Autor Original: rexlover180
ID: 2962133
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Fin
Arthur estaba terriblemente aburrido. Cuando Alfred se fue por primera vez, aparentemente se esperaba de él que simplemente 'descansase y se recuperase de la experiencia traumática', como se esperaba del resto de su tripulación. Entonces, como si simplemente sentarse en casa no fuera lo suficientemente aburrido, había pasado por tantas entrevistas, posiblemente podría escribir toda su experiencia en un libro si realmente le apetecía. Francis venía de vez en cuando para proporcionar un ligero entretenimiento, pero seguía siendo aburrido. Se parecía mucho al resto de ellos.
Entonces llegó el segundo mes. Ahora Arthur tenía que encontrar algo que hacer y, por alguna razón, no podía evitar el querer estar en un barco. Así que Francis pudo mover algunos hilos para que Arthur estuviera trabajando en su propio barco como primer oficial. Arthur seguía recordándole que se iría pronto. Pero Francis simplemente se reiría y asentiría. Todos los días, Arthur miraba hacia el mar y esperaba el barco de Alfred.
Ahora ya habían pasado tres meses. Así que, además de estar muy aburrido de no hacer mucho en el barco de Francis, también estaba muy preocupado por Alfred. ¿Dónde narices podría haber ido ese idiota? ¿Se perdió de nuevo o algo así? No había ni una sola carta del barco ni noticias. Así que, por supuesto, tenía que estar preocupado.
Arthur estaba sentado en la barandilla del barco de Francis, mirando hacia el puerto, esperando que el barco de Alfred apareciera en cualquier segundo, el idiota riendo a carcajadas sobre cómo tomó el camino equivocado a Japón o algo así. Mucha gente en el barco de Francis pensaba que Arthur era una causa perdida, completamente loco por el tiempo en esa isla.
Arthur suspiró y saltó de la barandilla. Podía escuchar a algunos de los miembros de la tripulación chismorrear en este momento.
"Creo que le sacaron el cerebro mientras estaban allí"
"Quizás se lo comieron"
"¿Qué crees que sigue mirando?"
"Seguramente piensa que el agua es muy bonita y brillante"
Arthur resopló y caminó rápidamente por la cubierta. No tenía sentido que se quedara si ni siquiera iban a hacer nada. La única razón por la que tenía que estar allí era porque Francis estaba en una especie de reunión. Su barco finalmente tendría un trabajo, seguramente encontrar a Carriedo. Alfred tendría que darse prisa si quería alcanzarlos. Por mucho que Arthur quisiera vengarse de Carriedo, Alfred era la prioridad en su mente. Siempre lo había sido.
"¡Barco Yankee hundido!" Arthur podía escuchar a un niño gritar sobre las noticias del barco ahora y esa frase realmente despertó su interés.
"¿Qué?" preguntó Arthur, acercándose a la barandilla para poder escuchar con más claridad.
"¡Encontrado en algún lugar del Pacífico! ¡El Capitán Jones y su tripulación desaparecieron!"
Arthur se quedó helado. Ese nombre era solo una coincidencia, ¿verdad? Jones era un nombre muy común en Estados Unidos. Aún así, no pudo evitar bajar rápidamente por la tabla del costado y pagarle al niño unos chelines antes de coger un periódico y leerlo rápidamente.
El Capitán Jones y su tripulación fueron enviados en misión comercial a Japón. Se esperaba que volvieran el 24 del mes pasado. No volvieron y ha pasado casi un mes más. se han visto algunos restos en el Pacífico. Es posible que el Capitán Jones se haya perdido, como sucedió en el pasado, y su barco se hundió. Por ahora, no está claro si la tripulación está viva o muerta. ¿Podría ser otro caso como el de Kirkland?
Arthur resopló con la última frase. ¿Era realmente tan infame? Desapareces durante diez años…
Rápidamente encontró una foto en el periódico. Incluso con la impresión temblorosa, era muy obvio quien era. La frase decía Capitán Alfred F. Jones.
"No…" murmuró Arthur y echó a correr. No le importaba si dejaba el barco, ellos podían arreglárselas bien. De todos modos, ni siquiera lo escucharon. Pensaban que estaba loco… corrió hacia donde recordaba que estaba la casa de Francis. Supuso que ahí era donde le dirían que hacer a continuación.
Después de casi ser golpeado tres veces por bicicletas o personas, finalmente logró llegar a la casa de Francis. Sin siquiera llamar a la puerta, la abrió. Pudo escuchar fácilmente que la gente estaba en la cocina y rápidamente se movió en esa dirección. Ni siquiera les dio tiempo a Francis y al otro hombre que estaba hablando con él para que se dieran cuenta de que estaba ahí antes de golpear la mesa con el periódico frente a Francis.
"Léelo" exigió Arthur, jadeando levemente por su carrera.
"¿Te pasa algo, Arthur?" preguntó Francis con cuidado y Arthur se abstuvo de poner los ojos en blanco. Incluso él pensaba que algo iba mal con Arthur. Dios sabe, tal vez era así, pero ese no era el punto en este momento.
"El capitán Alfred F. Jones, el hombre que me rescató y me trajo de vuelta, ha desaparecido" Arthur entrecerró los ojos.
"Ah" los ojos de Francis se abrieron un poco y cogió el periódico rápidamente. Francis sabía, más o menos, lo que Arthur sentía por Alfred desde el mes o así que pasaron juntos. Sabía que Arthur tenía toda la intención de huir con él y desaparecer, para no ser visto nunca más.
Arthur esperó con anticipación mientras Francis leía lentamente el periódico. Después de que terminó, lo dejó a un lado y parecía que estaba intentando pensar qué decir a continuación. Arthur abrió la boca para decirle que se diera prisa, pero Francis finalmente había decidido hablar.
"¿Crees que mi tripulación y yo podríamos ir tras este hombre?" preguntó Francis con calma a la persona con la que estaba hablando antes y Arthur lo miró asombrado.
"¿Qué hace a este hombre más importante que Carriedo?" respondió el hombre.
"Este es el hombre que trajo a mi mejor amigo de vuelta a la realidad" Francis se encogió de hombros y Arthur frunció el ceño. Eso no era exactamente cierto. En absoluto "Le debo un favor. También mi primer oficial. ¿No somos actualmente aliados de Estados Unidos, de todas formas? ¿Cuál es el daño en encontrar a uno de sus capitanes navales?"
"Está bien, entonces" murmuró el hombre, mirando algunos papeles "Te permitiré buscar a este hombre"
Arthur ni siquiera pudo intentar ocultar la sonrisa que creció en su rostro.
"Me gustaría suponer que podemos encontrarlos aquí" señaló Francis a una ubicación en general del mapa.
"Eso no está muy lejos de donde estaba yo…" murmuró Arthur "¿Crees que podría estar en esa isla?"
"Aparentemente, no muchos han buscado" Francis soltó una pequeña risa "No estamos muy seguros de dónde mirar"
"¿Dónde me buscaste?" preguntó Arthur por curiosidad.
"Estaba muy lejos" Francis soltó una pequeña risa "Francis soltó una carcajada, señalando a unos cuantos kilómetros de donde estaba la isla de Arthur "Por otra parte, no quedaban escombros de tu nave, por lo que no había ningún lugar por donde empezar a buscar"
Arthur suspiró levemente mirando por encima del mapa "Tal vez deberíamos buscar por aquí, ver si encontramos una señal de fuego en algún lugar por aquí"
"¿Qué estaba haciendo aquí?" preguntó Francis, mirando a su primer oficial.
"Dios sabe" Arthur se encogió de hombros "¿Por qué crees que casi nadie lo ha estado buscando?"
"No es el mejor ni más valioso capitán" suspiró Francis, todavía mirando el mapa "Por lo que puedo deducir, difícilmente logró conseguir el título, para empezar. Su único logro fue encontrarte por accidente"
"¿Estás diciendo que eso no es un buen logro?" Arthur sonrió levemente, mirando a Francis.
"Non, en absoluto" se rio Francis, mirando también hacia arriba "Deberíamos dirigir e barco en la dirección correcta"
"Bien" Arthur asintió y los dos salieron rápidamente del camarote de Francis, hacia la luz del mar. El barco no estaba demasiado feliz, con toda sinceridad. Ir tras un hombre, simplemente porque el loco del primer oficial del capitán quería… Arthur tampoco habría estado del todo feliz. Al menos, una vez que encontraran a Alfred, Arthur tendría a alguien cerca que no pensara que estaba loco… Por primera vez desde que Alfred se fue…
Arthur miró hacia el mar mientras Francis iba a cambiar el rumbo del barco. Arthur aún podía decir que no le gustaba mucho el mar. No había aprendido a andar con él… pero aún así era mejor que estar de vuelta en Inglaterra. Al menos aquí, no tendría a gente acercándose a él para intentar 'ayudarlo'. Aquí no llovía con tanta frecuencia, no se aburría tanto y en realidad estaba haciendo algo. Arthur nunca podría encajar realmente en donde lo dejó. Solo estaba esperando ver a Alfred de nuevo para poder decirle que tenía razón y que pudieran escapar.
"¡Señal de fuego!" gritó alguien y Arthur miró hacia el puesto del vigía, de donde procedía el grito, y luego miró hacia el océano. Había pequeñas islas esparcidas alrededor, pero una de ellas tenía una línea distinta formada por humo. Antes de que Arthur se diera cuenta, el barco había cambiado de dirección y se dirigían directamente a la isla.
"Preparen una lancha" Arthur rápidamente ordenó a algunos de los tripulantes que estaba de pie, mirando las islas, iguales que él. Se miraron el uno al otro por un segundo, divertidos, y luego se pusieron en marcha para hacer lo que Arthur les había dicho. Arthur solo solo apretó los dientes y puso los ojos en blanco "No estoy loco, ¿sabéis…?"
Al poco tiempo, Francis, Arthur y algunos más estaban en la orilla de la isla desconocida. Arthur se había negado a ir armado, mientras que Francis y los otros tres parecían tener que ir con un arma. Arthur no pudo evitar poner los ojos en blanco ante eso. Esa fue la mentalidad que hizo que necesitasen diez años para 'rescatarle'.
"Espero que no te hagas demasiadas ilusiones" suspiró Francis mientras saltaban del bote "Por lo que sabes, algo podría haberle pasado a Alfred"
"Si conozco a Alfred, entonces no le pasó nada malo" respondió Arthur fácilmente y alzó la mirada para ver dónde estaba el fuego. Parecía que estaba en algún lugar cerca del centro de la isla "Dejando que ponga su señal de fuego en mitad de la jungla…"
"Como dije, no es muy capaz, ¿no?" Francis se rio levemente y todos empezaron a adentrarse en la jungla con calma. Arthur notó, sin embargo, que los tres hombres que los acompañaban tenían las manos en las pistolas que traían consigo.
Entraron en la jungla y casi de inmediato Arthur se sintió como en casa. Tuvo que resistir el impulso de simplemente saltar a los árboles y saltar felizmente a través de la jungla, sin importarle nada en el mundo. De repente, se sintió increíble una vez que llegaron a la isla. Era una pena que tuviese que concentrarse mientras se abría paso.
Pronto, sin embargo, escucharon algunos crujidos en los arbustos y todos se tensaron, preparándose en caso de que algo viniera y los atacara. Pero, un simple jabalí pasó rápidamente corriendo junto a ellos y Arthur no pudo evitar soltar una carcajada. Solo ver algo así le provocaba tanta nostalgia…
"¡Mierda!" la voz de Alfred dejó escapar un gemido agravado y Arthur inmediatamente se animó. Hubo más crujido (torpes) y pronto, el propio Alfred salió corriendo de los arbustos. No se veía tan mal, con toda sinceridad. Sus pantalones estaban hechos jirones en un par de lugares y no llevaba de zapatos… ni camisa. Pero a Arthur no le importaba demasiado eso, todo lo que le importaba era que Alfred estuviera bien. Al menos, se veía bien.
Antes de que Alfred tuviera la oportunidad de darse cuenta de la gente que estaba allí con él, Arthur corrió hacia él y lo envolvió en un fuerte abrazo.
"¿Q-Qué?" preguntó Alfred, pareciendo que estaba intentando averiguar qué estaba pasando "¿Arthur?"
"Dijiste dos meses, idiota" murmuró Arthur contra el pecho de Alfred.
"¡Ni siquiera me diste un mes aquí!" Alfred se echó a reír "Necesitas darme una oportunidad justa para intentar ser como tú"
Arthur negó con la cabeza "Ni siquiera lo intentes"
"Vosotros tres" murmuró Francis "Id a buscar a los demás. Deberían estar cerca del fuego"
"Sí, señor" murmuraron los tres al unísono y se adentraron en la jungla.
"Le di una oportunidad justa como me dijiste…" murmuró Arthur.
"¿Y?" preguntó Alfred.
"No me gusta…"
"Cualquier podría haberte dicho eso" se rio Francis. Arthur suspiró por la interrupción, pero Alfred no parecía perturbado.
"Entonces, ¿qué quieres hacer al respecto?" preguntó Alfred simplemente, apoyando su barbilla en la cabeza de Arthur.
"Dijiste que querías perderte de nuevo" ofreció Francis y Arthur se volvió para mirarlo, pero entonces se dio cuenta de lo que quería decir.
"Podríamos quedarnos aquí" Arthur sonrió levemente para sí mismo.
"¿Quedarnos aquí?" preguntó Alfred, apartándose un poco para mirar a Arthur. Por suerte, no se veía sorprendido o enfadado, simplemente tenía curiosidad.
"Dijiste que podíamos huir" sonrió Arthur aún más "Y creo que este lugar es mucho mejor que un bosque. Ambos podemos simplemente desaparecer"
"MIA…" Alfred miró al cielo "Parece una buena forma de desaparecer"
"Podría fácilmente decir que no te encontramos con los demás" Francis se encogió de hombros "Y luego Arthur fue torpe, como siempre, y simplemente se cayó por la borda de mi barco"
"Oye, solo porque no sé nadar-"
"Lo que sea que funcione" intervino Alfred felizmente, tapando la boca de Arthur con su mano, recibiendo una mirada furiosa del inglés.
"¿Estás absolutamente seguro, mon cher?" preguntó Francis.
"Por supuesto que estoy seguro" dijo Arthur una vez que logró quitarse la mano de Alfred de la boca "No podré volver, de todos modos"
"Pero parecías encajar bastante bien en tu antigua vida" dijo Francis.
"'Parecía' es la palabra clave" suspiró Arthur "Diez años es mucho tiempo… y no puedo simplemente reescribir lo que me pasó y olvidar que alguna vez me pasó. No puedo volver, han pasado demasiadas cosas. No soy el mismo. todo el mundo piensa que todavía estoy loco. Que soy un salvaje"
"Si hubiera sabido que lo tenías tan difícil, me habría esforzado un poco más para salir de este sitio" Alfred le sonrió levemente.
"Si vosotros dos habéis terminado de actuar cariñosamente" suspiró Francis "Debo regresar a mi barco"
Comenzó a alejarse y, al principio, Arthur vio como la última porción de civilización comenzaba a alejarse lentamente. Pero, luego le gritó.
"Gracias, Francis" Arthur no pudo evitar sonreír. Finalmente se le permitiría relajarse de nuevo. pero ahora tenía a alguien con él.
"Bueno, ya que finalmente estamos solos ahora" dijo Alfred felizmente y giró la cabeza de Arthur hacia él y rápidamente le atrajo a un beso. Fue muy simple y seguramente no duró más de unos segundos. Arthur solo se sorprendió un poco al principio, pero luego felizmente le devolvió el beso y luego se apartaron.
"No tienes idea de cuánto tiempo he esperado por eso" sonrió Arthur.
"Ahora voy a necesitar tu ayuda para descubrir como matar a un maldito cerdo" Alfred se rio levemente, mirando hacia donde se fue el jabalí "Realmente necesito carne…"