Autor Original: SnowingStarDust

ID: 2590707

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Géneros: Amistad, romance, fluff, drama

Rating: T

Edades: Tsuna de 14 años, Hibari de 16 años (Reborn finalmente aparece)

Tsuna de 14 años

Estaba sorprendentemente tranquilo. Sorprendentemente distante como le había dicho Reborn. En realidad, no le había creído al bebé hasta ahora y no era de extrañar. Hasta ahora solo había visto a Hibari peleando y mordiendo hasta la muerte como un salvaje, para mantener la paz de Namimori. Se había unido a algunas de sus peleas pero nunca peleó junto a ellos, siempre había hecho todos solo y se enfadaba si alguien se atrevía a interrumpir su pelea. Y para luchar solo, incluso había golpeado a sus propios compañeros. No, lo siento, no tiene compañeros. Pero aun así estaba de su lado, así que era muy inhumano hacer eso.

Y eso era algo que Tsuna no aprobaba. Pero realmente no podía decir nada al respecto, ¿verdad?

Así que ahora que pasó algún tiempo a solas con su guardián de la Nube, vio algo en el hombre que no había notado antes. Hibari Kyoya no era tan cruel y salvaje como había pensado. Hibari Kyoya era en realidad… humano. Nunca mordía a nadie hasta la muerte sin una buena razón, nunca buscaba pelea por sí mismo, simplemente la interrumpía para hacerla cesar. Por supuesto, todavía era diferente a otras personas ya que buscaba más poder. Quería pelear.

Pero aun así era tan… estable.

"Si vas a mirarme por más tiempo, tendré que morderte hasta la muerte, herbívoro"

Tsuna bajó su mirada rápidamente de vuelva a los papeles que estaba arreglando. Era su primer día en la sala de recepción del comité como asistente. En realidad, no se había ofrecido a hacer el trabajo él mismo, viéndose obligado a hacerlo. ¡Maldito sea Reborn! Tsuna maldijo al sádico bebé en su cabeza. Después de todo, todo era su culpa. Si no hubiera causado conmoción en los terrenos de la escuela con alguna familia de la mafia aleatoria que había venido a buscar a Tsuna desde Italia para asesinarlo, Hibari no se hubiera enfadado tanto. Dicho hombre los había mordido a todos hasta la muerte (excepto a Reborn) y prometió pasar por alto la situación si uno de ellos trabajaba para el club disciplinario como castigo. Y como jefe (a pesar de que Tsuna no quería admitir que lo era) le había ofrecido su ayuda. Gokudera se volvió loco después de esto e intentó reventar a la alondra pero Tsuna lo detuvo mientras calmaba al hombre.

No sabía cuánto tiempo iba a hacer este trabajo. Tsuna suspiró. Ya quería irse a casa. La jornada escolar terminó hace al menos una hora. Joder, incluso la clase de matemáticas sonaba más tentadora que sentarse en la misma habitación con el hombre más peligroso de Namimori. ¡Quizás incluso en todo Japón!

Tsuna continuó ordenando los papeles (no sabía qué eran, pero debían ser algunos papeles oficiales) cuando sintió una mirada fija en él. Se estremeció e intentó no alzar la mirada. Era Hibari. Podía percatarse por el aura de peligro que la mirada estaba emitiendo hacia él. Oh, Dios, ¿hizo algo mal? ¿Iba a morderlo hasta la muerte ahora? Tsuna intentó calmarse pero pensamientos aún más aterradores llenaron su cabeza.

La mirada se quedó en él durante un tiempo hasta que, de repente, Hibari finalmente habló "Herbívoro. Eres demasiado lento"

"¡Hii! ¡L-Lo siento mucho, Hibari-san!" chilló Tsuna de manera no tan varonil. Intentó acelerar su trabajo, pero siendo Dame-Tsuna y tal vez la persona viva más torpe del mundo, se las arregló para dejar caer la mitad de los papeles al suelo, cortarse con el papel y casi caerse cuando sintió que la mirada de Hibari se volvía incluso la más asesina.

"¡L-Lo siento!" hizo una mueca de nuevo e intentó cubrirse con los brazos cuando el hombre mayor se levantó abruptamente de su silla.

"Patético herbívoro, deja los papeles en paz" gruñó Hibari desde su garganta. Tsuna quería desaparecer. Iba a morir mordido.

"Y-Yo…" intentó decir Tsuna solo para ser interrumpido.

"Cállate" ordenó Hibari y caminó hacia él con un profundo suspiro. Tsuna hizo una mueca e intentó esconderse detrás de sus brazos. No podía ver la expresión de enfado de Hibari. No quería ver lo decepcionado y enfadado que estaba. Lo asesinos que eran ahora sus ojos gris acero. Su corazón latía con fuerza contra su pecho cuando sintió la presencia del otro cerca de él.

Pero no hubo golpes, impactos, mordiscos, o lo que fuera que se le ocurriera a Hibari. Tsuna intentó relajarse un poco ya que la mirada asesina también había desaparecido. ¿El otro hombre se había olvidado de él? ¿Se había detenido a recoger su arma para castigarlo? No, Hibari era tan rápido como un rayo. No necesitó tiempo para recoger su tonfa. Entonces, ¿qué narices?

Tsuna abrió los ojos con cautela, que se abrieron de par en par un segundo después al ver lo que estaba haciendo el muchacho. Hibari estaba de rodillas recogiendo los papeles del suelo. Los estaba colocando con calma en la mesa de café en la que Tsuna había estado trabajando hace un momento, y después de que terminase con la limpieza, se giró hacia Tsuna y lo miró a los ojos.

"¿Cómo has sobrevivido hasta ahora, animalito?" preguntó Hibari con seriedad, pero Tsuna podía apostar a que vio algo de diversión en sus ojos generalmente sin emociones.

¿Animalito?

Sin esperar una respuesta, Hibari se puso de pie y continuó "Ve a hacer un poco de té. Mientras en ello, puedes buscar algunos vendajes. Deberían estar en el mismo armario del té" y luego regresó a su trabajo.

Tsuna miró con la boca abierta durante unos segundos cuando una vez más la voz enfadad espetó "¡Date prisa, herbívoro!" y corrió tan rápido como se atrevió hacia la pequeña cocina en un rincón con horno y otros utensilios de cocina. Mientras preparaba té y se curaba la pequeña herida, no pudo evitar sonreír cálidamente. No se atrevió a mostrar esa expresión frente a Hibari ya que sabía que el otro hombre se enfadaría con él por mostrar demasiados sentimientos, pero como está solo, tenía algo de tiempo para rememorar la escena que acababa de suceder. No sabía lo que le había sucedido a Hibari o si era este su comportamiento habitual, que no mostraba tan a menudo a los demás, pero estaba seguro de que estaba feliz de haber podido aprender al menos un poco más de su distante Nube. Era una especie de calidez que Tsuna no sabía sentido antes. Tal vez era porque Hibari era alguien difícil a quien acercarse o tal vez fuese algo más. Tsuna no lo sabía. Pero sabía que seguramente le gustaba este tipo de Hibari. No tan amable con las palabras, pero muestra cierta preocupación por los demás.

Y Tsuna finalmente entendió lo que Reborn había querido decir con sus palabras distantes y tranquilas. Y entendió por qué los subordinados de Hibari le eran tan leales. Pero también entendió que había más cosas en este hombre que aún no conocía, así que decidió esforzarse más para conocerlo mejor. Después de todo, no era tan malo.