La máquina del tiempo de Trunks aterrizó realizando un sonido silbante. El muchacho esta vez había acertado la fecha. El mismo día en que los Androides atacarían. Estaba preparado para actuar, aunque, antes de nada, quería ver a su madre. Ella le había dicho que confiase y quería ver qué habría hecho. Se presentó en la casa de su madre, y sintió que el corazón se le iba a salir por la boca.
La Androide 18 se encontraba sentada en una silla del jardín, con lo que parecía un zumo en las manos, tumbada mientras leía una revista. Trunks no fue capaz de analizar la situación antes de que la ira lo dominase y, llevado por la más absoluta rabia, tomase su forma de Super Saiyan y se lanzara contra la Androide.
18 le vio venir, se puso en pie y detuvo el envite de la espada de Trunks con la mano. La Androide le miró, con una mirada distinta a la que él recordaba.
_ Esto es una propiedad privada. _ Dijo, visiblemente furiosa. _ Escucha, no sé quién eres ni cómo has entrado, pero si no te vas ahora mismo tomaré medidas, y eso no va a gustarte.
_ ¿Disculpa? _ Trunks trató de recomponerse. _ Este lugar pertenece a Bulma Briefs.
_ Eso es correcto. Y mi objetivo es evitar que se cuele gente indeseable. _ La mirada de 18 se hizo más agresiva. _ ¿Formas parte de ese grupo?
_ ¿Qué está pasando aquí?
Bulma acaba de salir con su hijo en brazos, que trataba de alcanzar el biberón que su madre llevaba colgado del cinturón.
_ Un intruso ha entrado y me estaba haciendo cargo.
_ 18, no es un intruso. Es mi hijo.
_ Ignoraba que tuvieras otro hijo. _ 18 relajó la postura al instante.
_ En realidad es el mismo, viene desde el futuro, es complicado. _ Miró a Trunks. _ No debes preocuparte, 18 trabaja para mí.
_ ¿Que trabaja para ti? _ Trunks abandonó su estado de Super Saiyan. _ ¿El Androide 18 trabaja para ti?
_ Soy su guardia personal… y estilista a ratos. _ Dijo, sin darle importancia.
_ No entiendo nada… _ Trunks estaba visiblemente tenso. _ ¿Qué es lo que ha ocurrido? Se suponía que los Androides iba a destruirlo todo… ¿Qué hay de Goku?
_ Eso suena absurdo. ¿Por qué iba a querer destruir nada? _ 18 bajó la mirada. _ Tengo una buena vida ahora. Soy feliz. Además, le debo la vida a tu madre.
_ Sé que me dijiste que los desactivara, Trunks. _ Bulma se había sentado en la tumbona y estaba dando el biberón al bebé. _ Pero… lo que no me dijiste es que eran personas.
_ No lo sabía… _ Trunks miró a 18, probablemente fuese la primera vez que la miraba como la estaba mirando en aquel momento. _ Pensaba que eras sólo maquinaria.
_ Pues estabas equivocado. _ 18 no se alteró.
_ Estaba todo el procedimiento explicado en los archivos del Doctor Gero. Les desmontó pieza a pieza y les volvió a montar con…
_ Preferiría que no entraras en detalles. _ 18 tembló. _ Aún me duele al recordarlo.
_ El caso es que pude borrar la directriz principal que había plantado el Doctor Gero en ellos.
_ Y además nos dio un trabajo bien pagado. _ 18 sonrió. _ Te sorprendería lo fácil que es portarse bien cuando no tienes una vocecita en tu cabeza que te dice que mates a Goku y además tienes una buena vida.
_ Tiene… sentido. _ Trunks se cruzó de brazos. _ Si te miro fijamente… no te pareces nada a la 18 de mi línea temporal.
_ ¿En nada?
_ Salvo por el físico, claro. En ese aspecto eres idéntica. Pero lo demás… tu forma de hablar, tu lenguaje corporal… _ Trunks asintió. _ Eres muy distinta.
_ ¿Están los ánimos calmados, entonces?
_ Por mi parte, desde luego. _ añadió 18, encogiéndose de hombros.
_ Trunks, siéntate y tómate algo con nosotras. Tengo té, pastas… zumo…
_ No sé si debería quedarme. Venir ya ha estado de más… quería asegurarme de que…
_ Insisto, Trunks. Soy tu madre y quiero verte. _ Le recordó Bulma. _ Me da igual de qué línea temporal seas, eres mi hijo.
_ Supongo que puedo pasar la tarde.
_ Puedo irme, si te incomoda mi presencia. _ Le dijo 18. _ Supongo que 17 habrá terminado su entrenamiento con Vegeta. Podríamos salir a dar una vuelta, cosas de hermanos. Si te parece bien, Bulma.
_ ¿17 entrena con Vegeta? _ Preguntó Trunks.
_ Sí, tanto él como yo somos buenos rivales para pulir sus habilidades… 17 lo disfruta bastante. Yo, personalmente, no tengo demasiado interés.
_ Acabo de ingresarte la nómina. A lo mejor quieres comprarte unos trapitos. _ Bulma dejó escapar una risita.
18 expresó una larga sonrisa.
_ Trunks, no te haces una idea de lo feliz que acaba de hacerme tu madre. _ Se giró y se encaminó a la salida. _ Cuídala mientras estoy fuera, ¿Quieres?
_ Lo intentaré. _ Respondió él, observando cómo se marchaba. _ De verdad que no asimilo que esté rehabilitada.
_ Deberías confiar más en tu madre, Trunks. _ Le dio un golpecito en el hombro. _ Oh, y Goku está bien. Sé que Chichi tiene guardada a buen recaudo la medicina para cuando llegue el momento en que enferme.
_ ¿Aún no ha ocurrido?
_ No, aún no. _ Bulma se encogió de hombros. _ Pero confío en Chichi. Ella se hará cargo. Hablando de ella, ha quedado conmigo más tarde. Podrías verla si quisieras.
_ En realidad, prefiero que no. _ Suspiró. _ Es doloroso venir aquí y ver a toda la gente que he visto morir.
_ Cuándo vuelves… ¿Debes volver a ese mundo que dejaste atrás? ¿Aunque la realidad para nosotros haya cambiado?
_ Así es. _ Suspiró. _ Supongo que no puedo hacer mucho por cambiar mi tiempo. Pero aún así, tú querías que existiese un mundo en el que yo pudiera crecer feliz.
_ Haces que suene como una gran madre…
_ Lo eres… y también un auténtico genio. _ Trunks sonrió. _ No lo olvides nunca. Quizá seas la persona más importante de este planeta.
_ Vas a hacer que me sonroje.
Chichi había dejado a su marido en casa, y se había encaminado al encuentro de Bulma. Había estado pensando mucho tiempo en lo que quería decirle a Bulma, casi un año. Cuando la encontró, estaba sola. Lo que era raro, porque normalmente, 18 la acompañaba a todas partes.
_ Chichi. Siéntate. ¿Qué era de lo que querías hablar? _ Le preguntó, sentándose frente a ella. _ Parecía muy importante.
_ Sí… es sobre… los Androides. _ Chichi suspiró. _ He visto que son muy fuertes.
_ Terriblemente fuertes, sí. _ Razonó Bulma. _ Vegeta está teniendo grandes problemas para igualar el nivel de 17 y 18.
_ Y tú… Tienes todos los datos del Doctor Gero y sobre el procedimiento que realizó.
_ Sí, claro… transferí todos los archivos que tenía a mi propio ordenador, ¿Por qué?
_ Me preguntaba si podrías replicar el procedimiento.
_ A ver, probablemente… Aunque sería una monstruosidad.
_ ¿Podrías hacérmelo a mí?
Bulma abrió los ojos de par en par.
_ Chichi, ¿Tienes idea de lo que me estás pidiendo?
_ Te estoy pidiendo que me conviertas en un Androide, sí. _ Apretó los puños. _ Bueno, 18 sigue pareciendo una persona.
_ Bueno, sigue pudiendo hacer todo lo que una persona, pero… tiene partes mecánicas en su interior.
_ Podría seguir viviendo mi vida como la vivo, ¿Verdad? Podría comer, dormir… no sé, tener hijos.
_ A ver, sí, pero… Convertir a una persona en un Androide… bueno, cyborg sería palabra más apropiada… es -un proceso terriblemente doloroso, Chichi… ¿Por qué quieres someterte a eso?
_ Porque estoy cansada… cansada de quedarme en silencio sin hacer nada. Hace apenas unos años, un alienígena secuestró a mi marido y se lo llevó… después un demonio lo estuvo entrenando durante un año. Y ese es sólo el principio de lo que me ha pasado en el último lustro.
_ Te entiendo bien. _ Asintió Bulma.
_ No, tú no lo entiendes. Tú eres útil. Eres inteligente, te necesitan. Yo me quedo en casa cocinando y esperando tener suerte y que ese día no me digan que la gente que amo se ha muerto y luego ni siquiera me dejen decidir cuándo se usan las bolas de dragón para que vuelvan.
_ Eso es verdad.
_ Yo solía ser una gran luchadora. Goku se casó conmigo después de que lucháramos… y ahora no soy nada de eso. Sé perfectamente que por mucho que entrene no podría llegar al nivel de Goku. Él es un Saiyan, y yo sólo soy humana. Ni siquiera Krillin o Ten pueden competir… Así que quiero que lo hagas, Bulma. Conviérteme en un Androide.
_ ¿No vas a consultarlo con Goku o Gohan?
_ ¿Consultan ellos conmigo decisiones importantes que van a arruinarme la vida?
_ No, supongo que no. Aún así, consúltalo con la almohada. Necesito a un asistente y preparar el instrumental. Ven a verme mañana.
Chichi realmente estaba decidida. A pesar de que pasó la noche en vela, dándole vueltas, cuando volvió al día siguiente, sola, se tumbó en la mesa de operaciones sin dudar. Bulma le puso la anestesia y después, sólo recordó oscuridad.
Cuando abrió los ojos, se encontró en la cama de su propia casa. Nada le dolía, al contrario, se encontraba muy descansada. Gohan estaba sentado a su lado, dormido en la butaca. Chichi sonrió y le pasó la mano por el pelo, despertándolo.
_ Mamá… _ Murmuró, mirándola. _ Me tenías muy preocupado. Bulma dijo que te había hecho una operación, pero no aclaró nada.
_ ¿Cuánto llevo dormida?
_ Dos días. _ Aclaró. _ ¿Estás bien?
_ Mejor que nunca. _ Dijo, crujiéndose en cuello.
Y era cierto, se sentía ligera como una pluma. Se levantó de la cama y se estiró. Se paró un segundo a mirarse, buscando alguna cicatriz, pero no encontró ninguna.
_ ¿Seguro que estás bien? _ Insistió Gohan. _ Te noto rara…
_ Sí, de verdad. _ Sentenció ella. _ ¿Dónde está Goku?
_ Papá fue a pescar. Ya no quedaba mucho que comer… aunque he guardado algo para ti. Pensé que tendrías hambre.
_ No… estoy bien. Voy a buscar a tu padre. Tengo que tener una conversación con él. Tú quédate aquí. _ Se acercó y le dio un beso en la frente. _ Descansa, debes estar agotado después de haber estado velando por mí.
_ Bueno, sólo quería que estuvieras bien. _ Gohan se sonrojó. _ Estaba asustado, si te pasara algo…
_ Gohan, estoy muy orgullosa de ti… eres un buen chico.
Chichi salió de casa y lo primero que hizo fue llevarse las manos a su moño y reajustarlo en una cola de caballo, como solía llevar cuando era Joven.
_ ¿Dónde habrá ido a pescar este hombre?
Dio una patada al suelo y sintió que se elevaba por los aires hasta superar las montañas… y allí se quedó, sin descender. Era la primera vez que volaba. Se quedó allí un momento, simplemente apreciándolo. Había visto a 18 volar muy a menudo. Probablemente ella misma hubiera sido capaz de hacerlo si le hubiera dedicado el tiempo a aprender. Después de todo, otros terrícolas también sabían hacerlo.
Apartó su mente de esos pensamientos cuando finalmente encontró a Goku. Pudo verlo en la distancia, parecía haber estado ocupado, porque había una buena pila de peces a su lado. Chichi descendió en completo silencio y no fue hasta que tosió cuando Goku se percató de su presencia y dio un respingo.
_ ¡Cariño! No te sentí venir… _ Dijo, girándose. _ De hecho… no siento tu ki en absoluto…
Goku se tensó, teniendo un mal presentimiento. Aquello no era normal. Normalmente, habría presentido el Ki de Chichi desde mucha distancia. Quizá no fuera particularmente poderosa, pero la familiaridad de la energía proveniente de alguien tan cercano e importante para él lo hacía muy sencillo.
Y, sin embargo, en aquel momento, la tenía justo frente a él, y no podía sentirla en absoluto. La expresión del Saiyan no terminó de relajarse cuando ella se rio, especialmente porque Chichi adoptó una posición que él no había visto que adoptase desde la adolescencia… Su posición de combate.
_ Lucha conmigo, Goku.
