-Esta es una adaptación de la película "Avatar" de 2009, escrita y dirigida por James Cameron. Los personajes pertenecen por completo a Masashi Kishimoto, más los personajes de carácter secundario, las modificaciones a las personalidades, los hechos y la trama corren por mi cuenta y entera responsabilidad para darle sentido a la historia. Les sugiero oír "The Reason" de Hoobastank para Sasuke, "Rise" de Katy Perry para Sakura, "Anti-Hero" de Taylor Swift para Izumi, "One and The Same" de Selena Gomez & Demi Lovato para el vinculo entre las hermanas y "Message In A Bottle" de Taylor Swift para el contexto del capitulo.

1-Diálogos en cursiva para el idioma "nativo".

2-Dialogo normal para "español".

3-Breves textos en cursiva para pensamientos.

4-Texto con dialogo en cursiva par flashbacks


No contar con un caballo a diferencia de Gaara y Shikamaru hizo que el regreso de Sasuke y Tenten a la villa sucediese con varios minutos de retraso pero eso no significo un problema para el Uchiha, puede que el trayecto fuese largo pero Sasuke no hizo amague de detenerse en ningun momento, no sentía fatiga o no se permitió sentirla más bien, todo en lo que podía pensar era en Sakura, en lo mucho que deseaba que ella estuviera bien y en cuanto anhelaba estar a su lado para comprobarlo de ser el caso. Solo acelerando sus pasos al cruzar al umbral del Árbol-Madre y disponiendo subir por el entramado de la estructura hacia la planta alta, Sasuke se llevó una gran sorpresa al ver como los miembros del clan presentes en la antesala o ala de reuniones común y en sus propios cotilleos hacían silencio para volver las miradas en su direcciones, mas no con ojos juiciosos, críticos o recriminadores si no que afables, colmados de admiración e incluso más de uno de los presentes inclinó la cabeza en señal de respeto, desconcertando enormemente a Sasuke quien tuvo la necesidad de ralentizar sus pasos, parpadeando con extrañeza para convencerse de que no se lo estaba imaginando ni nada parecido…realmente era asombroso el cómo cambiaba su imagen personal y reputación luego de salvar a la princesa del clan. Justo cuando Sasuke superó su impresión y pretendió seguir con su camino, teniendo a Tenten incondicionalmente a su lado, se llevó una nueva sorpresa al ver bajar por el entramado de la estructura del árbol al Olo'eyktan Dan y la Tsahik Tsunade quienes de inmediato centraron su atención en él, haciendo que se congelara en su lugar.

—Sasuke, muchas gracias— Tsunade fue la primera en acercarse al Uchiha y hablar, —lo que hiciste…solo Kami sabe lo agradecidos que estamos contigo— aseguró teniendo una deuda con él ahora, y un enorme agradecimiento.

—No podía dejarla morir— respondió Sasuke de inmediato. —En mi antiguo clan solíamos decir que nunca se deja a un hombre atrás, y este dicho obviamente también se aplica a las mujeres— desde un punto de vista ideológico, pero emocionalmente se sentía muy unido a ella. —¿Ella está bien?, ¿No es seria su herida?— preguntó conteniendo el aliento a causa de la preocupación.

—Se repondrá pronto, afortunadamente la herida y sangrado fue superficial— confirmó la Tsahik admirando su preocupación para con su hija. —Despertó brevemente y se mostró receptiva, pero se le administró un tranquilizante para que pueda descansar y recuperarse— explicó sintiendo que él merecía saberlo todo. —Le tomará un día o dos recuperarse— solo para estar seguros y eliminar cualquier riesgo.

—Quien debe agradecer ahora soy yo— intervino Dan en sorprendente español y con un acento ligeramente más marcado que el de su esposa. —Si no fuera por ti, nuestra hija habría muerto. Te has ganado mi respeto, Sasuke Uchiha— declaró al visiblemente sorprendido extranjero. —Tal vez puedas convertirte en uno de nosotros, solo unos pocos guerreros han sido capaces de matar a un Ligre sin morir en el intento, aunque esté este medio ciego— consideró reconociendo el valor y mérito del Uchiha.

—Dan lo logró en su juventud— mentó Tsunade con una cómplice sonrisa de orgullo.

—Era un Ligre viejo, dudo haber podido con uno joven y fuerte— objetó el Olo'eyktan con humildad. —Un guerrero siempre es bienvenido, Sasuke, ten la certeza de que te has ganado la confianza de todo el clan— retomó siendo muy claro con el Uchiha.

—Gracias a los dos, pero no quisiera quedarme con todo el mérito— negó Sasuke no pudiendo ni queriendo llevarse el crédito. —Sakura fue la responsable de que la situación se volviera a mi favor. Si el Ligre no hubiera estado distraído por el dolor y hubiera visto correctamente, entonces ambos estaríamos muertos— aclaró dándole todo el reconocimiento a ella y con justa razón.

—Sin embargo, tú lo mataste mientras Sakura estaba inconsciente, pudiste huir y no lo hiciste— insistió Dan avanzando un paso más cerca del Uchiha. —No olvidare eso— aseguró dándole a entender al Uchiha el lugar que había obtenido por ello.

En su día a día y como Olo'eyktan, Dan era una figura paterna para los miembros de su clan, debía ser un auténtico padre para ellos a la par que para su propia hija y por lo que inicialmente había creído que el Uchiha sería una amenaza para su seguridad, lo había tratado fría e indiferentemente por lo mismo, mas ahora caía en cuenta de su error y por lo que tendió al aire su mano derecha en el que sabía era el saludo típico de los extranjeros y que sorprendió al Uchiha que tardó una fracción de segundo en corresponder, sonriendo ladinamente e inclinando respetuosamente la cabeza tanto al Olo'eyktan como a la Tsahik y que se retiraron un instante después para regresar a sus respectivas responsabilidades. Aunque desde el primer momento había deseado poder adaptarse a la vida del clan Konoha y poder ser uno de ellos, siendo el propósito de su aprendizaje bajo la tutela de Sakura, decirse sorprendido era un eufemismo para Sasuke y quien observó a la nada por un momento, emitiendo una seca carcajada pues no había sido su intención ganarse el respeto y aceptación del clan ni sus líderes a costa de arriesgar la vida de Sakura, claro que lo hacía feliz ver que existía la posibilidad de ser parte del clan y que deseaba de todo corazón, pero era un sentir agridulce porque no deseaba que tuviera que pasar gracias a que Sakura saliera herida. Igualmente sorprendida que el Uchiha aunque gratamente, Tenten esbozó una sonrisa cargada de admiración mientras seguía con la mirada a sus líderes hasta perderlos de vista y luego regresó su mirada al sorprendido Uchiha, nunca antes un extranjero había logrado tan reconocimiento a ojos de su gente, pero nunca antes un extranjero había sido como Sasuke después de todo y Kami lo había elegido por una razón.

—En nuestra lengua irayo significa gracias. Nuestro Olo'eyktan casi nunca habla en español, por lo que debe respetarte mucho para hablar tu idioma— explicó la Namiashi regresando al "extranjero" a la realidad y viéndolo asentir. —Sasuke, quiero ofrecerme como tu mentora mientras Sakura se recupera, si te parece, claro— sugirió no queriendo que descuidaran su preparación ni aprendizaje.

—Gracias, Tenten— apreció el Uchiha, no habiendo esperado semejante oportunidad.

Era un pobre sucedáneo, sin intención de parte de Sasuke ofender a Tenten pero nadie podría reemplazar a Sakura instruyéndolo sobre la forma de vida del clan, por supuesto que él daría lo máximo de sí mismo de igual modo y trataría de aprender lo más rápido posible pero Sakura tenía una forma particular de hacer las cosas, de premiarlo y castigarlo a la vez, y por encima de todo no es que Sasuke simplemente se hubiera acostumbrado a estar bajo su tutela sino que ahora comprendía que tenía sentimientos por ella, puede que fuese el mayor error de su vida y sabía que iba a arrepentirse de ello, pero todo lo que deseaba en ese momento era subir a la planta alta del Árbol-Madre, enterar en la habitación de Sakura y simplemente verla. Lo había considerado a consciencia durante todo el camino en busca de tener claro que es lo que realmente sentía por la Haruno, enamorarse no entraba en ningun plan, ni siquiera como espía y por lo que se preguntó mil y un veces que es lo que realmente sentía por ella, incluso intentó cambiar de punto de vista pero la conclusión siempre fue la misma; había atracción física desde el primer día y era evidente, fascinación también pues todo lo que ella tuviera bien hacer o decir era de su interés, Sakura era la chica más asombrosa que hubiera conocido en su vida y sin importar que lo tuviera todo en contra era un hecho que se estaba enamorando de ella, en el peor momento posible y en la peor situación había terminado por enamorarse y sabía que sus sentimientos iban muy en serio para su desgracia. Sabía que no había futuro en esto, ni si quiera había posibilidad de que Sakura le correspondiera.

Lo mejor que podía hacer era intentar olvidarlo.


Aunque a lo largo de todas las horas que restaban del día Sasuke intentó encontrar una oportunidad de subir a la planta alta y visitar a Sakura, la ocasión nunca pudo estar a su alcance; por lo que no podía ser descortés con Tenten y trató de conocerla, aprendiendo que de hecho temporalmente iba a tener como mentora a la mejor cazadora del clan, detrás solo de Sakura, por lo que tenía la certeza de que no se quedaría rezagado bajo su tutela; pero cuando pensó que podría visitarla se enteró que Gaara había descuidado completamente sus deberes diarios y que se quedaría con ella hasta tarde, por lo que Sasuke tuvo que esperar hasta después de la cena y llegada la hora de dormir, vigilando que no hubiera nadie cerca antes de introducirse en la habitación de la pelirosa sin ser visto, agradeciendo que esta estuviera junto a la suya. Sasuke nunca había estado en la habitación de Sakura y no se molestó en estudiar mucho el aspecto general de esta sino que avanzó lentamente hacia la cama y con sigiló, sin ánimo de despertar a quien ahí dormía, sentándose sobre el colchón y al costado de la durmiente pelirosa que se quejó entre sueños, haciendo alarde como siempre de sus agudos sentidos y estando siempre alerta aunque también sumamente cansada pues no se despertó; profundamente dormida sobre la cama, con una almohada bajo su cabeza y con sus largos rizos rosados cayendo sobre sus hombros, Sasuke vio una nueva expresión en el rostro de Sakura y que lo enamoró aún más, la serenidad, esa era ella realmente y no el resto del tiempo cuando buscaba frenar o contener sus emociones, ¿Cómo no enamorarse de ella?

—Sakura, nunca pensé que te vería así— confesó Sasuke en voz muy baja por temor a despertarla. —¿Cómo llegamos a esto? Saliste herida por mi culpa, por estar al pendiente de mí…y no sabes cuánto me duele— la angustia le oprimía el corazón, desearía que ella estuviera a salvo y él en su lugar, pero era imposible. —Sé que probablemente no debería estar aquí ni decirte esto...pero necesito hacerlo, cuando no estás despierta para escucharme y golpearme— explicó conteniendo una carcajada y añorando sus golpes, reprimendas o lo que ella tuviera a bien hacer.

Aunque supiera que en poco tiempo Sakura estaría bien, dentro de solo unos días, Sasuke necesitaba confesarle lo que sentía o de otro modo su corazón le decía que se volvería loco; nunca había pensado que tendría sentimientos tan fuertes por alguien en circunstancias como esas, ni siquiera se le había pasado por la cabeza y ahora era tarde para dar marcha atrás, con Sakura sentía todas las emociones que nunca antes había experimentado, ni siquiera había enviado información nueva a Danzo y la que enviaba eran datos erróneos, porque ya no le importaba esa estúpida guerra en ciernes. Siendo honesto no le extrañaba haberse enamorado de Sakura, ella simplemente no era como ninguna mujer que hubiera conocido, era especial, maravillosa, la mujer más fuerte, valiente, intrépida, leal e infinitamente amable que había conocido, no sabía cuándo había caído bajo el hechizo que le trasmitía el estuche de esmeraldas que eran sus ojos, pero aunque los sentimientos que tenía por ella fueran peligrosos y una completa locura, era la primera y única vez en su vida que los sentía. No lo negaba, había conocido a muchas mujeres en el pasado, mientras que Itachi se había dedicado a volverse aún más respetable como científico, él se había dedicado a disfrutar la vida, yendo literalmente de mujer en mujer sin arrepentirse, pero aun así nunca se había enamorado de ninguna, habían sido amigas quizás pero nunca había mirado a ninguna como veía a Sakura, nunca había sentido por nadie lo que ahora sentía por ella que lo hechizaba con una sola mirada, y podría vivir solo contemplándola por el resto de su vida, no pediría nada más.

—Me destroza verte así, pero te juro que agradezco a la vida por ponerte en mi camino; estás aquí, estás viva y estás conmigo, no me importa nada más— confió con total sinceridad y habiendo temido perderla. —Ningún amor imposible tiene un final feliz y no seremos la excepción— ella estaba comprometida con Gaara y no iba pedir que le correspondiera. —Te he amado desde la primera vez que te vi, y solo lamento no haberme dado cuenta de eso hasta ahora— su atracción por ella había ido en aumento y él no había podido verlo. —Nunca interferiré en tu vida, solo…deseo que seas feliz— no iba a pedir que tuvieran una oportunidad juntos, eso sería demasiado.

Tan siquiera poder estar junto a ella era surrealista; poder aprender de los nativos, los Konoha, sus tradiciones, su tierra, su forma de vida…todo era abrumadoramente surrealista para Sasuke aunque en el exterior pareciera haberse acostumbrado, porque en el fondo y a pesar de todo continuaba siendo solo un militar que se había arrojado a la guerra siendo demasiado joven, imprudente y por lo que a día de hoy estaba pagando el precio pues no podía caminar en su verdadero cuerpo, aunque si en el de su Avatar. Ni siquiera debería estar ahí en cualquier caso, si tenía la oportunidad de estar ahí solo era porque estaba reemplazando a su hermano mayor, no se suponía que formase parte del Programa Avatar pero se había ganado un lugar entre ellos como su activo más valioso y sus ideales distaban ahora de los militares y la RDA, no era precisamente un traidor pero tampoco deseaba seguir cooperando con ellos, mas no es como si tuviera opción, ¿Cómo mirar a los ojos a Sakura y decirle honestamente lo que sentía por ella? Seria hipócrita de su parte. Dejar todo lo que conocía atrás y formar parte de esta misión había sido su escape para enfrentar la dolorosa muerte de su hermano, pero lo que realmente buscaba era la posibilidad de elegir una nueva vida dado que su anterior vida había perdido sentido, ¿Qué más tenía que perder? Un viaje a lo desconocido era justo lo que necesitaba, ofrecía el cambio que buscaba pero ni por un instante se le había pasado por la cabeza que obtendría básicamente otra oportunidad en la vida, que volvería a caminar ni mucho menos que se enamoraría…levantándose lentamente de su lugar, sintiendo que había dicho suficiente, Sasuke inclinó lentamente su rostro sobre el de Sakura.

—Descansa— deseó el Uchiha esperando volver a verla pronto y estar bajo su tutela.

Aunque no tuviera el derecho, presionó un beso sobre la frente de la dormida pelirosa antes de cerciorarse que eso no la había despertado y hecho esto se retiró de la habitación, comprobando en el proceso que no había sido visto antes de ingresar en la suya y prepararse para dormir. Sabía que estaba mal, se suponía que de entre todo lo que podía sentir y hacer estando allí lo único prohibido era enamorarse, porque fuera como fuere eso no tendría futuro…mas alejar sus ojos del inocente y hermoso rostro de Sakura o de sus encantadores ojos era como pedirle a su corazón que no latiese, las horas que pasaba lejos de ella eran su ruina, solo pensaba en cada nuevo encuentro, cada nuevo descubrimiento en que ella lo guiaba, y con ese pensamiento Sasuke se tumbó sobre su cama y durmió profundamente. Quizás y de haberse quedado unos instantes más, Sasuke habría atestiguado como Sakura se removía somnolienta sobre su cama y lentamente abría los ojos, observando con extrañeza que se encontraba a solas cuando juraría que había escuchado palabras cargadas de afecto, no del todo claras debido a la bruma del sueño pero juraría haberlas escuchado, ¿Eran de Gaara? Deberían de serlo, mas lo suyo no eran las palabras ni las acciones, ¿Quizás Sasuke? No tendría ningun sentido, ¿Por qué él sentiría afecto por ella que había sido tan cruel y agresiva? No, ella debería disculparse con él tan pronto pudiera levantarse de la cama, pero no era digna de su afecto, aunque mentiría si dijera que después de ser salvada por él no esperaba poder ganarlo poco a poco, porque deseaba conocerlo mejor. Si siguiera siendo quien había sido una vez, todo sería diferente…


Siete Años Antes/Kelutral, hogar del clan Konoha

Más rápido, Sakura— alentó Izumi siguiendo la veloz carrera de su hermana menor.

No me atraparas— contrarió Sakura entre risas y huyendo de su hermana mayor.

Aunque había sucedido hace muchos años, cabe señalar que entonces la vida en el clan Konoha había sido muy diferente, —los nativos seguían siendo los mismos sin importar el tiempo en que se les contemplara—en el pasado habían tenido más libertad, se respiraba un aire especial en el ambiente y sin importar que su relación con los extranjeros fuera terrible, era evidente que nadie deseaba una guerra y por lo que en lugar de preparar a sus hijos para ello se les permitía crecer con inocencia. Corriendo por las praderas colindantes al Árbol-Madre, Sakura de once años volvió de vez en vez la mirada por sobre su hombro mientras era perseguida por su hermana mayor, portando un vestido rojo oscuro de estilo kimono con un emblema en forma de circulo blanco en los lados de los brazos en las cortas mangas por sobre los codos, en el frente de la falda hasta las rodillas—que se abría en los lados—y en la espalda, debajo del vestido lucia mallas verde oscuro a juego con un cintillo de tela que coronaba su largo cabello rosado que caía sobre sus hombros y tras su espalda. Muy cerca de ella y corriendo casi igual de rápido—dándole algo de tiempo extra para la suerte—, su hermana Izumi de catorce años vestía un traje completo color negro de cuello alto y cerrado, sin mangas y que formaba un corto short negro hasta los muslos, con largos guantes sin dedos que llegaban por encima de los codos, sobre el short negro un faldón morado que se ataba en el frente a la altura del vientre y formaba una cola tras de sí, cerrando su atuendo con cortos botines negros, y su largo cabello castaño caía tras su espalda hasta las caderas, a juego con sus brillantes ojos oscuros.

Hoy recibí una propuesta de matrimonio para Sakura, de la familia Namiashi para Raido su primogénito— mencionó Dan observando el juego entre sus hijas.

Que maravilloso— sonrió Tsunade volviendo la mirada hacia su esposo y encantada con la idea.

La rechacé y en su lugar ofrecí a Maki de la familia Suna— aclaró él temiendo matar la ilusión de los ojos de su esposa. —Todos usan a sus hijos o hijas para mejorar la posición de su familia— obvió pudiendo ver el trasfondo de aquella propuesta de matrimonio. —Puedo conseguirle a Sakura algo mejor— puede que fuera su hija menor pero también era una princesa como Izumi.

¿Y no crees que ella pueda lograrlo por su cuenta?— rebatió ella arqueando una ceja en respuesta. —Creo que la subestimas— Sakura era joven pero no tonta.

No, te equivocas— diferenció Dan no viendo a su hija menor de esa forma. —Puede que Sakura sea más inocente y dulce que Izumi— su primogénita era juiciosa, reservada y seria mientras que Sakura era alegre, radiante y enternecedora. —Merece un matrimonio sin complicaciones emocionales, por lo que tendrá el privilegio de elegir cuando llegue el momento— se comprometía a darle ese privilegio a su hija.

A solo unos metros de distancia y observando todo se encontraban el Olo'eyktan y la Tsahik, tomando un respiro de sus obligaciones y solo observando a sus hijas; el Olo'eyktan Dan Kato vestía una camiseta negra de cuello alto y cerrado con mangas subidas hasta los codos y encima un chaleco verde musgo sin mangas de cuello cuadrado completamente cerrado, pantalones negros y una corta capa trasera azul con círculos blancos en la parte inferior. A su lado y destacando por su gran belleza se encontraba su esposa la Tsahik Tsunade Senju quien vestía un camiseta gris de estilo kimono sin mangas y ceñida bajo el busto por un fajín purpura que enmarcaba sus prominentes atributos, encima una chaqueta verde jade con margen color salmón que permanecía abierta, pantalones azul oscuro, botines de tacón alto, y su largo cabello rubio hasta la cintura recogido en dos coletas bajas con dos mechones que enmarcaban los lados de su rostro resaltando una marca violeta en forma de rombo sobre su frente. Puede que fuera egoísta de su parte querer darle privilegios a su hija menor en relación con su primogénita sobre quien reposaban todas las expectativas, Izumi era la Tsakerem o futura Tsahik, era la princesa del clan y sobre quien reposaban décadas de un linaje que había liderado su clan, se esperaba que ella junto con sus descendientes pudieran hacer lo mismo aunque fuese solo una joven de catorce años, y no iban a depositar sobre los frágiles hombros de Sakura—de solo once años—una carga ni remotamente semejante, ella se merecía poder crecer libremente.

Olo'eyktan, Tsahik— Rasa Sabaku, líder de los cazadores, irrumpió en el feliz cuadro familiar. —El doctor Hatake ya está aquí— comunicó con voz solemne.

Condúzcanlo al área de reuniones— instruyó Dan endureciendo pragmáticamente su semblante.

Entendido— asintió el Sabaku inclinando la cabeza. —Con permiso— se excusó retirándose respetuosamente.

Izumi, Sakura— llamó Tsunade elevando ligeramente la voz para ser oída por sus hijas.

Es hora de volver, vamos— respaldó Dan suavizando nuevamente su voz a solas con su familia.

Desde hace ya mucho tiempo el doctor Kakashi Hatake había intentado establecer contacto con el clan Konoha, era un extranjero y como tal el Olo'eyktan no veía con buenos ojos un contacto entre sus respectivos mundos pero entendía que no podían ignorarlo para siempre, quizás pudieran crear un puente entre culturas aunque sonase idealista y por lo que después de meses de negociaciones a distancia Dan había decido recibir al doctor en Jefe del Programa Avatar en privado junto a su esposa, pero primero debía poner a sus hijas a salvo y explicarles el por qué no podrían formar parte de aquella reunión. Entendiendo que su tiempo de juego había terminado, Sakura corrió aún más rápidamente del alcance de su hermana mayor, tomándola por sorpresa al correr en su dirección y saltando sobre ella haciendo que ambas cayeran sobre la hierba entre risas, permitiéndose olvidar todo lo demás y ser solo hermanas, que era el mayor placer y alegría posible para ambas, que rodaron sobre la hierba por largos momentos hasta escuchar que sus padres volvían a llamarlas y esta vez con un tono más serio e inconfundible. Siendo siempre la hija madura y responsable que se esperaba que fuera, Izumi se irguió de la hierba envolviendo sus brazos alrededor de su hermana menor que se mantuvo abrazada a ella como un lémur a un árbol, pero para suerte de la pelicastaña era asombrosamente liviana permitiéndole caminar para abandonar la pradera rumbo al interior del Árbol-Madre y siguiendo los pasos de sus progenitores, eligiendo no hacer preguntas pero como siempre habiendo escuchado suficiente de la conversación para saber lo que pasaba.

Ella debería quedarse al margen, pero también siempre estaba en medio.


Aunque la voz de la razón en su mente le dijera por lógica que participaría en la reunión entre sus padres y el doctor en jefe del Proyecto Avatar, otra voz previsora le susurró que le designarían cuidar o vigilar que su hermana menor no se metiera en problemas…que fue justo lo que sucedió para decepción de Izumi pero no lo demostró, permaneciendo en la planta de arriba mas no en su habitación y junto a su hermana menor como se le había ordenado. Por un lado esto se debía a que Sakura estaba muy inquieta, ansiosa por la curiosidad y que le impedía quedarse en un mismo lugar por más de dos segundos, acercándose de vez en vez al entramado de ramas conformado por la estructura del árbol y que conducía hacia la planta baja, por donde intento escuchar parte de la conversación, en vano y siendo reprendida cada determinados minutos por su hermana mayor que afilaba distraídamente su daga o cuchillo de caza que mantenía en su cinturón. Soplando la hoja de su cuchillo de caza al terminar de afilarla, Izumi dejo libre un suspiro por lo bajo ante la curiosidad de su hermana menor mientras lo regresaba a su lugar, teniendo idéntico sentir, estaba igualmente deseosa de saber de qué se trataba la reunión entre sus padres y el doctor Hatake, con la diferencia de que como hija mayor se esperaba que fuera seria, responsable y que diera el ejemplo tanto a su hermana menor como a cualquiera que la viera, una carga dura y que Sakura—joven como era—no podía notar, removiéndose inquieta en su lugar y caminando en círculos como leona enjaulada, detestando el sentirse como un animalillo enjaulado y vigilado por un guardián, que era su hermana.

¿Por qué no podemos estar ahí y escuchar de verdad?— preguntó Sakura acercando sus pasos hacia el umbral de la planta baja.

Sakura...— regaño Izumi pese a hacerse mentalmente la misma pregunta, —no es correcto— obvió intentando convencerse a sí misma de ello.

Vas a ser la futura Tsahik— protestó la pelirosa justificando en el proceso su insistencia. —¿Cómo llevaras a cabo tu deber si no sabes de las cosas importantes?— cuestionó siendo algo totalmente lógico.

Está bien, tienes razón, vamos— aceptó la pelicastaña con un suspiro resignado y sereno por poder hacer lo que deseaba interiormente. —No te separes de mí— agregó aun teniendo el deber de vigilarla y pensaba mantenerlo.

No es como si Izumi fuera a pedirle a Sakura que le diera la mano al momento de descender hacia la planta baja, ella misma no lo habría aceptado, pero si le pedía que no se alejara más de dos pasos de ella, pero Sakura apenas y le prestó atención, sujetando el dobladillo de su vestido a modo de juego, descendiendo por el entramado de la estructura del árbol madre y dirigiéndose luego al área de reuniones entre brincos de emoción que hicieron a Izumi entornar los ojos; no por primera vez admitió para sí lo increíblemente inteligente que era Sakura, lo suficiente como para poder actuar teniéndolo todo en contra—al ser tan joven—o bien tergiversando las circunstancias en base a lo que ella creía correcto o necesario. El área de reuniones dentro del Árbol-Madre o Kelutral era una especie de sala de tamaño mediano creada por la misma estructura central del árbol y donde solía reunirse el Olo'eyktan junto a los miembros de su consejo, personas juiciosas, inteligentes y que anteponían el bien del clan por sobre todo y que formaban parte de la elite guerrera o de los cazadores junto a algunos de los artistas y cantantes más destacados del clan, rangos que se transmitían de padres a hijos, pero en ese momento el salón estaba vacío de actividad, solo se encontraban presentes el Olo'eyktan Dan Kato sentado en el escaño principal ante una mesa de roca solida de aspecto redondo, con su esposa Tsunade sentada a su lado, y solemnemente de pie frente a ambos se encontraba el doctor Kakashi Hatake quien terminó de explicar sus motivaciones para desear poder relacionarse con los miembros del clan Konoha e incluso llegar a más de ser posible.

Por favor, Olo'eyktan, solo le pido una oportunidad— rogó el Hatake habiendo esperado años para poder sostener esa conversación. —Si mi iniciativa no es bienvenida, no dude que no seguiré con ello— aseguró no deseando transgredir ningun limite ni ofender a nadie del clan Konoha.

Quisiera aprobarla, sería bueno conocer y aprender de los extranjeros— confesó Dan queriendo aprender tanto de sus enemigos como estos ya parecían saber de ellos, —pero la cuestión a debatir es que habrán muchos padres que desconfiaran en poner a sus hijos en manos de los extranjeros— obvió teniendo el deber de respetar la opinión de la mayoría de su gente, no pudiendo ir contra ellos o en contra de sus deseos.

Yo quisiera aprender— declaró Sakura desde el umbral de la estancia y sorprendiendo tanto a sus padres como al doctor Hatake.

Niñas, vuelvan arriba— indicó Tsunade a sus hijas, sorprendida de que hubieran desobedecido lo que había sido una orden.

Lo siento, madre, pero pienso igual— se atrevió a protestar Izumi de pie junto a su hermana menor. —¿No sería mejor si un grupo de niños o jóvenes, que estemos interesados en aprender, visitamos la sede de los extranjeros?— planteó considerando que ello aportaría pruebas suficientes a ambos bandos, para bien o mal.

Es una buena idea— consideró la Tsahik apreciando el aporte de su primogénita, —siempre que nos garanticen que seremos bien recibidos y que no seremos agredidos— condicionó con intención de formar parte en el viaje como garantía de seguridad.

Tiene mi palabra Tsahik— asintió Kakashi de inmediato y con ánimos renovados. —Oloeyktan— secundó inclinando la cabeza antes de volver la atención hacia la hija menor de estos y que se acercó hasta él.

¿Realmente podemos ir?— preguntó Sakura visiblemente nerviosa pero también ansiosa de aventurarse a lo desconocido.

Si eso es lo que quieren...— confirmó el peligris antes de darse cuenta de que no sabía su nombre ni el de su hermana mayor.

Sakura, y ella es mi hermana Izumi— contestó la pelirosa con una sonrisa aún mayor.

Todo había cambiado en unos minutos, su situación y el proyecto que deseaba llevar a cabo ya no parecía imposible sino muy posible, concreto de hecho y le alegró que así fuera pero no solo se debía a él y sus buenas intenciones sino también a la oportuna interferencia de la joven pelirosa de rostro sonriente y brillantes ojos esmeralda ante quien Kakashi se arrodilló para estar a su altura. Como prospecto de maestro si su proyecto de una escuela de español daba resultado, Kakashi vio en la joven pelirosa a su primera y puede que más devota alumna, aunque no a la única, alzando la mirada hacia la hermana mayor de Sakura; Izumi, quien si bien se mantuvo estoica, seria y reservada, tenía el mismo brillo de curiosidad en sus ojos oscuros que el que tenía Sakura, solo que contenía todas sus emociones, eran dos polos opuestos y que le resultaron fascinantes desde el primer momento, sonriendo a ambas tanto en agradecimiento como para familiarizarse con ellas. Si bien podía advertir la inseguridad o justificado recelo en las miradas que sus padres intercambiaron entre sí, Izumi se concretó en la alegría de su hermana menor y en la posibilidad de aventurarse a lo desconocido, también tenía sus reservas con respecto a si confiar o no en los extranjeros que eran extremadamente crueles o sanguinarios ante cualquier ataque o respuesta de su parte ante la brutalidad que ellos mismos les imponían; pero Sakura no veía nada de eso, estaba entusiasmada de conocer un mundo del que solo había oído, ávida de probar un idioma que había escuchado pero que no entendía ni manejaba y sí que deseaba poder hacerlo, deseaba poder aprender de lo desconocido…


Les presento a Hidan Terasoma, también doctor del Programa Avatar, él será nuestro piloto en el viaje— informó Kakashi ayudando a la Tsahik a subir al helicóptero.

Es un placer, gracias por volar con Air Hidan— correspondió el peligris con una sonrisa carismática, encendiendo el motor del helicóptero con prontitud.

Todo se había desarrollado con aun mayor prontitud de la que Kakashi había tenido en mente como para analizar los pros y los contra—si lo había hecho, pero en su mente y por investigaciones previas, no con datos concretos ni reales—apenas y había tenido tiempo para informar a Homura Mitokado como representante de la RDA y organizar la visita mientras los miembros del clan Konoha se decidían a quienes de sus hijos permitir conocer la sede de los extranjeros mejor conocida como Hell's Gate, y para el final de la semana el viaje era ya un hecho. Sentada muy cerca de la cabina, Sakura sonrió cargada de entusiasmo e intercambiando una mirada con su hermana Izumi quien se mostró tan reservada como de costumbre al igual que su madre quien se sentò entre ambas, estando ambas mucho más al pendiente de la reacción y bienestar del resto de los niños que era lo importante así como la oportunidad de conocer a los extranjeros en su propio terreno. El viaje fue verdaderamente corto, de alrededor de una hora o poco más y que se tornó por demás divertido para los jóvenes a bordo y que se entretuvieron contemplando el paisaje que ya conocían pero desde una altura y punto de vista completamente nuevo pero que se tornó gris cuando Hell's Gate finalmente se encontró a su alcance y cuanto más se aproximaban a la pista de aterrizaje. Sakura notó por encima de todo la ausencia de verde, el suelo se veía duro y frio, no había color, pero no dejo que eso la desanimase aunque sí que su hermana mayor y su madre sintieron un escalofrió por el ambiente tan agreste.

Es un lugar enorme— apreció Sakura bajando de un brinco tan pronto como el helicóptero aterrizo.

También muy frio, no parece haber verde— difirió Izumi con una visión mucho más crítica.

Solo en este lado, en que priman los militares o "guerreros"— aclaró Kakashi marchando al frente del grupo y abriendo el camino. —Del otro lado solo hay mucho verde— prometió aludiendo las dependencias del Programa Avatar.

¿Son los "niños salvajes"?— preguntó uno de los soldados de turno contemplando al grupo desde una prudente distancia.

Así es— confirmó su compañero con expresión de disgusto. —El doctor Hatake debería deshacerse de ellos en lugar de traerlos aquí— el Coronel Shimura pensaba igual que ellos.

Afortunadamente conversaciones como esa no llegaron a oídos de ninguno de los jóvenes miembros del clan Konoha, por lo que esa primera visita a Hell's Gate fue simplemente maravillosa, tanto los jóvenes miembros del clan Konoha como su Tsahik regresaron a su hogar con maravillosos recuerdos de todos los científicos que profesaban un afecto y admiración genuino por su cultura, Sakura e Izumi incluso habían aprendido a jugar baloncesto gracias a la amable doctora Konan…pero para el final del día y de regreso en su hogar, el cuadro no era tan bello y simple de pintar, menos cuando algunos de los jóvenes que habían participado en el viaje a Hell's Gate comenzaron a sentirse enfermos y cayeron en cama para el anochecer y todos los involucrados ya tenían los mismos síntomas al día siguiente, entre ellos Izumi y por supuesto Sakura. Los síntomas eran fiebre que no remitía, dolor de estómago, dolor muscular y la imperiosa necesidad de vomitar, pero afortunadamente la Tsahik—solo dando abasto con ayuda de los demás médicos de la villa si de atender a todos los afectados se trataba—pudo mitigar estos síntomas dándoles a beber a todos los afectados una infusión de flor de caléndula…o a casi todos pues desgraciadamente no había cosa que desagradara más a Sakura que la flor de caléndula y por lo que se negó a beber la infusión una y otra vez, prefiriendo permanecer en cama y con fiebre toda la noche, y no consintió que su madre intentase obligarla a beberla. A punto de subir por el entramado de la estructura del Árbol-Madre hacia la planta alta, Dan detuvo sus pasos viendo a su esposa descender con un semblante entre cansado y satisfecho, tendiéndole la mano para ayudarla aunque ella no lo pidiera.

¿La fiebre bajo?— consultó Dan profundamente preocupado por sus dos hijas.

A Izumi sí, pero Sakura no quiere beber la medicina, detesta la flor de Caléndula y no hay forma de que la beba— suspiró Tsunade masajeándose las sienes. —¿Qué paso?— inquirió por la expresión serena en el rostro de su esposo.

El doctor Hatake vino a informar, muchos de sus científicos "avatares" también enfermaron— informó el peliazul a su sorprendida esposa. —Parece que todo es por una fuente de agua contaminada tanto en nuestro caso como en el de ellos, es un consuelo— obvió pues podían descartar un envenenamiento premeditado. —Ya encontraron una cura y vino a dejar suficiente para todos los niños— agregó aludiendo al resto de los médicos del clan.

Qué bueno— suspiró la rubia infinitamente aliviada. —Te decidiste, ¿no?— más bien afirmó mientras esbozaba una sonrisa cómplice.

Sí, ya ordene a un grupo de nuestros artesanos que sigan las instrucciones del doctor Hatake en la construcción de la escuela— confirmó él interiormente entusiasmado.

Cuando para el final del día anterior Izumi había comenzado a vomitar y tener fiebre, Dan había creído de inmediato que se debía a la visita al territorio de los extranjeros pese a intentar convencerse de lo contrario, no quería creer que estos pudieran ser tan desalmados como para volver a niños o adolescentes el centro de su ataque y afortunadamente esto solo había sido un pensamiento paranoico como padre que era, le reconfortaba y hacía sentir infinitamente mejor que no hubiera solo mal en el mundo, y aunque ahora Sakura también estaba enferma—no queriendo beber el único lenitivo posible que atenuaría sus síntomas—, Dan sabía que todo mejoraría gracias a la medicina del doctor Hatake. Para el final de la noche y luego de que sus hijas bebieron la medicina, los síntomas hubieron remitido por completo y en el plazo de dos días ya estaban completamente recuperadas, mismo plazo en que también los mejores constructores del clan comenzaron la edificación de un edificio lo suficientemente grande para conformar la escuela donde asistirían los jóvenes miembros del clan, recibiendo pronto indicaciones muy claras del doctor Hatake quien fue tomado por sorpresa por la eficiencia de la construcción. Al principio y si bien el edificio estuvo terminado, pasaron un par de semanas e incluso meses antes de que la escuela pudiera abrir sus puertas, el Hatake quería tener todos los elementos y material ilustrativo o literario disponible, quería que su escuela fuese más que perfecta al momento de abrir sus puertas y para su fortuna contó con el apoyo total de los miembros del Programa Avatar quienes incluso se mostraron muy entusiasmados por ello.

La escuela abrió una semana después.


Comenzar a dar clases a niños que solo manejaban su propio dialecto no había sido precisamente fácil para Kakashi, pero este disfrutaba de los desafíos, estaba versado en su misma comunicación y había partido con ello, siendo consciente de que no había una forma correcta de enseñarles ni tampoco una incorrecta, todos eran diferentes y por lo que el Hatake paulatinamente se fue adecuando a las formas y personalidades de sus alumnos en el proceso de impartir sus clases, aprendiendo continuamente de ellos. Como grupo los chicos que ahora eran sus alumnos funcionaban muy bien, eran inteligentes y positiva o activamente competitivos, su propia jerarquía dentro del clan los impulsaba a ello, además eran profundamente disciplinados e intelectuales, pudiendo mantener un tono de conversación bajo mientras él terminaba de escribir algo en la pizarra, pero eso no impidió que advirtiera—con los agudos sentidos de su Avatar—como sus alumnos se pasaban entre si un papel, riendo por lo bajo y murmurando pero Kakashi decidió no intervenir al principio, siempre les daba libertad dentro del salón de clases, habiéndoselos inculcado recientemente. Sentada ante su pupitre en compañía de Ino Yamanaka—hija de Inoichi Yamanaka, gran cantante del clan—, su mejor amiga, mientras ella misma terminaba de pintar el tallado en forma de flor de cerezo que había hecho sobre el pupitre como sello de identidad, Sakura alzó la mirada escuchando los cotilleos y conversaciones de sus compañeros, no entendiendo el por qué hasta que el Maestro Hatake también pareció tener suficiente y se acercó a sus burlones amigos arrebatándoles un papel de las manos.

¿Qué es eso?— interrogó el Hatake antes de concentrarse en quien más se reía por el burlón dibujo en el documento. —Leiko, ¿Crees que es divertido?, ¿Sería divertido si fuera un dibujo tuyo?— cuestionó recibiendo silencio en respuesta y por lo que se volvió brevemente hacia la pizarra. —Deberíamos hablar de arte hoy, Leiko tiene talento, ¿No creen?— reformuló con un tono falsamente casual, escuchando la aprobación de sus alumnos. —Una vez vi un dibujo igual a este en un museo, pero no era de un nativo sino de un judío con una nariz de rata, no era el dibujo de uno en particular sino el dibujo de todos los judíos. Los dibujos fueron difundidos por uno de los clanes guerreros más infames de la historia; iniciaron pobres, humillados, llenos de ira, pero con un líder que supo darles una identidad y alguien a quien culpar de sus problemas— explicó sabiendo que tenía la atención de todos los jóvenes.

El mundo era un lugar oscuro, continuamente él mismo se encontraba porfiando con los altos mandos de la RDA entre quienes se encontraban Homura Mitokado por supuesto y que era tolerable, un imbécil pero con el que en cierto modo se podía dialogar; y Danzo Shimura quien tenía la costumbre de disparar primero y preguntar después, intentar mantener el equilibrio era un reto y lo último que Kakashi quería ahora era tener que buscar mantener ese mismo equilibrio dentro de su escuela y entre sus alumnos…eran solo unos chicos, adolescentes entre los diez y dieciséis años, y sin embargo podía notar prejuicios en ellos comparables a los de los "extranjeros", y pretendía hacer algo al respecto. El bullado tema del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial eran terreno conocido para Kakashi, habían sido uno de los primeros momentos históricos a los que había prestado atención en clases y siendo un adolescente en la escuela, ello había despertado su interés y esperaba que sucediera lo mismo en el caso de sus jóvenes alumnos que no apartaban la mirada de él, aparentemente toda la gracia por el dibujo hecho por Leiko, y que se habían pasado entre sí, había quedado en el olvido. Incluso Izumi, siempre seria y estoica, sentada un par de asientos por delante de su hermana menor mucho más expresiva, tenía un semblante curioso aunque también con el ceño ligeramente fruncido en señal de desconfianza como Gaara que era su prometido—de su misma edad, hijo de Rasa Sabaku, mano derecha del Olo'eyktan Dan y por ende su futuro sucesor al no tener un hijo varón—sentado a su lado y quienes eran los mayores de la clase.

Se apoderaron de la mitad del mundo de los "extranjeros" desapareciendo a todos los que no querían y a quien culpaban por su sufrimiento, y una forma fue esta; haciendo dibujos burlescos o satíricos de quienes consideraban inferiores e investigaron sórdidamente del tema para justificar el desaparecerlos y luego exterminarlos— planteó Kakashi aludiendo de ese modo a la Alemania Nazi. —Así es como el holocausto comenzó, ¿Realmente quieren hacer lo mismo?— cuestionó detonando la sorpresa de sus alumnos por lo que estaba sugiriendo. —Todo se trata de que si los "extranjeros" no estuvieran aquí, o el clan Suna, los Iwa, los Kiri…todo sería mejor, ¿no? Todo inicia así— obvió viendo lo que quizás ellos no querían admitir pero que si sentían.

Es fácil para usted hablar porque no tiene idea— contrarió Izumi siendo la única en atreverse a contestarle. —Aquí nos tiene escuchándolo, intentando aprender y entender al enemigo que tenemos detrás de usted. Pero al final del día y cuando no estamos aquí, debemos intentar sobrevivir porque cada uno de nuestros actos es considerado "salvaje" por los suyos— diferenció viendo todo con mucha más seriedad que sus compañeros de clase. —¿Qué nos dice de eso?, ¿Qué nos enseña aquí que pueda marcar una diferencia?— deseaba tener respuestas para ello.

No te sientes respetada, ¿Es lo que dices, Izumi?— más bien afirmó el Hatake y ante lo que ella únicamente le sostuvo la mirada. —Es cierto, la mayoría de los "extranjeros" los menosprecian y está mal, pero si quieren respeto deben ofrecerlo— puntualizó no queriendo que alguien tan joven como ella errara a ciegas.

Que estupidez— masculló Gaara pero lo suficientemente claro para que el Hatake lo escuchase. —¿Por qué debo sentir respeto por usted?, ¿Por qué nos da clases? No lo conocemos en verdad— obvió sin que nada lo hiciese cambiar de opinión. —¿Cómo sabemos que no es un mentiroso o un simple farsante?

Los "extranjeros" siempre quieren respeto, como si lo merecieran— secundó la pelicastaña pensando igual que él.

Soy maestro, sin importar quién soy ni de dónde vengo— discutió el peligris no teniendo nada en común con el "enemigo" del que ellos hablaban.

No, sí que importa— insistió Izumi enderezándose en su asiento. —Muchos de nuestros amigos, guerreros jóvenes y sin armas, han sido acribillados a disparos por los "extranjeros" solo por intentar acercarse, por querer hablar e intentar dialogar— justificó con la voz quebrada de impotencia. —Todo porque los "extranjeros" pueden y quieren hacerlo…porque son "extranjeros" y se creen dueños de todo— le dolía que fuese así y temía continuamente por su hermana menor por ello.

Mejor deje de actuar como si quisiera entender nuestra situación y haga su papel de niñera— aconsejó el joven Sabaku sorprendiendo al Hatake con sus palabras. —La verdad es que todos aquí seriamos afortunados si cumplimos los dieciocho; vivimos en guerra y no tememos morir luchando por nuestra gente y en lo que creemos, por nuestro mundo. Para nosotros sobrevivir cada día es un triunfo— justificó prefiriendo ser optimista y pensar en cómo sobrevivir a su próxima batalla.

¿Y creen que serán respetados por eso?— cuestionó Kakashi sin poder aceptar el concepto bélico que ellos ya tenían pese a ser tan jóvenes. —¿Saben lo que pasara cuando mueran mientras vivan por esos ideales? Se pudrirán bajo tierra, los demás seguirán viviendo y ustedes serán olvidados, ¿Y creen que entonces alguien fuera de sus familias los recordara?— dejo en claro y con un tono muy severo. —Estarán muertos, y nadie los recordara en tanto lo único que quieran dejar en el mundo como legado sea esto, y créanme, ya lo he visto y el final no es bueno— alzó en su mano derecha el dibujo hecho por Leiko como recordatorio de cómo podía empezar todo.

Aunque estampo su mano derecha sobre su escritorio para dejar sobre este el dibujo hecho por Leiko, no era intención de Kakashi sonar tan duro, cruel ni remotamente agresivo, después de todo era plenamente consciente de que estaba lidiando con niños, muchos de los cuales no tenían más de dieciséis años y los menores no más de diez u once, pero aunque fueran niños era importante que aprendieran como el Holocausto ilustraba lo peligroso que podían resultar los prejuicios, la discriminación y la deshumanización si no se tenía cuidado, y todo por considerar a otro individuo—fuera cual fuera la causa—como un enemigo, y los extremos a lo que ello podía llevar. Nadie quería lastimar a nadie solo porque si, inicialmente todo eran prejuicios inculcados por otros y por lo que en nada extraño a Kakashi que se hiciera el silencio y que sus jóvenes alumnos bajaran la mirada, pero era más fácil de lo que se creía el cruzar la línea entre el bien y el mal; la enseñanza del Holocausto consistía en realidad en algo fundamental si se analizaba en profundidad pues era un estudio histórico sobre la persecución y el asesinato sistemático, burocrático y auspiciado por el Estado de millones de personas bajo única y enteramente un sesgo racista y xenófobo. Intercalando la mirada entre sus demás compañeros de clase y observando la espalda de su hermana mayor sentada varios pasos por delante suyo, Sakura también se mantuvo en silencio pero no pudo evitar lentamente alzar su mano derecha como había aprendido que se debía hacer en caso de tener dudas y espero hasta que el Maestro Hatake finalmente alzó la mirada en su dirección, esbozando una ligera sonrisa ante su inocencia.

¿Qué pasa, Sakura?— preguntó Kakashi en un suspiro, serenando de inmediato su tono de voz.

Eso que mencionó, maestro, el Holocausto— repitió Sakura con un español tosco y esperando no equivocarse. —¿Qué es?— inquirió no habiendo oído antes esa palabra.

¿Quién sabe lo que fue el Holocausto?— preguntó el Hatake entendiendo algo en que no había reflexionado al ver que nadie levantaba la mano ni contestaba. —Levanten la mano si han sido heridos o han perdido a alguien debido a los…"extranjeros"— pidió, conteniendo un suspiro de sorpresa al ver que casi todos levantaban la mano—. Creo que tenemos el tema de nuestra próxima clase. — comprendió en voz alta y sin necesidad de dar detalles.

Eligiendo tomar el camino de un maestro tradicional desde el primer momento, Kakashi no se había detenido a analizar el enfoque de sus clases hasta ahora, había creído que sería primordial ir al punto y enseñarles español que era el motivo por el que estaba ahí y por el que existía su escuela, pero en ese momento el Hatake entendió que era aún más necesario profundizar en la reflexión sobre las cuestiones contemporáneas e históricas que afectaban a la sociedad de la cual en el pasado ambos bandos—extranjeros y nativos—habían formado parte hacia siglos atrás, y enseñarles sobre el Holocausto era quizás la mejor forma que tenia de hacerlo, a la par que era algo que ellos querían aprender. Era necesario que esos chicos entre diez y dieciséis años, que en ese momento se quedaron en silencio y bajaron la mirada o la alzaron con curiosidad ante sus palabras, entendieran los peligros de los prejuicios y de las distintas formas de racismo e intolerancia existentes con las que convivían en un ambiente próximo a estallar en una guerra en cualquier momento, y porque el ser tan jóvenes e inocentes del mundo que los rodeaba—pese a formar parte de este—solo haría que esto los afectase más a medida que crecieran y con mayor facilidad. No sabiendo cómo interpretar la reacción del maestro Hatake, Izumi volvió la mirada por sobre su hombro hacia su hermana menor quien tenía un semblante curioso, entusiasmado y extrañado al mismo tiempo, ávida de conocer lo que la rodeaba como siempre, cargada de una inocencia y fascinación con que Izumi pretendió empatizar, inspirando aire y disponiendo dar una oportunidad a las clases del maestro Hatake…


Aprender cómo y por qué había ocurrido el Holocausto se convirtió en un catalizador para sus jóvenes alumnos, un medio para facilitar una mejor comprensión de la violencia masiva en general, y de todo el bien que se podía hacer si se ponía el empeño suficiente en ello, permitiendo que el Hatake pudiera relacionarse mejor con ellos y que a su vez estos se sintieran genuinamente interesados por el propósito detrás de las clases. Habiendo sido la única en el salón de clases que había levantado la mano para preguntar sobre que era el Holocausto, Sakura hizo honor a su propia curiosidad siendo la primera de los alumnos del doctor Hatake en terminar de leer el libro asignado, "El Diario de Ana Frank", pero no se detuvo ahí sino que le pidió otros libros a su maestro para poder profundizar más en el tema del Holocausto sin importar que estos fueran aún más explícitos en su contenido y por ende especialmente sensibles para la joven pelirosa que más de una noche se fue a dormir llorando, aunque supo ocultarlo muy bien de sus padres, entendiendo perfectamente el poder de ideologías extremistas, la propaganda, el abuso de poder, así como el odio y la violencia contra determinados grupos de personas. Veo que el mundo se transforma lentamente en un desierto, siento el sufrimiento de millones y aun así, cuando miro al cielo, de alguna forma siento que todo va a mejorar; en contraste y aunque Izumi pretendió dar una oportunidad a las clases del doctor Hatake, ese día y luego de meses amenos fue la primera en presentarse en la escuela, estampando el libro sobre el escritorio del sorprendido peligris que no había esperado semejante reacción de su parte.

¿Por qué no me dijo que muere?, ¿Por qué no me dijo que la atrapan al final? – cuestionó Izumi con la voz cargada de ira y angustia. —No ha cambiado en nada, sigo odiando a los extranjeros y aún más— dejo en claro mientras le sostenía la mirada al Hatake. —Si ella muere, ¿Qué me queda a mí?— no había encontrado esperanza en aquel libro sino que justo lo contrario.

Izumi…— intentó consolar Kakashi, no habiendo esperado que su tarea la hiriese o afectase tanto.

El punto de enseñarles a sus alumnos sobre el Holocausto no era traumatizarlos sino concientizarlos, lograr que entendieran las consecuencias que determinados actos podían tener a la larga y por lo que luego de semanas de analizar cifras y fechas históricas les había entregado un libro para que leyeran en su tiempo libre, "El Diario de Ana Frank" ya que precisamente sus alumnos eran jóvenes y podrían identificarse con la historia debido a la proximidad en edad para con la narradora del mismo, sin que el relato mismo les resultase demasiado chocante o explicito para empezar. Pero la reacción de Izumi tomó por sorpresa a Kakashi, no había esperado que el contenido de un libro—por muy emotivo que fuese—pudiera afectar tanto a una de sus alumnos, mucho menos cuando el fin era enseñarle el potencial humano en situaciones extremas y desesperadas, teniendo en cuenta como el actuar de algunas personas, por diferentes motivos, podían cambiar lo que parecía solo crueldad salvando a otros…pero Izumi no lo había visto así, ella solo había visto la muerte de alguien inocente y casi de su misma edad, había podido identificarse con el contenido del libro y ello evidentemente la había afectado en demasía. Sin esperar respuesta o disculpa alguna de parte del maestro Hatake, frustrada por la crueldad expuesta en el libro y comparable a la falta de caridad expresada por los "extranjeros" que talaban incansablemente el bosque, Izumi abandonó la escuela sin voltear en ningun momento, y regresó lo más rápidamente que le fue posible al Árbol-Madre, donde por la noche se reunió con sus padres y les hizo saber que no volvería a asistir a clases.

Tomaste una sabia decisión al dejar de ir a clases— aprobó Dan tras escuchar la explicación de su hija. —Los extranjeros siguen extendiendo su influencia y continúan con su tala del bosque, nuestra tierra llora ante sus destrozos y desmanes— obvió con desconfianza y teniendo un rol que cumplir…como su hija el suyo. —Serás más útil aquí como guerrera y futura Tsahik— respaldó levantándose de su lugar e inclinándose para besar la frente de su hija. —Con permiso—se excusó escuchando a alguien llamarlo fuera de la habitación.

Ve a dormir ahora, hija— deseó Tsunade levantándose de su lugar con intención de seguir a su esposo. —Sé que es duro de entender ahora pero nada es solo bien o mal sino que lealtad. Todos debemos protegernos entre nosotros y defender a los nuestros— recordó a su primogénita que simplemente asintió en silencio. —Lo entiendes, ¿Verdad?— inquirió viendo como su hija volvía a asentir. —Descansa— susurró esperando que todo pudiera resolverse en su mente joven y agitada.

Dicho esto y confiando en que su hija tendría el criterio más que apropiado para elegir lo que fuera mejor para el clan, Tsunade se inclinó sobre su hija y la beso en la frente a modo de despedida, deseándole buenas noches e intercambiando una pequeña sonrisa en el proceso, y una vez hecho esto abandonó la habitación para darle privacidad; quizás y de haber intentado profundizar en el tema o si la misma Izumi no se empeñara soterradamente en ser lo que se esperaba de ella, se habría podido ver que la situación estaba todo menos bien. Interiormente molesta, pero al mismo tiempo feliz de que su adorada hermana menor pudiera continuar asistiendo a la escuela, deseando poder hacer lo mismo por su parte, Izumi se recostó sobre su cama y dando la espalda a la entrada de su habitación, enterrando el rostro contra la almohada y sollozando en silencio, deseando hacer tantas cosas, pero no teniendo la libertad para intentarlo siquiera, ¿Cómo? Era la futura Tsahik, el futuro del clan dependía de ella, no tenía permitido emitir una opinión y sin embargo al mismo tiempo sentía que tenía que hacerlo; ¿Qué es lo que todos quieren de mí? se preguntó intentando no perder la esperanza pero sintiéndose todo menos libre…Aunque lo tuviera todo en contra y sus padres no estuvieran del todo de acuerdo, Sakura por su parte insistió en continuar asistiendo a clases, ya había devorado múltiples libros sobre el Holocausto dados por el maestro Hatake y de las distintas guerras entre los extranjeros, quería entenderlos, por lo que en ese momento y a solas con su mentor en el salón de clases—siendo la primera en llegar—, lo que Sakura estaba haciendo era exponer su situación.

Izumi no volverá a venir a clases, ni Gaara tampoco— resumió la Haruno tras explicarle la situación al comprensivo peligris. —Mi hermana no me habla porque le dije que quería seguir viniendo a la escuela y trata de que me concentre en mis deberes al volver a la villa— Izumi era una buena hermana, pero cuando era estricta sí que iba en serio. —Por lo que quería preguntarle si…¿Podría quedarme aquí hasta terminar mis tareas? De otro modo no las terminare, apenas y tengo tiempo al llegar a casa— pidió avergonzada de tener que llegar a tanto.

Quédate hasta la hora que quieras— sosegó el Hatake estrechando las manos de la dulce joven entre las suyas, —y puedo pedirle a Hidan que nos acerque a la villa si es muy tarde— sugirió en caso de ser preciso.

Maestro, no se aloque— protestó Sakura riendo por lo bajo y viendo sonreír a su mentor que la entendió de inmediato. —Nadie escucha a una niña, todos creen que debes ser feliz porque eres joven y no entienden las guerras que peleamos diario— suspiró callándose muchas cosas al igual que su hermana mayor. —Pero sé que esto va a terminar, quiero creer que la gente es buena y que todo va a mejorar, con el tiempo— lo único que tenía a lo que aferrarse era la esperanza.

Ana Frank— notó Kakashi orgulloso de su fluido manejo del español en tan poco tiempo, y de su sabiduría. —Eres fuerte, Sakura, y sé que podrás con lo que encuentres en el camino— estaba ansioso por ver la mujer en la que un día se convertiría.

Gracias— apreció la pelirosa, no acostumbrada a recibir tantos elogios tan seguido.

Ella era la rebelde dentro de la familia, aquella a quien su madre daba responsabilidades extra intentando inculcarle mayor disciplina pero quien a pesar de todo se escapaba del ojo vigilante de su progenitora para salir a montar a caballo, soñando con el día en que podría domar un Mustang por sí misma y formar parte en las cacerías; sus padres la amaban, se lo decían a diario y se lo demostraban pero Izumi siempre estaba primero, era la mayor y futura Tsahik después de todo, no es como si Sakura desease ocupar su lugar un día ni Izumi se lo permitiría, pero siendo tan joven mentiría si dijera que no se sentía bien tener algo de atención. Escuchando que la puerta de la escuela se abría, Kakashi intercambió una mirada con Sakura y se excusó para regresar a su escritorio mientras Ino—quien acababa de llegar—se sentaba junto a Sakura y sosteniendo una de sus manos entre las suyas en señal de apoyo. Puede que Izumi siguiera sin volver a la escuela con el paso de las semanas y Kakashi siempre la echase en falta contemplando su asiento vacío, pero se creó un ambiente tan ameno dentro del salón, como si fuesen una familia, que esto logro compensar la nostalgia que el Hatake sentía por esos primeros días, aunque en un principio hubiera sido idealista sí que había conseguido crear un ambiente de tolerancia, comprensión y paz dentro de su escuela, apoyado por Sakura quien para ser tan joven estaba siempre a su lado y apoyándolo antes de que él se diera cuenta o pensase en pedírselo, con una sonrisa permanente y una voz dulce en que se expresaba en un muy fluido español, tanto que el peligris se encontraba sorprendiéndose a diario.

Pero la paz no estaba hecha para durar.


Aunque todo fuera una especie de cadena de eventos sucedidos en rápida sucesión, Sakura recordaba perfectamente como solo unos días después de esa conversación y durante una jornada normal de clases su hermana mayor y un grupo de cazadores habían llegado a la escuela y pedido refugio al maestro Hatake que no había podido negárselos, menos de una hora después los militares o guerreros "extranjeros" habían llegado a la escuela e impuesto su presencia con la exigencia de saber quiénes habían sido responsables de un ataque incendiario contra las maquinas que ellos tenían y deforestaban su suelo; el doctor Hatake los había protegido a todos como estudiantes por supuesto, no le había importado arriesgar su vida pero Izumi no había estado de acuerdo en tolerar que alguien arriesgara su vida, había intentado dialogar con los extranjeros pero estos no habían querido escucharla, acribillándola en su lugar en la entrada del salón, y oculta en el umbral de la bodega Sakura había visto todo. Los demás guerreros del clan que habían acompañado a su hermana en su incursión habían generado una distracción atrayendo la atención de los militares y permitiendo que el doctor Hatake sacara a al resto de los niños de la escuela para que corrieran al bosque y regresaran a los terrenos del clan, pero Sakura se había negado a separarse de su hermana, interiormente se negaba a aceptar que Izumi hubiera muerto pero al mismo tiempo tampoco podía dejar atrás el cuerpo de su hermana quien merecía una sepultura digna, apreciando el momento en que el Maestro Hatake extrajo una lona de la bodega y recostó sobre esta el cuerpo de Izumi para permitirse llevárselo.

Siguiendo las indicaciones del doctor Hatake y apreciando infinitamente su ayuda aunque no pudo darle las gracias, Sakura había sostenido la lona y tirado de ella por todo el recorrido del bosque, corriendo sin detenerse por lo que le parecieron horas y entre sollozos desgarrados, llevando consigo el cuerpo de su hermana de regreso al Árbol-Madre, solo permitiéndose ralentizar su carrera y finalmente detenerse cuando cruzo el umbral, jadeando por el esfuerzo. Su llegada ineludiblemente detonó la atención de todos los miembros presentes en el clan en ese momento y entre quienes se encontraban sus demás compañeros de clase que acababan de llegar, pero Sakura no posó sus ojos en otra figura que su padre y Olo'eyktan que de inmediato se acercó a ella envolviéndola en un abrazo antes de enfocar la mirada en el cuerpo de su hija mayor sobre la lona que su hija menor sostenía, inicialmente quiso creer que Izumi estaba inconsciente pero las heridas en su torso y la sangre en su ropa indicaban una sola cosa. Unos momentos después y con pasos apresurados, la Tsahik Tsunade descendió de la planta alta, acercándose a su hija menor antes de palidecer ante el escenario que tenía ante sus ojos, el primer sentimiento en su corazón fue de incredulidad pero el segundo fue el inmediato dolor, desplomándose de rodillas en el suelo y siendo envuelta en un abrazo por su esposo Dan, sollozando entre gritos de dolor, gateando hasta el cuerpo de su hija y que abrazó llorando desconsoladamente. Parpadeando somnolienta y observando a la nada, Sakura sintió un escalofrió al recordar todo aquello, día a día intentaba dejar atrás pese a ser imposible de olvidar.

Izumi era la futura Tsahik, la que hacia todo bien, la que nunca se equivocaba, yo solo quería ser una guerrera y tener un propósito en la vida, pero nunca le habían preguntado lo que quería, pensaba o soñaba desde la muerte de su hermana si no que habían sofocado cualquier señal de individualidad, partiendo con comprometerla con el prometido de su hermana; el mismo día en que murió, apenas la enterraron, me dijeron que debía tomar su lugar; comenzaron a reducir el tiempo que pasaba fuera y en las cacerías, y lo primero que hicieron fue anular el compromiso que había existido entre Gaara e Izumi, poniéndome a mí en su lugar. Sumergida en sus propios pensamientos pero sintiendo la garganta seca, Sakura lentamente se sentó sobre la cama y aun somnolienta alargó una de sus manos a su mesa de noche, sirviendo un poco de agua de la jarra disponible en un vaso y que bebió lentamente; en ocasiones intento recordar cómo era yo antes, y cuando me veo al espejo me digo que aún debe quedar algo de esa niña en mí. Puede que lo único que realmente hubiera hecho a consciencia en los últimos cinco años hubiera sido despreciar la presencia de Sasuke como su estudiante y se había equivocado, su primer instinto desde el principio había sido confiar en la honestidad que él le ofrecía y lo había rechazado, pero tan pronto como se recuperara y volviera a tenerlo como estudiante se disculparía y valoraría a quien se estaba convirtiendo en el primer gran amigo que tenía en años, después de Ino. Quería volver a creer en lo mismo que había creído de pequeña, porque entendía que no sabía lo suficiente del mundo para creer poder emitir un juicio, el incidente con el Ligre le había enseñado eso. Quería volver a creer en la esperanza…


PD: Saludos mis amores, prometí que actualizaría esta semana y lo cumplo, habiendo albergado mis dudas pues conseguí trabajo esta semana y estuve corta de tiempo, esperando como siempre poder cumplir con lo que ustedes esperan de mi, agradeciendo como siempre su apoyo, deseando siempre que mi trabajo sea de su agrado :3 Las próximas actualizaciones serán "Más Que Nada En El Mundo", luego "El Sentir de Un Uchiha" y finalmente "El Clan Uchiha" :3Esta historia esta dedicada a mi queridísima amiga Ali-chan 1966 (por apoyarme y ser mi editora personal, no sé que seria de mi sin ella y por lo que le dedico esta historia como todas aquellas desde que somos amigas), a Jeyli05, La Esposa de Castiel, Raven Nevra, Vquesada0906, jorgejonathanrs, Yara Barrios, A.L.R5, gabi2801 y yhevelbonilla (por seguir esta historia y lo que aprecio infinitamente dedicándoles este fic como agradecimiento), y a todos quienes siguen, leen o comentan todas mis historias :3 Como siempre, besos, abrazos, bendiciones y hasta la próxima.

Personajes:

-Sasuke Uchiha como Jake Sully -Sakura Haruno como Neytiri

-Tsunade Senju como Mo'at -Dan Haruno "Katou" como Eytukan

-Izumi Haruno como Sylwanin -Kakashi Hatake como Grace Augustine

-Tenten Namiashi como Peyral -Gaara Sabaku como Tsu'tey

-Ino Yamanaka como Ninat -Rasa Sabaku como Ateyo

Sentimientos & Desarrollo de Personaje: para centrarnos y explorar los sentimientos de Sasuke volvemos a enfocarnos en el fic "The Bonding of Mates" de Powerstaark y que cuenta acontecimiento no mencionados ni vistos de la trama de Avatar para entender el como se desarrollaron los sentimientos entre Jake y Neytiri, y que yo adapto en esta—valga la redundancia—adaptación. Algo que se debe reconocer de James Cameron como director y escritor de sus obras es crear personajes femeninos fuertes que no son eclipsados por los protagonistas masculino de sus historias, teniendo grandes personajes como Rose Dewitt Bukater en Titanic, Sarah Connor en Terminator y por supuesto Neytiri en Avatar, aunque debemos reconocer que al menos en la primera película si que fue relegada en su mayoría a ser el interés romántico del protagonista, en comics y spin off de Avatar hemos aprendido más de su historia pero siento que no se le ha dado el debido protagonismo y por lo que en esta adaptación Sakura tiene apariciones y un protagonismo mucho mayor que Neytiri desde el principio, convirtiéndola en un personaje que brilla con luz propia hasta el momento de cautivar al protagonista, teniendo su propia historia y trasfondo. Este viaje al pasado gracias a los recuerdos de Sakura nos permite conocer a otros personajes como son Ino quien es la mejor amiga de Sakura y adapta al personaje de Ninat, o Rasa Sabaku que adapta al personaje de Ateyo, al mismo tiempo que profundizamos en personajes como Gaara y la misma Izumi. Cabe señalar que aunque exploramos el pasado, no represente la muerte de Izumi porque eso sucederá más adelante en la trama y se representara mediante un flashback.

También les recuerdo que además de los fics ya iniciados tengo otros más en mente para iniciar más adelante en el futuro: "La Bella & La Bestia: Indra & Sanavber" (precuela de "La Bella & La Bestia"), "Sasuke: El Indomable" (una adaptación de la película "Spirit" como había prometido hacer), "El Siglo Magnifico; Indra & El Imperio Uchiha" (narrando la formación del Imperio a manos de Indra Otsutsuki en una adaptación de la serie "Diriliş Ertuğrul") :3 Para los fans del universo de "El Conjuro" ya tengo el reparto de personajes para iniciar la historia "Sasori: La Marioneta", por lo que solo es cuestión de tiempo antes de que publique el prologo de esta historia. También iniciare una nueva saga llamada "El Imperio de Cristal"-por muy infantil que suene-basada en los personajes de la Princesa Cadence y Shining Armor, como adaptación :3 cariños, besos, abrazos y hasta la próxima :3