Hola ¿Cómo estan lectores de fanfiction? Yo aquí divagando en mi mente, y se me ocurrió hacer un fic de este estilo. Se que ya hay en fanfiction sobre éste genero, pero en serio me encantan los zombies, y me encantaría hacer mi propia versión de una apocalipsis zombie. Sobre todo con mis personajes de mi anime favorito, One Piece.

Bueno, obviamente los personajes de One Piece no me perteneces, pertenecen a Eiichiro Oda. Espero que les guste:

El sol iluminó la ventana logrando que los pequeños rayos calentaran las megillas del morocho. Éste abrió los ojos, se había olvidado de cerrar las cortinas antes de acostarse y como consecuencia se había despertado a causa del soleado amanecer. Se frotó la nuca y se desperezó mientras se ponía de pie. Ese día seria como el de ayer, igual de aburrido, igual de rutinario, igual de... solitario. Un día solo con sus hermanos, como ayer, como el día ante ayer, y como el ante ante ayer.

Se asomó por la ventana y contempló las luminosas calles. Todo sería tan aburrido, como siempre. Contempló unos tres zombies, tres muertos vivos. Esas cosas, que antes habían sido personas normales, comunes y corrientes, como él, como sus hermanos, ahora eran... cadaveres vivientes que perseguian a los vivos para alimentarse de ellos. ¡Terrible! Y él, que dormía con su escopeta recortada, por si en algún momento, su hogar se veía atacado por esas cosas, por esos zombies. Se puso un par de jeans, y una cahqueta negra, tomó su objeto más presiado, un Mugiwara con una cinta roja, y luego de colocarseló en su cabeza, se diriguió hacía las escaleras, cargando su arma.

Esa casa estaba preparada para sobrevivir a la apocalipsis. Era una casa de dos plantas, cuyo techo había sido reconstruído por sus hermanos, para ser una terraza donde se podía admirar las solitarias calles. También, poco a poco, los hermanos, habían construído un paredón de tres metros alrededor de toda la casa, con una sola entrada para el auto. Todo estaba calculado para que ellos tres, sobrevivieran a lo que había sido un crisis en la medicina mundial.

Todo había comenzado una mañana hacía ya once meses. Ese día, los noticieros habían sido asaltados por la noticia de que un hombre en África había revivido de la muerte y había comenzado a comer gente viva, convirtiendolas así en muertos vivos. Los mejores enfermeros del mundo habían intentado buscar alguna solución, pero ni la mejor tecnología, ni el armamento militar más grande, había detenido a la enfermedad que no tardo en exparsirse por todo el planeta. Fue en ese momento cuando los hermanos tomaron conciencia de la situación, y luego de equiparse y remodelar su casa, se detuvieron a esperar lo esperado.

Poco a poco llegó. Primero fue África, luego fue Asia, paso a Europa, y finalmente llegó a Ámerica. Y, aunque Japón era una isla, temprano se vio contaminada con el virus causante de la muerte viva. Afortunadamente ellos habían recivido un telegrama de su abuelo Garp, quien les había advertido de lo que estaba ocurriendo. Gracias a eso, se habían salvado.

Bajó lentamente, esperando escuchar la voz de alguno de sus hermanos, pero al no oír nada, una leve preocupación comenzó a consumirlo. Se diriguió a la cocina, donde generalmente se encontraban jugando al Poker o alguna otra cosa. Las puertas estaba cerradas ¿Qué estaba pasado? Apretó el arma contra su pecho y abrió la puerta lentamente.

- ¡Luffy! - Sabo, un joven rubio de 20 años, había volteado cuando escucho la entrada - Te has despertado, me alegro - Le regaló una sonrisa

- Sabo ¿Dónde está Ace? - Prguntó mientras apoyaba la escopeta en la mesa, y se sentaba esperando el desayuno

- Arriba, esta hacíendo la guardia rutinaria - Comentó mientras le dejaba el plato con cereales sobre la mesa

Sabo era el mediano de los tres. Llevaba unos jeans con un cinturon atravesado de dos revolvers y un cuchillo, también poseía una gran tubería que usaba como arma, la cual estaba apoyada contra la heladera. Su remera blanca y su abrigo negro le daban un toque de hombre maduro e inteligente, y finalmente su sombrero hablaba por él. Luffy comenzó a comer su desyuno sin piedad. Tragó de tal manera que en un segundo, ya había acabado su tazón.

- Te dije que lo disfrutes más, sabes que no puedo darte otro tazón, es la regla, Luffy - Comentó el rubio mientras levantaba el plato de la mesa

- Oi, Sabo ¿Cúando saldremos de aquí? - Preguntó mientras bufaba

- Luffy... - Suspiró mientras se volteaba a verlo - Sabes que no podemos, por lo menos, por ahora, todavía podemos vivir aquí un rato más, es peligroso salir - Se sentó junto a él

- Si... - Sonrió cuando su hermano le entregó un libro de juegos

- Se que es aburrido, pero es lo mejor - Le sacudió los cabello y luego de dar un largo suspiro se puso de pie - Ah... Luffy, Ace me dijo que cuando te levantes lo vayas a ver -

Como le dijo su hermano, se puso de pie y se diriguió hacía donde se encontraba el mayor de los tres, Ace. Tambien de 20 años, apenas dos meses más grande que el rubio, llevaba un jean con una remera azul, sobre ésta llevaba una campera del mismo material que sus pantalones. Su cinturon llevaba colgando un shotgun, y sobre su hombro, cargaba un filoso machete. Típico de ellos, su sombrero era naranja y llamativo.

Luffy se le acercó lentamente mientras el mayor, quien tenía unas pequitas decorando su rostro, no dejaba de posar su mirada en la desolada calle. Cuando escucho la leve respiración, volteo bruscamente, y al divisar al pequeño, sonrió.

- Oi, Lu, tenemos que ir en busca de proviciones ¿Quiéres venir conmigo? -

- Claro - Sonrió dando un pequeño salto - ¡Al fin algo emocionante! - Exlcamó al tiempo que se acercaba a la baranda de la terraza - Podre enfrentarme a ellos - Apuntó al zombie quien caminaba sin rumbo por la vereda

- Luffy, sabes que no pelearemos con ellos, a no ser que sea necesario, y lo sabes - Sonrió mientras ajustaba su machete a su hombro

- Lo sé, pero... nunca pasa nada interesante Ace - Berrinchó mientras colgaba los brazos por la branda

Como si alguien lo hubiese escuchado, resonó en toda la ciudad el sonido de un freno. Ambos hermanos se sorprendieron y mientras intentaban buscar de donde provenía aquel sonido, un vehiculo pasó a toda velocidad frente a ellos, y se estrelló con la casa frente a la suya. Quedaron atonitos, mirando, como los zombies comenzaban, lentamente, a correr hacía el auto. La bocina comenzó a sonar de una manera desesperante. Al parecer alguien estaba allí dentro y claramente, estaba en problemas.

- Ace... debemos ir -

Bueno... Hasta aquí llegue hoy. Me gustaría saber sus opiniones hacerca del fic y como emcabece el primer capitulo. Espero sus comentarios. Nos leemos.