Hola! HOLAAA! HOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! Hay alguien aqui con vida!? Hay alguien!? Bueno :'I Si aun hay alguien que lea mis historias, aqui les dejo una pequeña actualización.

¡AL BARDO!


Lincoln pasaba el rato junto a Tabby, disfrutando el momento ya fuera bailando, o simplemente disfrutando la música mientras bebía una cerveza con ella. Sus amigos también pasaban un buen rato, incluso Clyde y Kevin habían encontrado parejas para pasar el rato dentro de la alberca, mientras que Rusty continuaba siendo rechazado e incluso golpeado por todas las chicas a las que se acercara, para disfrute y risas de sus compañeros, incluso Lincoln se reía a carcajadas de sus desgracias, provocando la duda de la rockera, por lo que después de una breve explicación, Tabby se unía al coro de risas que acontecía esa noche.

A medida que avanzaba la noche y el alcohol entraba en su organismo, Lincoln se sentía mejor y más alegre. Hubo un momento en el que Clyde, Rusty y Kevin habían salido del agua y los había perdido totalmente de vista; solo esperaba que no hicieran ninguna estupidez que los metiera en problemas, o peor, que lo metiera a EL en problemas, Chunk puede ser realmente aterrador cuando se lo propone.

A su compañera de diversión parecía que también ya le estaba surtiendo efecto todo lo que había tomado, ya que parecía reírse de cualquier cosa, además de la ligera coloración de sus mejillas y su nariz. Ciertamente Tabby aun podía caminar y hablar coherentemente, pero Lincoln prefería no arriesgarse, por lo que le dijo que se fueran a sentar.

- ¿Qué sucede "amor"? – Le pregunto la chica del mechón al peliblanco con su acento inglés. – ¿Me vas a decir que ya te cansaste? – Le dijo riendo.

- Es difícil no hacerlo contigo corazón. – Le respondió con el mismo tono. – Eres toda energía, amor.

El comentario del peliblanco le saco una risita a la rockera, además de que sus mejillas se coloraron un poco más de lo que ya estaban. Como respuesta, Tabby le dio un ligero golpe en el brazo, provocando una carcajada en Lincoln. Se sentaron un rato a platicar, y para evitar problemas, el chico Loud había traído unos vasos de refresco, ganándose las burlas de la del mechón rosa.

- ¿Miedo de perder la cabeza muy rápido, compañero? – Le pregunto la chica recibiendo el vaso de soda.

- ¿Yo, perder la cabeza? ¡Nah! – Le dijo moviendo la mano restándole importancia. – Después de Kevin y Ronnie Anne, soy el que más aguanta tomando alcohol. – Le dijo inflando el pecho como si estuviera orgulloso de eso.

- ¿O sea que te gana una chica? – Le dijo tratando de aguantar la risa, provocando que Lincoln se desinflara como un globo.

- ¡Oye! Para que sepas, esos dos, a escondidas por supuesto, tomaban alcohol como si fuera agua en las fiestas de sus familias, solo con quince años. – El peliblanco tenía un rostro pensante al recordar a su amiga y a su, en ese entonces, reciente amigo. – No sé qué les den de comer en México o si sea algo de genética.

- Se oye que son divertidas.

- Realmente lo son. Deberías ir alguna vez. – Le mostro una genuina sonrisa provocando que el rostro Tabby se enrojeciera otra vez.

- No lo sé Link. – La pelinegra se oía apenada. – Parece algo que es entre familiares y amigos.

- Pues eres mi amiga, así como de Kevin, Clyde, Rusty; además te llevas bien con Ronnie Anne. – Le dijo mirándola directamente a los ojos. – No veo ningún problema en que vayas.

Tabby le dio una sonrisa triste para después agachar la mirada. A Lincoln no le gustaba eso, casi toda su vida consciente de el mismo viviendo con mujeres en etapas de la pubertad y adolescencia, sumado al hecho que ahora el mismo era uno, sabía que esa manera de actuar de la rockera no significaba algo bueno. Entonces recordó un nombre, que antes asociaba con un amigo, pero que ahora no era más que una molestia, que la rockera había mencionado hace un rato por lo que se preparó mental y psicológicamente mientras inhalaba profundamente, para después soltar el aire lentamente.

- ¿Ese tonto pueblerino cabeza de zanahoria de Liam volvió a molestarte? – Le pregunto en un tono serio.

- ¿Qué no el cabeza de zanahoria era Rusty? – Trato de bromear la pelinegra, pero después de ver el rostro serio del peliblanco sabía que no estaba para bromas, lo que hizo soltar un suspiro. – Me lo volví a encontrar hace dos días y nos hicimos de palabras. No ha cambiado, si al caso, se ha vuelto peor. – Termino mirando hacia el cielo un poco triste.

- Lo siento mucho. – Dijo el peliblanco molesto y mirando hacia otro lado, haciendo que Tabby girara a mirarlo extrañada. – Fui yo el que los presento ese día en el baile Sadie Hawkins, de haber sabido que se volvería así yo no…

No pudo continuar por que la rockera le giro la cabeza y le puso el dedo en los labios mientras negaba con la cabeza.

- Nadie podría haber sabido que eso pasaría, ni yo que fui su novia un tiempo, mucho menos tú. – Le dedico una sonrisa triste. – No te martirices, si al caso la que se debería sentir mal de que aún le afecte algo soy yo. – Al final soltó una risa fingida mientras algunas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos.

Lincoln se acercó a ella para abrazarla de lado, a lo que la chica correspondió recostando su cabeza en su hombro, mientras Lincoln reposo la suya propia encima de la de Tabby. El chico tenía pensamientos sobre buscar a su antiguo amigo para darle una lección sobre no meterse con sus amigas, pero los dejos de lado sabiendo que en ese momento tenía que apoyar a la pelinegra.

Estuvieron así un rato hasta que la rockera se separó y miro con una sonrisa al peliblanco, quien también la miraba sonriendo, parecía que ya se encontraba con los ánimos renovados.

- Gracias amor. Ahora ya sé porque Risas, o debería decir Daisy, conto maravillas cuando le levantaste el ánimo cuando el pequeño Zack se fue. – Dijo la del mechón purpura con una sonrisa provocándole un sonrojo a Lincoln.

- No fue nada, para eso estoy Tabbs. – Dijo rascándose la cabeza con vergüenza. – No entiendo cómo es que siendo tan cercanos no fueron pareja.

- No porque se lleven bien tienen que ser parejas Link. – Le dijo la rockera encogiéndose de hombros. – Además de que tanto a Zack como Daisy les gustaba alguien más.

- ¿Eh? ¿Quiénes?

- Lo siento conejito, se dice el pecado, no el pecador.

Tuvieron una discusión divertida en el que Lincoln trataba de sonsacarle información a la rockera mientras esta se negaba y le decía que el convivir con tantas mujeres le estaba afectando. Estuvieron así un rato hasta que una chica rockera castaña, probablemente amiga o conocida de Tabby, llego tambaleándose un poco con un vaso de bebida en la mano.

- ¡EEEHHH! ¡Pero si es la "Tigresa Tabby"! Y por lo que veo la chica ya está consiguiéndose a su tigre soñado. – La chica desconocida, que estaba en un obvio estado de ebriedad, le guiño el ojo a la pelinegra después de ver de reojo a Lincoln. – Ojala que tu tigre de bengala blanco del que siempre hablas sea todo lo siempre quisiste amiga. ¡SALUD POR ESO! – Grito alzando su bebida.

Lincoln se había sonrosado al escuchar las palabras de la chica, por lo que volteo a ver a su compañera para ver si podía darle una explicación de a que se refería, pero cuando la regreso a ver, Tabby se había vuelto de un color antinaturalmente rojo y estaba temblando.

- Eh… ¿Tabby? – Pregunto temeroso el peliblanco.

-Crystalmalditazorraguarrachismosaboconaporquemierdasetetienequeaflojarlalenguacadavezqueteponesebriaporesoluegonotequeremosinvitaraningunlado… - Tabby hablaba muy rápido y nerviosa mientras zarandeaba a la chica agarrándola por su blusa, pero la susodicha no hacía nada más que reírse. Molesta, agarro a la nombrada Crystal del brazo y se la llevó hasta quedar de frente a un chico. – Porque no mejor te vas a coger con tu novio a otra parte.

- Como tú ordenes amiga. Ven Mark tenemos permiso de "La tigresa" de andar por ahí para hacer "cositas". – Agarro a su confundido novio del brazo y comenzó a jalarlo de irse de ahí, pero antes de desaparecer se dirigió otra vez al peliblanco. – ¡Nos vemos guapo, haz feliz a Tabby! ¡Grrrr!

Crystal volvió a reír a carcajadas haciendo que Lincoln y Tabby se volvieran a sonrojar furiosamente; el chico Mark miro de mala manera al peliblanco al oír a su novia decir esas cosas, por lo que lo amenazo con señas de que lo estaría vigilando, asustando un poco al muchacho Loud; mientras que la pelinegra del mechón purpura estaba considerando la opción de quitarse una de sus botas de plataforma y lanzársela con fuerza a la castaña, a ver si podría darle en la cabeza y quitarle la vida por haberle hecho pasar por ese rato de vergüenza. Argumentaría que fue un accidente y solo tendría que pasar cinco años en la correccional, quizá tres con buen comportamiento.

- Oye Tabby… - Ese comentario saco abruptamente a la rockera de sus pensamientos homicidas, provocando que soltara un chillido agudo de pánico.

Se giró rápidamente hacia el peliblanco, viéndolo con el rostro girado, sus mejillas coloradas y rascándose la cabeza.

- Lincoln yo… ella… tu… no es… - La pobre no podía articular ninguna oración coherente, además del hecho de estar agitando los brazos y negar con la cabeza como loca, no ayudaba en nada.

- Tranquila, no pasa nada. – Al oír eso, se detuvo por completo para mirarlo fijamente, se veía que estaba igual, o incluso más nervioso que ella, pero estaba aparentando estar tranquilo. – La chica ¿Crystal, no? Estaba pasada de copas, entonces, no hay que pensar mucho en las cosas que dijo ¿esta bien? los borrachos luego no piensan lo que dicen. – Termino soltando una pequeña risa bastante patética.

Tabby viendo el salvavidas que Lincoln había lanzado para ambos se aferró a él.

- Si, tienes razón. No hay que pensar en lo que esa desquiciada dijo. – He increíblemente soltó una risa aún más patética que la del peliblanco.

Estuvieron ahí un rato, sin hacer o decir nada, solamente estar parados y mecerse como arboles con el viento, ambos muy nerviosos y avergonzados por lo que acababa de ocurrir hace unos instantes. Se hubieran quedado más tiempo así, hasta que Lincoln volvió a hablar.

- Eh… ¿Te gustaría ir a bailar otro rato?

- ¡Sí! – Casi grito asustando a Lincoln. – Perdón por eso Linc. Claro… Solo, vamos por un trago primero ¿está bien?

- Claro, no hay problema.

Caminaron hacia la mesa donde estaban bebidas y las botanas, ahí Tabby vio la botella de tequila que había traído Kevin cuando llego. Sin pensarlo mucho agarro la botella y le quito la tapa, donde para sorpresa del peliblanco y antes de que pudiera decir algo, le dio un gran trago directo de la botella… para luego empezar a toser y a hacer gestos de ardor.

- Por todos los cielos. – Su voz se oía un poco ronca y rasposa. – ¿Qué es esa cosa? ¿Alcohol etílico?

- Y eso que no has conocido el mezcal. – Dijo Lincoln. – Esa cosa nos tumba a Rusty, Clyde y a mí con solo olerla. – Termino riendo dejando perpleja la rockera.

Después agarro un vaso y se sirvió un poco de la bebida, luego de mirarla un poco y soltar un respiro y se lo tomo de un trago. El peliblanco solo hizo un ligero gesto y sacudió un poco la cabeza, dejando a Tabby con la boca abierta.

- ¿Qué? Amigos mexicanos ¿recuerdas? - Le dijo con una pequeña sonrisa. – Vamos ¿Qué no querías sacudir el trasero? – Le extendió la mano para que la tomara.

Saliendo de su estupor tomo su mano y empezaron a caminar cuando un mareo asalto la cabeza de la rockera, además de que sentía su cara un poco caliente e incluso un poco más suelta del cuerpo y alegre.

- Wow…

- Eso fue rápido. – Le dijo el peliblanco llamando su atención luego de ver su comportamiento. – Pero solo le diste un trago, así que dudo que te puedas poner mal. Hubieras visto como nos pusimos la primera vez que nos pasó. – Termino riendo.

Tabby no sabía porque, pero se había reído, imaginando a Lincoln haciendo locuras. Llegaron a donde las demás personas seguían bailando, comenzando a hacer lo mismo. Las canciones de varios géneros musicales pasaban mientras seguían divirtiéndose el uno con el otro. Quizás Lincoln había durado más que Tabby, pero lenta, segura e inevitablemente sentía como el alcohol del trago que se había servido subía a su cabeza, empezando a sentir los mismos síntomas que había sentido la del mechón purpura.

El estado de ambos sumado a la música, las luces, el movimiento de las personas a su alrededor había funcionado como una especie de droga para la pareja. Tabby se había soltado aún más, haciendo que de vez en cuando restregara su cuerpo contra el del peliblanco cuando, en la mente de ella, la música daba pie a que lo hiciera, e incluso Lincoln, quien también tenía la cabeza en las nubes, le seguía el juego riéndose.

No supieron quien, pero alguien había empujado a la pelinegra, haciendo que chocara de frente con el peliblanco, quedando muy cerca el uno del otro. Esa cercanía había hecho que se miraran directamente a los ojos, con sus mejillas coloreándose. Estuvieron así unos instantes hasta que Tabby comenzó a acercar lentamente su rostro al de Lincoln, el peliblanco sentía su ritmo cardiaco aumentar, que incluso sentía sus latidos en las cienes de su cabeza. Inhalo profundamente para después hacer lo propio y acercarse también.

Al principio fue solo un roce, una caricia entre sus labios, que mientras avanzaba el tiempo aumentaba en intensidad. La mente y el raciocinio de ambos estaba en otro lado, prueba de ello era la pierna que Tabby había levantado tratando de abrazar la cintura del peliblanco, mientras este se la sostenía con una mano para que no perdiera el equilibrio; Lincoln también hacia su parte besándola en los labios, en las mejillas, en la mandíbula y en el cuello, arrancándole varios suspiros a la chica. Para ellos no había nadie más en ese lugar, solamente estaban ellos dos.

Estuvieron un buen rato así dando un espectáculo para quien quisiera verlos hasta que se detuvieron para tomar aire. Se miraron el uno al otro, estaban rojos, sudados y jadeando buscando oxigeno; pero había algo más notorio en el rostro de ambos: una enorme sonrisa de felicidad. Empezaron a reírse, medio conscientes de lo que habían hecho, pero sin ningún sentido de culpabilidad.

- Ven. – Le dijo la rockera tomando su mano mientras comenzaba a caminar. – Busquemos un lugar más tranquilo. – Su rostro se había vuelto aún más rojo mientras lo decía con una voz bastante nerviosa, pero sin abandonar la sonrisa que tenía su rostro.

- Te sigo a donde quieras "amor". – Le dijo el peliblanco igual de sonriente y con la cara igual de roja que un tomate.

Lincoln no fue consciente de como Tabby se mordió el labio y en un paso de su caminar apretaba las pantorrillas y se llevaba su mano libre a la entrepierna al escucharlo decir esa última palabra. Por su parte, cuando el peliblanco vio que lo estaba guiando hacia la casa, y más específicamente hacia el segundo piso de la misma, el cual se supone estaba vacío, su corazón comenzó a agitarse nuevamente y sintió una pequeña gran incomodidad en su pantalón.


Siendo honesto, este capitulo iba terminar hasta cuando acabara la escena sabrosonga, pero entre la universidad, los problemas personales, emocionales y existenciales, no encuentro mucho tiempo libre e inspiración para ponerme a escribir lo que me gustaria. Al menos ya estoy tratando de arreglar mi vida, por lo que puede, PUEDE, que encuentre mas tiempo para escribir, que la idea que tengo en mi cabeza para este fic, esta muriendose de ganas de salir.

Sin nada mas que decir, me despido, nos vemos pronto(o tal vez... ya a la chingada, que me echo sal yo solo)