Capítulo V – Travesía a través del espejo
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Sentía el cuerpo pesado, y como no si tenía encima suyo al chico hielo sobre de él.
Rodó los ojos —muévete –ordeno sin recibir ninguna respuesta, gruño molesto —hey, quítate de encima.
El lento movimiento del otro le indicó que, a diferencia de él, este apenas iba entrando en razón —hay que movernos.
—¿Dónde estamos? –cuestionó al tiempo que se quitaba de encima del otro e hizo una mueca de dolor al tener rojizo el tobillo, al parecer cayó mal y le afecto en dicha zona —¿El resto?
—Parece que solo nosotros fuimos envueltos a este lugar.
Aquel sitió era totalmente blanco que no sabían si eran paredes o un paisaje sin principio ni fin, como sea que fuera, debían moverse hasta encontrar la respuesta de ello.
/Hola amigos/
Escucharon ambos aquella voz amigable, pero sin ver a nadie cerca de ellos tuvieron que cubrirse las espaldas.
—¿Quién eres? ¿Amigo o enemigo?
/Soy la voz de la aventura y el conocimiento. Soy amigo del quien gusta aprender y conocer algo nuevo /
Aquello no les daba una respuesta segura ni era del todo una contestación concreta.
/Yo puedo sacarlos de aquí, siempre y cuando tengan la iniciativa, y llevarlos con sus amigos /
—¿Qué sabes de nuestros amigos? –esta vez fue Yukimura quien pregunto —¿Sabes dónde están?
/Si quieren saberlo… /
El blanco lugar pronto empezó como por arte de magia a tener color, mezclarse, a se vivido y colorido, tener luz y sonido.
Pronto estaban en un paisaje más acogedor, a lo lejos el calor de los rayos del sol siendo abrazadores, pero con cierto deje de frío por la brisa salina de las olas del mar que se escuchaba demasiado cerca bajando tan solo unas cuantas rocas y poder hundir el calzado sobre la blanca arena.
/Conozcamos este maravilloso mundo de sueños y fantasías entre sus paisajes y sonidos para llegar a su destino /
Con esas palabras, ambos se pusieron en marcha sin tener algún otro plano en mente, además de ser tal vez la única manera de salir de ahí.
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Sin saber por cuanto tiempo anduvieron caminando y escuchando las palabras y explicaciones de la mayoría de las cosas, lograron llegar a una puerta en medio de aquel bosque, la cual estaba ahí sin más.
/Esta puerta los llevara al espejo donde podrán encontrar a sus amigos /
Yukimura quedo por más saciado de tanta información que sentía la cabeza caliente y palpitar, Hakuryuu por su parte, creía que tardaría en sacarse esa voz masculina de la cabeza. Agradeciendo de todas maneras la ayuda de esa voz, entraron por la puerta, la cual al cerrarse desapareció como un chasquido y todo el paisaje volvió a su blanco naciente.
Al cruzar la puerta, el lugar era más grande que ellos, como si fueran pequeños seres en una enorme casa. Caminaron por el lugar, montándose con ayuda mutua sobre una silla para poder ver mejor el lugar.
Desde luego no había nadie excepto ellos dos, el lugar estaba muy tranquilo y limpio pese a no haber nadie, no vieron ninguna ventana por el lugar, solo un espejo en el cual lograron ver el movimiento de algo, por lo que creyeron que no estaban solos.
Los entrenamientos de Akio eran pesados y cansados, pero aquello era por mucho más. Estaban fatigados y apenas y lograron montarse en el sillón que está cerca del espejo, con ayuda los hilos de una tela y un botón lograron que este diera aun espacio y poder subir por la pared hasta estar sobre una repisa adornada por esferas de cristal con agua dentro, las cuales al agitarlas puedes ver lo que simula copos de nieve.
—Por aquí debe de aparecer… –musito Hakuryuu esperando ver lo que sea que vieron.
¿Y si era un enemigo?
Recordó que la Voz le había dicho algo sobre los enemigos que andan sueltos, y que por suerte el había dirigido a algunos desviados a un lugar seguro.
Fue entonces que vio algo moverse, como una sombra.
—¿Y si es una trampa? –hablo lo más bajo posible. El espejo podía ser una buena trampa para cualquiera, lo más seguro sería que observaran mejor el lugar en busca de una salida más fiable. No dudaba de la ayuda del espejo, pero era probable que el malo ya hubiese hecho de las suyas.
—Quiero salir de este lugar lo antes posible, y si esta es la manera más rápida, trampa o no… –los ojos de Hakuryuu eran cada vez más rojizos, algo que no le agrado al chico hielo.
—Y yo también quiero salir. Quiero encontrar a nuestros amigos.
Aquello hizo que, como si un interruptor hubiese sudo presionado en Hakuryuu, esto cerro los ojos y soltó un pesado suspiro, el color de sus ojos regreso al natural, pero una mano negra tiro de este, y por reacción, Yukimura le tomo por los hombros, de nuevo eran presa de algo que desconocían.
La fuerza externa fue mayor, y ambos fueron transportados a través del espejo, como si de una gota de agua cayese en el espejo, formando oleajes en el mismo y luego, quedar quieto como si nadie hubiera estado ahí.
