Autor Original: Zeplerfer

ID: 3863429

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Capitulo 9: La Princesa del Pan

Katyusha besa una rana, Mathieu descubre su suerte e Ivana revela su plan.

Francis saltó desesperadamente dentro de la alforja, intentando abrirla desde dentro. Sabía que estaba dentro de un palacio y los palacios significaban princesas. Esperaba también algo de buena comida como Francis estaba hambriento. Todavía no le gustaba el sabor de los grillos y la comida de Arthur… era demasiado terrible el pensarlo. Pero nunca probaría bocado si no podía encontrar un modo de escapar de las alforjas, que Arthur había atado con fuerza.

Casi a punto de darse por vencido, Francis decidió convocar pétalos de rosa dentro dela bolsa, usando la fuerza para que el viento que los acompañaba la abriera. El truco tuvo éxito y Francis celebró su libertar mientras su caballo le miraba con sorpresa.

Francis saltó al pasillo y rápidamente se encontró perdido en los opulentos corredores del palacio. Después de unos minutos de búsqueda infructuosa, empezó a notar el olor del pan en el horno y pudo percibir débilmente el sonido de una mujer cantando. El olor se hacía cada vez más delicioso a medida que se acercaba, pero todavía no podía entender la canción.

"Pichu pichu babku, kladu na lopatku, shys u pich, shys u pich" cantó la mujer mientras metía una barra de pan en el horno. Luego cogió un cubo y pasó junto a Francis sin darse cuenta de la presencia de la pequeña rana. Ahora que la cocina estaba vacía, aprovechó la oportunidad para saltar sobre la encimera y buscar comida. Pronto descubrió que la cantante mantenía su cocina notablemente limpia –sin dejar una sola mijita que una rana hambrienta pudiese encontrar. Encontró las especias en pequeños frascos, con escritura en una letra que no podía entender.

Francis suspiró, o lo intentó, ya que su esfuerzo en realidad sonaba como un graznido. Perdido en su propia depresión, le llevó un momento darse cuenta de que podía escuchar el sonido de la mujer llorando. Incluso en su forma actual de anfibio, no podía evitar esa debilidad que tenía por una damisela en apuros, por lo que saltó valientemente por la puerta de la cocina, listo para enfrentarse a los peligros que le esperaban.

Encontró a la cocinera llorando suavemente cerca del borde de un pozo. Sentada en la hierba con su mono azul y una blusa blanca, la perfecta imagen de la miseria.

"Bonjour, mademoiselle. ¿Puedo ser de ayuda?" le ofreció galantemente.

Las lágrimas brotaban de sus ojos mientras veía hablar a la rana. Sollozó "Perdí mi diadema en el pozo y fue un regalo de mi babúsja" explicó antes de romper a llorar una vez más.

Francis se asomó al pozo y consideró sus opciones. El agua parecía profunda, pero no le tenía miedo a un poco de agua "Creo que si me bajaras al pozo, podría recuperarlo para ti" ofreció.

"¿De verdad?" dijo, parpadeando sorprendida "¡Oh, gracias ranita!"

"Por favor, llámame Francis" respondió antes de saltar al cubo. Esta lo bajó y en seguida se encontró en el agua frío del fondo del pozo. Incluso en la tenue luz, le resultó notablemente fácil ver la diadema azul brillante. Nadó con sus pies palmeados y consiguió recuperarla. Francis alzó la pequeña pieza de tela, metiéndola en el cubo con una sensación de triunfo "¡La tengo!" gritó y esta rápidamente subió el cubo hacia la superficie.

"Gracias, Francis. ¡Gracias!" dijo efusivamente, alzando tanto la diadema mojada como la rana dentro del cubo. Besó a Francis dos veces y lo dejó en el borde de piedra del pozo. Francis parpadeó, complacido de que ni siquiera tuviese que pedir un beso como recompensa y se sorprendió al descubrir que todavía era una rana.

"¿Cómo puedo darte las gracias?" preguntó.

"Bueno… podrías llevarme a tu princesa"

Ella asintió "Puedo hacer eso. La verdad es que soy la Princesa Ekaterina, pero todos me llaman Katyusha" le sonrió tímidamente "Seguramente pienses que es extraño que una princesa prepare pan, pero mi hermano tiene muchos problemas para conseguir que los sirvientes se queden y dice que le gusta más cómo cocino"

"Si eres una princesa, ¿por qué todavía soy una rana?" preguntó, diciendo sus pensamientos en voz alta.

"Mi babúsja me contó una historia de un príncipe rana que se convertía en humano cuando una princesa lo tiró contra la pared" dijo pensativa "O en otra historia, le cortaba la cabeza"

Francis retrocedió lentamente "Creo que me quedaré con los besos" dijo rápidamente "Pero quizás podrías hacerme un favor diferentes, verás, tengo un hermano enfermo…"

Después de que Francis le explicase sobre la difícil situación del pobre Mathieu, esta sollozó por la triste historia y aceptó ayudarlo a escapar y viajar para ver a su hermano. Hubiese escapado solo, pero como rana necesitaba la ayuda de un humano para montar su caballo. Viajaron en el Camarguey Francis no tuvo el pequeño placer de recuperar su caballo de manos de Arthur.

"No sabía que las princesas conocían ese tipo de lenguaje" dijo Alfred después de escuchar a Arthur hablar de una manera impresionante durante un minuto completo. Sintió que debería estar tomando notas, aunque todavía no sabía lo que quería decir con oler a bayas de sauco.

"Esta princesa lo hace" Arthur lo fulminó con la mirada y pateó la puerta vacía del establo, sorprendiendo a los caballos cercanos "¡No puedo creer que la rana robase mi caballo!" por la forma en que lo dijo, 'rana' sonaba como una maldición por sí sola.

Alfred se encogió de hombros e intentó ser razonable "Al menos Ivan te dio uno nuevo"

El Rey Ivan se había despedido de ellos apresuradamente al saber sobre su hermana desaparecida. Por lo que podían ver, los sirvientes habían notado su ausencia cuando olieron el pan quemado en el horno. Al parecer, Katyusha, a diferencia de algunas princesas, nunca quemaba su comida.

Alfred se rascó la parte de atrás de la cabeza. Podría haber jurado que Arthur y Francis no se querían, pero parecía que Arthur estaba celoso de que Francis se hubiese escapado con una princesa diferente cuando debería haberse sentido aliviado. Tal vez todas esas peleas eran solo una tapadera para un amor profundo y permanente. Intentó no pensar en ello mientras salían trotando del palacio, pero obviamente Arthur estaba molesto y era su deber, como heroico caballero, ayudar.

Pasaron junto a una pequeña arboleda, en donde Feliks había escondido los ponis y Alfred sonrió al ver la ausencia de los ponis. Esperaba que hubiesen encontrado algún lugar seguro al que viajar, muy lejos.

"Podría rastrearlo" sugirió Alfred "Si realmente significa tanto para ti" añadió con amargura.

Arthur se rio "Por favor, estaría encantado si pensara que Francis eligió a otra princesa, pero lo conozco demasiado bien para eso. Se ha ido a su casa a ver a su hermano y luego reunirá a un grupo de guardias para que me lleven de regreso. O peor… traerá a mi madre"

"Así que, si encuentro a Francis y le capturo de nuevo, ¿serás capaz de quedarse con Kiku?" preguntó Alfred con una sonrisa, sintiéndose súbita e inexplicablemente feliz. Tal vez si Francis y Arthur hablasen, finalmente aceptarían renunciar a su tonto matrimonio concertado y después Arthur estaría disponible para ser rescatado y entonces… Alfred no sabía lo que ocurriría después, pero de repente se preguntaba dónde había salido esa línea de pensamiento. Tal vez estaba realmente ansioso por rescatar a una princesa para mejorar su récord general. Sí, esa tenía que ser la razón.

En algún lugar, en el fondo de su mente, Mathieu sabía que estaba teniendo un sueño febril. Era la única explicación posible. Se había quedado dormido con la frente ardiendo y se despertó encontrando una toalla mojada en la frente y un ángel sentado a su lado, con su cabello rubio platino enmarcando su cabeza como un halo. Alzó una cuchara hacia su boca y le dio sopa de comer – rica y sustanciosa, a diferente de las gachas que le daban sus enfermeras.

Mathieu le sonrió y esta correspondió su sonrisa. Era la mejor parte de su sueño, aunque toda se preguntaba qué parte de su sueño febril era responsable de la rana parlante que parecía ser Francis. Se quedó dormido, esperando que el ángel aún estuviese allí cuando despertase.

El joven enfebrecido volvía a la consciencia y caía en la inconsciencia, despertándose brevemente cuando el ángel ponía un paño nuevo y húmedo en su cabeza o le daba un pequeño sorbo de agua. Escuchó fragmentos de canciones y conversaciones en sus sueños y el sonido de voces murmurando al borde de la comprensión. Durmió durante un tiempo y no recordaba nada más.

Los sonidos de una acalorada discusión llevaron a Mathieu estar consciente levantó ligeramente de su cama para ver una versión saludable de sí mismo discutiendo con el ángel. Su doble saludable parecía estar buscando algo y gesticulaba salvajemente. Mathieu sintió un pequeño movimiento en su pecho, recordándole que debía hacer algo para proteger a su ángel. El joven enfermo salió de la cama dando tumbos, dio dos pasos y se desplomó en el suelo.

Su ángel estaba a su lado de inmediato. Era difícil enfocarse en su rostro. Mathieu intentó decir algo, pero ella lo hizo callar suavemente, acunando su cabeza para que no se golpeara contra el suelo. Mathieu perdió el conocimiento y recuperó la consciencia cuando el doble cuidadosamente lo alzó para dejarlo de nuevo en su cama. Mathieu se preguntó si era necesario agradecer a una versión suya por la ayuda. Se enfocó en los dos, intentando entender su conversación.

"Es tu culpa que haya salido de la cama" dijo el ángel. Su voz era suave, como él había imaginado, pero escondió un toque de dureza.

"Lo siento. Creí que estaba durmiendo la siesta, no me di cuenta de que estaba enfermo" el doble de repente sonrió y salió de la habitación. Lo que pareció un momento más tarde, regresó con algo que parecía una pequeña galleta marrón.

"Tal vez esto ayude" explicó el gemelo de Mathieu.

El ángel lo miró con curiosidad mientras su doble deslizaba la galleta en manos de Mathieu. Agarrándole ambas manos, el doble lo ayudó a abrirlo, y luego le ofreció el trozo de papel al ángel. Ella lo leyó en voz alta:

"Prado amarillo totalmente florecido

Millones de árboles con innumerables hojas

Baladas que sabían su poder de curación"

"No sé lo que quiere decir" admitió el joven "Las galletas de Yao suelen ser más directas" miró hacia el suelo y sonrió "Hey, Francis, me estaba preguntando en donde te escondías"

Mathieu escuchó un suspiro conocido cuando Francis – rana saltó a su cama. No estaba seguro de cómo una rana podía parecer triste, pero esta lo hizo cuando presionó un palmeado pie contra la mano de Mathieu. Pensó que se sentiría fría y viscosa, pero le recordó a una tierna caricia.

"¿Puedes culparme?" preguntó la rana sarcásticamente "Sé que Arthur te mandó"

"¿Comprendes la fortuna?"

La rana parlante negó con la cabeza "Sí y no. Parece hablar de una planta que puede mejorar a Mathieu. Tal vez si fuese una hierba utilizada como alimento, alguien de aquí sabría la respuesta, pero puedo pensar solo en una persona que definitivamente será capaz de identificar la planta que necesitamos"

La rana se rio entre dientes "Vamos, Alfred… será mejor que me lleves con Arthur"

Cuando la luz del sol lanzó sus últimos rayos rojizos sobre las Montañas Mañana, Kiku esperó pacientemente a que empezase la prueba final que determinaría a la Reina de los Dragones. Había interrogado a los otros dragones reunidos para la prueba sin éxito, pero ahora era el momento de cambiar su manera de pensar para ganar el título de Reina.

Un murmullo entre los dragones creció cuando un dragón de tonos púrpura se acercó al pequeño montículo en el centro de la reunión. Ivana subió a la colina y sonrió a los dragones reunidos. La Reina actual, que se suponía que anunciaría la prueba final, no aparecía por ningún lado.

"Me temo que su majestad está… indispuesta" anunció Ivana.

Ivana enseño los dientes y le indicó a alguien en la asamblea que se adelantase. La princesa Nataliya se deslizó entre la multitud y se detuvo frente a su dragón. Incluso Kiku – maestro de la expresión inescrutable – no podía saber lo que estaba pensando la princesa.

"Vosotros veis una princesa, pero yo veo una mascota. ¿Por qué nos hemos vuelto tan dependientes de estas criaturas como si fuesen nuestra fuente para un propósito? ¡Somos dragones! Tenemos aliento de fuego y garras temibles para poder arrasar las ciudades y robar tesoros. No necesitamos molestarnos con estúpidos acertijos, juegos y princesas. Así que estoy aquí para anunciar que ya no habrá más reinas"

El dragón sacudió sus garras y murmuró un hechizo en una lengua extraña, provocando que destellos de luz morada rodearan a Nataliya y se tragasen su forma. La luz se disipó, revelando un gato en donde había estado alguna vez la princesa.

Ivana sonrió "Y también, ya no más princesas"

No muy lejos de la cueva de Kiku, Arthur se vio envuelto por una ola de vertiginosa agua. Extendió la mano para estabilizarse, pero descubrió que las distancias eran todas incorrectas y que el caballo parecía agrandarse al caerse. El caballo entró en pánico cuando Arthur aterrizó entre los cascos en movimiento. Sintió que uno de los cascos chocaba con él y tuvo la breve sensación de volar hacia una zanja antes de que todo se oscureciese.

Referencias Ucranianas

La canción de Ucrania es una canción infantil que se traduce como "Estoy horneando, horneando un pastel, lo pongo en la bandeja y lo meto en el horno" La cocción del pan también es una referencia a Ucrania, ya que se llama el granero de Europa. Esa es una de las razones por las que Ucrania tiene tan impresionantes…pechos.

Los cuentos de hadas eslavos incluyen varias versiones del príncipe rana, donde la rana se convierte en un humano por un acto de violencia. Como Katyusha es la hermana de Ivan, quería que diese algo de escalofríos también.