Capítulo 3
Mientras Mort y Aisha estaban comentando sobre posibles soluciones (hasta el momento, no habían llegado a ningún consenso), los ayudantes de Mort encontraron una discrepancia en los números de difuntos.
De alguna manera, había un muerto menos.
Los ayudantes sabían que eso no era posible sin un nigromante y hasta donde sabían, él único nigromante que podría tener la fuerza para hacer algo así, ni siquiera sabía que lo era. Aun deseando algo así con todas sus fuerzas, la magia requerida para tal hazaña, necesitaba otro tipo de canalización y sin los rituales pertinentes, una Resurrección no era posible.
Además, el costo de arrancar una vida humana del Reino de la Muerte, era enviar el doble o triple de la vida arrancada. Es decir, que por cada Resurrección, se requería dos o tres vidas humanas a cambio. Por eso ningún nigromante de los que habían existido se había atrevido a una. Lo más que hacían era hacer un cuerpo temporal y traer el alma del muerto por algunos días e incluso eso requería un sacrificio, aunque de animales.
Ahora, literalmente uno de los muertos se había esfumado del Reino de la Muerte y primero entraron en pánico. Sin embargo, uno de dichos ayudantes había encontrado que aunque no estaba "físicamente" el muerto, el conteo de almas estaba intacto.
Eso no tenía sentido. Los muertos se contaban como un cuerpo físico que no era tal. Se decía que un humano era cuerpo, mente y alma. La parte física en el Reino de la Muerte era la mente, ya que el cuerpo físico real se descomponía en el mundo del que procedían. El alma era intangible al igual que la mente y no estaban atadas al cuerpo físico mortal. Era complicado de entender para las almas vivas, pero para los muertos, todo cobraba sentido en cuanto entraban al Reino.
Así, los ayudantes vieron que los números no coincidían cuando durante milenios jamás se diferenciaron. Siempre había un cuerpo "físico" asociado al muerto y siempre había un alma anclada en este pseudo-cuerpo.
Esta vez, no. Faltaba uno de esos cuerpos pero las almas permanecían intactas. Nada tenía sentido y le enviaron un mensaje a su jefe.
Mort llegó con Aisha a su lado y ambos vieron a lo que se referían los asistentes de Mort. Los números diferían en uno y ya habían sido verificados varias veces. Aisha uso sus poderes para localizar los cuerpos mientras Mort usaba los suyos para encontrar todas las almas.
Ambos vieron donde estaba la discrepancia. Una de las mariposas intrusas había absorbido a una de las almas dentro suyo. El cuerpo estaba dentro de la mariposa también, de alguna forma y la pequeña alma de la mariposa convivía con el alma humana.
Técnicamente, la mariposa era tanto el cuerpo como el alma del difunto y a la vez, era el cuerpo y alma de la misma mariposa... como si fuera una especie de vehículo o nave viva, que transportara a dicho difunto.
La mariposa era de un color naranja, blanco y negro que formaba un patrón interesante y era bastante hermosa. Aisha dijo que era una de sus mariposas favoritas porque era una de las pocas mariposas migratorias y la única que imitaba la migración de las aves, regresando a su lugar de origen y pasando por 4 generaciones tanto en ida como en vuelta.
La mariposa no era la única, ya que a pesar de haber cerrado las pequeñas grietas en México, estas volvieron a surgir en diferentes partes de América, concentrándose mayormente en México nuevamente y los países de Centroamérica., aunque ya había algunas grietas en Sudamérica. También había algunas pequeñas grietas alrededor del Reino Unido, concentrándose alrededor de Godric's Hollow y las residencias de los favoritos de Vida y Muerte.
Mort, observando a Aisha ponerse tan seria, sugirió que quizás Severus y Harry no eran lo único que estaba alterando el delicado equilibrio de sus Reinos y los mundos del Arco. Aisha pensó que Mort tenía razón. Había más cosas involucradas porque, por mucha magia que tuvieran sus favoritos, no podían rasgar el Velo tantas veces, aun cuando fueran pequeñas grietas.
Una grita pequeña, podía ser resultado de mucha magia salvaje, pero tantas, al mismo tiempo, en varios países y uno de ellos bastante alejado de los otros, sugería que el origen de las grietas y las mariposas, estaban ligados tanto a Harry y Severus, como a alguna otra fuerza desconocida. También estaba el hecho de que nunca habían visto que dos "cuerpos" se fusionaran y menos cuando eran de Reinos distintos.
La mariposa monarca que había absorbido a este difunto, estaba viva, muy viva y el difunto absorbido estaba marcado como fallecido desde al menos dos siglos atrás. Es decir, ni siquiera podían pensar que la energía de este fallecido fuera reciente y de alguna forma, su mente no se hubiera puesto de acuerdo en que estaba muerto y esa misma mente dispersa, hubiera favorecido esta fusión.
No, eran un difunto consciente de que estaba muerto y una mariposa muy viva, los que se habían fusionado de alguna manera.
Habían pasado varias horas desde esta fusión cuando una luz empezó a iluminar la mariposa y ambos cuerpos se separaron. La mariposa voló lejos de donde estaban los dos Dioses y sus ayudantes, dejando detrás suyo a un muy confundido difunto.
Mort envió al pobre hombre hacía su paraíso particular, diciéndole que no se preocupara por un simple error de sus poderes y que pidiera algo en compensación. El hombre solo pidió algo de whiskey, ya que extrañaba las bebidas alcohólicas. Mort le dio un par de botellas y se preguntó cómo es que nadie le había dicho al hombre que le bastaba con desear esas botellas en su paraíso. Como fuera, decidió obviar eso y regreso al lado de Aisha.
Uno de los ayudantes de Mort estaba anotando lo sucedido en su bitácora y Aisha estaba lanzando algunas teorías. Los otros ayudantes se habían movilizado para monitorear la actividad de las otras mariposas que estaban pululando por el Reino y fue entonces que el único asistente que estaba al lado de ellos, murmuro algo así como "esto me recuerda las historias de mi abuela".
El hombre pensó haber sido lo suficientemente silencioso pero evidentemente no fue así. Aisha y Mort lo miraban con interés, tan intensamente que el hombre se puso incomodo.
—¿Qué sucede? ¿Tengo algo raro? —Aisha volteó a ver a Mort. Este carraspeo, tratando de organizar como decir las cosas. Ese siempre fue su talón de Aquiles, la interacción con otros.
—Bueno, Aisha y yo nos preguntábamos, ¿A qué exactamente te referías con eso de "las historias de tu abuela"? —El hombre parpadeo y entonces pensó que no hacía daño decirle a su jefe sobre las leyendas que su abuela le había contado.
—Yo, bueno... Mi abuela era de México, aunque mi madre nació en Estados Unidos. La abuela provenía de Yucatán y contaba que las mariposas eran las almas de los guerreros fallecidos o sacrificados. Algunas etnias como los mazahuas y los purépechas creen que los muertos regresan como mariposas durante el Día de Muertos—Mort conocía la tradición y le parecía hermosa.
Aisha llegó a ir a algunos festivales y le gustaba mucho ir a Janitzio y la Riviera Maya durante esas fechas por todos los colores que había. Mort y Aisha coincidían en que era la festividad donde sus dos poderes parecían encontrar un extraño y muy hermoso equilibrio, pero incluso ellos desconocían este aspecto de las leyendas mexicanas.
Algo extrañado, el ayudante fue mandado lejos mientras Aisha y Mort pensaban en si estas leyendas tendrían algo que ver en los extraños acontecimientos que estaban pasando en el Reino de Mort y si esto también tendría relación de alguna manera con lo que estaba pasando alrededor de Harry y Severus.
Tendrían que investigar mucho en sus archivos y bibliotecas. Podían ser Dioses pero eso de la omnisciencia era un invento de los mortales. Eran inmortales, pero no eran omnipotentes u omniscientes, dado que cada uno de los Dioses se encargaba de diversos aspectos de los mundos dentro del Arco. Y luego cada mundo tenía sus propias reglas.
Si, debían investigar más sobre esas leyendas.
Harry estaba en uno de sus buenos días y como eran raros, decidió darse una pequeña indulgencia en el Londres muggle.
Luego de la guerra, Harry había tomado la decisión de vivir la mayor parte de su tiempo en el mundo muggle. Muchos no entendían sus razones pero Hermione, sí. Ella había tenido el mismo tipo de educación escolar pública que Harry, pero contrario a este, sus padres habían sido amorosos y trataron de proveerle experiencias diversas que le sirvieran tanto a su educación personal como bonitos recuerdos de su infancia y adolescencia.
Harry carecía de estos.
Su infancia era más parecida a una prisión que a una infancia y luego de esa dura infancia, paso a estar sujeto al veleidoso estado de ánimo de las masas de magos impresionables por la prensa. No había muchas experiencias positivas en su infancia y posterior adolescencia.
Harry necesitaba experimentar el mundo muggle que le fue vedado por su propia familia y cuando tuviera suficientes experiencias positivas en ese mundo, quizás buscaría experiencias positivas en el mundo mágico. Aunque ciertamente no en Inglaterra.
Estaba bastante harto de los mágicos ingleses y Harry quería ver más del mundo. Así que su indulgencia de Harry esta ocasión, era una visita al museo de historia británico. Aunque estaba en desacuerdo con todo el saqueo que hizo su nación durante el tiempo que fueron imperio, no podía negar que la colección del museo era impresionante.
Había tanto que aprender de tantos países. Harry comprendía que el mundo era más que los Dursley, más que Little Whinging, más que Inglaterra y más que incluso Europa. El mundo era demasiado vasto, demasiado variado y demasiado impresionante como para pensar que su nación era lo máximo y a lo más que debía aspirar.
Viendo que eso pasaba en el mundo muggle, Harry no paraba de preguntarse como serían las comunidades mágicas de otros países. Solo había tenido un breve vistazo a través de Fleur y Krum y parecían tener esta ideología insular de solo apreciar lo de sus propias naciones y escuelas.
Sin embargo, Harry era curioso por naturaleza y por eso Hermione a menudo lo comparaba con los gatos.
Siguiendo esta natural curiosidad, Harry llegó a una sala que exhibía algunas piezas prehispánicas de México. Sus piezas favoritas eran unas mascaras mortuorias y una que en teoría representaba al dios Tezcatlipoca.
Si bien no era el dios de la Muerte, era asociado a la noche y todas las cosas materiales. La máscara era impresionante y Harry decidió que saliendo del museo, compraría algunos libros sobre otros países.
Decidido a cumplir su objetivo, Harry dirigió sus pasos hacia Foyle's, la librería más grande de Londres. Afortunadamente había varios cafés cercanos y luego de comer un bocadillo con un té turco de manzana, Harry se puso a buscar libros durante al menos 3 horas.
Ya llevaba al menos uno libros sobre culturas de otros países cuando uno le llamó la atención. Al final de la estantería estaba un extraño libro que en la portada tenía un animal colorido que parecía el sueño de crianza de Hagrid. El animal tenía partes que no podían ser naturales, incluso en el mundo mágico y cuando Harry hojeó el libro, notó que el animal en la portada era llamado alebrije.
No era un animal en sí, sino una especie de representación de las características de un alma humana, pero que normalmente a su creador le venía en sueños como debía verse esa contraparte suya. Así, estos tenían una fuerte conexión con su creador y las partes animales solían representar cosas de esta persona.
Según el libro, también eran protectores del inframundo y ayudaban a las almas a regresar al Reino de los Vivos durante el Día de Muertos.
Harry, siendo un mago, pensó que esa tradición parecía algún tipo de ritual necromántico pero conforme fue leyendo, vio que aunque tenía algunas características rituales, era lo más alejado de un ritual necromántico desde que la "invocación" al alma era más una invitación. La gente de México creía firmemente en que sus ancestros los visitaban en las casas que tenían una ofrenda y la fuerza de esa convicción era lo que ayudaba a las almas a encontrar su camino, sumado a todos los elementos de la ofrenda, como la comida, velas, flores y estas figuras de azúcar o los alebrijes.
Cada región celebraba a su manera y algunos incluso sacaban y limpiaban los huesos de sus fallecidos, para luego decorarlos y celebrar junto a ellos como una especie de picnic en familia, pero en el cementerio.
Conforme más leía, Harry pensaba que lo que hacían en México no distaba mucho de lo que él hacía en cada visita a sus padres. Quizás solo que él desconocía muchas partes de la vida de sus padres, pero respecto a tratarlos como si siguieran cerca y pudieran escucharlo, comer junto a ellos y prender una vela por sus almas, si, Harry hacía exactamente lo que las personas de México pero sin esperar a que fuera la fecha dedicada a esta tradición.
Al final, a modo de nota al pie, estaba una pequeña nota que decía que el Día de Muertos se inscribió como patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO a partir del 7 de septiembre de 2003. Eso quería decir que apenas hace algunos meses, esta festividad había trascendido de lo local a lo mundial y en unos años sería declarada como parte de los tesoros del mundo.
Harry decidió comprar este libro y otros dos que parecían interesantes respecto a México y alcanzó a ver uno dedicado por entero a esta festividad. El empleado estaba asombrado de que Harry ni siquiera parpadeara cuando le dijo que su total era de 1000 libras. Harry pagó el total con una flamante tarjeta de crédito negra y todavía compro algunos adornos y separadores que vio en el mostrador.
Llevándose sus bolsas, Harry tomó un taxi que lo dejó cerca de Harrods, donde Harry se metió a buscar un baño y se apareció desde ahí a su nuevo hogar. Había comprado una casa en la campiña inglesa luego de vender Grimmauld Place y depositar ese dinero en una cuenta de Gringotts y otra parte en el mundo muggle para el futuro de Teddy. Andrómeda estuvo de acuerdo con la previsión de Harry.
Como fuera, Harry decidió empezar a leer sus libros.
