Escape.

A un mes de la desaparición de Harry solo habían recibido una carta, le había llegado a Hermione y en ella Harry explicaba que estaba bien, que estaba investigando el pasado de Voldemort y el de su propia familia. También pidió que dejaran de buscarlo porque no lo encontrarían, ni siquiera estaba en el país, que podían agradecérselo a Dumbledore y su idea de dejarlo con los Dursley, de quienes cualquiera querría huir como alma que lleva al diablo.

Aunque Dumbledore y Fudge trataron de ocultarlo, la noticia de que Harry había huido y estaba en paradero desconocido, era demasiado grande para mantenerlo oculto y no tardó mucho en esparcirse como la pólvora, y toda la culpa cayó sobre los organizadores del torneo. La publicación de Skeater sobre la explosión de Harry al final de la primera prueba no ayudo.

Ahí plasmado estaba el discurso a gritos de Harry, incluso había fotos de él gritando a todo pulmón, los estandartes en llamas, dándole un puñetazo a Ron y luego saliendo del estadio furioso.


A miles de kilómetros Harry se relajaba en su departamento mientras esperaba por el repartidor de pizza. Había tenido un día lleno de actividades y estaba demasiado cansado para ir a ninguna parte.

Hacía un mes que había salido de Hogwarts y aunque extrañaba el castillo, no tenía prisa por volver.

En su reunión con Carlisle le había pedido que le diera una lista de sus propiedades fuera del país, pero no quería que lo reconocieran, así que debía ser en el mundo muggle. Ahora estaba en la isla de Creta en Grecia, en un lindo departamento que había conseguido bajo el apellido Evans, tenía vistas increíbles de la ciudad, con sus playas cristalinas y calles llenas de luz, el cielo totalmente despejado a pesar de ser invierno, un poco frio, pero hermoso.

Era la primera vez que Harry salía del país, y su primera vez en un avión, estuvo un poco nervioso porque no era lo mismo que una escoba que el mismo controlaba, pero logro relajarse. Al no querer llamar la atención decidió que lo mejor sería usar transportes muggles. Un par de años antes se había enterado que sus padres lo habían registrado en el mundo muggle como Henry Evans como una previsión, y todos sus documentos muggles llevaban ese nombre, así que Carlisle los actualizo y pudo salir del país sin problema, también ayudo el hecho de que legalmente, ya era mayor de edad.

Flash back.

¿Mayor de edad?

Mira, organizar el torneo no fue fácil, mucha personas estuvieron totalmente en contra. Hay una muy buena razón por la que fue cancelado. Pero se insistió.

¿Porque tengo una idea de quien fue el primero en insistir?

Piensas bien, Dumbledore convenció a Fudge, cuyo ego lo llevo a decidir realizar el torneo. – corroboro Carlisle - Ahora, que Fudge sea el ministro de magia y Dumbledore jefe del Wisengamot, no significa que pueden hacer lo que les venga en gana. Todo debe pasar por el propio Wisengamot, de los tres países, el consejo escolar de las tres escuelas, y al ser algo que involucra tres países...

Viene el congreso mágico internacional. – termino Harry.

Exacto, ahora, ¿Dumbledore menciono algo de la mayoría de edad?

Fue Crouch, pero obviamente eso no importo al final.

No eran solo palabras, es la ley. – dijo Carlisle y Harry alzo las cejas, – Una condición no negociable para permitir la realización del torneo, es que debía establecerse que solo podían participar estudiantes mayores de edad.

¿Entonces porque me obligaron a participar? – dijo Harry - ¿Tienes una idea de lo que me han hecho durante el último mes?

Fuiste obligado, porque que el Cáliz de Fuego obedece la magia, no la ley. – Explico Carlisle - Es por eso que, si te metes y eres seleccionado, no puedes retirarte, si lo haces, lo mínimo que te puede pasar es que pierdas tu magia y tengas que vivir como squib. Al cáliz no le importa si tienes catorce años o catorce meses, lo cual… por suerte nunca ha pasado.

Harry negó con la cabeza - ¿Cuál es el punto?

El punto, es que ahora, al haber sido obligado a participar en un torneo donde se estableció por ley, que debes ser un adulto para participar, pasaste a ser legalmente un adulto.

¿Ósea que puedo ir y maldecir a los Dursley hasta que supliquen piedad?

Básicamente, pero no te lo recomiendo, eso de hecho es ilegal. – dijo Carlisle, aunque su tono dejaba claro que no le importaba. – Pero ya no tienes que volver con ellos.

Mira, la primera buena noticia en semanas.

Solo tenemos que hacer algo de papeleo y para el final del día, serás libre del detector y podrás ir a donde quieras. – dijo Carlisle – Aunque por ley, y eso es en todo el mundo, debes terminar tus estudios.

Bien, dime donde firmo. – dijo Harry emocionado. – El precio que sea está bien, lo vale.

Sabes, toda esta conversación esperaba tenerla en Julio, pero algo me dice que no volverás a Hogwarts. – dijo Carlisle apoyándose en el respaldo de su silla.

Supongo que tendré que hacerlo para las pruebas. – dijo Harry apoyándose en el respaldo de la suya. – Ahora mismo solo puedo pensar en alejarme de ese lugar, lo cual nunca creí que pasaría.

Se quedaron en silencio por un momento.

Necesito mi pasaporte y mis documentos muggles, también mis tarjetas y las direcciones de algunas propiedades.

Claro que sí. – dijo Carlisle frunciendo el ceño al ver a Harry frotarse la frente. - ¿Alguna vez te he hecho algún examen completo?

¿Cómo un examen médico? No, ¿por?

¿Qué tal la cicatriz?

Duele.

Hagamos el análisis, no es normal que te duela.

Bien, y si de paso puedes eliminar la cicatriz y arreglar mis ojos, mejor.

Eso tomaría unos días.

Días que no tengo, ya saben que no estoy. – dijo viendo el reloj, en ese momento la cena debía estar terminando.

Lo puedes hacer en un hospital mágico en el extranjero, ¿a dónde quieres ir?

No lo sé, solo que quiero que sea lejos. Lanzare un dardo al mapa si hace falta. – dijo Harry

No tengo un dardo, pero.

Carlisle le dio una daga y señalo en enorme mapa mundial en la pared, los puntos rojos indicaban los lugares donde había sedes de Gringotts, algunas brillaban en señal de que seguían abiertas.

Harry miro el mapa haciendo girar la daga en sus manos, cerro los ojos y la lanzo, abrió los ojos para ver.

¡Grecia!, genial, me encanta la mitología griega, aunque el termino mito ya haya perdido su significado. – dijo Harry.

Bien, te conseguiré toda la información que necesitas, tendré todo listo en la mañana. Todo serán… 170 galeones.

Bien. – dijo Harry sonriendo genuinamente por primera vez en semanas. – Hare que lo valga.

Fin flash back.

En la mañana el Callejón Diagon estaba lleno de aurores buscándolo. había gente revisando los terrenos de Hogwarts, el bosque y Hogsmeade, incluso habían enviado a alguien a privet drive. Así que tuvo que ponerse creativo y llamar a Dobby para que lo llevara al banco, el elfo se había emocionado mucho por eso, Harry le pago por el viaje y por su silencio con un galeón y sus calcetines de la escuela.

Carlisle le dio todo los documentos que necesitaba, su pasaporte y un boleto de ida a Atenas con escala en Barcelona. También indicaciones sobre donde estaba la plaza mágica que como el callejón Diagon, estaba en pleno centro de Atenas. También los documentos que lo hacían legalmente un adulto. Por el lado muggle tenía uno de emancipación, pero tenía un documento que decía que se encontraría con alguien en Grecia.

Dobby lo dejo en el aeropuerto de Heathrow a las diez, aun no quería que nadie lo reconociera. No lo creía del todo, pero sería muy estúpido pensar que Dumbledore no enviaría a alguien a buscarlo en los aeropuertos. Carlisle había enviado los documentos que lo declaraban como legalmente adulto, lo que había puesto a Fudge y Dumbledore en un frenesí por encontrarlo, el detector se había desactivado hacia semanas y probablemente quisieran ponerle otro, pero para eso él tendría que aceptarlo y no permitiría que trataran de manipularlo para conseguirlo. Era hora de sacar sus venas Slytherin.


Una semana después de irse decidió viajar a Italia, Carlisle le había sugerido que los dirigiera en la dirección contraria y eso es lo que haría. Así que escogió ir a Nápoles, ahí visito la ciudad y las ruinas de Pompeya en la base del monte Vesubio. También se enteró que la zona mágica estaba debajo del Coliseo en Roma.

Se había comprado una cámara nueva y se estaba divirtiendo, tomando fotos en todos lados, se tomó varias fotos en la playa en Nápoles y ellas ruinas del anfiteatro Pompeya, hizo una copia y las envió a Hogwarts junto con una carta. Hedwig lo había seguido desde Hogwarts y estaba agotada, así que Harry la envió por medio de Dobby, a la lechuza no le hizo mucha gracia, pero Harry prometió que podría ir una vez que se recuperara.

Después de una semana en Italia volvió a Grecia.

Había ido al hospital mágico en Atenas donde un medimago le hizo análisis. Los resultados no lo sorprendieron mucho y tuvo que dar algunas explicaciones. Ya era mayor de edad, pero lo que vieron no era bonito y Harry quería asesinar a Dumbledore.

Análisis mágico.

Paciente: Henry James Potter.

Edad: 14. (Emancipado)

Padre: James Charlus Potter (fallecido)

Madre: Lilly Hailey Evans Potter (fallecida)

Núcleo mágico: Dañado por una maldición asesina (requiere atención inmediata).

Malnutrición, bajo peso, principio de anorexia. (Requiere atención inmediata)

Múltiples fracturas mal reparadas.

Restos de veneno de basilisco.

Daño a la vista. (Requiere atención)

Proto Horrocrux: desde 1981. (Hecho por Tom Riddle. Contenido por Albus Dumbledore, requiere extracción inmediata)

La medimago había llamado a la jefa del hospital y ella habia alertado al ministerio. Había tenido que llamar a un abogado, escogiendo al abogado y viejo amigo de sus padres: Alexander Greengrass, quien se presentó en el ministerio al día siguiente junto con Amelia Bones, jefa del departamento de leyes mágicas del Reino Unido. Le concedieron asilo político que acepto y toda la ayuda posible. Así de grave era.

¿Qué es un Horrocrux? – le pregunto a la agente del ministerio, la jefa del departamento de leyes mágicas de Grecia, Calíope Nash

Ella se había sentado en el borde de su cama del hospital y le explico lo que era, Harry no pudo evitarlo y vomito en un cubo de basura, casi se arranca el pelo y los ojos, habían tenido que darle un tranquilizante para poder explicarle que podían sacárselo mediante un ritual.

La idea de que Voldemort pudiera rasgar su propia alma como si fuera papel y dejarla en un objeto oculta en algún ático para mantenerse vivo, era peor que cualquier película de terror que Harry hubiera visto nunca. Una cosa era el elixir de la piedra filosofal o beber sangre de unicornio, ¿pero esto?

No le dijeron el ritual para hacerlos y no quería saberlo, solo que para hacerlos debía usarse el asesinato de alguien, también que había un límite. Lo que lo confirmo fue el asunto del diario, y a Harry le falto poco para tomar un vuelo a Escocia y matar a Dumbledore, porque era claro que no solo sabia de los Horrocruxes, también sabia del parasito en su frente y se había quedado callado, todo mientras le mentía en la cara.

Le dijeron que el parasito en su frente no fue deliberado, ningún mago tenebroso pondría una parte de su alma en alguien que en principio quería muerto, no de forma consciente. Esto se confirmó al ver que los únicos hechizos que lo mantenían encapsulado en la cabeza de Harry habían sido hechos por Dumbledore. Le ofrecieron presentar cargo y el acepto.

Harry fue internado y esa misma noche le sacaron el parasito mediante un ritual, antes le dijeron que este drenaría toda su energía y se sentiría débil por varios días ya que debía recuperarse, Harry lo acepto como un precio a pagar por deshacerse de esa cosa.

El Horrocrux también era la razón por la que Harry tenía problemas de visión, su núcleo mágico estaba tan mal y de vez en cuando perder el control de su magia, a pesar de estar en una edad en la que eso no debía pasar. También era lo que evitaba que su cuerpo sanara apropiadamente cuando se lastimaba. Lo estaba matando.

Tuvo que pasar dos semanas en el hospital mágico para recuperarse de la extracción de Horrocrux, también porque habían tenido que desvanecer varios huesos que se había fracturado con los años, Dudley, su pandilla y Vernon eran responsables de la mayoría. Encontraron que tenia restos del veneno del basilisco que ayudaban a combatir el Horrocrux, pero también lo estaban matando, su núcleo mágico estaba a punto de romperse por la presión.

Amelia Bones estaba furiosa y Alexander Greengrass no se quedaba atrás, Harry no habia necesitado ser persuadido para presentar cargos contra Dumbledore, los Dursley y de paso Snape, porque vieron que le había estado suministrando pociones para mantener su magia restringida. También les dio todos los recuerdos, tanto de su infancia como de su tiempo en Hogwarts.

Le dieron un fuerte tratamiento a base de pociones y una dieta balanceada, además de todas las vacunas que le faltaban. Les conto sobre la dieta de Dudley que no había seguido y los medimago se preguntaron cómo no estaba muerto. Lo bueno era que Harry era fanático del ejercicio físico, ya que lo había fortalecido mucho. Sin embargo, no se aburrió, podía salir a pasear por los jardines, comer en la cafetería y leer algunos libros muy interesantes que había comprado tiempo atrás en el Callejón Diagon, pero que nunca había podido leer. Por ultimo lo remitieron a un terapeuta.

Después de dos semanas fue dado de alta, pero aun debía ir a revisiones periódicas y tenía cita con el terapeuta dos veces a la semana, Harry se mostró receloso ante la idea, pero ella fue comprensiva y le dijo que siempre podía recurrir a la escritura, así empezó a escribir sus pensamientos en un diario que le había dado, solo él y su terapeuta podrían leerlo.

Si esta cosa me responde, me tiro bajo un tren. – pensó al principio, pero resulto ser una fuente de alivio.

Todo esto se lo conto a Sirius y Remus, Hedwig volvió con una carta y un espejo de doble sentido de Sirius, así que ahora podría comunicarse con ellos cuando quisiera. Para que nadie atacara o identificara a Hedwig y la usaran para rastrearlo, le tiño las plumas de negro, la lechuza no estaba feliz, pero pareció entender que era eso o no iría a ninguna parte.


Después de salir del hospital tomo un avión a la Isla de creta donde había alquilado un lindo departamento junto a la playa. No era muy grande, pero era bonito, grandes ventanas que permitían admirar la vista, paredes blancas y piso de madera, una pequeña sala comedor, una cocina cerrada, baño y una habitación.

Harry solo había estado en la playa una vez, pero no se le permitió acercarse al agua, tuvo que sentarse en la arena con nada más que una botella de agua y ver como Dudley se divertia y comía helado. Harry trato de hacer un castillo, pero la mirada de Petunia lo hizo detenerse, aunque tampoco dejo que Dudley lo enterrara. Las quemaduras por el sol duraron semanas y fueron totalmente ignoradas, Harry asumió que dejarlo sufrir era el castigo por haber intentado divertirse. La siguiente vez fue en el viaje a aquella isla, donde no terminaba de entender como no se habían ahogado considerando las olas que había esa noche.

Harry no sabía nadar, en Hogwarts estaba prohibido adentrarse en el lago negro, así que lo más que había hecho era caminar descalzo en la orilla, pero ahora estaba decidido a aprender, compro algunas branquialgas cuyo efecto duraba una hora y se fue a la playa, esta vez tuvo la previsión de ponerse bloqueador solar.

Al principio dejo que las algas tomaran el control, pero presto atención a otros bañistas, pasado cierto tiempo pudo hacerlo bien sin necesidad de las algas, por si acaso Dobby estaba cerca y lo sacaría si pasaba mucho tiempo. Lo había contratado y le pagaba 1 galeón al día.

Pero la verdad era que le encantaba lo que podía ver gracias a las algas, el mar Egeo estaba repleto de sirenas y otras criaturas mágicas, pero prefirió mantener cierta distancia, con verlas era más que suficiente. También vio algunos tiburones y se divirtió jugando con ellos.

También conoció la ciudad, paseo, escucho música, aprendió algunas palabras en griego, básicamente se dedicó a ser un adolescente, relajándose, libre de preocupaciones.

El tiempo paso y cerca de navidad Harry pudo divisar los cambios en su cuerpo, había crecido varios centímetros y había ganado algo de peso, aunque seguía un poco bajo para su edad, los medimagos le dijeron que tendría que mantener la dieta y los suplementos en forma de pociones de vitaminas y proteínas, hasta nuevo aviso.

Pero Harry sabía que no podía olvidar lo que había dejado en Hogwarts. Voldemort seguía ahí, vivo y planeando algo que tenía que ver con él. Porque eso era el torneo, una emboscada, y él era el evento principal.

Ahora, legalmente era un adulto, pero aun así la ley exigía que debía terminar sus estudios, por lo que en enero comenzaría a asistir a una escuela mágica en Grecia. Debido al torneo aun era estudiantes de Hogwarts, pero al no tener que asistir a clases allá, podía tomarlas en Grecia, lo cual estaba lejos de molestarle.


En Hogwarts las cosas eran un caos.

Tres semanas después de la huida de Harry una docena de aurores, varios altos mandos del Congreso de la Confederación Mágica Internacional, así como los altos mandos del ministerio de magia británico, se presentaron en el colegio, los estudiantes pudieron verlos entrar al vestíbulo desde el comedor.

Una docena de hechizos golpearon a Moody antes de que pudiera reaccionar dejándolo inconsciente en la escalera del vestíbulo. Otro golpeo a Snape atándolo con correas. Karkarov se escondió detrás de Hagrid. Snape fue sacado del comedor, sus gritos ignorados y su varita confiscada.

Vayan. – ordeno Scrimgeour, jefe del departamento de aurores. Un par de aurores corrieron escaleras arriba. Luego miro a los profesores y al director. – Dumbledore, profesora McGonagall, debemos hablar. Ahora.

Dumbledore y McGonagall se sorprendieron al ver a Sirius en su forma animaga detrás de Scrimgeour, quien tenía en su mano una bolsa de evidencia con lo que parecía ser el ojo mágico de Moody, lo que explicaba porque el auror estaba usando su parche. Sirius se había metido al colegio y había robado el ojo en un descuido del mortifago, pero le habían ordenado que no le hiciera nada todavía.

¿Podrías explicar la necesidad de noquear y atar a mis profesores? – dijo Dumbledore.

No es Moody, Dumbledore, es un impostor. – dijo Scrimgeour – Auror Cooper.

Señor. – dijo el auror acercándose a la figura inconsciente. Reviso la gabardina y saco la cantimplora, la abrió y olio el contenido. – Pocion Multijugos.

No sé cómo no te diste cuenta, Dumbledore, pero esta entre las cosas que vas a tener que explicar. – dijo Scrimgeour y miro a Snape. – En cuanto a tu mortifago mascota.

Él no es…

Queda bajo arresto por acoso, intimidación y abuso de menores de edad a su cargo, esto por supuesto significa que queda despedido del privilegiado puesto que le diste, puesto que ha estado usando para abusar… de niños. También por mentir a las autoridades repetidamente, dar falso testimonio y usar la ley para patear a un hombre caído. – dijo Amelia Bones con autoridad. – Sáquenlo de aquí.

Los aurores que ya habían desarmado a Snape se lo llevaron. Snape le grito a Dumbledore y maldijo a Potter a los gritos, pero aun así fue arrastrado fuera del castillo, los estudiantes de Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuff celebraron por eso, incluso algunos Slytherin estaban felices, cansados de la mala fama que unos pocos le habían dado a la casa, pero con la que todos tenían que vivir, mala fama que Snape había ayudado y fomentado a hacerse más grande.

No puede…

No, tú no puedes, no tenías ningún derecho a traer a ese hombre aquí, tú y tu tendencia a darle oportunidades a la personas que no lo merecen, han causado que el nivel de una de las asignaturas, no, una de las carreras más importantes del mundo se desplome. – dijo la jefa del departamento de Pociones del ministerio, Tanya Branson. – En los últimos 13 años solo han salido de Hogwarts cinco pocionistas decentes, cinco, cuando con Horace Slughurn y Phineas Black salían cien por año. Pero esto se termina hoy.

Amelia, si me permites.

Oh créeme, tendrás tiempo para explicar, pero no en este momento. – dijo madame Bones.

¿Y quién dará pociones ahora? – pregunto la profesora McGonagall bastante complacida.

La nueva profesora, asignada por el concilio mundial de pociones, vendrá el Lunes. Esperemos que ella logre reparar el daño provocado por Severus Snape. – dijo la jefa Branson. – Yo vendré con ella y la presentare a los estudiantes.

Jefe Wilson. – saludo Dumbledore al jefe de la CCIM. – Es un placer tenerlo aquí en Hogwarts, ¿le gustaría un recorrido?

No, ya conozco la escuela, y si la detención de esos dos no fue pista suficiente, no estamos aquí por motivos personales. – dijo el jefe muy serio, era tan alto como Dumbledore, y mucho más joven, tenía el cabello castaño y los ojos grises. – Henry Potter ha solicitado la ayuda y protección de la CCIM.

¿Harry? ¿Lo vieron? ¿Dónde está? ¿El está bien? – pregunto la profesora McGonagall.

Está bien. Pero su paradero permanecerá en el anonimato. – dijo el jefe

Le puedo asegurar que Harry… - comenzó Dumbledore

¿Estará seguro aquí? – lo interrumpió Scrimgeour - ¿Cómo lo estuvo en su primer año con el perro de tres cabeza? ¿O en segundo con el basilisco de Slytherin? ¿o en tercero, con un supuesto asesino que podía entrar y salir cuando le viniera en gana? – enumeró - Y claro ¿Cuándo te aseguraste de que nadie metiera su nombre en el cáliz de fuego?

Henry Potter, entrego libre y voluntariamente todos los recuerdos de su infancia y su tiempo en Hogwarts, y esta mañana llego una carta con una larga lista de preguntas para ti, solo de su primer año. – dijo Amelia Bones

Harry debe ir…

¿Con sus abusivos tíos muggles? – dijo Kingsley Shackelbolt, jefe de seguridad mágica. – Los arrestamos anoche, Petunia Dursley estuvo muy feliz de decirnos como la obligaste a quedarse con el sobrino cuya existencia preferiría ignorar.

Yo me opuse. – dijo McGonagall.

No se preocupe profesora, usted no está en problemas, pero tendrá tiempo para dar su propia versión y explicaciones. – dijo Scrimgeour.

Suficiente. – dijo el jefe Wilson – Albus Dumbledore, a partir de este momento queda suspendido de todos sus cargos, tanto en el Reino Unido como en el exterior, mientras se realiza una investigación. – Nada más decir eso un haz de luz rodeo a Dumbledore haciendo efectivas las palabras. – Su puesto en el Wisengamot será ocupado temporalmente por Madame Bones.

Debo estar en Hogwarts.

Si, el torneo empezó con usted como director, pero eso no significa que no pueda ser suspendido. – dijo el jefe Wilson. – Su cargo será ocupado por la profesora McGonagall hasta que concluya la investigación en Hogwarts. – otro haz de luz rodeo esta vez a McGonagall.

¿Investigación en Hogwarts? – pregunto el profesor Flitwick

No puedo dar detalles sobre una investigación abierta, pero si, los recuerdos del señor Potter, nos han dejado ver todo lo que está mal en Hogwarts. Ahora sabemos todo lo que necesita ser arreglado, para que Hogwarts vuelva a ser lo que era antes de que el director se enfocara en nada más que en Lord Voldemort, y manejar la vida de un adolescente. – dijo el jefe con furia. – Se lo que paso en el Valle de Godric, pero también se y todos deberían recordar, que Henry Potter sigue siendo un niño, uno que tiene derecho a que no lo arrastren a una guerra.

Todo lo hago…

¿Por el bien común? – lo interrumpió Scrimgeour – Siempre dices eso, pero por como yo lo veo, las personas a tu alrededor tienden a acabar peor que si las hubieras dejado en paz, mientras, te empeñas en proteger mortifagos.

Rufus…

Directora McGonagall. – Intervino la jefa del departamento de Transformaciones del ministerio. – El concilio de Transformaciones enviara a un profesor bien capacitado a atender su clase, creo que le agradara, es una de sus mejores estudiantes, Elizabeth Swan.

Si, es muy buena, lástima que no estuvo en mi casa. – dijo McGonagall con orgullo

Lo cual me lleva a decirle que deberá asignar a dos profesores para ser jefes de Gryffindor y Slytherin. De inmediato. – dijo Amelia Bones.

¿Mayor de edad? Tiene catorce años. – dijo McGonagall

Y aun así ha hecho lo que muchos aurores no han hecho en toda su carrera, incluyendo un patronus a los trece años, descubrir el enredo que llevo a la muerte a sus padres, el traidor, y claro, en solo diez minutos y estando en otro país, descubrió que Barty Crouch junior, un mortifago que supuestamente lleva catorce años muerto, estaba en la escuela poniendo su nombre en el cáliz de fuego, algo que usted Dumbledore, debería haber detectado. – dijo el jefe de la CCIM. – Del mismo modo que debió haber detectado el escape del adolescente al que está empeñado en controlar, la existencia de tres animagos ilegales y lo mas importante, la presencia de Peter Pettigrew.

Pero Harry…

Es la ley, profesora McGonagall – continuo Amelia Bones. - Para el torneo se estableció que todos los campeones fueran mayores de edad, si no fuera por el cáliz que lo obliga a participar, habríamos roto el pergamino sin mayor escándalo, pero eso no es posible, así que debemos aplicar la ley y hacerlo legalmente un adulto.

Por favor dime que está bien.

El está bien, y me autorizo a explicarte sobre lo que ha pasado estas semanas, supongo que te respeta lo suficiente para que tengas esa información. – dijo Amelia y McGonagall asintió.

Jefe Wilson. – Llamo Dumbledore

Usted vendrá con nosotros Dumbledore. Tiene muchas cosas que explicar, empezando por el parasito en la frente de Henry Potter. – dijo el jefe. – directora McGonagall, el torneo, clases y actividades pueden seguir con normalidad, no hay razón para que los estudiantes interrumpan sus rutinas. Pero sugiero informar a todos los profesores sobre la investigación que atravesara la escuela en los siguientes meses, madame Bones podrá explicar un poco más. Estaremos en contacto

Si señor. – dijo con una inclinación de la cabeza.

Los de la CCIM dejaron Hogwarts, Amelia Bones dejo en el castillo algunos aurores de confianza que fueron a sellar todos los túneles que permitían la entrada y salida del castillo, y el Cáliz de fuego fue confiscado para analizarlo. Barty Crouch y su supuestamente hijo muerto fueron detenidos. Moody por su parte fue llevado a San Mungo y Snape directo a una celda en Azkaban al igual que los Crouch.

Al día siguiente un equipo de inefables se presentó en la escuela, habían ido a revisar la cámara de los secretos, ver que había y asegurarse que no hubiera nada más habitando ahí dentro, esto era algo que Dumbledore debería haber hecho, pero en su arrogancia, había decidido que era innecesario. Al haberlo matado, el basilisco pertenecía a Harry, por lo que fue trasladado a los laboratorios de Potter Enterprise para aprovechar lo que quedaba. Pero antes las victimas fueron llamadas al despacho de la ahora directora.

¿Podemos verlo?

Solo si quieren, la bestia está muerta así que ya no es un peligro. – dijo la directora – Creemos que puede servir para darles un cierre, el ministerio también ha puesto a su disposición a un terapeuta por si quieren hablar de lo ocurrido.

Yo voy con uno, aun tengo pesadillas. – dijo Penélope Clearwater

Que bueno, ahora, esto no es obligatorio, es su decisión si quieren verlo o no. Aun asi se le tomaran algunas fotos que estarán en posesión de sus jefes de casa, por lo que siempre pueden pedirlas mas adelante, lo que decidan estará bien. – dijo McGonagall con un tono tranquilizador.

Al mismo tiempo un equipo de control de animales mágicos voló hacia el bosque y rodeo la colonia de Aragog, las atraparon dentro de un biombo de cristal enorme y esparcieron un gas que la puso a dormir, cayeron todas bajo su propio peso asfixiándose unas a otras. Después de recolectar tanto veneno como pudieron quemaron los cuerpos, revisaron para asegurarse que no quedara ninguna y se retiraron. Lo más aterrador, era lo cerca que habían estado viviendo del castillo, solo una araña vieja los detenía de acercarse por lealtad a Hagrid, lealtad que no tenían los demás. Ninguno se atrevió a decir lo que todos pensaban sobre lo que harían cuando Aragog muriera.

Hagrid lloro cuando se enteró, la profesora McGonagall tuvo que explicarle que fue una decisión de la CCIM, que ella no podía hacer nada, y menos después de que vieran lo que habían estado a punto de hacer con dos estudiantes. Que tenía suerte de que no lo arrestaran, lo único que lo salvaba era que no obligo a Harry y Ron a ir al bosque, ni siquiera estaba en el colegio esa noche, fue una decisión consciente, voluntaria e irresponsable de los adolescentes. Si es que había algo consciente en ir a meterse al bosque prohibido directo a un nido de acromantulas.

Hagrid se acercó al nido y enterró las cenizas cubriéndolas de flores, los exterminadores habían buscado y destruido todos los nidos de huevos.

Días más tarde recibió un paquete de Harry, una carta donde le ofrecía sus condolencias – que no sentía –, le decía que lo extrañaba y esperaba verlo en el verano para su cumpleaños. También un enorme peluche de acromantulas y unos muy detallados dibujos hechos por Harry de las acromantulas. Hagrid sonrió al ver las cosas sintiéndose un poco mejor. Pego los dibujos a la pared sobre la chimenea y puso el peluche sobre su cama.

Las cosas en Hogwarts estaban empezando a cambiar.