Las Villanas de Saint Michael's
Capítulo 5 – La Chica Nueva de la Clase
Baño de Kurara
Es una tarde soleada de primavera durante la cual, mis queridas amigas de la infancia Eiko e Ikue han venido a quedarse a mi casa donde ahora, compartimos un baño en la tina de mi casa, tal y como lo hacíamos cuando éramos niñas.
– Ah, esto se siente tan bien – exclama Eiko relajada dejándose caer bajo el agua con su cabello azul turquesa.
– Lo sé, tomar un baño así las tres juntas se siente tan nostálgico – dice Ikue alegre mientras enjuaga sus hombros y su cabello rojo tinto – Me hace preguntar cuántos años han pasado desde la última vez que estuvimos aquí las tres juntas. Trae varios recuerdos.
– Sí, hemos pasado por muchos cambios desde aquel entonces.
Eiko voltea a ver con una sonrisa pervertida a Ikue mientras se enjuaga. Se levanta revelando su cuerpo desnudo y mojado frente a nosotras y va a tomar a Ikue por las tetas desde atrás.
– Pero no tanto como este par de melones ¿Cuánto han crecido desde la última vez que los vimos? ¿Siempre las has tenido así de grandes, Ikue?
– ¡Kyaaaaaaaa! Eiko-chan, no me agarres así ¡Por favor!
– Lo siento Ikue, pero tengo que comprobar si estás cosas ya pueden dar leche si las aprieto lo suficiente, es por la ciencia.
– ¡La ciencia no tiene nada que ver con esto! Kurara-chan, haz algo, por favor ¡Kyaaaaaaaa!
Eiko continúa apretando y aplastando las tetas mojadas de Ikue desde atrás, y aunque Ikue suplica mi ayuda ante los apretones de Eiko a sus tetas, yo por mi parte no les presto mucha atención ya que me encuentro pensando en lo que sucedió esta tarde.
Flashback – Salón de Clases
– Me llamo Takai Sakura-san. Será un placer estudiar con ustedes.
Tras presentarse la nueva estudiante de nuestra clase, Sakura Takai, hace una reverencia y todas en la clase la saludan de vuelta.
– Muchas gracias, Sakura-san, todas esperamos con mucho gusto trabajar contigo – le dice la profesora Sarasa, ya que se ha terminado de presentar – por favor, siéntete libre de tomar el asiento que está libre.
– Gracias, Sarasa-sensei.
Dicho eso, Sakura toma su mochila y se acerca paso a paso hacia mí y finalmente se sienta en el asiento justo delante de mí.
– "En la torre, ahora sí me va a ser imposible ignorarla".
Estoy hipnotizada por su belleza. Jamás creí que pudiera llegar a sentir esto por una chica a quien ni siquiera conozco en persona.
Sin duda alguna es la chica más bella que haya visto en mi vida. Sus ojos amarillos, su cabello negro con un toque de azul oscuro. Su bella sonrisa, lo largo de sus pestañas y el color de sus labios.
Incluso viéndola por detrás sigue siendo tan hermosa. Su espalda recta y firme cuando se sienta, el largo de su cabello cayendo por su espalda, e incluso estando tan cerca, puedo oler su perfume. Huele como a rosas.
Estando tan cerca de mí, no puedo evitar pensar que quiero conocerla. Quiero saber más de ella y escuchar más de su melodiosa voz. Sin embargo, se que no debo hacerlo, ya que gracias a mi experiencia en aquel otro mundo, se que esta chica es mi enemiga.
Takai Sakura, la heroína de Saint Michael's. En el juego más reciente de la saga "A Pair of Strangers" ella es el interés romántico de la protagonista, Saki, a quien defiende de los abusos y ofensas de la terrible villana, Inatori Kurara, o sea yo.
O al menos así era hasta que me enteré que si sigo por ese camino, terminaré siendo expulsada gracias a una trampa en la que Sakura, termina exponiendo mis abusos usando el nombre y dinero de mi familia ante el consejo estudiantil.
– "Si quiero evitar ese camino, debo de evitar a esta chica lo mejor que pueda". Además de que… "La quiera o no, esta chica ya tiene un amor predestinado al lado de Saki".
A quien por cierto, todavía no me he encontrado por ningún lado.
– "Bueno, no importa, entre más tiempo pase sin encontrármela, mejor para mí".
Independientemente de que sean mis enemigas o no, no quisiera interponerme en el amor de una de las mejores parejas de Saint Michael's.
– "Por el bien de mi futuro en Saint Michael's será mejor que no intente siquiera hablar con ella".
Es lo que pienso y así lo cumplo por gran parte del día. Hasta que durante una de las clases, Sakura deja caer su pluma y por instinto, me adelanto a recogerla del suelo antes de que ella lo haga.
Sakura hace lo mismo y al momento que tomamos la pluma, nuestras manos se tocan.
– ¿Eh?
Ambas volteamos a vernos y mientras nuestras manos se tocan, por primera vez nos miramos a los ojos, generando un ligero sonrojo en ambas.
"No puedo creerlo. Es incluso aún más bella de cerca. No me sorprende para nada que Saki o cualquier otra chica se enamore de ella".
Estoy tan cautivada por ella que no me doy cuenta cuando pasan 5 o incluso 10 segundos y veo que Sakura ya quiere su pluma de vuelta, tímida de pedírmela.
– ¡Kyaa! Lo-Lo siento – susurro.
– Descuida – me responde también en susurro volviendo a su lugar, sonrojada – Gracias por ayudarme.
No le respondo nada para ya no meterme en problemas. Ambas volvemos nuestra atención hacia la maestra y no volvemos a mirarnos en toda la clase.
Sin embargo, la sonrojes permanece y en mi corazón le respondo "De nada".
De vuelta al presente – Baño de Kurara
De ahí, el resto del día había transcurrido con normalidad y para cuando terminaron las clases, decidí invitar a mis queridas amigas Eiko e Ikue a mi casa para arreglar las cosas con ellas y fortalecer nuestros lazos de amistad.
Ambas se sorprendieron demasiado cuando las invite, por lo que les pregunté.
– ¿Sucede algo?
– No, no pasa nada. Es sólo que han pasado años desde que nos invitaste a dormir en tu casa.
– ¿De verdad?
– Sí ¿Hace cuánto fue? ¿Unos 4-5 años?
– Creo que estábamos en cuarto de primaria ¿No?
– ¡¿Tanto tiempo?!
¿De verdad había pasado tanto tiempo sin invitar a mis amigas?
De inmediato decidí corregir eso y así, ahora nos encontramos las tres aquí en casa, tomando un baño las tres juntas como siempre solíamos hacerlo en aquel entonces.
Y aunque en verdad había decidido invitarlas por esa razón, me apena decir que además también hay otra razón por la que las había invitado a estar conmigo en primer lugar.
Y es que el día de hoy, no quería pensar en Sakura y quería distraerme lo más posible con ellas. Cosa que hasta ahora me había resultado imposible, incluso con ellas jugueteando con sus tetas.
– ¡Eiko! Ya suéltame ¡Por favor!
– Ya casi, estoy segura de que algo ya va a salir de ellas.
– ¡Ya te dije mil veces que así no es como funciona! ¡Kyaaaaaaa!
– ¡Toc, Toc! ¿Puedo pasar?
Al escuchar la voz de mi hermana, finalmente Eiko suelta a Ikue y ambas se sientan en la tina ocultando sus cuerpos desnudos bajo el agua cuando entra.
– ¡Hola, chicas! ¿Cómo están? Les traje unos cartones de jugo en caso de que quieran tomar algo.
– ¡Muchas gracias, Rushia Onee-chan!
– Kyaa, Son tan lindas – dice Rushia babeando mientras ve el cuerpo de las tres bajo el agua.
– Onee-chan – la regaño cubriéndome un poco las tetas bajo el agua – ¿No te parece incorrecto que una chica de preparatoria casi universitaria entre al baño donde tres chicas de secundaria se están bañando? – le pregunto algo molesta.
– Ay por favor, Kurara, no seas tan reservada. Estamos hablando de Eiko e Ikue-chan después de todo quienes son como familia. ¿O acaso ya olvidaste que solía ser yo quien las bañaba y me ponía a secarlas a las tres cuando salían? Si alguna vez lo hacían ya que por más que lo intentaba, no conseguía sacarlas de ahí. Especialmente a Eiko-chan, quien siempre era la última en salir.
– Onee-chan…
Me sonrojo bastante ocultando la mitad de mi rostro bajo el agua, lo que provoca una sonrisa en Rushia quien se acerca a mí y acaricia mi cabeza.
– Pero descuida, que de mis hermanitas tu siempre serás mi favorita, Kurara.
Se agacha y da un pequeño beso en la cabeza, provocando una ligera risa en mis amigas.
– Estaré afuera por si necesitan algo o si acaso quieren que vuelva para secarlas como solía hacerlo antes. Disfruten su baño, niñas.
Dicho eso, Rushia sale del baño, dejándonos a las tres a solas.
– Me alegra ver que Kurara y Rushia Onee-chan siguen teniendo la misma relación de siempre – dice Eiko tomando su caja de jugo.
– Sí, y también que un poco de la antigua Kurara aún vive dentro de ella.
– Chicas…
Ikue también toma un jugo para ella y me entrega otro a mí, recargándonos con la otra en la bañera.
Eiko saca sus pies del agua para recargarlos sobre el borde de la bañera y mientras bebe su jugo pregunta.
– Por cierto ¿Qué vamos a hacer para el proyecto de la profesora Sarasa? ¿Ya tienen alguna idea?
– Se me ocurría que quizás podríamos usar el tema que nos enseño el otro día – responde Ikue.
Mientras ellas dos hablan, no puedo dejar de pensar en lo sucedido con Sakura así que finalmente cedo a mis deseos y les pregunto.
– Chicas, ustedes ¿Qué piensan de Takai-san?
– ¿Uh? ¿La chica nueva?
Eiko e Ikue se voltean a ver algo confundidas por la pregunta, pero responden.
– Se ve que es una chica linda – responde Ikue.
– Sí, quizás demasiado linda. Se ve que es la típica señorita angelical de Saint Michael's, por lo que en lo personal, no tengo mucho interés en ella.
– Sí, aunque también vi algo en su rostro que me dio la impresión de que no mostró su verdadera personalidad, después de todo, es su primer día de clases. Me pregunto qué clase de chica será cuando se desenvuelva – termina de responder Ikue.
– ¿Por qué el interés en ella, Kurara? A ti ¿Qué te pareció ella?
– ¡¿A mí?! Bueno, pues… no me pareció que fuera tan linda como ustedes dicen.
– ¿Uh?
Ambas notan la sonrojes y el tono cuando digo esto y de inmediato, una sonrisa burlona se forma en su rostro.
– ¿Qué pasa?
– Cuéntanos, acaso ¿Tienes un crush con Takai-san?
– ¡¿EH?! ¡C-C-Claro que no! ¿Qué les hace pensar algo tan estúpido como eso?
– ¡Kyaaaa! Mira lo roja que se puso, Eiko.
– ¡Lo sé! Se ve que esta enamoradísima de ella.
– ¡Claro que no! ¿Por qué estaría enamorada de ella? Ni siquiera la conozco.
– No lo sé, tú cuéntanos ¿Qué fue lo que más te atrajo de ella?
– ¿Acaso fueron sus modales?
– ¿La manera en la que caminaba?
– ¿La elegancia con la que se presentó e hizo su reverencia?
– ¡Claro que no! Odié todo de ella. La manera en que hablaba, sus modales, su perfecta manera de caminar con sus largas y esbeltas piernas y la mirada que dirigía con sus ojos y su sonrisa que…
Eiko e Ikue parece que se están aguantando la risa de sus vidas, por lo que súper molesta tomo bastante agua con mis manos y comienzo a echársela en sus caras para que dejen de reír.
– ¡Ya dejen de reírse que estoy hablando en serio!
Eiko e Ikue se defienden del agua que les lanzo como pueden y para cuando termino, ambas comienzan a imitarme a mí y a Sakura.
– "Oh, querida Kurara, cuanto has cambiado. Aunque no nos conocemos, ver esta nueva faceta tuya hace que me enamore de ti".
– "También tú, Sakura-chan. Quiero que nos conozcamos mejor tanto en lo personal como en la cama".
– "Oh, Kurara-chan".
Eiko suelta a Ikue y se coloca detrás de mí, aún imitándome a mí.
– "Quiero enseñarte todo un mundo nuevo de placer y tratarte como la reina quieres – comienza a masajear mis hombros, poniéndome aún más roja – quiero que nos conozcamos, formemos una familia y tengamos muchas hijas juntas. Sobre todo quiero empezar a besarte y a tocarte empezando… aquí".
– ¡Kyaaaaa! ¡Ya basta!
Eiko baja sus manos hacia mis tetas y cuando las aplasta, le lanzo una gran cantidad de agua directo a la cara la cual la obliga a soltármelas para respirar.
– ¡Ya les dije que no es gracioso y no tengo ningún enamoramiento ni crush ni nada con Takai-san! ¡¿Esta claro?!
– Sí, sí, claro.
– Como tú digas, Kurara-chan.
Cuando ven que mi enojo va en serio, las dos paran de reír y se vuelven a colocar a ambos lados míos. Ikue a mi izquierda y Eiko a mi derecha como siempre lo hacen y se acuestan a mis lados, abrazándome debajo del agua y recargando sus cabezas sobre mis hombros.
– Lamentamos habernos reído tanto contigo, Kurara.
– Sí, es solo que… en todos nuestros años como amigas, jamás imaginamos que veríamos a la siempre ruda y orgullosa Kurara-san teniendo un crush por alguien.
– Mucho menos por una chica de tan buena pinta como Takai-san.
– Taradas, ya les he dicho que yo no…
– Descuida, no le diremos a nadie.
– Tu secreto está siempre a salvo con nosotras, Kurara.
Ambas chicas voltean y me dan un pequeño beso en las mejillas antes de volver a acostarse sobre mis hombros.
– Chicas… cielos.
Nos quedamos así recostadas por un tiempo hasta que pasados unos segundos, Eiko es la primera en soltarme de su abrazo y se levanta revelando su perfecto y atlético cuerpo desnudo y mojado.
– Muy bien ¿Qué les parece si ya salimos para empezar nuestra pijamada? Podemos ver una película y preparar unas palomitas.
– Suena bien, también tengo unos videos para ver que me recomendaron de YuriTube.
– Eso suena muy bien, Ikue.
Continúan platicando emocionadas sobre nuestra pijamada mientras salen de la bañera y comienzan a secar sus cuerpos mojados con las toallas que Rushia Onee-chan había dejado para nosotras.
Y aunque estoy muy alegre de ahora estar aquí con ellas, no puedo dejar de pensar en lo importante que es para mí no enamorarme de Sakura.
"Debo hacer todo lo que este a mi alcance para evitarla, si no quiero perder todo esto".
Saint Michael's – Al día siguiente
A la mañana siguiente en clase, me encuentro platicando y riendo con mis amigas sobre todo lo que hicimos la noche anterior, antes de que llegue la maestra.
– Se veían tan lindas cuando desperté – les hago burla por lo de anoche – guardaré esta foto para toda la eternidad.
– Ku-Kurara-chan.
Ikue sonrojada al ver la foto que les había tomado en la mañana, con ella durmiendo profundamente abrazada al pecho de Eiko, mientras Eiko duerme con los brazos y la boca abierta.
A final de cuentas, me había servido para ya no pensar más en Sakura esa noche, ni tampoco pensar mucho en ella ahora que la tengo sentada delante de mí. Al ser la chica nueva, todas las demás en la clase se acercan a hablar con ella, por lo que esta rodeada de chicas.
Unos minutos después, la profesora Sarasa entra al salón e inicia la clase.
– Muy bien chicas, espero que ya estén listas para iniciar con el proyecto que les encargué para este semestre. Sakura-san ¿Aún no estás integrada a un equipo?
– Aún no, sensei.
– Descuida, que ahorita arreglamos eso. Veamos, te integraré en…
Observa su lista para decidir en que equipo va a trabajar, hasta que Eiko levanta su mano y dice.
– ¡Sakura-san puede trabajar con nosotras, sensei!
– ¡¿EEEEEEEEEEEHHHHHHHH?! – Todas en el salón exclaman, incluyéndome.
– ¡Eiko! ¿Qué crees que estás haciendo? – le grito susurrando.
Pero antes de que pueda responder, la profesora pregunta.
– Sakura-san ¿Qué opinas de trabajar con ellas? ¿Te gustaría?
Todas en el salón tratan de advertirla y decirle que no se una a nosotras o la pasará muy mal. No las puedo culpar después de la imagen que aún deben tener de nosotras.
Sin embargo, contrario a lo que esperaba, Sakura voltea a ver a la maestra con una sonrisa y responde.
– Seguro, sensei. Será un placer trabajar con ustedes, chicas.
Eiko se ve orgullosa de haber logrado su cometido. Ikue se ve algo molesta y yo por otra parte… más que molesta, estoy bastante preocupada.
"Demonios, Eiko ¿Qué se supone que haga ahora para evitarla?".
