-Esta es una adaptación de la película "Avatar" de 2009, escrita y dirigida por James Cameron. Los personajes pertenecen por completo a Masashi Kishimoto, más los personajes de carácter secundario, las modificaciones a las personalidad, los hechos y la trama corren por mi cuenta y entera responsabilidad para darle sentido a la historia. Les sugiero oír "Natural" de Imagine Dragons para Sasuke, "Warrior" de Beth Crowley para Sakura y "I See You" de Leona Lewis para el contexto del capitulo.
1-Diálogos en cursiva para el idioma "nativo".
2-Dialogo normal para "español".
3-Breves textos en cursiva para pensamientos.
4-Texto con dialogo en cursiva par flashbacks
En los siglos transcurridos desde quizás el último gran conflicto en la historia humana mucho había pasado, para el año 2145 se habían librado más conflictos que en todos los siglos pasados y eso que ninguno era definido oficialmente como una guerra global, un asunto de doble estándar al parecer pero del que como siempre nadie decía nada. En una ola de ferviente pasión patriótica e idealismo puro en nada extrañaba que muchos jóvenes se hubieran enlistado en el ejército y se convirtieran en carne de cañón para estos conflictos, y uno de ellos fue Sasuke Uchiha de veintiséis años quien se hizo conocido por su audacia en el campo de batalla así como por si innata habilidad para sobrevivir a cualquier enfrentamiento en que estuviera, despreciando todo instinto de conservación. Las razones de Sasuke para enlistarse no eran quizás mejores o peores que las de la mayoría de sus compañeros de escuadrón, simple y llanamente buscaba una razón por la que entregar su vida y pelear, algo que mereciera la pena realizar un sacrificio pero seguía sin encontrarlo. Tras las filas enemigas y básicamente atrincherado como el resto de sus compañeros, solo escuchando el ensordecedor eco de explosiones y disparos mezclados con gritos que no tenían fin, el Uchiha se arrastró por el suelo hacia uno de los walkie talkie para entablar comunicación con sus superiores que se encontraban a kilómetros de distancia—en un lugar más seguro evidentemente—, replegarse no era una opción pero si querían enfrentarse al enemigo en serio, como mínimo necesitaban apoyo de los cañones de artillería.
—Takahashi; aquí Uchiha, necesitamos apoyo ya— declaró Sasuke, antes de entornar los ojos ante la respuesta que recibió. —¡Sé dónde estamos, pero no creo que resistamos!— espetó duramente antes de cortar la comunicación. —Llame a la artillería pesada— obvió a uno de sus compañeros que sonrió en respuesta.
—¡Retrocedan!— advirtió uno de los soldados ante el peligroso avance enemigo.
El resto del día fue confuso en la mente de Sasuke, recordaba los disparos, el caos, los gritos, la sangre, la muerte…y de pronto todo se resumía a una explosión en que afortunadamente había amortiguado cualquier daño usando el cuerpo de otro individuo caído—ni siquiera recordaba de que bando—como escudo o colchón humano. Cuando estaba en el hospital militar, con un agujero en el centro de mi vida, soñé que volaba, era libre...pero tarde o temprano siempre tienes que despertar, al despertar se sentía aturdido, le había costado recordar lo ocurrido y tras recuperar la conciencia se enteró de una realidad que le pesó como una enorme loza en el alma; no podía mover las piernas, aunque evadir la explosión le había salvado la vida su columna había resultado severamente dañada. Pero afortunadamente no había estado solo en su nuevo camino por así decirlo, vivía con su hermano mayor Itachi que no podía ser más diferente de él y que era un científico pero que nunca olvidaba a su hermanito ni quería que se metiera en problemas aunque esto último no era un inconveniente para Sasuke, ¿Qué problemas podría encontrar estando en una silla de ruedas? Eso podía responderse fácilmente en el caso de cualquier persona pero no en el caso de Sasuke Uchiha quien encontraba problemas o peleas allá donde fuera y si no los encontraba inventaba esos problemas haciendo que Itachi sufriera de constantes migrañas o torticolis ante sus cambiantes estados de ánimo mientras intentaba entenderlo, sin darse nunca por vencido pese a las negativas de su hermanito y Sasuke tenía que reconocer sus esfuerzos por ayudarlo a salir adelante.
No existen los ex soldados, puedes renunciar pero nunca pierdes la actitud, perder las piernas por parálisis no era como perderlas por amputación, no había dolores fantasmas ni nada remotamente parecido, simplemente no había sensación, recordaba cómo había sido en el pasado y cuando había podido caminar mientras en el presente vivía con la sensación de que faltaba algo, una parte de sí mismo, un recordatorio de lo que esa maldita explosión le había quitado pero no había sido hasta el momento de salir del hospital que había comprendido cuanto había cambiado su vida. Claro que como siempre lo había superado y se había adaptado a su nueva realidad, no se había permitido mostrar debilidad, cambió su vida para continuar y afortunadamente seguía teniendo a su hermano Itachi que jamás lo dejaba solo, aunque y pese a vivir juntos últimamente se veían muy poco ya que Itachi iba a ser enviado a la jungla real que aún existía como parte del Programa Avatar, un sueño desde que ambos habían sido unos niños aunque solo uno iba a cumplirlo. Pueden operarte la columna, si tienes el dinero, pero no este mundo y con la pensión del ejército, menos con esta economía, Sasuke cerró la puerta de la nevera colocándose una bolsa de hielo en el costado de las sienes por el golpe que tenía, con su cabello azabache ligeramente largo con un flequillo colgando para cubrirle la mitad izquierda del rostro, moviéndose por la casa hacia la sala donde tomó el teléfono marcando rápidamente el número de su hermano quien ya debería haber regresado a casa hace una hora; no es que quisiera gobernar su tiempo pero si se preocupaba por él.
—Itachi, cuando escuches este mensaje, llámame— pidió el Uchiha cuando no hubo respuesta y la llamada paso al buzón de mensaje. —Dijiste que regresarías hace una hora, ¿Dónde estás?— con esa sola pregunta, cortó y dejó el teléfono donde estaba, un instante antes de escuchar que llamaban a la puerta. —¡Ya voy!, ¿Quien toca a esta hora?— teóricamente no era tarde pero si para él y su humor.
En cierto modo los papeles deberían invertirse, Itachi debería ser quien se preocupara por él y el golpe que tenía en el costado del rostro, ¿La razón? El menor de los Uchiha prefería olvidarlo pero todo había comenzado con una injusta pelea en el bar y en que había presenciado como un imbécil borracho abofeteaba delante de todos los presentes a su novia quien se había encogido de miedo mientras este la agarraba del brazo presumiblemente para retirarse del lugar y continuar con la golpiza en casa; como siempre los presentes en el bar habían mirado hacia otro lado e ignorado lo que pasaba, pero Sasuke no y ahora tenía un golpe para recordarlo. Si quieres un trato justo estás en el planeta equivocado; el fuerte se aprovecha del débil y nadie hace nada, arrojó la bolsa de hielo al sillón y movió su silla de ruedas hacia la puerta principal sabiendo que no encontraría a su hermano al abrir pues Itachi siempre tenía sus llaves. Recordándose ser cordial como siempre ante la recriminaciones de su hermano mayor mucho más amable que él, Sasuke abrió la puerta encontrándose con dos individuos de traje que lo observaron atentamente sosteniendo una imagen holográfica de él de años anteriores; el hombre de la derecha tenia piel pálida, largo cabello negro que caía sobre sus hombros, ojos color ámbar y marcas de color púrpura alrededor de los ojos; su compañero tenia ojos oscuro y cabello pintado de color gris que mantenía recogido en una cola de caballo, permanentemente meditabundo en expresión por los anteojos que usaba. Sasuke no demostró su desconcierto ante la presencia de esos hombres, observándolos únicamente con desconfianza.
—¿Puedo ayudarlos?— cuestionó el Uchiha intercalando su mirada entre ambos sujetos.
—No se parece a él— consideró el peligris en voz alta ignorándolo aparentemente.
—Si es él— protestó el pelinegro por otra parte y mucho más seguro.
—¿Eres Sasuke Uchiha?— preguntó el sujeto de anteojos observando al Uchiha.
—Largo, arruinan mi buen humor— desestimó Sasuke prefiriendo ignorarlos completamente.
—Se trata de tu hermano— aclaró el viperino sabiendo que eso obtendría su atención.
Dicho esto, el pelinegro regresó la imagen holográfica que había estado sosteniendo a su bolsillo mientras el Uchiha detenía la puerta del departamento y que había estado a punto de cerrar, alzando la mirada hacia ellos con aun marcada desconfianza pero también una muda pregunta que ninguno de los dos agentes respondería hasta que él la formulara, pero tenía temor de hacerlo, ¿Sería posible que…? Orochimaru y su compañero Kabuto no estaban ahí por gusto, habían sido enviados como representantes de la RDA o Administración de Desarrollo de Recursos, la organización más importante del planeta Tierra—y cuya autoridad superaba a cualquier gobierno, policía o capacidad militar que existiera hasta ese momento—para informar de algo de vital importancia a Sasuke Uchiha, el hermano de Itachi Uchiha uno de sus agentes del Programa Avatar y quien ya no era viable para el trabajo que se esperaba de él, pero la RDA esperaba que su hermano si pese a su...condición. Como siempre, Sasuke fue el mejor en parecer insensible y sarcásticamente indiferente ante lo que lo rodeaba, un mecanismo de defensa que tenía para lidiar con muchas de sus desafortunadas y estresantes experiencias de vida pero un mecanismo que temporalmente dejo de funcionar en cuanto los sujetos ante la puerta mencionaron a su hermano que casualmente debería haber regresado hace una hora a casa y de quien Sasuke no sabía nada, ¿Por qué? Itachi siempre regresaba puntualmente a casa y cuando había un problema llamaba o dejaba algún mensaje, Itachi siempre contestaba el teléfono, solo podría haber una razón para no hacerlo y considerarlo le heló la sangre…
—Buscamos a Itachi Uchiha— informó uno de los agentes al cruzar el umbral del crematorio.
—Por aquí…— guio el encargado con una expresión entre melancólica y abatida.
Aunque Itachi y él siempre habían llevado vidas separadas pese a vivir juntos hasta hace poco, Sasuke siempre había sido consciente de que su hermano era alguien ocupado por su trabajo como científico y de hecho en las últimas semanas se había quejado continuamente de las largas horas de entrenamiento como futuro conductor de Avatar una subdivisión de la RDA que consistía en operar cuerpos modificados genéticamente para el ambiente de la jungla que aun sobrevivía en el mundo y donde los humanos normales ya no podían internarse por el contrastante ambiente toxico entre el mundo civilizado y esta. Pero Itachi siempre se mostraba como un trabajador infatigable, había seis años de diferencia entre ambos pero increíblemente parecían gemelos salvo por marcadas diferencias, mas solo en eso se parecían siendo totalmente opuestos en personalidad; Sasuke era alguien aventurero y arriesgado que no temía a los peligros, Itachi prefería las ciencias y las matemáticas; Sasuke buscaba las aventuras allá donde fuera pero Itachi solo soñaba con ellas siendo más racional pragmático, o lo había sido. Sasuke no podía explicar lo que sentía mientras seguía a los agentes Orochimaru y Kabuto en su silla de ruedas hacia un área separada del resto del Crematorio Municipal y donde se encontraba una caja del tamaño de una persona que el encargado abrió, apartando la bolsa de plástico y exponiendo el rostro de Itachi quien permanecía con los ojos cerrados…sabía que su hermano estaba muerto pero aceptarlo fue algo para lo que Sasuke no se sentía preparado.
—Dios, Itachi...— suspiró Sasuke bajando pesadamente la mirada
Como dije, el fuerte se aprovecha del débil; un hombre con una navaja le arrebato todo a Itachi, por el papel en su billetera, los agentes Orochimaru y Kabuto ya le habían dado una explicación sobre lo ocurrido y como su hermano mayor había sido abordado por un asaltante al salir del trabajo en la sede de la RDA que ya se estaba haciendo cargo de la investigación y detención del individuo pero Sasuke no podía pensar en eso. Sí, no parecía afectado por la muerte de su hermano pero eso se debía a lo bueno que era ocultando sus emociones porque interiormente se sentía devastado, Itachi y él habían estado juntos toda la vida, siempre se habían tenido el uno al otro desde pequeños y especialmente luego de la muerte de sus padres por un accidente de auto, ¿Cómo seguir solo ahora? Sería más sencillo tirarse de un puente pero por alguna razón Sasuke no pensó en hacerlo, recibiendo de manos del encargado del crematorio los papeles que debía llenar como el único familiar que podía hacerse responsable de lo ocurrido. Itachi y él no eran precisamente religiosos, un funeral no sería una opción y por lo que respetando los deseos de su hermano, Sasuke firmó el documento en que consentía que sus restos fueran cremados y sus cenizas depositadas en la tumba de sus padres como siempre había deseado que sucediera, al menos eso podía hacer por él. El tacto de ellos fue conmovedor; pese a estar en silla de ruedas y ser "inútil" en cierto modo, era evidente que los agentes de la RDA no estarían presentes si no necesitaran algo de él pero Sasuke no tenía el ánimo para demostrarlo ni mostrar interés mientras el cuerpo de su hermano era ingresado al crematorio.
—Tu hermano representó una inversión importante— inició el agente Orochimaru como si supiera lo que el Uchiha estaba pensando. —Quisiéramos saber si te interesa tomar su lugar— manifestó entonces pero sin ver al Uchiha interesarse por ello.
—Como su hermano, tu genoma es similar al suyo y todo marcharía sobre ruedas— secundó el agente Kabuto antes de reparar en sus palabras, —por decir algo— agregó a modo de disculpa aunque eso no intereso a Sasuke en lo más mínimo.
—Sera un nuevo comienzo, en un lugar diferente; puedes hacer algo importante, marcar la diferencia— intentó animar el viperino pues por eso estaban ahí.
—Y el sueldo es bueno— sugirió el Yakushi aunque eso quizás ya lo sabía.
—Muy bueno— el pelinegro sonrió ladinamente pues nadie rechazaría esa oferta.
Esto no debería haber ocurrido así, debería ser él quien estuviera muerto y no Itachi; él era el tonto, temerario e imprudente que tomaba riesgos, mientras que Itachi era el inteligente, prudente, el científico...¿Entonces?, ¿Por qué Itachi era quien estaba muerto y él seguía vivo?, ¿Qué clase de broma cruel era? No le quedaba nada por lo que vivir mientras que Itachi lo había tenido todo, deseó que la vida fuera más justa, así su hermano no estaría muerto, pero quedarse ahí a lamentarlo no iba a ayudar en nada. Itachi era el científico, no yo, él quería viajar a la selva real que el hombre no había corrompido para encontrar respuestas, ¿Qué haría si fuera allí de todas formas? Aunque quedarse sin hacer nada tampoco era una opción, le resultaría monótono, aburrido y estresante, al menos intentando cumplir el sueño de su hermano lograría matar el tiempo y vivir un poco cuando menos…yo solo soy otro idiota haciendo un viaje del que se va a arrepentir se dijo mentalmente sabiendo bien que se arrepentiría de esto o moriría en el intento. Viendo el fuego encenderse para quemar el cuerpo de su hermano al interior del crematorio y pese a que la voz cuerda en su cabeza le dijera que intentara continuar con su monótona y aburrida vida en lugar de correr un riesgo que probablemente lo llevaría a la muerte, Sasuke se volvió a hacia los agentes como única respuesta; para el final de la noche y sintiendo como si literalmente le hubiera vendido el alma al diablo firmó un compromiso con la RDA y en cosa de días se informó lo suficiente sobre el Programa Avatar y el lugar al que iría, embarcándose a esta "jungla", el único extenso lugar del planeta que seguía siendo salvaje.
Una vida termina y otra inicia.
La selva real, un mito, un cuento de hadas para los más crédulos o eso es lo que se cuenta...todos crecimos escuchando sobre ella, pero jamás imagine que iría ahí, volver a ser parte del "servicio activo" le parecía un sueño entre soldados de su misma edad a bordo del Venture Star que estaba por aterrizar en la base conocida como Hell's Gate y que era el centro de operaciones con el mundo incivilizado con el que habían perdido contacto en los siglos previos. Tras conflictos interminables, la misma población humana se había dividido entre si ante el daño que estaban generando a su mundo y se habían aislado para vivir como sus antepasados desde hace siglos a tal punto que actualmente eran considerados una raza separada pero muy problemática que impedía la completa globalización del planeta y la extracción de minerales que estaban en el suelo y podrían solucionar la crisis energética existente aunque eso no importaba mucho a Sasuke, preparando su equipo al igual que los demás soldados mientras el comandante a cargo pasaba por delante de ellos en la ya conocida rutina militar. Pensar en estar en este lugar por Dios sabe cuánto tiempo era un sueño para Sasuke quien llevaba años sin tener sueños; Itachi y él habían crecido escuchando sobre esta jungla o territorio inexpugnable y soñando en conocerla personalmente, Itachi diseñaba los planes y le decía como ejecutarlos, lo que generalmente lleva a Sasuke a romperse algunos huesos o recibir puntos y que hacía que su madre gritara entre asustada y preocupada: Sasuke siempre corría hacia el peligro y tras él Itachi se conducía con paso elegante y sereno, asumiendo la responsabilidad.
—Exomascarás ya, exomascarás— ordenó el comandante mientras todos tomaban dicho elemento y lo situaban sobre sus rostros para recibir el oxígeno apropiado. —Recuerden que si pierden esa mascara se desmayaran en veinte segundos y morirán en cuatro minutos— obvió en caso de que alguno no lo tuviera presente. —Que nadie muera hoy, soldados, se vería muy mal en mi informe— agregó con tono sarcástico.
Aunque sonara como juego por el tono monótono de la voz del comandante, era sabido por todos que no era ningún juego, su mundo parecía dividido entre su sociedad "civilizada" y la jungla "salvaje" pero esta división no era meramente ideológica o política sino muy real; mientras que el mundo civilizado sufría una crisis energética preocupante, en la jungla imperaba el oxígeno puro a niveles irrespirables para el humano promedio. Si se respiraba oxigeno continuamente por sobre las dosis apropiadas o acostumbradas por los seres humanos, se producía una acumulación de líquido en los pulmones, colapsaban los alveolos pulmonares e incluso se podía llegar a sufrir convulsiones junto con graves lesiones pulmonares, por ello necesitaban exomascarás o mascaras que bombeaban oxigeno suficiente para impedir esta reacción en cadena que podía matar a una persona en unos veinte minutos mientras estaban al "aire libre" por así decirlo. A diferencia de los demás soldados que se apresuraron en ponerse de pie mientras se colgaban sus respectivas mochilas de equipaje tan pronto como el Venture Star aterrizó con un ligero estremecimiento, Sasuke pudo tomarse su tiempo al ser en teoría un "caso especial", aprovechando la instancia para prepararse mentalmente a cada sensación que pudiera experimentar y asimilar que esto no era un sueño sino una realidad, pues mentiría si dijera que no sentía la tentación de dar la vuelta y volver a su antigua y aburrida vida, pero la voz impulsiva en su cabeza le decía que aquí era donde debía estar, lo había soñado durante años y sabía que nunca volvería a tener una oportunidad como esta, por lo que debía aprovecharla, además sentía que eso es lo que Itachi querría que hiciera.
—Cuando baje la rampa, vayan directo a la base y entren de inmediato, no se detengan. Yo les digo cuando avanzar— determino el comandante mientras bajaba la rampa del carguero exponiendo la base. —¡Ahora!, ¡Ahora!, ¡Muévanse!, ¡Ya!, ¡Ya!— apremió a los soldados que no dudaron en salir y correr por la enorme pista de aterrizaje hacia la base. —Rápido, caso especial, no me hagas esperar— obvió el comandante volviendo la mirada hacia el Uchiha.
Pudiendo moverse calmadamente a diferencia de los otros soldados y estando designado a un área muy diferente a aquella en que se desempeñarían, Sasuke abandonó el interior del Venture Star y descendió por la rampa observando con disimula fascinación la enorme base que parecía una ciudad en sí misma y por cuya colosal pista de aterrizaje se desplazó ignorando las maquinarias que pasaban y sus miradas despectivas; sabía que estaba fuera de lugar ahí pero no le importaba, siempre había causado esa impresión de cualquier forma. En su patria estos hombres eran perros del ejército o héroes, figuras que luchaban por la libertad, pero aquí eran mercenarios que robaban dinero para la compañía, en el centro de la pista de aterrizaje que conducía a la entrada de Hell's Gate se encontraba un pequeño grupo de tres soldados que sonrieron burlona o despectivamente al ver pasar a los nuevos reclutas. El líder del grupo era el teniente Sakon Ukon, hombre de confianza del Coronel Shimura, quien destacaba por su largo cabello tinturado de gris con reflejos lilas con un flequillo largo que cubría el lado izquierdo de su rostro y uno de sus ojos color jade; flanqueándolo estaban sus compañeros Kidomaru Susumu quien destacaba por su piel oscura, ojos y cabello negro también recogido en una coleta, y a su lado Jirobo Miyake mucho más alto que sus dos compañeros juntos y corpulento también, de ojos color ámbar anaranjado como su cabello tinturado de naranja formando tres mechones; dos a los lados y uno en el centro. Esos tres llevaban varios años en Hell's Gate y estaban curtidos en sus vicisitudes por lo que se sentían superiores.
—Hola, señoritas, cuanta carne fresca— apreció Sakon con burla y siendo respaldado por su amigo Jirobo que silbó en respuesta.
—Oigan, allá, miren— señaló Kidomaru llamando su atención, —un hombre en ruedas— eso sí que estaba fuera de lugar.
—Que mal, no, no hagan eso...— suspiró el Ukon fingiendo sentir lastima.
Sabían quién era, todo el mundo en la base lo tenía claro y su historial militar que era admirable pero eso era cosa del pasado y más teniendo en cuenta que el Uchiha no serviría realmente en la milicia de Hell's Gate como ellos sino que como parte del Programa Avatar y empleando esa aburrida ciencia para lidiar con los "nativos" mientras que ellos usaban las balas, por lo que el Uchiha merecería su respeto pero solo hasta cierto punto, no más. Ignorando al resto del mundo a su alrededor como siempre mientras cruzaba la pista de aterrizaje hacia la base, el Uchiha detuvo su silla de ruedas para ver pasar una enorme excavadora, seguramente parte del convoy que trabajaba en las minas pero que ahora regresaba a la base, mas no fue el tamaño de aquella maquinaria lo que lo sorprendió sino las flechas con vistosas colas de colores incrustadas en las ruedas que si bien no estaban desinfladas del todo si estaban visiblemente inutilizadas, a lo que el Uchiha frunció el ceño sorprendido interiormente aunque no lo demostró, siguiendo con su camino un instante después. Había escuchado historias sobre las culturas o tribus que vivían en la jungla, meros "salvajes" según se contaba…pero flechas tan bien hechas como esas no parecían fáciles de replicar, no eran obra de gente poco inteligente sino lo contrario y Sasuke reafirmó en que no estaba fuera de lugar sino en que todos ahí lo estaban, había algo que no entendían o no querían entender pero ya lo descubriría él, por eso estaba aquí, es lo que Itachi hubiera querido aunque ni él mismo lo tuviera del todo claro …
Como militar que había sido, Sasuke estaba familiarizado con entornos minimalistas por lo que no tenía grandes expectativas al momento de cruzar la entrada de Hell's Gate y conducirse hacia el comedor donde le indicaron que estaba teniendo lugar una especie de charla introductoria para los recién llegados, cortesía del Coronel Shimura, pero decirse decepcionado sería un eufemismo, todo era plano en colores y aspecto como una especie de clínica médica o centro de investigación y que lo llevo a prepararse mentalmente para morir de aburrimiento, aunque un sentimiento muy distinto fue evocado por su corazón cada vez que pasaba por uno de los amplios ventanales que mostraban el inmenso bosque y espesa jungla más allá de la valla de seguridad. ¿Cuándo había pensado en los peligros después de todo? Una sonrisa ladina se dibujó mentalmente en su rostro al ver que pese a los tres años transcurridos desde que estaba en la silla de ruedas su espíritu no había disminuido ni un poco, pero claro que no lo demostró, cruzando el umbral del comedor justo a tiempo para escuchar la parte más importante de la charla aparentemente, quitándose la mochila de la espalda y colocándola sobre su regazo mientras detenía su silla de ruedas a un par de metros de donde estaban sentados los demás con toda la intención de pasar desapercibido y escuchar únicamente. El salón comedor estaría vacío de todo sonido de no ser por el eco de las pesadas botas militares del Coronel Shimura y cuya voz resonaba claramente en el espacio llamando al silencio y la atención de todos los presentes.
—Ustedes ya no están en casa, ni en ningún lugar que les sea familiar, están en territorio hostil, damas y caballeros, cada segundo de cada día— declaró el Coronel Shimura pasando su mirada por todos los presentes. —Si existe el infierno, querrán ir allá para descansar después de servir aquí. Pasando está cerca cada ser viviente que se arrastra, vuela o camina en el lodo querrá asesinarlos y devorar sus ojos como caramelos— garantizó con voz muy convincente. —La población humana de este lugar es muy particular; los llamamos "nativos" y son muy astutos. Usan flechas impregnadas con una neurotóxica que detendrá su corazón en un minuto, y de alguna forma sus huesos están reforzados de forma natural con fibra de carbono. Son muy difíciles de matar— por si sola esa descripción evocaba cautela. —Como jefe de seguridad mi trabajo es mantenerlos con vida; no tendré éxito, no con todos ustedes, por lo que si quieren sobrevivir deberán tener una fuerte actitud mental— obvió como norma primordial. —Deberan obedecer las reglas y esta selva las dicta. Regla Nº1...
Danzo Shimura era tal y como lo calificaba su reputación, intimidante como sus logros y condecoraciones militares pero que no necesitaba llevar para parecer arrogante como todo militar que se preciara de serlo; alto, de unos cuarenta años, con cabello oscuro y corto, el ojo derecho vendado por haberlo perdido lo que lo hacía parecer más intimidante y con una cicatriz en forma de X en la barbilla, ataviado en el característico uniforme militar, con las mangas ligeramente subidas, las pesadas botas haciendo ruido al caminar y una pistola destellando en su cinturón;. Sip, era el estereotipo común de todo militar pero eso no pudo importar más al Uchiha que procedió a abandonar el Comedor tan pronto como escucho que el discurso llegaba a su fin intercambiando una mirada con el Coronel y viceversa; no hay nada como una explicación militar para tranquilizarte. Levantándose de su lugar y tomando su pesada mochila que colgó sobre su espalda, Suigetsu procedió a abandonar el comedor como todos pero frunció el ceño al ver alejarse a alguien en silla de ruedas, ma sno fue eso lo que le resulto curioso sino la forma de su espalda y nuca que le recordaba a Itachi Uchiha su compañero en el entrenamiento como conductor de Avatar y de cuyo fallecimiento estaba informado así como del hecho de que su hermano menor lo reemplazaría, y él estaba en silla de ruedas…al recordar eso, el Hozuki de cabello castaño ligeramente largo por sobre los hombros trató de avanzar rápidamente por los angostos pasillos abarrotados para alcanzarlo, llamándolo por su nombre.
—Sasuke— llamó el Hozuki ligeramente fuerte haciendo que el Uchiha se detuviera y volteara a verlo. —¿Eres Sasuke, el hermano de Itachi? Eres idéntico a él— apreció con una ligera sonrisa y viendo al azabache arquear una ceja. —Perdón, soy Suigetsu Hozuki, fui a entrenamiento de Avatar con él— se presentó tendiéndole la mano que el Uchiha estrechó en respuesta. —Era un gran sujeto, gracioso, amable…fue un golpe muy duro para nosotros— reconoció esperando que eso fuera un consuelo. —Y tú tomaras su Avatar— trabajarían juntos como Itachi y él habían hecho anteriormente.
—Ese es el plan— asintió el Uchiha camuflando su desconocimiento de lo que lo rodeaba con su máscara de inalterabilidad.
—¿Quieres verlo?— sugirió Suigetsu ya teniendo en mente visitar el laboratorio.
—Claro— volvió a asentir Sasuke sin haber considerado esa opción hasta ese momento.
Esbozando una sonrisa entre divertida y entusiasta, Suigetsu asintió ante la aprobación de Sasuke y avanzando por delante de él abrió el camino hacia el laboratorio cuya ubicación tenía clara en su mente por su entrenamiento y suponiendo que el Uchiha se encontraba sumamente desconcertado, realmente era todo lo que Itachi le había dicho durante sus sesiones de entrenamiento, por un lado Sasuke y él eran extremadamente parecidos físicamente a tal punto que pese a los seis años de diferencia entre ambos podían pasar por gemelos pero por otro lado tenían personalidades muy opuestas porque Itachi era cálido y afable desde el primer momento mientras que Sasuke reservado y estoico, pero el Hozuki confiaba en que—mientras recorrían los pasillos hacía el laboratorio, o él más bien con Sasuke siguiéndolo muy de cerca—el Uchiha podría abrirse emocionalmente a medida que aprendiera de lo que era realmente el Programa Avatar. Sabiendo que podía confiar en Suigetsu a quien recordaba de los relatos de su hermano al regresar al apartamento al final de cada día pese a lo cansado que estaba, no del todo pero si lo suficiente como para seguir sus pasos e intentar aprender del lugar en que estaba y de lo que se esperaba que hiciera, dudaba poder dejar de sentir que estaba fuera de lugar—ser científico no estaba entre sus talentos, mas se comprometía a intentar poner en práctica las enseñanzas de su hermano—pero eso daba igual, no era la primera vez que se sentía así y de hecho tenía algo más en mente.
Quería volver a sentir algo de emoción en su vida.
—Pasaremos mucho tiempo aquí— sonrió Suigetsu tan pronto como cruzaron el umbral del laboratorio. —Aquí están las cámaras de enlace, es donde nos conectamos con el Avatar…— señaló a la enorme ala o sala a la derecha de la entrada
Suigetsu y yo estamos aquí para controlar a distancia unos cuerpos llamados Avatares que están hechos con parte de nuestro ADN mezclado con el ADN de los nativos, Sasuke no pudo seguir a Suigetsu atraído por el ala al costado izquierdo de la entrada donde un grupo de científicos examinaban dos enormes tanques conectados a lo alto del techo y a una válvula que parecía bombear continua y mecánicamente oxigeno tanto al líquido como a las máscaras que tenían sobre el rostro de los individuos que se encontraban al interior y rodeados de agua o lo que fuera, uno en cada tanque y lo que motivo al Hozuki a acercarse. Según Sasuke tenía entendido, los Avatares habían sido creados como cuerpos controlados a distancia empleando el ADN que se había modificado naturalmente en el caso de los nativos mezclado con ADN mitocondrial que se transmitía de madre a hijo, por eso Sasuke podría reemplazar a su hermano ya que su Avatar era compatible con su ADN, sin embargo era curioso y hasta impactante ya que dentro de los tanques se encontraban básicamente réplicas de sí mismos—de él y Suigetsu—solo que con los rasgos característicos que tenían los nativos o habitantes de esos territorios, debían tener un par de años menos y su misma altura por lo que, sí, eran replicas básicamente exactas. Notando la atención de esos dos recién llegados a los Avatares que estaban siendo monitoreados, el doctor Shisui Katon—de corto cabello ébano ligeramente despeinado en puntas, piel blanca y ligeras líneas negras alrededor de los ojos que se extendían hacia los costados—se aproximó a ellos suponiendo que eran conductores de Avatar recién llegados.
—Hola, bienvenidos— saludó el pelinegro llamando la atención de ambos. —Adelante— sonrió alentándolos a observar sus Avatares y viéndolos intercambiar una mirada entre emocionada y nerviosa.
—Gracias— apreció Suigetsu acercándose al tanque y observando mejor a su Avatar.
—Se ven increíbles— reconoció Sasuke sin poder creer del todo lo que estaba viendo.
—Sí, maduran rápidamente— asintió el Hozuki con idéntico sentir. —Los simuladores propioceptivos funcionan bien— celebró pleno con el trabajo de los científicos.
—Sí, tienen buen tono muscular— respaldó Shisui monitoreando los signos vitales de ambos cuerpo. —Llevará unas horas alistarlos pero estarán listos mañana— prometió esperando estar a la altura del entusiasmo de ambos. —Ahí está el tuyo— señaló al Uchiha que volvió la mirada hacia el tanque contiguo.
—Doctor Suigetsu Hozuki— se presentó el Hozuki tendiéndole la mano al segundo al mando del Proyecto Avatar.
—Doctor Shisui Katon, un placer— correspondió el pelienegro estrechándole la mano con una sonrisa.
Dejándole las presentaciones a Suigetsu pues se le daban infinitamente mejor que a él, Sasuke movió su silla de ruedas hacia el tanque contiguo para observar su Avatar o el de Itachi más bien, sin olvidarlo y observando a través del agua el rostro exactamente igual al de su hermano, incluso el cabello era largo hasta los hombros aunque flotara a través del agua solo que no parecía ébano como el de Itachi sino azabache con reflejos azulados, algo propio de los nativos o indígenas locales ya que el ambiente en que vivían hacia que sus tonos de cabello tuvieran tintes naturales y completamente diferentes a los humanos promedio al igual que el color de sus ojos. Sasuke comprendió que se había equivocado, no había dejado realmente atrás el luto y solo ahora podía entenderlo, no se sentía preparado para volver a ver el rostro de su hermano tras poco más de una semana de su fallecimiento, porque eso era lo que estaba viendo aunque el individuo en el tanque frente a él fuera solo cuerpo y no alma pues no tenía conciencia, se veía exactamente igual y por un instante Sasuke sintió un enorme peso sobre los hombros, se dijo no puedo hacer esto, no era Itachi y no podría hacer lo mismo que él sin importar cuanto lo intentara, ¿Qué estaba haciendo ahí pretendiendo que realmente podría ocupar su lugar? Debería dar media vuelta y regresar a su aburrida vida, eso era muchísimo más realista lo quisiera afrontar o no. Enfocado como estaba en observar a su Avatar, Sasuke ignoró o prefirió ignorar a Suigetsu situarse de pie a su izquierda en paralelo al doctor Shisui que se situó a su derecha en un silencio que resultó tenso pero necesario a entender del Uchiha.
—Es igual a Itachi— suspiró el Uchiha en voz alta y con la voz cargada de pesar.
—No, es igual a ti— contrarió el Hozuki no queriendo que se sintiera así. —Ahora este es tu Avatar, Sasuke— determinó situando una de sus manos sobre su espalda.
Por un momento y al escuchar a Suigetsu, Sasuke no pudo evitar preguntarse, ¿Qué estoy haciendo? Esto no se trataba solo de sus razones para estar ahí e intentar llevar una vida con algo de emoción y aventura sino de cumplir el sueño de Itachi, Sasuke nunca había hecho nada realmente significativo o importante por su hermano en vida pero ahora lo mínimo que podía hacer era esto, y sonriendo ladinamente al observar mejor su Avatar debía reconocer que había cierto parecido consigo mismo más que con Itachi, no tenía sus marcadas ojeras solo para empezar…un par de minutos más tarde en el ala científica del laboratorio, Sasuke se encontró ante un escritorio gravando un registro de bitácora ante la computadora que le habían designado al igual que a Suigetsu, supuestamente debían llevar un registro pero Sasuke no tenía claro porque. El fin del Programa Avatar era permitir a los científicos explorar el entorno remoto y hostil de la jungla o bosque sin poner sus vidas en peligro ante las toxinas existentes en los alimentos o en el mismo oxigeno que era irrespirable en su estado puro, y pese a lo complejo que fuera todo el asunto del ADN esto se reducía a una técnica similar al uso de vehículos robóticos operados a distancia para la exploración solo que el Programa Avatar empleaba cuerpos biológicos híbridos de ambos tipos de ADN—humano normal y modificado por el ambiente—, eran cuerpos de carne y hueso. Aunque no supiera mucho del cuerpo que comenzaría a emplear a partir de mañana, Sasuke solo tenía claro que este le permitiría libertad de movimiento y aumentaría su rendimiento, ¿Pero cómo? No lo sabía y no había preguntado.
—El concepto es que cada conductor tendrá su propio Avatar, ligado a su sistema nervioso, más o menos. Por eso me ofrecieron esto, porque me conecto al Avatar de Itachi, lo que es muy costoso...— Sasuke detuvo su relato a la cámara volviendo la mirada hacia Suigetsu y Shisui en la computadora contigua a su espalda. —Oigan, ¿Así está bien?, ¿Solo digo lo que sea en el video?— preguntó ante lo irrisorio que sonaba.
—Sí, tenemos que acostumbrarnos a documentar todo; lo que vemos, lo que sentimos— asintió Suigetsu entendiendo sus dudas al no haberse entrenado para ello. —Es importante— agregó sabiendo que podía pasarse por alto.
—La clave es la observación— secundó Shisui con un permanente ánimo entusiasta.
—Además te mantendrá cuerdo durante estos seis años— rió el Hozuki por lo bajo intentando convencerse de ello pues su labor iba para largo.
—Okey...— suspiró el Uchiha volviéndose hacia la computadora para continuar, —entonces, aquí estamos; haciendo ciencia— resumió absteniéndose de reír.
Era lo más absurdo que había dicho en su vida y lo tenía claro pero se esforzó enormemente por no reír, jamás había pensado que esas palabras saldrían de su boca en lugar de salir de la boca de Itachi quien vivía por y para el descubrimiento científico, pero era lo que había que hacer para cumplir con su maldito deber en ese lugar y aunque le resultara lo más aburrido del mundo por siquiera considerarlo mentalmente, el Uchiha se esforzó por mantenerse serio como en sus días de infancia cuando Itachi urdía un plan que consistía en mentir y en que él acababa por delatarlo o a ambos estallando en carcajadas, especialmente si se trataba de engañar a su fallecida madre que siempre sabía cómo obtener la verdad de ambos. Pensando en ello y volviendo la mirada para observar las paredes, muros y pasillos del enorme laboratorio, sintió lastima por no poder ver el llamativo exterior pues no habían ventanas para ver ese cielo y bosque tan salvajes y puros que parecían llamarlo...pero no estaba ahí para ver eso y permanecer fascinado de lo que lo rodeaba, estaba ahí para trabajar y cumplir el sueño de su hermano, eso sería lo que haría sin tratar de matarse en el intento como ya había hecho en los años previos hasta acabar en la silla de ruedas en que se encontraba y dudaba que algo pudiera ponerle remedio, aunque una de las razones por las que estaba ahí era obtener el dinero suficiente para la operación que le permitiría volver a caminar y que Itachi tanto había buscado costear, sin éxito. Haría este viaje por ambos, su camino y el de su hermano serian uno solo…
Dentro del mismo laboratorio en que Sasuke y Suigetsu se familiarizaban con la teoría de lo que implicaría ser realmente Conductores de Avatar—Sasuke mas bien ya que Suigetsu había entrenado para ello—, y más concretamente en el ala correspondiente a las Cámaras de Enlace que eran enormes estructuras de forma muy similar a ataúdes con tapa que se elevaba o descendía permitiendo ingresar o salir a su conductor, dos de estas comenzaron a su fin en su función de mantener la conciencia de sus usuarios con sus respectivos Avatares, una rutina acostumbrada para el personal científico como Konan Tanaka quien era la mano derecha del doctor en Jefe Kakashi Hatake y operó el escáner de resonancia magnética para comprobar que el vínculo de enlace se llevara a su fin como era esperado…pero tan pronto como la Cámara de Enlace a su lado se abrió lentamente, la científica de tinturado cabello azul corrió en busca de la bata medica de su superior. Estando en su cuerpo de Avatar, Kakashi Hatake era verdaderamente el encanto personificado; locuaz, agradable, sonriente…pero eso se terminaba cuando el enlace o vínculo se rompía y si bien era un profesional maravilloso, su mal carácter era un agudo contraste. Tan pronto como la tapa de la Cámara de Enlace se elevó por completo, Kakashi se sentó enterrando su rostro entre sus manos y deseando poder permanecer en ese otro cuerpo para siempre en lugar de enfrentar la realidad pero la vida no era lo que él ni nadie quería que fuera, y recordarlo hizo que el Hatake frunciera el ceño inmediatamente.
—¿Dónde está la bata?, ¿Tú tienes la bata?— interrogó Konan buscando desesperadamente tan importante elemento para su superior, y su cigarrillo.
—¿Quién tiene mi maldito cigarrillo?— gritó Kakashi con la voz rasposa y de muy mal humor. —Oigan, tengo la mano vacía— obvió alzando su mano derecha y esperando que alguien apareciera pronto, alguien que afortunadamente fue Konan. —Gracias— suspiró sintiéndose mejor al tener su cigarrillo ya encendido cerca.
Alto, muy guapo y de unos cuarenta años que disimulaba muy bien pese a su mal carácter, Kakashi Hatake destacaba por su considerable altura, de ojos y cabello oscuro ligeramente despeinado, rostro impasible y que incluso podía pasar por medio dormida al acabar de salir de la Cámara de Enlace, Hatake no era lo que se esperaba de un científico pero es lo que hay, se dijo interiormente el Doctor en Jefe como de costumbre. Sintiendo que la maldita realidad era un poco menos miserable al tener su cigarrillo cerca, Kakashi no perdió el tiempo en llevárselo a los labios y darle una profunda calada, teniendo la decencia de apartar la mirada para no obligar a la pobre de Konan a aspirar el humo y recibiendo de sus manos su bata como Doctor en Jefe segundos antes de que Pein—quien acababa de abandonar la Cámara de Enlace contigua a la suya—le tendiera un pequeño monitor o pantalla táctil de mano con los avances que sus subordinados o colegas habían hecho en las distintas investigaciones que estaban llevando a cabo, encerrándose en el trabajo que era lo que mejor se le daba. Por otro lado y siguiendo a Shisui como también hacia Suigetsu, Sasuke estaba recibiendo un verdadero tour por el laboratorio que ahora debería concluir mientras cruzaban el umbral hacia el ala de las Cámaras de Enlace que era donde se conectarían a sus Avatares pero de cualquier forma el Uchiha no tenía idea de lo que le esperaba allí, no tenía ningún entrenamiento ni idea de que hacer a diferencia de Suigetsu quien básicamente idolatraba al Doctor en Jefe del Proyecto.
—Kakashi Hatake es una leyenda— aseguró Suigetsu expresándose con casi veneración. —Es el jefe del Programa Avatar y escribió la biblia, o literalmente la biblia que es el libro de botánica de estos territorios— el tono del Hozuki era una mezcla evidente de respeto y asombro.
—Prefiere las plantas sobre las personas— sonrió Shisui conociendo a Kakashi a quien vio de espaldas a solo unos pasos de ellos. —Ahí está, el príncipe volvió a ser bestia— apreció con sarcasmo y como broma personal. —Kakashi, te presento a Suigetsu Hozuki y a Sasuke Uchiha— presentó viendo al Hatake volverse hacia ellos.
—Suigetsu, me han hablado mucho de ti— asintió el Doctor en Jefe en reconocimiento al Hozuki. —¿Qué tal esta tu dialecto?— preguntó siendo esto algo fundamental.
—Que el Padre de todo sonría a nuestro encuentro— saludó el Hozuki en la lengua o dialecto de los nativos y que había aprendido como parte del Programa Avatar.
—No está mal, pero te escuchas algo formal— analizó el Hatake conduciéndose con un tono mucho más relajado y fluido.
—Estudie durante cinco años, pero hay mucho que aprender— sonrió Suigetsu nerviosamente pero ansioso por ponerse a sus órdenes y aprender de él.
El mundo de los llamados "nativos", haciendo referencia a las tribus humanas que se habían asentado en el territorio desligándose totalmente de todo indicé de civilización desde hace siglos; no solo estaba compuesto por individuos con capacidades superiores físicamente y por lo que emplearían los Avatares para "negociar" con ellos por decirlo de una forma…no, eso era solo una parte pues el resto involucraba aprender sus costumbres y en las que Kakashi estaba muy versado como Doctor en Jefe del Proyecto Avatar pero también como antiguo Profesor de una escuela que había establecido para alentar a los nativos a tratar con los "extranjeros" como ellos los llamaban pero que ya no operaba, oh y debían aprender su idioma por supuesto. Sasuke estaba familiarizado por como sonaba el idioma o más bien dialecto de los "nativos" al haber escuchado estudiar a Itachi por las noches cuando creía que él estaba durmiendo, pero nunca le había preguntado al respecto por lo que todo sonaba como palabras sin sentido a su entender. Pese a su mal carácter y siendo ignorado básicamente a propósito—los científicos tendían a hacer eso y el Uchiha lo sabía cómo hermano de uno, llamando a su paz mental para no ser descortés—, Sasuke permaneció en silencio sabiendo que no era de buena educación interrumpir sin importar cuán irrespetuoso pudiera ser el anfitrión, entornando los ojos disimuladamente ante el largo y difícil camino que tendría por delante pero del que no podía escapar o dar la vuelta, mentalizándose en ser paciente y lo que no pasó desapercibido para Shisui quien sonrió nerviosamente antes de decidirse a intervenir.
—¿Kakashi?— llamó el Katon obteniendo la atención del Hatake. —Él es Sasuke Uchiha— presentó esperando que no fuese demasiado duro con él.
—Hola, un placer— por cortesía Sasuke extendió su mano pero el Hatake no se molestó en responder.
—Sí, sé quién eres y no te necesito; necesito a tu hermano— espetó Kakashi sosteniéndole la mirada y ante lo que el Uchiha suspiró en voz baja. —¿Recuerdas? El profesional que entrenó durante tres años para esta misión— mencionó volviendo la mirada hacia Shisui quien parecía conformarse como el resto…pero él no.
—Está muerto— obvió el Uchiha sabiendo bien que nunca podría ser como Itachi. —Lamento que sea inoportuno para todos— señaló molesto y carente de todo humor.
—¿En cuántos laboratorios trabajaste?— cuestionó el Hatake solo para dejar claro su punto.
—Una vez diseque una rana— respondió Sasuke sin inmutarse y no estando ahí para aparentar, lo que pareció irritar al Hatake.
—¿Ves, Shisui?— señaló Kakashi recalcando lo obvio. —Nos orinan encima y ni siquiera se esfuerzan en disimularlo. Hablare con Homura— decidió en voz alta y pasando junto al pequeño grupo con determinación.
—No, Kakashi, no creo que sea una buena idea...— intentó sosegar Shisui pues eso solo traería problemas.
—¡No, no, hasta parece burla!— insistió el Hatake alzando la voz con furia. —Le voy a dar una paliza, no tiene por qué meter sus narices en mi departamento...— gruñó por lo bajo y apretando los puños al caminar rumbo a la salida.
—Nos vemos mañana, a las diez en punto— recordó el Katon a ambos Conductores de Avatar, —y no seas impertinente— agregó dirigiéndole una mirada a Sasuke quien se hizo el desentendido o eso aparento.
No figuraba entre las responsabilidades de Shisui como segundo al mando del Proyecto Avatar decirles que hacer a los Conductores en concreto y de hecho sabía que Kakashi había sido un imbécil como de costumbre al tratar así a Sasuke sabiendo como todos que estaba ahí para reemplazar a su hermano que había fallecido recientemente, pero lo mínimo que todos debían hacer era intentar llevarse bien o no llegar a intentar matarse entre ellos pues tenían un largo camino por delante, de ahí la mirada que le dirigió a Sasuke como una advertencia a un niño que no conocía o no obedecía las reglas, procediendo a continuar con el recorrido por el ala de Cámaras de Enlace tan pronto quedo claro. Como si le dijera que se comportara mejor aunque sin necesidad de utilizar palabras, Suigetsu también le dirigió una mirada solo que un tanto más severa mientras ambos seguían a Shisui sin permitir que este pequeño exabrupto arruinase su primer día o al menos ese fue el caso del Hozuki quien se encontraba en su elemento; quizás y de ser otra persona, alguien más sensible, las palabras podrían haber afectado a Sasuke pero los insultos solo funcionaban si una parte de su ser les creía, pero para él eran solo ruido y por lo que podía dormir tranquilo. Claro que mentalizarse a mantenerse indiferente no cambiaba básicamente nada, no tenía idea de lo que implicaría ser un Conductor de Avatar por no habérselo preguntado a su hermano estando vivo, sería un extraño en ese lugar…pero sonriendo ladinamente para su interior, Sasuke sabía que eso no era algo nuevo en absoluto.
Y estaba ansioso por empezar.
De forma muy similar a como ocurría en el Laboratorio del Programa Avatar y que ocupaba una parte muy significativa de Hell's Gate, el área o ala burocrática de la RDA disponía de todo el instrumental técnico u operacional suficiente mientras los y las asistentes llevaban registro de las operaciones mineras, mantenían registro o comunicación con los pilotos de los distintos helicópteros o cargueros que aterrizaban o despegaban y por supuesto sostenían comunicación con el exterior o la ciudad más cercana y que de hecho se encontraba más allá del archipiélago en que se encontraban en medio de la nada básicamente. Todo se veía muy eficiente en el exterior y lo era, pero mientras cruzaba el umbral del lugar Kakashi deseó que el hombre a cargo de todas esas operaciones fuera un poco más profesional y menos imbécil como lo era Homura Mitokado, un hombre de unos cuarenta o casi cincuenta años con cabello castaño visiblemente encanecido y ligeramente despeinado, barba elegantemente recortada y anteojos de marco azul como su siempre elegante traje del que no vestía la chaqueta y con las mangas de la camisa ligeramente arremangadas, preparándose para golpear una pelota de golf con su palo en una pequeña área que existía solo para él y permitirle recrearse mientras todos trabajaban a su alrededor. Malditos privilegios del rango, todo se trata de tener el grupo sanguíneo de la RDA tatuado bajo el brazo se dijo el Hatake aún más irritado mientras dirigía sus pasos hacia donde estaba Homura quien golpeó la pelota con el palo de golf haciendo que esta se deslizara directamente al interior de un tazón de café volteado que obraba como hoyo en uno.
—Soy grande— se jactó Homura arrodillándose junto al tazón para recuperar su pelota
—Sí, señor— secundó Torifu entre los trabajadores presentes y que lo estaba observando.
—Cállate, estabas viendo el monitor— regañó el Mitokado haciéndolo volver al trabajo. —Esto es vida, Torifu, esto es vida— suspiró no pudiendo pedir más.
—Homura— llamó Kakashi sin éxito pues el administrador solo le dirigió una sonrisa de cortesía, —antes pensaba que era negligencia pero ahora ya sé que lo estás haciendo intencionalmente— juzgó tratando de mantener su ira a raya y controlada.
—Kakashi, escucha, disfruto nuestras charlas— aseguró el administrador de la RDA manteniendo una ligera sonrisa en su rostro no queriendo que arruinaran su día.
Siempre era igual y a esas alturas ni Homura ni Kakashi tenían de que sorprenderse, para nadie era un secreto que ambos no se llevaban bien pero debían tratarse obligatoriamente pues todas las decisiones de Kakashi como Jefe del Proyecto Avatar debían pasar primero por Homura como representante de la RDA en esos territorios, una relación tensa cuando menos y aún más ahora a ojos del Hatake quien veía la llegada de Sasuke sustituyendo al excelentísimo e irremplazable Itachi…como un insulto a su trabajo y a todo lo que este representaba. Muchísimo más concentrado en apuntar correctamente preparándose para volver a golpear la pelota con su palo de golf, Homura decidió ignorar olímpicamente al Hatake—quien ya no tenía paciencia para soportar aquello—y golpear suavemente la pelota haciendo que esta se moviera veloz pero suavemente en su recorrido a través del área de juego hacía el tazón de café volteado en un tiró más que perfecto y que el Mitokado juzgo no tendría como no dar dentro del tazón...o así fue hasta que intencionalmente Kakashi pateó el tazón moviéndolo para hacer que la pelota de golf pasara rodando junto a este; no era intención de Kakashi ser molestó y arruinar el evidentemente importante trabajo del administrador de la RDA—nótese el sarcasmo—sino profesional y si Homura se metía en su departamento él no dudaría en hacer lo mismo, por eso estaba ahí. Dejando libre un suspiro entre frustrado y molesto al ver su triunfo arruinado, Homura alzó la mirada hacia el Hatake que cruzó las manos tras su espalda en un gesto falsamente inocente.
—Ups— se disculpó Kakashi sin lamentarlo obviamente. —Necesito un investigador, no un militar que esta discapacitado— diferenció retomando su conversación.
—De hecho, creo que tuvimos suerte con él— consideró Homura con un suspiro cansado e indicándole que lo siguiera a su oficina.
—¿Suerte?— repitió el Hatake visiblemente desconcertado y más sal verlo asentir. —No te entiendo, ¿Suerte en qué sentido?— cuestionó esperando una explicación.
—Suerte de que Itachi tuviera un hermano y que este no fuera dentista o algo así; es un soldado— resumió el Mitokado pues eso evitaría perder millones con un cuerpo Avatar sin usuario que pudiera usarlo. —Lo asignare a tu equipo como escolta de seguridad— agregó sin contemplar discusión alguna.
—Lo que menos necesito es otro estúpido que le encante disparar— protestó Kakashi indignado con esa idea y lo que los malditos militares representaban.
—No, no, se supone que debes ganarte la confianza de los lugareños, ¿No es el objetivo de las marionetas? Si se parecen a ellos y hablan como ellos confiaran en nosotros— citó Homura aludiendo el lema del Programa Avatar y volteando a ver a Kakashi. —Pusimos una escuela para que nos comprendan y tratamos de dialogar con ellos, ¿Pero en que acabo eso tras tantos años?— ya habían pasados casi seis años de ello y estaban en todo menos relaciones cordiales con esos salvajes. —Las relaciones con los nativos están empeorando— obvió como justificación para su proceder.
—Eso es de esperar si usan metralletas contra el pueblo— defendió el Hatake habiendo visto personalmente hasta donde llegaban sus estrategias de "negociación".
—Okey, ven aquí— instruyó el Mitokado cruzando el umbral de su oficina y tomando de la base magnética sobre su escritorio una pequeña roca metálica que flotaba sobre esta. —Es por esto que estamos aquí; unobtanium, porque esta roca gris se vende a veinte mil millones el kilo— recordó sosteniendo el pequeño fragmento de roca entre su pulgar e índice. —Esa es la única razón, es lo que paga toda la fiesta, es lo que paga tu ciencia, ¿Comprendes?— regresó el pequeño fragmento de roca al campo magnético antes de volverse al Hatake. —Esos salvajes amenazan toda nuestra operación, estamos al borde de la guerra y tú deberías buscar ya una solución diplomática— recordó golpeando su mano contra el escritorio. —Así que usa lo que tienes y dame resultados— impuso sosteniéndole muy seriamente la mirada.
Si de relaciones laborales útiles se trataba, Homura prefería tratar con el Coronel Danzo Shimura quien era su mano derecha y jefe de la milicia, era alguien que debía tenerse como aliado en lugar de como enemigo mientras que la forma de proceder de Kakashi no resultaba útil ni rentable, ¿Por qué escucharlo entonces? Alrededor de siete años atrás—en el año 2141—, Kakashi le había planteado al Clan Konoha, la tribu más próxima, el establecer una escuela para los niños del clan y enseñarles sobre los "extranjeros" como ellos los llamaban, partiendo por su idioma que era el español y primero invitándolos a visitar Hell's Gate logrando ganar su confianza pese a la oposición o negativa por parte de los militares o ejecutivos de la RDA que pensaban que perdería tiempo valioso. Los militares y malditos burócratas veían los limites culturales entre sus distintas sociedades como un helado que se derretía fácil, solo querían deshacerse de los "nativos" o "indígenas" y explotar su suelo hasta el cansancio para obtener todo el unobtanium que necesitaban sin importar a cuantos tuvieran que matar para lograrlo, sin manifestarlo verbalmente, claro. Un año después de eso y producto de la brutalidad tanto de los militares como de la RDA en sí, la escuela había cerrado forzosamente rompiendo el corazón a Kakashi de tal manera que no había podido sanar y por lo que se sentía muerto en vida cada día en su cuerpo real y por lo que recurría a su cuerpo de Avatar, observando a Homura en silencio únicamente, ¿Cómo podría empeorar eso por de la presencia de Sasuke Uchiha? Kakashi intentó convencerse de ello, abandonando el ala en silencio sin otro remedio…
Kelutral o Árbol-Madre/Clan Konoha
Una figura corría por la espesura del bosque con agilidad verdaderamente animal al ojo humano, saltando de rama en rama hasta que finalmente el enorme Árbol-Madre o Kelutral—como lo llamaban en su idioma—que servía de hogar al clan Konoha quedo a su alcance, aterrizando con tal velocidad que apenas pareció que sus pies tocaran el suelo mientras corría. Se trataba de una joven mujer de no más de dieciocho años perteneciente al Clan Konoha o en concreto era la hija de los líderes del Clan; vestía una camiseta roja sin mangas y cuello en V, cortas mallas de licra negras bajo una corta falda gris claro como sus coderas, y largas botas de cuero negro hasta las rodillas a juego con unos cortos guantes de cuero, cargando un pequeño morral con armas a la altura de la cintura, y su largo cabello de un distintivo rosado natural estaba recogido tras su nuca por un peine en forma de flor de cerezo despejando su rostro. Cargando un carcaj con flechas en su espalda y un tanto molesta como siempre que no tenía una caza fructífera pero sin fatigarse al estar tan acostumbrada a correr todo el tiempo, Sakura regresaba a su Clan tras reconocer el territorio cuidando que ningún extranjero intentara acercarse y que era una preocupación continua para todos, cruzando el umbral en forma de túnel de la entrada y que rebelaba el enorme interior, saludando a quienes veía en su camino con una cordial sonrisa y trepando por las ramas hacia la parte más alta del Kelutral donde se encontraba las habitaciones privadas, solo deseando refrescarse un poco antes de volver a salir como siempre.
—Oel Ngati Kameie, Sakura— saludaron un grupo de cazadores que se preparaban para salir en su rutina diaria.
—Oel Ngati Kameie, hermanos— correspondió la pelirosa realizando un gesto sobre su frente en señal de reconocimiento.
Ese gesto que significaba "te veo" en el lenguaje de los "extranjeros" implicaba lo conectados que todos estaban como seres vivientes pero que lo era todo para "el pueblo" como les gustaba denominarse a los Konoha; Sakura ignoró adrede la mirada de su madre y Tsahik quien reparó en su llegada, trepando sin detenerse hasta llegar a la cima del Kelutral donde se encontraban una serie de enormes esferas que colgaban por doquier de las ramas como frutos pero no eran eso y Sakura lo demostró cuando una de estas esferas abrió sus pétalos para permitirle ingresar en la que era su habitación y cuyas flores en el umbral resonaron como cascabeles dándole la bienvenida. La decoración era sencilla; una cama lo suficientemente grande para ella con una mesa de noche, un tocador que también obraba como armería y una pequeña mesa rodeada de almohadones donde solía trabajar o estudiar...desgraciadamente la paz de Sakura se acabó tan pronto escuchó los cascabeles de la entrada a su espalda, prueba de que su madre había entrado tras ella. Tsunade Senju, esposa del líder del clan y voz muy importante de este como Tsahik o líder espiritual, era una mujer de gran belleza, piel clara, ojos color miel y largo cabello rubio hasta la cintura recogido en dos coletas bajas con dos mechones que enmarcaban los lados de su rostro resaltando una marca violeta en forma de rombo sobre su frente; vestía una camiseta gris de estilo kimono sin mangas y ceñida bajo el busto por un fajín purpura resaltando sus prominentes atributos, encima una larga chaqueta verde jade con margen color salmón que permanecía abierta, pantalones azul oscuro y botines de tacón alto.
—Corriendo, siempre corriendo— apreció Tsunade teniendo muchos reproches que hacer a la conducta de su hija como de costumbre.
—No sabes cuándo lo necesitaras— se defendió Sakura aproximándose a su tocador y vertiendo un poco del agua en la jarra sobre un recipiente que tenía dispuesto.
—Sakura, cuando él viene espera encontrarte aquí— recordó la rubia no queriendo que viera esto como una carga.
—Pues no estaré— desestimó la pelirosa deslizando el cierre de su camiseta que dejo sobre su cama junto a sus guantes, mojándose los lados del cuello y el rostro.
—Son las costumbres de nuestra gente, lo sabes— obvió Tsunade sin otro remedio que seguirle la corriente pues también había sido rebelde en su juventud.
—No necesito tus consejos esta vez, madre— protestó Sakura sintiéndose mejor al refrescarse, acomodando su arco sobre su tocador.
—Los necesitas más de lo que crees, Sakura— insistió la rubia en su rol de Tsahik o líder espiritual del Clan, —yo recuerdo cuando tenía dieciocho años— se había parecido muchísimo a Sakura y no lo decía de dientes para afuera.
—Aun los tienes— defendió la pelirosa a modo de sincero elogio, no por nada su progenitora era considerada la mayor belleza del Clan.
—Graciosa— bufó Tsunade con sarcasmo y sabiéndose no tan joven como parecía. —Me embarace a los dieciocho, fue mi decisión y descubrí que es mejor quedarte donde debes— su matrimonio había sido una unión concertada pero inmensamente feliz.
—Si sabes en dónde— suspiró Sakura en respuesta e incapaz de sentir lo mismo.
Su padre Dan Haruno o también conocido como Dan Katou por su título de Olo'eyktan—líder del Clan Konoha—había sido el único hijo del anterior líder del clan Hideyoshi Haruno pero ya había estado comprometido cuando su novia había enfermado gravemente y fallecido antes de que se pudiera hacer nada por lo que se había seleccionado a la única otra joven elegible como futura Tsahik o líder espiritual; Tsunade hija de Kawarama Senju que formaba parte de los consejeros del Olo'eyktan, un matrimonio meramente político o diplomático y que no auguraba felicidad pero que hoy solo evocaba ello; Tsunade y Dan eran la pareja perfecta, se amaban muchísimo y nadie que los conociera no podría decir que su unión era bendita por Kami, su Gran Padre. Sakura quizás podría elegir con quien compartir su vida de ser otra chica normal del Clan, pero tras trágica muerte de su hermana mayor Izumi seis años atrás había tenido que asumir todas sus responsabilidades y comprometerse con su prometido Gaara—tres años mayor que ella—quien era el mejor guerrero del clan…muchos lo habrían considerado un honor y lo era en cierto modo, la propia Sakura era la mejor guerrera del clan—a la par de ella solo estaba Tenten—y futura Tsahik como hija del actual Olo'eyktan que no tenía hijos varones ni más descendientes que ella. Gaara y Sakura eran la pareja perfecta en términos jerárquicos pero ella jamás había estado de acuerdo con esa unión, mas no podía negarse aunque quisiera porque esa unión era lo mejor para su gente y no tenía el valor de ir contra los deseos de sus padres, pero sí que no iría al altar como novia de buena gana.
—Solo quiero a alguien que pueda llenar mi alma— dejó en claro Sakura con un cansado suspiro. —¿Es demasiado pedir?— cuestionó esperando comprensión de su madre pero sabiendo que ello sería demasiado pedir.
—En tu caso, sí— protestó Tsunade lamentando no poder estar de su lado en esto. —Sé que es difícil que lo entiendas pero esto es lo mejor, Sakura, para el clan y para ti— recordó intentando que ella entendiera y lo hacía, pero eso no era suficiente. —Gaara es un buen hombre y sé que juntos podrán ser felices— habían crecido juntos y entendían que era lo mejor para su Clan, incluso Gaara sentía evidente atracción por Sakura…pero ella no por él. —Tu solo huyes de ti, por eso no puedes verlo— era tiempo de que su hija bajara a la tierra y aceptara la realidad. —Que Kami te ilumine— oró en voz alta esperando que recapacitara o tendría un matrimonio infeliz.
No era la primera vez que Tsunade escuchaba esas dudas de los labios de una joven, y si fuera otra como las demás lo entendería y apoyaría pero Sakura era diferente y su lugar estaba junto a Gaara, la profecía de su clan hablaba de la hija de un líder emparejada con un guerrero elegido por Kami y ese solo podía ser Gaara, por lo que todo cuanto Tsunade hizo fue besar en la frente a su hija antes de retirarse sin decir una sola palabra. Seis años atrás la búsqueda de la felicidad todavía le había parecido posible a Sakura como una inocente chica de trece años que poco o nada sabía de la vida, pero tras la muerte de su hermana—y futura Tsahik—todo se había tratado de expectativas y de emularla en todo con el fin de ser tan perfecta como Izumi; primero se había comprometido con Gaara el mismo día de su muerte y a lo largo de los años había tenido que dejarse cortejar por él, estar a la altura de sus expectativas, someterse a un incomodísimo examen de virginidad mientras se entrenaba para suceder a su madre como Tsahik y sin poder decir en ningún momento cual era el plan que ella quería para su propia vida, ni aún ahora con dieciocho años era dueña de su vida, pero ese era su deber como "princesa" del Clan, se lo habían inculcado desde niña. A solas en su habitación tras la partida de su madre que siempre intentaba hacerla sentir amor romántico por Gaara cuando solo podía tenerle el amor de un hermano, Sakura se abrazó a si misma ya que nadie vendría a apoyarla, aguardando algo en su corazón aunque no lo admitía por temor a desilusionarse si no ocurría:
Estaba aguardando a que algo apareciera.
PD: Saludos mis amores, prometí que iniciaría una nueva historia esta semana y lo cumplo, deseando como siempre que mi trabajo sea de su agrado y agradeciendo su apoyo en cada nuevo viaje, realmente significa mucho para mi :3 las próximas actualizaciones serán "Más que Nada En El Mundo" o "El Clan Uchiha", aun no tengo claro cual de los dos primero, luego "A Través De Las Estrellas", "La Reina Olvidada" y por último "Kóraka: El Desafío de Eros", :3 Quisiera hacer un agradecimiento especial a mi queridísima amiga Ali-chan 1966 por apoyarme y ser mi editora personal, no sé que seria de mi sin ella y por lo que le dedico esta historia como todas aquellas desde que somos amigas, y a todos quienes siguen, leen o comentan todas mis historias :3 Como siempre, besitos, abrazos y hasta la próxima.
Personajes:
-Sasuke Uchiha como Jake Sully -Sakura Haruno como Neytiri
-Kakashi Hatake como Grace Augustine -Suigetsu Hozuki como Norm Spellman
-Tsunade Senju como Mo'at -Dan Haruno "Katou" como Eytukan -Gaara Sabaku como Tsu'tey
-Danzo Shimura como Miles Quarich -Homura Mitokado como Parker Selfridge
-Shisui Katon como Max Patel -Sakon Ukon como Lyle Wainfleet -Kidōmaru Susumu como Sean Fike
-Tenten Namiashi como Peyral -Izumi Haruno como Sylwanin -Itachi Uchiha como Tom Sully
-Kami como Eywa -Orochimaru como Agente1 -Kabuto Yakushi como Agente2
Razones & Estreno: debo confesar que tenía en mente este fic desde hace tiempo y puede verlo a lo largo de mis obras como escritora novata, de hecho esta fue la segunda historia o adaptación que escribí cuando tenia unos catorce años modificando la historia y adaptándola al mundo de los humanos lo que me permitió realizar esta—valga la redundancia—adaptación solo que al mundo de Naruto ahora y me siento muy satisfecha con el resultado, cuadrando además esta semana con el aniversario Nº13 del estreno de "Avatar" que se cumple este viernes 16 y el estreno de su secuela "Avatar el Camino del Agua" y que pretendo adaptar aunque no se si como una historia separada de esta o narrar todo en una como estoy haciendo en mi fic "A Través de las Estrellas" por lo que lo dejo a su elección hasta que se me ocurra algo mejor. Para el vestuario tome inspiración obviamente del mundo de Naruto por lo practico de su diseño en lo que refiere a los "nativos" y de la obra "Naruto Shippuden Akatsuki No Shirabe", más adelante mostrare otros diseños de inspiración egipcia y árabe en ciertos atuendos o joyas, pero ya habrá tiempo para eso. También trate de aprender del mundo militar y burocrático adaptándome a un posible futuro en los años 2148 y 2145 que se donde se ubica nuestra historia a partir del prologo y con breves saltos de tiempo al pasado a los años 2141 y 2142 como aluden Kakashi y Sakura.
También les recuerdo que además de los fics ya iniciados tengo otros más en mente para iniciar más adelante en el futuro: "La Bella & La Bestia: Indra & Sanavber" (precuela de "La Bella & La Bestia"), "Sasuke: El Indomable" (una adaptación de la película "Spirit" como había prometido hacer), "El Siglo Magnifico; Indra & El Imperio Uchiha" (narrando la formación del Imperio a manos de Indra Otsutsuki en una adaptación de la serie "Diriliş Ertuğrul") :3 Para los fans del universo de "El Conjuro" ya tengo el reparto de personajes para iniciar la historia "Sasori: La Marioneta", por lo que solo es cuestión de tiempo antes de que publique el prologo de esta historia. También iniciare una nueva saga llamada "El Imperio de Cristal"-por muy infantil que suene-basada en los personajes de la Princesa Cadence y Shining Armor, como adaptación :3 cariños, besos, abrazos y hasta la próxima :3
