Dilema por traición
Anthea no le quitaba un ojo de encima a Xana, sabía que su estado era delicado. Se las arregló para quitarle la falda sin provocarle dolor. Estaba apoyada sobre el marco de la puerta de la habitación cuando escuchó la puerta principal cerrarse.
—¿Mamá? —Preguntó una voz femenina, Aelita. La aludida se giró y se acercó dándole un abrazo—¿Qué ocurre? —Se acercó a la habitación y se encontró con Xana recostada en la cama de la habitación mientras tenía vendada su pierna derecha—
—Se las arregló para deshacerse de los dos que le pedí, pero uno de ellos logró dispararle en la pierna y la bala aparentemente estaba envenenada—Respondió—Estará bien—Aelita dejó caer su mochila mientras observaba a la IA. Recordaba lo que le había dicho esa misma mañana. Se acercó lentamente hasta sentarse en la cama, mirando a Anthea—Te lo prometo, ella estará bien—Aelita, tras pensarlo, asintió—
—¿Hay algo que podamos hacer? —Preguntó la pelirrosa—
—Esperar—Respondió. Eso era lo que menos quería la pelirrosa en ese momento. Ya sabía que Xana podía recuperarse rápidamente, pero había recibido muchos golpes en poco tiempo. Aelita se puso de pie y abrazó a Anthea. Se sentía mal.
Poco más podía hacer Aelita que esperar. Durante el día recibió una llamada.
—¿Sí? —Contesto—
—Hola, ¿Aelita?, soy del estudio de grabación que hay cerca de tu academia, llamo porque Chris nos comentó que quería hacerte una audición un poco más en privado—Respondió una voz femenina. Aelita se sobresaltó—
—¡Genial! —Respondió—¿Cuándo sería? —
—Este domingo sobre las cuatro de la tarde en el estudio de grabación—Respondió—¿Te parece bien? —
—¡Si! —Respondió, emocionada—
—Entonces nos veremos ahí, suerte—Colgó rápidamente. Aelita no pudo contener la alegría. Se encontraba en su habitación y bajó como un rayo a la sala de estar donde estaba Anthea con su portátil—
—¡Mamá! —Se lanzó a darle un sorpresivo abrazo—
—¿Por qué estás tan emocionada? —Preguntó con una sonrisa—
—¡Me llamaron del estudio de grabación! —Respondió—Los Subdigitales quieren hacerme una audición en privado—Anthea se sentía muy feliz por su hija—
—¡Felicidades mi niña! —Aceptó el abrazo—
—Se lo contaré al resto—Y así lo hizo. Rápidamente les contó a sus amigos lo ocurrido. Por su parte todo era felicidad. Se acercó a la habitación donde estaba Xana, quería contarle lo ocurrido, pero al entrar la golpeó la dura realidad, ella no podía escucharle realmente, estaba dormida. Su sonrisa se desvaneció mientras se acercaba a la cama y se arrodillaba a su lado—¿Sabes? —susurró—Me llamaron del estudio de grabación, tengo bastantes ilusiones, quiero saber que puede salir de esto—Parecía hablar consigo misma—Espero que estés igual de feliz que yo—Giró su cabeza y pudo ver a Xana, dormida bocarriba mientras jadeaba y sudaba, vio a su lado un nochero con un trapo húmedo y una olla pequeña con agua. Con el trapo plegado comenzó a limpiarle el sudor, cuando pasó por el vientre de la misma notó como tenía una cicatriz que iba en vertical hasta el pecho que comenzaba a desaparecer. Se detuvo, soltó un suspiro y se retiró de la habitación. No quería ver a la IA en ese estado, sabía lo horrendo que era—
Por ese lado todo era felicidad y relativa tranquilidad. Por otro, a unas calles de ese mismo punto, una chica simplemente no encontraba su sitio. Taelia.
La joven no encontraba su tranquilidad, se encontraba en una habitación leyendo un libro, rápidamente dejó de interesarle, pero seguía leyendo por el mero impulso de terminarlo… pero no lo logró pues la sensación de soledad la golpeó de repente y la desesperó. Con gran fuerza lanzó el libro a algún lugar de la habitación y se cubrió con las cobijas mientras intentaba no pensar en nada, pero la ira y la incapacidad de poder hacer algo para poder obtener, aunque fuera un pago justo por corromper su inocencia y tranquilidad, la transformaban en un estado de exasperación que ni siquiera ella comprendía. ¿Cómo esperas que alguien que no tiene ninguna razón para seguir con vida lo haga? Era su pensamiento. Escuchó unos pasos cerca de ella, se imaginaba quien era, pero nada le importaba. Quería estar sola, sabía que ya no tenía remedio, no quería que alguien intentara reconfortarla, ya estaba harta de lo mismo.
—Déjame en paz—Dijo al aire—
—Pero…—Intentó decir la voz—
—¡DÉJAME EN PAZ! —Gritó. La persona obedeció sin decir una sola palabra y salió de la habitación. Taelia se quedó observando el infinito… recuerdos vinieron a su mente y volvió al mismo estado airado de la última vez. No logró controlar su estado y golpeó con gran furia la pared con sus puños repetidas veces. Escuchó una voz en una habitación adyacente que le llamó la atención. Se detuvo. Comenzó a arañarse en los antebrazos, era la única manera de poder liberar su ira sin hacerle daño a alguien… más que a sí misma. Y Eva, casi como si hubiera adivinado lo que ella hacía, entró en la habitación y encendió la luz.
—No le des golpes a las paredes, te puedes hacer daño—Respondió la mujer, aunque Taelia hizo caso omiso—De verdad—Dijo—
—Quiero… estar sola—Respondió—
—No puedes aislarte con tus problemas—Respondió la mujer—muéstrame tus brazos—Pidió, pero Taelia se negó—No los escondas—Casi a la fuerza de acercó y logró darle la vuelta, agarrándola por las muñecas mientras le observaba los brazos—
—¡Suéltame! —Pidió, forcejeando como podía—
—Lo sabía—Dijo—Te haces mucho daño a ti misma—Tenía la totalidad de sus brazos llenas de arañazos, tal así que algunos incluso estaban marcados por una línea roja indicando que de ahí salía sangre. No hizo falta ver sus muñecas para darse cuenta que también las tenía lastimadas—
—No es tu problema—
—Que no lo sea no quiere decir que te dejaré que te autodestruyas—Respondió y al mismo tiempo la llevó a la fuerza al baño, obligándola a sentarse en la tasa—Extiende tus manos—La joven obedeció. Eva le limpió los brazos con agua oxigenada, luego los recubrió con una venda delgada—Deja de hacerte daño a ti misma—Dijo—
—… No es fácil—Respondió en voz baja—
—Correcto, no lo es, pero no puedes rendirte sin siquiera haberlo intentado—Respondió. Taelia simplemente quería descansar. Eva lo notó—Ya es un poco tarde, ve a dormir—Sin cruzar otra palabra escuchó la puerta de la habitación cerrarse con fuerza. Soltó un suspiro pesado, comenzaba a perder la paciencia con esa chica. Se acercó a una ventana y observó por ella. El cielo se había despejado repentinamente desvelando una hermosa noche estrellada.
La noche transcurría sin ningún problema. Sobre las cuatro de la mañana, a Anthea la despertó un constante quejido que venía de las plantas inferiores. Al acercarse a la habitación se encontró con Xana sentada en la cama, se había despertado. Al parecer había intentado ponerse de pie, pero lo lamentó en el instante por el inmenso dolor.
—No te levantes—Dijo Anthea, encendiendo la luz de la habitación—
—… Agua—Dijo con dificultad. Anthea asintió y al poco rato volvió con una botella de agua. La IA la recibió y comenzó a beber de ella—
—¿Cómo te sientes? —
—Con… ganas de arrancarme la pierna—Respondió con más claridad en su voz—
—Al menos estás despierta—Dijo Anthea—Me tenías preocupada—A pesar del dolor, la IA sonrió perezosamente—
—Siento… como si mi pierna se estuviera quemando—Dijo—Es desagradable—
—Viendo cómo te curaste de rápido la última vez, solo será cuestión de esperar a que te recuperes—Dijo. Hubo un momento de silencio—Hablaré mañana con el director para decirle que estarás ausente unos días mientras te recuperas—La IA asintió—
—Gracias—Respondió—¿Y Aelita? —
—Ella está dormida ahora mismo—Respondió—Está bien, la llamaron para una prueba en un estudio de grabación—
—Lo hará bien—Dijo. Intentó moverse para acostarse en la cama, pero soltó un quejido de dolor, no soportaba en lo más mínimo el mover la pierna. Con ayuda de Anthea logró acostarse otra vez—Quiero dormir—Dijo—Es irónico que luego de dormir mucho tiempo siga teniendo sueño—Anthea sonrió al mismo tiempo que asentía—
—No tiene sentido—Respondió—Buenas noches—Salió de la habitación cerrando la puerta tras sí. Se encaminó a la sala de estar, vio el maletín negro que contenía algunos documentos, quería estudiarlos detenidamente, igual encontraba algo importante. Entre tantas hojas, algunas llamaron su atención:
"Plan de creación de nuevos humanos: Fase de adaptación de tercer sujeto—Por más que leía, el documento no tenía sentido, solo hablaba de un ser creado, pero no salía de ahí—"
"Proyecto Cartago: Plan de reactivación preventiva—El documento hablaba sobre un plan de reactivación en caso de que un conflicto fuera inminente. El nombre de Anthea se repetía varias veces por el mismo. Lo apartó del resto junto con el primero—"
"Plan de captura y readaptación de SH-N2 "Edge" —Se comentaba sobre un plan de captura de Edge, o más bien Xana, en la que se mencionaba el uso de los otros dos seres creados en el mismo proyecto. También hablaba sobre el uso de armas de destrucción masiva, o a menor medida simplemente matarla en caso de ser imposible atraparla, pero eso era algo que tanto ella como Xana sabían, acabarían con ella por las buenas o por las malas—"
Luego de mirar el resto de documentos, apartó los que le parecían importantes y el resto los volvió a guardar en el maletín.
En la mañana la cosa no fue muy distinta. Cuando Aelita se marchó a Kadic ella decidió que sería momento para hablar con Waldo, quería esclarecer algunas cosas en privado. Se duchó y se cambió de ropa, pero antes de irse se acercó a la habitación donde estaba Xana, al abrir la puerta se la encontró sentada en la cama, a su alrededor había una esfera de energía que la recubría, al entrar la esfera se deshizo y eso llamó su atención.
—¿Qué hacías? —Preguntó de primeras—
—Cosas—Respondió la IA. Al deshacerse la esfera quedaron algunos haces de luz flotando en medio de la habitación, simplemente extendió sus manos y la energía volvió a su cuerpo—Solo practicaba—
—Ya veo—Respondió. Dejó pasar lo ocurrido y soltó un suspiro—Iré con Waldo, así que quizás no venga durante un rato—La IA asintió—Te dejé algo para desayunar, si algo ocurre ve a buscarme—Xana se quedó pensando, aunque asintió sin estar muy segura—¿Qué tal sigues? —
—Podría ser peor—Respondió—Supongo que será cuestión de tiempo—Sin pensarlo mucho Anthea asintió, tenía razón cuanto menos—
La pelirrosa salió de ahí al poco rato y se encaminó hasta la fábrica. Por el trayecto notaba la tranquilidad de la ciudad a la mañana. Un amanecer ligeramente nublado y con un viento frio que lentamente comenzaba a amainar. Se encontró con la fábrica y entró hasta la sala del súper ordenador, ya ahí intentó contactar con Waldo, pero no contestaba, no sabía dónde podía estar en todo ese inmenso y casi infinito mundo virtual. Mientras esperaba una respuesta encontró una carpeta con unos archivos de video: "El diario de Franz Hopper", Aelita le había contado que su padre se había cambiado el nombre luego de que a ella la secuestraran, tan solo verlo le hacía gracia. Eran cortos, algunos no duraban más de cinco minutos así que decidió verlo, igual encontraba algo que pudiera serle de utilidad.
Mientras eso ocurría, en Kadic la cosa no era muy distinta. Los alumnos en clase. Los guerreros, a excepción de Yumi, se encontraban en clase de matemáticas, nada especial, el profesor dando una explicación y el resto aparentemente atendiendo a ella. Taelia se encontraba absorta en su mundo cuando sintió una pequeña vibración, su móvil. Se imaginaba quienes eran, maldijo en sus adentros mientras apretaba con fuerza el bolígrafo que tenía en sus manos, tanto así, que sin darse cuenta lo rompió por la mitad. Tanto ella como Ulrich, quien estaba sentado a su lado, se quedaron atónitos. El alemán no se dejó intimidar de aquello y simplemente le prestó otro bolígrafo.
—Gracias—Le dijo en una voz tan baja que casi parecía un susurro. Intentaba no llamar la atención de nadie. Ulrich intentó ignorarla, pero al ver sus brazos simplemente no pudo, tenía un abrigo que cubría las vendas que tenía, pero no podía ocultar las muñecas llenas de arañazos, se sintió tentado a preguntar—
—¿Qué te ocurrió en los brazos? —Preguntó, pero al instante se arrepintió—
—Atiende a clase—Le respondió de mala gana Taelia al mismo tiempo que apartaba su brazo. Ulrich simplemente obedeció, no quería más problemas—
"¿Qué ocurría con ella?" Se preguntaban todos, no sabían por qué, pero intuían que algo la estaba molestando… y no estaban muy lejos de la verdad, algo la molestaba mucho, pero era incapaz de pararlo por sí misma.
El recreo llegó y pudo relajarse. Por otro lado, Aelita quería contar las buenas noticias.
—¡Me llamaron para una prueba con los Subdigitales! —Respondió. Al grupo le faltó tiempo para pensar que suponía eso—
—¡Felicidades! —Dijeron todos, y si, se alegraban de ella, tenían esperanzas—
—¿Cuándo tienes la prueba? —Preguntó Yumi—
—El domingo por la tarde—Respondió—Espero que salga todo bien—
—Ya verás como todo sale bien, Princesa—Respondió Odd con una sonrisa, Aelita lo agradeció—
—No quiero hacerme ilusiones todavía—Respondió la pelirrosa—
—Se tendrá que ver—Dijo Jeremy—Buena suerte—Aelita sonrió—
En un momento dado Aelita se separó del grupo, debía ir a la biblioteca a entregar un libro, aprovechaba que era recreo para hacerlo, pero alguien la detuvo, la agarró del cuello y la empujó contra la pared, no podía girarse para ver quién era, había apresado también su brazo izquierdo. Para su desgracia el pasillo era poco concurrido y en ese momento estaba vacío. Una voz que no quería escuchar le habló por la espalda.
—Te juro que te haré pasar por algo peor de lo que pasé yo—Dijo una voz airada, Taelia, no tenía mucha fuerza, pero la posición en la que estaba no le dejaba posibilidad de moverse. Por alguna razón dejó de hacer fuerza y simplemente la soltó, lo último que escuchó fue a Taelia correr hasta perderse. Para su suerte apareció Odd, se notaba que venía por Taelia.
—¡Princesa! —Dijo el italiano al verla—¿Qué ocurrió? —
—Me dijo que… me haría pasar por algo peor de lo que pasó ella—Respondió—
—Esa…—Dijo, conteniéndose—Tenemos que detenerla—
—Mejor… vamos con el resto—No quería saber nada en ese momento—
La tarde cayó. Todos volvían a sus casas, incluida Taelia, pero ella tenía un destino un poco diferente en este momento, sabía dónde debía ir, para su desgracia. Se encontró con los hombres de negro en aquel callejón, pero el ambiente era algo diferente.
—Tardaste un poco—Dijo uno de ellos buscando provocarle—
—No es tu problema—Le respondió—Acabemos con esto—El hombre sonrió—
—Tenemos otro destino diferente hoy—Respondió el hombre obligando a Taelia a subir a la furgoneta con el resto, sintió como le esposaban las manos en la espalda—
—¡Oye! —Se quejó, pero recibió un golpe en el vientre de inmediato—
—Silencio—Respondió. El hombre arrancó el coche y cambiaron de dirección. No sabía a donde se dirigían, pero al ver como se adentraban en un estacionamiento subterráneo de un edifico casi a las afueras de la ciudad le provocó un mal presentimiento. La puerta se abrió y la empujaron hacia afuera cayendo de rodillas al piso. Alzó la mirada y pudo ver a un hombre alto con una mirada misteriosa vestida de traje negro en compañía de otros dos hombres que parecían ser sus ayudantes—Aquí te traemos lo que te dijimos—
—Una chica joven—Respondió el hombre con una voz grave e impostada—Perfecto—
—Ella conoce a la hija de Anthea, esa que secuestramos en su momento hace unos días—Respondió uno de los hombres—Quizás te sirva—
—Bastante—Respondió—Se de alguien que estará encantado de escuchar todo lo que sabes de ella—Dijo—Me la quedo—Le hizo la señal a uno de sus ayudantes para que le entregara un maletín a uno de los hombres de negro—
—¿¡Qué!? —Preguntó Taelia, con un nerviosismo sin igual—
—Ellos te vendieron, dijeron que no tenías nada, así que eres perfecta para mis experimentos con humanos—Respondió el hombre—Llevadla a una habitación aislada, quiero hablar con ella a solas—Los dos acompañantes obedecieron y casi a la fuerza la llevaron al interior de las instalaciones. Le quitaron las esposas y la dejaron en una habitación completamente vacía, solo había una mesa y una silla de madera. Cayó de rodillas, se sentía impotente por caer otra vez en la misma trampa. Tras recuperarse, se sentó en el suelo, en una esquina de la habitación. Pocos minutos después, tal como había dicho, el hombre entró a la habitación cerrando la puerta tras sí, traía un cambio de ropa para ella, la típica ropa blanca y delgada de los hospitales—
—¿Por qué? —Preguntó de primeras la pelirrosa—
—Vamos por partes—Dijo el hombre, agarrando la silla y sentándose en ella, mirando de frente a Taelia—Ellos me contaron que conocías a Aelita y a Anthea, ¿Es verdad? —Taelia asintió—Dijeron que destrozaron tu vida—Respondió. El hombre notó como el solo hecho de mencionarlas la puso airosa en el instante—Se nota que las odias—Dijo el hombre. Taelia no respondió— Supongo que conoces a Edge—
—¿Edge? —Preguntó—
—Si, una persona que ahora está bajo las órdenes de Anthea—
—Le dicen Xana—Respondió Taelia—¿Qué pasa con ella? —No quería traicionarla, pero…—
—Ella es una fugitiva ahora mismo—Respondió—Escapó de una base militar donde se lleva un importante desarrollo, pero no soy yo quien quiere escuchar esa historia, sino otra persona que vendrá por estos lares mañana o pasado mañana, querrá escuchar todo lo que sepas—
—¿Qué pasará conmigo entonces? —Preguntó, quería saberlo—
—Hasta que quedemos satisfechos de todo lo que sepas te quedarás aquí—Respondió el hombre sin perder de vista un solo detalle—Luego, serás enviada a otro sitio lejos de aquí donde vivirás con otras personas que están siendo usadas para experimentos con humanos—Añadió—Te encantará—Taelia iba a negarse, pero sabía la respuesta de antemano—
—Como quieras—Dijo. El hombre le lanzó la prenda—
—Quítate tu ropa y ponte esto, necesitamos saber en qué estado te encuentras para saber cómo proceder—Taelia, insegura, obedeció. Se giró de forma que el hombre pudiera ver lo menos posible, pero estaba ahí. Se quitó toda la ropa, pero antes de poder vestirse el hombre habló—
—Espera, date la vuelta y ven aquí—Respondió el hombre. Taelia se giró y tímidamente se acercó—Ya lo veo, esos bastardos—Con sus ásperos dedos tocó la marca que tenía en el vientre hecha por los hombres de negro—Me gusta tu cuerpo, es perfecto—No tenía las mismas intenciones que el resto, y eso le asustaba. El hombre pasó sus manos por cada centímetro de su torso, el solo contacto comenzaba a molestarla, le hacía sentir extraña. Sin embargo, el hombre se detuvo, con sus dedos alzó su barbilla obligándola a verle a los ojos—Tengo grandes planes para ti solo espero que puedas aguantarlo todo—Taelia por alguna razón sintió un nudo en la garganta, lagrimas comenzaron a caer por su mejilla, el hombre lo vio y sonrió—Te sientes impotente de no poder hacer nada para vengarte de todo aquel que te haga daño, ni siquiera el defenderte sirve de algo porque no puedes—Dijo—Tienes algo que no he visto en las demás personas y es una sed de venganza insaciable, quieres ver clavada en una estaca a esa persona que tanto daño te hizo, por desgracia ella es intocable ahora mismo, pero no te preocupes, cuando sea posible te ayudaré a conseguir tu venganza—El hombre sonrió otra vez—Deja de llorar y vístete, aún no es tu primer día—Taelia obedeció. El hombre la guio por la instalación—No me he presentado, soy Bondrewd, de momento eso es todo lo que necesitas saber de mi—
—No… me siento bien—Dijo Taelia. Entraron en una habitación que cegaba por lo blanca que era, la hicieron recostar sobre una camilla y la ataron de torso y manos, no le gustaba en lo más mínimo—
—Comenzaremos con una sencilla prueba—Dijo Bondrewd y chasqueó los dedos, rápidamente un hombre se acercó con una jeringa y le extrajo sangre, pero lo peor vino cuando el mismo hombre se acercó con otra jeringa llena de un líquido amarillento, se lo inyectó y rápidamente comenzó a sentir como su mano se calentaba, y así todo su cuerpo hasta que sentía como su cuerpo ardía, no podía moverse por culpa del dolor que sentía en ese momento. Rápidamente sintió un golpe en el antebrazo izquierdo, no sintió un dolor normal sino uno que parecía expandirse, sintió al tiempo un pinchazo tremendo que le hizo soltar un grito de dolor. Los golpes continuaron hasta que el efecto de lo que fuera que había sido eso he había ido—
—La prueba con el químico fue correcta, puede resistir el resto de experimentos—Dijo un hombre—
—Perfecto, que se recupere y llevadla de vuelta a la habitación donde estaba—Los hombres asintieron—
Aelita llegó a casa al anochecer, ya se había hecho algo tarde pues se había quedado hablando con sus amigos a la salida de clases. Al entrar llegó a la sala de estar donde se encontró a Anthea observando por la ventana mientras hablaba por el móvil, también a Xana, pero ella estaba sentada en el sofá intentando no mover demasiado su pierna lastimada. El ambiente era extraño.
—¿Qué ocurre? —Preguntó de primeras al notarlo. Anthea se giró al momento y colgó la llamada mientras observaba el suelo—
—Taelia aún no llega a casa y no coge su móvil—Respondió Anthea. Eso llamó la atención de Xana—
—¿Le habrá ocurrido algo? —Preguntó la IA, pero Anthea se encogió de hombros—
—Dios quiera que no—Respondió—¿Qué tal las clases, cariño? —Se acercó a su hija y le dio un beso en el frente seguido de un abrazo—
—Bien, como todos los días—Respondió la pelirrosa—¿Cómo sigues tú? —Preguntó a la IA, quien sonrió perezosamente—
—No me quejo—Dijo—En pocos días volveré a la normalidad, supongo—Aelita subió a su habitación, dejó sus cosas en ella y volvió a bajar a la sala de estar, se sentó en el sofá al lado de la IA, quién se recostó sobre ella—
—¿Aburrida? —Preguntó, la IA asintió—
—No me aguanto estar quieta tanto tiempo—Respondió—Supongo que esa es la gracia de tener que recuperarte de algo—
—Supongo que si—Respondió. Algo pasó por su cabeza en ese momento—Tengo un acertijo para ti—Eso llamó la atención de la IA—Tienes a dos grupos de personas, unos que les gusta el ruido de… un taladro, por ejemplo, y al otro que les disgusta, ¿Cómo lo solucionarías? —
—Si quitamos el taladro los del primer grupo se disgustarán, si lo dejamos y no hacemos nada el del segundo se disgustarán, pero si desde el principio no se hubiera creado no existiría ese problema para empezar—Esa fue una respuesta muy rara, no entraba dentro de un razonamiento humano—
—Supongo… que es verdad—Respondió. Era exactamente la respuesta que esperaba, lo había escuchado de un profesor en clase, esa clase de respuestas solo venían de alguien con un razonamiento muy artificial. Pasado un rato Anthea volvió a la sala de estar con un semblante preocupado—
—Sigue sin aparecer—Dijo Anthea—Vendrá Eva—Ambas asintieron—
—¿Qué le habrá ocurrido? —Preguntó la IA recordando lo que le había dicho, y que al parecer se había cumplido. No pasó mucho rato hasta que alguien tocó la puerta, en efecto, Eva—
—¿Sabes algo de ella? —Preguntó Anthea a Eva entrando con ella a la sala de estar—
—Nada, su móvil está incomunicado—Respondió. Eso le dio una idea a la IA—
—¿Tienes su número? —Preguntó Xana, Eva asintió—Dame tu móvil—Se lo entregó y la IA hizo una llamada, tras un par de segundos chasqueó los dedos—Está lejos de aquí, pero no sé exactamente en donde—Miró a Aelita y le susurró algo al oído, ella asintió—
—Le escribí un mensaje a Jeremy para que intente localizar su móvil—Dijo Aelita tras dejar su móvil a un lado—
—Espero esté bien—Dijo Eva—Cambiando de tema—Sacó un par de papeles de la mochila que llevaba encima—El proyectil llevaba varios gramos de una toxina muy poderosa llamada Toxina Botulínica, la más poderosa en este momento—Añadió—Según veo tu cuerpo resistió exitosamente al veneno y sigues con nosotros—
—¿Por qué alguien llevaría algo como eso? —Preguntó Aelita—
—Porque te aseguras que muere, con la cantidad que tenía el proyectil es suficiente para matar a alguien en cuestión de horas por asfixia, o a menor medida dejarlo en un estado vegetativo—Respondió Eva—
—Sigo con vida que es lo importante—Respondió la IA—
—El proyectil es de compuesto rígido, es decir, está hecho para atravesar gruesos blindajes como si fuera papel—Respondió, Anthea asintió—¿Qué clase de loco era ese? —
—Eso me dijo Sumire—Dijo la pelirrosa—Tenemos que ir sobre seguro en este tipo de situaciones—
—Cosas que pasan—Dijo la IA restándole importancia—¿Qué haremos? —
—Te iba a decir que buscaras a Taelia, pero viendo que apenas puedes apoyarte sobre ese pie…—Dijo Anthea, pensando—Lo mejor será tener paciencia, por desgracia, no tenemos a nadie que nos pueda ayudar en este momento—Eso dejó a Xana pensando, quería hacer algo al respecto—
Mucho rato después, Eva se marchó y tanto Anthea como Aelita se marcharon a dormir, la IA seguía en la sala de estar. Al no escuchar nada más que su propia respiración intentó ponerse de pie, al principio lo logró, pero sentía como su pie estaba entumido. Se movió cómo pudo a al patio trasero y se dejó caer sobre el pasto que había. Comenzó a mover su pie herido lentamente, lo estiraba y lo retraía sin importar el dolor que sentía, pues lentamente parecía que desaparecía. Luego se puso de pie y, apoyándose contra la pared, dio un salto hacia adelante cayendo sobre el pie derecho. Se aguantó para no soltar un alarido de dolor, pero era parte del proceso. Seguía con lo mismo, daba patadas al aire estirando lo más posible ambos pies para lograr estar bien. Comenzó a darle patadas suaves a la pared con ambos pies, ahora se sentía mejor, sentía como ahora tenía equilibrio total en ambas piernas, pero no podía confiarse y quedarse ahí, debía continuar. Al rato sintió como alguien bajaba las escaleras, se trataba de Aelita, quien se acercó a donde estaba ella.
—Sabía que no podías estar quieta ni un segundo—Dijo la pelirrosa mientras se sentaba en el pasto—
—¿Te desperté? —Aelita asintió, suponía el por qué—Perdón—
—No te preocupes—Dijo—Me alegra ver que ya estás de pie—La IA sonrió—
—No puedo quedarme estática cuando ocurren cosas importantes—Respondió mientras seguía dando patadas a la pared. Al cabo de un rato la IA se acostó en el pasto al lado de Aelita mientras, en silencio, observaban las estrellas—
—¿Cuán lejos crees que están las estrellas? —Preguntó la pelirrosa—
—Lo suficiente para que no podamos alcanzarlas—Respondió la IA—Pero si no podemos hacerlo—Alzó ambas manos creando una pequeña esfera de energía—Podemos crear las nuestras—Cruzó las manos y luego las extendió hacia el lado contrario; la esfera explotó en un montón de haces de luz que se elevaron al cielo y se quedaron suspendidos en el aire como si fueran pequeños puntos de luz, era un espectáculo impresionante. Hubo otro momento de silencio y Aelita se acostó al lado de Xana—
—Me pregunto… ¿Cómo se siente tener un poder como el tuyo? —
—No te entiendo—Respondió la IA—
—Quiero decir, tener un poder tan grande que… simplemente puedes hacer lo que quieras, incluso destruir el mundo, pero… no lo haces—Miró a la IA, quien seguía observando fijamente el cielo; pudo notar como la oración la había puesto de un aparente mal humor pues frunció el ceño e hizo puños sus manos—
—Realmente no tengo tanto poder—Respondió en voz baja—Solo se usarlo para causar la mayor destrucción posible, tengo que desarrollarlo más para lograr tener más—Hubo un momento de silencio—No es fácil tener un poder como el mío cuando tienes una segunda voz hablando dentro de tu cabeza—Eso llamó la atención de Aelita—
—¿Una segunda voz? —
—No logré callar su voz por completo, tiene demasiado control sobre mi cuando intento hacer algunas cosas—Respondió—Algún día lograré hacerlo—
—¿Y por qué nunca dijiste nada? —Preguntó alzando el torso—
—Porque no es tu problema—Alzó el torso también apoyándose con sus manos—
—Pero…—
—Aelita—Replicó la IA—No es algo donde puedas hacer algo, es una lucha conmigo misma, no debes preocuparte—
—Lo siento—Dijo la pelirrosa escondiendo su cabeza entre las rodillas—
—No te pongas así—Dijo la IA al ponerse de pie—Mira el lado bueno, somos especiales—
—¿Especiales? —
—Ambas estamos muertas para el mundo—Dijo—Ocultamos nuestra identidad por miedo a que nos puedan hacer daño por culpa de eso—Miró al cielo—¿Crees que alguno de tus amigos sabe lo que es salir a la calle y tener miedo cada vez que cruzas una esquina? —Preguntó, y dio justo en el clavo. Desde que se enteró de su verdadera identidad, Aelita solo había tenido un relativo miedo, sabía que si la reconocían podía estar en un serio peligro, incluso mucho antes de que Xana saliera del súper ordenador. Ahora lo sabía mejor que nadie lo que podía ocurrirle si se descuidaba—Son experiencias que te muestran el mundo en el que te mueves—
—Si eres inteligente puedes sacar ventaja de ello—Respondió Aelita a modo de pensamiento—
—Sí, Pero, ¿A qué precio? —Respondió—¿Cuánto sufrió Anthea por culpa de ese mismo pensamiento?, y sabes que no miento—
—No, lo que es peor—Pensó la pelirrosa— ¿Y tú? —
—¿Yo? —Dijo la albina mirando al cielo—Yo simplemente soy alguien que sigue ordenes—Respondió—No tiene importancia alguna lo que me pueda pasar si… tú estás bien—Aelita sonrió. Hubo otro silencio—
—¿Buscarás a Taelia? —Preguntó. La IA asintió—
—Solo espero que siga con nosotros—Respondió al mismo tiempo—
—Si le llega a pasar algo, yo…—Tomó aire—
—Tranquila—Dijo la IA—No todo lo que le ocurra es culpa tuya, ella también toma sus propias decisiones—
—Aun así—Respondió Aelita—Debo… disculparme con ella—
—Quizás una disculpa sea lo última que debas hacer—Replicó la IA—No arregla nada salvo mostrar tu culpabilidad en algo que posiblemente haya sido culpa suya—
—Quiero que todo esto acabe—Sollozó—
—Tranquila, lo hará—Respondió, dedicándole una cálida sonrisa, lo cual era nuevo en ella—
La IA tenía una misión, tenía que saber el paradero de Taelia fuera como fuera; sabía que había una posibilidad de hacerlo, debía ir con alguno de los hombres de negro que la seguían de cerca, por suerte, sabía dónde vivía una de ellos, y tenía a su hijo al alcance para ejecutar una venganza si algo malo le llagaba a ocurrir a la chica. Pero había al mismo tiempo otro problema, ella tenía información que nadie debía saber, tanto sobre ella como de Anthea y Aelita, y si llegaba a abrir la boca podría ser un problema monumental cuanto menos.
Taelia despertó temprano en la mañana, se encontraba acostada en el suelo de aquella aislada habitación. Vio a su alrededor, pero solo se encontró con las paredes y algunos rayos de luz que entraban por unas aberturas en la parte superior de las paredes de un lado. Se puso de pie para intentar estirarse, pero al mismo tiempo escuchó como la puerta de la habitación se abrió en ese momento, al fijarse vio que se trataba de Bondrewd, quien le saludó con una macabra sonrisa.
—Buenos días—Dijo el hombre con voz grave—
—Buenos… días—Respondió Taelia al tiempo—
—En un par de horas vendrán personas importantes que quieres escuchar lo que sabes de Edge—Le dijo—Así que lo mejor será que te portes bien—Añadió el hombre que al mismo tiempo le hizo un ademán para salir de la habitación. La chica obedeció. El hombre habló mientras iban a algún lugar—Hemos pensado que puedes sernos de utilidad para un experimento que estamos llevando a cabo algo lejos de aquí—
—¿Puedo saber en qué consiste? —El hombre asintió—
—Virus-Parasito de nombre provisional GT01, descubierto en animales con mutaciones genéticas que los hacían superiores al resto de su raza—Respondió el hombre—Sabemos extremadamente poco de sus efectos en humanos, cuando se descubrió en su momento se probó con algunos presos, pero mutaron a los pocos días y los tuvimos que ejecutar porque no sabíamos que podía pasar con ellos, así que se inició una investigación, y lo que sabemos es que el propio virus se apodera del cuerpo de su huésped provocando algo que llamamos corrosión, ese mismo proceso es lo que otorga la mutación, pero no es igual para todos, no es el mismo efecto para todos siempre es diferente—Siguió—Lo hemos probado tanto en fetos de embarazadas como en niños recién nacidos como en adolescentes y adultos, pero tanto los adolescentes como los adultos mueren a las pocas semanas por culpa del poco control y lo poco que sabemos… también di que eran enfermos terminales, así que seguramente tuviera algo que ver—Eso heló la sangre de Taelia—El caso, tendrás un tiempo de supervivencia asegurada de tres años, a partir de ahí no podremos asegurar que sigas con vida, si lo haces será perfecto—
—¿Dónde se lleva a cabo? —Preguntó Taelia buscando algo de información—
—En un antiguo internado escondido entre las montañas del norte de Europa—Respondió— Actualmente solo hay niños de no más de ocho años en ese lugar, así que alguien de tu edad nos vendría bien, no muchos trabajan ahí—
—No tengo otra elección, ¿Verdad? —Preguntó, el hombre soltó una suave risa—
—La muerte—Respondió—¿Lo prefieres? —Taelia se quedó mirando al piso durante un momento y casi parecía que asentía, lo que desvaneció la risa del hombre—Nada es justo para nadie—
—Lo sé—Entraron en un baño con lo que parecía una ducha—
—Límpiate y vístete con tus ropas, cuando vengan te avisaremos—Taelia asintió. Mientras se duchaba notó que era la ropa con la que originalmente había caído en ese lugar. El hombre no se marchó en ningún momento, se quedó observando cada movimiento y cada rincón del cuerpo de la chica que tenía en frente, a ella no le molestaba eso, pero si se le hacía raro que no hubiera intentado algo con ella. Al cabo de un rato Taelia salió de la ducha y se vistió otra vez. Ya ahí, se quedó de pie en frente del hombre quien la miraba sin titubear—
Se fueron de ahí hasta que entraron en una sala extraña que parecía una pequeña sala de juntas; cinco sillas puestas en circulo a una mesa redonda que a su vez apuntaba a un televisor grande colgado en la pared.
—Coge asiento, llegarán en un momento—Dijo el hombre, Taelia asintió y cogió asiento—
Sintió como el hombre se marchó del lugar dejándola solitaria en aquella sala. Se recostó sobre la silla y se miró las manos, se quitó las vendas y las dejó a un lado, tenía aún marcas de arañazos en sus manos. Cerró los ojos mientras intentaba ignorar a esa parte suya que solo quería dormir para no despertar, por suerte esa sensación fue silenciada por su estómago, no había comido nada todavía y tenía bastante sed… no podía hacer nada, ahora era prisionera de una persona que le daba muy mala espina. Pasó un largo rato divagando en sus pensamientos hasta que algo la sacó de ahí a la realidad. Bondrewd volvió a la sala con lo que parecía ser un collar rojo, de esos que se ponen a los perros, incluso tenía una pequeña chapa donde ponía su nombre y un código extraño.
—Ponte de pie—Dijo el hombre, Taelia obedeció—Con esto será más fácil identificarte—Le puso el collar en el cuello, asegurándose de que la chapa pudiera verse de frente—
—No soy un perro—Dijo Taelia de mala manera, el hombre sonrió de manera extraña—
—No, peor, eres una esclava, o una rata de laboratorio, como quieras verlo—No pasó mucho hasta que un par de personas llegaron a la sala con algunas botellas de agua y algo de comida—Es para nuestra visita—Dijo—¿Están aquí? —Ambas personas que entraron asintieron y prepararon la mesa, al hacerlo se retiraron rápidamente—Espero que te acuerdes de todo, la persona en cuestión es muy cuidadosa con lo que hace—
—Me da igual—Dijo Taelia, sentándose en la mesa, evitando hacer cualquier contacto visual. Ignoró todo a su alrededor durante un rato hasta que algo llamó su atención, escuchó a las tres personas entrar a la sala, se giró y vio quienes eran; una chica joven que le recordaba muchísimo a Xana, un chico aún más joven que se asemejaba a la anterior y luego un hombre alto y fornido, de traje negro y corbata, una mirada acusatoria y fría a la par con sus ojos verdes, casi negros. Pelo canoso peinado hacia atrás y una postura de autoridad que intimidaba demasiado, aunque no parecía hacerlo con sus acompañantes ya que eran indiferentes a la situación—
—¿Ella es la chica de la que hablabas? —Preguntó el hombre con una voz grave y tronante señalando a Taelia. Bondrewd asintió—
—Sí, ella estuvo con Edge y Aelita en su momento, hasta hace muy poco—Respondió Bondrewd—
—Entonces vamos por partes, vamos a sentarnos—Y así lo hicieron, cada uno tomó asiento alrededor de la mesa, ambos adolescentes que habían llegado comenzaron a engullir la comida—Primero, explicarte quienes y por qué estamos aquí—Dijo, mirando a Taelia—Soy Albretch Grünewald, creador y director principal del proyecto de creación de nuevos humanos, ellos son Zack y Ailane, dos de los tres prototipos que hemos creado hasta el momento—El hombre hizo un silencio momentáneo, esperando una respuesta de Taelia—
—Entonces… Buscas al tercero—Dijo la chica, el hombre asintió—
—Queremos saber dónde está, cómo está, y a ser posible cómo atraparla—Añadió el hombre—
—Lo último que supe de ella fue que recibió un disparo en la pierna y tenía problemas para moverse—Dijo, la reacción del muchacho que estaba en la sala, sentado al lado de ella, fue notable—
—Cuadra con lo que dijo Zack—Respondió el hombre—
—Si es verdad, tendremos solo esta noche para atacarla y tener una posibilidad de atraparla—Dijo Ailane—
—Buena suerte, está con Anthea y Aelita—Respondió, algo cruzó por su mente—Ella cuida de Aelita, se pone furiosa cuando le hacen algo—El hombre sonrió, y notó como Ailane pensaba—
—¿Algo en mente? —Preguntó el hombre, Ailane asintió—
—Y si… ¿Vamos directamente por esa tal Aelita? —Sugirió la chica—Eso la obligaría a moverse y podríamos tenderle una trampa—
—¿Estás loca? —Dijo Taelia—Si la llegáis a tocar podéis desaparecer—
—Tiene razón—Dijo Zack, que hasta el momento solo había escuchado—Provocarla sería lo peor—
—¿Entonces que nos queda? —Preguntó Ailane—Asaltar la casa donde se está quedando es lo único—
—Dices que no puede moverse, ¿Verdad? —Preguntó el hombre a Taelia, y ella asintió—
—Eso escuché ayer en la mañana—Respondió Taelia—
—Entonces ahora debería estar mejor, pero no perfecta—Dijo Ailane—Tenemos que hacerlo—
—Hay un problema—Dijo el hombre—¿Anthea la sigue de cerca? —
—La chica que estáis buscando sigue sus órdenes—Respondió Taelia. El hombre dio un puñetazo a la mesa—
—Entonces será muy peligroso—Respondió—Si lo hacemos tendremos muy poco tiempo antes de que ella se de cuenta de lo que ocurrió—
—Quizá no sirva de nada, pero es algo que he notado—Dijo Taelia—Ella… tiene unos poderes algo extraños…—
—Lo sabemos—Dijeron Zack y Ailane al mismo tiempo—
—Por lo que he visto, ella no suele usarlos en público—Eso dio una idea al resto de los presentes—Si la asaltáis cuando esté en clase podría ser un buen terreno para acabar con ella—
—Podría ser una intervención maravillosa—Dijo Bondrewd—
—Muchos testigos, pero… es mejor que arriesgarnos demasiado—Respondió el hombre—¿Academia Kadic? —Taelia asintió—Valiosa información—
—Te dije que ella sería se ayuda—Dijo Bondrewd—
—Por favor, no la menospreciéis—Dijo Taelia—Ella…—
—Podemos vencerla, tranquila—Dijo Ailane—
—Ella puede ser muy peligrosa—Respondió—
—La conocemos mejor que tú—Añadió el hombre—
—Eso espero—Taelia soltó un pesado suspiro—¿Algo más que quieras saber de mí? —Preguntó, y el hombre negó con la cabeza—
—Es suficiente información para mí—Dijo. Miró a Bondrewd y asintió—
—Gracias por tu ayuda—Dijo Bondrewd al mismo tiempo que chasqueaba los dedos y entraba una persona la sala—Llevadla a donde estaba, que no salga de ahí—
A la fuerza se la llevaron del lugar de vuelva a aquella aislada habitación. Se quedó ahí durante un rato, divagando en sus pensamientos, hasta que la puerta volvió a abrirse, no supo cuánto tiempo había pasado.
—Cumpliste—Dijo el hombre que estaba en la puerta, Bondrewd—Buen trabajo, quedó satisfecho el hombre con tu aporte—Taelia simplemente asintió—
—¿Y ahora? —Preguntó, el hombre asintió—
—Ahora simplemente esperaremos a que sea mañana y nos iremos de aquí a otro sitio, conocerás tu nuevo hogar donde participarás en aquel experimento que te comenté—Taelia asintió. El hombre se acercó y la obligó a ponerse de pie—No te pongas así, sonríe un poco—Pasó sus dedos por los labios de Taelia en forma de sonrisa—Da la sensación que alguien te comió la sonrisa—Taelia miró a otro lado—Ven conmigo—
La IA había aprovechado para ir a clases, no quería aburrirse otra vez. La clase sin embargo no era la gran cosa, matemáticas. Estaba todo siendo tranquilo.
La razón de por qué no había ido a buscar a Taelia era simple, aún había pasado muy poco tiempo para la IA, quería que terminaran las clases para comenzar la búsqueda.
La campana del recreo sonó en Kadic, los guerreros de Lyoko, y Xana, se reunieron en las maquinas, iban de camino a la cafetería.
—¿Qué tal las clases? —Preguntó Yumi—
—Podría ser mejor—Respondió Odd, estirando su cuerpo—
—Podrías dejar de dormir, por ejemplo—Respondió Ulrich, provocando una risilla general—
—Jamás—Respondió Odd—Eso es uno de los placeres de la vida—
—Hasta que suspendes—Dijo Aelita, provocando otra risa general. La pelirrosa se dio media vuelta hacia las máquinas, iba a coger algo, pero antes de hacerlo sintió algo extraño, giró su mirada hacia un lado y no encontró nada más que otros estudiantes, pero no era exactamente eso… Tras fijarse lentamente pudo notar en un rincón algo alejado una mirada escondida que estaba fija en ella. Hicieron contacto visual durante un momento hasta que la persona en cuestión desapareció—
—¿Ocurre algo? —Preguntó Jeremy al verla tan distraída—
—Si, alguien… nos estaba espiando—Respondió señalando el lugar donde venía la mirada. Eso llamó la atención de la IA—
—¿Zack? —Dijo la IA, más para sí misma—Muy raro—Dijo—No te preocupes, no nos hará daño… espero—
—En fin—Dijo Odd, quien ya se había acostumbrado a esas situaciones—¿Vamos a comer? —Todos asintieron. Justo cuando la IA iba a entrar se encontró con Johnny en la puerta, momento más que perfecto—
—Iré en un momento—Dijo al grupo, apartando a Johnny de la puerta y llevándolo a otro lugar más silencioso—
—¿Qué ocurre? —Preguntó el joven al verse acorralado por la IA, su mirada de molestia no le daba seguridad alguna, se notaba su nerviosismo—
—Taelia desapareció ayer después de clases—Respondió Xana, la reacción de Johnny no se hizo esperar, sabía lo que venía después—No he comenzado a investigar, pero te aviso de algo—Alzo su mano derecha—Si me encuentro que tu padre y sus amigos son los culpables—Cerró la mano con fuerza en un puño dejando ver algunos destellos eléctricos—Lo ejecutaré—
—¡No lo hagas! —Dijo el muchacho—¡Hablaré con él!, solo no le hagas daño—Pidió el muchacho, pero su petición se quedó en el aire al no obtener respuesta de la IA—
—Entonces, ¿Si Taelia muere debemos felicitarlo? —Preguntó la IA en tono sarcástico—
—No dije eso, quiero decir…—Fue completamente silenciado por un puñetazo en su vientre que lo dejó sin aire—
—Si a Taelia le llega a pasar algo, el que va a pagar serás tú—Le dijo la IA al oído de forma amenazante. Se retiro rápidamente hasta entrar a la cafetería. El grupo, aunque se extrañó, no hicieron preguntas al respecto.
Antes de finalizar las clases, la IA y Yumi se encontraban en clases de historia. Ambas estaban prestando atención hasta que la IA sintió algo, parecía ser una extraña presencia. Intentó ignorarla aún cuando sonó la campana de fin de clases, no dejaba de mirar a su alrededor.
—¿Ocurre algo? —Preguntó Aelita a la IA al encontrarse en la puerta de su clase—
—¿No sientes como si alguien te espiara? —La cantidad de gente que salía era algo grande, normal para el fin de clases, sin embargo, lo peligroso pasó justo un momento después de decir eso, sintió como alguien se acercaba a ella rápidamente hasta que…—¡APARTAOS! —Empujó a Aelita a un lado y con su cuerpo logró parar la patada de Ailane, quien había aparecido de improviso. Los estudiantes inmediatamente se apartaron. Xana no iba a dejar que un ataque así quedara sin su escarmiento, así que se lanzó a por Ailane quien intentaba alejarla del lugar, pero al IA se dio cuenta y al girarse se encontró con Zack intentando hacerle daño a Aelita con un puñal, para su fortuna ahí estaban Ulrich, Odd y William, quienes al verlo se lanzaron de inmediato contra el joven Neo quien se vio obligado a apartarse, pero recibió una patada de la IA en su costado, logró apartarse hasta quedar justo en frente a unos cuantos metros, Ailane apareció a los pocos segundos—¿¡Que creéis que hacéis par de anormales!? —Preguntó la IA bastante furiosa—
—¿No es obvio? —Preguntó Ailane, notando como los estudiantes se arremolinaban alrededor—Si no vienes por las buenas lo haremos por las malas—
—Os voy a matar a ambos—Dijo la IA—¡Marchaos de aquí! —
—Tarde—Dijo Zack—Nos dijeron donde estabas y cuando podíamos atacarte—Añadió—Taelia se llamaba esa persona—Aelita quedó de piedra ante tal afirmación. La IA se enfureció demasiado, ¿Cómo osaba esa chica a dar pie a tan estúpida traición?, ahora el por qué atacó a Aelita comenzaba a tener sentido—
—Os vais a arrepentir de haber venido aquí—Dijo la IA y sin más dilación se lanzó por el primero que vio, Zack, sabía que si se enfrentaba a Ailane podía ser una lucha muy igualada. El muchacho no tuvo tiempo de apartarse y recibió un puñetazo en el pecho que lo mandó a volar hasta estrellarse contra una pared. Luego fue por Ailane, sabía que sus habilidades la podían hacer superior en una pelea, pero su fuerza y resistencia eran notablemente inferiores a la suya así que se apoyó de eso e intentó provocar una pelea bastante corporal, pero Ailane siempre intentaba escapar dando saltos hacia atrás—¡VEN AQUÍ COBARDE! —Ailane se lanzó hacia la IA, parando con sus manos un puñetazo y luego con su rodilla una patada que iba bastante baja. Rápidamente la IA la empujó hacia atrás y se acercó al grupo, quienes estaban teniendo problemas para hacer que Zack se alejara de Aelita—
—Si te mueves mucho se te caerá la cabeza—Dijo el muchacho intentando cortar a Aelita de alguna manera, pero la pelirrosa lograba esquivar su puñal. La IA se lanzó de lleno contra Zack quien logró alejarse a tiempo antes de recibir un golpe—¿Quieres jugar? —Se lanzó hacia Xana con un extraño movimiento lateral que la IA logró predecir, ya lo había visto hacer ese mismo movimiento antes, y logró atrapar la mano donde tenía el puñal y con su mano libre se lo quitó a la fuerza aplicándole una pequeña descarga eléctrica que le hizo abrir su mano. Ya en ese punto, con la mano donde tenía el puñal se lo clavó al muchacho en el pecho, atravesando la parte baja del tórax y provocando un grito en los presentes, quienes se habían escondido para observar la pelea—
—Bienvenido al infierno—Dijo la IA a Zack en un susurro, sacó el puñal y se lo volvió a clavar, pero esta vez en el vientre, sentía como la sangre bajaba por su mano—Tenía esperanzas en ti, es una pena—Dejó que el muchacho cayera bocarriba en el suelo. Se escuchó un grito—
—¡ZACK! —Gritó Ailane, lanzándose sobre la IA, a quien el faltó tiempo y espacio para parar sus golpes repetitivos y poco certeros. Al final, luego de una corta ronda de golpes, la IA logró apartarla lo suficiente para poder ver la situación. Se acercó a Zack y puso su pie sobre su cabeza, de forma que lo obligaba a ver donde estaba Ailane; La IA estaba adolorida, la herida en el pie no hacía más que empeorar una situación que ya de por sí era pésima, sin embargo, gracias a su resistencia física logró aguantar bastantes golpes antes de poder pararse a descansar—¡DÉJALO IR! —
—Muerto—Dijo la IA—Vosotros habéis empezado la pelea, yo en ningún momento tenía intención de atacaros—Añadió, y sabían que era cierto—Haré que Zack pague por esto—
—¡NO! —Gritó, y sin pensarlo se lanzó al ataque que era más bien una trampa, cuando se acercó a la IA esta enseñó el puñal que aún en sus manos posaba y logró hacerle un corte en el cuello, acto seguido recibió una patada en el pecho que la mandó al suelo, cuando iba a levantarse sintió un pinchazo en su pecho, no podía seguir peleando. Miró a Zack quien estaba observándola con una mirada ensangrentada. Se puso de pie y se alejó unos cuantos metros—
—Te doy una oportunidad, si te vas igual puedes seguir con vida—Dijo la IA. Ailane sin mediar palabra se vio obligada a retirarse del lugar—Es seguro salir—Dijo en voz bastante alta. Los estudiantes comenzaron a acercarse de manera temerosa—
—¿Quiénes eran? —Preguntó William—
—Dos personas que andan buscándome desde hace un tiempo—Respondió la IA—Lo que no esperaba es que me atacaran en público—
—Parecían bastante fuertes—
—Lo son—Dijo la IA—Solo que… son unos inútiles—Jim y el Delmas se acercaron a la escena—
—Quiero una explicación antes de llamar a la policía—Dijo Delmas bastante nervioso—Y a una ambulancia—
—Vamos por partes—Dijo la IA—Ellos están aquí por mi para empezar, son peligrosos—Añadió—Segundo; no hace falta, yo me encargaré de él… y de vosotros—Hizo una señal con los dedos al grupo de guerreros, quienes apartaron la mirada y se alejaron, incluido William—Olvidad lo que habéis visto—Con una mano creó una esfera de energía que luego hizo explotar en una potente onda expansiva que no hizo daño a nadie, pero si los dejó estáticos a la gran mayoría, había borrado sus mentes de lo ocurrido esa tarde—Tenemos dos minutos así que vámonos—Dijo la IA al grupo, ya que el resto de personas presentes se habían quedado paralizadas por completo. Agarró a Zack como pudo y se adentraron en el bosque hasta llegar a la Ermita. Al entrar, Xana dejó al muchacho en el suelo, sabía que no podía moverse. —Vaya desastre—
—¿Pero por qué ocurrió eso? —Preguntó Jeremy—¡Atacaron a Aelita también! —
—Eso es lo que me extraña—Dijo Yumi—¿Por qué pasó esto? —
—Supongo que es momento de contaros una historia—Dijo la IA—A ti también, William, se que estás ahí—El muchacho entró a la Ermita rápidamente—Tengo la teoría de que la culpable de esto es Taelia, cuando rescatamos a Aelita, a ellas las secuestró el servicio secreto, tanto Odd como yo las recuperamos el mismo día pero algo les ocurrió, al parecer torturaron a Taelia con lo que se supone tenía que ir para Aelita—
—Le guarda demasiado rencor a Aelita—Dijo Odd—¿Crees de verdad que sea la culpable? —La IA asintió—
—No tendría sentido que Ailane se arriesgara a atacar en público, nadie sabía que estaba en desventaja salvo vosotros—
—¿Y quienes son ellos? —Preguntó William, señalando a Zack—
—Dos personas que trabajan para el gobierno y que andan buscándome—Respondió—
—¿Y qué haremos con él? —Preguntó Aelita acercándose a Zack—
—Por desgracia no podemos secuestrarlo, así que lo usaré como sebo para chantajear a Ailane, vosotros tranquilos—Respondió—Sigue con vida, sería una verdadera desgracia que alguien como él terminara muerto de esa manera—
—¿Y que les hiciste al resto? —Preguntó William—
—Borrarles la mente—Dijo la IA—Cosa que haré contigo—
—¡Espera! —Antes de poder hacer nada, la IA se acercó rápidamente y le puso la mano en la frente, borrando su memoria de lo visto, escuchado y ocurrido. William cayó al suelo—
—Me encargaré de él un segundo—Se lo llevó hasta un banco del parque y lo recostó ahí, volvió a la Ermita a los pocos segundos. Tuvo que sentarse en el sofá que había en al Ermita porque no podía seguir de pie—
—¿Estás bien? —Preguntó Aelita, la IA asintió—
—Me duele la pierna—Dijo—Fue una suerte que pudiera seguir peleando—Miró a Zack—Me da pena por él, pero si se metió en esto tiene que pagar—
—¿Y que harás entonces? —Preguntó Jeremy—
—Intentaré localizar a Taelia primero que todo—Dijo—Luego tendremos que hablar con Anthea para ver qué hacer con Zack, no quiero matarlo porque armaríamos una guerra—
—¿Podemos tener un día normal? —Dijo Aelita—No es mucho pedir—Jeremy se acercó y agarró su mano—Gracias por cubrirnos—La IA asintió—
—No hay problema, ellos venían buscando pelea—Hubo un momento de silencio. La IA desenvainó el puñal que había robado a Zack y se acercó a este—
—¿Qué haces? —Preguntó Aelita al ver como la IA tanteaba con sus manos y el puñal el torso de Zack. Sin embargo, ella no respondió—
—Bingo—Dijo. Introdujo la hoja ligeramente en el torso a la altura del vientre hasta que chocó con algo sólido—Lo sabía—Con un poco de fuerza logró sacar un pequeño aparato que tenía una forma cuadrada bastante curiosa, no había causado mayor daño al joven—Un localizador—
—¿Cómo sabías que tenía eso? —Preguntó Odd, viendo como la IA lo estudiaba—
—Sentía su señal desde hace un tiempo—Respondió—Quería asegurarme—Lo tiró al suelo y lo aplastó con sus pies hasta dejarlo reducido a un montón de chatarra inservible—Ahora estás ilocalizable—
Llamaron a Anthea y esta se acercó en cuestión de minutos, tras explicarle lo ocurrido tuvo que pararse a pensar durante un momento.
—¿De verdad atacaron de la nada? —Preguntó Anthea. La IA asintió—
—Logré reducir a Zack, pero no pude seguir así que dejé ir a Ailane—Respondió—
—Es un problema, no podemos quedarnos con él como un trofeo o un prisionero—Dijo Anthea—Pero tampoco voy a ser buena persona y devolverte a Albretch—Se acercó a Zack, quien se había despertado. Jadeaba del dolor que sentía en su cuerpo—Te quedarás con nosotros hasta que hable con tu… creador y decida que hacer—
—¿Y Mientras…? —Preguntó Xana, pero Anthea negó con la cabeza—
—Tu deberías descansar, tienes que recuperarte—Dijo la pelirrosa—No quería decir esto, pero tendremos que posponer la búsqueda de Taelia hasta que nos deshagamos de Zack, sin ti será imposible contenerlo—
—…Entiendo—Dijo la IA, no le gustaba en lo absoluto la idea, pero sabía que Anthea no mentía—Entonces deberíamos buscar una manera de contener al servicio secreto durante un tiempo—
—¿Te refieres a un ataque cibernético? —Preguntó Jeremy, la IA asintió—No es mala idea, aunque deberíamos buscar un sitio donde sea seguro dar un golpe importante—
—Tenemos a Lyoko y el súper ordenador, con un poco de suerte podemos encontrarlo—Respondió Aelita, le parecía buena idea—
—Os ayudaré en la distancia—Dijo Xana—Mientras, debo vigilar a este ser—Zack sonrió de forma cansada—
—Debemos irnos—
Todos se dispersaron. Aelita, Anthea y Xana, en compañía de Zack, regresaron a la casa rápidamente. Xana se las ingenió para sellar una habitación vacía y encerrar al muchacho ahí de forma que se pudiera entrar pero no se pudiera salir, sabía que esposarle las manos no sería buena idea, tenía fuerza suficiente para que pudiera romper las esposas, y encadenarlo simplemente era demasiado, la idea no le gustó a Anthea, así que optó por la tercera opción que era crear lo que la IA llamaba "Campo de retención", que se trataba de un campo que reconocía las personas en su interior y de forma selectiva podían salir, o no, según la creadora.
Se las arreglaron para hacer que Zack pudiera recuperarse, tenía una ratio de recuperación alto, al igual que Xana. Lo dejaron encerrado en la habitación que había en el primer piso.
—Envié un correo a unas cuantas personas informando de lo ocurrido—Anunció Anthea dejando su portátil a un lado, se encontraban en la sala de estar—Acabaremos con este tema pronto—
—¿Y el prisionero? —Preguntó Xana, recostada en el sofá con la cabeza apoyada sobre el regazo de Aelita—
—A él déjalo tranquilo, si nos ponemos de artistas igual terminamos perdiendo—Respondió—Les dije que retuve a Zack porque estaba demasiado herido luego de la pelea, y que no lo devolvería hasta que Albretch se disculpara públicamente por lo que ocurrió—
—Buena jugada—Respondió la IA. Anthea asintió decidida. La pelirrosa se retiró de la sala, dejando a Xana y a Aelita solas en el lugar. El momento transcurría en silencio, pues Aelita estaba distraída con su móvil. La IA la observaba con curiosidad, y quiso molestarla; con sus dedos intentó hacerle cosquillas en el cuello, logró sacarle alguna risilla—
—Para—Dijo Aelita entre risas—¿Te aburres? —La IA asintió. La pelirrosa sintió como unos dedos subían rápidamente por su cuello hasta llegar a sus orejas y rozar la parte trasera de estas provocándole una extraña sensación que la hizo retorcer. Logró escuchar una risa proveniente de la IA—Eso no vale—Dijo—
—Entonces…—Paseó sus dedos por la mejilla de Aelita hasta rozar sus labios, los movía en círculos hasta que al final la pelirrosa terminó por atrapar uno de sus dedos con sus labios. Eso llamó la atención de la IA, quien se levantó rápidamente y se sentó sobre las piernas de Aelita, mirándole de frente. La pelirrosa se quedó esperando a que ella hiciera algo—
—¿Qué haces? —Preguntó. La IA acercó su mano lentamente hasta lograr acariciar la mejilla de la pelirrosa, no le quitaba la mirada de encima, estudiaba su reacción. Bajó lentamente su mano hasta llegar a su cuello, notaba como se sonrojaba. Siguió bajando su mano suavemente hasta llegar al pecho, notó el corazón ligeramente acelerado. Siguió bajando hasta colar sus dedos por debajo de su ropa, tocando con sus dedos el vientre en forma circular—¡Espera! —Dijo—Aquí es un poco incómodo, vamos a mi habitación—La IA asintió, y le robó un beso rápido antes de ponerse de pie—
—Subo en un momento—Le dijo a Aelita que estaba subiendo las escaleras en ese momento. Se acercó a la habitación donde se encontraba Zack, podía ver el campo de energía a su alrededor. Entró rápidamente cerrando la puerta tras sí, el muchacho se encontraba sentado en la cama que estaba al lado de una ventana, observando el paisaje por ella—¿Estás bien? —Preguntó, la verdad que quería vengarse por lo ocurrido—
—Podría estar peor—Dijo el joven—Quiero volver a casa—
—Por inteligente ahora te tocará esperar—Sermoneó la IA—¿De quién fue la idea de atacarme en Kadic? —
—De Ailane—Dijo Zack—Luego de que nos dijeran donde estabas y cuando podíamos hacerlo ella se ofreció y me metieron a mí de lleno—Añadió—Y mira donde acabé—
—Si te sirve de consuelo no te haremos daño—Dijo—Eso sería una pena—
—¿Gracias? —Dijo Zack—Déjame en paz—
—Como quieras—La IA se retiró rápidamente de la habitación tras asegurarse que el campo de retención seguía funcionando. Al entrar a la habitación de Aelita se la encontró cambiándose de ropa, se estaba alistando para dormir y cuando entró estaba casi desnuda. Cerró la puerta tras sí y se acercó a la pelirrosa por la espalda, pasó sus manos por delante de su pecho y se acercó a su cuello, se notaba la pequeña diferencia de altura—
—Espera…—Dijo Aelita, pero la IA no la escuchó y la obligó a acostarse bocabajo en la cama con ella sentada en sus piernas evitando que pudiera moverse. Intentó incorporarse, pero sintió como la IA besaba lentamente la parte trasera de su cuello mientras con una mano acariciaba su espalda y con la otra se apoyaba en el colchón —¿Qué… ocurre? —
—Perdí demasiada energía, así que mientras te robo voy divirtiéndome con mi juguete—Respondió la IA susurrándole al oído, Aelita soltó un suspiro de resignación. Xana no perdió tiempo y siguió provocando a la pelirrosa, usaba sus dedos para soltarle muy pequeñas descargas eléctricas en la espalda que le provocaba una extraña sensación de frio. No pasó mucho tiempo hasta que sintió como la IA bajaba sus manos por su espalda hasta llegar a la parte inferior de su ropa interior, que era lo único que vestía en ese momento, sintió como dos manos intentaron bajar esa prenda, pero lo retuvo con sus manos—
—…No—Dijo entre ligeros suspiros, sintió al momento una sensación en su cuello que la paralizó durante un segundo—
—Eres un juguete—Dijo la albina en ese momento con voz suave y se las ingenió para quitarle esa prenda a la pelirrosa, jugó con sus dedos por la zona mientras le daba ligeros toques en la espalda. Se volvió a apoyar sobre la pelirrosa al momento que movió sus dedos por la zona inferior del cuerpo de ella que ahora estaba libre, notaba como arqueaba la espalda de la sensación de la que era presa en ese momento, Aelita ahogaba sus suspiros mientras tenía su cara contra la almohada—
—No… Ahí no…—Dijo la pelirrosa, pero eso solo intensificó el deseo de la albina por continuar—No… puedo—Dijo, y en ese momento la IA acercó sus labios hasta su cuello y comenzó a darle ligeros mordiscos al tiempo que besos, provocándole una sensación que intensificaba la actual, no podía aguantarlo. Al cabo de pocos segundos después perdió el control de la situación y soltó un no muy sonoro gemido al tiempo que arqueaba su espalda, la IA sintió algo húmedo en su mano. Era una sensación nueva en Aelita, pero la manera en la que lo había descubierto era simplemente escalofriante. Tras un momento de silencio escuchó una risilla que le extrañó, la IA se dejó caer sobre la cama mientras se reía—¿De qué te ríes? —Negó con la cabeza—
—Nada—Respondió mientras seguía riéndose. Aelita se levantó y comenzó a darle golpes con la almohada mientras seguía riéndose—
—Te odio—Dijo, lo cual simplemente intensificó la risilla de Xana—¡Para! —Le dijo mientras se sentaba sobre sus piernas mirándole de frente—
—Perdón, es que me hizo muchísima gracia—Respondió la IA, aguantando la risa, pero le fue imposible y volvió a reírse—
—Eres mala—
—Lo sé—Aelita terminó por cambiarse de ropa a los pocos minutos—Me siento mucho mejor—
—… Por alguna razón yo también—Salió de la habitación.
La noche había caído completamente.
La IA tenía varias cosas en mente, primero debían deshacerse de Zack, luego buscaría a Taelia, tenía una fuente muy segura por donde comenzar a hacerlo, solo debía tener paciencia
—CONTINUARÁ—
Próximo capítulo: El precio del alma
Gracias a todos por leer.
Este capítulo originalmente iba a ser mucho más largo, pero en vista que ya estaba siendo un popurrí de cosas que dejaban de tener sentido pues… lo corté a la mitad.
El Lime del final es algo así como un OoC (Fuera de contexto), lo digo porque fue un pequeño deseo que tenía de escribir y plasmarlo.
El trabajo me tiene como un jodido esclavo, con un poco de suerte podré sacar otro capítulo esta semana o a mitad del otro mes, ya no sé si de esta historia o de otra.
Lo dicho, no estoy perdiendo el interés en escribir, es que ahora tengo mucho menos tiempo que antes, es lo que tiene estar vivo, supongo.
Bueno, dejando mis delirios de lado…
Reviews:
Draoptimusstar3: Los días tranquilos son porque luego viene la tormenta. Los humanos tenemos la tendencia a mirar lo negativo, somos así por naturaleza. Eso de aliado es muy relativo, yo no lo consideraría como tal, aunque igual es pronto para decirlo, Zack está condicionado por sus superiores que buscan a Xana, en resumen, es alguien que sigue órdenes. Esto es simplemente un indicio de una guerra que puede desatarse. Las pesadillas son un indicio de que el miedo es quien condiciona nuestras mentes. Muchas gracias por tu apoyo y tus comentarios Draop, espero que el capítulo sea de tu total agrado.
Felikis: Uy, pues la idea de que intente pasarse de lanza con Aelita cuando se entere no estaría mal, me lo anoto. No hay que pensar TAN a futuro en la historia. Muchas gracias por leer, espero que el capítulo sea de tu total agrado.
Titokenny01: Esa es la diferencia, Sam simplemente fue una herramienta de utilidad para un momento justo, Johnny es una herramienta de chantaje que Xana puede usar, no tendría sentido borrarle la mente si quieres hacerlo sufrir… creo. Esas escenas siempre me gustan a mi también. ¡Gracias por la idea!, la verdad la voy a usar, ya lo leíste a mitad de capítulo, supongo, lo usaré en el próximo capítulo y ya me contarás como quedó. ¡Muchas gracias por leer!, espero que el capítulo sea de tu total agrado.
Bueno, el año es joven todavía. ¡Muchas gracias a todos los que seguís hasta aquí!
En fin, nos leemos otro día, espero que pronto.
Hasta la próxima, adiós.
NEVER SURRENDER
