Luxemburgo aprieta los ojos porque lo ha estropeado todo por bocazas y Gales vuelve un minuto más tarde, sentándose a su lado.
—O-Oye, siento... haberte dicho eso.
—Supongo que es normal que quieras... cosas como eran con Mónaco — Gales le mira y se pasa una mano por el pelo —. Supongo también que puedo hacer algunas contigo como las hacías con ella... También, bueno, supongo que a veces uno no es su mejor versión en... algunas cosas. Bueno. No pasa nada si quieres poner verde a la gente.
—No... Sigamos con esto.
El británico asiente.
—Vale... —abre la cajita que le han dado y empieza a meter las papas riñéndose un poco por todo el parloteo.
—Well... creo que to ya no puedo más —Gales le mira de reojo y se acaba el vino que le quedaba en la copa de un trago.
—Yo tampoco y aun así me sabe un poco mal tirar comida —Luxemburgo le mira y se acaba un par de trozos más de carne.
—Podríamos llevarla aquí y si encontramos a alguien que la necesite, dársela... deja le quito el hueso.
—Non, non, eso es feo.
—Mmm más feo es tirarla.
—No, créeme, lo de guardar las sobras es para los perros.
—Bueno... —Gales suspira, dejando de cortar.
—Si tuviéramos uno...
—¿Como con qué perro te... imaginas? —pregunta Gales a quien le acaban de BRILLAR los ojos como si hubiera visto un tesoro.
—N-No lo sé. Ya te dije que no puedo tener un perro.
—Ya, ya... pero bueno, solo por hacer el ejercicio. ¿Te imaginas uno pequeñito y faldero o uno grande para que camine contigo en la montaña?
—Uno... no lo sé, supongo que uno grande.
—Grande... vale. En realidad te imagino yo con uno... más bien de un tamaño mediano y peludito. Aunque seguro vas a darle más abrazos que a mí —Gales se humedece los labios.
—Non, non, pero es que no puedo tener un perro.
—Aún.
—¿Aun? No, es que no podré hacerle caso.
—Ya... si tan solo conociéramos a alguien que no hiciera caso nada en todo el día...
—Pero entonces no sería mi perro —Le mira de reojo.
—Sería... nuestro perro —Gales le toma de la mano—. Mira, ya sé que es una locura... pero podríamos mañana ir solo a... ver
—C-Cymru... un perro vive unos... diez años.
—Quizás más. No creas que no he tenido perros.
—¿No te parece algo demasiado comprometido para una primera cita?
—Solo dije vamos a VER perros —le mira a los ojos.
—Vale, vale —aprieta los ojos—. Pero es que me van a gustar todos.
—Ya, ya lo sé. Quizás nos presten alguno para pasearlo.
—Noooo y si me enamoro? No, no, no puedo tener un perro y luego se me parte el corazón de dejarlo ahí.
—Bueno, si te enamoras, vemos.
—Non! ¿Cómo que vemos?
—Pues vemos, hay muchas opciones —levanta una mano y le acaricia la cara.
—Ugh...
—Venga, ¿No te hace gracia la idea de ver... los perros? Aunque ya bastante es que te enamores de mí, sin agregarte a un perro.
—Pues claro, pero es que me van a gustar mucho y me van a dar mucha lástima y me los voy a querer llevar a todos. Así que voy a dar un montón de dinero porque es lo único que tengo y el lunes la prensa me va a comer porque estoy dando dinero a los perros en vez de a los niños con cáncer o algo así.
Gales levanta una ceja.
—¡Es verdad! —habla con conocimiento de causa.
—Bueno, ir ahí a ver si alguno se roba tu corazón...
—Eso también es una mala idea.
—¿Prefieres tenerme a mí de cachorro?
—Creo que sí —sonríe.
—Para que te lama a la cara y te mueva la cola... —se sonroja.
—Casi que mejor al revés.
—S-Supongo que sí que puedo hacer eso... no en la primera cita —Gales levanta las cejas y se sonroja TREMENDAMENTE.
—Oh, ¿Y qué es lo que puedes hacer en la primera cita? —Luxemburgo se ríe con esa cara
—Pues no lo sé, pero eso me parece... súper avanzado, ¿no crees? —Gales le mira a los ojos otra vez.
—Tal vez sí lo sea. Solo pregunto para saber qué esperar — Luxemburgo se encoge de hombros
—Mira... n-no es que yo no sea abierto de mente o no tenga ideas buenas o... buff, es que... Ugh, mejor olvida, creo que no es buena idea decirte esto.
—Quoi? —parpadea.
—E-Es que...
—¿Aja?
—No quiero hacerte ideas antes del fin de la noche.
—Ya, pero es justo lo que te pido.
—N-No sé si sean las mejores ideas posible... si te digo que soy un dios en la cama, malo, si te digo que s-soy un poco conservador, malo...
—Mmmm
—M-Me gustaría ser más novedoso de lo que he sido hasta ahora. P-Pero creo que necesitaría... ayuda y guía.
—¿En qué sentido?
—Mi... Vida en la cama ha sido un poco convencional.
—¿Con France y Galia la amante de Rome? Mais oui.
—Galia es suave siempre... lo diría yo que aburrida. Vamos, que voy a decir que siempre lo pase muy bien con ella en la cama —Gales hace los ojos en blanco con esa descripción de Galia
—¿Aburrida?
—No, no... no diría yo que aburrida.
—¿Entonces?
—No me molestaría hacer cosas un poco más... picantes.
—¿Cómo cuáles?
—Cualquier cosa de estas que hago contigo...
—¿Te gusta? Mónaco decía que era arriesgarse demasiado no solía gustarle mucho.
—¿Arriesgarse a... que? A-A mí me encanta y Galia... es demasiado buena. Le falta... malicia. Si uno le dice que no a algo, es... no.
—Pues arriesgarse a que... te pillen, siempre hay un factor de riesgo aunque sea bajo, es lo que lo hace excitante.
—¿Y qué pasa si te pillan si estás con... tu pareja de siempre, a quien además todo mundo sabe que quieres? Vamos, fuera de la vergüenza que no digo que no me importe... pero...
—Para Mónaco es muy importante su imagen pública —se encoge de hombros.
—Tu no pareces tan preocupado... — Gales se humedece los labios, levanta un brazo y se lo pone en la espalda, acercándose a él.
—Bueno, para mí lo es también, claro pero... yo no vivo tan pendiente.
—A mí me parece súper sexy... que no traigas ropa interior —le pone una mano en el muslo—. Y estés aquí conmigo... en público, a punto de darte un beso.
—Bueno, yo hablaba más de lo del teatro, pero me alegro que te guste —Aprieta un poco las piernas al recordar eso.
—Ya, bueno... e-Eso aplica para esto también —le acaricia la pierna y la espalda—. Supongo que solo necesito práctica par que a mí también se me ocurran ideas. Imagina un vibrador... Ahí atrás, tuyo en la zona precisa...
—¿Ahí atrás?
Gales se humedece los labios y... le escurre la mano dentro del pantalón, metiéndole un dedo por la rayita
—¿A-A mí o... a ti? —da un saltito
I —A ti... yo podría tener el controlito —le acaricia un poco la zona.
—De eso iba un poco lo de antes —sonríe.
—Lo sé, pero mira cómo se voltearon las cosas...
—Solo porque no pudiste aguantar.
—Porque esas no eran vibraciones. Aunque...
—Quoi?
—Dame tu teléfono.
—Pensaba que ya habíamos pasado esa fase.
—Dame el... aparato.
—El aparato... no está donde estás metiendo la mano.
—Ya, eso me queda claro... aquí está otra zona donde podríamos meter otro aparato.
—Se me va a caer al andar porque me has robado la ropa interior, listillo.
—Eso pasará cuando nos vayamos... mientras tanto estamos aquí. Anda, dame.
—No que ya habías terminado.
—Puede que ahora no haya terminado del todo.
—Yo sí —se levanta.
—Ohhh! —protesta un poco teniendo que sacar la mano de donde la había metido.
—Además, no era eso lo que estábamos hablando, no creas que no me he dado cuenta que has huido del tema.
—¿Cuál tema?
—Sobre qué tengo que esperar para el final de esta noche.
—E-Espero que pasarla súper bien.
—¿Haciendo qué? —se ríe.
—Teniendo... well... sex.
—Uuuh
—N-No?
Luxemburgo asiente porque solo le estaba molestando
—Digo, podríamos quizás no... Hacer eso, pero yo estaría del todo en contra. Oh, por cierto. Hay algo que tenemos que hacer y pensé que esta semana podríamos hacerlo.
—¿Comprar condones?
Gales se ríe.
—Así que... estratégicamente...
—Eso también. Hoy he traído yo previsoramente. Creo que deberíamos ir a hacernos pruebas de laboratorio de STDs
—Espera... ¿qué?
—¡No es que crea que tengo ninguna infección! Solo... si vamos a hacer esto con frecuencia, y... solo tú y yo, creo que eventualmente...
—Non, non, non, non. Tú... Galia se acostaba con Rome, así que sí. Vas a hacerte pruebas. Creo que esto puede esperar.
—What? —Gales se detiene.
—Tú te acostabas con Galia, que se acostaba con Rome que literalmente se acuesta con todo lo que respire. Así que...
—¿Así que qué?
—Es como si lo hicieras tú. Esa parte puede esperar un poco más.
—¿Qué parte? —Gales frunce el ceño.
—El... sexo.
—Are you serious? —La última cosa que Roma le podía echar a perder.
—Oui. Venga, hay muchas otras cosas que se pueden hacer.
Gales suspira profundamente y mira al suelo, guardándose las manos en los bolsillos
—Sure... —responde entendiendo un poco a Luxemburgo y esta actitud... pero igualmente sintiéndose un poco rechazado porque su mujer se acostaba con puto Rome que además se acostaba con todo lo que respira. Aprieta los ojos.
Luxemburgo es quien le besa ahora y Gales le responde, aunque después de un poquito se separa y gira la cara.
—Vengaaaa Cymru. Además, ¿qué clase de chico se acuesta en la primera cita?
—T-Te llevaré a casa si quieres —Gales aprieta más los ojos con eso.
—¿En serio? ¿O me acuesto contigo o me llevas a casa?
—No. He dicho si TÚ quieres.
—Ya, parecía una formula un poco de cortesía, para no sonar tan tajante.
—No lo es. Entiendo que repentinamente no quieras acostarte conmigo... pero esto no tiene nada que ver con que sea o no la primera cita, es que no habías pensado en ESO.
—Y por lo visto no querer una ETS es un crimen.
—No... —responde en un susurro.
—No digo que sea tu culpa... pero en serio no es como que no se pueda hacer nada.
—Ya... iré a hacerme unas pruebas y ya —asiente con voz un poco plana, queriendo ir a hacerse bolita a algún sitio.
—Te has ofendido.
—No me había sentido así de… Asquerosamente sucio en mi vida—se abraza un poco a sí mismo, bastante desconsolado.
—No te sientas sucio, no... No pasa nada, seguro podrán curarte lo que tengas en un santiamén. Iremos a una clínica privada.
Gales aprieta los ojos otra vez.
—Todo será muy discreto. Será como si nunca hubiera pasado.
—Si es que tengo algo. Podría no tener nada.
—Exacto, solo es prevención. Mañana por la mañana llamamos a ver si pueden visitarte de urgencia.
Gales le mira de reojo lo que quiere... es ir a AHOGARSE en alcohol.
—No es tu culpa, pero al final... estabas en una relación poliamorosa. No creas que no les he dicho a todos ellos y les hemos reñido más de una vez. Espagne no para de decirles y Suisse...
Gales se detiene de caminar, apretando los ojos otra vez. Es que está empezando a entrar en PÁNICO siquiera de tener esta conversación, necesita mucho, mucho alcohol y hacerse bolita en algún lado.
—De hecho, ¿no te lo decían a ti Suisse y Autriche? Supongo que pensaban que tú sí eres responsable. Es que ellos son todos un desastre. ¿Quieres que haga cita para tu madre también? —Luxemburgo le pone una mano en la espalda, que le TENSA como a una cuerda de violín. No vas a acabar tu cita, Gales. Tú cita va a ser una puta mierda. Como todo—. Venga, no digo que hayas sido irresponsable, sé... me imagino lo que esto supone —le acaricia un poco la espalda
—N-No creo ser capaz de decirte a-algo agradable ahora mismo.
—Ugh, no me odies a mí, si'l vous plait. De veras no te digo esto a malas. No te estoy juzgando... disculpa si te he ofendido.
—E-Entiendo racionalmente todo lo que estás diciendo, de verdad... —aprieta los ojos y se le hace un nudo en la garganta, entre la rabia y que inevitablemente le has roto un poco el corazón.
—Perdona, tal vez he sido un poco brusco —le atrae hacia sí y le abraza—. Lo siento, no estoy... no estoy acostumbrado a salir con gente nueva y menos con gente con historias tan complicadas como tú. Tal vez he sido un poco insensible.
Gales no se quita, pero no le abraza de vuelta, temblando un poco. Ya solo porque sabe que si le abraza de vuelta va a quebrarse del todo.
—Shhh... sh... venga, no pasa nada. Ya está —intenta consolarle al sentirle temblar.
—E-Entiendo que tengo una vida de mierda... y que no me quieras así —sigue temblando de la rabia y de la impotencia —. Soy imbécil, pensé que sería suficiente ser cuidadosos y usar un bloody condón.
—No tienes una vida de mierda... bueno, un poco sí, pero ni es tu culpa. Y para nada he dicho que no te quiera, he dicho que quiero estar seguro.
—Es que estoy enfadado con esto y no quiero decirte cosas de las que me arrepienta... —susurra escondiéndose un poco en él.
—Ya lo sé, la verdad, es una mierda —Le abraza más.
—Siento que no le habrías pedido esto a Rome.
—Ya, pero... probablemente con Rome me habría acostado la primera noche y no le hubiera vuelto a ver, no me estaría planteando una relación a largo plazo.
—Pero te habría acostado con él... Ugh. No quiero seguir hablando... necesito un trago.
—Y sería yo el jodido que tendría que ir al hospital.
—I know... —le abraza un poquito, con una mano.
—Hay muchas más cosas que se pueden hacer, Cymru, no me he negado a... seguir como hasta ahora y masturbarte y besarte y dormir contigo.
—¿Estás seguro?
—Hasta puedo probar a hacerlo con los dedos si de verdad quieres.
—No sé qué quiero... morirme probablemente.
—Anda ya, ¡pero que drama!
—He tenido muchas menos parejas sexuales que tú, estoy seguro... y aun así —Gales se humedece los labios.
—Es el problema de las relaciones poliamorosas.
—Deja de llamarlas así —Aprieta los ojos.
—Vale, vale —levanta las manos.
—Esta... es la cereza en el pastel en la lista de humillaciones.
—Oh, vamos... —le aprieta contra sí.
—El chico de tus sueños los no se quiso acostar contigo por culpa de... Rome.
Ojos en blanco.
—Ya sé que sabes que no es mi culpa pero es horrible —Gales se le recarga encima un poco más.
—Venga, el otro día no te parecía tan horrible. Si lo llego a saber te hago acabar en el teatro.
Gales se separa y le mira un poco desconsolado, Luxemburgo sonríe de ladito.
—No es así como iba a acabar esta cita... —aprieta los ojos otra vez —. Vamos a casa... quizás podemos ver una película o algo —se guarda las manos en los bolsillos igual, yendo hacia el teatro de nuevo para recuperar el coche
—Mais oui... —Luxemburgo le sigue.
Si algo ha roto el mood, ha sido esto, sí señor. Gales le mira de reojo en lo que les traen el coche. Luxemburgo está ahí, en realidad, bastante relajado y sonriente.
—¿Quieres ir antes por un trago a algún sitio? —yo no le dejaría...
—Oh... ¿Quieres? Nah, creo que ya hemos esperado suficiente. Además, sé que solo lo dices porque tienes mis calzoncillos y me siento raro sin ellos.
—¿A-Aun estas... pensando en eso? —Gales le mira, completamente fuera del tono en el que está diciendo esto
—Pues yo soy el que se está rozando con todo, cher.
—Pensé que íbamos a... ir a ver una película —Gales parpadea y le mira la zona sacando los calzoncillos de su bolsillo
—Eso he dicho. Oui.
—No, literalmente... pensé que ello de hacer cosas sólo era una forma de calmarme para que no fuera tan... directa la negativa.
Le besa otra vez. Gales levanta las cejas sin esperarlo y esta vez se lo devuelve poniéndole ambas manos en la cintura.
Lo profundizaaaaaaa y les van a carraspear porque ya le han de vuelto el coche.
Vale, Gales no oye el carraspeo. Luxemburgo sí, se separa con suavidad y la cara de bobo que pone Gales.
—Allez
—A-Allez... —repite un poco tonto. Le toma de las manos, sonriendo y tira de él hacia el coche, ahí va detrás, mirándole sonrientillo.
—Alors? — El flamenco le hace subir y se sienta a su lado.
—Wh-What? —Gales arranca, guardándose los calzoncillos otra vez en el saco.
—¿A dónde vamos?
—A... casa. Quizás no necesito tanto un trago...
—Bien —asiente conforme.
—Sí quiero ir mañana a resolver esto —El británico se sonroja un poco.
—No, bueno, ni te creas que tenías alguna opción de no ir.
—Podría haber ido en la semana. Quizás te podrías hacer las pruebas tú también.
—¿Yo? Crees que podría... con lo que hemos hecho?
—No, hombre —aprieta los ojos otra vez.
—Alors?
—No lo sé, ¿cuándo te hiciste pruebas la última vez?
—Pues... no lo sé, vale, vale, sacare cita para los dos. Súper romántico esto.
—Solo digo que así matamos ya toda posibilidad y estamos... limpios —sonríe un poquito, sintiéndose mejor con que los dos.
—Vale, vale.
—Thank you... eso me hace sentir mejor.
Luxemburgo sonríe igual.
—Lo siento, hace rato no he reaccionado bien.
—Es lógico, esto es un poco... O sea, es que ni siquiera es tu culpa y es súper incómodo.
—Realmente no es que no te lo quisiera decir antes... solo pensé que... yo que sé. No estaba pensando en ello. Tampoco tengo ningún síntoma raro. Asumí cosas.
—En realidad pues... tampoco yo lo pensé.
—Pensé que debía hacerlo, pero no pensé que fuera tan urgente.
—B-Bueno, eso tal vez es mi culpa y tú hubieras... esperado más.
—No, you... idiot —se ríe —. Yo hubiera sido horrible y me hubiera acostado contigo... así. Con cuidado. Pero así.
—Ugh! Eso es muy feo.
—I-I'm sorry —le mira de reojito—. No es que quisiera ser horrible. E-Es decir... no le... es que no le dí tanta importancia a... pensar que realmente pueda tener algo.
—Ya, bueno... A ver, no es como que vaya a matarme algo como esto, pero...
—No, no... No sé. La verdad, Lux, tampoco estoy yo tan habituado al sexo casual en medio de mi... relación poliamorosa.
—Ya bueno... Es que entiendo que la parte de que además no sea tu culpa.
—Es que... —Gales suspira—. Solo por analizarlo, imagina que repentinamente te das cuenta que Mónaco no solo te engañaba, sino que tú estás... que... no puedes hacer lo que quieres cuando quieres por culpa de esos engaños.
—Ya... ya.
—En fin, qué caso tiene enfadarme por esto.
—Ninguno. Lo solucionaremos.
—Pero igualmente, nos ha jodido la primera cita.
—Nah! Se necesita mucho más para estropearme a mi algo.
Gales estira una mano hacia el para tomarle la suya, se lleva su mano a los labios y le da un beso en el dorso. Luxemburgo sonríe y le hace un cariñito con los dedos.
—Siento que todo lo que ocurre es complicado por mi culpa —no comas ansias, Gales.
—Bueno, es que eres un tío difícil que no veas.
—Oh, come on! Y es que con todo y esto... aquí estás.
—Será que me gustan los retos —se ríe.
—Tú a mí me gustas mucho... MUCHO —susurra estacionándose fuera de la casa.
—¿Mucho cuánto?
—Mucho, MUCHO. Tienes todo, TODO lo que puede gustarme... y más.
—¿Y qué cosas son esas?
—Eres suave y guapo, y tienes un gran sentido del humor... y eres un bloody pervertido.
—¿Eso te gusta?
—Es que siento que podemos... tener esa MAGIA.
—Magia...
—Well... yes. No de la... magia de my mother. Magia de esa que no se puede recrear.
—Eso... estaría bien.
—Magia de la que parece que solo ocurre en las historias y en los libros.
—Películas —asiente.
—Esto es mejor que las películas —se acerca y le besa… y Luxemburgo le devuelve el beso.
La verdad, lo profundiza todo lo que Luxemburgo se deja. Se va a dejar todo lo que el coche súper incómodo permita.
—V-Vamos adentro... —Gales hay un punto en que se le clava la palanca de velocidad
—Mjm—Luxemburgo se separa suavemente.
—Eres súper guapo —Gales sonríe.
—Qué tonto.
—Es que lo eres.
—Anda vamos —se ríe un poco. El británico se pasa las dos manos por el pelo, asintiendo y yendo a abrir la puerta.
Luxemburgo se baja y le mira, abriendo un poco las piernas para colocarse bien
—Estoy pensando cómo voy a compensarte este asunto. Creo que voy a cumplirte tres deseos —Gales sonríe de lado con ese movimiento, sacando los calzoncillos de su bolsa,
—¿Tres deseos? —le mira.
—Yes —saca las llaves y se acerca a abrir.
—Mi primer deseo van a ser deseos infinitos.
—Esa es una regla obviamente imposible de seguir —Ojos en blanco pero se ríe.
—Entonces infinitos genios.
—Infinitos nada.
—¡Anda ya!
—¿Nadie te ha hablado a ti de la codicia? No querrías deseos infinitos ni genios infinitos... obviamente.
—Me han hablado de los deseos.
—Ambas cosas tienen inconvenientes tremendos.
—¿Por?
—Imagina que te TUVIERA que conceder TODOS los deseos que quieras. Todos, todos todos todos... nunca podría decirte que no a nada y después de un tiempo lo odiarías.
—En realidad... oui, probablemente.
—Así que... vamos a decir que no es un deseo que puedas pedir. Pero sí tienes.
—Tal vez debería guardármelos...
—No tienes idea de que pedir. Está bien —prende todas las luces y se va al carrito de bebidas casi en automático, como perrito de Pavlov.
—No bebas.
Gales se detiene del todo con la mano en la licorera. Le mira.
—Alcohol —añade el flamenco.
—Oh... ¿N-No?
—Tengo tres deseos, ¿no?
Gales se humedece los labios, mirando la licorera un instante. La suelta
—Yes... —se mete las manos a los bolsillos.
Luxemburgo sonríe.
—Ven acá —estira las manos hacia él.
Se acerca.
—¿Yo tengo algún deseo?
—Solo me quedan dos pero... supongo que puedo darte uno de ellos.
—Pensándolo bien... Yo ya tengo lo que deseo... que es estar aquí contigo.
—Anda ya, ¿así que ahora no quieres mi deseo?
—Nah, sí que lo quiero. Pero es... como una golosina —Gales sonríe—. Tengo que pensar que pedir... —le da un besito en la mejilla.
—Yo también, no quiero precipitarme.
—Tenemos toda la vida por delante... puedes pedir cosas fuera del área de deseos —besito en el mentón.
Luxemburgo se ríe.
—Puedo decirte que no —se mueve hasta su cuello.
—Eso no tiene gracia —le abraza.
—Puedo decirte que sí —le roza con los dientes.
—DEBES decirme que sí a lo que te pida.
—A tu deseo, si... eso esto iba de algo que no fuera EL deseo —beso.
—Ah, entonces tienes que decirme que sí también para complacerme —sonríe y le besa él ahora.
—Mmmm —Gales "protesta" en el beso, sonriendo.
Luxemburgo se separa y le mira para que hable.
—¿En qué quieres que te complazca que aún no hago? —Se le va un poco detrás, riendo bajito.
—Ah, no... Solo por si acaso.
—¿Sin que pidas nada quieres un si ya de cajón?
—Pues justo un oui te pido —junta la frente con la suya.
—Oui —dice sin dudar y Luxemburgo vuelve a besarle.
Gales le responde bastante vigorosamente, bajando las manos de su espalda y metiéndolas en su pantalón, por puro instinto.
