Había anochecido hace bastante tiempo, y honestamente no planeaba quedarse hasta la madrugada con alguna cuestión de adelantar sus investigaciones. No cuando acabó con su trabajo retrasado por fin enfocado y decidido a dormir para no pensar, terminó teniendo insomnio hasta que se forzó a moverse para hacer algo al respecto.
Robin mantuvo una imagen vaga y apagada, con el rostro iluminado por la pantalla de su ordenador en medio de la oscuridad y escuchando en su habitación insonorizada la conversación entre sus compañeros de equipo. No estaba particularmente orgulloso de hacerlo, pero hackear los sistemas de cámaras de vigilancia dentro de la torre que Cyborg y él habían desarrollado fue bastante sencillo y le dio un recuerdo de sus manos inquietas hace mucho tiempo con la computadora de Batman, prácticamente se excusó con hacer mantenimiento y mejoras, pero no pudo evitar seguir con su línea de pensamiento inicial del que ahora se arrepentía.
Sus dedos se movieron al ícono en medio de la pantalla, rebobinando la parte seleccionada y alargando su dolor que rechazaba sentir.
Lo esperaba, realmente lo hacía, era lo más lógico entre todo el esquema de las cosas y la actitud de ellos. Arrugó el entrecejo al reconocer que no había sido suficiente.
Pulsó para que quede en pausa para pasar sus manos por su rostro y despeinado su cabello hacia atrás, la máscara se había ido, sacada antes de su intento fútil de acostarse temprano, la cabeza le latía presionando su cerebro y su vientre permanecía un poco sensible. Pronto su humor seguramente cambiará a cosas más sensibles y dolerá más ponerse excusas para salir de las conversaciones con los demás titanes. Normalmente, y en lo que no deseaba pensar, era que acostumbró sin pensar para estos días dejar de lado el trabajo y acompañar lo más que pudiese a su equipo, todos siempre lo tomaron como un descanso satisfactorio de trabajo y las salidas por el simple ocio aflojaban el trabajo de héroes y protectores de la ciudad para comportarse como simples adolescentes. Siempre fue cuidadoso de no dejarse llevar por el gusto de la compañía cálida, y nunca tuvo problemas antes.
Tomandolo como respuestas suficientes para aliviar sus dudas en su insomnio desde su encuentro con Chico Bestia en su puerta, se determinó a hacer mantenimiento, a Cyborg no le debería importar y posiblemente no lo note hasta que exista una alarma, para entonces puede que no cuestione acceder al sistema. Trató de no pensar que Cyborg bien pudo haberlo quitado del registro de acceso, no debería seguir pensando en los límites de sus acciones, aunque no alivia que lo hagan en un tiempo y este fue un simple olvido de sus capacidades.
Saboreando su paladar, bufó para sí, olvidó la cena. Pero nadie intervino esta vez para el recuerdo. Se levantó de su asiento y casi se arrastró a la puerta, ahí, se encontró con un plato frío a sus pies. Inhaló y exhaló, estaba a punto de ir a la cocina para tirar la comida y conseguir algo para comer cuando un pitido distintivo detuvo sus acciones.
Giró y cerró la puerta para que el sonido no se extienda a los pasillos.
Se acercó cauteloso a la pantalla devuelta, ya no apareciendo el sistema en código, sino reemplazada con la imagen azul y vibrante dañina a los ojos de la videollamada entrante,
Nunca admitirá bajo amenaza de muerte el estremecimiento de emoción que lo recorrió. Pero en segundo lugar, llegó la confusión e interrogativa, cautelosamente dio una mirada al cajón con las noticias de Gotham antes de volver a su asiento tomando la computadora portátil sin molestarse en cubrir sus ojos, solo se arrepintió cuando la pantalla vislumbró la habitación del otro lado iluminada con suaves luces del toque cálido de la mañana, y un pelirrojo caucásico de ojos verdes traviesos se asomó con una amplia sonrisa gustosa que desapareció al verlo. La preocupación en el rostro de su amigo de la infancia de pronto amargó su humor.
"¿Dick? ¿Qué te pasó?". Había desconcierto en el mismo modo que duda en sus palabras, como si cuidara algún arrebato que Robin muy pocas veces tiene frente suyo.
Dick se masajeó los ojos, un intento casual de cubrirlos. Con la vergüenza interna de su descuido al olvidar su estado de insomnio cubierto por su máscara.
"No es nada Wally, solo… lo de siempre" murmuró entre dientes por la penosa excusa, incluso con temporadas de detener villanos sin descanso y patrullajes nocturnos, siempre gozó de una energía revitalizada a la hora de compartir con sus amigos más cercanos cuando estaba en Gotham.
Su escape de Bruce tan precipitadamente acogió varias preguntas de Roy y Wally que todavía evadía y ellos simplemente respetaban, con mayores preocupaciones en dónde se quedaría que otra cosa. Especialmente cuando logró conseguir un equipo y una torre financiada en parte por Bruce, cada uno se metió en lo suyo. Sus llamadas fueron esporádicas y cortas, y hasta ahora no pudieron volver a reunirse como en los viejos tiempos.
Wally frunció el ceño. Dick no creía que realmente se viera como un desastre, pero incluso si alguien tan despistado en detalles como Wally consideró grave, hablaba por sí solo.
"¿No dormiste un mes al menos?" pareció ser un intento de aligerar la tensión que salió en una mueca. Pero luego lo miró con reproche, Dick estaba harto de esos, mirando la pantalla entre sus dedos. "Dick, no escuché ningún problema de Jump, ¿pasó algo con tu equipo?". Si sucedió otra pelea interna era subliminal, en las pocas veces que hablaron, Dick compartió algunas de sus más grandes disconformidades de adecuarse como equipo al inicio de coordinación y órdenes o pleitos con Cyborg y su naturaleza de mando. Ambos sabían que nunca fue tan grave.
"Eso es lo de menos". Despidió restándole importancia. Sin soportar la mirada de su mejor amigo, acuñó los papeles de su trabajo desordenado frente suyo, un vano y obvio intento de distraerse. Sin deseos de que su noche (¿día?) termine empeorando con lo que le quita el sueño, habló en voz plana por el silencio. "¿Cómo te va en Central? Escuché de tu misión con Barry".
Wally no siguió el juego, en cambio, lo miró por un rato más, evaluándolo como si detallara internamente las razones evidentes de su descarada mentira, pero finalmente suspiró hondo hundiéndose en su asiento, Dick también lo hizo internamente, no interrogaciones por ahora, parece. No hubiese tenido tanta suerte si Roy estuviese presente.
Su alivio duró poco.
"Bien. Pero no creas que no le diré a Roy en nuestro siguiente encuentro".
Dick se encogió de hombros, fingiendo no estremecerse por el lío que vendrá en una próxima llamada insistente a su portátil o a la sala de la Torre para cuando Roy esté libre de acumular las razones de gritarle y exigir respuestas. No era inquietante particularmente, nunca le molestó la protección de sus amigos al ser el más travieso y joven de los tres de niños, sin embargo, luego de casi dos años, desde que se convirtió en omega, pensar que volverían a esos recuerdos cada vez se vieron más como un sueño lejano e inalcanzable.
Se mordió el labio inferior al considerarlo, nunca adentrándose mucho en este rumbo particular de pensamiento que llevaba al miedo del rechazo y la esperanza. Demasiado pronto, las miradas y actitudes de los titanes llegaron a su mente como un castigo a cualquier optimismo de su parte.
Cometió un error con ellos, y de alguna manera tendrá que repararlo, pero esa casta nunca saldrá de sus labios. No creía soportar lo que encontraría, los radicales cambios que habría, destruyendo todos sus recuerdos de cachorro, jamás se lo perdonaría perderlos por eso.
"¿Dick?" Los ojos aciano parpadearon, retomando la voz de Wally quien poseía nuevamente la cavilación en sus rasgos.
Dick empujó al fondo de su mente esa espiral de temores para más tarde. Sonrió suavemente para apartar los papeles organizados. No habló por un rato, todavía decaído y rígido. Wally sintió esa reprensión indudable al verla reflejado en sus ojos absurdamente expresivos, por lo que tuvo que romperlo con una exhalación profunda de derrota, obligar con la mirada no era para él y ciertamente no lo suficiente para presionarlo de culpa, no como cuando aguantó el peso de Bruce casi a diario.
"Si lo deseas, puedo ir esta semana a Jump y–".
"No lo hagas", cortó suavemente, aunque de todas formas paró a Wally en seco, mirándolo como si de todas formas lo hubiese esperado y aun así lo entristecía, Dick lo miró de vuelta sin inmutarse. "Estás todavía en una misión con Flash, no puedes irte por una llamada de otro adolescente que puede cuidarse solo".
Wally alzó las manos, en rendición, "Lo sé, lo sé, Dick. No cuestioné eso. Todos saben que puedes hacerlo" amortiguó las palabras que pudieron picar a cualquier otro. "Tienes razón de que no me permitirán una salida pronto, pero incluso si pudiese, yo… perdón, estoy preocupado, eso es todo", se rascó la nuca. Y esto pasaba en ocasiones, les guste o no, ya no eran los mismos niños que podrían reunirse fácilmente por las constantes reuniones de la Liga.
Cambiaron con los años con sus responsabilidades, ya no todo se convirtió en un juego para bromear y no había tutores tan pendientes por cachorros curiosos y sin sentido de autopreservación, en su línea de trabajo ahora dependía más de sus capacidades individuales para separarse de las sombras de sus tutores. Wally soportaba criminales peligrosos al lado de su tío, escuchó que Roy se separó totalmente de Oliver, pero era el mayor entre los tres y le iba mejor actuando por su cuenta. La mudanza de Dick a la ciudad más alejada de Gotham repentina y sin razón aparente, logrando forjar un liderazgo entre metahumanos, por confianza de años, no hubo preguntas.
Se convirtió en el punto intermedio de destreza, capacidad y bufonería entre los tres. Con su salida, Wally y Roy tuvieron más problemas de compartir cualquier actividad que disfrutaban juntos, eso en palabras del mismo Roy una ocasión.
No por primera vez, hubiese deseado quedarse solo por ellos.
Sacudió la cabeza, no, de haberlo hecho, igualmente los separarían y su imagen de él sería destrozada.
Sin embargo, ya no eran tan cercanos como conocer cómo dirigirse con cuidado entre pedazos de vidrio. Wally siempre fue más paciente y delicado con ese aspecto por sus explosiones violentas y defensivas desde que se mudó a Jump debido a su estrés de casta para parecer todo menos omega.
La mirada amable desinfló todos los muros de él, de todos modos. "No, yo lo siento" bajó la cabeza, y desplomó los hombros, sin la valentía de verlo a los ojos por desatarse con Wally tan descuidadamente luego de meses de no verlo. No era su merecido encuentro, y no tenía la energía de salir con palabras más disfrazadas. Terminó siendo honesto, "fueron unas semanas… difíciles. No tenía por qué desahogarme contigo, perdón".
Wally lo miró, y parecía desequilibrado, pero entonces saltó de su asiento y si estuviese personalmente a su lado seguramente hubiese palmeado su espalda. Su rastro vibrante de energía no desaparecida desde niños volvió a su ser, alivió a Dick y agradeció en silencio el cambio. "¡Je, no te preocupes por eso en absoluto! Mejor dime, ¿cómo le fue al niño botas de duende y su pésimo retrato de ropa de adulto?".
Dick frunció el ceño, ignorando la risita de Wally, "Era un niño".
"Y un traje de disco muy feo. No puedo evitar imaginarte vestido con eso" añadió Wally coqueto y rió más fuerte con el erizamiento de Dick.
Dick sonrió. Bueno, se lo merecía.
Pasó un tiempo entre su intercambio, los minutos pasaron y pronto Wally hizo notar ello.
"Eh, no lo dije antes, pero tenía la esperanza que lo supieses. No madrugaste hoy con alguna investigación, ¿verdad?" dijo casualmente Wally jugando con un lápiz entre sus dedos. "California es dos horas más temprano".
Fue cuando Dick volteó a la ventana que iluminaba el resto de su cuarto, los primeros rayos del sol se asomaban coloreando en tonos naranjas y rojizos, lejanamente pensó que despertaba a esta hora para verlo encima de la torre en ocasiones con sus amigos. La punzada fue más suave y contento con eso se alzó de hombros, más despreocupado que al inicio de la noche. "Tenía insomnio, de todos modos".
Wally sonrió, "me sorprendió que contestaras, aunque no haya muchos movimientos delictivos y villanos temibles en Jump". Desvió la mirada, su postura cambió de repente y Dick se encontró entrecerrando los ojos por su dubitativa.
El Chico Maravilla se cruzó de brazos y apoyó en el espaldar de su silla, sabiendo que en cualquier otro momento seguramente su humor se convertiría en un ceño fruncido, ahora, no obstante, no había en él que le preocupara. Ya pensando en la respuesta.
"Esta vez no llamaste simplemente para hablar cosas banales, ¿cierto?". Mencionó más calmado de lo que quiso, Wally lo miró culpable.
"Sí, yo, honestamente esperaba que no tomaras la llamada. Sería una mejor excusa y prueba para Roy". Se apoyó en el escritorio encorvado. "Fue él quien me lo dijo. Lo lamento, no lo sabía y todos estábamos preocupados por cómo lo tomaste. Tuve que llamarte porque Roy estaba ocupado".
Wally miró a otro lado en nerviosismo para finalmente captar sus ojos que todavía lo miraban como si hablara de algo que anticipaba, "Jason no es un mal chico, ¿sabes?".
Fue la cosa mala de decir.
"¡Ey! ¡ey! Dick no es, no es para simplemente excusarlo ni nada por el estilo" levantó las manos como si eso pudiese apaciguar un golpe en el rostro, o con la prisa de evitar que corte la llamada. "Joder, bueno, sí, ni siquiera supiste que fue adoptado hasta que se publicó como compañero de Batman pero–".
"¿Pero qué, Wallace?". Mordió, cortando su balbuceo que pronto salió de control.
Dick se tensó como piedra y el gruñido en su garganta fue audible incluso antes que se pusiera a pensar en todas las implicaciones de haber conocido al único adoptado por Bruce. Fue instintivo y se encontró aturdido por esa respuesta. Las increíbles ganas de esconderse entre sus brazos fueron sofocadas únicamente por su costumbre de ocultarlo detrás de la rabia contundente que identificaba como una amenaza. ¿De qué exactamente?, ni siquiera lo sabía.
Los hombros de Wally se desplomaron en derrota, como si estaba a punto de romper algo que prometió no tocar con solo escuchar su nombre completo. "Roy fue quien lo supo primero, eh, acompañó a Oliver a la mansión y lo conoció cuando se publicó su adopción. Uh, me lo dijo después y todo, se llevan bien. Honestamente, pensamos que llegarías a la mansión en cualquier momento. Pero después de algunos meses, y la noticia de tu nombre devuelta en Gotham supimos que si no llegaste antes, ahora podrías meterte en problemas por tu forma de actuar…" lo miró, "precipitada".
Dick se le quedó mirando con los ojos fríos, con el mismo tipo de juzgamiento en un tribunal de sentencia a un hombre homicida diciéndose ser también una víctima. No era agradable, y aunque no tengan un vínculo de sangre, Dick aprendió del mejor en este tipo de apuñalamiento silencioso.
Wally tragó duro, trató de balbucear algo más, pero fue cortado cuando Dick habló, de la forma más tranquila y sin atisbo de la ira que sus ojos perforaban. Lo que le dio un aire más aterrador.
"¿Te aseguras que no vaya a molestar a Bruce con su hijo que robó mi nombre?".
Wally lo miró, con los ojos abiertos e incrédulos. "Yo–, Dick, eso no-".
"Es un alfa" interrumpió, sin pensar, entre todas las conjeturas que llegaron a su mente. Una sonrisa amarga estiró sus labios con los ojos bajos la ira desvanecida y una emoción emergente que no quiso pensar en identificar perforó su pecho. "Por supuesto que se llevarían bien".
"¿Dick?" el nombrado apenas escuchó su nombre, el miedo y confusión arrugaron el rostro del pelirrojo, cada vez en aumento. "¿De qué hablas? Eso no significa nada. Nosotros no–".
El sonido de la puerta fue tocada para irrumpir esa burbuja, deteniendo cualquier excusa de Wally. "¿Robin? El desayuno está listo, baja por favor".
Robin asintió para sí mismo, escuchando los pasos desvaneciéndose, dando una mirada de reojo a la hora colgada en la pared, frunció el ceño, llevaba tarde continuar con su rutina. El pedido corto de Starfire y su intento de que los acompañe significa algún otro sermón preparado de los alfas.
"- no tiene nada que ver, ¿me escuchas? ¿Dick?" Robin volteó a Kid Flash, apenas dándole una mirada y tomando la parte superior del portátil. "No, espera, Dick".
"Pediría que el mismo Batman llame por sí mismo en lugar de un compinche para tratar de decirme lo que debo y no debo hacer". Escupió, no se detuvo a escuchar la respuesta o ver el efecto de sus palabras. Cerró el portátil en un golpe sordo.
Inhaló y exhaló profundamente, recurriendo a los ejercicios de respiración para calmar su latido sonoro y presuroso. Se levantó y recurrió al baño, apenas se vio en el espejo, encontró a un adolescente demacrado con bolsas oscuras bajo los ojos aciano y de tez pálida, la mirada ensombrecida por la emoción que molía su estómago. Arrugó el ceño, antes de limpiarse lo necesario y buscar la máscara de dominó, aplicando el pegamento correspondiente, sintiéndose más inflexible y determinado y menos expuesto.
Cambiado en uniforme y capa, tocó suavemente la parte de piel tras las orejas, recordando que tomaría unos días más para cambiarlos, torció los labios, al regreso tendrá que aplicarse los supresores intravenosos sin distraerse con más memorias de ensueño.
Primero, demuestra que puedes continuar enfrentándote a alfas que se siguen creyendo superiores. Y, segundo, no pienses en el nudo de la garganta que será difícil de tragar.
Qué maravillosa mañana.
N/A: No puedo creer que logré actualizar. Uhm, tengo noticias respecto a esta historia, hice votaciones en otras plataformas para escoger cuál acabar de este fandom, resultó esta la ganadora, por la que estoy en proceso de continuar y ejercer un gran avance. Comenzaré a publicarlo cuando tenga un número mínimo de capítulos terminados para no retrasarme cada semana. Y por suerte, recientemente acabé con el esquema completo de la historia, estoy tan emocionada.
Ah, la clasificación subirá en los próximos capítulos y habrá advertencias en las notas finales para evitar spoilers.
