Alboroto Inhumano
Despertaron en la mañana. Aelita marchó a clases mientras Anthea y la IA estaban sentadas en la sala de estar.
—Las reuniones son extrañas—Comentó la IA—
—Hacía tiempo que no me reunía con gente tan importante—Reconoció la pelirrosa—Pero… al menos ya sabemos lo que trama Albrecht—
—¿Y sobre Taelia? —
—Tengo que hablar hoy con Ayn y Sumire, pero prefiero que vaya a Kadic y esté con Aelita que en otro sitio—
—Suerte convenciéndola—Dijo en tono burlón la IA—Aunque… es buena idea—
—A ti también te esperan algunos días de reuniones—Respondió—Hasta que se encuentre a Zack… Te iré avisando—La IA asintió—
—¿Tienes algo para mí? —
—Si, necesito que consigas algunos documentos por mí, son relativos al proyecto Cartago—
Hablaron durante un rato largo. La IA marchó en su misión. Anthea se quedó en silencio en la sala de estar mientras revisaba unos documentos. La primera en despertar fue Taelia, quien bajó a la primera planta.
—Buenos días—Saludó la adolescente tras dar un bostezo. Anthea le devolvió el saludo—
—¿Te sientes bien hoy? —Asintió—Me alegro—
Pasaron un par de horas hasta que Aelita marchó a Kadic. Anthea junto con Taelia se encontraban de camino a otro sitio, más específicamente a una reunión con Ayn y Sumire. Llegaron en cuestión de minutos y entraron al despacho.
—Justo a tiempo—Comentó Sumire al verlas llegar—
—Terminemos con esto—Inquirió Anthea—¿Qué ocurre? —
—Sobre su educación, ya sabes la poca gracia que les hace que se relacione con gente—Comentó Ayn, apareciendo tras ellas—
—Tenía pensado que fuera a Kadic, estar cerca de su hermana podría tenerla más controlada que en ese instituto—Taelia no parecía estar en contra, ya le daba igual ese tema—De momento no sabemos si existen más como ella, y hasta que lo hagan, prefiero que sea así—
—Me parece correcto—Comentó Ayn—Así podemos matar dos pájaros de un tiro y ahorrarnos dinero—
—Lo único será concretar un horario para que ella venga aquí, no puedo traerla todos los días—
—Mis hombres se encargarán de ese tema, hablaré con ellos—
El rato pasó. Taelia se encontraba en una sala blanca mientras era revisada por algunos investigadores. Los genios estaban al otro lado del cristal, observando lo que ocurría.
—¿Qué pasó con aquello de la propuesta del proyecto Neo? —Preguntó Anthea—
—Se quedaron estancados en una guerra política interna y ese centro sería la ocasión perfecta para desbloquear todo… —Comentó Sumire—Quieren correr a Albretch por las malas—
—Ya lo tenían todo planeado de antemano, tenían un terreno comprado a las afueras de la ciudad en un sitio bastante aislado, lo suficientemente grande para construir dos centros de investigación bastante decentes, quieren que las obras terminen a finales de año, pero eso es bastante rápido—Secundó Ayn—Aún tenemos que cuadrar todo…—
—Le tienen miedo al progreso, ¿Eh? —Soltó Anthea—Que pequeño se nos está quedando el mundo y que peligroso se vuelve todo—
—La guerra está a la vuelta de la esquina, un paso en falso… y los tendrás en tu nuca, nunca será suficiente lo que hagamos—
—Por desgracia, no—
El rato largo pasó. Anthea salió un par de horas después junto con Taelia en dirección Kadic, iba a reinscribirla luego de hacer todo el papeleo pertinente.
Mientras, en Kadic. Aelita se encontraba en recreo junto con sus compañeros, era hora de comer.
—¿Qué tal todo, Aelita? —Preguntó Yumi al llegar—
—Fue una tarde muy extraña, parece que hay algo que les preocupa a todos, no me enteré de mucho porque no entendía el contexto—Respondió la pelirrosa, entrando a la cafetería—
—¿Y sobre tu música? —Preguntó Odd—
—Oh, sí, creo que ya salió en el periódico, pero seré la telonera de los Subdigitales en su gira nacional—Respondió—
—¡Genial, felicidades! —Le dijeron sus amigos al tiempo—
—Gracias, chicos, espero hacerlo genial—Le habían dado entradas de cortesía, tenía las suficientes para sus amigos, Anthea, Taelia y Xana. Les entregó las correspondientes a cada uno—Me hace mucha ilusión—
—¿Este fin de semana? —Preguntó Jeremy—Suena genial—
—Estoy nerviosa—
—Tranquila, nosotros te apoyamos—Sintió el abrazo de Yumi tras suyo—
Sonó la campana para inicio de clases. Volvieron a sus respectivas aulas.
Por el camino de vuelta, la IA se encontró con el obstáculo de una gran manifestación por una calle central de la ciudad, no eran precisamente pocas personas y sus motivos eran bastante variados. Había puntos que se habían tornado violentos, pero vio una gran oportunidad para probar una parte de sus habilidades; el control mental. Se puso su capucha y se coló dentro de la gran marcha, repitiendo en coro lo que ellos decían, hasta que tuvo al alcance una farola: La tocó y soltó una potente descarga por toda la extensión posible usando como vías las otras farolas hasta que logró alcanzar a toda la gente, cayendo instantáneamente en un trance. La IA los tenía bajo control.
A la cabeza de la manifestación la policía contenía a la gente, pero poco pudieron hacer cuando notaron que una estampida con nada de miedo en sus ojos más que una extraña diana, se les abalanzaba encima sin nada más que los escudos antibalas que de poco sirvieron. La gente corría como salvajes sin nada más que agresividad, mientras la IA caminaba por la calle con una sonrisa, notando como toda fuerza de ley era automáticamente suprimida por los manifestantes bajo su control… Tomaba demasiada energía suya mantener tanta gente bajo control, pero podía aguantarlo. Solo cinco minutos después no quedaban rastros de policías en las proximidades. La IA, de un salto, salió por una calle adyacente y puso dirección a casa de Anthea, liberando a los manifestantes de su control. La gran mayoría perdió el conocimiento, mientras otros quedaron aturdidos por unos segundos.
Aún con todo había llegado a un tope, no lograba avanzar en sus habilidades por más que practicara, es como si hubiera algo que se lo impidiera. La estaba frustrando demasiado, pero no podía hacer nada más que rezar para que se diera alguna oportunidad de romper aquella barrera y seguir con el desarrollo de los mismos. Tenía en mente pedirle ayuda a Lisa, pero no le tenía suficiente confianza para ello, necesitaba algo que para su desgracia no existía en ese momento.
Llegó a casa de Anthea a los pocos minutos, encontrándose sola. Dejó su mochila en la sala de estar y sacó los papeles que había pedido la pelirrosa.
Pasó un rato largo mientras meditaba hasta que alguien abrió la puerta, la doctora.
—Pensé que tardarías más—Saludó la IA, mostrándose—
—Tuve algunos contratiempos—Respondió Anthea. Taelia apareció tras suyo—
—¿Quieres practicar? —Preguntó la adolescente, a lo que la IA asintió sin preguntar, poniéndose de pie—
—Escuché que una protesta se salió de control, espero que no sea nada malo—La IA rio por lo bajo—
Salieron al jardín trasero, quitándose los zapatos.
—Te veo animada hoy—Soltó la IA—
—Me apetece luchar—
—No os hagáis mucho daño—Carraspeó Anthea en el interior, examinando los papeles—
—Nada de hacer trampa—Le sermoneó a la IA—
—No lo haré—Respondió la aludida. Se lanzó rápidamente sobre ella con una patada alta, que fue detenida por el brazo de Taelia. La chica aprovechó eso para darle una patada en el estómago, lo que provocó que diera unos pasos hacia atrás—Bien hecho—Resaltó la IA sintiendo el golpe—
—Sigamos—Taelia se lanzó con una zancadilla, pero de un salto vio como la esquivaba y se posaba atrás suyo, por suerte logró ponerse de pie para intentar parar una patada que iba a su pecho, pero iba con tal fuerza que la mandó a estrellarse contra la valla de metal que separaba el patio. Se recompuso y esquivó un puñetazo rasante, lanzando otro al costado alto de la IA al tiempo que la empujaba hacia atrás.
La fuerza de Taelia aumentaba paulatinamente con cada minuto de pelea que pasaba, la IA podía soportarlo bastante bien, pero ya no podía tomar la iniciativa, le era parcialmente imposible, ambas podían leer perfectamente los movimientos de la otra.
—¿Te rindes? —Preguntó la Neo—
—No todavía—Se acercó con un puñetazo rasante que le impactó en un costado del pecho, pero ella recibió un rodillazo en el vientre que la dejó sin aire, cuando intentaba recuperarse la IA le dio un puñetazo en el pecho que la mandó al suelo. Pudo recomponerse con dificultad, sintiendo como sangre caliente corrían por sus venas al ver una seriedad imperturbable de aquella inteligencia artificial. La misma notó como la expresión de Taelia cambió repentinamente a una decidida, con los ojos bien abiertos y con la totalidad de su fuerza disponible. Recibió un puñetazo que sintió en su totalidad, le había impactado en el vientre, seguida de una patada que la mandó a estrellarse contra la reja de metal. Vio que la adolescente no se rendía, se acercó tan rápido a ella que no le dio tiempo de reaccionar bien y recibió otro golpe en el vientre. Basta ya de práctica. Se lanzó con un puñetazo hacia la Gastrea, pero logró pararlo y de paso devolverlo con una patada. Cuando se disponían a hacer otro movimiento se dieron cuenta que ya no podían más, ambas estaban jadeando, más la adolescente por su baja resistencia física en comparación a la IA. Ambas se dejaron caer en el pasto—Nunca me había sentido tan bien—
—Fue intensa la pelea—Hubo un momento de silencio—¿No estás sangrando? —Tras checarla rápidamente vio que no, estaba solo cubierta de sudor—
—No creo—Respondió, alzando su torso—Se muy poco de artes marciales—Se pone de pie—
—Yo se lo básico—Reconoció, poniéndose de pie rápidamente—
Entraron y se cambiaron rápidamente.
—Xana, ven un momento—Llamó Anthea desde la sala de estar, aún era de día. La IA se acercó—
—¿Qué ocurre? —Preguntó—
—Me avisan que alguien requiere tu presencia en la base militar de Vincennes esta tarde para discutir contigo y con Ailane sobre Zack—Respondió—Al parecer estarán presentes algunas personas del proyecto Neo, así que ten cuidado—
—¿Debería tomar alguna precaución? —
—Solo mantente alerta a todos sus movimientos—La IA asintió—
—Iré ahora mismo—
Terminó de vestirse y salió rápidamente con su mochila al fuerte de Vincennes, al extremo este de la ciudad.
Mientras, Aelita se encontraba en el estudio de grabación, estaba con varios artistas novatos más, les estaban dando clases de actuación básicas para evitar el miedo escénico. Era algo simplemente de cómo comportarse, a tener algo de sentido común.
Un corto rato más tarde salió de ahí, ya había terminado y debía volver a casa. Se encaminó un par de calles abajo hasta encontrar la entrada al metro y montarse en uno de los vagones. Le esperaba un corto trayecto para llegar a casa, por suerte tenía ambas paradas cerca. Nada más bajarse en su parada supo que había algo extraño; alguien desde la distancia la estaba observando muy detenidamente, pero no lograba dar con esa persona, había bastante multitud apretujada en la salida. Nada más salió ya era de noche, la gente transcurría con tranquilidad. Cruzó la acera mientras notaba como un coche la seguía, no sabía por qué, pero sabía que debía ir a un lugar seguro… la casa de Yumi, nada más acercarse se encontró con la nipona entrando a su casa, momento en el que el coche que la seguía pasó de largo; tenía los cristales tintados, pero eso no impidió que pudiera reconocer dos figuras vestidas de negro en el interior del mismo vehículo.
—¿Qué ocurre, Aelita? —Preguntó Yumi al verla llegar—
—Ese coche me estaba siguiendo—Respondió en voz baja—Eran hombres de negro—
—Ven conmigo—Entró rápidamente a su casa—
La IA ya había llegado a las instalaciones donde la requerían, saltó los muros del fuerte y se adentró. Por suerte la reconocieron y le indicaron donde ir, era en un edificio central, podía sentir la presencia de Ailane.
—Justo a tiempo—Dijo un militar presente. Había entrado en una sala de juntas—Toma asiento—Obedeció—
—¿Qué ocurre? —
—Es sobre Zack—Respondió—Hablaremos del plan a seguir para peinar zonas y encontrarlo, no sabemos siquiera si está con vida todavía, pero debemos encontrarlo—Hubo un momento de silencio. En la pared en frente de ambas Neo se encendió un proyector que mostraba una zona grande desde la base de los Neo hasta la punta oeste de París—Este es el mapa a peinar, el plan es que Ailane se ocupe de la zona de la frontera alemana hasta la base y Edge se ocupe de la zona francesa hasta la punta oeste, tendremos efectivos del ejército haciendo controles rutinarios las próximas semanas en carreteras principales y secundarías—
—¿No ha habido noticias de robos o destrozos? —Preguntó la IA—
—Sí, justamente dentro de la zona de vigilancia, cada caso se trata por separado con la policía por si damos con Zack, aunque tenemos tres en tres ciudades diferentes que trata de robo en locales de comestibles usando la fuerza bruta… rompieron la verja, así que es posible que sea él—Señalo los 3 pueblos; se trataban de pequeños asentamientos en Alemania, seguían la línea de ir hacia la frontera—El último robo fue ayer por la noche, las cámaras de seguridad no lograron ver nada, sea quien sea es muy inteligente—
—Es posible que se encuentre ya cruzando la frontera, no creo que sea tan tonto de quedarse en un solo sitio—Contrarió Ailane—
—Pero, ¿Cuál fue el punto de escapar? —Preguntó el militar—Debe tener un objetivo en mente para ello, no puede estar actuando en base a su intuición—
—Sea como sea…—Siguió Xana—¿Qué ordenes hay si lo encontramos? —
—Tiene que estar con vida, eso para empezar—Respondió otro de los presentes, parecía ser del proyecto Neo—Las ordenes son reducirlo e inmovilizarlo, luego avisarnos y lo llevaremos a una habitación blindada especial para contenerlo de forma preventiva, luego veremos qué hacemos con él—
—Espero no sea complicado—Respondió—
—Sois lo siguiente a nosotros, no os debería ser difícil—Respondió el militar—
—El problema es que él también es un Neo y conoce bastante estos sectores, nos será complicado pillarle—Contrarió Ailane—Deseadnos suerte—
—Antes que nada, os queremos dar esto, es una nueva medicina experimental para ayudaros en momentos difíciles, es básicamente éxtasis modificado para vosotras, usadlo si veis que ya no podéis más—Les entregaron un pequeño estuche con un frasco cilíndrico de metal, una aguja, una jeringa y un papel de instrucción. La IA se lo guardó, no parecía sospechoso—Nada más por nuestra parte, Bonne chance—Ambas Neo agradecieron y salieron del despacho, aunque la reunión no había terminado del todo. Nada más salir por la puerta se encontraron con un gran grupo de personas de bata blanca que se centraron en ambas—
—Tranquila, solo haremos esto por protocolo, venid con nosotros—Dijo un hombre de traje. Las guiaron a otro edificio donde tenían algunos instrumentos médicos—Queremos tener los datos fisiológicos sobre ti, los que tenemos están sin actualizar—Dijeron a la IA—Espero que no te moleste—Xana lo dejó pasar, pero no sin estar atenta a todos sus movimientos; Comenzaron a medir su estatura y peso—
—Necesitamos que te quites la ropa para tener las medidas exactas de tu cuerpo—Comentó otra persona. La IA asintió y obedeció. Con una cinta de medir tomaron las medidas de su torso, pecho y brazos, así como de algunas zonas más. También fueron más minuciosos y revisaron las cicatrices que tenía por su cuerpo, centrándose en la única visible; la que tenía en su vientre que subía hasta su pecho—¿Qué te ocurrió? —
—Un camión me dio de frente, pero solo fue el golpe—Respondió, serena. Siguieron tomando muestras y algunas fotos. Pasó cerca de una hora hasta que parecía que habían terminado con Ailane y con ella—
—Bien, parece que los datos recogidos son correctos, tu peso se encuentra por debajo del normal, pero eso se lo informaremos a la doctora Anthea, es importante que mantengas tu peso en balance—Respondió un hombre—Querríamos hacer mucho más contigo, pero no es nuestra jurisdicción—
—Lo importante es que te cuides y no recibas más impactos directos en tu cuerpo, ya te has expuesto bastante y no estás hecha de hierro precisamente— Resopló otra—Guarda estos papeles, ya sabéis las indicaciones—La IA obedeció—Buena suerte, Edge—
La IA salió rápidamente del lugar y puso rumbo de vuelta a casa.
Aelita ya se encontraba en casa, había hablado con Anthea de lo ocurrido, pero no pareció llamarle demasiado la atención. Se encontraba en su habitación, tumbada en la cama luego de hacer deberes. Miraba el techo con parsimonia, como esperando que alguna genial idea bajase de ahí. Su móvil vibró un par de veces, lo miró.
"Jeremy: Buenas noches, Aelita"
Esbozó involuntariamente una sonrisa y le devolvió el mismo mensaje. Tan fácil como vino esa felicidad volvió a irse; recordó a Odd e instantáneamente su mente colapsó, ya no podía soportar más estar haciendo eso, terminaría por confesarle a Jeremy quien no había levantado ninguna sospecha. Al final terminaría por cumplir algo que ya le había dicho la IA "Quédate con alguno de los dos". Sí, eso era muy egoísta, pero era mejor que querer engañar a ambos por igual con una burda mentira.
Dejó su móvil a un lado y observó por la ventana, esperaba una señal divina que le dijera que hacer. Alguien encendió la luz de su habitación, al girarse vio a su hermana, Taelia, quien iba con una cesta dejando algo de ropa en su habitación. Hicieron contacto visual.
—¿Te ocurre algo? —Preguntó la adolescente al verla, dejando la cesta sobre la cama—
—Es… sobre Jeremy y Odd—Respondió Aelita en voz baja mientras miraba por la ventana—
—¿Qué ocurre con ellos? —Preguntó—¿No salías con Jeremy? —
—Y con Odd, ese es el verdadero problema—Soltó un pesado suspiro— No quiero que Jeremy se entere, pero no soporto engañarlo de esa manera—
—¿Quién de los dos te gusta más? —La pregunta que siempre se había hecho—
—Jeremy comparte gustos conmigo sobre bastantes cosas, además es la persona que… me salvó por decirlo de esta manera—Hubo un momento de silencio—Estar con él muchas veces llega a ser entretenido, pero mi cabeza necesita un descanso de todo lo que dice—
—¿Y el otro? —
—¿Odd? —La pregunta le hizo esbozar una sonrisa—Es un buen chico, le gusta la misma música que a mí y es un bromista, nunca te aburres estando con él, pero… sale con otra chica—Esa información pareció dejar en jaque a Taelia—¿Entiendes por qué me siento así? —Tras un momento de silencio, asintió—
—Deberías encontrar otro momento para salir con él—Respondió su hermana—Te arriesgas a perderlos a ambos si Jeremy se da cuenta—
—Lo sé—
—¿Entonces por qué no has hecho algo ya? —Preguntó—El mundo no se va a parar porque tú te sientas así—Eso hizo pensar a la pelirrosa—Una vez una profesora me dijo que buscar que algo ocurra es la mejor manera de hacer que no ocurra—
—¿Hablas de tener paciencia? —Preguntó, Taelia asintió—
—Si de verdad quieres mantener las cosas en paz habla con ambos, no necesariamente tengas que contarles la verdad, solo tienes que convencerte a ti misma de con quien quieres pasar el resto de tu vida—Agarró la cesta—Si me preguntas a mí, yo soy un espíritu libre, quien esté conmigo tendrá que seguir mi ritmo, no me adaptaré al ritmo de nadie—Salió de la habitación. Realmente tenía razón, tenía que ir ella a su ritmo… tenía que hablar urgentemente con Odd, no podía seguir jugando a las escondidas de esa manera con Jeremy, quien no se merecía ser engañado de esa manera… lo hablaría mañana—
Fue al baño y nada más salir vio una persona subiendo, la IA. Quien sonrió al verla.
—¿Dónde estabas? —Preguntó en voz baja—
—En una reunión para encontrar a Zack, nada importante—Respondió. No parecía tener nada más de que hablar, por lo que la IA agarró algo de la habitación de Anthea y volvió a bajar—
Era ya algo tarde en la noche. Quizás la una de la mañana cuando aparentemente todas dormían. La Pelirrosa se encontraba sentada en su cama con la débil luz de una lampara alumbrando su cuaderno mientras dibujaba algo. Sintió como la puerta de su habitación se abrió y se cerró, dejando ver como la IA se sentaba en su cama sin decir nada.
—¿Tampoco tienes sueño? —Preguntó la pelirrosa, la IA negó con la cabeza—
—¿En qué piensas tanto? —Preguntó la IA—Pareces intranquila—
—Es sobre Jeremy…—Respondió. Cerró su cuaderno y apagó la lámpara—No creo que se merezca que lo esté engañando de esa manera—
—No te obligues a estar con una persona solo por lo que hizo, muchos hacen cosas por ti todos los días que pueden ser igual de importantes—Respondió, recostándose en la cama. Aelita notó como su frase era contraria a lo que decía Taelia—
—Pero, ¿No es eso ser un desagradecido? —
—¿Por qué debemos estar atados por agradecer a una persona? —Preguntó—La vida sigue, Aelita—La pelirrosa soltó un suspiro—Si tú quieres estar con Odd porque realmente te gusta, adelante, si no quieres lastimar a Jeremy porque no se lo merece puedes pensar en quien te beneficiaría más en un futuro—
—Si lo pones así… Jeremy, podría ser un poco aburrido, pero no tendría que preocuparme demasiado—
—No te has parado a analizarlo lo suficiente—Soltó—¿Quieres una persona celosa y posesiva u otra que es liberal en todos sus aspectos? —Dicho así…—
—No lo sé—Se tumbó al lado de la IA—No quiero…—
—No te hagas daño a ti misma pensando en esto, si no ves posibilidad de elegir una buena decisión, déjalo todo de lado y centra tu mente en una sola cosa—La pelirrosa recapacitó—Sigues siendo una niña después de todo—
—Quizás deba madurar—Respondió—Tienes razón—
—No lo hagas, luego pasarás el resto de tu vida queriendo ser una niña otra vez y salvo que quieras hacer retroceder tanto el tiempo, no tiene sentido—
—A veces pareces más humana de lo que creería—La IA sonrió—
—Tengo mucho tiempo para pensar—Respondió—Solo es eso—Se cubrieron ambas con una manta y la pelirrosa se acurrucó junto a la IA—Mañana será otro día—Abrazó a la pelirrosa al tiempo que cerraba los ojos. Pasó un rato pensando hasta que ambas terminaron por dormirse—
Durmieron el resto de la noche hasta llegar la mañana. Despertaron al sonido de la alarma.
Se prepararon para un día que aparentaba ser como cualquier otro.
Rato más tarde, Aelita y Taelia ya se encontraban de camino a Kadic junto con Yumi.
—Al final te decidiste en venir a Kadic otra vez—Soltó la nipona a Taelia, quien sonrió vagamente—
—Mamá insistió—Respondió—No seré yo quien le lleve la contraria—
Llegaron a clases en menos de veinte minutos. Taelia se separó y entró mientras Aelita estaba fuera hablando con sus amigos.
—Hace frio hoy—Respondió la pelirrosa, tomando la mano de Jeremy, algo que lo agarró desprevenido—
—AH, oh… Sí, lo hace—
—¿Tenéis algún plan para hoy? —Preguntó Odd sacando algo de la máquina—
—En principio debía ir al estudio, pero luego de ahí…—Respondió la pelirrosa—
—Ulrich y yo quedamos en ir a un sitio—Respondió la nipona. El alemán miró hacia otro lado con una sonrisa—
—¿Una cita? —Preguntó la pelirrosa en tono burlón—Vaya suerte—Ambas chicas rieron—Taelia volvió a nuestra clase—
—¿Al final se decidió? —Preguntó Ulrich—
—Más parece que la obligaron, pero bueno—Respondió—Espero no cause un gran alboroto—
—Que pocas esperanzas le tienes—Soltó Jeremy—Seguro que lo hace bien—
Marcharon a clase. La pelirrosa se sentó con su hermana, quizás podrían ayudarse mutuamente en clase.
A los pocos minutos llegó la profesora, Hertz.
La clase comenzó sin ningún inconveniente, Taelia no parecía demasiado interesada hasta que su móvil vibró.
"Ocurrió algo, ven al laboratorio cuando salgas de clase. —Ayn Rand—"
—¿Qué ocurrió? —Preguntó en voz baja Aelita—
—No lo sé, solo dice que vaya al laboratorio después de clase—Respondió Taelia—Espero que solo sea una falsa alarma—Guardó el móvil. Parecía no estar preocupada. Su pequeño reloj, que le había dado Ayn Rand, dio un suave pitido al tiempo que mostraba un número en pantalla—"Once por ciento"—Leyó—
—¿Qué es? —
—Índice de corrosión, en casa te lo explico—No le apetecía que los demás se enterasen de aquello—
Las clases pasaron sin mayor inconveniente. Nada más salir fue rápidamente a la salida, donde ya le esperaba Anthea en el coche. Subió junto con Aelita.
—¿Qué tal las clases? —Preguntó la pelirrosa—
—Como un día cualquiera—Respondió Taelia—Por cierto…—
—Si, ya hablé con Ayn Rand, Xana nos está esperando ahí, al parecer algo que ocurrió en una ciudad cerca de aquí que les llamó la atención—
Dejaron a Aelita en el estudio de grabación y luego llegaron al laboratorio, entraron y se toparon con La IA, Ayn y Sumire discutiendo sobre lo ocurrido.
—Justo a tiempo—Dijo Ayn—Tomad asiento, esto será complicado—Obedecieron—
—Al parecer hubo alguna especie de robo o asalto a unas instalaciones acuáticas en la ciudad fronteriza alemana Flensburgo, cerca de Dinamarca—Respondió la IA—
—Las autoridades nos avisaron porque las cámaras de seguridad captaron esto—En un monitor mostraron una serie de grabaciones donde se podía ver una figura de un niño pequeño rompiendo con gran fuerza una puerta blindada de las instalaciones acuáticas—
—Sea quien sea no parece humano—Siguió Sumire—
—¿Cuándo ocurrió esto? —Preguntó Anthea—
—Esta mañana, las autoridades no han podido hacer nada, se metió en una piscina de buceo simulado y aún nadie ha logrado sacarlo, esperan que con nuestra cooperación puedan hacerlo esta noche—Taelia repetía el video una y otra vez, intentando ver de cerca la cara del niño, pues algo no cuadraba—¿Qué ocurre? —
—Creo… que lo conozco—Respondió Taelia—Es posible que sea de los experimentos de Bondrewd también—
—¿Qué tan segura estás? —Preguntó Ayn—
—Quiero ir a verlo y asegurarme—
—Mantenedme al tanto—Soltó Anthea—Si es otro Gastrea tenemos que ver bien que no esté infectando a los demás—
—Entonces partiremos de inmediato, no podemos perder más tiempo, iremos con mis hombres—Dijo a Ayn a Sumire—Si es otro Gastrea estaremos encontrando el Santo Grial—
—Entonces significa que sobrevivió—Soltó la IA—Pensé que había volado por completo la base de Kiruna—
—Y lo hiciste, pero es posible que alguno quedara con vida y se recuperase de sus heridas—
—Que ni Gaia ni Guardian se enteren de esto—Soltó Anthea, el resto de los genios le dieron la razón—
Rápidamente prepararon a Taelia y salieron rumbo al aeropuerto Ayn, Taelia y algunos de sus hombres.
—Intenté pedir ayuda a los Neo, pero al parecer tanto Edge como Ailane ya tenían un trabajo asignado—Soltó Ayn—
—Espero no tener que necesitar su ayuda—Respondió. Si, estaba nerviosa porque tenía una corazonada—
—Tenemos que llegar antes que esos malditos bastardos de Guardián y Gaia—Entraron directamente a la pista de aterrizaje, donde un avión les esperaba—No tenemos tiempo de formalidades—
Subieron a un vuelo privado que en cuestión de una hora y media los había llevado hasta la ciudad de Flensburgo, tomaron otro vehículo y llegaron a las instalaciones acuáticas, que estaban acordonadas por los militares.
—¿Militares? —Se preguntó Taelia, bajando del vehículo—
—Nos habéis llamado—Soltó Ayn a un militar, quien le indicó seguirle—Ven—Indicó a Taelia. Entraron en las instalaciones que contaban con gran cantidad de piscinas, y una de ellas algo espectacular; para buceo simulado cuya profundidad superaba los cuarenta metros. Llegaron a la instalación de la piscina y se encontraron algunos militares, entre ellos, uno al cargo—¿Ya habéis logrado algún avance? —
—No, siempre que intentamos estar cerca de él nos ataca y estuvo a punto de matar a dos de mis hombres—Respondió el militar, se centró en Taelia—¿Una adolescente es nuestra ayuda? —
—Secreto de sumario, señoría—Bromeó Ayn—Ella podrá sacarlo del fondo—Taelia soltó un suspiro. Ayn le entregó algo en una bolsa—Es un traje de baño, cámbiate rápido—Lo recibió y en una cabina se cambió de ropa; constaba en un traje de baño de pieza única—Bien, ¿Hay algún mapa? —El militar asintió, sacando un plano—
—Este es el plano de buceo de la piscina, es posible que se encuentre aquí—Era por capas; la primera era amplia y luego había un agujero que ensanchaba una entrada y seguía hasta abajo donde volvía a abrirse la piscina, el militar señaló justo una zona después del agujero que se ensanchaba sobre los veinte metros de profundidad—Podemos proporcionar un cable con oxigeno hasta treinta metros, pero más de ahí…—
—Me es suficiente—Respondió Taelia, estirando su cuerpo, mirando como la piscina se volvía más oscura en algunos sectores—
—Cortamos la luz para ver si salía, pero no parece afectarle—Reconoció el militar—
—Entonces vamos allá—Exclamó Ayn. Un par de hombres prepararon unas bombonas de oxígeno conectadas a un delgado cable con un respirador que conectaron a Taelia a través de una mascarilla—Buena suerte—
—Si te encuentras con algún problema, sube inmediatamente, tenemos tiempo—Taelia asintió y se lanzó de lleno a la piscina, nadando con facilidad intentando gastar poco oxígeno. Ya comenzaba a ver relativamente poco por culpa de que algunos focos estaban apagados, pero podía sentir la presencia de algo. Cuando entró por el agujero, que bajaba de forma vertical hasta la otra recámara se detuvo, podía ver la oscuridad al pasar. Tomó aire del respirador y bajó lentamente, cuando giró la mirada algo la empujó con gran fuerza hacia un lado, hizo contacto visual con ese algo… unos ojos rojizos llenos de miedo intentaban arañarle y cortar el cable que ya había comenzado a tensarse de sobremanera. Le agarró los antebrazos y le obligó a verle. El ser se detuvo y pudo reconocerlo con facilidad; Marcus. Rápidamente lo haló hacia arriba y comenzó a nadar hacia la superficie tomando su mano, se acercaron al borde de la piscina y cuando salieron, pudieron tomar una bocanada de aire—
—¡Taelia! —Saludó el niño, abrazándole con esperanza. La adolescente correspondió, el resto de los presentes los miraba con extrañes—
—¡Marcus! —Saludó—¿Cómo has llegado hasta aquí? —
—Es… una larga historia—Respondió en voz baja—
—Salgamos de la piscina, debemos ir a un lugar mucho más seguro que este—Marcus no estuvo muy de acuerdo, pues los presentes no le expresaban confianza—Tranquilo, no te harán nada—Tomó su mano y salieron de la piscina. Los militares se acercaron agresivamente, asustando a Marcus—¡Tranquilos! —Soltó—Solo es un niño, dejadlo en paz—Parecieron entender—
—¿Cumplió tus sospechas? —Preguntó Ayn Rand, apartando algunos militares. Taelia asintió—Una puta maravilla—Se regocijó—Caballeros, nosotros nos encargamos a partir de aquí—Les entregaron una toalla y ambos se secaron con ellas, el pequeño sostenía la mano de la adolescente, se sentía intimidado por los militares. Taelia volvió a vestirse en la cabina, mientras Marcus por su parte no tenía ropa, estaba desnudo al salir de la piscina de buceo, por lo que la adolescente le prestó su abrigo para que pudiera cubrirse—Que el agua de esta piscina se filtre tantas veces como sea posible, que no quede rastro de nosotros aquí—Ordenó Ayn a sus hombres—Buen trabajo, Taelia—La chica asintió, podía notar como el niño se escondía tras ella—Nos vamos de aquí—Salieron de las instalaciones con rapidez. Se montaron en el coche y partieron hacia el aeropuerto. Taelia temblaba ligeramente por culpa del frío en contraste con su cuerpo—
—Entre el frío de la piscina y el frío de aquí me voy a congelar—Soltó la adolescente. Miró a Marcus—¿Tú estás bien? —El pequeño asintió. Taelia lo abrazó—
—¿Alguna idea de cómo se llama? —Preguntó Ayn—
—Es Marcus, estaba en las instalaciones de Kiruna junto con algunos otros… realmente no sé qué más decirte, esperemos al llegar a las instalaciones—El pequeño parecía estar temblando—
—Avisaré a Edge, capaz nos ayuda a identificarlo—
Durante todo el trayecto de vuelta se la pasó durmiendo, estaba tan agotado físicamente que cuando tuvo la mínima oportunidad se quedó dormido sobre Taelia, a quien parecía no molestarle.
—Es otro Gastrea… impresionante—
—No sé cómo soportó tanto tiempo sin oxígeno bajo esa piscina—Respondió Taelia—
—Es objeto de estudio, tiempo al tiempo—
A las dos horas y media ya habían vuelto a París. La aventura no les costó más que toda una tarde.
Taelia dejó a Marcus en una habitación aislada que constaba en una camilla con algunos instrumentos, estaba protegida por hormigón y un cristal blindado que daba a otra habitación donde le esperaban todos; Anthea, Sumire, Ayn y la IA.
—Por seguridad es mejor que conectes los instrumentos de medición en él, no sabemos si tiene alguna herida—Soltó Sumire. Siguiendo instrucciones logró conectarle los sensores—Tres por ciento de corrosión—Leyó—Es bajo—
—Lo estudiaré—Soltó la IA—Quiero saber que tan cierto es lo que me habéis dicho—
—Yo estaré con él, cuando se despierte será mejor que alguien que conozca lo acompañe o podrá ponerse agresivo—Respondió Taelia, nadie parecía pensar diferente—
—Otro Gastrea, ¿Eh? —Soltó al aire Ayn—
—Pasar tanto tiempo bajo el agua… tenemos bastante que aprender de ellos—Respondió Sumire—
—¿Habéis notado algo extraño cuando lo fuisteis a buscar? —Preguntó Anthea—
—Si, que los militares estuvieran ahí—Respondió Ayn—No sé quién los llamó—
—¿Había alguien de Gaia? —Preguntó Sumire, Ayn Negó—
—O se ocultaron muy bien o no se enteraron, sea cual sea, no intervinieron, dejaron actuar a Taelia y que lo sacáramos de la piscina —Respondió—
La IA entró a la habitación aislada y se acercó sigilosa, podía ver a Taelia sentada en una silla al lado de la camilla, dibujando en un cuadernillo.
—¿Qué tal tu aventura? —Preguntó la IA en voz baja—
—Mojada—Respondió—Pensé que moriría asfixiada o sin oxígeno en esa piscina—Llevaba una blusa de manga corta, por lo que se podían ver algunos arañazos—
—¿Cómo te hiciste eso? —Preguntó, mientras analizaba visualmente a Marcus—
—Me arañó cuando me vio, por suerte pude hacerle ver que era yo antes que cortara el oxígeno—La IA asintió. Puso una mano en la frente del pequeño y comenzó a analizar su cuerpo, buscando recuerdos o cosas que pudieran ayudarle, pero su edad simplemente no ayudaba—
—Su cuerpo logró parar naturalmente el virus—Dijo—Lo intentaré neutralizar para que no resulte una amenaza—Pasaron media hora en la que Xana recabó información, apenas haciendo cambios en el cuerpo del chico, pues no había necesidad. Sin decir más salió de la habitación y se encontró con los genios—
—¿Y bien? —Preguntó Sumire—
—Su cuerpo logró parar naturalmente el virus, pero no lo puede eliminar por completo—Suspiró—No representa una amenaza real, aunque su cuerpo tenga modificaciones físicas completamente diferentes a las que tiene Taelia, sobre todo en su aparato respiratorio—
—Eso es lo que quiero investigar—Dijo finalmente Ayn—
—Que no se os salga de las manos—Dijo en voz baja mientras le miraba—Es preferible que esté todo en secreto—
—¿Por qué lo dices? —
—Si alguien se chiva de esto es posible que os caiga algo más que solo la opinión pública—
—Eres demasiado desconfiada—Sopesó Sumire—
—Haced lo que queráis, luego no me vengáis a pedir ayuda—Salió del laboratorio rápidamente—
—Quizás está viendo algo que nosotros no—Respondió Anthea mirando por el cristal a su hija y Marcus—
—Son riesgos—Soltó Ayn—Estará pensando que esto puede causar un apocalipsis—
—Por eso estamos nosotros al cargo y no energúmenos que se creen sabios—Respondió Sumire—El mundo se nos queda pequeño—
—Algún día nos lo agradecerán—Dijo Anthea, estirando su cuerpo—Debería irme, es algo tarde y debo ir por Aelita—
—Déjanos con Taelia, la llevaremos a clase nosotros mañana—Solicitó Ayn—Queremos sacar toda la información posible hoy—
—No forcéis mucho la maquinaria, son solo niños que han madurado por golpes—Suspiró—Cualquier cosa llamadme—Los genios asintieron. Anthea abrió la puerta que separaba la habitación donde estaba Taelia con la otra—
—¿Ya te vas? —Preguntó en voz baja Taelia, acercándose rápidamente a su madre, abrazándola—
—Si, debo ir por Aelita—Respondió—Ellos quieren que te quedes para que puedas hablar tranquilamente con él—Refiriéndose a Marcus—Así que te llevarán mañana a Kadic—
—De acuerdo—Besó su mejilla—Te contaré mañana—
Tras despedirse, Anthea salió del lugar. Al acercarse a su coche vio como la IA estaba dentro, esperándola.
—Pensé que te habías marchado—Le dijo al tiempo que se subía—
—Solo quería pensar—Respondió—¿Te sientes segura? —
—Infinitamente más que antes—Respondió—¿Por qué lo preguntas? —
—Pareciera que la situación ahora es más explosiva que antes—Soltó—Es mi sensación—
—Lo es, pero la cosa ya no es conmigo, el único problema que tengo ahora mismo es con Albretch, y contigo aquí sé que esto no cambiará mucho—
—Ailane insinúa que debemos acabar con él—Soltó al aire—
—Mucho cuidado con eso—Exaltó—Primero estudiad la situación antes de mover alguna ficha, no os convirtáis en un daño colateral más—
—A veces pienso que mi vida puede acabar con el movimiento más estúpido—Anthea rio—
—Entiendo ese sentimiento—Arrancó el coche y puso marcha al estudio donde estaba la pelirrosa—
Un rato más tarde, Aelita estaba esperando a Odd en la puerta de Kadic, habían quedado para ir a caminar, querían despejarse y la pelirrosa hablar con él, pero quería encontrar el momento adecuado para hacerlo.
Lo vio salir rápidamente de Kadic, era aún temprano.
—Justo a tiempo—Espetó Aelita con una sonrisa—
—Lo sé—Le dio un beso rápido en los labios—¿Vamos? —La pelirrosa asintió—
—¿Tienes algún sitio planeado? —Odd negó con la cabeza—
—Podríamos ir por ahí—Tenían que ir pendientes del clima, las nubes oscuras se apoderaban del cielo y presagiaban una tormenta. Caminaron durante bastante rato hablando de sus cosas como un día cualquiera. Llegaron al centro comercial que había a unas cuantas calles. Justo a la entrada había una heladería, y aunque el día no lo ameritaba pidieron un helado cada uno—Es genial este sitio—
—Sí, lo es—Caminaron—Nunca sabrán que estuvimos aquí—
—Esa es la gracia, Princesa—Sin preguntar le dio un beso rápido en los labios— Subieron un par de plantas y se asomaron, parecía que abajo había gente tocando música para el público, lo cual lo hacía bastante entretenido—
Pasó un rato bastante entretenido mientras hablaban entre ellos.
—Voy al baño, espera—Sin mediar palabra, la pelirrosa fue hacia el baño más cercano, sin darse cuenta que alguien se había acercado a Odd al tiempo que ella desaparecía de su vista. Al salir, nada más fijarse por un cristal pudo ver de quien se trataba; Sam—¿Por qué está aquí? —Se preguntó a sí misma. No le importaba acercarse, pero mientras más miraba más se arrepentía; el solo hecho de ver como Sam abrazaba y besada al italiano con total libertad le ponía… ¿Celosa?, si, era extraño en ella. Se escondió tras una viga de concreto de forma que podía verlos sin que ellos se percatasen—Da igual—Se dijo a sí misma, pero cuando iba a armarse de valor para ir con ellos, vio como la pareja se alejaba del sitio, entrando a un local de videojuegos que había en esa misma planta. Aelita se enfureció, no por el hecho de que Sam apareciera, sino por la facilidad con la que él se había olvidado con quien había venido.
Se dio vuelta con intención de irse. Bajó las escaleras sin mirar a nadie más que su camino, no quería nada, solo volver a casa y encerrarse en su habitación. Llegó hasta la puerta donde se encontró con un gran chaparrón, estaba cayendo una tormenta impresionante. Delante suyo apareció una figura de aspecto blanquecino con un aura rojiza imperceptible, que aún bajo la lluvia, parecía que esta no llegaba a mojarla. Alzó una mano en la que llevaba un paraguas y lo abrió para ambas mientras le miraba con una gran pasividad.
—¿Lo viste? —Preguntó la pelirrosa, la IA asintió—
—Te lo dije—Susurró al aire—
—Vamos a casa—La IA asintió y salieron del centro comercial con rapidez, sin importar si se mojaban realmente o no—Al final tenías razón, debo centrarme en una sola cosa—Había llegado a esa conclusión demasiado rápido, pero ya tendría tiempo para pensar. Solo quería desconectar. Sentía su móvil vibrar, se imaginaba quien era, pero no iba a prestarle atención—
En el laboratorio donde se encontraba Taelia, la adolescente ya se estaba aburriendo de esperar a que el pequeño despertase, a pesar de que no habían pasado más que unas cuantas horas. Por lo que se puso en pie y se acercó a la puerta, que se abrió, dejándole pasar a la sala donde se encontraba Sumire.
—¿Y Ayn? —Preguntó al no verlo—
—Se ha ido—Respondió la doctora—Es impresionante el cómo la muerte cambia tus prioridades—
—¿Por qué lo dice? —Se sentó al lado de ella—
—Cuando estás en una situación de riesgo en la que tu vida peligra, ¿Qué estás dispuesto a hacer para sobrevivir? —Parecía que visto así se entendía mejor—¿Algo que te preocupe? —Si, lo había notado en la mirada de Taelia—
—Es… ellos, esas organizaciones que están tras todo esto—Respondió en voz baja—¿Comenzarán a perseguirnos? —
—El objetivo de Gaia es asegurar que el planeta no sea completamente exterminado por cualquier medio, incluida la experimentación humana—Respondió—Guardian quiere dejar todo en paz y que siga el rumbo natural de las cosas, y está en contra de experimentos con humanos, ellos son el verdadero peligro contra ti, pero parece que, de momento, para ellos sigues desaparecida—
—Eso es lo que me preocupa—Soltó—¿Qué ocurrirá si intentan matarme? —
—De momento no lo sabemos, Gaia no nos proporciona cobertura y la única guardia son los hombres de Ayn Rand, pero nada más—Exaltó—Es posible que si intentan algo Gaia intervenga para pararlos, pero su objetivo ahora mismo son los Neo—
—Edge…—
—Correcto—Respondió—Ten por seguro que, si cae en manos de Guardián, sea quien sea, no lo volveremos a ver, pero ella no lo sabe o no lo intuye, mejor dicho—
—¿Y qué esperáis para…? —
—Que Albretch desaparezca—Respondió—él tenía vínculos con Guardián antes de entrar en el proyecto, por eso no nos fiamos de él—Parecía que el ambiente dentro era bastante tenso, pero sus razones eran más que válidas. Hubo un momento de silencio. Taelia se fijó como en el escritorio que había delante suyo sobresalían algunos papeles, entre ellos, una carpeta con su nombre—
—¿Puedo? —La doctora asintió. Comenzó a ojear la carpeta; Las primeras hojas contenían información suya a nivel físico tanto como su edad, estatura, peso y medidas, también había tablas con las fechas en las que ella había ido. Las hojas siguientes contenían información a nivel mental, en las que había observaciones que ella no lograba entender por un lenguaje muy técnico usado—
—¿Entiendes algo? —Taelia negó—La ignorancia hace la felicidad dicen los sabios—Era una indirecta—
—Yo… quiero saber todo de mi—Respondió—Pero no logro entenderlo—
—Hay algo que nunca te contamos porque Anthea creyó que no era de importancia, pero… yo opino diferente—Pasó unas cuantas hojas hasta llegar a una donde aparecían el nombre de varias hormonas, entre ellas había una llamada "HCG", que aparecía con un símbolo negativo, pero con una nota algo larga—¿Sabes qué es? —
—Escuché algo, pero ahora no lo recuerdo bien—
—Es una hormona que se detecta cuando estás embarazada—Respondió, Taelia pareció tensarse—Los exámenes que te hemos hecho esta semana dan negativo en cualquier rastro de la hormona, pero hay indicios que estaba por tu torrente sanguíneo justo antes de lo ocurrido con Bondrewd—
—Entonces…—
—Lo estuviste antes de ir a Kiruna, nuestra teoría es que el virus Gastrea eliminó cualquier cuerpo sospechoso en tu interior que no concordara con su ADN, así que no tienes por qué preocuparte—La adolescente se dejó caer en la silla—Anthea no quería decírtelo porque realmente es información que sobra para ti—
—Entiendo…—Soltó un suspiro—Respeto su decisión entonces—Realmente lo hacía, pero estaba algo preocupada—No importa—Realmente no lo hacía. Miró a Marcus, parecía despertarse—No diré nada—Sumire asintió y vio como la adolescente dejaba la carpeta en su sitio al tiempo que marchaba al interior de la habitación, sentándose al lado del niño. Activó los micrófonos para escuchar su conversación—
—¿Estás bien? —Preguntó Taelia al niño, quien, aturdido, se restregaba los ojos mientras miraba a su alrededor, no sabía dónde estaba y eso le asustaba. Al momento en el que hizo contacto con Taelia, pareció tranquilizarse—
—¿Dónde…? —Preguntó en voz baja. Notó la cantidad de aparatos conectados a su cuerpo, parecía ponerse nervioso. Taelia sonrió—
—Tranquilo, estás en París, en un laboratorio especial—Respondió—¿Recuerdas lo ocurrido? —Marcus asintió—
—Es… incómodo—Respondió—
—Estoy contigo—Apuntó al cristal, donde se podía ver a Sumire con unos auriculares—Ella es la doctora Sumire, está a cargo de nosotros, luego te explicaré de que va todo esto—El pequeño asintió. Taelia le entregó una botella con agua, que Marcus se bebió en su totalidad casi de inmediato—
—Pasó… muy rápido—Se dejó caer sobre la camilla mientras miraba a Sumire—
—¿Cómo es que estabas solo ahí? —Preguntó Taelia—
—Cuando el sitio explotó solo sobrevivimos tres, Pavel, yo y Luciana… recogimos lo que quedó y Pavel nos guio fuera—Hizo una pausa—Estuvimos caminando durante mucho rato hasta que un autobús nos llevó a la frontera, Pavel… consiguió dinero de alguna manera para comida y nos quedamos unos días hasta que Luciana encontró una forma de salir—
—¿Qué ocurrió con Fer? —
—Pavel… dijo que no despertó y se encargó de ella—Taelia se dejó caer, puesto que había visto cuando aquel hombre le disparaba en el vientre—… Como sea, cuando cruzamos la frontera Pavel discutió con alguien y tuvo una pelea así que nos escondimos en un hotel—Tomó aire—Prometimos encontrarnos en la estación de Flensburgo, yo llegué primero junto con Luciana, pero… nos atacaron y nos separamos—Eso llamó poderosamente la atención de Sumire—
—¿Quién os atacó? —Preguntó la doctora—
—Unos… hombres vestidos con traje negro que llevaban una insignia en el pecho—Sumire sacó algo de forma desesperada de sus papeles, mostrándolo atraves de la ventanilla—Sí… así—Se escuchó un golpe a la mesa—
—Guardian—
—Corrí todo lo que pude hasta que llegué a las piscinas y me adentré—Soltó un suspiro—Estaba asustado… quiero verlos otra vez—
—Hay que encontrarlos—Dijo Taelia a Sumire—
—Aún necesitamos saber muchas cosas, hablaré con Ayn Rand—Respondió la doctora—Gracias, Marcus—El pequeño asintió. La doctora se retiró—
—De momento me parece que eso es todo, luego hablaremos más sobre ello—El pequeño asintió. Intentó levantarse, pero tras revisarse se dio cuenta que estaba desnudo—
—¿Dónde está mi ropa? —Preguntó—
—Lo siento, no la encontramos—Respondió—No sé si lo harían al final—
—La dejé escondida en una mochila bajo una mesa—Taelia negó con la cabeza—
—Lo siento, no la encontramos—Respondió. El niño soltó un suspiro—
—¿Cuánto tiempo estaré aquí? —
—Me parece que bastante, ellos al igual que en Kiruna, trabajan con el virus, así que posiblemente no vaya a cambiar mucho el panorama—Parecía estar decepcionado—Solo que estoy segura que no te tratarán como lo hacían allá—
—¿Segura? —Taelia asintió. Hubo un momento de silencio—Es… la primera vez que veo el exterior que no sea de ese sitio—
—Debiste estar asustado—Asintió. Antes de poder decir más, Tanto Ayn como Sumire entraron a la sala, parecían querer escuchar algo del pequeño—¿Qué ocurre? —
—Lo de Guardián, ¿Es verdad? —Preguntó Ayn, con seriedad—
—Según cuenta él, sí—
—Cuéntame con detalles, ¿Cómo ocurrió? —Marcus se tensó—
—Bueno… cuando llegué a Flensburgo había mucha gente, al llegar a la estación me encontré con mi compañera… no pasaron ni cinco minutos hasta que un coche aparcó en frente nuestro y de él bajaron tres personas con traje negro y… ese símbolo en su traje que era como un escudo…—
—¿Os dijeron algo? —
—Sí, pero no entendí nada, hablaban en otro idioma—Tomó aire—Nos separamos, así terminé en la piscina—
—¿Sabes si llevaban armas? —Marcus asintió—
—Eran grandes, intentaron dispararnos, pero no lo hicieron porque corrimos rápido—
—¿Pavel no apareció? —Preguntó Taelia, el pequeño negó con la cabeza—Nos debe estar buscando—
—¿Cuánto tiempo llevabas en la piscina? —
—Hasta que llegaste… unas doce horas en total, dispararon al agua cuando me sumergí, pero no entraron, se escucharon estruendos—
—¿Crees que haya sido pura casualidad? —Preguntó Sumire a Ayn—Guardián debía saber de los experimentos por Bondrewd, pero…—
—Los estaban siguiendo, alguien debía tener un localizador o algún GPS para que los encontraran tan fácil—Respondió el hombre—¿Sabes algo de eso? —Marcus negó con la cabeza—Me lo imaginaba—
—Si Edge no lo detectó entonces no era él—Soltó Sumire—Había otros dos, ¿No? —Marcus asintió—
—Debemos encontrarlos, pero de momento no podemos arriesgarnos, necesitamos información sobre sus posibles ubicaciones—Respondió Ayn—
—Me preocupa… Pavel…—Susurró Marcus, Taelia entendió el por qué lo hacía—
—Él corre riesgo si no lo encontramos, su índice de corrosión debe ser bastante alto—Añadió la adolescente—
—Dejádmelo a mí, necesito una descripción física de cómo eran y como iban vestidos—Anunció Ayn, victorioso—
—Lo haré con él—Sentenció la adolescente, quería que dejaran al niño tranquilo, estaba siendo una noche de locos—Solo dadnos un rato—
—Llévame la descripción cuando la tengas—Insistió. Taelia asintió y los genios marcharon—
—Vaya por Dios—
Hablaron un rato mientras Marcus le contaba cómo iban vestidos y alguna forma de diferenciarlos, la adolescente usaba una hoja por la cual en un lado dibujaba de forma detallada su cara y por la otra una descripción física escrita. No le tomó más de una hora terminarlo. Justo cuando iba a llevarles ambas hojas alguien entró, se trataba de Sumire, llevaba una mochila en sus manos.
—Los hombres de Ayn encontraron esta mochila al lado de las piscinas—Dijo—Creo que es tuya—Señaló a Marcus, quien asintió nada más verla. Se la acercó y el mismo comenzó a inspeccionar su interior—¿Tienes el informe? —Preguntó a Taelia—
—Me tomé la libertad de dibujar como eran—Le entregó ambas hojas—
—Perfecto, lo hablaré con Ayn, te iremos avisando—
El rato pasó sin mayor complicación mientras hablaban. Marcus parecía sentirse más seguro con Taelia que con el resto de presentes en las instalaciones, quizás era ya por experiencia propia, pero desconfiaba de los adultos por alguna razón.
—¿Cuánto tiempo llevabas en esas instalaciones? —Le preguntó Taelia al pequeño, quien estaba absorto mirando como dibujaba la adolescente—
—No…lo recuerdo—Respondió—Fueron días muy traumantes—
—¿Traumantes? —
—Quiero decir… Desde siempre he estado ahí, no recuerdo otro lugar donde no hubiera hombres con armas—Respondió—Cuando comenzaron con el experimento del virus el año pasado me encerraron en esa celda—Taelia recordaba la escena del niño hablando con ella por el agujero en la pared—
—¿Pasabas mucho tiempo en la celda? —Marcus asintió—
—Había momentos en los que pasaban días sin que pudiera salir… semanas…—Parecía que su voz quebraba—No quiero volver a ese sitio, salir de ahí fue como descubrir… otro mundo—
—No volverás ahí, tenlo por seguro—Marcus, aunque quería confiar en Taelia, no podía aún—
—¿Cómo estás tan segura que ellos no lo harán con nosotros? —
—Ellos no son Bondrewd, están un escalón encima y son bastante poderosos—Dicho así parecía más una contradicción—Ellos… me ayudaron a entender que me ocurría cuando dejé la base—
—Yo… tengo miedo—Taelia lo abrazó, poco más podía hacer, comprendía su situación—
El rato pasó.
Aelita intentaba dormir, había leído los mensajes que Odd le había dejado en forma de SMS, pero no decían mayor cosa que "Te estamos esperando".
No tenía razón para estar enfadada con Odd, puesto que era todo un secreto, pero cuando Sam apareció… algo dentro de ella pareció enfadarse. "¿Por qué no contestas?" Rezaba el último mensaje, enviado apenas un par de horas antes.
—Y pensar que mañana tengo que verlo—Soltó al aire en un susurro—
—Podrías no hacerlo—Soltó una voz antagonista, la IA—
—¿A qué te refieres? —Alzó su torso, viendo cómo se acercaba entre la oscuridad de su habitación—
—Creo que no quieres oírlo—Respondió. La pelirrosa se tumbó de nuevo en su cama—
—No voy a matarlo… todavía—Soltó un suspiro—No tenía razones para enfadarme con él—
—¿Entonces por qué lo hiciste? —
—Estaba celosa de Sam—Lo había reconocido, pero solamente a la IA, pues hablar con ella era como hacerlo con una versión antagonista suya—Y eso pasó—
—Me das pena… —
—No soy lo suficientemente…— ¿Mala?, ¿Valiente?, ¿Madura? —Estúpida para para querer meterme en un problema con ellos dos—
—Más bien te da miedo Sam—Aelita asintió. La IA soltó una ligera hilaridad y gateó encima de la cama hasta estar sobre la pelirrosa, mirándose de frente—
—¿Desear algo que tiene alguien más es tener envidia? —Alzó sus brazos hasta abrazarla por el cuello—
—Totalmente—Respondió—Es naturaleza humana—
—A veces desearía no serlo—Respondió—Seguir siendo un ser virtual como lo era antes de recuperar mi memoria—
—¿Seguir ignorando la verdad? —Preguntó. La pelirrosa asintió—
—Es un poco tarde para dar marcha atrás—Sopesó—Tampoco es que quisiera hacerlo de todos modos—
—Decídete de una vez—Soltó la IA, ambas rieron—
—¿Y tú? —Preguntó—¿Quisieras recuperar su memoria? —Xana sabía que se refería a Edge—
—Sí… en este punto me sería bastante beneficioso saber que ocurrió antes, pero… hay cosas que son más importantes—
—¿Por ejemplo? —
—Que tu estés bien—Si, no se le olvidaba que su misión principal era proteger a Aelita—
—Me alegra oírlo—La IA se acercó hasta chocar su frente con la de ella—¿Crees que existan los fantasmas? —La IA se encogió de hombros—
—Si de verdad existen, tú eres un ángel y yo soy un demonio—Sin esperar una respuesta le dio un beso en los labios—¿Lo ves? —
—Si, lo comprendo—La IA se dejó caer a un lado de la pelirrosa—¿Tienes algo en mente? —
—Mañana tienes el concierto—Comenzó a acariciarle el vientre—
—No me lo recuerdes, tengo que estar justo después de clases en el estudio, ellos me llevarán hasta el recinto—Respondió, parecía bastante nerviosa en cuanto a ese tema en particular—¿Estarás mañana? —
—Es posible, pero no te prometo nada—La pelirrosa se giró hacia Xana, al tiempo que esta cubría a ambas con la manta—Necesitas tranquilizarte—La abrazó por la cintura, acercando su cuerpo al de ella—
—Luego de lo de Odd… complicado—La IA esbozó una sonrisa maliciosa al tiempo que con una mano le acariciaba la mejilla y la otra la pasaba debajo del pijama, cosa que hizo sobresaltar a la pelirrosa—Oye—Le susurró—
—¿Qué? —Preguntó con una risa maliciosa—
—No… Hagas…—Su quejido fue acallado por una extraña y electrizante sensación recorriendo toda su columna vertebral—
—Te recuerdo que sigues siendo mi juguete—Sin darle tiempo a protestar, se acercó a su cuello y comenzó a besarle al tiempo que lo mordía ligeramente, provocando ligeros suspiros en su esclava en ese momento. Podía notar como se resistía—
—Espera…—Dijo finalmente, pero la IA no se detuvo, a cambio, aumentó su ritmo, colando por debajo de su pijama otra vez una de sus manos, acariciando su torso. Si, le estaba robando energía y por su estado emocional le sería complicado hacer algo—La cama…—
—Ah… lo siento—La cama era algo pequeña para ambas realmente, así que la IA se sentó en ella, apoyándose contra la pared con los pies estirados—Siéntate aquí—La pelirrosa obedeció, sentándose en su regazo. Al momento sintió como una sensación eléctrica le hacía perder el control sobre su cuerpo, como si hubiera alguien más controlándola—Obediente…—
—Si…—Respondió de forma involuntaria, no era ella realmente quien lo estaba haciendo. De inmediato sintió como unas manos inusualmente calientes se abrían paso por su torso y tocaba, acariciaba y pellizcaba todo lo que había a su alcance, lo que le hacía sentir bastante extraña, apenas si podía mover los brazos—
—No estás mal… a pesar de ser una niña—Soltó en un susurro—Que pena que tenga que hacer esto—Lo dijo en un tono tan sarcástico que se notaba lo mucho que lo disfrutaba—
—…—Notaba una gota de sudor caer por su mejilla. Todo se volvía cálido—
—Quítate el camisón—Ordenó. Sin apenas resistencia obedeció, dejándolo a un lado—Bien—Casi al instante la pelirrosa vio como dos manos se colaban entre sus muslos y abrían sus piernas hacia un lado, un momento después tuvo que ahogar un pesado suspiro sonoro. Unos invasores dedos hacían con ella lo que querían, mientras otros simplemente acariciaban su torso. Tuvo fuerza de voluntad suficiente para poner una mano en su boca, de tal manera acallaba cualquier ruido. Mientras más seguía más podía notar unos haces de luz recorriendo su cuerpo hasta entrar en contacto con la piel de la IA, donde se desvanecían en un millón de pedazos—¿No puedes resistirte? —La pelirrosa negó con la cabeza, no era ella misma, algo la hacía comportarse diferente, pero cada vez era menos consciente de ello—
—Caliente…—Suspiró. Sin darse cuenta, había comenzado a lamer uno de sus dedos en un desesperado intento de no hacer ruido. La IA dejó caer ligeramente hacia atrás su torso, a lo que la pelirrosa se apoyó sobre él, sintiendo una descarga eléctrica desde la parte baja de su abdomen hasta la parte alta de su columna cerebral. Pocos segundos después, una extraña sensación le hizo sostenerse de las piernas de la IA, mientras contraía su torso hacia adelante—
Cayó irremediablemente dormida a causa de la perdida de energía. Xana se encargó de vestirla y pretender que nada había pasado, quizás solo recordara el evento como un raro sueño, o no.
El día llegó irremediablemente. La pelirrosa despertó, sintiendo un ligero dolor de cabeza. Al abrir los ojos vio como un brazo le abrazaba a la altura del pecho, por su calidez y tamaño no le cupo duda de quien eran. Se giró hasta verla de frente, dormida. Le dio un muy suave puñetazo en el vientre, cosa que la despertó.
—Buenos días—Le susurró la pelirrosa—Mala persona—
—Buenos días, princesa—Respondió entre risas—
—Ayer te pasaste un poco—
—¿Lo recuerdas? —La pelirrosa asintió—Me alegro—Le sacó la lengua—
—No tienes decencia—
—No eres la persona más indicada para hablar de decencia—Le reprendió—
—Mentirosa—Estiró su cuerpo—Dormí mejor que cualquier día—
—¿Sigo siendo mala persona por ello? —La pelirrosa asintió—Vaya estafa—Acariciaba su mejilla—
—Si te portas bien, por la noche te daré a probar algo—
—No me puedes comprar fácilmente—La pelirrosa alzó una ceja—
—Nunca probaste el helado, ¿verdad? —Tras pensarlo, la IA negó con la cabeza—Te tengo—
—Vale, como quieras, me comportaré bien—La pelirrosa sonrió victoriosa. Rápidamente sintió unos labios chocar suavemente contra los suyos en un beso que se sintió cálido—Desde ahora—Hizo un hábil movimiento y se levantó de la cama, estirando su cuerpo—
Ambas salieron de la habitación y al bajar se encontraron con Anthea, quien ya estaba lista para salir, se encontraba revisando su portátil.
—Buenos días, chicas—Le devolvieron el saludo—Llegó el día, Aelita—La pelirrosa sonrió—
—Que nervios—Respondió—
—Saldrá todo bien, vete a preparar para clases, Taelia irá más tarde—Asintió y se marchó a ducharse—En cuanto a ti—
—¿Hice algo malo? —Preguntó en forma hilarante—
—No del todo, leí el correo que me enviaron desde el proyecto Neo—Suspiró—No puedes quedarte fuera de forma, necesitas ganar algo de masa muscular y peso—
—¿Pretendes que vaya a un gimnasio? —
—No hace falta cuando Sumire y Ayn tienen uno en el centro de investigación—Respondió—Solo hazme caso y no lo pases por alto—La IA asintió—¿Haces algo esta mañana? —Negó con la cabeza—Quizás pudieras ayudar por un par de horas a comprender algo más del chico nuevo—
—¿Ellos nunca descansan? —
—Parece que no—Ambas rieron—
—Taelia estuvo toda la noche allí, así que vendrá a cambiarse de ropa e irá a clases—
—De acuerdo—
El rato murió sin mayor complicación.
Aelita se encontró con Yumi nada más salir de clase, parecía que Hiroki, con quien usualmente llegaba, se había adelantado, así que era oportunidad perfecta para hablar con ella.
—¿Por qué esa cara tan larga? —Le preguntó la nipona—Pensé que estarías más feliz—
—Algo que ocurrió ayer—Respondió, soltó un resoplido—Estaba con Odd en el centro comercial de aquí cerca, hubo un momento que fui al baño y cuando volví estaba Sam… se olvidó que estaba con él y se marchó con ella—
—¿No te acercaste a ellos? —Aelita negó con la cabeza. Yumi se quedó pensando—
—Hubiera sido una pérdida de tiempo—
—¿Le hablaste después de eso? —Negó con la cabeza—
—No sé qué hacer cuando lo vea—Parecía frustrada—
—Intenta hablar con él en privado… es lo más que se me ocurre—Aelita asintió. Llegaron a Kadic al poco rato, encontrándose con los chicos en la puerta de clase. Se acercaron a saludar—¿Algo nuevo hoy? —Preguntó con animosidad, el resto le devolvió el saludo—
—Examen con Hertz… que alegría—Respondió Ulrich, guiñándole el ojo, ambos sonrieron—
—Podría ser peor—Le espetó, acercándose a él, dándole un beso como saludo. En segundo plano habían avanzado en su relación, pero ya tendremos tiempo para retomar ese tema—
—¿No es hoy el concierto de los Subdigitales? —Preguntó Jeremy a Aelita, quien asintió con una sonrisa, acercándose a él—
—Si podéis ir un poco antes sería genial, va a haber un montón de gente—Respondió la pelirrosa—
—Si, colgaron el cartel de que no había entradas—Respondió Ulrich—No te preocupes, Princesa, estaremos ahí—Aelita no dejaba de mirar a Odd, quien parecía absorto de la conversación, se notaba que quería hablar con la pelirrosa—
—¿Y Taelia? —Preguntó Yumi, se notaba su ausencia—
—Mamá dijo que llegaría más tarde, creo que algo ocurrió—Respondió—
—Espero que nada malo—
Se separaron y entraron a clase. Pasaron unos pocos minutos antes que la adolescente apareciera por la puerta, entregándole una nota al profesor de turno, quien la leyó y le indicó sentarse, justo al lado de Aelita, quien sonrió al verla.
—Parece que no has dormido nada—Le espetó—
—Es que no lo he hecho—Soltó—Luego te cuento—
En un momento dado, la pelirrosa salió al baño. Se lavó la cara y algo más. Cuando salió del mismo, minutos después se encontró con una persona apoyada sobre la puerta, como no, Odd.
—Es de mala educación espiar a las chicas—Regañó la pelirrosa, el italiano soltó una risilla histérica—¿Qué quieres? —
—Es… por lo de ayer—Respondió—¿Por qué desapareciste? —
—¿Por qué estaba Sam? —Una pregunta que respondía la otra con bastante facilidad—Aparte, cuando llegué ya estabais entrando a otro sitio sin que me dijeras nada—Mintió… a medias—
—Te envié un mensaje poco después—Se defendió. La pelirrosa lo ignoró—¡Venga ya!, lo estábamos pasando bien—
—Tu lo has dicho, estábamos—Parecía una mezcla de enfado e inseguridad—Dejemos las cosas en paz, necesito tiempo para pensar—
—No hace falta pensarlo, podemos seguir como…—
—¡No quiero seguir así! —Le contrarió—No me gusta, me estresa a su manera, quizás para ti sea fácil, pero para mi no—Y era una verdad que Odd no podía discutir—
—Entonces…—Aelita tomó aire—
—Ya hablaremos de esto otro día, hoy no quiero preocuparme más por esta tontería—Odd estaba de acuerdo. Volvieron a clase, el profesor se había ido un momento—¿irás hoy? —Preguntó a Taelia, quien parecía absorta en su cuaderno—
—Es mi intención, salvo que esos dos quieran molestarme—Respondió la adolescente. Ulrich, quien estaba sentado delante de ellas junto con Jeremy, se giró—
—¿Tienes el trabajo de Hertz, Aelita? —La pelirrosa asintió, dándole su cuaderno—Gracias—Un rato después se lo devolvió—¿Si sois hermanas por qué no tenéis el mismo apellido? —Preguntó—
—Cuando yo nací mamá estaba soltera, así que tengo su apellido—Respondió Taelia—
—Aparte de que su padre no es el mismo que el mío—Secundó la pelirrosa—
—¿Y quien es la mayor? —Era una pregunta que a simple vista era obvia, pero…—
—Por edad de nacimiento Aelita, por edad física, yo—Simplificó la adolescente, ambos entendieron—
Por otro lado, Xana se encontraba reunida con Ayn en una sala apartada del laboratorio principal, donde estaba Sumire con Marcus.
—Todo esto va sobre lo que nos contó Marcus de como llegaron hasta aquí—Ayn Apagó la luz, encendiendo un proyector conectado a un ordenador—
—¿Cuántos sobrevivieron? —Preguntó la IA—
—Tres, pero eso no es lo importante—Una imagen se mostró en pantalla, parecía ser la estación de tren del lugar mencionado por Marcus donde se veían casquillos de bala y una insignia dejada en el suelo—Guardián los atacó cuando estaban a punto de marchar—Eso llamó la atención de la IA—Mis hombres están peinando todas las ciudades circundantes para localizar a estos dos individuos—La imagen cambió a los dos dibujos que había realizado Taelia sobre su descripción física—Pavel y Luciana decían que se llamaban, lo jodido es que ninguno de los dos existe en los archivos de ningún país, aún estamos averiguando, pero las pruebas parecen indicar que todo rastro de vida pasada se eliminó con facilidad—
—No los vi cuando estaba en Kiruna—Respondió, se acordaba de bastantes caras, pero no de esos dos en específico—
—Marcus dijo que Luciana estaba en enfermería mientras que Pavel, según cuenta Taelia, se encontraba en el fondo de las instalaciones, así que es probable que estas dos estructuras estuvieran intactas cuando… destruiste todo—
—¿Y que ocurre con ellos dos? —
—Su índice de corrosión, Taelia también nos contó que Pavel no recibía medicina alguna así que debe ser bastante alto, no podemos dejar que llegue al cincuenta por ciento—
—¿Habéis pensado donde podrían estar y como podéis meterlos aquí? —Preguntó, Ayn asintió—
—Por suerte este sitio es temporal y nos quedan habitaciones libres así que las estamos moldeando para ellos hasta que comience la construcción del centro definitivo—La IA asintió— En cuanto a lo primero… no, se deben estar ocultando muy bien y no tenemos información suficiente para triangular su posición, así que estamos contrarreloj antes de que Guardián se haga con ellos… si es que no lo han hecho ya—Suspiró—No quería en lo absoluto, pero tendremos que pedirle ayuda a Gaia si en pocos días no tenemos más noticias… eso o enviar a Taelia como espía—La IA rio de forma sonora—
—Anthea no os dejará ni, aunque os fuera la vida en ello—Por desgracia era verdad—Podría acompañarla, pero me comprometí con Ailane en triangular la posición de Zack, parece que ha cruzado la frontera—
—Ese era el otro problema, ayer las cámaras de un comercio captaron esta foto antes de ser destruidas—Salió una foto de un chico con una descripción física similar, pero la calidad dejaba dudas—En la frontera con Alemania, si quedaba alguna duda de donde está… es ahí—
—¿Cuál es el plan con los otros dos? —
—Mis hombres están recabando información junto con lo que Marcus pueda ofrecer, mientras estamos reclutando personas de diferentes ramas para el proyecto, ya que tenemos un segundo individuo, nos vendría bien reducir nuestra carga de trabajo y ser mucho más ordenados… el tiempo corre—
—No será sencillo encontrarlos, estás buscando a dos personas entre más de cuatrocientos millones—Ayn dio un golpe en la mesa—
—Lo sé, solo tenemos a Taelia para atraerlos, quizás algo se pueda hacer—Parecía nervioso—
—¿Pasar por encima de la opinión de Anthea al respecto? —
—¿Y que nos revoque el permiso de estudiar a Taelia? —Preguntó de vuelta—No gracias, no quiero morir todavía—La IA rio por lo bajo—De momento eso es todo—Encendió la luz y apagó el proyector—Muy básico, pero es lo que tenemos—
—¿Me necesitabais para otra cosa? —Ayn asintió—
—Ve con la doctora, ella te explicará—La IA salió de la sala y recorrió unos cuantos pasillos, encontrándose con Sumire revisando algunos documentos—
—Aquí estás—Dijo—Iré al grano porque el tiempo corre—Xana asintió—El muchacho tiene algunos sensores metálicos en su cuerpo, no están profundos, pero la infecciosidad del virus y su peligro nos impide retirarlos—
—¿Y quieres que lo haga yo? —Preguntó, sabía que no tendría demasiado peligro—
—De todos, eres la única que no tienes peligro de infectarte, ya nos encargamos de que se hicieran pruebas respectivas—La IA soltó un suspiro—Aquí tienes una imagen de la localización, no podemos usar esos sensores porque su IRQ y señal de transmisión de datos está codificada a un canal único, y sin saber cómo se hicieron no podemos tomar control, no tenemos un software para ello, y Anthea nos ha dicho que tardaría lo suyo sin saber ni siquiera que es cada aparato—Por desgracia tenía razón. Le mostraron una imagen donde se podía ver como en su tobillo derecho, antebrazo izquierdo y una zona trasera de su cabeza, justo abajo en el cuello, tenía un aparato que emitía ondas de radio. Iba a ser complicado sacarlo—¿Te ves capaz para ello? —
—¿Tengo que hacerlo sola? —
—Hay un equipo de médicos privados que contratamos para esta tarea, ya les dimos las instrucciones, pero queremos que alguien con inmunidad biológica lo haga—La IA suspiró—Como quieras, solo dame un par de guantes, una navaja y un par de pinzas y lo haré—
Pasaron a otra sala que ya se asemejaba más a un quirófano, nada más pasar se pudo encontrar con el equipo de tres doctores, uno de ellos era la amiga de Anthea, Evangeline. Quien se sorprendió al verla. LA IA se puso un par de guantes, y cogió los instrumentos correspondientes con indicación de Eva. Dentro de la sala había el mismo dibujo del cuerpo del niño donde se indicaba de forma bastante triangulada el origen de las señales.
—La misión es quitar los sensores que emiten ondas de radio—Soltó la IA a Eva y a su equipo—No son ondas de GPS, son más para algún tipo de aparato que debía medir distintos factores internos—
—¿Qué indicaciones extras hay? —Preguntó Eva—
—Extremadamente prohibido tocar su sangre—Respondió la IA. Se fijó en que las zonas que debían ser operadas estaban separadas con distintos aparatos, y el niño, dormido—Vamos a ello—Se arrodilló mientras examinaba con los dedos la zona del tobillo, sintiendo la señal de radio hasta que dio con un objeto sólido que no era precisamente parte de su cuerpo—Lo tengo—Agarró la pequeña navaja e hizo un corte superficial, debajo suyo estaba Eva con un par de gazas que contenían que la sangre cayera al suelo. Abrió la piel y pudo ver un muy pequeño aparato cuadrado de color plateado con un circuito impreso y conectado a los nervios. Usando electricidad y con la ayuda de la navaja logró quitarlo sin mayor problema, posteriormente con las pinzas lo retiró, dejándolo sobre otra gasa encima de una mesa—
—Extraño—
—Demasiado—Eva se encargó de cerrar la herida, todo el equipo salvo la IA iba vestidos con trajes de protección química, parte del protocolo, supongo—Ahora el de su brazo—Se movió al otro lado, tanteando por el antebrazo hasta dar con el aparato—Este está un poco más adentro que el otro—
—Ten cuidado, puedes cortar un nervio con mucha facilidad—Se habían tomado la libertad de marcar con rotulador sobre la piel del niño el sitio a cortar—
—Me viene bien—Reconoció. Comenzó a cortar por dentro de la zona, por suerte este no estaba conectado a algún nervio, pero era ligeramente más grande que el anterior y tenía en uno de sus lados un pequeño sensor térmico, quizás era para medir su temperatura. Lo sacó con ayuda de las pinzas y lo dejó al lado del otro—Dos menos—
—Listo—Dijo al cerrar la herida. El resto del equipo las limpió con alcohol sin dejar rastro de la sangre, dado a que la cicatrización era bastante alta el sangrado paraba bastante antes—Este es el complicado—Señaló la zona del cuello—Está en una zona media entre su columna vertebral y los huesos del Axis y Atlas, si está más debajo de tres centímetros no es seguro sacarlo sin hacerle un daño permanente—Xana se puso detrás de Marcus, la camilla tenía un pequeño agujero en la zona del cuello, donde ya estaba marcado con rotulador la zona a operar. La IA empezó con extrema suavidad a perforó con la navaja la zona marcada, sentía la onda de radio bastante irregular, pero cada vez que perforaba se hacía más intensa. Al final chocó con el objeto sólido, usó las pinzas para moverlo con cuidado y poder sacarlo, justo cuando al muchacho parecía comenzar a despertar—Listo—Lo dejó encima de la mesa al lado de los otros dos, Eva con rapidez cerró la herida y limpió la sangre, dejando las gazas en una bolsa plástica—
—No detecto más señales de radio, así que ya estaría—
—Parece que en un rato despertará—Hizo una señal a Sumire y entraron unos hombres de negro, a los que entregaron todos los instrumentos, guantes y gazas usadas, incluida la ropa que se pudo haber manchado. Iba todo a incinerarse, por seguridad—
Salieron de la sala con rapidez y se llevaron al muchacho a la otra donde había estado aislado toda la noche. Mientras, la IA limpió personalmente los tres sensores del virus, cuando volvió con Sumire a la sala donde se había reunido con Ayn, se encontró con Anthea.
—¿Tienes alguna idea de que es? —Preguntó la pelirrosa, viendo con detenimiento cada uno de ellos—
—No son GPS, eso es bastante seguro—Respondió—Parece que uno de ellos es un sensor térmico y el otro un sensor neuronal, lo que no me queda claro es el que estaba en el tobillo, pero… eso es cosa vuestra—Soltó, estirando su cuerpo—
—Intentaré descifrar la señal, quizás nos proporcione alguna información—
Fuera de toda esta locura, unas horas después, la pelirrosa se encontraba ya en el recinto del concierto, nada más entrar la gente comenzaba a saludarla con una sonrisa, no era un concierto cualquiera, se habían vendido más de veinte mil entradas… Un número que la pelirrosa no se imaginaba como sería en la realidad. Le indicaron donde podía arreglarse, estaba vestida con una falda medianamente corta con unas mallas por debajo, con una blusa sin mangas de color negro con tiras rosadas. Iba a tocar tres cuartos de hora, no tenía material para tanto, pero la intención era improvisar.
—Tienes aún una hora, puedes practicar, las puertas no se han abierto todavía—Indicó una señora, era la encargada del personal—La pelirrosa asintió, dejando su mochila a un lado. Salió al escenario donde había algunos técnicos de sonido preparando la mesa de mezclas, pero al ver a la pelirrosa se retiraron. Se puso en ella y alzó la mirada y vio el gran recinto de "AccorHotels Arena", el solo imaginar la gente ahí le provocaba un nerviosismo sin igual, pero podía superarlo. Buscó los vinilos y comenzó practicar la improvisación, tenía algunas bases bastante bien trabajadas que hacían volar su imaginación, la melodía era pura de la electrónica, una que hablaba por si misma. Al rato terminó, parecía satisfecha de si misma. Volvió al camerino y se sentó delante del espejo, atrás suyo apareció Anthea junto con Taelia, a quienes abrazó nada más ver—
—Buena suerte—Le dijeron las dos tras darle un beso de buena suerte—
—Estaba practicando fuera—Dijo la pelirrosa, mientras Anthea le ayudaba a maquillarse mínimamente—
—Te estábamos escuchando—Reconoció la adolescente—Me gusta—La pelirrosa asintió—
—Lo importante es que lo hagas bien y no te pongas nerviosa, lo mejor para hacerlo bien es que tengas bajas expectativas—Soltó Anthea. Un comentario que parecía desalentador, pero en el fondo tenía razón, tenía que divertirse para no equivocarse—Tras un rato, Anthea terminó de hacerle algunos retoques—Perfecto—
—Gracias, mamá—Le abrazó—
—De nada, princesa, nosotros iremos a coger sitio ahora, antes que la estampida comience a llegar—Se despidió de ellas y justo al tiempo que se iban llegaron sus amigos—
—¡Llegó el día! —Soltó un emocionado Odd, animando el ambiente—
—Te ves bastante bien—Reconoció Jeremy al verla maquillada y vestida—
—Gracias—Se levantó y le dio rápido beso en los labios—
—Cinco minutos, Aelita—Soltó alguien desde la puerta, la pelirrosa asintió—
—Solo pasábamos a saludar—Reconoció Yumi, abrazándola—Buena suerte—
Habló poco más con ellos hasta que marcharon a sus respectivos lugares, justo abajo del escenario. Cuando Aelita salió del camerino, alguien se acercó por detrás y le dio un beso en la mejilla, la sensación electrizante no le dejó duda de su origen, Xana. Se armó de valor y saltó al escenario donde más de veinte mil almas alzaron sus voces para alegrarse del comienzo del concierto.
Aelita preparó rápidamente las bases de los vinilos y con total rapidez comenzó a tocar, tenía un pequeño auricular en uno de sus oídos aparte de los auriculares grandes, servían para que le dieran indicaciones por si algo ocurría. La primera canción en sonar fue la que había salido en la radio "Timeless", la había practicado tantas veces que ya la tenía casi de memoria. La luz se volvió de un color azul claro que la iluminaba a ella y al escenario mientras la gente disfrutaba. La canción terminó y los aplausos y vitoreo no se dejaron esperar, hicieron temblar las instalaciones. Alzó la vista, pero rápidamente escuchó algo.
—No levantes la vista—Aconsejó alguien desde su auricular—Aún para los profesionales puede ser un poco problemático—La pelirrosa tomó aire y se centró casi de inmediato—También intenta dejar unos cuantos segundos antes de seguir, así te das tiempo de pensar—
Rápidamente siguió con una más animada usando la misma base, la gente animaba cada tema, cada melodía como si su música fuera un virus adictivo. Los cuarenta y cinco minutos se pasaron casi volando, la pelirrosa terminó de tocar y las luces se encendieron, alzó los brazos y las voces coreando su nombre fueron un poema para su alma. Rápidamente se retiró del escenario, abrazando a la IA, quien apareció de primera para saludarla. El resto del equipo, así como los miembros de los Subdigitales, quienes salían en breve, la felicitaron por tan buena presentación.
Cogió una botella de agua y se marchó al camerino.
—Menudo concierto—Reconoció la albina—Bien hecho—
—Gracias, el nerviosismo se me fue nada más comencé a tocar, fue una maravilla todo—De inmediato se comenzaron escuchar a los Subdigitales, al salir del camerino había una televisión donde todos estaban pendientes del concierto—Había mucha gente—
—Tienes suerte, muchos artistas comienzan tocando solos—La pelirrosa le dio la razón—¿Estás segura de querer hacerte famosa por tu música—
—Es un poco temprano para pensarlo, pero debo decir que no lo tenía en mente—Se levantó y se encontró con todos observando el concierto de los Subdigitales. Pasó bastante rato hasta que terminaron y llegaron a su camerino.
A los pocos minutos salieron a hablar con Aelita.
—Bien hecho, Aelita—Saludó Chris—Fue bastante bueno—
—Gracias, me alegra escucharlo—Respondió la pelirrosa—
—Te íbamos a invitar a ir con nosotros, pero iremos a un club nocturno—Respondió, la pelirrosa no tenía problema con ello—
—No te preocupes, estaré con mis amigos—Le espetó—
—A la próxima te invitamos a algo grande, recuerda que serás la telonera de los conciertos aquí en el país—Eso emocionó de verdad a la pelirrosa—
—¿De verdad? —Le preguntó, Chris asintió—
—Lo hiciste muchísimo mejor de lo esperado—Fue una agradable sorpresa—
Al salir por la puerta trasera del recinto, que sorpresivamente estaba vacía de aficionados, pues solo se encontraban miembros del equipo, pudo ver a sus amigos acompañados de Anthea y Taelia. Rápidamente corrió a abrazarlos.
—Fue espectacular, Aelita—Le felicitó Jeremy, la pelirrosa lo besó en los labios al tiempo que lo abrazaba—
—Me han dicho que seré la telonera del resto de conciertos del país—El resto la felicitó. Por su parte Anthea tenía que hablar con la IA sobre ese tema, pero ya lo harían en privado, fuera del alcance auditivo de la pelirrosa—
Salieron a una pizzería a celebrarlo, era viernes y la ocasión lo ameritaba bastante.
Mucho rato después, Jeremy llegó por fin a su habitación, estaba cansado del día entero. Revisó su ordenador antes de dormir, y se encontró con un correo entrante de una dirección entrante.
"De: Corporación Guardián
Gracias por su colaboración, estaremos en contacto.
-Andronov"
¿¡Guardián!?, se preguntó. Revisó con furia sus correos salientes hasta que encontró la respuesta al supuesto correo de corporación Gaia… le habían mentido y podía haberse metido en un lio.
"De: Jeremy
Usualmente suele estar por las inmediaciones de Kadic. Os envío en un documento algunas coordenadas de ejemplo"
Un mensaje simple. Cabe destacar que el correo contenía direcciones falsas que no concordaban, pero era su muro en contra de estafadores, le había servido para escudarse, pero ahora estaba en la lista de esa corporación que, según lo que escuchó cuando estaba en las instalaciones de Gaia, eran enemigos.
El problema principal sería que atacaran a Xana y esta se enterase de primeras quien había sido el artífice de darles coordenadas, falsas a su modo, pero coordenadas, al fin y al cabo.
Tenía que intentar revertir la situación, pero… Quizás era buena manera de quitarse de una vez por todas el problema de Xana, tenía que ir hasta el fondo, pero también hacerlo sobre seguro.
—Quedará en secreto—Se dijo a si mismo—
Estaba en un grave problema.
Continuará.
Próximo capítulo: Alboroto Inhumano (Parte II)
Muchísimas gracias por leer, espero de corazón que os haya gustado.
Siento mucho la tardanza, pero una serie de situaciones me inhibieron de escribir hasta ahora, que comenzó todo este tema de la cuarentena, así que es posible que aparezca por aquí con alguna otra actualización.
Recibí un comentario que para mi desgracia no pude aceptar a tiempo, ya sabéis la limitación de tiempo cuando recibes un comentario anónimo, y aparte de eso, los moderas. Hubo una plaga de bots hace poco. Sin embargo, tengo el correo y me gustaría responder a algo, más bien recordarlo; Los personajes que principales en esta historia son Jeremy, Aelita, Anthea y Xana. El resto la historia no va con ellos, ¿Tendrán algo que ver? Por supuestísimo que sí, tendrán su respectiva trama dentro de la historia, sobre todo Odd, pero de momento, así está el tema. Lo recuerdo porque el comentario decía que había dejado de lado los principales de la serie, y no, es que la verdad es otra.
Aparte de eso… nada más, se sobrevive como se puede, espero que vosotros estéis bien. La situación mundial está pasando uno de sus peores momentos del siglo.
Vamos con otra cosa
Reviews:
Felikis: Ya sabes como soy, me gusta ser un dios generoso. Lo de Taelia es tener una paciencia monumental para tratar con ese tipo de zarrapastrosos. No exactamente. ¡Muchísimas gracias, Maestro! Espero que el capítulo te sea de total agrado.
Loboplateado2541: Y se pueden poner peor. ¡Muchas gracias por leer!
Titokenny01: Si, piensa que la personalidad de ambas aún en la serie parecía ser algo distinta, Taelia más fría y rígida en contraste con la personalidad de Aelita. Lo del acoso escolar, para nuestra desgracia es una realidad como tu dices, y pocas son las excepciones a la regla. Correcto, la responsabilidad total caía sobre Jeremy. Lo iremos viendo. ¡Muchísimas gracias por leer, Víctor!, espero que el capítulo sea de tu total agrado.
Draoptimusstar3: Pocas cosas tengo para comentar de tu Review, salvo disfrutarla. ¡Muchísimas gracias, Draop! Espero que el capítulo sea de tu total agrado.
Y… eso. Nada más por mi parte.
Cuidaos bien, no salgáis de casa por estos días, lavaos MUY bien las manos y… ser buenas personas, se acercan tiempos oscuros, hermanos.
Hasta pronto.
¡Adiós!
Never Surrender
