Buenas a todos, acáreportándomedespuésde milenios a esta historia XD.
Pero a los que me siguen, sabrán que he hecho algunos one shots de esta serie para no perder la costumbre.
Sin mas, y antes que me linchen, continúen con la historia.
¿Alguna vez has experimentado el verdadero terror?
No lo confundas con el simple miedo; son entidades distintas, separadas por un abismo de horror insondable.
El terror es esa sensación abismal que te arrastra hacia la locura. Es el escalofrío que se enrosca en tus entrañas, el temblor helado que recorre tu piel y la hace erizarse, el descenso brusco de tu temperatura corporal. Te paraliza, anula tus pensamientos y entorpece cada movimiento, dejándote atrapado en un estado de desesperación inhumana.
Zeta conocía el terror en su forma más brutal. Lo había sentido al ser marcada por la maldición de diabolos, cuando observó impotente la agonía de su familia. Y ahora, lo experimentaba nuevamente al ver al ser grotesco que había sido Alpha acercarse hacia ella con una siniestra lentitud.
Las huellas dejadas por sus pasos formaban una mancha negra en el suelo, testimonio del calor infernal que emanaba de su magia descontrolada. La atmósfera a su alrededor se tornó pesada, opresiva, mientras la figura se detenía abruptamente, su mirada fija en el suelo donde yacía la cabeza de Nu.
La inmovilidad de Alpha era tan aterradora como el mismo infierno. Su presencia congelaba el aire, intensificando la desesperación y el desconcierto de Zeta. Cada fibra de su ser gritaba que debía moverse, huir, pero el simple acto de avanzar parecía invocar un destino aún más siniestro.
De repente, el horror alcanzó su cúspide. Alpha se arrodilló lentamente, sus movimientos eran casi rituales, mientras esbozaba una sonrisa muerta, una mueca que revelaba una perversión incomprensible. Con una calma diabólica, levantó la cabeza de Nu y la acunó en sus brazos como si fuera un niño perdido.
"Nu... ¿puedes oírme? ¿Me oyes, verdad? Aquí está tu hermana mayor... No te preocupes, todo estará bien..."
Las palabras de Alpha eran como cuchillas afiladas, cargadas de una crueldad que helaba la sangre. La promesa de seguridad estaba envuelta en una amenaza implícita, dejando a Zeta y a Epsilon en un abismo de horror y parálisis, atrapadas entre el terror tangible y la desesperación interminable.
Alpha, con la cabeza de Nu aún en sus manos, la observó con una intensidad mortal. La sonrisa que había mostrado antes se había desvanecido, reemplazada por una expresión de amarga furia. Con un susurro que era casi un rugido, volvió a inclinarse hacia la cabeza de Nu, su voz impregnada de una crueldad interminable.
"¿Quiénes hicieron esto, Nu? ¿Dime, quiénes fueron los monstruos que te infligieron tal sufrimiento?" Su voz tenía un tono que helaba la sangre, un susurro cargado de una furia contenida, casi palpable.
Los ojos vacíos de la cabeza de Nu, ahora profundamente oscuros, giraron lentamente hacia Zeta y Epsilon. La mirada, aunque inmóvil, parecía cargada de una condena que atravesaba el alma. La cabeza de Nu se convirtió en un reflejo escalofriante del tormento que había sufrido, y la acusación silenciosa era un cuchillo en el corazón de Alpha.
La figura de Alpha se enderezó de repente, sus movimientos eran rápidos y llenos de una rabia imparable. La tierra tembló bajo sus pies, y el aire se volvió pesado y cargado de una energía oscura. Las sombras a su alrededor se agitaron violentamente, retorciéndose como si estuvieran vivas, y un manto de oscuridad comenzó a expandirse desde la figura de Alpha.
El terror se convirtió en un grito silencioso que resonó a través de las sombras cuando Alpha se levantó con una furia incontenible. La tierra temblaba bajo su presencia, y el aire se cargó con una energía oscura que parecía pulsar con vida propia. Las sombras, animadas por el poder de Alpha, se arremolinaron y se estiraron, tomando formas grotescas y monstruosas, como si estuvieran ansiosas por cumplir con su cometido de venganza.
Zeta y Epsilon, atrapadas en un estado de pánico absoluto, se separaron en un intento desesperado por escapar de la pesadilla viviente que las acosaba. Zeta corrió hacia el norte, sus movimientos eran frenéticos y torpes. Las sombras la seguían con una determinación implacable, extendiéndose como tentáculos de oscuridad que se deslizaron sobre el suelo, arrastrándose y envolviendo cada rincón a su paso. Cada respiración de Zeta era un jadeo tembloroso, y el suelo parecía hundirse bajo sus pies, como si intentara devorarla.
En la penumbra del bosque, la batalla entre Zeta y Alpha se desplegó como un siniestro ballet de desesperación y furia. La noche, imbuida con el eco de antiguos gritos y murmullos de terror, se transformó en un campo de batalla infernal, donde la oscuridad y la magia se entrelazaban en una danza mortal.
Zeta, experta en camuflaje y evasión, intentaba desesperadamente aplicar sus habilidades mientras el pánico distorsionaba su percepción y sus movimientos. Sus músculos tensos y su respiración entrecortada delataban su estado de terror absoluto. Cada paso que daba resonaba en el bosque, como si el suelo mismo estuviera traicionándola. Sus intentos de mezclarse con la oscuridad fallaban continuamente; las sombras parecían replegarse de manera hostil, como si también ellas estuvieran bajo la influencia de la furia de Alpha.
Alpha, por otro lado, era la encarnación de una furia infernal. El luto y la rabia por la muerte de su hermana Nu la habían transformado en una figura casi inhumana. Su piel brillaba con una luz oscura, una amalgama de magia corrupta que reflejaba una ira tan profunda que era casi tangible. Sus ojos, una vez humanos, ahora eran vacíos pozos de odio y dolor, iluminados por una luz sobrenatural que irradiaba un calor sofocante. Su poder mágico y fuerza bruta estaban desbordando, creando un aura de terror que parecía arrasar con todo a su paso.
La lucha comenzó con un estruendo cuando Alpha, con un rugido gutural, desató una ola de magia oscura que arrasó con la vegetación circundante. Los árboles se retorcieron y se partieron, y el suelo tembló bajo el impacto de su magia. Zeta, ya desorientada y temblando de miedo, se lanzó hacia un grupo de arbustos, intentando desaparecer entre la maleza. Pero su esfuerzo era vano; la furia de Alpha había transformado el bosque en una trampa letal.
Alpha no necesitaba buscar a Zeta; la magia de la furia la guiaba con una precisión aterradora. Con un movimiento brusco, lanzó una serie de esferas de energía negra que estallaron contra los árboles, reduciéndolos a escombros en cuestión de segundos. El crujido de la madera rota y el humo denso llenaban el aire, envolviendo el área en un velo de caos y desesperación.
Zeta se arrastró a través de los restos, sus movimientos eran erráticos y desesperados. Intentó usar su entorno a su favor, escondiéndose en los huecos de los árboles y en las sombras profundas. Cada vez que parecía estar a salvo, el suelo temblaba y las sombras se retorcían a su alrededor, revelando la implacable persecución de Alpha. El bosque se había convertido en un escenario distorsionado de horror, con las sombras extendiéndose y retorciéndose como si fueran entidades vivas ansiosas por devorarla.
En un momento de desesperación, Zeta intentó utilizar una ruta de escape que conocía, una cueva oculta entre las rocas. Sin embargo, mientras corría hacia ella, un rayo de magia negra la impactó, derribándola y dejándola tambaleándose en el suelo. El suelo alrededor de la cueva se colapsó, formando una trampa mortal. Zeta, herida y asustada, intentó arrastrarse hacia un rincón seguro, pero la magia oscura de Alpha estaba haciendo que el bosque se convirtiera en una prisión impenetrable.
—¡¿Por qué?! —gritó Alpha, su voz resonando como un rugido enloquecido. —¡¿Por qué mataste a Nu?! ¡¿Qué te llevó a hacer algo tan monstruoso?!
Zeta, que apenas podía mover los brazos, trataba de protegerse de los golpes que la impactaban una y otra vez. Sus labios estaban partidos y su rostro lleno de contusiones. Intentó hablar, pero sus palabras salían entrecortadas, entre el dolor y el miedo.
—No... no fue mi intención —logró balbucear Zeta, con la voz temblando. —Fue un accidente... yo no quería que...
—¡¿Accidente?! —interrumpió Alpha con una furia descontrolada. —¡Esto no es un accidente! ¡Nu está muerta, y tú eres la razón de ello! ¡No hay excusa para lo que has hecho!
Alpha se inclinó hacia Zeta, su rostro a escasos centímetros del de ella, y sus ojos reflejaban una furia tan intensa que parecía consumirlo todo a su alrededor. Su voz era un susurro cargado de veneno, un grito ahogado de dolor.
—¿Sientes algo por lo que has hecho? ¿Algún remordimiento, alguna culpa? ¡¿Puedes mirar a los ojos de alguien que ha perdido todo y decir que lo sientes?! ¡¿Qué sabes tú del dolor que siento?!
Zeta, con la piel pálida y el cuerpo temblando, miró a Alpha con ojos llenos de lágrimas. Su respiración era irregular y su voz apenas era un susurro, cargada de desesperación.
—Lo siento... —dijo Zeta con voz quebrada, intentando mantener la calma en medio de la tormenta. —De verdad... no quería... no quería que sucediera...
En un último intento de resistencia, Zeta se levantó tambaleándose y trató de lanzar un hechizo de distracción. Sin embargo, su miedo y su agotamiento habían reducido su precisión a un nivel casi inútil. Alpha, con un desdén cruel, desvió el hechizo con un gesto de su mano y avanzó con una calma terrible. Cada paso que daba resonaba con una fuerza que parecía arrastrar el aire mismo, y su aura de furia y oscuridad era casi opresiva.
Finalmente, Alpha se enfrentó a Zeta en la cueva colapsada. El rostro de Zeta estaba bañado en sudor y lágrimas, su cuerpo herido y su mente fracturada por el terror. Alpha se acercó con una sonrisa cruel, la furia en sus ojos era una tormenta de dolor y odio. Con un último gesto de su mano, una ola de magia oscura se abalanzó sobre Zeta, envolviéndola en una oscuridad que se tragó cada grito y cada rastro de esperanza.
El bosque volvió a sumirse en un silencio absoluto. El eco de la batalla se desvaneció, y la figura de Alpha se alejó entre las sombras. La noche volvió a cubrir el campo de batalla con su manto implacable, dejando tras de sí un escenario de devastación y un eco sombrío de justicia implacable.
Sin embargo, entre todo ello, había una figura que se escondía a toda vista entre el caos, esta llevaba una capucha que escondía su rostro, pero eso no evitaba que uno que otro mechón rosado se colara de su traje,
—Solo es necesario encender una pequeña chispa para generar un gran incendio ... —dijo la extraña figura, mientras avanzaba hacia la inconciente Zeta.
—Y no puedo dejar que esa chispa muera todavía...—de pronto saco un extraño libro con lenguaje desconocido, del cual recito algunas oraciones, mientras con su mano cubría las zonas de las heridas de Zeta.
Esbozando una aguda sonrisa al terminar su trabajo, solo fue adentrándose mas en el bosque mientras volvía a desaparecer entre las sombras.
Pausa del Flashback (Vuelve a la actual pelea entre shadow y las sombras)
Devuelta al presente, Alpha salió de su pequeño vistazo al pasado, todavía era turbulento aquel recuerdo, intentando recuperarse de aquel estado de locura absoluta que había sufrido en aquel momento, que de no ser por cierto evento, hubiera terminado matando a Zeta y Epsilon...
Intento volver a centrarse en la batalla que estaba tomando lugar ahora, obviamente shadow no perdonaría ningún descuido, miro a Epsilon, que era la que tenia mayor afinidad a percibir la magia para saber de donde procedería el siguiente ataque.
Aunque poco o nada pudo hacer cuando sintió una mano tocando la parte posterior de su cabeza.
—Lo siento, pero llego el momento de saber que es lo que esta ocurriendo ... —dijo Shadow saliendo desde su punto ciego.
Alpha sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral cuando Shadow posó su mano sobre la parte posterior de su cabeza. De inmediato, una oleada de imágenes y sensaciones invadió la mente de Shadow, fragmentos de recuerdos dolorosos y caóticos que se entrelazaban con la cruda realidad. La visión de Nu, desmoronándose frente a sus ojos, cada imagen teñida de sangre y sufrimiento. La furia desenfrenada que había consumido a Alpha en su enfrentamiento con Zeta se desdobló ante él, mostrando el caos y la desesperación que la habían llevado al borde de la locura.
Pero mientras estos fragmentos emergían, Shadow también sintió una presencia extraña, una energía que le resultaba inquietantemente familiar. Era una energía que había sentido antes, en el oscuro santuario donde habían intentado revivir a Diabolos. Una sensación fría y corrupta que resonaba con una intensidad malévola.
Shadow, percibiendo aquella presencia y sumado al torbellino de emociones y recuerdos que asolaban a Alpha, no pudo más que tambalearse, lo que había visto fue suficiente para dejarlo en shock, no pudo ver la situación a detalle, pero sabia lo suficiente para hacerse una idea del critico estado mental en que se encontraban todas las sombras.
Intento hablar, pero de pronto sintió que algo sostenía su muñeca, era una cadena dorada, la cual salía de un portal, intento romperla con un pulso de su magia, pero pronto supo que no podía reunir nada de esta, ni siquiera podía percibir la magia del ambiente.
—El plan de captura, ha sido un éxito ... —dijo una voz cansada, siendo no otra que Eta.
—¿Eta? ¿Qué es esto? esos portales...no me digas que .. ¿pudiste descifrar aquel libro...?— estaba perplejo, no creía que ella seria capaz de decodificar la información de la civilización perdida que el había encontrado en uno de sus viajes.
—Me subestima maestro... aunque en cierta manera, me siento orgullosa al ver su cara de desconcierto, pero como agradecimiento, te diré que tu hipótesis acerca de los otros mundos era cierta, hace miles de años, una civilización emigro a este mundo, dejando su planeta que estaba al borde de un colapso del ecosistema, esta especie prospero, pero debido al extenso paso del tiempo, dejaron su tecnología como simples registros arcaicos, a los cuales ahora tengo acceso— Eta paro, al ver la cara de incredulidad de Shadow, para con una pequeña sonrisa darle mas detalle.
—Aunque no lo crea, probablemente estamos ante la causa original del colapso de dimensiones, esto explicaría porque con el tiempo se han estado formando grietas entre nuestro mundo y el de los demonios, ¿entiende a lo que me refiero? podemos detener todos los planes del culto con este libro— Eta explico todo extasiada por los nuevos horizontes a los que se abría su mente, si embargo, Shadow tenia un mal presentimiento de ello.
—Eta, entiendo a donde quieres llegar, pero no deberíamos fiarnos de eso libro todavía, hay una energía que no me deja tranquilo en este, y me preocupa más al sentir ahora parte de esa energía en ustedes— Shadow intento informarles lo que había descubierto, sin embargo, los recientes acontecimientos restaban bastante a su credibilidad.
—¿Y por qué deberíamos creerte? ¿Acaso no has declarado ya tu traición hacia nosotras? o es que acaso piensas que deberíamos creer religiosamente tus palabras de nuevo como tu perritos falderos— La que hablo fue Epsilon, con un odio palpable en su voz.
Ante esto Shadow miro a las sombras a su alrededor, siendo que finalmente sus ojos se dirigieron a Alpha, que solo aparto la vista.
—No podemos seguir confiando en ti Shadow, no después de todo lo que ocasionaste..— Hablo finalmente la rubia, comiéndose en el proceso sus verdaderas emociones para hablar como la líder de Shadow Garden.
Ante esto, Shadow tampoco pudo decir mucho debido a la culpa, siendo que tampoco es que pudiera rebatirles , todo lo que habían dicho era la verdad.
Un silencio incomodo invadió la sala, siendo este solo roto por una apática Eta.
—Lo siento por interrumpir este incomodo silencio, pero tenemos que proseguir a lo que venimos, y dado que la mayoría se negó a que le hiciéramos una lobotomía, con excepción mía, procederé al plan B para obtener las respuestas que tanto nos has ocultado maestro— En lo que termino la frase, más cadenas empezaron a salir de diferentes portales, encadenando las demás extremidades de Shadow, dejándolo completamente inmóvil.
—¿Qué haces?— A pesar de la situación, Shadow intento ponerse sereno, no valía desperdiciar fuerzas al forcejear, solo lograría cansarse, era game over.
—Nada importante, solo usare el libro para poder enlazar nuestra mente junto a la de usted, de esa forma no habrá manera de que puedas mentirnos al ver de primera mano todo lo que nos ocultabas— A pesar de la explicación concisa, esto impresiono a Shadow, el creía que usaría otro de sus dispositivos, pero el que usara el libro, le hizo desesperarse un poco, no se fiaba para nada de eso, después de todo lo que había sentido en la mente de Alpha.
—Eta, creo que hay otras formas...— Su intento de convencimiento murió cuando Zeta intervino.
—Por más que todavía tengo respeto debido a lo que hiciste por nosotras, no estas en posición de pedirnos comparecencia, después de todo, tú no la tuviste con nosotros— Sus palabras si bien eran tranquilas, dejaban claro que no iban a ceder.
Y así, para temor e incomodidad de Shadow, todas las demás sombras se unieron en un circulo, incluida Beta y Gamma, siendo que esta ultima no dejaba de ver en silencio a su antiguo señor con unos ojos muy tristes.
De esta forma inicio la ceremonia, que las llevaría a varias verdades para las que no estaban listas de conocer, siendo que este solo seria el inicio de muchos problemas.
Y finnnn.
Al fin , después de tantos años, hice la continuación XDDD.
No saben lo mucho que me tomo, entre trabajo, falta de imaginación, y sobretodo que me entretuve más haciendo one shots jajaja.
La verdad, creí que varios ya no querían que continuara, pero por ahí vi uno que otro comentario interesante y de aliento, lo que me motivo a continuarlo, y me alegro por ello.
Porfa, escribanacásus comentarios de aliento si lesgustaría que continuara esta historia, déjenmesus teoríaslocas también, para ver que tanto estánde cierto del futuro de la historia jaja.
Desde acá un saludo a todos, nos vemos.
