Caminando a casa V (Parte II)- Los encuentros de Doble D, Ami, Ed y Rolf
Mientras que se estaban dando los acontecimientos con Johnny, Doble D junto a Ami y Ed se encontraban caminando por la acera un rato antes. No habían signos de qué había ocurrido en aquella zona barrial tan tranquila. Y mientras que avanzaban por aquella vereda, Doble D y Ami estaban conversando acerca de las Teorías de la Astronomía, algo que le encantaba a la chica de Japón, mientras que el fan de la Ciencia Ficción estaba leyendo un cómic titulado "El Siniestro Ladrón de Almas venido del Planeta Nemesis 42", algo que podía indicar un acontecimiento de ese día.
De repente, un grito de ayuda despertó la atención de Ed, quien dejó de leer su cómic, tratando de hallar la fuente del sonido pero que no fue oído por sus amigos. Fue entonces, que dando un paso al frente, corriendo, llamó la atención de Doble D y Ami.
- ¿Ed? ¿Qué pasa? ¿Estás bien?.- Preguntó el joven de gorro negro, preocupado por el repentino cambio del comportamiento en su amigo.
- ¡Alguien está en problemas!.- Alertó el fan de la Ciencia Ficción.- Alertó éste, mirando a su alrededor, teniendo aquel eco fresco en su mente hasta que miró en una de las direcciones, apuntando con su mano derecha.- ¡Vino de allí!.- Señaló y antes de que Doble D y Ami pudieran hacer algo para detenerlo, hacerle entrar en razón de que, quizás, lo había imaginado, su amigo salió disparado hacia aquella dirección para ayudar a la posible víctima desafortunada.
Pero eso no fue lo último de aquel mediodía que, por el momento, había sido normal hasta que fue adquiriendo una tonalidad bastante extraña, ya que otro grito desgarró el aire, llamando la atención de los dos personajes que habían quedado relegados en la vereda.
- ¡Hotaru! ¡¿En dónde te has metido?! ¡¿Dónde estás, Hotaru?!.- Llamaba una voz que a Ami se le hizo conocida, girándose para verla.
- ¡¿Setsuna?!.- Reconoció a la persona que venía hacia ellos, buscando a su amiga y que, cuando oyó la voz de la peli azul, ésta fue corriendo hacia aquella posición.
Se trataba de una adolescente de unos catorce años, de cabello largo y color esmeralda con un moño en la parte superior y bajaba hasta las caderas, tenía unos majestuosos ojos rojo-violeta que parecían envejecerla más de lo que aparentaba. Llevaba una camiseta blanca debajo de un vestido lavanda de manga corta que le llegaba hasta los tobillos y calzaba un par de zapatillas lavanda y blancas.
- ¡¿Ami?!.- Preguntó la joven, viendo que ella y el chico americano iban hacia ella, siendo abrazada por la citada.- ¡Gracias a Dios que estás bien!.- Exclamó, alegre y con lágrimas en sus ojos. Una vez que se dio aquel reencuentro, Setsuna miró al chico que acompañaba a su amiga.- ¿Esta es la persona con la que te has quedado?.- Preguntó, mientras que la otra asentía con la cabeza, tranquila.
- Así es, Setsuna.- Respondió Ami mientras que Doble D tuvo un ligero rubor en sus mejillas, siendo percatado por la chica.
- ¿Es usted amiga de Ami?.- Preguntó el americano.- Mucho gusto, tal y como dijo ella, mi nombre es Doble D.- Se presentó con educación, recibiendo un trato igual por Setsuna.
- Un placer en conocerte.- Dijo la muchacha de largos cabellos esmeralda pero, de ahí, volvió al tema principal de la conversación.-
- Setsuna, ¿sabes en dónde están los otros?.- Quiso saber la chica de cabello azul pero ésta bajó la mirada, cerró los ojos y negó con la cabeza.
- Me temo que no lo sé.- Respondió con seriedad.- Perdí contacto con Hotaru cuando llegamos aquí, a este pueblo, acercándose hacia Ami para susurrarle algo importante al oído.- Ni tampoco sé dónde ha dejado su Cetro. La última vez que lo vi, estaba con ella.- Informó y eso era un asunto sumamente preocupante, cosa que puso en alerta a la otra.
- ¡Tenemos que encontrarla ya mismo! ¡¿Quién sabe lo que pude estar ocurriéndole a Hotaru en estos momentos?!.- Dio aquel aviso de alerta, mientras que se giraba hacia donde estaba Doble D, tomándole de las manos.- ¿Podrías ayudarnos con encontrar a mi otra amiga?. Ella es muy frágil y puede ser herida.- Pidió y eso llamó la atención del joven, quien asintió con la cabeza.
- No tienes por qué preocuparte, Ami, las ayudaré.- Dio su palabra e iniciaron con la búsqueda.
Mientras tanto, Rolf se encontraba caminando por la misma vereda en la que transitaron Doble D y Ami, hallándose, todavía, concentrado en lo ocurrido durante el ataque de los "Youmas" contra la escuela. No dejaba de mirar a su alrededor, estudiando el terreno, buscando si había algún posible enemigo que acechaba en las sombras, listo para dar su zarpazo mortal. Sus ojos marrones revisaban la zona cuando, de repente, notó a Ed quien corría a toda prisa, preso de una extraña desesperación, por el camino contrario, preocupado, algo que nunca había visto en él y que no se repetía en la vida, llevando a que el extranjero alzara una ceja, sorprendido.
- ¡Amigo Ed, ¿qué pasa?! ¡¿Qué ha ocurrido?!.- Preguntó Rolf, corriendo hacia él. Algo le decía que aquello podía ser peligroso pero, aún así, siguió al muchacho por aquel camino con el fin de darle una mano, alcanzar lo que estaba buscando.
Vio a Ed girar, bruscamente, hacia la izquierda, por uno de los callejones, en el cual pudo oír los sonidos de una batalla que se iban recrudeciendo junto a los pedidos de ayuda.
- ¡HIYAAAAAAAAAAAAAAAA!.- Un grito sobrenatural irrumpió en medio de aquel lugar, llevando a que los dos chicos siguieran su rastro hasta alcanzar el final de los callejones, encontrándose con dos chicas que se estaban enfrentando a un "Youma". La primera se hallaba tirada contra el piso, inconsciente, mientras que la segunda continuaba dando batalla contra aquella rival.
Aquella que se hallaba fuera de combate tenía unos doce años, cabello corto y le llegaba hasta la espalda, de color negro medianoche. Vestía un chaleco negro de manga corta que le llegaba hasta la mitad del pecho, mientras que debajo llevaba una camisa de color beige. También llevaba unos vaqueros largos de color canela y unos tenis morados.
La que aún combatía y con una gran ferocidad era una chica de unos doce años pero debía ser un poco más mayor, quizás de unos trece. Tenía el pelo castaño brillante recogido en una coleta alta con un lazo verde mar y ojos verde esmeralda. Llevaba un top corto de mangas verdes con falso cuello alto, unos pantalones cortos blancos y zapatillas de tenis blancas y verdes. También lucía un par de pendientes rojos con forma de rosa.
La chica sonrió al Youma.
- ¿Estás listo para ser golpeado? - Preguntó mientras crujían sus nudillos - ¡Entonces, vamos!.
El "Youma" cargó contra ella, extendiendo sus garras mientras que la citada estudiaba el momento ideal para contra-atacar. Cuando se produjo la acción, ella se arrodilló, pegó un salto en el aire, quedando sobre la cabeza de la criatura y de ahí pegó un giro que le permitió aterrizar, intacta, sobre el suelo, justo detrás del enemigo. Cuando la rival estaba por atacarla, la chica se defendió, dándole una patada justo en la cara, su punto débil, llevando a que gritara y desapareciera como si nada.
Habiendo triunfado, la castaña lanzó un suspiro y se secó unas gotas de sudor que tenía en la frente.
- Phew, se ha ido.- Celebró ella, satisfecha con los resultados de su batalla para, acto seguido, girarse hacia donde estaba la otra que yacía inconsciente contra el piso así como también a los dos chicos que la estaban observando.- ¿Y ustedes quiénes son?.- Preguntó con un tono serio en su voz, desconfiando de ellos, ya que podía tratarse de agentes enemigos.
- Tranquila, tranquila, Chica Guerrera. Rolf y el Amigo Ed no te haremos daño.- Pidió el extranjero, levantando sus manos en el aire, calmando las aguas.
Ella los miró por unos segundos, bajando la tensión y de ahí lanzó un suspiro.
- Oh, está bien.- Aceptó tras comprender las palabras del europeo, mientras que su acompañante se acercaba para ver a la otra, arrodillándose y tratar de hablarle.
- ¿Ella está despierta?.- Preguntó, girándose para donde estaban Rolf y la castaña, moviéndola un poco pero eso alertó al peli azul oscuro.
- ¡No! ¡No, Amigo Ed, no la despiertes.- Alertó éste, corriendo a toda velocidad para detenerlo pero, para sorpresa de ellos, la chica abrió sus ojos violeta oscuros tras haber recobrado el conocimiento.
- Estoy...Estoy despierta.- Habló ésta con un debilitado tono de voz y pasando su mano por la cabeza, mareada.- ¿Dónde...Dónde estoy?.- De ahí miró a los dos chicos y luego a la castaña que estaba a unos pocos metros de distancia.- ¡¿M...Makoto?!.- Preguntó, intentando ponerse de pie pero fue en vano.
Ed, viéndola en ese estado, corrió para ayudarla, sujetándola por debajo de los brazos, utilizando su cuerpo como apoyo y de ahí la iba poniendo de pie, con un poco de dificultad pero, al final, lo consiguió, lanzando unas risillas.
- Eso, eso, ¡muy bien!.- Le felicitó por haberlo logrado.
- G...Gracias...amigo.- Agradeció la peli negra medianoche y luego miró a su amiga.- Makoto, ¿sabes quiénes son estos chicos?.
- Precisamente iba a preguntarles.- Respondió su amiga con tranquilidad, dándoles vía libre para que pudieran dar sus nombres.
- ¡Yo soy Ed!.- Saludó con esa sonrisa que tenía y luego señaló al otro que estaba a unos metros, cerca de Makoto.- Y el de allí es Rolf.
- Muy bien, entonces, si así son las cosas: Mucho gusto, mi nombre es Makoto y ella es Hotaru.- Hizo ella su presentación junto a la de su amiga, quien hizo una pequeña reverencia, a pesar de estar debilitada.
- U...Un placer en conocerlos.- Dijo con un hilillo de voz pero siguiendo adelante.
Los cuatro jóvenes salieron del callejón, después de la batalla acontecida y con algunos rastros de destrucción ocurridas en las cercas y el suelo. Habían alcanzado el mismo camino que tomaron antes cuando, de golpe, vieron que un grupo de ellos iban hacia ellos.
- ¡Ed, Rolf!.- Escucharon las voces de Doble D y Ami, quienes corrieron para donde se encontraban los dos chicos.
- ¡Hotaru, Makoto!.- Se sumó Setsuna, acercándose junto a los otros hasta que quedaron unidos en esa zona. Rolf, al verla, por un momento, creyó haber visto a otra persona por lo que, refregándose sus ojos, él la pudo ver mejor.
- S...¿Setsuna...? ¡¿Setsuna, hermana?!.- Preguntó el chico de cabello azul oscuro e hijo del Pastor.
Ella se detuvo al oír sus palabras, viendo que las cosas, por el momento, estaban yendo bien y de ahí aprovechó para verlo de nuevo, sonreírle a la persona que, desde hacía un buen tiempo, no tenía novedades.
- Hola, Rolf, hermano mío.- Saludó ella, caminando hacia él y de ahí tuvieron un fuerte abrazo.- Ha pasado tanto tiempo.
Doble D se les quedó viendo.
- ¿La conoces, Rolf?.- Le lanzó el chico del gorro negro su interrogante, estando sorprendido al igual que Hotaru y Makoto.
- Así es, Amigo Edd: Ella es Setsuna, mi hermana mayor.- Dio a conocer esa verdad tras asentir con la cabeza con tranquilidad.
- ¡¿Qué?!.- Quedaron Makoto y Hotaru sin palabras mientras que Doble D permanecía helado ante esa revelación, mientras que la chica de largos cabellos violeta llevaba la calma ante todos.
- Es un gusto volverte a ver y sé que muchos de ustedes deben estar teniendo preguntas pero les prometo que, con el paso del tiempo, se las iremos respondiendo.- Prometió ella, mirando a cada uno de ellos.- Ahora, ¿ustedes viven cerca?. Porque acabamos de llegar y no tenemos un lugar donde pasar la noche.
- Sí, todos vivimos aquí. En el vecindario donde tenemos nuestros domicilios, no es muy lejos. Vengan.- Dio Doble D, después de salir de sus pensamientos y avanzando hacia ellas.
- Bien, vayamos para allá. Me gustaría poder descansar un poco.- Dijo Makoto, mientras que se estiraba.
- ¡Vamos para el "Cul-De-Sac"!.- Anunció Ed, como si se tratara de una marcha militar, mientras que ponían rumbo hacia aquel lugar, siempre tan entusiasmado.
Pronto, dejando aquel sitio, guiados por Doble D, dirigiéndose para el vecindario.
