Autor Original: relover180

ID: 2962133

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

"Dios, ¡me siento tan estúpido!" gruñó América mientras Matthew abría la puerta de casa.

"¿Fue el tiro a la botella tan infructuoso como pensé que sería?" sonrió Matthew mientras cerraba la puerta tras ellos.

"No" suspiró América "Fuimos uno de los puestos más populares. No gracias a Arthur…" América dejó escapar un suspiro.

"Entonces, ¿qué pasó?" Matthew comenzó a caminar hacia la sala de estar.

"Yo solo…" América le siguió, intentando encontrar las palabras correctas "Pensé que estar cerca de un Inglaterra al que realmente le gusto sería bueno…"

"¿Y no lo es?" preguntó Matthew, sentándose en el sofá.

"Lo es, pero… no puedo hacer nada. No es… Inglaterra, y además de eso, él es Alfred. No sé cómo el chico se las arregló para conseguirle, pero lo hizo. Y ahora me siento horrible porque, solo esta noche, casi nos hemos besado tres veces. Y tuve que alejarme y dejarle colgado…" América se desplomó en el sofá. Se sentía realmente mal, especialmente después de ver lacara de Arthur tras evitar besarle esa última vez.

"Entonces, ¿crees que Arthur se siente…no amado o algo?" preguntó Matthew.

"Bueno, ¿cómo te sentirías si Gilbert se levantase y simplemente dejase de hacer algo contigo?" pregunto América.

"Seguramente hablaría con él" declaró Matthew "Y estoy seguro de que Arthur te dirá algo también. Así que debes averiguar qué vas a decirle"

"¿Qué?" suspiró América "¿Qué soy su novio de otra dimensión, que es la personificación de los Estados Unidos de América? Oh, y cambié de lugar con su novio, el cual seguramente está ahora tremendamente asustado"

"Ha creído cosas más raras" suspiró Matthew.

"Sí, lo sé, las hadas" murmuró América "Espera, ¿Arthur cree en esas cosas también?"

"Hubo un punto en el que estaba obsesionado con la magia negra" Matthew se encogió de hombros "Alfred me lo dijo. Justo antes de pedirle salir a Arthur, se tomó el tiempo de averiguar casi todo sobre él"

"¿Por qué Alfred es mucho mejor en esto que yo?" gruñó América "Estoy seguro de que si estuviera en esta posición, sería capaz de resolverlo en un abrir y cerrar de ojos"

"Hey, Alfred ha tenido sus malos momentos también" declaró Matthew "No tenía ni idea de cómo iba a besar a Arthur por primera vez y torpemente se movió por ahí hasta conseguirlo"

"Bueno, al menos puede hacerlo" declaró América "No puedo permitirme el hacer algo con Arthur porque se siente…mal…"

"Vas a tener que descubrirlo con el tiempo" suspiró Matthew "Y tienes la eternidad, así que deja de quejarte y averigua lo que quieres hacer" Matthew se puso en pie y se dirigió hacia las escaleras "Puedes dormir, si quieres. Estoy bastante seguro de que Arthur no vendrá por lo que queda de noche"

Y entonces sonó el timbre.

"Me estaría riendo ahora mismo si no estuviese tan nervioso" murmuró América, alzándose rápidamente y dirigiéndose hacia la puerta. Rápidamente abrió la puerta, encontrando a Arthur bajo la luz del porche, jugando con algo en sus manos.

"Olvidaste tú móvil, idiota" resopló Arthur y le lanzó el móvil de Alfred a América.

"Eh, gracias" América lo cogió fácilmente. No pudo evitar darse cuenta de que Arthur parecía nervioso por algo, y América tenía un mal presentimiento "No me di cuenta"

"Por supuesto que no" Arthur rodó los ojos.

"Si habéis terminado," suspiró Matthew "estoy cansado y no confío en Alfred para cerrar la puerta"

"Cierto, buenas noches" declaró Arthur.

"Buenas noches" asintió América, pero le pareció un poco extraño que Arthur no se moviese. Cuando América estaba a punto de decir algo, Arthur se repente se puso de puntillas y le dio un rápido beso en los labios antes de regresar a su mini. América se quedó ahí un poco antes de que Matthew dejase escapar un quejido y cerrase la puerta.

"Para alguien que se supone que tiene un par de cientos de años, te comportas como un adolescente" Matthew puso los ojos en blanco.

"Maldita sea, Arthur" gruñó América y se apoyó contra la pared "¿Por qué no puedes ser como Inglaterra y estar demasiado asustado para hacer cosas así?"

"Momentos desesperados requieren medidas desesperadas, diría yo" sonrió Matthew.

"No te burles de mí ahora" América lo fulminó con la mirada "Se supone que debes de ser el hermano útil y encontrarme una manera de salir de esto"

"¿No te dije antes que deberías resolver esto por tu cuenta?" Matthew arqueó una ceja.

"Nunca antes tuve que hacer algo como esto" se quejó América mientras Matthew caminaba hacia las escaleras "Cuando era un adolescente, estaba luchando contra Inglaterra"

"Entonces haz lo opuesto" Matthew se encogió de hombros.

"No estás siendo útil" suspiró América.

"Se supone que no debo serlo" declaró Matthew "Tu problema es tu problema. No debería tener que ayudarte con nada"

"Canadá me ayudaría" murmuró América.

"Bien por él" Matthew comenzó a subir las escaleras.

"Lo que sea" América suspiró y lo siguió. Sin embargo, se detuvo cuando sintió un dolor abrasador en el hombro izquierdo.

"Voy a ir" declaró Alfred.

"No puedes" suspiró Canadá.

"¿Por qué no?" exigió Alfred.

"Dijiste que te mantendrías al margen si tuvieses que hacerlo" suspiró Canadá "Por favor, me tengo que ir"

"No te irás sin mi" Alfred se colocó entre Canadá y la puerta de la calle.

"Por favor, déjame ir" suspiró Canadá, pareciendo rendirse.

"¿Te rindes tan fácilmente?" preguntó Alfred.

"Nunca he ganado realmente contra América en una pelea" murmuró Canadá.

"Bueno, Mattie me ha ganado muchas veces" declaró Alfred "Solo tienes que intentarlo, por dios"

"Solo déjame ir, por favor" suspiró Canadá "Necesito estar allí"

"Entonces iremos juntos" dijo Alfred "Todavía puedo ser útil, aunque no sea América"

"Todos se enfadarán conmigo si te dejo venir" murmuró Canadá.

"No te preocupes por lo que tengan que decir" declaró Alfred "Voy a ir, les guste o no"

"Vale" suspiró Canadá "Aun así, tenemos que darnos prisa"

"Sí, claro" asintió Alfred y abrió la puerta "¡Tony! ¡Vuelvo enseguida!"

"Lo que sea" declaró Tony y los dos salieron por la puerta y Alfred la cerró.

"Está bien, ¡vamos!" dijo Alfred alegremente.

"¿Por qué estás tan emocionado?" preguntó Canadá mientras se dirigían hacia el coche, el cual era exactamente el que Matthew tenía en el mundo de Alfred "Esto es peligro; Alemania tiene un arma"

"Bueno, sí, pero en realidad puedo hacer algo ahora" dijo Alfred felizmente, subiéndose al coche mientras Canadá hacia lo mismo, encendiendo el motor y saliendo del camino a casa de América.

"Pero es peligroso, podrías salir herido" declaró Canadá.

"Bueno, soy América, ¿verdad?" preguntó Alfred "Eso significa que soy el héroe del mundo y tengo que meterme en el peligro"

"El héroe del mundo" murmuró Canadá "Cierto…"

"Hey, ¿qué se supone que significa eso?" preguntó Alfred.

"N-Nada, no te preocupes" dijo Canadá tranquilamente.

"Relájate, no me enfadaré contigo" declaró Alfred.

"Lo siento" murmuró Canadá.

"Tienes que dejar de disculparte" suspiró Alfred "No me has hecho nada malo, así que no necesitas hacerlo"

"Lo sien-"

"Ni lo pienses" Alfred lo fulminó con la mirada "¿Te dijo Prusia algo más aparte de que Alemania tenía un arma?"

"Algo le pasó a Inglaterra" murmuró Canadá "No dijo el qué, parecía tener prisa"

"Eh" murmuró Alfred. Inglaterra no le trajo mucho sentido de la urgencia. Pero estaba seguro de que significaba mucho para América, por lo que tendría que mantenerle a salvo. Al igual que América probablemente se aseguraría de que Arthur estuviese a salvo por él "Deberíamos darnos prisa entonces"

Canadá asintió y condujeron en silencio. Alfred no pudo evitar el preguntarse por la diferencia entre Canadá y Matthew, a pesar de que la única diferencia entre ellos era seguramente solo Gilbert. Quizás es por eso que debería intentar hacerlo una vez que estuviesen fuera de peligro. Juntar a Prusia y Canadá…

En poco tiempo, se detuvieron en el aparcamiento del edificio en donde se estaba llevando a cabo la reunión y Alfred ni siquiera esperó a que el coche se parase en su lugar antes de salir y comenzar a caminar hacia el edificio. Sabiendo cómo Canadá se estaba comportando, tardaría una eternidad en entrar, porque le asustaría cómo reaccionarían todos ante la llegada de Alfred.

Alfred encontró rápidamente la puerta, recordando que Inglaterra lo llevó el primer día y rápidamente la abrió. No había caos, como esperaba cn todo el asunto de la pistola. Rusia todavía estaba custodiando como un cachorro a Alemania y había una pistola muy grande en medio de la mesa de reuniones. Había unos grupos pequeños de países, seguramente hablando para averiguar lo que hacer. Y luego estaba Inglaterra, desmayado y recostado contra la pared con el Bad Touch Trio de pie a su alrededor.

"Oh, Gott" murmuró Prusia mientras Alfred caminaba hacia ellos.

"¿Qué estás haciendo fuera de la casa?" suspiró Francia.

"Me estás hablando como si fuese un perro" Alfred puso los ojos en blanco "Canadá me ayudó a venir. Escuché que Alemania tenía un arma"

"Y pudimos solucionar el problema" dijo felizmente España.

"Entonces, ¿por qué Inglaterra está desmayado?" preguntó Alfred. Era muy extraño ver a Arthur asi, pero tenía que recordar que era Inglaterra para no asustarse. Si ese hubiese sido Arthur, Alemania ya estaría muerto.

"Fue el que más nos ayudó" declaró Francia "Al parecer, usó un hechizo que hizo que Alemania se detuviese, pero necesitó de mucho"

"Suena a algo que él haría" Alfred volvió la mirada hacia él.

"Alfred" Canadá apareció tras él "No deberías haber venido sin mí"

"¿Qué? Estoy bien" sonrió Alfred "Y parece que todo está bajo control ahora mismo, de todos modos"

"Entonces deberías irte a casa" declaró Prusia.

"Puedo ser de ayuda" Alfred lo fulminó con la mirada.

"Bien, ve a ser útil no estando aquí" declaró Prusia.

"Hey, puedo ayudar" discutió Alfred "Básicamente soy América en este momento, y puedo hacer algo bueno"

"América no hace nada bueno cuando está en estas reuniones" declaró España.

"Entonces es algo bueno que sea un poco diferente" Alfred cruzó los brazos sobre su pecho con resolución.

"No puedes quedarte, Alfred" negó Francia con la cabeza.

"¿Por qué no?" argumentó Alfred "Obviamente, necesitáis algo de ayuda con Alemania. ¿Qué pasa si algo sale mal, pero Inglaterra todavía no ha despertado para ayudar?"

"Entonces buscaremos algo más que podamos hacer" declaró Prusia.

"¿Y qué si no confío en ti?" preguntó Alfred.

"Creo que deberíamos dejar que el niño ayude, ¿da?" intervino Rusia desde el otro lado de la habitación.

"¿Estás de mi parte?" preguntó Alfred. La última vez que lo comprobó, Ivan siempre le odió y Rusia y América nunca se llevaron bien en la historia…

"¿E-Estás de acuerdo?" preguntó Canadá.

"Podría ser útil" Rusia se encogió de hombros "Si le damos la oportunidad"

"¿Ves?" Alfred lo señaló "Está de acuerdo conmigo. Necesitáis que demuestre si puedo o no ayudar, entonces podéis decidir si debería quedarme en casa y apartarme"

"Una oportunidad, pues" declaró Prusia "Lo estropeas y te vas"

"Sin problema" declaró Alfred.

"Entonces toma esto como tu oportunidad" declaró Alemania en voz muy alta y la habitación se quedó en silencio. Rápidamente, Alemania golpeó a Rusia y se lanzó hacia la pistola sobre la mesa. Antes de que alguien pudiese alcanzar a detenerlo, un fuerte disparó se escuchó.

Y Alfred sintió una intensa oleada de dolor en su hombro izquierdo.