LOS CUENTOS DE DISNEY – POR LOS SUPER ONCE
PRÓLOGO
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—¡¿Cómo que los chicos no están!? –Aki estalló en enojo, aquel día era importante, y se les ocurría no estar o seguro alguna loca idea de Endou los hizo retrasarse.
—Seguro se habrán equivocado de ruta, ya sabes que distraídos son –intento Fuyuka calmar a la mujer, pero esta empezaba a sacar humo de las orejas —no han de tardar en llegar.
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Mientras tanto en la rivera donde el rio corre sin prisas ni apuros, donde los niños puede ir a divertirse y los jóvenes a reflexionar sobre las nuevas aventuras y cambios que estarían empezando a tener, sobre la suave y fresca yerba húmeda por el roció de la mañana un libro de cubierta roja con letras en dorado con el título: "Todo comenzó…" guardaba secretos y personajes que a ojos de uno parecerían un libro como cualquier otro, pero para los ojos curiosos, aquel libro era más de lo que se podía ver en su portada.
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—No debí dejar que se fuera de campamento "especial" con Endou y el resto –seguía riñendo Aki en el lado del copiloto, ya que Fuyuka la última vez que la dejo conducir en ese estado casi terminan contra una barda, y no es que Kino no supera manejar, sino que enojada era un peligro, incluso con una inocente golosina en mano.
Fu entonces que Fuyuka detuvo el auto cerca de la acera donde vio a los chicos, o en su mayoría, equipo Resistencia Japón, entrenados por quien alguna vez fue su novio Akio. Kurosaki, Hakuryuu, Yukimura, Kishibe, Minamisawa y Kita haciéndoles señas a la distancia.
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Dentro de las páginas de aquel libro, las cosas estaban siendo cambiadas, las historias, los personajes, las escenas y su esencia, su: "Y vivieron felices por siempre" estaba siendo drásticamente cambiando por un ente sin rostro ni forma, siendo como una ráfaga de viento otoñal con destellos de colores púrpuras, verdes y rojos.
Entre palabras y letras, este revolvía y quitaba, pegaba y continuaba con lo suyo entre risas mezcladas y risueñas con un tono malévolo que podía causar nervios a quien lo escuchara.
«Esplendido… Maravilloso… Todo está quedando mejor de lo que espere, y cuando todo esté listo…» la risa concluyo aquella frívola frase para el solo.
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—Espera… –sus manos acompañaron a la palabra, se llevó la mano al rostro e inhalo un poco del aire fresco de la mañana —¿Dices que un remolino los atrapo y llevo dentro del libro?
Sonaba loco, pero ¿Qué tantas cosas no les había pasado ya que cualquier cosa rara o extraña ya era algo normal para aquellos relacionados con los Super Once? Aun queriendo ver o encontrar alguna otra perspectiva de aquello que Minamisawa les dijo, el cual vio todo al salir a trotar como cada mañana y ver a los muy emocionados chicos con los mayores estar jugando un partido previo por los nervios, y luego, al querer acercarse a ellos vio a un hombre de capucha acercarse a ellos.
No logro escuchar nada, pero si vio como al abrir el sujeto aquel libro de este surgió un remolino envolvió a los chicos junto al hombre y como en cuestión de segundos la tempestad ceso, y solo quedo aquel libro en la yerba.
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La risa de aquel anciano era agradable, si no fuera porque esa risa iba para ellos además de estar en un lugar desconocido y con un tremendo dolor de cabeza.
—Llegaron en el momento exacto –parando de reír y acercarse a ellos, el hombre de larga barba blanca como su bigote se inclino a verlos, ajustando sus gafas y achicar los ojos para verlos mejor —ah… Pero son más de los que imagine.
—Te lo dije viejo loco, ahora no solo tenemos el problema con el resto que esta entre las páginas, sino que tenemos más problemas de los que ya teníamos –aquel búho cascarrabias les observaba desde el marco de la ventana.
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—Bienvenidos dentro del libro –recibieron una sonrisa del esquelético ser, cuyos ojos podían ser el profundo vació por la oscuridad en ellos, sin embargo, más allá de ello se lograba ver el resguardo de dos tintineantes resplandores que dejaban de lado lo primero y tener otro pensamiento. Esperanza.
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—¿Por qué siempre se deben de meter en problemas? –se masajeo las sienes Atsushi mientras Hakuryuu rio leve y el resto solo suspiraban.
—Es solo buscarlos y traerlos de vuelta ¿Qué tan difícil puede ser? –mala elección de palabras dijo Ichiban cuando un estrepitoso temblor removió el suelo bajo sus pies.
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NOTA DE AUTOR: Bienvenidos a esta nueva trama, aun si esta de una manera distinta a como la quiero hacer en realidad, ya la armara como es debido, pero mientras esta no me parece tan mal.
Espero que les agrade y le den una oportunidad.
Saludos y nos seguimos leyendo.
