Estaré unos días sin computadora, por eso actualice hoy. En fin, contenido +18 AoMomo, si están de acuerdo con eso pueden continuar.


Estaba embarazada.

No hay nada en el mundo que le haga creer que se trata de un error o equivocación. Todas las pruebas de embarazo que se hizo luego de ese día para demostrar que no estaba equivocada se lo confirmaban. Tiene miedo, claro, solo tiene dieciséis años, estaba en segundo año de preparatoria y no tenía un trabajo, nada seguro que ofrecerle a su hijo.

Pero…

-Satsuki- los ojos rosas de Momoi parpadearon un momento confundida, recordando exactamente donde estaba y con quien. Por reflejo llevo sus manos a su estómago, froto con cuidado su vientre, tenía tres meses de gestación según el ultrasonido que el padre de Midorin le realizo hace unos días. Los ojos rosas de Satsuki chocaron con los azules de Aomine que al igual que ella estaban sentados en posición de loto sobre la cama de Daiki, ambos completamente solos en la casa de los padres de Aomine -¿Qué estás pensando? ¿Es el bebé? ¿Te duele algo?-

Satsuki sonrió con ternura por las palabras preocupadas de Daiki hacia ella, podrán pasar los años y Aomine seguirá cuidándola a su manera.

Por algo lo amaba profundamente.

-El bebé y yo estamos bien, Dai-chan- afirmo Momoi acariciando las mejillas de Aomine sin dejar de sostener su estómago –es solo que me siento un poquito abrumada, sabíamos los resultados de no continuar cuidándonos y créeme, soy consciente de mi responsabilidad aquí, solo que… no pensé que podrían embarazarme tan pronto- explico la chica soltando un pequeño suspiro.

Amaba a Aomine y Sakurai por igual, estaba segura del amor de ellos hacia ella.

Pero un bebé era otra cosa. Y no es porque no quisiera tener a su bebé, lo quería con todo su ser. Pero sinceramente, ninguno de los tres estaba preparado para tener un hijo ahora.

Al menos eso pensaba ella.

Pronto Aomine llego con Momoi soltando un leve gruñido, rodeo con sus brazos la cintura de Satsuki dejando sus manos amplias en el vientre de la chica que soltó una ligera risita por los gruñidos de Aomine y como sus piernas ahora rodeaban su cuerpo aun sentado. Le dio un par de palmaditas en la cabeza a su novio en el momento que sus labios descansaron en el cuello de Satsuki.

Si, parecía un niño pequeño y perdido.

-Estas esperando un hijo de mi Ryou, Satsuki- hablo despacio y con calma Daiki apretando su abrazo sobre la cintura de Momoi quien escuchaba atentamente sus palabras –el amor que les tengo a ambos es intenso, casi o mayor al deseo sexual que ambos despiertan en mi sin proponérselo- Satsuki soltó una risa escandalosa por el comentario de Aomine que ahora repartía pequeños y suaves besos sobre la blanca piel del cuello de Momoi –el bebé entra en la ecuación entre nosotros, Satsuki. Es un hijo tuyo y de mi Ryou, no dejare de quererlo y hacerme responsable solo porque no salió de mi pene-

-Dai-chan- se quejó Satsuki besando la mejillas de Aomine –ibas bien, tonto-

Aomine ignoro el comentario de su novia y retomo sus palabras –lo que intento decir es- tomo el rostro de Momoi obligando a la chica a verlo a los ojos –no importa lo que pase con los viejos, sean los tuyos, los míos o los de Ryou. No voy a dejarlos solos con el embarazo- Satsuki sonrió más tranquila de escuchar las palabras de Aomine –aun si ninguno de los tres sabe cómo cuidar un bebé-

Sí, siempre se durmió en las clases de sexualidad y planificación familiar. Así que tocara ver que procede durante y después del embarazo.

-Gracias, Dai-chan- beso con cariño los labios de Aomine que solo ayudo a la chica a acomodarse entre sus piernas, manteniendo cómoda a Satsuki –necesitaba oír eso- pronto Aomine capturo de nuevo los labios de Momoi acomodando en ese instante el largo y bonito cabello rosa de la chica que se dejaba mimar por Daiki –te amo-

-Sabes que también te amo, Satsuki- aunque casi no se lo dice a ella y a Ryou, definitivamente cambiaria eso en el futuro. Volvió a capturar los labios de Momoi con un nuevo beso, más íntimo y sensual.

Más caliente y necesitado entre ambas partes.

-Dai-chan- la espalda de Satsuki choco con el pecho cincelado de Aomine que ahora había dejado sus labios un momento para enfocarlos en su cuello desnudo mientras sus habilidosas manos luego de tanto tiempo teniendo relaciones sexuales podía adquirir Aomine desabrochaba la camisa de Daiki que usaba Momoi para cubrir su cuerpo semi desnudo.

Era fin de semana, Ryou iría con ellos luego de terminar de organizar su maleta y todo lo necesario para esos días. Ventaja que ambos, Momoi y Aomine, continuaran siendo vecinos desde su infancia hasta ahora.

Aomine lamio la parte trasera del cuello blanquecino estremeciendo con esa acción el cuerpo completo de Momoi. Satsuki dejaba que Daiki terminara de desnudarla, burlándose un poco por la forma en como estaba temblando la chica por su culpa.

-No te he tocado tanto como me gustaría, Satsuki- hablo Daiki quitando finalmente la camisa azul que cubría la mitad del cuerpo de Momoi con cuidado pero necesitado al mismo tiempo –tocarte de esta forma, sin que nadie nos vea, solo me excita más de lo que ya estoy- deposito suaves besos sobre la espalda desnuda, dejando marcas de sus dientes en la zona repartiéndolos ansiosa y necesitadamente –te necesito tanto como necesito a Ryou, Satsuki-

-Dai-chan- llamo Momoi dejando que las manos de Aomine descansaran sobre sus suaves pechos. Esa acción provoco que se arrodillara sobre la mullida cama dejando que Daiki continuara desnudándola –yo también te necesito igual que mi Ryou-chan- ayudo a Aomine a quitar la bermuda de mezclilla que usaba Momoi en ese momento arrojando la prenda lejos de ambos, solo dejando en ropa interior a Satsuki que ahora buscaba los labios de Aomine de forma anhelante.

Deseaba a Daiki, eso es seguro.

Cualquiera podía afirmar que Aomine le encantaban y fascinaban los senos de Momoi, su preciada Mai-chan era clara muestra del interés de Daiki por el pecho femenino. Pero Satsuki y Ryou podían afirmar que eso no era del todo cierto, la primera porque sabía exactamente que parte de su anatomía Aomine amaba más que nada, el segundo, oh, el no tan inocente Sakurai Ryou, él tenía una pequeña obsesión con los suaves pechos de Satsuki.

Era un pequeño pervertido para Daiki y Momoi.

-Aun no te toco como quieres, Satsuki- la chica tembló en cuanto las manos frías de Aomine acariciaron su vientre desnudo, manteniendo sus labios en el cuello de Satsuki, soltando suaves besos y necesitados en la piel blanca de la chica –aquí ya se está humedeciendo, quiere darme la bienvenida- deslizo su diestra sobre la ropa interior de Momoi manteniendo apoyado el cuerpo de Satsuki sobre su pecho con ayuda de su diestra.

Satsuki se estremeció de antelación, deseaba eso.

Necesitaba esto.

-Dai-chan- pronto la mano de Aomine se adentró en la pantaleta blanca de Satsuki detectando de inmediato la humedad que había manchado la tela y estaba poniendo ansiosa a Satsuki –se suave, Dai-chan- pidió Momoi con sus mejillas sonrojadas viendo los ojos azules de Aomine que ahora jugueteaba un poco con sus dedos índice y anular en el interior de la chica.

-Quiero que tengas un orgasmo con mis dedos, Satsuki- hizo a un lado la tela que impedía tocar como quería a su novia continuando con la estimulación de sus dedos, ahora su surda apretaba y maltrataba un poco el pecho izquierdo de Satsuki que temblaba por su toque –quiero que hagas un desastre en mi cama antes de que llegue nuestro Ryou y nos atrape-

-Oh, Dai-chan- Satsuki se giró lo suficiente y capturo los labios de Aomine que se mantenía profundamente dentro de su vagina, el lubricante, la humedad, lo caliente de la situación, solo excitaba a los dos en demasía –quiero tocarte también, Dai-chan-

Aomine no tuvo que oírlo dos veces, se bajó el bóxer lo suficiente para mantener fuera su pene erecto, deseoso de hundirse en las mieles del deseo y lujuria que Satsuki era capaz de ofrecerle. Pronto su erección se froto húmedamente entre los labios vaginales de Momoi que ahogo un gemido por la acción de Aomine. Podía sentir a través de su propio calor corporal y deseo lo necesitado, excitado y caliente que estaba Daiki en ese momento.

-Me estas mojando mucho, Satsuki- las mejillas de Momoi llegaron a un nuevo tono de rosa por el comentario de Aomine que ahora movía sus caderas, sin dejar de frotarse sobre la mojada vagina y los suaves labios –no esperaba menos de ti- gruño cuando Momoi apretó su pene con la suficiente fuerza para mantener su pene entre sus gruesos muslos.

En ese juego dos podían jugar.

-Quiero tocarte, Dai-chan- separo un poco sus muslos liberando el miembro caliente de Aomine de su prisión dejando que su novio siguiera tocándole tanto como quisiera –quiero que tu semen moje mi vagina- beso suavemente la mejilla izquierda del moreno al mismo tiempo que llevaba su diestra al erecto pene, masturbándolo con sus delgados dedos pero permitiendo que el vaivén de caderas de Aomine continuara estimulándola como quería ella misma.

-Eres una pervertida, Satsuki- Momoi soltó una risita risueña por el comentario de Daiki continuando ambos con sus movimientos y juegos previos –Ryou estaría tan avergonzado de ti al oírte hablar tan obscenamente-

-Seguramente Ryou-chan se enojaría contigo por ser un mal novio y mala influencia conmigo, Dai-chan- la chica ronroneo complacida por la varonil carcajada que soltó Aomine sobre su oreja izquierda.

-No me culpes por lo pervertida que eres, Satsuki- respondió Aomine besando los hombros desnudos de Momoi estimulando al mismo tiempo el clítoris expuesto y mojado de Satsuki –entre los dos, tu eres la más pervertida ¿Por qué otra razón le pediste a mi Ryou que te diera un creampie, te embarazaste y después nos pediste a ambos que dejáramos de usar protección contigo? ¿Eh?-

Momoi no respondió, solo continuo con su labor de darle placer a su pervertido novio.

Aomine sonrió, dejo sin argumentos rápidamente a Momoi.

Ambos eran un par de pervertidos que "corrompieron" a alguien "inocente" como Sakurai Ryou con sus actividades en la cama, salón vacío, duchas del gimnasio, donde se encontraran sin mayor remordimiento de parte de alguno de los dos.

Y, hablando del rey de Roma.

-Satsuki-chan, Daiki-san. Les llame varias veces pero no respondieron, así que tuve que usar la llave de emergencia para poder entrar- pronto los ojos caramelos de Ryou vieron la escena que sus novios estaban montando sobre la desordenada cama de Aomine, las sabanas completamente arruinadas por culpa de los movimientos descarados de ambos. Ryou mas o menos tenia mentalizado que esto podría estar pasando debido a las llamadas que hizo a los celulares de ambos chicos pero no pensó que fueran capaces de ignorar su visita –ahora entiendo varias cosas-

-H-hola Ryou-chan- Momoi separo sus labios de los de Aomine al notar la presencia de Ryou que ahora entraba a la habitación de su novio, cerró la puerta dejando su maleta a un lado de esta y encendió la lámpara de la mesita de noche –nosotros, nosotros estábamos… No, Dai-chan- se quejó Satsuki en el instante que noto como el pene que estaba atendiendo y masturbando ahora se adentraba suavemente en su vagina provocando un fuerte orgasmo en Satsuki –Dai-chan-

-Está bien, Satsuki-chan- respondió Ryou acercándose a sus novios notando el lento movimiento de caderas de Daiki, estimulando la vagina de Momoi con su pene –no pasa nada, sigue divirtiéndote con Daiki-san- robo un suave beso de los labios de la chica que ahora era "sometida" con los movimientos de Aomine en su suave cuerpo y era consentida por los mimos y caricias de Sakurai –luego de Satsuki-chan, te quiero también Daiki-san-

Ambos, Aomine como Momoi se estremecieron por el tono de voz que uso Ryou para decir abiertamente que quería ser mimado y consentido por ambos luego de que terminaran con sus actividades en la cama.