Los personajes de esta historia no me pertenecen.
.
¡¡ADVERTENCIA!!
:
Este capítulo es distinto a otros, lo he dedicado todo a…, no haré spoiler. A lo que iba, en este capítulo habrá algo de gore, muertes sangrientas, y más cosas no aptas para menores. No es un capítulo apto, ni para menores, ni para personas sensibles. Si no gusta la lectura deberías dejar de leer, tengo otras historias más edulcoradas, si sigues leyendo, pues eso adelante y llega hasta el final. ¿Lemmon?, de eso no hay.
.
Capítulo 5. La noche del cazador.
.
-¡Corre Ranma ella está en peligro!, Si la mata, ese cazador desaparecerá y, Y no lo encontraremos.- Ranma hablaba con él mismo, se intentaba dar ánimos, se hablaba en tercera persona- y después vendrá por ti.
Ranma sabía que cuando un Gentix perdía a su pareja, durante un tiempo perdía poder, y si era atacado... tenía pocas posibilidades de salir vivo.
Notó que la lucha había empezado, debía correr aún más rápido, y eso hizo.
Vio como era avanzando por un grupo de animales, perros, pájaros, alguna rata y sobretodo gatos, Ranma creyó ver algún gran felino.
-Veo que has convocado a tus mascotas. ¡Bien hecho Akane!. Yo también he mandado las mías. Ellas entretendrán a ese cazador hasta que yo llegue
De repente notó la presencia de otros seres de la noche, un grupo de vampiros, un caminante de los sueños, ¿Un elfo? ¿Qué hacía un elfo allí? ¿ como podía haber un elfo si se habían extinguido hacía medio milenio?, o eso se decía. Una arpía, sabía quien era esa arpía, la conoció hacía tres siglos, seguro que se quería vengar.
Todos querían lo mismo, comerse a Akane. Un Gentix novato era un manjar, quien se lo comiese vería su poder aumentado., pero ese ser podía ver su vida sensiblemente acortada. Un Gentix novato era protegido por su compañero, y la venganza de este podía ser mortal.
Ranma no dejaría que nadie lo alejase de su compañera, si necesitaba matar a todos esos seres, lo haría. Nadie igualaba el poder de un Gentix y él era uno de alta categoría si se unía en la lucha a su compañera serían invencibles. Salvo que Akane no había completado la transformación, aún no era una Gentix completa, y había muchos seres dirigiéndose hacía ella. No los vencería a todos. Si Akane hubiese completado su transformación… tampoco podían vencerlos a todos
La única opción era de salir vivos era una retirada, una huida, ocultarse, y esperar que amaneciera. Cuando eso pasará, la mayoría de esos seres se volverían humanos… y serían fácilmente vencidos por él.
Iba saltando de azotea e azotea cuando se topó con un enemigo, ¿un orco?, ¿A quien perseguía ese orco? , ¿A Akane?, ¿Al elfo?. Se estaba sorprendiendo, un elfo, un orco. Si ambas raza se presumían exitistas. Se dijo que se destruyeron mutuamente, no se debía hacer caso a lo que se decía.
Ese ser no lo había visto, tampoco lo olió, los orcos tenían buen olfato, y también buen oído. Debía tener cuidado, y pillar a su enemigo sin que se diera cuenta que lo iban a atacar, sorprenderlo, y matarlo. Debía atacar, matarlo y hui en segundos.
Su enemigo no debía chillar, lo mejor un corte en la garganta, córtale las cuerdas vocales, y dejarlo morir mientras se desangraba. Pero si hacía eso la olor de la sangre alertaría a los demás, debía matarlo sin que saliese sangre, de forma silenciosa, y sin que ese ser gritase. Y debía repetir el proceso con otros, y seguro que los demás estarían mejor preparados que ese orco.
Debía ser cauteloso al atacar, sin dar tiempo a defenderse, no podía perder tiempo en una pelea, aunque esta fuese corta. El tiempo apremiaba.
Los orcos tenían mejor olfato que vista, debía ir contra el viento, de forma que su olor no le llegase al orco. Y eso hizo, el orco no oyó ni supo que lo atacaban hasta que Ranma le rompió el cuello. Cayó al suelo sin suspirar.
El siguiente era un ser de que los humanos desconocían su existencia , los Gentix los llamaban los Selenes, los que caminaban bajo la Luna, sólo aparecían de noche, sólo en noches de luna, aunque esta estuviese oculta por las nubes. Sólo atacaban a los demás seres de la noche otra quitarles su energía los humanos no tenían la suficiente energía, para ellos los humanos no existían.
Ranma sabía que estos seres podían ver lo oculto, no le valía un ataque sorpresa, ni uno a distancia, debía esperar que lloviera, el agua era el peor enemigo de los Selenes, los destruía, como el sol a los vampiros.
Que iba a llover era seguro, esa noche llovería, pero podía tardar horas, y sería muy tarde, debía deshacerse rápido de ese ser. No podía pedir a los dioses que lloviera, por que ese caso no llovería en días, o morirían ahogados todos, los dioses les gustaba gastar bromas crueles.
Cuando se acercó a ese ser lo vio peleando con un vampiro, debía destruir a los dos a la vez, no podía dejar que se destruyeron mutuamente, podían tardar horas en hacerlo, y si los dejaba atrás, el superviviente de esa pelea sería un problema, si este superviviente emprendía su búsqueda de Akane y lo atacaba a él a traición.
Por suerte para el chico de la trenza empezó a llover, el selene ardió como si fuese de papel, y prendió fuego al vampiro. Ranma ni se paró a ver como los dos adversarios se volvieron ceniza.
-Al menos los dioses cumple con su deber, me han quitado dos adversarios de encima, de un golpe. Suerte que estaban distraídos peleando entre ellos, y no han visto que empezaba a llover. Si no hubiesen estado peleando entre ellos… lo hubiera tenido difícil para derrotarlos.
Siguió en busca de Akane, iba directo hacía ella, sin dar un rodeo para esquivar adversarios. Encontró algunos de ellos muertos. La lucha por Akane había empezado, esos seres se peleaban entre ellos.
Algunos de esos seres fueron aniquilados por las mascotas de Akane, otros por las suyas. Y tanto él como su compañera habían perdido algunas de sus mascotas.
La inquietud de Ranma fue en aumento, tenía un mal presentimiento, iba a llegar tarde, muy tarde. Por rápido que hubiese salido, cuando llegase todo podía haber acabado, y Akane…
Aceleró la marcha, su furia aumentó, su aura se hizo enorme. Pasó cerca de gatos y pájaros a los que calcinó y volvió ceniza.
-Huelo al cazador, pero no al elfo, no sé donde está esa abominable criatura. Puede estar en cualquier sitio. No se ha dado cuenta que este no es su mundo. Que vuelva a su isla de paz y armonía, que coja su instrumento musical y que componga música. Seguro que fue por culpa de esa maldita raza que los dioses nos maldijeron a nosotros. Putos elfos, envidiosos de otras razas, se creen los más puros. Es una suerte que sólo quede uno, en teoría. Debería matarlo antes que se apareé con una humana y haga renacer su raza.
Miró a su alrededor, seguía sin detectar al elfo, esos seres eran únicos en ocultarse y atacar desde la sombras, con sus arcos… cuantas criaturas de las noches habían asesinado.
Siguió corriendo, y vio un cuerpo decapitado, un vampiro, vio la cabeza empalada en una antena de televisión. Eso era obra del elfo. Debía tener cuidado con él. Era un ser muy peligroso.
Siguió corriendo, y encontró una mano cortada, otro del grupo de vampiros había caído. Era una mano femenina, ese elfo no tenía piedad de nadie.
El aire le trajo el olor de su adversario.
-¡Saffron!- exclamó furioso el Gentix. No era la primera vez que se cruzaba con ese retorcido elfo. Debía liquidarlo de una vez.
Mientras se acercaba a donde estaba Akane vio más trozos de la vampira, Saffron la había descuartizado. La debió pillar distraída, esa vampira no tuvo tiempo de defenderse.
-No lucha con nobleza, es sanguinario. Por eso expulsaron a su clan de su isla.
Como conclusión vio la cabeza de esa vampira clavada en una antena.
Ranma negó con la cabeza, si Saffron pillaba a Akane, la… ya lo hizo una vez. Y él se dedicó a cazar los miembros del clan de ese elfo. Lo hizo de día cuando esos elfos se transformaban en simples humanos. Saffron se escapó, utilizó a los miembros de su clan como carne de cañón.
Llegaba al sitio donde estaba Akane cuando fue atacado, era un aprendiz de cazador, era humano. Y fue fácil matarlo, sólo tuvo que atravesarlo con el brazo.
Mientras corría, se comía el corazón de ese aprendiz, ese joven no lo iba a necesitar y al él, el corazón y el alma de ese cazador le daría fuerza.
.
Esa tarde habían quedado para disfrutar, Akane y Ranma no pudieron ir, habían salido por la mañana y estaban escasos de dinero. Tal eso era sólo una excusa y se querían quedar solos en casa. Aunque todos pensaban que Akane tenía miedo del monstruo que salía casi cada noche, y no quería salir de casa.
Habían pasado una tarde muy divertida. Se dirigían a cenar, cuando fueron ellos los que se volvieron la comida del monstruo que tanto miedo le daba a su compañera.
Los cuatro compañeros de Akane miraron a ese monstruo que tenían delante, ignoraban que delante suyo tenían a su compañera transformada, ignoraban que Akane temía al monstruo que era ella misma.
Ese ser miraba a los cuatro jóvenes como un hambriento a un manjar. Pensaba a quien se comería primero, los cuatro olían apetitosos.
Los cuatro chicos se quedaron clavados en el suelo, se sabían muertos y comidos, que el que tendría suerte sería el primero en morir, ya que no vería a sus amigos siendo despedazados y comidos.
Ese monstruo olió el terror en sus presas, y se rió, le gustaba cuando sus presas quedaban paralizadas por el miedo, ver el terror en sus ojos.
Miró a Yuka y se lanzó sobre ella sería la primera que demoraría. Akane en ese estado no reconocía a sus dos amigas y a los dos amigos de Ranma. Para ella, ahora, eso cuatro chicos eran ganado, sólo bestias a las que se comería.
Yuka al verse atacada se meó encima, cayó sentada al suelo, esperando que ese ser no la hiciera sufrir mucho, que la matase enseguida, pero el Gentix novato, quería disfrutar de su comida. Quería comérsela lentamente y oír los gritos de esa chica mientras la descuartizaba, mientras la destripaba y se comía sus entrañas, y mantenerla el máximo tiempo posible viva.
No transformaría a ningún de estos chicos en mascota, no tenían el alma bastante sucia. Ellos olía que eran unos pervertidos, pero no eran malas personas.
Akane cogió a Yuka por el cuello y sonrió.
-Hueles bien, sabrás apetitosa, te comeré por entero, no voy a d9999ejar nada de ti, ni el alma. Tu alma huele bien. No sólo eres virgen. No tienes malos pensamientos.- Akane transformada empezaba a pensar, pero a nivel básico. Aún no era capaz de tener pensamientos realmenteinteligentes. Sólo la movía sus instintos. Hambre de carne, sed de sangre y aparearse con su compañero. Hasta que no se completase su transformación ese cuerpo no sería controlado por la Akane humana.
Yuka vio como el monstruo abría la boca, le vio los dientes afilados. Vio los ojos, irracionales, ese monstruo se movía por su estómago. Supo que en el fondo no era maligno. No más que un tigre, pero ese ser se la comería a ella, como también lo haría el tigre. Supo que el primer bocado le iba a doler, y deseó desmayarse, lo suplicó a los dioses. Pero supo que esos dioses no escucharían su súplica, estarían ocupados viendo la televisión.
Fue entonces cuando todo empeoró, tanto para esos cuatro chicos como para el monstruo.
.
El cazador seguía a su presa, la tenía vigilada, tanto como humana como monstruo. No podía atacarla cuando era humana, no sabía que excusa poner por que la había asesinado, no podía decir que era un monstruo, nadie lo había creído. A parte su compañero siempre estaba con ella, y cuando no era él eran esas repelentes compañeras de la escuela. Se debía deshacer de esas idiotas, eran un problema, le molestaban, no podía actuar por culpa de ellas.
Vestía un anticuado traje negro. Botas altas, y un sombrero de ala que le tapaba el rostro. Iba bastante armado, desde un puñal, a una pistola eléctrica. Pero su mejores armas eran una espada toledana y una ballesta, ambas con siglos de antigüedad, pero bien conservadas y en perfecto estado.
Notó que no era el único que perseguía a ese monstruo, ese ser era perseguido por muchos seres de la noche. Se rió, era él quien los avisó, fue él quien los puso en aviso. Si alguien acababa con ese monstruo mejor. Sería él quien recogería las sobras. Pero realmente su objetivo era otro, su objetivo era que esos seres entretuviesen al compañero de la futura Gentix. Que lo alejaran de él, y que pudiera matar a Akane. Que si ese Ranma sobreviviese al ataque de tantos seres, llegase tarde a salvar a su compañera. Esperaba que cuando llegase ese ser a donde murió Akane, él ya estaría lejos.
Lo que no esperaba ser el mismo el atacado por los mismos seres que él había convocado para que le ayudasen a deshacerse de Ranma.
Estaba a punto de atacar a la chica cuando fue él quien sufrió un ataque, era uno de los vampiros del detestable grupo de Herb…, no fue un problema, deshacerse de él. Ese ser era de clase baja, no haría mucho que fue convertido. En las últimas guerras vampíricas Herb perdió a muchos de su linaje, ahora estaba reclutando a nuevos vampiros. El que lo atacó debió ser uno de los nuevos, un inexperto, lo bastante débil, sin experiencia.
Ahora sabía que se había equivocado en los cálculos, esos seres de la noche no sólo lo atacarían a Ranma, si no también a él. Esa zona sería el escenario de una guerra de todos contra todos.
Le daba simplemente igual, cuanto más monstruos se matasen entre ellos mejor. Pero sería él quien matase y se alimentase de Akane, entonces tendría el suficiente poder para desafiar y liquidar a los dos más poderoso de los Gentix, Ryoga y Ranma. Debía matar a Ranma, ese monstruo lo humilló siglos atrás, y eso no lo permitía, a él nadie lo humillaba, debía matar a ese monstruo, se lo decía su orgullo. Aunque tardase un milenio en hacerlo, debía destruir a ese ser. Le quitó todo, no consentiría que ese tarado se unirse a Akane, sé la quitaría en todas las reencarnaciones de esa mujer.
Suspiró, Akane Tendo, ese era el nombre de esa chica en su actual reencarnación. Siempre que se reencarnó había sido hermosa. Aunque siempre que se reencarno tenía un nombre diferente, otro color de pelo, pero siempre había tenido la misma cara. Se enamoró de ella, en otra vida de ella, cuando él era aún un humano normal, ni siquiera era cazador. Pero Ranma se interpuso en su camino. Y su amor se volvió odio. Fue la primera vez la mató, y para ocultar pruebas se la comió.
Esa Akane ya había comenzado su transformación en Gentix, y al comérsela le dio poder. Se volvió más fuerte, más rápido. Y empezó a cazar seres de la noche y a devorarlos, con cada uno que comía, más fuerte se volvía, vivió siglos y consiguió mucho poder. No se dio cuenta que se había vuelto un ser de la noche, que había dejado de ser humano. Es más se negó a creer que dejó de pertenecer a la raza humana.
Para él, era un elegido. Los dioses lo habían escogido para exterminar a los monstruos. Y con el paso de los años pensó que también debía matar a quien lo viese en sus labores de exterminio. Un testigo podía delatado y ser él quien fuese cazado.
Miró a su presa, ese monstruo había acorralado a cuatro jóvenes. Miró a las dos chicas, y sonrió, el cielo le sonreía. Esas chicas eran las que quería matar, las amigas de Akane. Si ese monstruo descerebrado mataba a sus amigas mejor. Mientras se las estuviese comiendo la podía atacar. Debía esperar que ese monstruo matase y demorarse a esos jóvenes y él mataría a ese ser. Era un golpe de suerte. De una vez desaparecerían un monstruo, y cuatro jóvenes que sólo pensaban en comida, divertirse y sexo. Los jóvenes actuales eran unos egoístas, en lugar de trabajar en el campo, estudiaban para conseguir un trabajo por encima del nivel social en que estaban.
-¡Ya te tengo!, ¡Te tengo donde quería!. ¡Ahora te mataré y te comeré!, ¡Asaré tu corazón y me lo comeré con los corazones de tus presas!, hace semana que no como carne humana, sólo de seres de la noche.
-¡Pues podía comer carne de cerdo! O hacerte vegetariano. ¡No nos quite la comida a los demás!- detrás suyo había aparecido un vampiro. Ryu reaccionó rápidamente y le seccionó el cuello.
Lo abrió en canal y le arrancó el corazón.
-Es difícil mantener un corazón de vampiro intacto, al llegar la luz de sol se desintegra. Hay que comerlo nada más arrancarlo- olió el aire, había muchos seres de la noche cerca. Debía matar a sus presas ya cuando empezase el festín los demás seres no intervendrían, no era educado quitarle la comida a otro. Y con el corazón del vampiro en la mano saltó hacía donde estaba su presas.
.
Akane miraba a los que eran sus amigos con hambre.
‐!Comida! ¡Hambre! ¡Comer!- algo la detenía, quería comerse a esos cuatro, pero algo la paraba.
Ese monstruo intentaba andar pero no podía. La Akane humana de su interior reconoció a sus amigos e intentaba detener al ser que dominaba su transformado cuerpo.
Los cuatro chicos tampoco podían moverse, estaban dominados por el terror.
Y en ese momento de vacilación apareció el cazador, que miró a todos y se rió.
-Esto es con un seft- service, sólo tengo que coger la comida que quiera- se relamió los labios- os comeré a los cuatro. Os comeré literalmente. No os voy a dejar para otro.
Los cuatro humanos lo miraron asustados, y fueron apareciendo otros seres que parecían que habían salido de una pesadilla.
-¿Vampiros?- preguntó Ryu incrédulo- creí que os había exterminado. Más selenes, sabiendo que va llover y salen, esa raza es idiota. Y un gotix. Es raro, no os mostráis al mundo ¿que ha pasado para que aparecéis?
- No acabaste con todos nosotros, hoy nos vengaremos y te volveremos uno de nosotros, uno de categoría baja.- Los vampiros se querían vengar de ese cazador, ese hombre había matado a muchos de su raza. Una Gentix en creación, y además la de uno de los grandes de su raza- nadie pronunciaba en publico los auténticos nombres de los demás seres ocultos, traía mala suerte- la carne de ese ser es excelente, huele apetitosamente- ese ser se relamió.- Todos lucharemos por comerla.
-Os podéis quedar con los cuatro chicos. No serán un buen majar, pero es lo único que comeréis, para vosotros serán un manjar, huelen a virgen. Aún son puros- estaba animando a los demás a que se comiesen a los cuatro humanos-. Ese proyecto de Gentix es mío. Después de que me la haya comido me dedicaré a cazaros, no dejo testigos. Estáis todos muertos. Os comeré a todos.
Se puso en posición. Miró a quien debía atacar primero, pero en ese instante una flecha atravesó el cuello del gotix, el elfo estaba cerca, se escondía entre la sombras, en un edificio cercano.
-¡Cobarde!- murmuraron varios de los allí reunidos- ¡Sal y lucha con honor!, ¡ Demuestra que tienes honor!, No luchas con el honor que lo hacían tu raza, te has desagradado.
Todos sabían que ese elfo, aunque fue un príncipe fue expulsado de su clan por actuar de forma despótica, por ser deshonesto, por chantajear a las mujeres para que se acostaran con él. Por chantajear a los hombres para robarles. Era un príncipe caprichoso y malcriado, tanto que su propio padre lo echó del reinado por vida, teniendo en cuenta que los elfos eran inmortales, echar a un elfo de su reino por vida, significaba la separación eterna de su raza, una humillación para el condenado, y esa transformó a ese elfo en un resentido, un asesino y en la lucha era cobarde, en torneos, cuando aún vivía en su país, amenazaba al contario, si le ganaban irían a prisión.
Pero aunque fue retado, Saffron ni apareció, iría liquidando uno a uno a sus rivales, iría debilitando a esa Gentix y después la mataría, y se bebería su sangre, se haría más fuerte, y entonces volvería al reino de su padre. Tendría el poder necesario para matar a ese viejo y ser el nuevo rey de los elfo. Y sumiría a su pueblo y al resto del mundo en un reinado de terror.
Y para terror de los cuatro jóvenes, que ya se sabían muertos, empezó una sangrienta lucha.
Sobre Ryu cayó un vampiro, que intentó morder al cazador, pero este ya sabían como actuaban los vampiros no era la primera vez que luchaba contra uno de esa maldita raza. Ese hombre sacó uno de sus machetes y se lo clavó en la cabeza a su atacante, este lo soltó sorprendido, Ryu aprovechó eso desvainó otro de su cuchillos y le cortó el cuello al vampiro.
La cabeza voló y hasta los brazos de Sayuri que gritó al ver que esa cabeza la miraba.
-¿Por qué gritas repelente niña?, ¿No has visto nunca una cabeza cortada?
La joven gritaba histérica. ! No!, jamás había visto una cabeza cortada, pero esa noche vería cosas peores.
La chica tiró la cabeza y fue a caer en medio de la lucha y allí la pisaron y reventó como si fuese un melón.
Los cuatro jóvenes miraron horrorizados, esa lucha, no habían visto nunca algo tan horroroso nunca. Esos luchadores no eran honorables en la lucha, se atacaban a traición. No tenían reparo en cortar brazos, piernas o cuellos o destripar al contrario. Algunos de los combatientes comían parte de sus víctimas caídas mientras iban a buscar otra víctima para destruir y devorar.
Sayuri y sus acompañantes habían vomitado varías veces, esas escenas eran tan… sacadas de una película gore, tan asquerosas, pero no podían dejar de mirar, sentían morbo por ver toda la escena.
La Gentix atacaba con violencia desmedida, aunque tenía que luchar contra todos para defenderse, se defendía bien, pero no estaba a pleno rendimiento, no aún no había completado su transformación. De haber completa también hubiese perdido, estaba en desventaja, tarde o temprano hubiese caído, sólo con su compañero hubiera tenido alguna posibilidad de vencer.
Sus mascotas aún no habían llegado, aunque estaban cazando no podían enviarle la energía necesaria para alimentarse. Esas mascotas tardarían como mínimo dos minutos, eso podía ser muy tarde, en dos minutos lo más seguro que estaría muerta.
Akane luchaba contra quienes se la querían comer, era una máquina asesina. Era sangrienta y despiadada. Su instinto la obligaba a luchar, su aún disminuido intelecto sólo veía una cosa, liquidar a los seres que tenía delante y alimentarse de ellos. Esos seres la querían matar, se la querían comer y peor, le querían robar a esos cuatro jóvenes que eran su cena de ese día, no estaba dispuesta a que le quitasen su comida.
Daisuke vio como delante suyo se ponía uno de los vampiros, lo miraba como él que mira un plato de comida.
-Hueles bien humano, tu sangre debe saber bien. No te dejaré para nadie, hoy beberé tu sangre. Después el jefe decidirá si te vuelve uno de los nuestros o no, necesitamos compañeros, y más después de esta noche- miró a los otros jóvenes- cuando te transformemos te podrás dar un festín con los que ahora son tus amigos, cuando seas un vampiro comprobarás que las amistades no sirven para nada.
Daisuke negó con la cabeza, fue una mala idea salir hasta tan tarde. Debían haber vuelto a casa antes, como pidió Yuka, pero él quería salir, disfrutar de la noche, y logró convencer a sus amigos. Por culpa suya estaban condenados. Ese joven decidió salvarlos.
-Esa idea de beber de mi sangre es mala idea. He bebido alcohol, he fumado - miró a sus compañeros- todo lo hemos hecho, nuestra sangre puede ser un veneno.
-Me da igual- el campero parecía más contento- comeré y beberé a las vez. Si me bebo la sangre de todos vosotros, con el alcohol que debe llevar, acabaré borracho, a parte fumaré sin llevarme un cigarrillo a la boca- puso cara de lastima- hace tiempo que no pillo una buena cogorza, (borrachera).
Daisuke supo que ese ser no se pararía por lo que le dijo para detenerlo..
-¡Nos hemos drogado!, ¡hemos tomado de todo!.- Sayuri quería que ese ser resistiera de querer conerselod
-¿De todo? ¿Os habéis inyectado alguna sustancia?, ¿lsd?. Algúna anfetamina.
Los chicos lo miraron asombrados, les había tocado un vampiro vicioso, y pasado de moda. Seguro que fue transformado en los años sesenta.
-No estamos en los años sesenta, ni siquiera en los setenta. Ya estamos más allá del dos mil.
El vampiro se rió.
-¡Claro!-su ironía fue patente-¿ y los coches voladores?, ¿ Y los robots?. No me engañéis aún estamos en los setenta. Tengo entradas para ir a ver al Rey y a los cuatro chicos de Liverpool.
-Te tengo que dar una noticia. Tanto el Rey como alguno de eso cuatro chicos, hace décadas que muri…
-¡Es mentira!- gritó ese ser, al ver lo que le iba decir ese humano.- no pueden estar… no quiero decir esa palabra. No pueden haber muerto. Aunque son humanos, son inmortales.- miró a esos humano con odio- os destrozaré por haberme mentido. No me contestaré con vuestra sangre, os voy a descuartizar a los cuatro.
Y se lanzó sobre un aterrorizado y paralizado Hiroshi. El joven vio a ese monstruo, vio sus largos colmillos. Cerró los ojos, no quería ver nada. Durante un segundo pensó en lo que dolería la mordedura de ese bicho. Sintió dolor antes de que mordiente ese ser, un mordisco que nunca llegó.
Oyó gritar a su atacante, y vio como ese ser era atacado por el monstruo que todos se querían comer.
Akane transformado en monstruo le clavó sus garras en los hombros. El vampiro chilló de dolor.
¡Suéltame, mala bruja!,- gritó ese vampiro-¡la comida no ataca a quien se lo va comer!.
En ese instante una garra curvas salieron de los pies de Akane atravesaron los pies del vampiro y lo clavaron al suelo.
El vampiro de Herb chilló, supo que ahora él se había vuelto el menú de esa Gentix.
La Akane monstruo empezó y partió al vampiro por la mitad, después con sus garras lo despedazó y empezó a devorarlo. Le arrancó el corazón y lo olió. Lo tiró, ese corazón olía fatal, estaba podido, lo destruyó. También destruyó el alma de ese ser, no dejaría que nadie se lo comiese, quien lo hiciera se volvería aún más malvado. Pero a ella no le importaba eso, quien quisiera comerse ese corazón, que se lo comiese. La gente malvada tenía un gusto exquisito, la gente demasiado malvada tenía un gusto asqueroso.
Akane aumentó el poder al comerse ese ser. Pronto sería un Gentix completo, en unos días. Ryu miró a su presa. Debía acabar con ella ya, contarle un trozo y huir, no podía quedarse, el compañero de ese ser estaba cerca. Se había equivocado al convocar tantos seres, esperaba que entretuviesen a Ranma, ¡No que lo atacasen a él!, Pero eso se podía solucionar, sólo tenía que matar a ese proyecto de Gentix y comerse un trozo de él. Después sólo debía esperar que la chica se reencarnara y entonces se la podía comer entera.
Akane una vez liquidado el vampiro sintió que tenía aún máshambre y miró a sus presas, no dejaría que se las comiese otro, eran suyas, debía ser ella quien se la comiese. Las miró interesara, las conocía, no sabía de qué pero conocía a esa comida. Tal vez de otra vida, no recordaba que ella era humana, y que esos humanos eran amigos suyos. En el estado que estaba todo lo que se ponía delante suyo era comida, y esa en particular olía muy bien, no iba a dejar ni los huesos, las almas de esos cuatro chicos serían un manjar, aunque ellos olían a pervertidos, no se habían empezado a corromper, aún eran puros . Y encima los cuatro eran vírgenes, eso aumentaba el valor de esos chicos, ¡si!, el ser vírgenes aumentaba el valor nutricional.
Esa mujer transformada sólo pensaba en alimentarse, cada noche que salía sólo tenía un objetivo, alimentarse, de cualquier ser, pero si era de humanos mejor, los humanos aportaban mucha energía. Necesitaba alimentarse bien, no sabía por qué, pero su cuerpo le pedía que comiese.
Los cuatro jóvenes miraron espantados a ese monstruo que iba a comérselos.
-Podemos llegar a un acuerdo- Daisuke quiso hablar con ese monstruo. Los otros tres chicos lo miraron como si fuese un loco- se de un sitio donde se come de primera. Es un excelente restaurante y barato.
Indudablemente Daisuke estaba loco. Ese monstruo no atendería a razones.
-¿Carne de primera calidad?- Los cuatro chicos miraron al depredador asombrados, tal vez ese ser atendería a razones. Pensaron que de pondrían salvar.
-¡Si!, ¡Buena carne!, ¡el mejor restaurante del barrio!, carne y bebidas buenas- el chico se sentía eufórico, estaba librándose de ser comido.
El monstruo se relamió, comería hasta saciarse, pagaría ese joven, y después se lo comería.
-No sabía que había restaurantes donde cocinar humanos. Comeré humanos y beberé una jarra de sangre- Akane transformada en monstruo tenía gustos que hubiesen horrorizado a su yo humana.- tú me llevarás a ese restaurante, como me mientas estás muerto, y me servirás de comida.
Daisuke vio sus esperanzas destruidas, no había restaurantes como lo que ese monstruo pedía. Fue su funeral, ¿ Funeral? Seguramente ese ser se lo comería por entero. Se dejó caer al suelo, no había escapatoria, miró a sus amigos, con esa mirada se despidió de ellos. Se iba a ofrecer a ser el primero en morir. No quería ver a su amigos morir y ser devorados. No iba a soportar ver como eran comidos- Ese ser nos comerá. Ha sido un placer haberos conocido, si hay otra vida espero veros y que volvamos a ser amigos.
Los cuatro se abrazaron llorando esperando el fin.
Akane se abalanzó sobre sus presas, dispuesta a saciar su hambre. Los cuatro jóvenes esperaban el temido momento que uno de ellos fuese muerto y devorado por ese monstruo, cuando oyeron gritar a este de dolor. Abrieron los ojos y vieron a su depredador herido. El cazador la había ensartado con una estaca. Akane había sido atravesada de parte a parte. El monstruo se miró el estómago y vio que le provocó ese dolor.
-Ya eres mía, te reclamó para mi- con esa proclama impidió que los demás monstruos se la intentaran quitar, para quedársela debían pelear y matar a Ryu.
- ¡No me la quitareis!, ¡Soy superior a todos vosotros!, ¡ Y después de comérmela nadie se podrá igualar a mi!,!Nada me hará daño!, ni una explosión atómica. Este mundo será mío por toda la eternidad.
Ryu había hecho planes, dominarla la humanidad, la naturaleza. Al dominar a esta provocaría daños, y así tendría a la población asustada. Los seres de la tierra serían su ganado, comería lo que quisiera, humanos, animales, seres de la noche. Viviría para siempre, nadie se podía oponer a él.
Miró a Akane.
-Sé que no recuerdas quien eres. Cuando adoptas esta personalidad olvidas a la humana que hay en ti. ¡Lastima! Me gustaría ver el miedo en tu cara, verte llorar. Que me suplicase- Ryu rió con maldad- no haría caso y te mataría. Es un placer matar a seres de la noche, ver como no pueden hacer nada contra mi. Pero matar humanos es un placer aún mayor, son unos seres tan frágiles. No será la primera vez que te mate, lo he hecho en varias reencarnaciones tuyas. En una te violé y te quité la piel. Disfruté haciéndolo- se puso serio- debía haberte casado conmigo. No debiste ignorarme- se puso frenético, había enloquecido-disfruté cada vez que te maté. ¡lastima que esos dos me quitaran varias veces el placer de acabar con tu malsana persona.- se refería a Shampoo y Ryoga.
Realmente Ryu enloqueció la primera vez que fue rechazado por Akane, por eso la mató, por eso se la comió y bebió su sangre. Después de siglos aún seguía obsesionado con ese rechazo. Seguía odiando a Akane y deseando matar a quien, según él lo apartó de ella, mataría de una vez por todas a Ranma Saotome, pero antes lo haría sufrir.
Vio caer de rodillas a su presa, ya estaba acabada. Ryu sonrió y se preparó para córtale la cabeza. Pensaba ir cortando poco a poco a esa cosa, en que se había transformado la mujer que amó, que esa mujer sufriera tanto daño como le hizo a él.
Akane de rodilla en el suelo, atravesada de parte a parte por la estaca intentaba sacársela, pero no podía no tenía la suficiente fuerza, no había comido y no tenía la suficiente fuerza, a parte la estaca estaba la estaba dejando sin vitalidad.
La madera de esa estaca era de un árbol sagrado, que drenaba la vitalidad de los seres de la noche heridos por ella. Akane no podía quitarse esa cosa y cada vez estaba más débil, ese árbol era un vampiro que estaba debilitando a la futura Gentix. De seguir así en minutos estaría muerta por falta de energía, y se transformaría en humana.
A parte, por la herida sangraba abundantemente. Necesitaba ayuda, y su compañero tardaría en llegar.
Ryu sonrió, desenvainó su espada, la robó en España, era una toledana, unas de mejores espadas del mundo. El precio de esa espada debía tener muchos ceros, si la vendía le pagarían bien, tanto que durante siglos podía vivir sin trabajar. Después la podía robar de nuevo y volverla a vender.
El cazador miró la espada, con ella había matado a muchos seres de la noche, a muchos humanos. Al primero que mató fue a quien forjó esa arma. Se la encargó y le pagó matándolo con la misma espada que forjó.
Ahora mataría a la reencarnación de la mujer que amó, la mujer que lo tentó y se rió de él, la mujer que se fue con Ranma. Esa mujer jugó con sus sentimientos sólo para reírse de él. Entre ella y Ranma se burlaron de él. Ella hizo ver que estaba interesada en él, sólo para reírse de él.
Eso fue lo que se inventó él para tratar de negar el rechazo que recibió de esa mujer. La Akane de ese pasado siempre huyó de él, ese hombre no le gustaba. Ese joven tenía fama de acosar a las mujeres, algunas que lo rechazaron desaparecieron, sus restos fueron encontrados en el bosque, en el pueblo se dijo con temor que había un lobo gigante en el bosque, nadie supo que el criminal estaba viviendo entre ellos. Esa Akane siempre pensó que Ryu era el asesino, que secuestraba a mujeres y… esa Akane no supo hasta que fue demasiado tarde que tenía razón, no pudo ni comentar sus sospechas a Ranma. Lo supo cuando ella fue secuestrada violada, asesinada y comida por Ryu.
En la actualidad ese monstruo llamado Ryu, estaba a punto de cortarle la cabeza a Akane cuando oyó ruido se giró y vio que era atacado, no eran los otros seres de la noche, eran…
.
Ranma había acabado con la vida de Saffron, el elfo, lo descuartizó, le cortó la cabeza, en ese momento tenía esa cabeza en la mano y la miró con desprecio, la debía clavar en una antena de televisión como ese elfo hacía a sus presas.
-¡No! Mejor se la doy a Akane como aperitivo, le daré también su alma y su corazón. Será como si le doy un anillo de compromiso.- miró al cuerpo decapitado de ese maldito elfo- lo dejaré aquí para que se alimenten las ratas y los pajáros.
De repente se quedó parado tuvo el presentimiento que algo no iba bien.
-¡Akane!- supo al instante que su compañera estaba en peligro, ese elfo lo había entretenido, no debió caer en la provocación de ese idiota. Si algo le pasaba a Akane él tendría la culpa. Debía darse prisa, mucha prisa o su compañera estaría en peligro. No dejaría que pasase lo de siempre, salvaría a su compañera, está vez si lo lograría.
Llegó al sitio donde estaba su compañera, vio a un numeroso grupo de seres peleándose por comérsela, pero ese maldito cazador llevaba delantera, había atravesado con una lanza a su amiga. Ahora ese cazador pretendía cortar la cabeza a la joven. A Ranma se le nubló la vista, no iba a lograr salvar a su amiga, debería esperar que ella volviese a nacer, pero la próxima vez… No estaría Ryoga para molestar, tampoco Shampoo. Y ese cazador… tampoco estaría por que lo mataría esa misma noche. Salvase si o no a Akane, Ryu estaba muerto. Y se lo comería, pero la oscura alma de ese cazador…esa alma, la destrozaría no permitiría que Ryu volviera a nacer.
-Tu compañero no podrá salvarte, es un inútil, nunca te ha salvado. Siempre te hemos matado. Esta vez morirás para siempre. No volverás a reencárnate, no habrá una nueva vez para ti.
Y levantó la espada dispuesto a separar la cabeza de ese monstruo de su cuerpo, le arrancaría el corazón y bebería de su sangre y huiría. No podía estar más tiempo allí, el compañero de ese monstruo estaba muy cerca, en menos de dos minutos estaría allí, si no se daba prisa tendría problemas.
Fue entonces cuando vio que lo atacaban, era un grupo de animales. Gatos, perros, algún pájaros, ratas. Todos saltaron sobre él. Le mordieron, le arañaron. No pudo dar el golpe de gracia a su víctima.
-¿Qué hacéis?- su ira hacía esos animales fue enorme- ¡dejarme!, ¡ no soy vuestra comida!, ¡ Os mataré a todos!- no comprendía por que lo atacaban a él habiendo muchos seres a su alrededor.
Los demás seres de la noche se quedaron quietos, ellos sí sabían por qué el cazador era atacado, esos animales no eran normales. Eran las mascotas de Akane… y las de su compañero. Todos miraron inquietos a su alrededor, Ranma estaba cerca, ya se podía lo oler. Notaban la furia del Gentix. Esa noche había matado a varios que intentaron detenerlo. Todos olieron la sangre del elfo. Ranma había matado al elfo. Cuando llegase y viese el estado de Akane, se vengaría y ellos serían sus víctimas. Alguno de ellos huyeron, se ocultarían un tiempo bajo su apariencia humana. Cuando supieran que ya no había peligro volverían a salir de cacería.
Ryu, a pesar de haber sido cazador durante siglos, ignoraba la facultad de los Gentix de volver a personas en mascotas. Ignoró la cercanía de Ranma. Empezó a atacar a las mascotas mató algunas de ellas.
Notó que perdía energía, que esos bichos se la quitaban.
-¡Sois vampiros!,!me drenáis mi fuerza!- fue entonces cuando descubrió su fallo – trabajáis para ella-señaló a Akane- le pasáis mi energía a vuestro monstruo. Pues yo acabaré con vosotros y la mataré. Aunque no pueda comérmela la mataré. Ya me la comeré en su próxima reencarnación. Nada más nacer me la comeré, no dejaré de ella ni los huesos.
Ryu estaba furioso esos animales le habían quitado a su menú. Pero antes mataría a ese monstruo.
Fue entonces cuando Ryu vio algo que lo horrorizó. Una de las mascotas se transformó en un gorila, se acercó a Akane y le arrancó la estaca de su cuerpo. El monstruo miró a su atacante, cogió la estaca y la usó de bastón para acercase a Ryu.
-!No te acerques monstruo! , ¡ te destruiré!, ¡ aunque tarde siglos lo haré!, ¡Es mi deber!, para eso vine al mundo. ¡Para destruir monstruos!, no es la primera vez que te mató, y no será la última. Seguiré vivo hasta que te mate para siempre, eres monstruo muerto.
Akane lo miró, sonrió, era una sonrisa dulce, si alguien con ese aspecto podía ser dulce, y sin esfuerzo atravesó a Ryu con la estaca y lo clavó en el suelo. Ryu estaba empalado, pero seguía vivo.
-¡Me curaré y te buscaré y te mataré. Sé vuestro secreto, lo necesario para que se complete vuestra transformación, no te gustarà. Te atacaré en ese momento. Es cuando más indefensos estáis.
Akane cogió la espada de Ryu y le cortó la cabeza.
-¡Sólo puede quedar uno!- la broma de Hiroshi no gustó a sus amigos. El joven sólo quería alejar el miedo que sentía, pero nadie lo entendi. Ahora esos monstruos acabarían con ellos cuatro. Daisuke notó que lloraba, su fin estaba cerca. Había oído que cuando alguien cae al vacío no muere por el imparto, lo mata el ataque de corazón, provocado por el terror al saberse muerto, ese chico deseó morir así antes que ese monstruo lo demorarse vivo.
Las dos chicas se abrazaron llorando, como los dos chicos sabían que morirían en minutos a manos de ese monstruo. No volverían a ver un amanecer, agradecieron que ni Akane ni Ranma estuviesen allí, al menos ellos se habían salvado.
Todos los seres de la noche miraron al futuro Gentix, ahora que quien la reclamó como menú ya no estaba se la podían comer. Aunque el compañero de ese ser estuviese cerca no podía hacer nada. Se abalizarían todos a la vez sobre Akane, cada uno la estirarla de un lado, la descuartizarían, y saldrían corriendo con el trozo de ese monstruo conseguido. Ranma no alcanzaría a todos. Todos huirían esperando en no ser ellos los perseguidos.
Y como pensaron, corrieron hacía Akane, sin acordarse de las mascotas de ese Gentix. Tanto deseaban comerse a ese proyecto de Gentix que no recordaban que las mascotas no se estarían quietas mientras atacaban a su dueña, que la defenderían a todas costas.
En ese sitio se desató una lucha cruel, las mascotas de Ranma y Akane se lanzaron sobre las criaturas de la noche. Unos buscaban comerse a la futura Gentix, a la vez que se peleaban entre ellos, y los otros defendían a su ama.
Más de una criatura de la noche cayó y fue devorada, lo mismo pasó con alguna de las mascotas.
Los cuatro jóvenes humanos vieron esa pelea con horror, no podían escapar, serían la cena de quien resultara vencedor.
Todos esos seres tenían prisa. El compañero de esa Gentix estaba cerca. Si cuando llegase no habían devorado a ese monstruo y desaparecido… todos estarían muertos. Ranma no podía coger a todos. Pronto amanecería y unos se convertirían en humanos. Otros volverían a ser de piedra, o desaparecerían como el humo, hasta que volviese a ser de noche que volverían a aparecer.
Un ser de la noche, una sombra inmaterial, que sólo aparecía de noche, se arrastró por el suelo hacía Akane. Nadie la veía, se escondía en las sombras de los demás y desde allí, los atacaba, tenía el poder de destruir las sombras de los demás. Cuando se destruye la sombra de alguien, se mata al dueño de dicha sombra.
Por el día se ocultaba en las sombras de las personas o de los edificio. Desde la sombra de una persona podía controlar a su dueño, y drenarle energía hasta matarlo.
Pero un Gentix incompleto tenía mucha energía, si se alimentaba de Akane, tendría energía para meses, o años. Podía conseguir tener un cuerpo. Miró a Yuka, ese cuerpo debía ser suyo. Se comería a Akane, se apoderaría de ese cuerpo, y lo utilizaría durante años, después aún le quedaría energía suficiente para apoderarse de otro cuerpo.
No recordaba cuando tuvo un cuerpo por última vez, los cuerpos humanos duran tan poco, enseguida pierden su juventud y belleza.
Esa sombra que en cuando era humana, antes que un dios olvidado la maldijera, tenía un nombre que también había olvidado. Se acercó hasta Akane, se preparó para introducirse en su sombra y matarla y alimentarse de ella. Nadie le impediría conseguir su presa, esta estaba muy débil, el cazador la había debilitado, sólo tenía que moverse unos metros más.
Y fue cuando la sombra fue atacada, alguien que sabía que la debilitada la atacó. Uno de los vampiros le clavó la estaca que usó el cazador para atravesar a Akane.
Aunque ese ser no tenía boca gritó, fue un grito mental que todos oyeron, incluso los cuatro humanos, fue un grito escalofriante que atemorizó a todos. Más de un ser huyó y esperó a que amaneciera en donde vivía, fuese una casa, un sótano o una cueva. Algunos de esos seres con el sol se volvieron humanos, e intentaron alejar de sus recuerdos ese grito, nadie lo consiguió. Esa sombra se desvaneció en la nada, y huyó herida de gravedad, tardaría años en recuperarse.
El vampiro que atacó a la sombra vio que tenía el camino libre para comerse a Akane, pero se detuvo y miró a Yuka, esa joven era la que deseó poseer la sombra. Olió el aura de la joven, esa joven tenía una sangre apetitosa, si se bebía esa sangre… esa chica sería su mujer, nunca había tenido mujer.
La chica lo miró con terror, otro monstruo que se fijaba en ella, y todos guardaban oscuras intenciones, desde devorarla a chuparle la sangre, miró a los dos chicos que la acompañaban, esos dos chicos también tenían oscuras intenciones con ella y su amiga. Ese día se debía haber quedado en casa, cuidando de su abuela, pero, ¡si su abuela daba más miedo que esos seres!.
-Hoy te chuparé la sangre- dijo el monstruo- te volverás una vampira, y juntos beberemos más sangre de la que existe, viviremos para siempre.
Yuka negó con la cabeza, iba contestar, si estaba condenada, no frenaría su lengua.
-Paso, antes dono toda mi sangre al banco de sangre, al menos servirá para varías personas, no para un egoísta que sólo la quiere para él.
-Ella es mía, es mi cena. Búscate otra cosa que comer-Akane miró al vampiro que le quiso dejar sin cena.
-Podíamos hablar, llegar a un acuerdo-el vampiro se pensó que estaba en condiciones de negociar.
Pero ese Gentix abrió mucho la boca, y de un bocado se comió la cabeza del vampiro y mordió. El cuerpo decapitado cayó al suelo. Akane gruñó, esa cabeza sabía mal, no era dulce como la de los humanos, pero se la tragó, sería un buen aperitivo antes e comerse a esos cuatro jóvenes.
Se giró al resto de criaturas de la noche. Las estaba desafiando, pero nadie se movió, es más retrocedían, miraban detrás de ella. Akane se giró y vio al ser al que todos temían, todos menos ella. Detrás de Akane había un Gentix, uno pleno de poder. Ese ser llevaba en la mano la cabeza del elfo. Todos pensaron lo mismo, por fin alguien se había deshecho de ese elfo, cobarde.
-¡Llegas tardes!- gruño Akane- ¡ya he empezado el festín. Son todos míos, me los comeré a todos!.
Ranma sonrió. Ese ser como todos los Gentix en proceso sólo pensaban en comer. En ese estado de la evolución, Akane era dominada por sus instintos más primitivos. Comer y aparearse, sólo se movía por sus deseos.
-¡No comerás! Debemos volver a casa! ¡ El amanecer está cerca!, estás herida y te debemos curar.
-¡No!, quiero!, ¡Tengo hambre, quiero comer!.
Ese monstruo no atendía a razones.
-Tu amigo el doctor nos espera.- Akane se quedó parada, incluso transformada se acordaba ligeramente de Tofu, adoraba ese médico, había creído estar enamorada de él, pero en cuanto vio a Ranma, lo olvido. Ranma, ese Gentix estaba destinado a ella. Pero ahora tenía hambre y sólo pensaba con el estomago- Tengo hambre, quiero comer.
-¡Pareces una niña pequeña pidiendo helado!.
-¡No soy una niña pequeña!, ¡Y quiero helado!, ¡ quiero comer!...- y entonces le afectó la perdida de sangre y se desmayó. Ranma la cogió en brazos y miró a las criaturas de la noche.
-No me sigáis. Sabéis de lo que soy capaz. No dejaré que ninguno me la intente quitar, más de uno que lo han intentado y ahora están muertos.
Cuando se iba a ir. l
-Por ahora has ganado, pero tu compañera… serás nuestra comida.
-¡Intentarlo y os convertiréis en mi cena. Pero antes os arrancaré la piel de vuestro cuerpo.
Hirishi se acerco a Ranma, al que no desconoció, pensó que ese ser era su salvador -Gracias por salvarnos.
-No me lo agradezcas. Seguís vivos por qué mi compañera se ha desmayado. Si no ya os hubiese comido. Estáis señalados como su comida, tarde o temprano os comerá. Disfrutar del tiempo que os queda de vida, que será breve, muy breve.- Ranma puso un tono sádico, el tono que quien se sabia superior. No tenía nada contra esos cuatro jóvenes, le caían bien, eran buenos amigos, pero habían sido elegidos por Akane como alimento, y él no impediría que se los comiese. – sólo sois comida, y tarde o temprano acabaréis en el estómago de mi compañera.
Los cuatro lo miraron asustados, vivirían sus últimos días con terror sin saber cuando lo atacarían. No sabían que debilidades tenían esos dos monstruos, sin saber como destruirlos estaban indefensos.
-No hagáis caso a lo que dicen vuestros cuentos sobre nosotros, las criaturas de la noche. Los vampiros no se desintegran con el sol, se vuelven humanos. Puede que alguien que conozcáis sea un vampiro u otro ser. Los tendréis a vuelto lado y no lo sabéis lo que son. Temer a vuestros amigos, vecinos, o … familia. Esos seres os podrán atacar en cualquier momento del día y llevaros a su guarida y esperar que se haga de noche. Y cuando se vuelvan de nuevo vampiro- Ranma transformado en Gentix se rió-¡Y os dejará sin sangre!.
-Sólo nos quieres asustar.
-No os quiero asustar- y gruñó con furia, como si fuese un animal rabioso-Deberíais estar asustados. No soy yo quien os quiere comer. Pensar quien os comerá antes, ¿mi compañera o uno de esos monstruos?- y se rió con maldad.
En ese instante se oyó el sonido de las sirenas de la policía, y todos los monstruos se dieron a la fuga, el día estaba cercano, y los que se volvían humanos debían huir, bajo esa aparecía eran débiles y mortales, y podían ser detenidos por la policía, o morir si recibían un simple balazo.
-¡Huyamos! – Hiroshi miró a su alrededor, eso había sido zona de guerra. Esos monstruos habían dejado ese sitio destruido. Con fuego, no habían cadáveres, o bien habían sido comidos o se habían desintegrado.
-Si nos coge la policía ellos nos protegerán de esos seres, no dejarán que nos ataquen esis monstruos- Yuka por primera vez en horas tenía confianza en salvase.
-Nadie os protegerá de nosotros, ni un refugio nuclear os librará de nuestro ataque, estáis condenados. -Ranma los miró con maldad- a parte nadie os creerá- se rió- disfrutar el tiempo que os queda. Y rezar para que los dioses sean clementes y que vuestra próxima vida no seáis comida por gente como yo o maten en una estúpida guerra, como ya os pasó en vuestras reencarnaciones anteriores.
Y Ranma se fue con Akane en sus brazos. Los cuatro chicos oyeron su risa malvada durante mucho tiempo. Los cuatro huyeron de ese lugar. Los dos chicos acompañaron a las dos chicas a casa de Yuka, ninguna de las dos quería dormir sola, y pidieron a sus amigos que se quedasen con ellas. Ellos decidieron quedarse con su amigas, no se lo pensaron dos veces cuando ellas se lo pidieron, estaban aterrados.
No durmieron, en cada rincón veían monstruos, no pudieron sacarse de la cabeza la risa diabólica de ese monstruo, el monstro que realmente era Ranma al que no reconocieron.
.
Ranma llegó al consultorio de Tofu que lo estaba esperando.
-¿Qué ha pasado? Esta noche han salido muchos seres. Me he tenido que traer a Kasumi al consultorio. He temido que la atacasen.
-Han ido detrás de Akane. Está muy grave. Ha perdido mucha sangre. Debemos darle más presas.
-Debemos traérselas aquí y hacer que se las coma-Ranma ordenó a sus mascotas y a las de Akane que fueran en busca y captura de cualquier presa, como era casi de día que fueran animales pequeños.
Las mascotas salieron a cumplir su misión.
-Pequeños animales no valdrán. Deben capturar uno grande. Un perro de raza enorme… o un humano.
Ranma asintió.
-Ya lo he tenido en cuenta. Cada mañana pasa por aquí cerca un humano. Un depredador, va en busca de mujeres, las seduce y quieran ellas o no se acuesta con ellas, las viola. Las amenaza para que callen y a la noche siguiente va en busca de su siguiente presa. Es una criatura de la noche como nosotros, pero siendo humano.
-Lo debes odiar.
-Mucho, el consejo se ha pensado varías veces en transformar a esa familia en uno de los nuestros.
Tofu lo miró, hablaban mientras cerraban las heridas de Akane.
-¿Hablas de Tatewaki Kuno el actor?
Ranma asintió.
-Además es compañero mío y de Akane en el Furinkan, va un curso por encima nuestro. Ha intentado varias veces ligar con Akane, le he tenido que parar los pies varias veces. Dice que te todas las mujeres lo aman-los dos se rieron- es peligroso.
-Vuestras mascotas lo traerán y servirá de alimento para Akane.
-Si, Akane se lo comerá y con él ya se habrá comido a los dos hermanos. Espero que el padre de los dos se vuelva aún más loco de lo que está y lo metan en el manicomio.
-Y tú irás a irás por él. Desciende del verdugo que mató a tus padres.
-Haré que se mate. Todo quedará como un suicidio- puso tono de falsa pena- pobre se suicidará después de haber perdido a sus hijos… y haber asesinado a su mujer.
-Pobre mujer, había sido asignada a Gonsokugi como compañera. El consejo quería que dejará de ser tan raro. Debía haberla transformado antes de que ella fuese obligada a casarse con Kuno.
-No pudo hacer nada. La casaron cuando tenía catorce años- tuvo un escalofrió. No estaba de acuerdo que esa costumbre siguiese existiendo.- hace siglos vale, los humano vivían poco, pero en esta época, esa costumbre es aberrante.
Fueron llegando las mascotas con presas, con ellas iban alimentando a Akane, que aunque inconsciente se la comía.
De repente entraron tres de las mascotas, llevaban la presa que Ranma les ordenó que capturaron. Esa presa estaba inconsciente.
Kuno despertó y vio a los dos Gentix.
-Vaya me han capturado dos Gentix, ahora me transformarán y seré inmortal, las mujeres me amaran por los siglos.
No era extraño que los Kuno supieran de la existencia de los Gentix, esa familia había sido responsable de la muerte de varios de su raza.
-Te equivocas, no te convertiremos en uno de los nuestros, te acabas de convertir en comida, serás la comida de mi compañera.
-No me puedes comer, soy el mejor actor del mundo. Me quieren todas las mujeres, los hombres me odian por qué envidian mi belleza.
-Si puedo comerte, como ya me comí a tu hermana- Kuno abrió mucho los ojos, había reconocido esa voz, no podía ser.- tu hermana tenía mal gusto, tú sabrás igual de mal, pero servirás como alimento, por que como actor no sirves.
-¡Akane Tendo!, No puedes ser tú- se giró a Ranma, que seguía siendo un Gentix, y lo miró con terror-¡Tú…!, ¡Maldito hechicero!, ¡Eres Ranma Saotome!, ¡Tú la has vuelto un monstruo!
-¡Ella fue mi compañera!, yo la elegí hace siglos como mi compañera. Se ha ido reencarnado porque ella debe ser mía, y yo de ella, lo dictó el destino. Si los dos hubiéramos sido humanos, también estamos destinados a estar juntos. Siempre me la han quitado, entre ellos varias reencarnaciones tuyas. Esta vez nadie impedirá que se cumpla al fin lo que escribió el destino, ni tú ni nadie. Entre ella y yo hemos acabado con los que podían haber impedido nuestra unión. Hoy serás su alimento, hoy alimentarás a Akane.
-Yo la salvaré, te mataré a ti- Kuno se preparó para atacar a Ranma- yo te…
Ese humano fue cogido por detrás, se giró y vio a Akane que lo miraba.
-Nadie te ha dicho que la comida debe quedarse quiera, y no moverse- Akane abrió la boca y lo mordió en el cuello.
La sangre salpicó el lugar. Akane fue probando bocado en varios sitios mientras su comida gritaba y movía. Ese monstruo fue especialmente cruel en no matar a su presa mientras se la comía. Cuando se cansó de los gritos de Kuno le rompió el cuello, lo último que se comió fue el alma de ese energúmeno.
-Un alma sucia y asquerosa- comentó Akane- la peor que he probado, como la de su hermana.-Miró a Ranma- notó que empiezo a transformarse en humana. Olvidaré toda, no recodaré lo que ge hecho esta noche, lo veré como si fuese una pesadilla. Pero antes de volver a ser humana debo decirte que te amo, en todas mis reencarnaciones te he amado y como hunana también te amo.
Y cayó desmayada. Ranma la cogió en brazos y se la llevó al dojo. Entró en la habitación de la joven, y la acostó. Akane ya se había vuelto humana.
-Yo también te he amado siempre- y Ranma convertido en humano la besó en la frente y se fue a su habitación.
.
Continuará…
Notas del autor:
.
Este capítulo ha sido demasiado oscuro, he sacado mi parte más sádica. Si es molestado alguien pido perdón. No creo en la nueva tendencia de que los vampiros son guapos e incluso buenas personas. Tampoco creo que son seres deformes como el de la película 'Noferatu' del 1931. Para esta historia las criaturas de la noche son personas normales, que por la noche se transforma en monstruos. Como pasa en realidad, jóvenes, y no tan jóvenes, cuando llega la noche salen a divertirse y se transforma.
Una aclaración, hay una falta de ortografía, Ranma dice "pajáros" . Es una falta intencionada, el por que, sólo quería que Ranma se mostrarse burlón.
No creo que acabe esta historia para Halloween, hace casi un año que la comencé y debe quedar… capítulos.
