—¡Por favor, Sakura! ¡No tenemos donde caernos muertos! ¡Te necesitamos!

En cuanto se había enterado donde vivían, Naruto había ido corriendo a pedirle el favor de dejarlos quedar con ellas. Era una casa grande, casi lujosa, perteneciente a la familia Hyuga y con suficiente espacio para alojar a dos familias completas, pero no era su decisión y las circunstancias tampoco lo permitían. Suspiró. Le estaba comenzando a doler la cabeza, el rubio llevaba media hora con lo mismo.

—Ya te dije mil veces que no, Naruto. Ni siquiera es decisión mía, no puedo.

—¡Estoy seguro de que Hinata entenderá! —insistió, desesperado.

—No, ella no puede lidiar con ustedes viviendo aquí. Y no me molestes más con el tema.

Naruto puso cara de frustración, separando los labios, listo para protestar de nuevo.

—Tal vez podría —dijo una voz a lo lejos.

Las cabezas de ambos se volvieron para ver a Ino, quién llegaba caminando por la acera. No había podido evitar intervenir al escuchar la conversación. Estaba ahí para visitar a Hinata cómo cada domingo, pero se llevó una gran sorpresa al ver a Naruto discutiendo con Sakura en la entrada. La voz chillona del rubio se escuchaba hasta la otra cuadra, así que Ino tuvo un poco de contexto sobre lo que estaban hablando mientras se acercaba. Miró fijamente a Sakura.

—¿Recuerdas el viaje que hicimos a Iwagakure?

La cara de Sakura se contrajo como si evocara un mal recuerdo, pero asintió.

—Lo que pasó con Hinata y mi primo Deidara...

Los ojos de Sakura se abrieron como si comprendiera algo de repente. Naruto se sintió intrigado.

—¿Quién? —dijo, pero fue ignorado.

—Podría funcionar. —Sakura miró a Ino con algo de duda—. ¿Crees que sea una buena idea?

Ella asintió. Ambas intercambiaron una mirada como si se entendieran sin palabras.

Naruto se sintió excluido. Las miró visiblemente confundido y algo exasperado por no saber que estaba pasando.

—¡Ya díganme!

—Hinata no se siente intimidada por los hombres gay —explicó Ino.

Naruto hizo una mueca de confusión.

—¿Y qué?

—Mi primo Deidara es homosexual y Hinata aceptó convivir con él sin ningún problema cuando nos quedamos en su casa hace unas semanas —dijo ante la expresión confundida del chico—. Hinata odia cualquier trato con los hombres, pero se mostró muy cómoda con Dei durante todo el viaje.

Sakura asintió

—Podría funcionar —dijo nuevamente.

—¿Funcionar qué? —Naruto frunció el ceño—. No entiendo.

Sakura puso los ojos en blanco.

—Serás idiota, Naruto, te lo acabamos de explicar.

Naruto bufó, irritado por el secretismo de las chicas.

—¡Solo ustedes parecen entenderse!

—¿Es que hay que explicarte todo con manzanas? —resopló Ino, sin creer lo denso que era Naruto—. Hinata solo se siente cómoda conviviendo con hombres homosexuales y femeninos —puntualizó, mirando a Naruto con fastidio. El rubio abrió los ojos, pareciendo comenzar a entender—. Si ustedes quieren vivir aquí y que les permita estar de ella van tienen que pretender serlo.

—Hinata nunca se creería que soy gay —respondió Naruto, ofendido. Su orgullo masculino protestó ante la idea de que su tímida amiga creyera eso de él. No supo muy bien por qué.

—Puede que sí, si tratamos las cosas con cuidado —dijo Sakura.

—Naruto y Sasuke ya dan de por sí muchas vibras homoeróticas —añadió Ino, pensando en las extrañas situaciones que siempre parecían envolver a esos dos. Como aquel beso que se habían dado frente a todos por accidente en el último grado de primaria.

—¡Un momento! —exclamó Naruto ofendido—. ¡No me pongas en el mismo saco que el rarito del teme! A mí me gustan las mujeres. Nunca estaría con otro hombre. ¡Menos si es el bastardo de Sasuke!

—¿Quieres vivir ahí o no? —dijo Ino, frunciendo el ceño.

Naruto pareció dudar.

—Sí... pero no me parece la idea de estar con otro hombre. Yo no soy de esos.

—No tienes que serlo, idiota, solo vas a fingir ser femenino.

Naruto frunció la boca, como si la sola idea le desagradara. Iba a volver a protestar cuando intervino Sakura.

—Eso no va a funcionar. ¿Has visto cómo vive Naruto? —cuestionó mirando a la rubia—. Vi su dormitorio una vez en la preparatoria. —Hizo cara de asco al recordar—. Era un basurero... había cucarachas, restos de comida en el suelo y ropa interior sucia. Fue totalmente asqueroso.

Naruto se sonrojó, avergonzado al ser expuesto de esa manera.

—Y tampoco cuida mucho su higiene personal... —reflexionó Ino, entendiendo de inmediato a lo que se refería Sakura—. Naruto es un mamarracho.

—¡Oye! —protestó molesto.

—Un bruto y para nada delicado —asintió Sakura, ignorándolo—. Sería imposible hacerlo pasar por alguien afeminado.

Naruto cada vez se sentía más molesto de que las chicas hablaran de él como si no estuviera presente.

—Tienes razón, sería imposible que Hinata se lo creyera —afirmó—. Aunque... no tiene por qué cumplir con un estereotipo. —Se interrumpió—. Y si ambos hacen bien su papel podría resultar.

La cara de Sakura se llenó de confusión. Ino supo que debía explicarse.

—Sasuke podría fingir ser su pareja y así sería todo mucho más creíble —dijo—. Hinata no tendría por qué ponerlo en duda.

La cara de Naruto se puso azul.

—¡Ni muerto! ¡Jamás haría eso con el teme! ¡Qué asco!

Sakura también pareció renuente ante la idea. Si lo pensaba bien el plan de Ino podía funcionar, pero imaginar a su amor platónico haciendo eso la hizo sentir incómoda.

—Bueno... —dijo, dudosa—. Sasuke-kun y Naruto siempre han sido demasiado... ¿unidos? A los ojos de los demás no sería tan raro que terminaran siendo pareja —admitió muy a su pesar.

—¡¿Cómo puedes decir eso, Sakura-chan?! —exclamó Naruto, incrédulo y ofendido—. ¡Soy 100% heterosexual!

—Si se detienen a pensarlo —dijo Ino en voz alta para captar la atención de ambos, interrumpiendo la discusión que seguramente se venía—. Sasuke podría ser mucho más convincente que Naruto en ese aspecto. Jamás lo hemos visto interesado en ninguna chica hasta ahora. Incluso Hinata hizo un comentario en la secundaria dudando si le gustaban realmente las mujeres por cómo siempre las trataba. —Su gesto se volvió astuto—. Podríamos usar eso a nuestro favor.

Sakura hizo una mueca extraña. Recordaba el humor insoportable que había tenido Sasuke por semanas cuando lo supo.

—Hinata vio por años cómo no se separaban nunca —continuó la rubia—. Y ni él ni Naruto tuvieron ninguna novia. Todo encaja.

Naruto se sonrojó un poco, avergonzado, y sintió la necesidad de defenderse.

—No es verdad. Le he gustado a varias chicas.

—¿Y has salido con alguna?

Naruto desvió la mirada, rascándose la mejilla, incómodo.

—No... —se sentía cada vez más patético—. ¡Pero sí he besado a más de una! —refutó, con el orgullo herido.

Ambas chicas lo miraron fijamente. Naruto frunció el ceño.

—¿Qué? —gruñó a la defensiva.

—Quizá si seas gay después de todo... —dijo Ino con una sonrisa divertida.

—¡Cierra la boca, Ino! ¡No digas estupideces!

Ambas chicas se rieron en voz alta. Se estaban divirtiendo a su costa.

—Esto es el colmo —gruñó apretando los dientes—. ¿Quieren ponerse serias de una vez y ayudarme con esto? ¡Es en serio! ¡Necesitamos dónde vivir!

—Pues no veo otra manera de cómo hacer que ustedes se queden aquí. Lo siento.

Naruto pareció abatido.

—Busquen otro lugar —sugirió Sakura—. ¿Qué tan caro puede ser? Elijan algo modesto.

—Estamos quebrados —dijo con pesadez—. Después de lo que pasó en AMBU nos quedamos sin nada. Aún estamos pagando los daños y casi todo nuestro sueldo se nos va ahí.

Sakura bufó, cruzándose de brazos, ceñuda.

—Eso les pasa por no saber buscar problemas con más cuidado. A ver si aprenden, par de idiotas.

—Sakura chan... —dijo Naruto con tono lastimero.

Ino suspiró con pesadez. A veces renegaba de su propia manía de querer ayudar a todo el mundo, metiendo sus narices donde no la llamaban, pero ver la situación de Naruto le dio pena y sintió la necesidad de convencerlo para dejarse ayudar.

—Le estamos dando demasiadas vueltas a esto. Si les urge tanto un lugar donde vivir, esta es la única solución que tienen —declaró—. Hinata es muy inocente y también muy tímida. Es fácil de engañar y no van a necesitar hacer la gran cosa —aclaró al ver la expresión de duda en él—. Si acaso harán lo que ya hacen siempre, que es andar juntos, tal vez tomarse de la mano de vez en cuando, alguno que otro gesto "cariñoso" ... un beso quizá.

Naruto hizo un gesto de repulsión ante las palabras de Ino. Sakura lo imitó.

—Ni hablar —negó rotundamente—. Primero muerto.

—Solo sería en un caso extremo. —Lo tranquilizó Ino rápidamente—. Con lo pudorosa que es Hinata dudo que ella pida algo como eso —desestimó, haciendo un movimiento con su mano.

Solo entonces Naruto pareció considerarlo seriamente. Por su cuerpo pasó un desagradable escalofrío al imaginarse yendo de la mano de Sasuke, pero agitó la cabeza para alejar esa imagen mental y se golpeó la frente. No soportaba pasar otro día más oliendo a perro mojado, y no sabía que era peor, eso o la idea de fingir estar con Sasuke.

—Está bien... —accedió finalmente casi a regañadientes. Lucía malhumorado—. Pero igual dudo que el teme acepte.

—Bueno, puedes plantearle bien la situación. Hazle ver que los beneficios son mayores que los contras. Realmente es un buen trato. No pagaran renta, luz, ni nada más que sus cosas personales y comidas.

—Ni siquiera eso —intervino Sakura—. El padre de Hinata manda sirvientes por la despensa cada semana.

Naruto se sorprendió, siempre se le olvidaba que Hinata venía de una familia asquerosamente rica.

—Qué mejor —aplaudió Ino—. Prácticamente no tendrían que preocuparse por nada.

—Si lo pones así... —Naruto se frotó el cuello, resignándose ante lo que se venía—. Hablaré con el teme.

—Hazlo y nos lo haces saber para hablar con Hinata también.

Naruto asintió pasando saliva. Estaba seguro de que esa charla no iría muy bien.


.

.

.

N/A

Venía con esta idea rondando mi cabeza desde hace un par de semanas. Se me ocurrió luego de leer un fanfic con una temática similar hace poco. Hubieron cosas que no me gustaron en el otro y dije, bueno, podría hacer algo similar, un poco más a mi gusto y aquí está. Tengo los primeros tres recién hechos y calientitos. Pensaba hacer algo sencillo y cómico, pero las tramas rosas no son lo mío y mientras trazaba el borrador de la historia se fue haciendo más compleja. De igual manera trataré de mantener un ambiente agradable y coqueto haciendo uso de las parejas secundarias, porque cabe la casualidad que voy a adentrarme en un territorio desconocido para mí por primera vez: el SasuSaku.

No soy fan de la pareja, ni de Sakura, pero tengo que salir de mi zona de confort algún día.

Quiero darle un tono cómico y erótico a la historia, así que trataré de no ahondar demasiado en el conflicto que se asoma por ahí en este primer capítulo. Te pongo una estrellita en la frente si adivinas cuál es.

Pareja principal: NaruHina.

Parejas secundarias: SasuSaku, InoSai, ShikaTema, SasoDei, NaruSaku, ToneHina, SasuHina, SasuNaru.

Así por el momento. Quizá haya cambios a futuro en las parejas secundarias.

Me voy a ir lentito con el desarrollo de la pareja principal, pero le voy a meter duro al erotismo con las parejas secundarias.

Especialmente con el SasuSaku.

EN MI VIDA VOY A ESCRIBIR ALGO DEL NARUSAKU.

Pero advierto que habrá leves insinuaciones, porque, bueno, el imbécil de Naruto está canónicamente enamorado de ella y a mí me gusta apegarme lo mayor posible al canon. Y justo me voy a apegar tanto al canon que Sakura lo mandará a volar cada vez.

Perdón por la nota de autor inmensa.
Nos leeremos pronto.