"Y… ¿Qué?, ¿qué más?, ¿qué sucedió?" Si tuviese menor control de sus manos hubiese zarandeado al relator, internamente se enorgullece de no llegar a tales extremos y su respeto al confidente de la historia.

"Batman logró desactivar las alarmas de seguridad a tiempo desmantelando la energía de la fábrica, la corriente de los cables no llegó a carbonizarnos" dice con una sonrisa de medio lado, punteando distraídamente con los dedos. "Una suerte entre muchas. Pudimos salir del agua para cuando Batman nos informó que detuvo a Riddler. No estuvo contento cuando Batgirl le dio el informe de cómo llegamos allí y nuestro riesgo del que solo nosotros éramos conscientes".

Los ojos de BB prácticamente albergaban una galaxia con lo brillantes que eran. Le costó un momento acostumbrarse al fan que se desplazaba cada vez más en sus historias.

No pudo contener una risa corta por el rebote del cachorro por otra historia.

A decir verdad, rememorar tales aventuras junto a Batman y Batgirl se sentía en otra vida, era muy joven, viviendo el riesgo en una ciudad tan oscura que podría dejar temblando a cualquiera por sus horrores o escenarios del crimen, puede entender cómo es que muchos otros héroes parecían poco más que preocupados por la elección de Batman de escoger un niño para tales trabajos. En su defensa, apenas captó un par de crímenes sangrientos de los que escapó gracias a Batgirl o Batman. Pero nunca lo afectaron gravemente. Siempre creyó que Bruce estaba orgulloso por eso. Sacude el pensamiento a tiempo que Beast Boy pregunta curioso.

"¿Eso fue a tus nueve años?".

Robin asintió. "Tardé al menos un año más para cuando Batgirl finalmente deja de considerarme alguien a quien proteger. Batman no lo hizo con ninguno". Y ciertamente luego de un par de años dejó de llamar a la hija del comisionado Gordon porque Robin también se volvió más capaz en sus instrucciones de una sola mirada. Se pregunta qué sucedió con ella estos últimos años.

"Hombre, a mis doce en la patrulla nadie siquiera creyó dejarme solo" murmulla Beast Boy, recostándose a su lado con los brazos extendidos como una estrella de mar, el árbol encima de ellos les regaló una frescura que pocas veces podrían permitirse, pero este día fue aprovechado para salir en uno de esos paseos para comer algo de pizza. Los demás no los acompañaron, no tan fanáticos a las historias como el cachorro. Robin tampoco esperaba a nadie más con quien compartir.

De alguna manera, empezó a sentirse aliviado por su presencia mutua. Aunque lo vaya a negar para cualquiera, no era un secreto si sigue las miradas de los demás cada vez que ambos comparten algo.

Robin giró a los cielos despejados, a pesar de todo el repentino cambio de interés, estaba profundamente aliviado con que las comidas no parezcan un castigo que nadie merece desde hace un par de semanas.

Suena una explosión a lo lejos y pronto voces de temor alrededor del parque de Jump City. BB se levanta de un salto, Robin lo sigue de cerca, el comunicador de ambos suena y la voz de Cy los pone al tanto del problema, los demás titanes lograron llegar a tiempo por su cercanía con el restaurante en el que se quedaron.

Robin tanteó las opciones, Control freak y los estallidos de sus saltos entre pantallas es habitual, agarrándose de ese control suyo, especialmente con otro de sus intentos de hacerles comprender cualquier cosa. Tiene un plan en mente en la punta de la lengua al presionar el botón del comunicador titán cuando lo siente.

Los ve por el rabillo del ojo, no le cuesta sacar el bo y golpear a tiempo una cuchilla dirigida a Beast Boy, el cachorro detiene su avance tropezando por la sorpresa y la orden de Robin de permanecer cerca en el instante en que ambos son rodeados por varios robots comandos.

"¿Robin? ¿Qué sucede?" El comunicador se enciende. Robin lo acerca a sus labios, atento al movimiento de las máquinas.

"Más problemas, encárguense de Control freak". Con una breve mirada al cachorro que se convirtió a su lado en un gorila del triple de su tamaño con un rugido que no intimida ni mueve a los robots. Algo no está bien, añade: "Busca nuestra dirección para cuando acaben". Lo corta, tomando su báculo de vuelta y birdarangs explosivos entre los dedos de su otra mano extraídos de su cinturón.

Nunca antes vio tantos, sabe la facilidad de terminar con ellos, ágiles y buenos en el movimiento, pero su equipo está mejor entrenado que eso si consideras la fragilidad de su armado. Los civiles se alejan de las máquinas y es un breve respiro que no vayan tras la gente, o tras nadie o nada en particular. Y eso, en realidad, también es un problema.

No se mueven, ni cuando la gente se termina vaciando en lo que alcanza la vista, todavía sin señales de los titanes. El gorila no los pierde de vista, pero su respiración no es controlada, sus movimientos de su cabeza evidentes en la búsqueda de algo más que simplemente rodearlos a ambos, Robin exhala lentamente, puede sentir la ansiedad subiendo en BB a su lado.

"Admito que estoy algo extrañado, no esperaba una compañía pegada, Robin", entonces el héroe se congela por la claridad de la voz, entre las filas de comandos, se desliza la silueta con la máscara partida en dos colores, la presión de la mirada es inmediata y su mundo enmudece. El único ojo visible de la máscara transmite un azul tan helado que podría ser hierro. Posa sus manos tras la espalda, y Robin gruñe ante el porte elevado en vigilancia superior. Un alfa, salta a su mente, no es que importe, pero hay algo en el hombre que simplemente no soporta.

"Slade" sisea, probando el nombre fuera de sus pensamientos.

"No, todavía" Slade inclina, y es una señal, los comandos atacan.

Los birdarangs vuelan y les dan un rango de tiempo pequeño para aprovechar por las explosiones. El bo termina encajado en partes descubiertas de sus articulaciones y movimientos, al otro lado los puños del simio apartan y destrozan a los más cercanos. Vuelan cuchillas que Robin desvía con el ojo atento a su alrededor, protegiendo la espalda de Beast Boy.

La cantidad es abrumadora, especialmente cuando algunos logran devolver el golpe, escupe a un lado limpiando el hierro de su paladar, y en un intento de retirarse de la gran cantidad salta entre las máquinas que son bastantes grandes y amontonados como para querer agarrarlo de los tobillos, mientras suelta alrededor otras pequeñas artimañas que explotan y derriban algunos más, no suficientes. Está a punto de expandir su rango de pelea cuando escucha un bramido de dolor, a lo lejos, visualiza a la cabra verde encogida en un montón junto a un pedazo de tronco hendido y astillado, arrinconado por los robots. Otro comando lo toma de un cuerno, a punto de volver a tirarlo.

Robin ve rojo.

Con un gruñido de lo profundo de la garganta, carga contra las máquinas, la agilidad y su experiencia en el combate amplían el margen de sus habilidades innatas. Junto al bo y patadas precisas derriba a los comandos e impulsando la misma fuerza de las máquinas a su favor complementando su falta de fuerza o tamaño, se mueve entre saltos cuidadosos realizando una limpieza eficaz, sin que logren alcanzarlo o siquiera atacarlo.

Con el bo enterrado profundamente en un rostro destellante de cables, por fin vio camino libre al cambiante, la cabra se convirtió de nuevo en el cachorro todavía inmóvil, los hematomas floreciendo en su piel verde en un violeta más oscuro.

"¿Beast Boy?" llama arrodillado a su lado, no reconoce la urgencia en la voz apenas audible que sale de sus labios.

Afortunadamente, el cachorro se remueve, con un gemido de dolor abre los ojos para encontrarse con el alivio de su líder. "¿Rob?", gesticula débilmente. Robin se reprende por no haber visto el daño que sufrió durante la pelea.

"Resiste, en algún momento los titanes–".

Entonces, algo lo toma de la capa y lo lanza lejos del cachorro. Es desconcertante, su cuerpo y mente no reaccionan hasta que toca el suelo y rueda por el pasto. Levanta la mirada cuando se detiene, mirando con sorpresa al villano de dos colores.

"Lástima, Robin, dar la espalda a tu enemigo. ¿Batman no te enseñó mejor?". La voz es suave y profunda, pero la burla raspa su orgullo bajo una capa de verdadera molestia por ser olvidado.

Ignora la manera en que evitó reconocer al alfa, la única figura que no llegó a la pelea y se acercó sigilosamente detrás de él. Inevitablemente, su mirada cambia al cachorro que todavía estás tras Slade, por desgracia, también es un error que sabía mejor, Slade sigue su mirada.

Debe alejarlo, la fuerza de un alfa, por más que le cueste reconocerlo, siempre será mayor en especial al de un omega. No pierde tiempo y lanza otro par de birdarangs que Slade desvía con otro bo que se materializa en su mano. Pero vuelve a mirarlo, Robin gruñe en amenaza, tratando de desconocer la presión tras sus ojos por la cercanía del peligro con el cachorro.

El alfa observa el bastón que carga, pareciendo igual de despreocupado por el compañero titán herido a su alcance "Un bo es un arma muy versátil y complementa la facilidad de conseguir ataque y defensa" menciona. Girándolo hábilmente en su muñeca y apuntando a Robin. "Demuéstralo".

Robin se tensa, antes de crujir los dientes y lanzarse al ataque. Nada más ocupó su mente cuando las armas chocaron entre sí y su impulso fue detenido con facilidad por Slade. Robin esquivó una patada y Slade lo siguió en medio de sus giros. Sorprendido por la velocidad, Robin se forzó a demostrar todo de sí con acrobacias y giros, el parque se desvaneció, el llamado de su comunicador se silenció y todo el mundo permaneció expectante, lo único existente se centró en la nueva amenaza frente suyo.

Durante la pelea, logró atinar algunos golpes desprevenidos que no dejó escapar, pero Slade no perdió el ritmo y terminó probándole tropezones con el bo, aun sin comentarios, la humillación comenzó a acrecentar en su pecho.

En algún momento, mientras los bo chocaban en repeticiones, sintió la presencia de su equipo acercándose, nuevamente los aromas cercanos se presentaron en su mente como siluetas lejanas. Giró instintivamente. Demasiado evidente. En ese instante, un golpe con el extremo del bo en la boca su estómago sacó su aliento, con un grito ahogado y expresión de dolor se encontró con la mirada de Slade sujetando firmemente el báculo en la agonía doblada de su cuerpo.

"Decepcionante", escuchó murmurar, lo soltó, pero antes de que sus piernas se doblen el báculo golpeó su rostro.

Su cabeza cayó al suelo, los ojos nublados y un pitido molesto en el oído, con los dedos temblorosos en su campo de visión que alcanzaba a visualizar, trató de tomar su bo a unos cuantos centímetros a su alcance, se detuvo por las botas que llegaron a su lado, cerrándolos en puño. Sus brazos se posicionaron debajo suyo, ignorando el temblor en sus articulaciones cuando se puso de pie. Slade permaneció esperándolo, con la mirada indescifrable y su tamaño ensombreció la figura del héroe.

Pese al mundo que se materializaba a su alrededor y al dolor punzante de sus heridas que de pronto succionó su energía, enseñó los dientes.

Slade inclinó la cabeza a un lado, como si considerara algún pensamiento con el ojo estrecho. Fue el instante que la llegada de los titanes rompió el silencio. Robin se lanzó en un salto esquivando el báculo al doblar su cuerpo flexible y pateando la máscara de bronce sintiendo con una sonrisa la ruptura bajo su bota, hizo una pirueta para salir del alcance de los dedos cubiertos. Terminó de pie y a espaldas de quienes sabía, era su equipo.

Slade se recuperó, y el equipo miró con cauteloso asombro los cables bajo la máscara partida.

"Impresionante" fue la única palabra que salió de una bocina de voz del androide, bastante baja que algunos tendrían dificultad de escucharlo, pero es audible por la cercanía que todavía mantiene Robin.

Sintiendo la rabia en incremento a sus espaldas, Robin se preparó. "Basta de juegos, muéstrate, Slade" Exige, porque una máquina con la imagen del verdadero hombre puede ser una buena razón de no lograr haberlo sentido antes, y ser engañado significa que el peligro sigue siendo latente y es defraudante que termine siendo una oportunidad más de probarlo, como las notas breves anteriores, esto pareció ser demasiado personal. Presiona sus puños hasta quedar blancos, sea lo que sea, creyó que lo era, pero atacó a un miembro de su equipo. Traga su rabia, no puede perder la cabeza de nuevo. No descuidará a nadie de nuevo.

El montón de cables y programación no se posiciona para atacar, en cambio, mantiene la mirada en el héroe más cercano, sintiendo la sonrisa en las palabras. "Paciencia, Robin".

Raven destroza el robot anticipadamente a la nueva revancha de su líder.

Cuando la amenaza inmediata termina en trozos de metal inútil, Robin vuelve a Beast boy, el cachorro tomado en brazos de Starfire, la tamareana comparte la preocupación, aunque le permite examinar el cuerpo inconsciente, Robin exhala débilmente con el rostro arrugado por el dolor.

"¿Rob? No pudimos llegar a tiempo, nosotros–".

Robin se levanta de nuevo, encarando a los alfas, ambos con expresiones conservadas en frustración según ve la tensión de sus cuerpos. Está cansado, recuerda. Dio otra breve mirada a Beast boy cargado en brazos de Starfire.

"No, no debimos separarnos para empezar", no percibe la impresión de los alfas. Culparía a su sentido del equilibrio afectado cuando llega a tambalearse, la pesadez y la fatiga tirando de su cuerpo, el mundo se convierte en nebulosidad. "Estuvo bien, ustedes llegaron".

"¿Robin? Oh, dios, ¡Robin!"

"Hay que llevarlo a la enfermería. Robin, permanece despierto".

Las voces se funden y pasan al otro lado del vidrio. Apenas reconoce que alguien lo sujeta, sus ojos se cierran por más que se esfuerce a abrirlos.

No puede evitar pensar que esto es culpa suya.

/./

Despierta con el dolor de la migraña atacando tras las cuencas de sus ojos, las punzadas llegan a ser una normalidad de vez en cuando, por lo que se concentra en detallar su alrededor, es recibido por el olor de los antisépticos que lo arrastra a una familiaridad no tan agradable pero esperada. Su retorcimiento llama la atención de quienquiera que estuviese esperando a su lado.

"¡Amigo Robin!", escucha acercarse, parpadea, ahuyentando la somnolencia.

"¿Star?".

"Cuanto me alegro de que despiertes, pensamos que sufriste una conmoción cerebral, pero Raven logró tratarte a tiempo" ella lo ayuda a sentarse contra la almohada en su respaldar.

Robin tararea en respuesta, quejándose internamente por la punzada que está seguro, se formó un desagradable moretón en su estómago. El sabor a hierro todavía se siente en sus labios. Un moretón en la mejilla que comenzaba a hincharse está cubierto. Demasiado pronto su mente se pone al día, rompe el fondo de palabrería de Starfire.

"¿Cómo está Beast boy?"

La tamareana sonríe dulcemente, vaciando su miedo interno sin fundamento, porque todos saben que se necesita más que algunos moretones para preocuparse verdaderamente.

Aun así, la culpa cuelga de su pecho.

"¿Puedo verlo?", continúa sin pensar, ella lo mira con sorpresa, es entonces que sus labios cambian a una forma más apacible. Robin no reconoce esa emoción en sus ojos amplios que parecen brillar en reconocimiento de algo.

"Por supuesto, de hecho, Beast boy se recuperó más temprano en la mañana. Ahora nuestros amigos salieron por una misión, volverán en poco tiempo", dice suavemente. Es una señal para cuando el comunicador de Starfire regresa a la vida con la información de Cyborg de volver a la Torre, ella lo toma dando una mirada a Robin en silencio e informando que ha despertado. Ambos no esperan la lucha de Cy y la intervención de la voz a todo volumen de Beast Boy.

"¡Tipo! ¿Cómo está? ¿Se encuentra bien?".

"Oh, uh, sí" dice la tamareana, apenas comprendiendo la velocidad de sus palabras. Robin le hace un ademán y ella le entrega el comunicador.

"Casi parece que dudas del trabajo de Rae" bromea.

"¡Robin! Por supuesto, no lo hago, no cuando está al lado mío" ríe nerviosamente, pero la felicidad bien podría ser visible con solo su voz.

Intercambian unas palabras, con las promesas innecesarias del cachorro de llegar ahí en un santiamen. Robin podría imaginar los ojos en blanco de los alfas que lo acompañan, no puede evitar sonreír. Termina la llamada y por fin capta los ojos de Starfire durante todo el intercambio.

"¿Sucede algo?"

"Uh, no" ella retrocede, pero la comisura de sus labios se amplían, sus ojos igual de emocionados.

No piensa en eso profundamente, deseando ignorar el peso de hace unas semanas. En cambio, se levanta, sintiendo un poco de dolor por los rasguños de la caída y alguno que otro moretón por las máquinas, es menos de lo que acostumbra a ignorar, así que lo hace.

Acompañado por Starfire recorren el ala médica y llegan a la sala de control esperando al resto. No tardan, como BB prometió.

Las puertas del ascensor se abren, pero le toma menos tiempo que eso para el cachorro en impulsarse con los brazos abiertos a un atónito Robin. Casi pudiendo derribarlos a ambos si el líder no pudiese haberse recompuesto a tiempo, mordió el interior de su boca cuando el movimiento causó otra punzada en su estómago.

"¡Estás bien!". El abrazo del cachorro se cierra aún más, Robin, por el bien de ambos, ignora las miradas del resto del equipo cuando no lo suelta. No piensa en alejarlo tampoco.

"Tuve cosas peores, BB". Dice, en cambio, porque la vergüenza de esta escena definitivamente no es una cercanía que haya probado antes, y menos con su equipo. Lejanamente, recuerda al cachorro recién llegado a la mansión con la impresión de tener una figura paterna, un niño quien ansiaba demasiado los abrazos, hasta que no pudo hacerlo más.

Lo último termina sacándolo a flote, tose en su puño discretamente, BB entonces termina separándose y percatándose de las miradas del resto de su equipo en ambos. Ríe nerviosamente, no tan avergonzado como debería.

Cy, sin comentarios sobre la escena, finalmente se dirige a Robin. "Hombre, pensamos que deberías quedarte más tiempo en el ala médica. Rae vio que necesitas más descanso".

Raven asiente en apoyo. "Sabemos de tu terquedad, pero todavía puede que tengas una conmoción cerebral". Especialmente por no poder diagnosticarlo claramente por la máscara puesta. Robin se alza de hombros, más relajado que antes.

"No estaría aquí si fuese así".

Cy sonríe, y parece una eternidad desde la última vez que lo hizo. "Bueno, entonces, no es que podamos hacer algo más de todos modos" menciona como un pensamiento que comparte con Raven, la telépata cierra los ojos bajo la capucha en un asentimiento. Cyborg frunce el ceño. "¿Qué sucedió?"

Robin continúa poniéndolos al día sobre el ataque en el parque. Raven y Cyborg escuchan en un silencio meditativo, Starfire permanece con molestia bajo su mirada.

"¿Y Control freak?", pregunta BB cuando su parte de la historia termina.

"Otra trampa de sus pantallas, no debió tomarnos demasiado tiempo, pero otros de esos comandos de Slade nos estaban esperando". Dice Raven.

Robin inhala hondo, definitivamente no podían dejar pasar esto. Un ataque en conjunto a los titanes es arriesgado. Separados, susceptibles.

Todos parecen estar en el mismo rango de pensamiento. Robin mira por detrás de su máscara al cachorro, presiona los labios en una fina línea por los rasguños visibles en su piel. Los titanes se comprometen a volver a cuidarse las espaldas. Enfrentarán a Slade juntos.

Para los siguientes ataques de villanos habituales, actúan como un equipo. Aun si termina siendo Robin quien no termina liderando la acción como antes, él no lo comenta.

/./

"¿Crees que podamos hacerlo?", fluye la esperanza de Starfire. Mirando a la telépata en su sesión de meditación con las piernas cruzada en loto en medio de la sala de control. "Poder convivir, volver a como era antes".

Raven abre un ojo, solo levemente para echar un vistazo al par de adolescentes, el omega y el cachorro compartiendo un videojuego que el segundo logró convencer. Las impresiones del menor son más bulliciosas que las del líder. Cy está en la cocina, igual de tranquilo, aun si su cercanía anterior con el cachorro parece un tiempo del pasado.

"Se entiende bien con el omega. La pasividad es acogedora" murmura, solo al alcance del oído de la tamareana, vuelve a cerrar sus ojos. "Pero eso no nos quita el peso de encima. Debemos protegerlo mientras tanto".

Starfire calla, sus labios apretados.

/./

Los enfrentamientos con más comandos son más frecuentes.

Un comando escapa, con el chip en manos. Robin lo sigue junto a Starfire, en medio de las empinadas rocas que llegan a la bahía es donde logran derribarlo. Retira la máscara y encuentran otro mensaje. Robin presiona los dientes tirando los restos en puro enojo. El final del día es una victoria, luego de devolver el chip de información convenientemente de la tecnología Wayne que pudieron recuperar, pero la amargura penetra en Robin más que en el resto.

A pesar del tiempo y la cooperación conjunta, no están más cerca de encontrar a Slade que desde un inicio.

"No te alejes. Quedamos en que nadie debería alejarse", llega la réplica de Cy, pero pese a la frustración, la preocupación se acentúa.

"Hubiese escapado" dice, en cambio, la conversación muere y cada uno sigue con su rumbo.

/./

Si BB se cuela en la habitación de Robin de vez en cuando, nadie lo menciona.

"¿Has visto a Robin?", la pregunta interrumpe el momento silencioso de lectura de Raven, los ojos oscuros se encuentran con los verdes preocupados. "No lo encuentro desde la mañana y la comida está a punto de servirse" explica. Pero no es suficiente para cubrir toda la ansiedad que sube en la tamareana.

Raven suspira imperceptiblemente, antes de cerrar los ojos y repetir su mantra, Starfire ayuda con su silencio expectante. Raven vuelve a abrir los ojos. "Están a los pies de la torre, cerca de la orilla. Salieron hace poco más de media hora" añade por la suave alarma de Starfire. No es un secreto su acuerdo de controlar los movimientos del omega. De todas formas, Raven hubiese avisado si iba más allá.

"¡Maravilloso! Uh, ¿BB está siendo su compañía?"

Raven asiente, con la nariz enterrada en el libro.

Starfire baja, se detiene a punto de abrir la puerta entreabierta, el camino de la torre a unos pasos del mar de Jump City, las voces apenas son audibles y no puede evitar formar una sonrisa.

"¡Oh claro que puedo hacerlo!", escucha la exclamación de BB por encima de las olas, con una sonrisa dientuda. "Solo es cuestión de recordarlo" dice, con una determinación extraña en su voz que no creyó escuchar antes.

"Lo haces", no hay burla en el tono del omega, solo confianza y apoyo.

Se quedaría escuchando el intercambio, pero sabe que Robin seguramente ya la notó espiando y deben de llegar a tiempo para la comida de Cy. Suspira internamente por la intervención del permiso del cachorro de salir con el omega. Abre el resto de la puerta, deteniendo el acto de concentración de BB y encontrando la mirada de Robin que la esperaba.

Ella sonríe. "Amigos, Cy esta tarde nos regalará una muy buena comida. También reconoció una comida especial para Beast Boy". Aplaca la sorpresa del cachorro y futura réplica por el tofu.

El cachorro salta de emoción y jala a Robin de regreso. Starfire voltea a ver la pasividad del líder. Los últimos días ni siquiera pasó dentro de su habitación, pese a que la mayoría de las misiones son causa de Slade y hay una corta riña de regreso, parece olvidarlo cada vez que BB se le presenta con alguna otra cosa.

Ciertamente, las investigaciones del líder no avanzan, y Cyborg junto a Raven se encargan de los informes de Robin con la comisaría con algunos otros villanos. Sin mostrar detalles de Slade por la poca o nada de información que se tiene del hombre.

Los titanes comparten y BB rebota en su asiento sobre el nuevo descubrimiento de explotar sus habilidades de transformación a una sola parte del cuerpo, expandiendo su conocimiento a animales y moluscos con su meta de adquirir habilidades de regeneración, idea de Robin. Raven alza una ceja, y Cy grita emocionado en respaldo.

Para cuando todos terminan, y siendo un fin de semana sin ningún villano a la vista por el momento, se permiten a compartir una película. Robin ya se está alejando cuando BB lo trae de vuelta, no es difícil de ver un nuevo rechazo. Robin soporta estar al lado del resto del equipo, pero no más allá de las comidas, manteniendo un margen todavía en el grupo pese al progreso. Sin embargo, BB nunca se rinde y cada vez, lo intenta.

Esta vez, es diferente.

Robin mira al cachorro, luego al resto de la sala, abriendo la boca por un momento antes de volver a cerrarla, sus ojos cubiertos brinda una dificultad adicional de estudiar lo que piensa, pero sus hombros caen y permite seguir a BB.

Todos se acomodan en el sillón forrado de terciopelo, con la pantalla lista con una película de preferencia que le permiten en silencio a BB.

El cachorro se acercó y acurrucó al lado del omega soñoliento.

El resto, los alfas y la alienígena se encuentran entre miradas sabiendo que esto, en realidad, es algo que no esperaron que llegara.

Por un momento, hubo alivio a la normalidad, a la vez que un nudo se formaba en las gargantas de cada uno.

Porque, funcionó.

Funcionó.

Starfire miró al cachorro igual de inconsciente de la conversación sobre sus cabezas. Porque entre todo esto, Beast Boy realmente no parecía seguir el plan o aparentaba no hacerlo.

¿Seguía siendo esto lo correcto?

/./

"¿Fueron muy unidos? ¿Participaron en algunas misiones juntos?" Recuerda las preguntas de hace unas horas.

"Lo fuimos" respondió, y si sus ojos aciano vagaban a un vacío de recuerdos, solo le importa a él. "Desde que me mudé aquí, apenas hablamos" admite.

Especialmente cuando nunca hubo una visita seria y presencial como le hubiese gustado, pero realmente es un paso más para olvidar toda la vida que tuvo en Gotham. Casi empieza a creer que todo fue una orden de Batman de mantenerlos alejarlos, pero pensó conocerlos mejor que eso, esperó que de todas formas vendrían y exigirían una explicación de su escape, de sus respuestas desviadas por su posible apoyo incondicional. No lo hicieron.

Para Robin, revisando el comunicador de bordes negros puntuados y raspaduras de caídas por años de descuido, ni siquiera sabía la razón de haberlo conservado. No es que importe a estas alturas, no a la lejanía que tiene ahora con Batman, con su antigua vida. Pero eso no quita los recuerdos de sus primeros años como héroe, la manera más segura de comunicarse con sus amigos de la infancia era este comunicador que Bruce advirtió, era solo para emergencias.

Junto a Roy y Wally siempre mantuvieron una relación muy estrecha, hablando y jugando a escondidas. Admitir a Beast Boy esta relación que tenían los tres héroes semanas después de terminar cortando con un amigo muy cercano de la forma más idiota y bruta, solo fue echar sal a la herida.

Quiso disculparse, todavía lo hace, pero las palabras son renuentes a salir por todo lo que tiene que implicar. Ellos no entienden, Jason nunca lo hará, ni Bruce, y por más que quiere pensar que los titanes pueden hacerlo, todavía sabe que no es así.

Su mirada se estrecha en otro peluche, uno con la tela delgada por el uso y los años, pero bien conservada. Si se concentra lo suficiente, todavía puede sentir la caricia de Zitka en sus años de circo.

Sale de sus memorias por un nuevo correo de mensaje, un pitido constante de una llamada en espera de su computadora portátil. Una sonrisa curva los extremos de sus labios, bien, el peso de las preguntas de BB y la melancolía pueden servirse después, guarda las cosas en la maleta que oculta debajo de su cama.

Para cuando lee la llamada, sus palabras preparadas lo abandonan.

Sin esperar su reacción para cerrar la pantalla, la laptop acepta la llamada. Dos siluetas aparecen, captando de inmediato a Robin.

Una figura oscura de hombros anchos y una capucha que cubre la mitad de su rostro, labios estrechados en una fina línea con una mandíbula apretada. Ojos tras la máscara blanca no dificultan ver la presión de su mirada sobre Robin.

A su lado, en lugar de Pennyworth, como las primeras veces en sus llamadas desde Gotham, se encuentra con otro adolescente, uno que reconoce, el cabello oscuro recortado con las puntas hacia adentro, la sonrisa de medio lado con la máscara de dominó puntualizaron la arrogancia de su expresión. Un uniforme de Robin casi idéntico al suyo, el mismo que pudo detallar en las fotos de la prensa. La capa oscura con el interior amarillo, a diferencia del suyo, en su uniforme gobierna el rojo oscuro entero extendiéndose con mangas largas hasta los guantes verdes, los botones en su pecho son negros con bordes amarillos, la R plasmada a un lado de su pecho con los colores invertidos al suyo.

Por un momento, el silencio es lo único que percibe robándole el aliento y el color.

"Hola Dick, por fin nos conocemos" se anima el otro adolescente, que está seguro, es dos años menor, pero la altura sería similar, o igual. Batman permanece tan taciturno como siempre, lo que da la idea de permitirle hablar todo lo que quiera con– "Soy Jason", se presenta, y con su sonrisa asomando los colmillos de su casta, continúa: "un alfa".

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Dibujo ilustrado del capítulo: keatsuno7/art/Chapter-8-Obsolete-Society-987501337