Fuckin vida real
Lincoln creía que enloquecería en cualquier momento, lo cual sería realmente patético teniendo en cuenta que Tabby solo había pasado su mano por su entrepierna levemente y ahora le estaba desabrochando el pantalón. En su defensa, nunca esperó que esto fuera a suceder esta noche y que estaba por cumplir el sueño de cualquier chico que entraba en "esa edad".
Volvió en si cuando escuchó el sonido de su cierre bajando, la rockera tomo el pantalón de la cintura y comenzó a bajarlo lentamente, Lincoln la ayudó levantando la cadera. Tabby no se detuvo hasta quitárselo completamente; terminada su obra se le quedo viendo el bulto de su entrepierna con un ligero rubor en su rostro, tragó saliva tan fuerte que hasta Lincoln había podido escucharlo. Con una parsimonia que no sabían a quién de los dos mataría primero, la rockera continuo con la última prenda que traía el peliblanco; inconscientemente ambos habían cerrado los ojos mientras la chica le bajaba los calzoncillos al chico Loud. El peliblanco sentía que su corazón explotaría en cualquier momento, lo cual por poco se cumplió al escucharla exclamar.
- ¡Puta madre!
Abrió los ojos para ver qué era lo que sucedía, encontrándose con Tabby sentada a un lado, mirando fijamente hacia su "amiguito", con las mejillas totalmente rojas y la boca ligeramente entreabierta. "Jr." no estaba completamente dispuesto, pero para la rockera era algo que la sorprendía bastante.
- Wow. Je, je. Es algo grande. - Comento con sorpresa. Como cualquier adolescente varón al que le gusta que lo adulen, Lincoln inflo el pecho, orgulloso de haber "impresionado" a una chica con su hombría, se sentía el rey del mundo. Tabby obviamente vio su actitud, por lo que, con una sonrisa traviesa, decidió bajar al chico de su nube. - Aunque pensándolo mejor no es TAN grande, quizás solo fue la impresión de ver una así de cerca en vivo por primera vez, pensándolo mejor, es un poco pequeña. - Sonrió con malicia mientras lo miraba de lado.
- ¡OYE! - Se quejo el peliblanco avergonzado, desinflándose como un globo, y su ego, junto a su amiguito, cayendo a niveles negativos.
Tabby no pudo evitar burlarse de la reacción del chico Loud soltando una risotada, provocando que Lincoln se encogiera en su lugar, aunque tuvo una hermosa vista de los pechos de la chica del mechón purpura, que botaban en sincronía con sus carcajadas, volviéndolo a hipnotizar como al principio, y definitivamente no se podía quejar por eso; "puto" si lo hacía, como decía Kevin. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la rockera volvió a lanzarse al ataque sobre él, besando sus labios con hambre y lujuria, además de restregar sensualmente sus amigas en su pecho, después de todo, noto como se había quedado hipnotizado viéndolas fijamente una vez más. Después de un rato se despegó y se alejó lentamente para mirar al peliblanco a los ojos, sonriendo con coquetería.
- Estoy jugando contigo guapo. - Le guiño el ojo divertida después de reírse un poco. - La verdad, las únicas otras que he visto son en los vídeos de internet que vemos en las pijamadas que hacemos Haiku, Polly y Risas.
- ¿¡Ustedes qué!? - Pregunto el peliblanco, casi gritando mientras su rostro se tornaba rojo, imaginando cosas que no debería de sus amigas.
Estaba a punto de contestarle cuando sintió algo moviéndose y tocando su vientre. Se separo levantándose un poco y bajo su vista para ver como el miembro de Lincoln regresaba de entre los muertos, siendo ahora era el turno de ella de que se pusiera roja. Regreso a ver al chico Loud y por su expresión parecía que estaba a punto de desmayarse, se daba una idea de que era lo que había imaginado el peliblanco.
- Lincoln… - Le hablo despacio acercándose a su rostro, el aludido giro tan rápido la cabeza que la rockera creyó que se le rompería el cuello. – No abras pensado en cosas sucias que hagamos las chicas y yo ¿o sí? – Lo alcanzo a escuchar tragar saliva mientras sonreía traviesamente.
Por dentro, la del mechón purpura se divertía a lo grande con las expresiones del peliblanco, se le hacían lindas y le encantaba su inocencia e inexperiencia, hasta podía aprovecharse de ella para ocultar su propio nerviosismo, el cual no era pequeño. Por otra parte, Lincoln sabía que después de esa noche necesitaría ir al cardiólogo a que revisara su corazón por tantas impresiones que era casi seguro no solo estuviera debilitado, sino, hasta con zonas muertas.
- Te ves tan lindo cuando te pones así. – Lo provoco la chica picándole la nariz y riendo juguetonamente.
Sin previo aviso el peliblanco abrazo a Tabby y la hizo girar rápidamente, siendo ahora ella la que estaba debajo de él; el movimiento la había tomado tanto por sorpresa que había terminado soltando un grito bastante agudo. Estaba a punto de recriminarle cuando lo vio jadeando con la cara roja mirándola directamente a los ojos, con una mirada que lo hacía parecer que no era el mismo.
- ¿L-Lincoln? – Le temblaba la voz a la rockera por su repentino cambio de actitud.
- ¿Así que te gusta jugar? – Le dijo entre jadeos. – ¿Qué te parece, si ahora me toca a mí? – Se acercó a su rostro con una sonrisa depredadora.
- ¿Eh? – Fue lo único que pudo decir, totalmente desconcertada.
Lincoln la beso con fuerza mientras paseaba el dedo de su mano por su pecho alrededor de sus tetas sin tocarlas, pasando después por su vientre, hasta bajar peligrosamente cerca de su entrepierna por encima de su falda que aun traía puesta; esta acción le había sacado un chillido ahogado a la chica del mechón. El peliblanco se separó de sus labios y comenzó a darle besos siguiendo el camino del borde de la mandíbula, moviéndose lentamente hacia su cuello; Tabby jadeaba sonoramente, con escalofríos recorriéndole la espalda con cada contacto y sintiendo como su entrepierna volvía a humedecerse ligeramente, la pobre chica traía la mente hecha un remolino, pero cuando parecía que iba a perderse en el torbellino de sus emociones, el peliblanco repentinamente se había detenido cerca de su oído.
- ¿Li-Lincoln? – Dijo su nombre mientras trataba de recuperar el aliento.
Pero el muchacho estaba en total silencio, la pobre rockera no sabía que sucedía ni cómo actuar, iba a hablarle una vez más, a ver si respondía cuando fue detenida por una ligera sacudida de parte de Lincoln y un tenue sonido saliendo de su boca, ambos incrementándose gradualmente, hasta que finalmente exploto…
- ¡Oh por Dios, si pudieras ver tu cara! – Se reía con tanta fuerza que hasta se agarraba de un costado y algunas lágrimas salían de sus ojos.
La rockera se quedó en shock por el repentino cambio de humor del peliblanco, cuando su mente y su rostro empezaron a cambiar lentamente de la sorpresa a la furia y la vergüenza poniéndose completamente roja.
- ¡ERES UN IDIOTA! – Le grito mientras recogía sus piernas para, literalmente, mandar a volar a Lincoln al suelo con ellas.
El peliblanco grito los segundos que estuvo en el aire por que la chica lo había tomado por sorpresa para caer sobre su trasero.
- ¡Ouch! Te llevas y no te aguantas. – Se quejó una vez levantado y se sobaba el área afectada. Tabby, quien todavía seguía bastante molesta con él, tomo una lámpara que tenía en un buró al lado de su cama y amenazo con arrojárselo a Lincoln. - ¡A la mierda! ¡Espera, lo siento, lo siento, lo siento, lo siento! Fui un pendejo, lo admito. – Imploraba perdón agachado en una esquina del cuarto mientras extendía los brazos por si terminaba por lanzarle el objeto.
Tabby seguía furiosa, resoplando por la nariz sin bajar la lámpara ni un centímetro, así estuvo por dos minutos hasta que comenzó a tranquilizarse y a bajar lentamente el objeto en sus manos hasta regresarlo a su lugar para después dejarse caer en la cama con un gruñido y taparse los ojos con su brazo sin molestarse siquiera en cubrirse el pecho. El peliblanco soltó un suspiro de alivio, pero se sintió terrible consigo mismo por lo que le había hecho a su amiga al verla así.
- Tabby, lo siento. – Vio a la rockera levantar un poco su brazo, lo suficiente para que tan solo se viera medio rostro. Pudo notar por la mirada de la chica que seguía molesta; eso le hizo soltar un suspiro de derrota. – Soy un gran idiota, lamento haberte molestado.
Se agacho para subirse el bóxer y su pantalón, pero fue detenido por la rockera que se había levantado rápido de la cama después de soltar un suspiro al ver lo que el muchacho iba a hacer.
- No lo hagas, aun no te los subas. – Dijo muy seriamente mientras se acercaba al peliblanco. Este solo la miro con duda y un poco temeroso. – Tienes razón Linc, yo lo comencé y me quejé cuando me hiciste lo mismo, así que dejemos eso de lado ¿está bien? – Termino con una pequeña sonrisa que empezaba a mejorar el humor del chico Loud, pero su rostro volvió a cambiar a uno molesto. – Pero si me vuelves a hacer lo mismo… - Y con un movimiento, según Lincoln, tan rápido que ni siquiera Bruce Lee pudiera haberlo detenido, agarro al peliblanco de las pelotas con una mano y les dio un fuerte apretón causando que diera un grito bastante agudo y que casi lo hace desmayarse. – ¡Te juro que lo que te estoy haciendo ahora serán caricias comparadas con lo que te hare! ¿¡Entendiste!?
- ¡Si está bien, lo juro, lo juro! – Al pobre hasta se le iba la voz mientras algunas lágrimas salían de las comisuras de sus ojos.
Tabby soltó las bolas de Lincoln, terminando con ese inhumano sufrimiento. Estaba a punto de tirarse en el piso para retorcerse de dolor cuando Tabby, con una increíble demostración de fuerza, agarro y prácticamente arrojo al peliblanco sobre la cama, ya arriba del mueble dejo que el chico se encogiera sobre sí mismo a gusto. Camino hacia la cama y se acostó a un lado de él y puso se manos detrás la cabeza mientras observaba el techo, no molestándole en lo absoluto que sus pechos estuvieran al aire y que un chico, que a pesar de todo lo sucedido le agradaba bastante, estuviera desnudo de la cintura para abajo al lado de ella, la verdad se sentía bastante cómoda.
Pasaron varios minutos hasta que Lincoln se pudo recuperar lo suficiente como para acostarse correctamente bocarriba. Giro un poco su cabeza para mirar a la del mechón purpura, la cual seguía en la misma posición mirando hacia el techo, aunque con los ojos cerrados y una ligera sonrisa que a Lincoln se le hizo bastante linda, sonrió y también dirigió su vista al techo.
- Tabby. – Hablo sin girar el rostro. La chica hizo un sonido haciendo notar que le estaba prestaba atención. – Me disculpo por cómo me comporté y porque te hice sentir mal, fui un completo patán idiota.
- No pasa nada amor. – Ya estaba de mucho mejor humor, incluso volviendo a usar su acento inglés con el chico. – Yo debería disculparme por lo que les hice a tus… "gomitas". – Las mejillas de la rockera se colorearon un poco al recordar que había agarrado a Lincoln de las pelotas.
- Ja, si bueno, si te soy sincero respecto a eso… - La voz del peliblanco se había vuelto bastante nerviosa. La del mechón se giró a verlo y vio que también su rostro había enrojecido notablemente. – Como que me gustó… mucho… que me apretaras allá abajo. – En cada frase Lincoln disminuía el volumen de voz mientras apretaba cada vez más los ojos e increíblemente se enrojecía más y más.
La rockera se había quedado muda y con la boca abierta antes de que una carcajada saliera desde lo más profundo de su ser y la hiciera reír por varios minutos hasta el punto de que se le salían las lágrimas y le dolía el costado un poco.
- Un consejo gratis amor. – Le dijo cuándo pudo estar lo suficientemente tranquila como para volver a hablar. – No dejes que Polly se entere de eso, si no te va a ir MUY MAL. – Termino haciendo énfasis en la última parte.
- ¿Qué tiene que ver Polly en todo esto? – El peliblanco no sabía qué relación tenía la amiga patinadora de su hermana con todo eso.
La rockera del mechón purpura por otra parte no pudo hacer nada más que volver a reír al escuchar la respuesta de su amigo.
"¡Oh por Dios, o es muy inocente o de plano es idiota! Hasta casi me siento mal por haber querido arrebatarle la inocencia… casi."
La habitación volvió a quedar en un cómodo silencio, mientras ambos se la pasaban escuchando la música ligeramente disminuida que sonaba en la fiesta del patio trasero de la casa. Había terminado una canción para dar inicio a la siguiente con una guitarra, la cual rápidamente Tabby reconoció, y comenzó a tararear el ritmo del instrumento. Justo iba a comenzar a cantar la letra de la canción cuando fue interrumpida por algo más.
Let's spend the night together
I know you want it too
The magic of the moment
Is what I've got for you
Tabby se giró rápidamente hacia el peliblanco, mirándolo sorprendida al ver que Lincoln conocía y estaba cantando esa canción. El chico Loud por otra parte cuando se dio cuenta de que la rockera lo estaba observando, se giró también hacia ella y continúo cantando, como si le estuviera dedicando la canción.
The heartbeat of this night
Is made to lose control
And there is something in your eyes
That's longing for some more
Let us find together
The beat we're looking for
Fue el turno de la del mechón de sonrojarse, en especial por lo que decía la letra de la canción. Y si bien le gusto la situación, tenía que sacarse una duda.
- Oye Linc. – Lo detuvo de que continuara con el siguiente estribillo. El peliblanco guardo silencio y la miro a los ojos, dándole a entender que tenía su atención. - ¿De dónde conoces "Rhythm of Love"? Digo, no es precisamente reciente y según Luna no eres tan fan del rock.
El chico se le quedo viendo a la rockera sin decir una palabra hasta que no pudo evitar darse una palmada en la frente sorprendiendo a la chica para después mirarla chica con una ceja levantada.
- ¿Qué? – Pregunto al ver al peliblanco mirarla con incredulidad. No sabía que era lo que esperaba el chico pero que dijera o hiciera; hasta que el hámster en su cabeza volvió a andar en su rueda, lo que le hizo entender. – Ay soy idiota, la conoces por Luna ¿verdad? – Le dijo después de darse una palmada en el rostro.
Lincoln simplemente se rio suavemente de Tabby, recibiendo un ligero golpe en el hombro por parte de ella.
- Si, Luna solía cantarla bastante cuando andaba con Sam. Antes no sabía porque lo hacía. – Su voz se volvió jocosa. – Después crecí y entendí el porqué. – Un escalofrió recorrió su espalda. La rockera soltó una pequeña risa.
- ¿Excelente momento para que sonara ahora, eh?
Let's reach the top together
One night will never do
An exploding shot of pleasure
Is what I've got for you
Why don't you close your eyes
And let your feeling grow
I make you feel the taste of life
Until your love will flow
Let us find together
The beat we're longing for
Mientras la canción seguía su curso ambos jóvenes se ponían más y más exaltados, miraban en direcciones opuestas, tratando lo más posible de evitar mirar a su compañero semidesnudo al lado, especialmente tratando de evitar mirar al otro directamente a los ojos, haciendo que ambos cayeran en un silencio alargado y algo incómodo. Pero no resistiendo más, Tabby lo rompió.
- Lincoln yo… yo ya no me siento con la confianza que tenía al principio. – Su voz sonaba bastante avergonzada; Lincoln la regreso a ver y tenía la mirada agachada, además se notaba que su cabeza había enrojecido algo. El peliblanco ya sabía por dónde iba la situación, pero cuando quiso hablar la chica lo interrumpió. – Pero quiero continuar con lo que estábamos haciendo.
Lincoln se sorprendió bastante por lo que le había dicho.
- Estas segu… - Lo interrumpió antes de que dijera algo más.
- No, definitivamente no estoy segura. – Encaro al peliblanco, y este vio que realmente estaba nerviosa y algo insegura. – Pero realmente quiero hacerlo.
El ritmo cardiaco del joven Loud aumento al escucharla decir eso, trago saliva y asintió con la cabeza.
- Te seguiré hasta donde tú quieras.
La chica le sonrió para después acercarse al peliblanco y subirse nuevamente a horcajadas encima de el para volver a empezar a besarse, ahora de una manera mucho más intensa que hacía rato. Tenían más confianza de pasar sus manos por el cuerpo del otro, sintiéndolos. Lincoln tenía miedo de parecer un loco obsesionado, pero simplemente no podía quitar su rostro y su boca de los pechos de la rockera, pero a Tabby parecía no importarle realmente, hasta parecía que le encantaba que "atendiera" tan atentamente a sus amigas.
Aprovechando que ella estaba arriba, la rockera comenzó a bajar por el cuerpo del peliblanco, deslizándose mientras iba dejando un camino de besos hasta su abdomen. Se acomodó entre las piernas de Lincoln, teniendo el miembro del chico prácticamente enfrente de su rostro; con su rostro enrojeciendo levemente y con un poco de vacilación lo tomo con unas de sus manos para apenas moverlo un poco de arriba hacia abajo.
Lincoln tuvo que hacer un esfuerzo para no parecer patético por la sensación tan placentera que sentía en su pene, bastante diferente a cuando él se masturbaba; ahora era la mano delicada de una chica; que para que negarlo, era bastante guapa; quien lo movía y podía asegurar que era mucho mejor. El chico Loud la noto bastante vacilante, como sabiendo que más hacer, además de que veía que su respiración se volvió ligeramente agitada.
- Oye, tranquila. – Le dijo llamando su atención para después darle una sonrisa lo más tranquilo que pudiera en esa situación. – No es obligatorio que lo hagas.
Eso logro tranquilizarla bastante.
- No, pero quiero hacerlo. – Le contesto con confianza renovada. Lincoln sonrió satisfecho por eso.
Soltando un silencioso suspiro comenzó dándole pequeños besos, empezando por la punta siguiendo por toda la extensión. El pobre peliblanco por otra parte trataba de no volverse loco mientras se mordía el dedo pulgar tratando de no hacer ningún ruido que lo pusiera en ridículo. "Si me pongo así nada más con esto, no quiero ni imaginarme cuando esto avance" Pensaba ligeramente mortificado. La rockera se dio cuenta rápidamente de su predicamento y sonrió con malicia.
- ¿Qué pasa Linc, estas nervioso? – Le dijo mirándolo salvaje fijamente a los ojos, volviendo a su anterior estado de coquetería mientras seguía moviendo su mano. – Por tu amiguito puedo sentir que te pusiste bastante nervioso ¿Quieres que pare?
- Te ahorcare si lo haces. – Abrió la boca sin pensar.
Poco faltaba para que el chico Loud se diera de topes contra la pared o se arrojara de cabeza por la ventana, por otra parte, la chica del mechón no pudo más que solo reírse.
- Tranquilo ansioso, empiezas a parecer desesperado. – Lincoln soltó una risa nerviosa por su comentario. Tabby siguió riendo un momento para luego mirarlo seriamente. – Me llegas a empujar la cabeza y te lo arrancare de una mordida ¿entendiste Lincoln Loud? – Le apunto con el dedo
El peliblanco solo levanto las manos y negaba con la cabeza, mientras que la rockera solo lo observo unos instantes más antes de volver a lo que hacía. Tímidamente saco la lengua, y como con los besos, comenzó a pasarla por todo el miembro del chico, terminando haciendo movimientos circulares en el glande y finalmente meterlo dentro de su boca.
Lincoln respiraba irregularmente mientras apretaba y tronaba los dedos de los pies mientras sentía como si pequeñas corrientes eléctricas y escalofríos recorrieran desde su intimidad, pasando por la espalda y terminaran en su nuca. De vez en cuando un sonido escapaba de su garganta, y le parecía que cada vez que eso sucedía la chica aumentaba la intensidad y el ritmo de lo que hacía. "Creo que realmente voy a acabar muriendo."
La rockera realmente ni sabia lo que estaba haciendo, simplemente se estaba dejando llevar por lo que ella creía que excitaría mas al peliblanco, y por los sonidos que hacia y por el rostro que el chico Loud tenía, podía decir que realmente estaba haciendo bien su trabajo. Masajeaba las bolas del joven con una mano, mientras que con la otra lo masturbaba sin siquiera sacar el pene de su boca. Tuvo la tentación de meter uno de sus dedos dentro del ano del peliblanco, pero creyó que eso sería demasiado, quizás en una ocasión futura donde se tuvieran mas confianza.
"¡Madre del amor hermoso! ¿Qué carajos hacen esta mujer y sus amigas en las pijamadas!?" Inconscientemente había llevado una de sus manos a la cabeza de la rockera; cuando sintió que la del mechón se había detenido miró hacia abajo y la vio mirándolo a los ojos con una ceja levantada.
- No hare nada raro ni que no quieras, lo juro. – Dijo levantando la otra mano pero sin quitar la que tenía sobre la cabeza de la rockera.
Tabby simplemente le hizo un gesto de "te estoy vigilando" y continuó con lo suyo. Lincoln sentía que le faltaba poco para llegar al clímax y considero prudente avisarle a su compañera.
- Tabby… yo… creo que… estoy a punto de… - El pobre chico no podía articular una oración completa, pero creía que la rockera podía entender a que se refería.
Pero en vez de detenerse o liberar su pene, la chica aumento el ritmo de sus movimientos, podía sentir la lengua moviéndose alrededor frenéticamente y sus labios subiendo y bajando por todo su miembro.
- Ya no puedo más. – Dijo gruñendo.
Descargo toda su semilla dentro de la boca de la rockera, quien soltó un quejido mudo de sorpresa. Lincoln cayó rendido en la cama, jadeando y cansado… pero con una sonrisa de desgraciado que nada ni nadie podría quitársela en una semana. Levantó la cabeza para ver como se encontraba su compañera y la vio de rodillas sobre el colchón haciendo un gesto raro. Iba a preguntarle que era lo que ocurría, pero ella le hizo una seña con la mano de que guardara silencio y así lo hizo, unos instantes después y con un sonoro "gulp" vio como la chica se tragaba todo el contenido que tuviera en su boca. El peliblanco se quedo con la boca totalmente abierta mientras que su amiguito que empezaba a morir después de haber acabado una vez, volvía a recobrar firmeza.
- ¡Gah! ok, eso definitivamente no es lo mío. – Dijo la rockera con un ligero gesto de asco y un escalofrió recorriendo su espalda.
Lincoln se levantó y se acerco bastante a Tabby, esta se le quedó mirando con duda hasta que el peliblanco rompió cualquier distancia entre ellos y la beso directamente en la boca con bastante pasión. La rockera se sorprendió bastante pero después le siguió el ritmo; recordando lo que le había dicho el chico Loud, de que no haría nada raro a menos que ella quisiera, lentamente empezó a meter su lengua dentro de la boca de su compañero, y justo como creía, él comenzó a hacer lo mismo con la suya. Hubo un momento en el que creyeron escuchar un golpe cerca de ellos, pero a ninguno de los dos le importo en lo mas mínimo. Estuvieron un rato así hasta que la chica del mechón no podía ignorar el pene erecto de Lincoln golpeando constantemente sobre su abdomen.
- Parece que alguien esta listo de nuevo. – Le dijo al peliblanco mientras señalaba su miembro. – ¿Qué dices Linc, listo para el evento principal?
- Ahora te toca a ti alcanzar las estrellas, amor. – Se acerco hasta susurrárselo en el oído, haciéndola estremecerse.
