos en cableado y progreso lento de robótica y tecnología en los que trabajaba, por ahora, no importaba tanto el orden. Giró la mirada tras suyo, la pared continuaba los pedazos de recortes de periódicos y marcadores señalando acusadoramente algunos lugares en el mapa y personas implicadas con callejones sin salida tachados. Lo que comenzó a frustrarlo ahora tenía un nombre.
"Slade" siseó con cansancio, arrugó el entrecejo a través de su máscara cayendo en su asiento. Con los dedos en la sien por el dolor de cabeza y noches de insomnio.
Prácticamente con encuentros y señales siempre diferentes pero sin falta en cada misión. Como si anunciara su presencia y vigilia cercana que prontamente llegó a colmar la poca paciencia del líder de los titanes.
Plasmus y Cinderblock, gran medida de destrucción masiva aparentemente aleatoria y la aparición del Hive no eran más que para medir sus fuerzas como equipo. Encontraba las señales, frecuentes. Esta mañana un par de robots del hombre y una grabación a su persona una vez que terminó la pelea.
Alejado de los demás, nadie cuestionó algo distinto sobre sus profundos pensamientos al regañarlo, era lo mismo de siempre, cotidiano y estaba seguro de que pronto llegarán a ignorarlo. Quizás sea lo mejor, podrá trabajar mejor.
Aparentemente los titanes no parecieron verlo con ojo crítico frente a sus narices, más enfocados en los problemas internos como equipo, él también lo estaba, sin embargo, como héroe también debía de ignorarlo si era necesario. Y esto no era algo por ignorar y considerarlo como otro delincuente en búsqueda de dinero o algo de atención en las calles.
Tomó algunos papeles, unas fotocopias e impresiones y la información de robos en las últimas veinticuatro horas tomadas del centro policial de Jump City. Los archivos recopilados de las últimas semanas no precisaron ninguna pista por seguir, sin algo por donde empezar, esperando que sea distinto el informe de hoy. Estaba llevando más tiempo del que le gustaría en un caso sin ninguna alteración de la información básica general desde que empezó.
Comenzaba a detestarlo, no solo a este hombre tras la máscara que burlaba todo su trabajo como si fuese un novato, sino también el equipo perdido y fracturado por su culpa.
Desvió la mirada, un periódico apartado debajo de todas las páginas de información, lo leyó hace dos semanas, poco después del accidente con Killer Moth, y no lograba quitárselo de la cabeza. No tenía una solución temprana para remediar los problemas con los titanes ni con un villano en potencia, no tenía tiempo para nada más. O eso quiso creer.
Bruce no contestó ninguno de sus mensajes.
Pudo haber considerado al hombre cualquier cosa, la ira hervía cada vez que recordaba esa pelea que continuaba siendo la causa de las amistades y cercanías a una familia, un lugar a dónde pertenecer, romperse por solo saber su casta. Bruce seguramente le haría recuerdo su sermón y la razón que tuvo.
Le gustaría que esa misma rabia continuase después de todo lo que sucedió cuando se fue de Gotham. Pero no podía simplemente tragar las espinas sin encontrar ese sentimiento como el que tenía derecho a sentir, similar a lo hizo en el momento en que Bruce no dio lugar para más explicaciones por sus acciones de continuar siendo un héroe.
Le gustaría saber si verdaderamente tuvo un lugar en la mansión. Bruce no coopera en respuestas o acciones y sinceramente no desea molestar a Alfred, no ahora. Solo podía imaginar cómo está la mansión, que alteraciones habrán desde el día en que se fue.
Si no significó nada allí.
Dudando, se pasó los dedos por los ojos, y deslizó la nota de primera plana del periódico de Gótica hacia una de sus gavetas cubriéndolo intencionalmente de material policial que Cyborg volvió olvidar llenar.
No se debe permitir caer en los problemas en otra ciudad. Para eso debería terminar primero con esto.
Giró a los pedazos de periódico colocados en el muro. Los dedos enguantados tanteando una esfera de holograma que todavía faltaba grabar mientras fijaba las palabras escritas en el papel.
¿Quién es Slade?
Tenía un plan, uno que podría resolver dos pájaros en un tiro. Podría decir que equivaldría una razón de su ausencia a su equipo, pero con esto les demostraría la capacidad de resolver el crimen a su altura, sin necesidad alguna de un superpoder o una casta de privilegio. Volver a cómo era antes de todas esas miradas mal disimuladas en un ambiente tenso dentro de la Torre.
Cyborg hace unos días pidió si considerara quedarse en la Torre mientras salen, al menos en algunas ocasiones debido a la intranquilidad que sufren al no permitirse quedarse a su vista, ayudarlos en la distancia, le corrigió con una sonrisa desagradable, pero el moreno asintió como si fuese mordido por un perro y debía tragarse sus protestas. Entendiendo que se vaya a la mierda si consideraba siquiera obligarlo a quedarse.
En el fondo, la claridad yacía en protegerlo o apaciguar sus nervios en el combate, o controlarlo. No sabría decirlo. Pero ahora hay una excusa para darle una respuesta cierta a Cyborg, era más seguro para todos, necesitaba todo de sí si iba a desarrollar este plan, un sutil "te haré caso por ahora", puede que sea sospechoso, pero el trabajo que llevaba a cuestas estos días sería suficiente para ignorarlo un tiempo.
Desde luego, la grabación de esa mañana al quitar la máscara de uno de los sladebots sugería paciencia. No lo soportaba. Con suerte, Starfire no vio nada extraño cuando fue a ayudarlo a derribarlo en las costas.
Stafire…
Volteó de reojo a la fotografía enmarcada en su escritorio, conformada por todo el equipo luego de las primeras misiones exitosas como los Jóvenes Titanes, no se atrevió a desviar la mirada o guardarlo en sus cajones. Se suponía que era un buen comienzo, un grupo de jóvenes héroes con la capacidad de poder continuar por este camino de ayudar a los más débiles, siendo el comienzo de más integrantes al paso del tiempo.
Se rió de sí mismo por la esperanza de volver a esos días sin la necesidad de seguir demostrando algo. Por más que arañara esa creencia al paso de los días.
Sin embargo, nunca esperó que todo esto terminara así.
Tomó la fotografía, sintiéndolo a través de sus guantes. Su ánimo decayó súbitamente y se permitió reflexionar la superficie, como una raspadura abierta. No permitiría que Chico Bestia lo viera o cualquiera de su equipo, no lo mostraría a nadie más, en particular. "Era el plan de Star…".
N/A: ¡Hola! les aseguro que esta vez me verán más tiempo para esta historia.
Sólo un aviso, ¡edité toda las historia! desde el inicio, hay algunos cambios que pueden resultar significantes, espero pasen a leerlo.
