Autor Original: SnowingStarDust

ID: 2590707

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Día 12

Caos. Esa era la palabra del agrado de Reborn.

Un hombre alto, delgado y de aspecto peligroso, también conocido como Reborn en su forma adulta, se apoyó contra la pared y observó la escena frente a sí. Sí, era un caos y todo gracias a él. Se sentía bastante orgulloso de sí mismo.

Cuando había escuchado un par de días antes por Tsuna de su plan, se había emocionado y, por supuesto, quería esforzarse también. Dame-Tsuna debería estar agradecido en lugar de agitarse con pánico, como lo estaba en ese momento. Sin embargo, hizo que todo fuera mucho más divertido. Después de todo, no lo llamaban sádico por nada.

Todavía recordaba la cara de su estúpido estudiante cuando les abrió la puerta. Claramente había olvidado las palabras de Reborn, pero eso no era culpa suya, no del asesino a sueldo. Incluso había sido lo suficientemente amable como para advertirle sobre su visita. El horror en los ojos marrones le hizo sonreír. Pero eso no era todo, el aura mortal de Hibari había mejorado aún más las cosas.

El hombre con un fino traje alzó una sola ceja mientras veía a la décima generación de la Familia Vongola correr por el pequeño apartamento decorando esto y aquello. El arreglo no tenía sentido, era tan disfuncional como la propia familia.

Son embargo, el plan en sí era mucho más inteligente que simplemente reunir a un grupo de jóvenes adultos para hacer las preparaciones navideñas juntos. No, eso solo molestaría a la alondra (y lo hizo, considerando la vena en la sien de Hibari que podría estallar en cualquier momento). La magia de esto era…

"¿Qué estás haciendo?" Reborn volvió sus brillantes ojos hacia el jadeante y muy enfadado castaño. El chico parecía dispuesto a sonsacarle la respuesta a Reborn si era necesario y eso decía mucho sobre su nivel de ira.

Reborn resopló "Si no captas mi brillante plan, Dame-Tsuna, entonces eres más estúpido de lo que pensé"

"¿Plan? ¿Cómo es esto-" Tsuna decidió cortar a la mitad de la frase y resoplar. Se apoyó contra la pared junto al asesino a sueldo "¿Así que esto es un plan? ¿Un plan para ganar qué, exactamente?"

Reborn rodó los ojos, como si estuviera aburrido. Por dentro, se estaba divirtiendo más que en mucho tiempo "Para que a tu amado le guste la Navidad, por supuesto. ¿No dijiste tú mismo que querías pasar una Navidad llena de amor con tu cariñito?"

Tsuna hizo una mueca ante el apodo. Reborn sabía que ni el Cielo ni la Nube usaban esas palabras, casi nunca. Solo en ocasiones especiales. Eran ese tipo de chicos. Reborn rodó los ojos de nuevo. Era básico en una relación romántica el llamar al ser querido con apodos adorables. A veces, su alumno era tan despistado. Pero lo que sea que les hubiese funcionado…

"¡Sí! ¡Eso es exactamente lo que quiero decir!" exclamó el castaño, ahora separándose de la pared para parecer más serio. No es que Reborn pudiera tomarlo en serio. El mayor sonrió y eso enfureció más a Tsuna" Solo mira, ¿cómo podría este… este caos ayudar en algo?"

"Ah, caos" dijo Reborn con suavidad, como si estuviera hablando de una amante. Cómo amaba esa palabra. Hubo una explosión en la cocina y luego un grito enfadado de Gokudera. La alarma de incendios comenzó a sonar cuando Lambo e I-Pin salieron corriendo para evitar el ruido. Y en mitad de todo esto, Hibari y Mukuro se miraban fijamente, sosteniendo adornos navideños en sus manos.

Reborn se encontró con los ojos ahora anaranjados de Tsuna "Bueno, si miras un poco a tu alrededor, lo verás" respondió simplemente y señaló en la dirección de la Niebla y la Nube. Tsuna siguió a los dos rivales con preocupación. Entonces, sucedió algo inusual que hizo que Tsuna se sobresaltara por la sorpresa.

"Kufufu, el pequeño pajarito ni siquiera puede arreglárselas con un poco de decoración" bromeó Mukuro y fue a colocar algunas luces en la ventana. Sucedió tan rápido que si Tsuna o Reborn no hubieran sido entrenados para esto, no hubieran visto al hombre moverse "Apuesto a que ni siquiera puedes colocarlos bien en cualquier parte. Apuesto a que Tsunayoshi-kun eventualmente se cansará de ti por ser tan aburrido…"

"Cállate, herbívoro" gruñó Hibari "Voy a enseñarte quién es aburrido"

Y luego hubo una batalla de decoración. Tsuna siguió todo esto con los ojos muy abiertos, sin saber qué decir. Reborn solo sonrió inocentemente y supo que su misión estaba completa.

Había conseguido que Hibari decorara la casa (que estaría en ruinas en cualquier momento, gracias a todos los Guardianes) y Tsuna estaba un paso más cerca de conseguir que Hibari aceptara el hecho de que era diciembre. Además, se divirtió mientras veía al castaño entrar en pánico y una batalla infantil entre los dos guardianes mayores.

La mejor parte fue, sin embargo, que después de todo esto, Hibari no quitó la decoración gracias a las palabras de la Niebla y Tsuna tuvo que admitir que Reborn era un genio. Fue un buen día para el italiano.