Alboroto Inhumano

(Parte III)

Los tres entraron a la habitación de hotel, casi que, en silencio para evitar cualquier comentario, tenían que… hablar. Aelita fue la primera en dejar sus cosas sobre la cama, sentándose en ella al tiempo que lo hacía Richard. Xana estaba apoyada sobre la pared que daba al pasillo y posteriormente a la puerta, simplemente escuchando.

—Aún no lo entiendo—Soltó el pecoso en un suspiro—¿Cómo es… que sigues con la misma… edad? —No tenía suficientes palabras en su diccionario para expresar lo que sentía—

—Es que es muy… difícil de explicar—Soltó la pelirrosa sin mirarle—Pasó mucho tiempo—

—Pero… si eres tú… ¿Dónde estuviste tanto tiempo? —Preguntó otra vez, quería saber la información—

—Pues…—Miró al suelo, no quería mentirle a Richard, quizás no—Quizás debería decirte la verdad—Eso llamó la atención de la IA, quién le miró con una ceja levantada—Pasó que…—Antes que pudiera seguir, la interrumpieron—

—Solo no creció—Mintió la IA, sorprendida porque la intención de Aelita era la que no podía dejarle hacer—

—No, es que…—Xana se acercó y le agarró del brazo—

—Ya venimos—La arrastró fuera de la habitación, cerrando la puerta tras sí—¿Qué crees que haces? —Puso una mano al lado de ella, apoyándose contra la pared—

—Decirle lo que ocurrió—Respondió, encarándole—

—Sabes que está prohibido hacerlo—Soltó de mala manera—

—¡Él fue mi amigo y merece saber que pasó! —Contrarió, la IA alzó una mano, amenazando con abofetearle—

—¿Te recuerdo lo que ocurrió la última vez que alguien reveló cosas sobre Lyoko? —

—No le hablaré de Lyoko—Soltó—Solo… de qué ocurrió—

—No se lo va a creer, Aelita—La dio leves golpes en la mejilla—Va a creer que estás loca—

—¿Se te ocurre algo mejor? —

—Decirle alguna mentira y hacer que se la crea—Respondió. La pelirrosa se paró a pensar en alguna excusa posible, pero realmente no se le ocurría alguna que justificara que en tantos años no hubiera cambiado—

—A mí no se me ocurre nada—Reveló—Es que no hay otra manera—

—Siempre puedo manipularlo—Sugirió en voz baja—No sería complicarlo—

—No quiero que viva en base a una mentira—

—¡Lo acabas de conocer otra vez! —Dijo—No sabes que fue de él en todo este tiempo—

—Puedo intentarlo esta noche y si resulta ser alguien malo puedes… hacer algo—La IA alzó una ceja—

—No te dejaré decirle la verdad—

—¿Y si te lo ordeno? —La expresión de Xana cambió, la pelirrosa sonrió victoriosa—Ya veo—

—Más…—

—Te ordeno que me dejes contarle la verdad de lo que ocurrió—Soltó con tono autoritario, aunque en el fondo estaba en bastante tensión—

—Mas te vale saber que estás haciendo—Puso una mano en su mejilla, obligándole a mirarle—Me reservo el derecho de revertir lo que hiciste si resulta ser un bocón—Aelita asintió, le parecía justo. La IA soltó un pesado suspiro, abriendo la puerta—

—Vamos—Entraron a la habitación otra vez, cerrando la puerta—Ahora sí puedo contarte lo que ocurrió—

—¿Era… algo malo? —Preguntó Richard, nervioso—

—Era un secreto—Susurró la IA para sí misma, apoyándose en la pared—

—Esto te parecerá una locura, pero…—Tomó aire—Ocurrió el día que nos vimos en bicicleta, algo malo nos ocurrió a mi padre y a mí y nos tocó escapar a su laboratorio—Xana simplemente escuchaba—Ya ahí… me encerró dentro de un ordenador cuántico que me mantuvo con vida durante todos estos años, pero no podía envejecer, hasta que… pude volver a salir—La cara de Richard era de incredulidad—

—Venga ya—Soltó el muchacho—Eso parece ciencia ficción—Estaba bastante contrariado, creía que le estaban tomando el pelo—

—Es verdad—Aseguró la pelirrosa—No puedo… decirte más detalles porque es todo algo que no podía contarlo, pero no me parecía justo que no supieras la verdad—

—¿Y esperas que me crea esa historia fantástica? —Preguntó algo molesto—

—¿Qué otra explicación esperabas? —Preguntó la IA, el hombre se quedó balbuceando cosas mientras pensaba—

—¡Algo! —Respondió—Es que… me parece imposible—

—Se que es algo imposible de entender y… es algo que odio de mi vida, pero…—Susurró la pelirrosa, no sabía que más decir—Nada—

—Es que… el tiempo pasa para todos, no puede ser que más de diez años no te hayan pasado a ti—Ambas sabían lo imposible que sonaban sus palabras—

—El que le creas o no, no es nuestro problema—Soltó la IA—Ella te contó la verdad—

—Es que…—Negó con la cabeza—¿Cómo es eso posible? —

—Porque mi cuerpo físico estaba en un sitio que no era este—Respondió en voz baja la pelirrosa—Y cuando la máquina se apagó es como si el tiempo se hubiese detenido—

—Estás contando demasiado—Soltó la IA, sabía lo que le había dicho Aelita, pero…—

—Lo sé—Respondió—

—Y cuando la maquina se encendió… pudiste salir—Dijo Richard con negación—

—Básicamente—Respondió otra vez—

—Vaya historia—Se puso de pie para irse, pero algo le hizo quedarse estático en el piso; estaba rodeado de un aura amarilla que le impedía moverse—

—¿Satisfecha? —Preguntó la IA a Aelita, quien se sentó en la cama con una expresión derrotada—

—No funcionó… otra vez—

—Te lo dije—

—Lo sé, lo sé—Dio un golpe a la cama—¿Qué puedo hacer? —

—La mitad de la historia me parecía más que suficiente—Soltó la IA—Puedo hacer que se lo crea a la fuerza—

—Me rindo, haz lo que quieras—Se acostó en la cama, mirando de reojo lo que hacía la IA—

—De acuerdo—Se acercó a Richard y le tocó la frente con sus dedos, modificando su memoria, emociones y recuerdos, incluyendo sus convicciones en cuanto al tema de Aelita. Pasaron cerca de cinco minutos hasta que Xana se alejó algunos pasos—Se lo va a creer todo, solo dale tiempo a que lo asimile—La pelirrosa asintió—Lo siento, pero te dije que tenía que ser así—El aura amarilla desapareció, dejando a Richard tambaleando y confundido—

—¿Qué ocurrió? —Preguntó el joven, mirando el escenario—

—Aelita te contó lo que ocurrió—Soltó Xana—Y ahí estás de pie—

—Lo ocurrido… es verdad—Comenzó a hacer memoria y recordaba cada palabra al pie de la letra—Es que… es impresionante—Se giró hacia la pelirrosa, apoyada con sus manos en el colchón—

—¿Qué más te puedo decir? —Soltó—Es… la verdad—

—Ya veo—Se sentó en la cama—Supongo que… te creo—Miraba al suelo mientras pensaba, estaba seguro que Aelita no mentiría de esa manera—

—Prométeme que no se lo dirás a absolutamente nadie—Soltó la pelirrosa, acercándose a él—

—Te… lo prometo—

—Pero de verdad—El hombre asintió, cruzando su meñique con el de ella—

—Entonces está hecho—En secreto, la IA se había encargado que cuando Richard intentase hablar con alguien fuera de Aelita o ella sobre el tema, este instantáneamente se fuese de su mente, quedando simplemente como un vago recuerdo, se lo comentaría luego a Aelita, o quizás no…—

—Supongo que me puedo fiar de ti, Richard—Soltó la IA, agarrando el revolver de su mochila, dejando de piedra al pelirrojo—

—No voy a matar a nadie—Dijo, alejando su cuerpo del peligro, Aelita se aguantó la risa—

—Tú no—Se lo guardó en su buso—Saldré un rato, así os doy algo de privacidad—

—¿Qué harás? —Preguntó la pelirrosa—

—Estoy segura que el imbécil del otro día no venía solo, así que iré de cacería—Se puso su capucha—Llamadme si ocurre algo—La pelirrosa asintió—

—Buena suerte—Tras despedirse rápidamente, salió del hotel a gran velocidad—Una menos—

—Tu amiga da miedo—Respondió Richard—¿¡Qué hace con una pistola!? —

—Es que ella es mi guardaespaldas—Respondió—Por decirlo de aquella manera—Pensó—

—¿Por qué necesitas uno? —Preguntó, sentándose al lado de Aelita—

—Solo te puedo decir que por el trabajo de mi madre—No parecía querer recordar mucho de ello—Insiste en que no quiere que me pase nada—

—Debe ser estresante—

—Lo es—

Mientras ellos hablaban, Xana estaba fuera del hotel observando el paisaje. Llamó a Anthea, quien contestó poco después.

¿Qué ocurre? —Preguntó de primeras—

—Aelita se reencontró con un amigo de la infancia—Respondió—De antes de que ocurriese todo lo de Waldo—

¿La reconoció después de tanto tiempo? —Se sorprendió—¿Cómo es eso posible?

—Ella insistió en que sería buena idea intentar y… aquí estamos—Soltó—Por desgracia le contó lo que ocurrió—

¿Y el qué dijo?

—No se lo creyó, pero pude manipularlo para que lo hiciese y evitar que pudiese abrir la boca, insistencia de Aelita—

Esta niña…—Soltó en un suspiro—Mantén un ojo encima de ese muchacho, no quiero que sea algún imbécil

—Lo haré—Suspiró—Ahora salí un momento a cazar gente, espero volver pronto—

Buena suerte

La conversación terminó en ese momento y colgó la llamada.

Mientras, Taelia y Pavel se encontraban en las calles circundantes al hotel donde se estaban quedando, habían ya reservado la habitación, y para su suerte aún les quedaba para algo de comer.

—Aquí tenéis—Dijo un hombre, entregándoles en una bolsa la comida que habían pedido—

—Gracias—Respondió Taelia tras recogerla y pagarle—Volvamos al hotel—

—Por fin comeré algo decente—Soltó Pavel para sí mismo—

—¿Dónde estuviste todo este tiempo? —

—Quedándome con gente rusa de la ciudad, pude aguantar todo este tiempo delinquiendo un poco para sobrevivir—Respondió, no parecía demasiado orgulloso de decir aquello—

—Imagino que tuviste algún problema—

—Solamente con algunos policías que no lograban dar conmigo, pero de eso ya hace una semana y no he tenido problema alguno—Cruzaron la calle—¿Y tú? —

—Bueno… como una rata de laboratorio—Respondió secamente—Paso más tiempo en él que en cualquier otro sitio—Entraron al hotel y rápidamente a su habitación, dejando sus cosas encima de una mesita, bloqueando previamente la puerta de entrada para evitar cualquier intruso—Que suavecito—Se tumbo en la cama—

—Podría estar aquí todo el día—

—Pues tenemos que irnos a las seis de la mañana y es casi media noche—

—Aguafiestas—Rápidamente comieron, tenían tanta hambre que la comida desapareció en menos de quince minutos—Finalmente puedo descansar—Se tumbó en la cama—

—Deberías ducharte—Dijo, quitándose el abrigo que llevaba—

—¿Puedo contigo? —Antes de recibir respuesta, le tiraron una toalla—Eso es un no—Taelia le sacó la lengua a modo de burla. Un rato más tarde ambos ya se habían duchado y se habían metido en cama, estaban cansados y les apetecía descansar lo más posible antes del día de la recogida—Estos días fueron muy extraños—Taelia se giró hacia él, estaban acostados en la misma cama—Estar buscando sin poder hacer nada a Marcus y Luciana, causando estragos por causarlos, toda esa gente siguiéndome sin ningún motivo aparente… ¡Pensé que se habían vuelto locos! —

—No vas mal encaminado—Respondió la adolescente—Esa sensación de tenerlo todo y a la vez nada es horrible—Hubo un momento de silencio—Al menos los tiempos cambian lentamente y podemos adaptarnos a ellos—

—Si, pero ¿Nos aceptarán ahora que no somos del todo humanos? —Taelia iba a decir algo, pero se le fue de la boca—Solo queda esperar a que la gente lo sepa… y ver su reacción—

—Recuerdo que Bondrewd me dijo que no aceptarían a alguien diferente a ellos, que nos intentarían eliminar a cualquier costo—Recordaba todas las frases que le había dicho—Entre más ves, más piensas la situación… más te das cuenta que él era el único que al final del día tenía toda la razón—

—Llaman loco a un tipo que solo veía venir todo esto—Sopesó—Bueno, por desgracia está muerto—

—Si…—Se quedó mirando al muchacho—Al menos ahora tendré más compañía—

—¿Una masculina? —Preguntó en tono de broma—

—Alguien con quien puedo hacer cualquier cosa—Sonó peor de lo que debería, aunque habían entendido el punto; hacer cualquier cosa sin temor a infectar al otro—Tú me entiendes—Respondió, ligeramente sonrojada—

—Si, tranquila—Asintió entre risas—Aunque…—Con un rápido y hábil movimiento, se había puesto encima de Taelia, apoyando sus manos en al colchón a cada lado de ella, con sus rodillas en el mismo, abriéndole ligeramente sus piernas—Quizás podamos aprovechar esta noche—La adolescente tardó en darse cuenta que Pavel era un par de años mayor que ella y que quizás era alguien que había vivido en similitud, cosas iguales—

—Eh…—Se había puesto nerviosa rápidamente—Que más da—Soltó un suspiro el tiempo que abrazaba por el cuello a Pavel—Es posible que no podamos hacer algo así después—Rápidamente y sin esperar respuesta a cambio lo besó en los labios. Mientras lo hacían una a una sus prendas de ropa fueron desapareciendo hasta quedar desnudos uno frente a otro. Taelia estaba nerviosa, no por hacerlo sino por lo que había ocurrido quizás ya un mes o dos atrás, toda la gente que había conocido era peculiar y agresiva en su modo de ver y Pavel, si bien no lo conocía realmente bien, parecía alguien que se dejaba llevar por la corriente y solo luchaba contra ella su el final del rio era una cascada. A fin de cuentas, él parecía querer dejarse llevar sin hacerle demasiado daño, aunque lo visto en la manifestación le dijera otra cosa, pero es algo que cuando se está en ese tipo de éxtasis poco se puede hacer para evitarlo—Me gusta—Susurró, acariciándole el pecho, viendo algunas marcas que tenía. Estaba demasiado delgado para alguien de su edad—

—Estoy como un fideo —Dijo—Pero eso ahora no importa—Le beso el cuello, dejando que la chica soltara un suspiro al tiempo que lo sostenía de los hombros—

—Solo no te comportes como un salvaje—

—¿Qué me comporte como uno dices? —Rápidamente bajó por su cuerpo al tiempo que Taelia simplemente se dejaba llevar por la sensación de unos ásperos dedos acariciando su cuerpo en toda su extensión—

—Tonto—Sintió como sus labios tocaban una zona que le hizo tensarse, agarrando su cabello mientras cerraba los ojos—

Siguieron con ello por largos minutos, pasó incluso una larga hora sin que supieran que ocurría a su alrededor, únicamente sabían que estaban uno con el otro. Al final cayeron rendidos uno al lado del otro, cubiertos de sudor y de otros fluidos, habían ido al paraíso durante un rato y habían vuelto. Pudieron descansar hasta la madrugada, cuando subieron al coche de los hombres de Ayn Rand que los llevaría al laboratorio.

Aelita despertó apenas una hora después, casi a las siete de la mañana. Sentía un ser caliente al lado suyo y al abrir los ojos pudo ver a la IA todavía dormida. Había estado largas horas hablando con Richard sobre el pasado, poniéndose al día. Había descubierto que se había graduado como ingeniero civil y estaba trabajando de ello en París, pero realmente vivía con sus padres a unas cuantas horas de ahí en Le Havre. Estaba de vacaciones por la ciudad cuando escuchó del concierto de los Subdigitales. No era una persona adinerada, pero vivía con lo justo para poder darse algún lujo de vez en cuando. Acordaron que acompañaría a la pelirrosa el resto de los conciertos (Ya que le invitaban a la entrada, pues que más que aprovechar). Seguía siendo el mismo inútil de siempre a opinión de Aelita, pero al menos ya sabía que había alguien que podía darle una buena conversación, tal como en el pasado.

—Despierta—Rascó ligeramente la mejilla de Xana, provocando que esta agarrase su mano y abriera los ojos—Es algo temprano y quiero aprovechar el día—

—¿Y para eso me despiertas? —Preguntó—

—No seas perezosa—Antes de poder hacer algo, sintió como atrapó su otra mano—¡Oye! —

—Me niego—Las atrajo hacia ella, obligando a la pelirrosa a estar aún más cerca—

—Eres mala—Se quejó entre risas—

—Gracias—Antes de poder hacer nada sintió como le daba un beso en los labios—Suaves—Sonrió—

—Los tuyos son más secos—Respondió—Deberías ponerte algo—

—¿Por qué? —Preguntó—¿Te gustan más suaves? —Recibió una ligera patada por ello—

—Tonta—Se sonrojó. La IA rápidamente le liberó las manos y alzó su torso para estirarse. Al hacerlo Aelita pudo ver algunas cicatrices en su piel que le eran curiosas, las tocó con sus dedos, provocando que arqueara la espalda por la sensación—Tienes la espalda llena de marcas y cicatrices que casi no se ven—La IA se giró hacia ella, dejando ver que su torso era algo similar—

—A veces me gustaría saber toda la historia de cada una de ellas—Se levantó de la cama—Pero es demasiado trabajo para una tontería—

—Aun así, sería interesante—Sopesó la pelirrosa, también levantándose—

—Solo vámonos a duchar antes que se haga más tarde—

—Sí, quedé de llamar a Richard luego—Entraron juntas al baño y se ducharon. Salieron del mismo y se vistieron otra vez—

Salieron del hotel a los pocos minutos, aún no había nadie del equipo fuera, aunque ya sabía le hora de salida, la misma de la última vez, por lo que había calculado la hora en la que tenía que estar de vuelta. Pasaron unas calles y en la entrada de un restaurante se encontró con el pelirrojo, quien ya les esperaba.

—Buenos días—Saludaron las dos chicas—

—Buenos días, chicas—Saludó el muchacho—¿Buena noche? —

—Pudo ser mejor—Respondió la albina con poco interés—

—Os invito a desayunar—Entraron al restaurante y se sentaron en una mesa—¿Dónde tenéis el próximo concierto? —

—Le Havre—Respondió la pelirrosa—Ellos tienen más conciertos, pero mamá solo me dejó presentarme a tres—

—¿Y eso por qué? —

—Porque estamos casi a final de curso y no quiere que mis notas bajen, así que lo entiendo—

—Te podré acompañar entonces—Dijo—Así saludaré a mis padres—

—Con un poco de suerte mis amigos también vendrán—Les trajeron su pedido—

—¿Cómo los conociste? —

—En la academia, los conocí casi al mismo tiempo por… algo estúpido que ocurrió—No le apetecía contarlo, pero a Richard pareció no importarle. Comieron en relativo silencio durante un rato—

—Toma, un regalo—De la nada, Xana sacó un papel de su mochila, que tenía apoyada en la mesa—Para ti—Se lo entregó a Richard—

—¿Qué es? —Preguntó en su inocencia el pelirrojo—Es algo psicodélico—

—¿Has odio hablar de la Taumaturgia? —Richard negó con la cabeza—Es un Caleidoscopio, tú consérvalo y no lo dobles, te será de buena suerte—

—¿Ya no sirve? —Preguntó la pelirrosa—

—No para lo que lo necesitamos, aún le queda suficiente para resistir un golpe—El joven no entendía nada, por lo que decidió guardarlo entre sus cosas para evitar perderlo—

Al cabo de un rato salieron de ahí y volvieron a las inmediaciones del hotel, era casi hora de irse.

Llegó el medio día y los adolescentes llegaron a París. Nada más aparcar a la salida del laboratorio ya les esperaban un equipo de personas con trajes anti-radiación. Pavel bajó primero, seguido de Taelia.

—Seguidnos hasta las duchas—Soltó uno de los presentes. Sin preguntar mucho, entraron hasta una cabina que parecía hecha para una ducha química—Es por seguridad, entra primero—Señaló a Pavel, quién se desnudó y entró a la cabina que lo roció por varios minutos con líquidos químicos limpiadores y antibacteriales, solo para después ser rociado por agua. Al salir lo secaron con una toalla y le hicieron vestir con otra ropa blanca de manera provisional, de igual manera que sus cosas las desinfectaban. Lo mismo le ocurrió a Taelia.

Pasados unos minutos se encontraban en una sala aislada esperando a que les permitieran salir.

—Me pica todo—Soltó Pavel, tenía la piel ligeramente enrojecida—

Es por la ducha química—Le respondió alguien desde el otro lado de la sala, hablando por un micrófono ya que les separaba una pared de concreto y un cristal blindado—

—Buen trabajo, Taelia—Amenizó Sumire en compañía de Ayn Rand, entrando a la sala con unos guantes de látex, en sus manos traía una caja de metal—

—¿Tuvisteis problemas con Guardián? —Preguntó el americano, ambos negaron con la cabeza—

—Bloqueamos la puerta de la habitación antes de irnos a dormir y no escuchamos nada—Añadió Taelia—

—Muy bien—Miró al muchacho—Pavel, ¿Verdad? —Con mirada perezosa, asintió—Soy Ayn Rand, ella es la doctora Sumire—La aludida respondió con una leve reverencia—Bienvenido al programa de desarrollo del virus Gastrea—

—¿Tenéis algo que ver con Bondrewd? —Preguntó Pavel a la defensiva—

—En lo absoluto, él se robó nuestro proyecto hace mucho tiempo, así que estamos por separado, ya sabemos parte de las cosas que hacían y que ocurrieron—

—¿Puedes darnos información sobre ti para poder localizarte en algún sitio? —Pidió la doctora. Pavel le dio toda la información suya a nivel personal, como edad, altura, procedencia y nombre de sus padres y ciudad en donde vivía y cómo fue reclutado para el proyecto de Bondrewd—Investigaré todo esto, cualquier cosa te avisaremos—

—Es posible que ya no exista para nadie—Soltó el muchacho, sentándose en una camilla—Ellos dijeron que cuando entraba se aseguraban de borrar mi nombre de todo sitio posible al igual que evitar que en un futuro alguien pudiese buscarme—

—Eso nos da una pista sobre por qué no pudimos encontrar nada de Marcus—

—No hay excepción a regla—Añadió—Taelia tuvo suerte—

—Más que suerte… digamos que tenía a un demonio persiguiéndome—Respondió la adolescente—Pero… si, quizás tienes razón—

—Tendremos que esperar a que Xana venga y haga lo suyo para poder dejarte salir de aquí, así que te estamos preparando una habitación en la última planta, de momento dormirás aquí—Prosiguió Sumire mirando un portapapeles—Y esto…—Sacó una serie de aparatos de la caja de metal; eran los mismos sensores que habían puesto en Taelia para medir su nivel de corrosión. Sin preguntar, Pavel se dejó conectar los aparatos en su pecho, con el reloj digital en su brazo derecho—Con esto mediremos tu nivel de corrosión en tiempo real—

—¿Y el GPS? —Preguntó el muchacho—Ellos me implantaron uno en el tobillo—

—De eso nos encargaremos cuando esté quien puede hacerlo aquí—Respondió Ayn—Por eso no te podemos dejar salir todavía, aunque estando en este lugar es imposible que te detecten—

—Anthea instaló ayer un sistema para evitar la geolocalización de este lugar—Segundó Sumire al americano—

—¿Dónde está? —Preguntó Taelia—No me llama desde ayer—

—Está ocupada con algo, dijo que vendría esta tarde por ti—Respondió, la adolescente asintió. Pasaron largos minutos mientras les hacían pruebas a ambos a nivel fisiológico para comprobar su correcto funcionamiento. Al parecer los datos fueron correctos, ya que los encargados estaban satisfechos—

—Venid con nosotros—Salieron de la habitación aislada y entraron a una sala de juntas en la que ya estaba Marcus—

—¡Pavel! —Lo abrazó rápidamente, el aludido correspondió—Pensé que te había pasado algo—

—Lo mismo digo—Respondió el ruso—

—Sentaos, vamos a hablar sobre la última que nos queda—Indicó Ayn. Cada uno se sentó en una silla enfrente de una imagen proyectada en la pared—Según información dada por vosotros se llama Luciana y tiene una edad aproximada de diez y once años, es extremadamente inteligente y altamente evasiva, pero físicamente inferior a vosotros—Pavel asintió mientras escuchaba—La última vez que se la vio fue en aquella estación de tren cerca de la frontera con Dinamarca cuando agentes de Guardián os intentaron secuestrar—

—¿Sabéis algo de ella? —Ayn le indicó esperar—

—Las cámaras de una ciudad aledaña más al sur captaron este video de alguien entrando a una librería en medio de la noche—El video mostraba a una persona de baja estatura entrando por la puerta principal mientras la bloqueaba con estanterías a su alrededor, acto seguido se colaba en el interior de la misma instalación, hasta un lugar más alejado. No pasó mucho hasta que la puerta de la librería voló por culpa de una explosión que rompió la cámara—La estaban siguiendo—

—¡Malditos! —Reaccionó Pavel, golpeando la mesa—

—Mis hombres investigaron, usaron explosivos plásticos para romper la puerta, pero en el interior… no había mucho más que dos cadáveres aplastados por una trampa de estanterías—Pasó a las fotos de los cuerpos aplastados desde el cuello hasta los pies por estanterías—Obviamente eso no los mató, sino esto—Mostró una foto siguiente donde se mostraba dos heridas a nivel del cuello, parecía hecha por un cuchillo—Su coche se encontró a pocos metros de ahí, eran de Guardián—Miró a Taelia—Hay agentes de Gaia cuidando la zona, estamos muy al tanto de todo lo que pudo haber ocurrido con ella—

—Ella insistió en robar un coche para escapar hacia el sur, pero yo le dije que eso llamaría la atención—Respondió el muchacho—Tenía que haberle creído—

—Tenías tus razones y no eran equivocas, solo que un factor externo os seguía—

—¿Y que posibilidad hay que Gaia la tenga en su poder? —Preguntó Taelia a Ayn—

—Si la tiene y estamos dando palos de ciego no lo sabemos—Respondió el americano—Es la posibilidad que estábamos barajando, pero tendríamos que ir de propio a sus instalaciones y fuera de algún evento ahí no somos bienvenidos—

—¿Entonces que haremos? —Preguntó Pavel, serio—

—Meternos dentro como espías sería como ir desnudo y cubierto de carne a una jaula llena de depredadores hambrientos que no han comido en tres días—Respondió el hombre—Tendremos que esperar a que ella quiera soltar la información en caso de tenerla—Suspiró—La recuperaremos, tenlo por seguro—

—Es que ya pasaron dos semanas desde eso—Soltó—

—Dos semanas que tardamos en encontrarte, y quizás otras dos que tardemos en dar con su paradero—Contrarió Ayn—No le pasará nada malo, y si la tiene Guardián usaremos fuerza militar para recuperarla, no le tenemos miedo a esos imbéciles—Un discurso cargado para personas con ganas de sangre. Pavel asintió—Aun así, ¿Qué destino teníais? —

—Buscar a Taelia—Respondió con suavidad—O buscar un sitio donde pudiéramos empezar de cero, lo que ocurriese primero—Suspiró—Luciana recordaba que le habías dicho que te habían secuestrado en París, así que insistió en ir hasta aquí para buscarte al contarle Marcus lo que había ocurrido en el exterior—Taelia recordó la escena de Xana y Aelita fuera de las instalaciones de Kiruna—

—¿Crees que siga con ese plan? —Preguntó la adolescente —

—Lo dudo—Dijo Marcus—No creo que luego de ello siguiera con ganas—

—Lo mismo digo—Soltó Pavel—Maldita sea—

—De momento todos habéis hecho un excelente trabajo en seguir con vida, y no esperaba menos—Soltó Ayn, apagando el proyector—Nosotros intentamos hacer lo correcto siempre que podamos, pero en ocasiones como esta, es simplemente imposible—Hubo un momento de silencio—Id los tres a la zona de gimnasio, os están esperando para hacer algunas pruebas básicas, iremos poco a poco para no forzar la maquinaria—Pavel asintió y el resto se puso de pie—Podéis ir—Salieron de la sala de juntas en silencio—

—Por lo menos son buenas personas—Suspiró el ruso—Me gusta—

—Mientras no intentes alguna estupidez siempre lo son—Secundó Taelia—

Con poco o nada que hacer, una hora después Taelia ya se encontraba fuera del laboratorio con Anthea, estaban de camino a Kadic, tenía que hablar con los amigos de Aelita para saber que harían para ir a Le Havre a su concierto, ya que todos habían prometido ir. Habían quedado de encontrarse en el portón de la academia cuando acabasen las clases.

—¿Te fue complicado? —Preguntó la pelirrosa, conduciendo—

—No… del todo, logré hacerlo entrar en razón y por suerte me reconoció—Respondió, estirándose—

—Perdona que no te llamara, es que… estaba en otro sitio—Parecía no querer contar mucho detalle—

—Da igual—Suspiró—Lo encontré que es lo que importa—Se dejó caer en el asiento mientras miraba por la ventana—

—¿Estás molesta? —Preguntó en voz baja. Taelia le miró por un par de segundos y negó con la cabeza—No te veo muy feliz—

—Estoy… cansada, es todo—Anthea no le creyó—

—Ya—Llegaron a Kadic. Tomó una de sus manos—Vamos a hablar con ellos para ver que van a hacer—

—De acuerdo—Se bajaron del vehículo poco después. Se acercaron al portón donde pudieron ver al grupo esperando—

—¿Qué tal? —Preguntó Yumi al verla—

—Sigo con vida, es lo importante—Respondió de forma amena—¿Habéis pensado como ir hasta Le Havre? —

—Sería ir en autobús desde la mañana—Respondió Odd—

—Yo puedo llevar a dos de vosotros ya que Aelita se vendrá con nosotros en la vuelta—Soltó Anthea—Así que decidid quienes queréis venir—

—Yo iré contigo—Acertó Yumi—

—Y yo—Siguió Jeremy—Pero, ¿Nos quedaremos allá? —

—La idea es volver un rato después que el concierto termine—Respondió la pelirrosa—Salvo que algo fuera de lo normal ocurra, como es usual—

—Me llevaré algo por si acaso—

—Nunca se sabe—Suspiró—Entonces mañana a primera hora os espero en casa para salir—Ambos asintieron—

—Cambiando de tema—Siguió Taelia—Prestadme los apuntes de estos días, tuve cosas que hacer—

—¿Dónde estuviste? —Preguntó Ulrich, sacando un par de cuadernos—

—Intentando encontrar a una persona que creíamos había muerto—Respondió en voz baja—Pero sigue con vida, así que eso—Dio un paso atrás al tiempo que cogía los cuadernos—Te los devuelvo pronto—Ulrich asintió—

—¿No te apetece ir a algún sitio? —Sugirió Odd de primeras—Aún es un poco pronto—

—Sinceramente… me apetece descansar—Suspiró—Lo siento, es que he dormido poco—Anthea sonrió—

—Ya nos veremos mañana—Asintió Anthea. Al poco rato llegaron a casa para descansar. La adolescente subió a su habitación rápidamente a dejar sus cosas—¿Querrás algo de comer? —

—Quiero ducharme primero—Tenía sentido luego de esa ducha química, que quizás había sido un poco extrema. Sin esperar respuesta entró al baño—

Dios…—Preparó algunas cosas rápidamente mientras esperaba a que su hija saliera. Le era raro estar con ella aún después de un tiempo. Era extraño, siempre. Su comportamiento, las cosas que hacía y lo que decía quizás eran puntos más en contra que a favor, pero debía entender que esos cambios eran producidos por otro factor más que… la simple adolescencia—Supongo que nada malo podrá ocurrirle ahora—Se apoyó contra una pared mientras miraba al suelo de la misma habitación—Imagino que no—Pasó tanto tiempo divagando, que una voz la hizo volver a la tierra—

—¿Qué ocurre? —Era Taelia. Anthea se fijó en ella por un par de segundos antes de negar con la cabeza—

—Estaba pensando simplemente—La adolescente dio un paso atrás—

—Haré lo que tengo pendiente entonces—Rápidamente se fue a la sala de estar con los cuadernos que Ulrich le había prestado—

Soy una paranoica—Pensó al tiempo que soltaba un pesado suspiro—¡Es imposible seguir así! —Decidió intentar no pensar más en eso y simplemente centrarse en lo importante que en ese momento le acontecía. Tras un rato haciendo algo de comer para ambas recibió una llamada, Ayn—¿Qué ocurre? —

¿Cómo se encuentra Taelia? —Preguntó con parsimonia el americano—

—Bien… creo, ¿Por qué preguntas? —

Solo por control—Recordó—Recuerda que en cualquier momento se puede salir de control

—Ya te dije que es un riesgo a tomar—Soltó, con poca paciencia—

Bueno, es lo más cercano a un monstruo de lo que jamás podríamos haber estado cerca—Asintió—

—No lo es—Contrarió—Ya te dije que es como cualquier otra persona—

Lo que digas—Soltó una risa cansada—Aún sigue en pie el que ella se quede encerrada la próxima vez que le ocurra algo así

—Te recuerdo que yo tengo la última palabra y si digo que no sigue ahí, pues no sigue ahí—No tenía tiempo ni ganas de seguir por enésima vez con esa discusión—

No te precipites, el que siga con una vida normal depende de todos

—¿Tú que sabes de vivir normal? —Le preguntó de vuelta—Eso no es vida, es un castigo—

¿Entonces por qué no le dijiste a Edge que intentara eliminar el virus de su cuerpo? —Era una buena cuestión—

—Porque dijo que no podía y tanto tú como yo sabemos que, aunque lo elimine, el cambio está hecho—Para su desgracia, tenía razón—Si sigues insistiendo con ello os vais a arrepentir—

No hagas algo tan estúpido, Anthea, sabes que no estoy diciendo ninguna mentira—Señaló—Ellos son el futuro de la…

—Son como cualquier otro para mi y nada de lo que digas me hará cambiar de opinión—Contrarió—Así que no te motives demasiado que si por mi fuera no estaría siguiendo con esto y estaría en un lugar más tranquilo y seguro—

No tienes remedio

—Pues lo siento por ti—Colgó la llamada en ese momento, estaba molesta con la constante presión que le provocaba aquel proyecto de esos dos, y más aún que por la fuerza Taelia estuviera dentro; sabía que era mala idea sacarla a la fuerza solo por esa razón, pero si era la única manera de hacerlos entender que ella mandaba sobre sus decisiones, pues así sería y aunque tuvieran el valor para contrariarla, siempre podía usar a Xana como aviso, sabía que ella estaría encantada de recordarles de lo que era capaz. Ya era momento de ser alguien que pudiese sobrevivir por su cuenta—Estos…—Tomó aire. Sirvió algo de comida en dos platos y los llevó al comedor, donde estaba Taelia distraída transcribiendo lo que ponía en los apuntes de Ulrich. Se lo dejó a un lado, ella se sentó en una esquina—

—¿Con quién hablabas? —Preguntó en voz baja la adolescente—

—Ayn Rand—Respondió—Son expertos en hacer que quiera odiarlos en tiempo récord—

—Si, pueden ser algo insoportables—Soltó para si misma. Poco después comenzaron a comer—

—¿Qué tal es ese chico? —

—¿Te refieres a Pavel? —Preguntó, Anthea asintió—Es… simplemente alguien raro, parece como si… se dejara llevar por lo que ocurra cuando está solo—Respondió—

—¿Y te gusta? —

—No realmente—Respondió—No lo conozco casi nada—En su mente había sonado fatal—

—¿Y hay alguien que te guste? —Esa pregunta… Taelia se quedó en silencio por un par de segundos antes de sonreír y negar con la cabeza—

—Nadie por el momento ha llamado mi atención de esa manera—Pensó más a fondo y… solo conocía a Patrick, pero sabía que no le dejarían algo con él si así lo quisiera, por lo que la única oportunidad sería Pavel—Aún soy joven—Anthea rio de manera histérica mientras asentía—

—Sobre todo que… la persona que escojas quiera estar contigo de verdad—Taelia asintió y continuó comiendo—

Apenas habían llegado a Le Havre luego de un viaje que duró bastantes horas por carretera. Al entrar, alguien parecía haberse activado de la nada.

—Tengo un pésimo presentimiento—Soltó la IA viendo la noche caer en el horizonte—

—No creo que… ocurra nada malo este último concierto—Soltó Sophie antes que Aelita pudiese decir algo—

—No es por eso—Respondió. Miró a Aelita—Espero que Zack no esté aquí—

—Quien sabe—Suspiró la pelirrosa—Imagino que será fácil de convencer…—

—No… exactamente—Llegaron al hotel correspondiente y bajaron. Primero lo hizo Aelita seguida inmediatamente por la IA, quien sentía una extraña energía en un lugar cercano a su posición. Intentó ignorarlo hasta estar en un sitio sin gente—

—Hay incluso más gente que antes—

—Es desesperante—Asintió. Al cabo de un rato subieron a la habitación, donde pudieron estar tranquilas. Se asomó rápidamente por la ventana para tener una mejor vista de la gente que había abajo—Joder…—

—¿Qué pasa? —Se estiró al tiempo que preguntaba—

—Siento algo, pero no logro saber exactamente que es o de donde viene—Sintió una mano que le tiraba hacia atrás—

—Tranquila, no creo que sea algo realmente malo, y si lo es ya te encargarás de ello—No le gustaba a la IA, pero tenía que obedecerle—Cuando acabe todo esto creo que nos tocará ir a cenar fuera salvo que tengan alguna idea—

—Posiblemente—Se dejó caer en la cama sin más. Pasaron algunas horas hasta que la noche cayó completamente y, para su buena suerte, la multitud que habían visto en la entrada se había disipado completamente y ya era seguro salir del hotel. Bajaron hasta la entrada donde se encontraron con Chris—

—¿Cómo lo lleváis chicas? —Preguntó el batería, bebiendo una cerveza—

—Bien—Respondió la pelirrosa—¿Tenéis algún plan? —

—Si, tenemos una entrevista en un rato para la televisión—Respondió el hombre—¿Por qué preguntas? —

—Oh, por nada realmente—Bueno, sería para otra ocasión—Saldré a cenar entonces—

—No nos perderemos por la ciudad—Secundó Xana—

—Que nos os pille un paparazzi—Bromeó Chris, Aelita asintió mientras se reía, despidiéndose—

—Una pena—

—Llamaré a Richard—Soltó la pelirrosa, sacando su teléfono—

Estoy en frente vuestro—Soltó el pelirrojo. Justo cuando alzaron la mirada vieron un coche negro estacionado en frente de ellas. Se acercaron—

—¿Cuánto llevas aquí? —

—Acabo de llegar—Asintió—¿Alguna novedad? —Negaron la cabeza—

—¿Quieres venir con nosotras? —Richard asintió. Salieron de camino a un centro comercial cercano no muy lejos de ahí, iban caminando así que se dieron un paso corto por la playa del lugar, ya desierta a esas horas de la noche—Se está bien con la brisa—Caminaban por la arena sintiendo la brisa marina—

—Hay alguien delante—Soltó la IA, señalando un lugar oscuro en la playa, casi a la orilla con el agua; atenuando la vista vieron una figura femenina sentada ahí, llevaba un vestido corto y a su lado una mochila—Creo… que se quién es—Se acercó rápidamente sin esperar respuesta—¿Maersk? —La aludida se sorprendió, girándose de una manera agresiva—

—¿¡Cómo!? —Se preguntó la chica, estaba a punto de sacar algo de su mochila, pero al ver quienes eran se tranquilizó—Ah, ya veo—Dijo—

—¿Qué haces por aquí? —Preguntó Aelita, acercándose tras Xana—

—No te voy a mentir, vine por el concierto—Respondió la pelirroja—Vine sola… Por lo menos hoy—

—Entonces Lisa…—

—Dijo que quería venir mañana—

—Entonces eras tú quien había notado antes—Soltó la IA—Tiene sentido—

—Me acerqué al hotel, si—Respondió, acertando en las sospechas de la IA—¿Notaste algo fuera de lo normal? —

—No aquí, pero hay algo lo veremos en poco tiempo—Respondió con parsimonia—

—¿Quieres venir con nosotros un rato? —Preguntó Aelita con una sonrisa cálida—Estás aquí sola—

—Me apetecía estarlo un rato—Se puso de pie, colgando la mochila en sus hombros—¿Qué planes tenéis? —

—Cenar y… creo que nada más—Maersk no se lo pensó demasiado, sabía que estando con alguien como Edge no podía ocurrirle nada malo. Mientras caminaban dejaron que Richard y Aelita fueran delante, distraídos hablando entre ellos—

—¿Lo seguís buscando? —Preguntó a la IA—

—Por desgracia—Respondió esta—Por un momento pensé que podía estar aquí cuando sentí esa energía, pero no—

—Lo siento—Respondió en voz baja—A veces me gusta ir sola por cualquier lugar—

—Imagino que tienes prohibido tener amigos—Para su desgracia, Maersk asintió—

—Lisa se toma demasiado en serio todo y a veces… ¡Ah! —Suspiró—No me gusta—

—En un futuro serás tú quien tenga que… reemplazarla—Maersk seguía mirando fijamente a un lugar—

—Si sobrevivimos cuando llegue ese momento, si—

—¿A qué te refieres? —

—La guerra entre Gaia y Guardián podría fácilmente traspasarse a un contexto geopolítico con dos naciones importantes, en este caso Alemania y Polonia—Tomó aire—Imagina que Guardián tuviera a Zack y nos diéramos cuenta de ello—

—La guerra por recuperarlo se volvería… bélica a niveles totalmente inaceptables—Maersk asintió—

—Estamos a un tiro de piedra de eso y por eso es importante que tanto tú como Ailane tengáis muchísimo cuidado con lo que hacéis, lo mismo implica para mí y para ella—Señaló a Aelita—

—Entiendo tu punto—Suspiró—La ignorancia hace la felicidad, por eso somos nosotros quienes nos tenemos que comer lo peor para que ellos sonrían—

—Siempre mantén dos balas listas, una para tu enemigo y otra para ti—Dicho eso, entraron al centro comercial y no buscaron mucho antes de ver el primer restaurante, al que entraron y se sentaron en una mesa—

—¿Cuántos años tienes? —Preguntó Aelita a Maersk—

—Hace muy poco cumplí diecisiete—Respondió al tiempo que les traían las bebidas—¿Vosotros? —

—Trece—

—Veintitrés—Respondió Richard—

—Supongo que entre quince y dieciséis—Soltó la IA—¿Desde hace cuanto estás con Lisa? —

—Desde… siempre, creo—Respondió—No recuerdo otro momento de mi vida que no sea con ella—Quizás forzarla era lo peor, así que la IA no iba a preguntar más—

Risas y charla, una buena noche de cena entre personas que no tenían nada que perder. Volvieron al hotel y dejaron que Aelita y Richard subieran a la habitación de la primera, dejando a la IA y Maersk abajo en algún lugar de la solitaria calle mientras hablaban.

—¿No se hace idea de lo peligroso que es volverse famosa? —Preguntó Maersk a la IA—

—No lo hace—Respondió esta—Ya nos atacó alguien de Next solo él sabrá por qué—

—¿Qué crees que estén dispuestos a hacer por ella? —Preguntó otra vez—

—Si por Anthea fuera, arrasaría con cielo y tierra para dar con su paradero otra vez—Soltó mirando a la luna, al tiempo que una brisa fría y de mal presagio cruzaba por ahí—

—No me gusta preocuparme por otras personas, pero esa niña es demasiado… inocente aún—

—No me cuentas nada nuevo, ella sabrá que fue una mala idea cuando se estrelle contra la pared—

—¿Cómo lo haremos nosotras cuando empiece algo gordo de verdad? —Xana asintió—

—Tengo claro que si empieza una guerra seremos todos los de Neo quienes estaremos en primera línea—Maersk soltó una risilla—

—¿Aceptarías ir? —

—Si me lo piden… puede ser que si—

—De algo tenemos que morir, supongo—La brisa alborotaba suavemente su cabello—Es… una pena—Ambas miraron al cielo—El mayor miedo de Lisa siempre fue que pudiese escapar de las instalaciones y no volver con ella—

—¿Alguna vez lo pensaste? —Maersk asintió—

—Pero la única vez que lo intenté fue cuando tenía unos diez años, me enfadé porque llevaba un mes practicando sin parar y ya estaba cansada, así que agarré una mochila e intenté salir de las instalaciones… la encontré en la puerta—Hizo silencio—Como castigo me hizo dormir desnuda en el balcón de su habitación durante una semana y nunca volví a intentarlo—

—Poco me parece para lo que te podría haber hecho—Maersk asintió al tiempo que reía—

—Quizás deba irme—Suspiró—Fue bueno pasar un rato con gente por una vez en mi vida—

—Suerte—Soltó la IA—Nos vemos en otra ocasión—Dio media vuelta y subió rápidamente a la habitación de Aelita—

Anthea se había acostado en la cama hacía contados segundos, estaba algo cansada y le apetecía dormir, cuando apagó las luces e intentó hacerlo, una de sus manos tocó sobre las revolcadas cobijas algo sólido y caliente. Siguió hasta sentir que era una persona. Coló la misma mano bajo las sábanas y le acarició el cuello, provocando que le saliera una risilla.

—Sal de ahí—Le dijo, el ser salió de ahí y subió hasta acostarse a su lado en la almohada, era Taelia—

—Eso no se vale—Soltó, haciendo un mohín—

—¿No? —Siguió con sus manos haciéndole cosquillas, provocando que le saliera una risilla que la pelirrosa habría pagado oro por escuchar hacía un par de años—

—¡Oye! —Intentó hacerle cosquillas de vuelta, pero no lo lograba, simplemente era demasiado para ella. Al final se detuvo y lo primero que hizo fue abrazarle—Te quiero—

—Me encanta escucharte decir eso—Le abrazó de vuelta, cubriéndola con la cobija—

—Al final cumpliste tu promesa de que… todo sería diferente—

—Nunca te mentiría de esa manera—Respondió—Ya no estamos en la situación de cuando naciste—

—Lo sé—Se estiró—Ahora estamos juntas…—Se acurrucó cerca de Anthea—

Se sigue comportando como una niña pequeña—Pensó la pelirrosa, dándole un beso en la frente, acariciando su mejilla suavemente—

—Buenas noches, mamá—

—Buenas noches, cariño—

Cerraron los ojos y lograron dormirse pacíficamente durante el resto de la noche, despertando temprano en la mañana. Anthea abrió los ojos por el sonido de la alarma que sonaba sin parar, gritándole que se despertase. La apagó y se estiró, sintiendo a alguien acostada sobre su pecho y bajo las cobijas.

—Despierta, dormilona—Se quitó la cobija y comenzó a zarandear suavemente a la adolescente—

—Buenos días—Despertó al cabo de unos segundos—Oh, ya es de día—Se estiró—

—Prepárate antes que lleguen los amigos de Aelita—Rápidamente se pusieron de pie y se prepararon para irse—

—¿Deberíamos llevar algo de ropa? —

—No sería mala idea, nunca se sabe lo que puede pasar—Taelia guardó un cambio en su mochila y tras guardar un par de cosas más la dejó en el recibidor, justo en el momento que llegaron Ulrich y… Odd—¿No venía Jeremy? —Preguntó la pelirrosa abriendo la puerta—

—Convenció a su padre para que los llevara al concierto—Respondió la nipona—Así que se va con Ulrich—

—Entiendo—Suspiró—Entrad, nos iremos en un momento—Al cabo de media hora ya estaban de camino hacia Le Havre, escuchaban música y habían cogido algo de comer para el camino—

—Que agrio recuerdos me trae estar aquí sentado—Soltó Odd, sentado delante al lado de Anthea, quien se aguantó la risa—

—No me lo recuerdes—Asintió la pelirrosa—

—¿De qué habláis? —Preguntó Yumi, curiosa—

—El día que secuestraron a Aelita y Taelia, Odd estaba aquí sentado y Xana atrás bañada en sangre—Suspiró—Es… macabro recordar cómo se veía—

—Entiendo—Se arrepentía de haber preguntado—

—Esto es como ir de vacaciones por haber aprobado—Acertó Odd—

—¿Si quieras vas aprobando? —Preguntó Taelia, mirando por la ventanilla—

—Eh… creo que sí—Ambos rieron—

—Haced silencio—Pidió Anthea—Alguien me llama—Puso el móvil en altavoz al tiempo que contestaba la llamada—¿Sí? —

¿Estás ocupada? —Era la voz de Sumire—

—No demasiado—Respondió—¿Qué ocurre? —

¿Viste el mensaje de Edge?

—Si, lo leí—Suspiró, un SMS que decía "Nos encontramos con la aprendiz de Lisa en Le Havre". Simple y muy informativo—¿Qué hacen ahí? —

Ni idea, pero según los hombres de Ayn, son bastantes los que están en la ciudad, al parecer buscan algo

—O a alguien—Respondió la pelirrosa—¿Hay noticias de algún crimen fuera de lo normal? —

Ninguno, pero si está esa niña en ese lugar, significa que es importante—Soltó un suspiro—Dile a Edge que mantenga un ojo abierto y a poder ser que Taelia no deje que interfieran con lo que haga Aelita, tenemos que averiguar qué está ocurriendo

—Le diré a Edge que vaya sobre seguro hasta que esté con ella—Asintió—

Te mantendré al tanto, suerte—Colgó rápidamente la llamada—

—Vaya por Dios—Llamó a Xana sin esperar comentario alguno. La IA contestó casi al instante—

¿Ocurre algo? —Parecía estar en la habitación, estaba silencioso—

—Acabo de hablar con Sumire, al parecer Maersk no es la única de Gaia en esa ciudad, son bastantes y están en busca de algo o alguien—Resumió—

Me lo temía—Soltó en voz baja—¿Quieres que vaya sobre seguro?

—Por favor, no quiero que interfieran con lo de Aelita ni que la lleven contigo por alguna razón en particular—Soltó un soplido—Llegaremos en una hora, os esperamos fuera del hotel—

Entendido—Colgó sin más—

—Y pensar que creía que era un día normal—Soltó Taelia para sí misma—

— Ya lo siento—Suspiró Anthea—Intentaremos no cruzarnos con ellos, sin están en alguna operación para cazar a alguien será mejor ignorarlos—

—Entiendo—Dijo—Espero no encontrarnos con ese muchacho que están buscando—

—Tengo un pésimo presentimiento sobre ello—

Llegaron a la ciudad en eso de una hora, tardando media hora más en llegar hasta el hotel donde estaba hospedada Aelita y Xana. Al parecer habían llegado al mismo tiempo que el padre de Jeremy y el resto, pero él pareció marchar al momento. Se bajaron y saludaron al resto.

—¿Es aquí? —Preguntó Ulrich a Anthea, quien asintió. Fijaron su mirada al frente, viendo como del mismo salían Aelita y Xana, acompañadas de un hombre pelirrojo—

—¡Chicos! —Saludó la pelirrosa. Se acercó a saludarlos, abrazando de primero a Anthea seguido de Jeremy—Es buena hora—

—¿Quién es él? —Preguntó Yumi al ver al pelirrojo—

—Oh, es verdad—Se acercó a él—Es Richard, es mi amigo de la infancia de… antes de lo que ocurriera aquel día hace mucho tiempo—Suspiró—Nos encontramos en Marsella hace unos días y nos está acompañando. Silenciosamente se presentó al grupo, incluida Anthea, quien lo dejó pasar—

—Un gusto—Soltó Richard—

—No sabía que tenías un amigo de ese tiempo—Soltó Jeremy a Aelita—

—Casualidad—Respondió—Tampoco me acordaba mucho de él—

—Que dura—Asintió Richard—

—Lo conocí en el bosque cerca de Kadic, cuando lo vi intentando recuperar algo que le había robado una ardilla—Intentaron contener la risa—

—Que chistosa—Soltó—Hace más de diez años de eso—

—Podría ser peor—Asintió Odd—Imagina que te hubiera visto haciendo otra cosa—

—Ya me vio intentado aprender a montar bicicleta—Respondió—No fue una buena experiencia—Jeremy, por su parte, no parecía demasiado convencido de él, pero si Aelita lo había reconocido y más encima la IA le había dejado, pues debía estar diciendo irremediablemente la verdad. Xana se mantenía al margen de la conversación, mirando a la gente que cruzaba de aquí allá constantemente—

—¿Dónde iremos? —Preguntó Aelita a Anthea—Tengo que estar en el recinto antes de las ocho, ya le avisé a Sophie—

—Estaremos cerca de ahí—Dijo—Busquemos un centro comercial y pasemos la tarde ahí—El resto parecía de acuerdo—

Tal como dijo, caminaron desde el hotel hasta llegar a un recinto comercial bastante grande cerca del lugar donde ocurriría el concierto. Mantendrían controlado el tiempo para ir, por el camino Aelita les entregó las entradas para el mismo. Tenía una plaza grande en el centro de varios edificios de dos pisos y alargados. La misma plaza tenía cuatro pilares, uno en cada esquina y se elevaban varios metros por encima, iluminados por varios focos en el piso.

Recorrieron los pasillos del mismo, viendo como algunos simplemente eran de ropa, videojuegos o simplemente algún restaurante. Pasaron horas ahí hasta que cayó la tarde, luego de comer habían separado sus caminos. Xana estaba con Aelita y Richard, mientras Odd y Jeremy les seguían por detrás. Yumi y Ulrich habían ido al edificio del frente a comprar algo para el concierto, habían visto que vendían unas varas pequeñas que se iluminaban y les pareció buena idea. Anthea los había dejado ahí, pues había vuelto al hotel por el coche y las cosas de Aelita, lo iba a aparcar cerca del recinto comercial para llevar a la pelirrosa rápidamente. El padre de Jeremy, por su parte, estaba con su madre en la ciudad, así que les habían dejado hasta luego del concierto.

Aelita, Taelia, Odd, Jeremy, Richard y Xana se encontraban en la segunda planta del edifico en uno de los extremos dentro del mismo, sentados en un restaurante, descansando simplemente mientras bebían algo refrescante, estaban esperando a la pareja de Yumi y Ulrich para ir a una pista de Karts que quedaba al otro lado de la plaza, pero algo llamó poderosamente la atención de Xana, tanto, que incluso se puso de pie como si algo la hubiese asustado, mirando a las escaleras mecánicas que tenían a contados metros.

—Joder—Soltó en voz baja Xana para sí misma—

—¿Qué ocurre? —Preguntó Aelita, viendo como se había puesto en alerta casi de inmediato. Se miraron entre ellos sin entender absolutamente nada de lo que estaba ocurriendo. Rápidamente la Neo se acercó a alguien que iba vestido de una manera extraña; un buso negro, pantalón corto y negro y deportivas del mismo color, llevaba una mochila de color azul bastante manchada de algo rojo y oscuro. Su mirada, de ojos grises, pero llenos de cansancio y rabia les dieron una idea inmediata de quien estaban viendo—Zack…—Soltó para sí misma—

—Estás vivo—Dijo al Neo, pero este respondió empujándole con fuerza hacia atrás—

—Maldita…—Dijo en voz baja. Si, era Zack—Manipuladora—

—¿Qué te ocurre? —Dijo—Si estás aquí es que funcionó el plan—

—Ahora no te hagas la experta—Estaba bastante enfadado, desprendía de él una energía muy fuerte, algo que no había notado en él y preocupaba la IA —Dijiste que vendrías a buscarme cuando saliera del centro de desarrollo, dijiste que no tendría que matar a muchos y mentiste… nunca contéstate a primera llamada y por eso permanecí en silencio—Sacó de su pantalón un puñal, de hoja larga y curvada, por la parte exterior era afilada y la interior era una sierra puntiaguda—Sabía que lo hiciste para vengarte de Albretch y permanecí en silencio, sabía que tenía que encontrarte para preguntarte qué había pasado—La IA se alejó un par de pasos—Cuando vi el aviso que esa chica estaba en concierto con ese grupo me dio una idea y mira por donde, en lugar de seguir el plan de ir a buscarme, estabas haciendo esto—

—Nunca fui a buscarte porque ya eras demasiado grande para hacer de niñera y Ailane podría sospechar—No sabía que decir en contra—

—De modo que tu eras mi compañera en esto, cuando viste que no había posibilidad de hacerlo sin que se dieran cuenta decidiste dejarme a mi suerte—Soltó un suspiro mientras se reía de manera histérica—Mejor seguiré solo, no me hace falta tu ayuda, eres como la moneda que se esconde detrás de la verdad, una hipócrita, una dos caras, una falsa interesada—Xana se había molestado con esa definición—Tú no mereces vivir, lo que eres es una mentirosa desconfiada y sí, estoy hablando contigo—Intentó hacerle daño, pero la IA dio un paso hacia atrás y logró esquivarlo—Mira a tu alrededor—El grupo se había acercado, manteniendo una distancia de unos cuatro metros por seguridad—¿Confías en los que tú ves?, Vamos a apostar lo que quieras a que alguno de ellos va a traicionarte de la misma manera cuando menos te lo esperes—

—No lo permitiré—Dijo ya enfadada—Deja el lloriqueo, ya estás aquí y eso es lo que cuenta, imbécil, agradece que diste conmigo y no con alguno de ellos que a saber lo que te hubieran hecho—Con un movimiento rápido logró apresar a la IA contra una barandilla mientras le ponía la daga en el cuello. Por suerte, Taelia lo golpeó en el hombro y logró alejarlo—

—Ya vale vosotros dos—Gritó Taelia—¿Queréis comportaros como personas civilizadas? —

—No te metas en mis asuntos—Gritó Zack a la Gastrea, intentando cortarla. Xana, a sabiendas, lo golpeó en el pecho y lo mandó a estrellarse contra una pared—

—¿Quieres calmarte ya? —Soltó la IA, nerviosa—Podemos arreglar esto—

—Sobre mi cuerpo muerto—Dijo—La única persona a la que confié de verdad mi vida y casi la pierdo por tu culpa—Parecía casi llorando—Me vas a pagar el haberme traicionado de esa manera—Se lanzó sobre Xana esquivando a Taelia. La IA apenas pudo esquivarlo, recibiendo un corte en su cuello, por suerte fue superficial—¿¡Tienes miedo!? —Gritó—

—Si quieres matarte, te complaceré de la manera correcta—Se lanzó sobre él, intentado pararlo, pero estaba en un estado de ira que sus movimientos eran demasiado ágiles para ella, no lograba contenerlo en algún sitio sin que el mismo escapase, por suerte, un golpe inesperado de Taelia en la cabeza lo hizo estrellarse contra las barandillas del balcón de la misma planta. El muchacho estaba demasiado nervioso en ese momento, alzó su mirada y vio a la IA acercarse junto a la otra desconocida para él—

—No…—Sollozó—No quiero volver—Su energía aumentó de manera repentina. La IA se quedó estática al sentirlo—¡NO QUIERO VOLVER! —No supieron de que manera ocurrió ese evento, pero de la nada el suelo de concreto se resquebrajó con la vista en un aura azul que salía del muchacho, gritando al suelo mientras un domo de energía lo recubría, provocando un temblor en el suelo, la IA se alarmó y creó una barrera de energía enfrente de todos, pero con ella delante—¡QUIERO VENGARME! —La IA no quería correr más riesgos y cargó sus puños con electricidad, lanzándose de lleno contra el domo, pero su ataque fue repelido como su hubiese rebotado contra un material impenetrable—

Que está ocurriendo, ¿Cómo logró hacer eso? —Se preguntó a si misma. Ahora no podía sentir más que una abrumadora fuerza en frente suyo. Fuerza que, al despistarse un segundo, logró lanzarle al vacío con auténtica facilidad, provocando que se estrellase contra una de las vigas de concreto—

—¡Xana! —El grito de Aelita fue lo que alertó a la IA de que el muchacho se lanzó a una velocidad increíble por ella, logrando romper un escudo férreo de energía con gran facilidad, estrellando su puño contra la cara de la albina, provocando que su espalda se estrellara contra la viga. De algún lugar el muchacho vio como le lanzaban piedras, pero al ver quien podía ser no veía a nadie, estaba todo el lugar completamente desierto. Sintió una fuerza abrumadora lanzándole hacia atrás, y sin ganas de pararla, dejó que lo lanzase unos metros hacia atrás, quedando en frente de la IA, no sabía que pasaba, pero ahora podía igualarle en combate con una facilidad excesivamente alta—

—¡Ahora ya no te tengo miedo! —Gritó Zack, no parecía ser él. La IA había creado un escudo de energía enfrente suyo mientras miraba la situación; podía ver de reojo a Aelita asomada con gran preocupación mientras Zack esperaba algún movimiento—

Ahora…—Pensó la IA. Cargó sus puños de energía, alzando uno al aire que iluminó la oscuridad de la noche que había caído en ese momento. Una serie de esferas brillantes se elevaron al cielo, cambiando su color a uno magenta, al tiempo que un aura del mismo color le recubría—Vamos a jugar entonces—Ya no le importaba cuanta gente le hubiese visto, se había vuelto algo personal. Las esferas comenzaron a brillar al tiempo que dejaban caer fuertes rayos sobre el muchacho, quien se cubrió la cabeza con sus manos, creando de forma inconsciente un escudo de energía. En ese momento, se movió la IA, acercándose a gran velocidad justo en el momento que Zack deshizo el escudo, recibiéndole con una descarga eléctrica seguida de un puñetazo en el pecho que lo hizo caer unos metros atrás. La sucesión de golpes y rayos de energía no cesaba de ninguna manera y ya era bastante imposible mantenerla alejada alrededor de la plaza.

—¡DETENTE! —Provocó una descarga de energía brutal que dejó estática a la IA en la misma posición de antes—¡DÉJAME! —

—¡MUERTO! —Le respondió, posicionando sus manos delante suya, provocando una pequeña esfera de energía que comenzó a girar a una velocidad muy alta, con un silbido ensordecedor y un arremolinamiento sorprendente. El muchacho puso sus manos enfrente y creó una barrera de energía, no sabía que hacía, simplemente lo pensaba y así ocurría. La IA dejó liberar la energía de le esfera que salió en forma de rayo hacia el escudo, chocando con ayuda de las otras esferas en el aire. Una de ellas cayó y se estrelló donde él, provocando un destello y una explosión poderosa de varios metros de alto, levantando una nube de polvo que los dejó ciegos. La IA dejó de gastar energía y deshizo las esferas de energía, pero sorprendentemente, Zack solo tenía unos pocos rasguños más en su cuerpo, a pesar de que la deformidad del suelo por el impacto de la esfera mostrara algo titánicamente sorprendente—Imposible que estés vivo…—Ya no entendía cómo había sobrevivido—Ya está, ¡ME CANSÉ DE TI! —El aura cambió de color a uno rojo escarlata, las esferas igual y el cielo se volvió como si estuvieran en el mismísimo infierno— ¿Quieres que nos veamos en el infierno?, pues así será—Cruzó una mano de un lado a otro, concentrando casi toda su energía en su cuerpo al mismo tiempo; la idea era que Zack se acercase cuerpo a cuerpo para poder terminarlo y acabar con la pelea; el que haría después ya lo pensaría más adelante. El muchacho picó a la trampa y se acercó con puñal en mano a tratar de atacarla, siendo envuelto por un aura de energía y… ocurrió algo peligroso; cuando Zack tocó con su mano el antebrazo de la IA, hubo un momento de silencio absoluto donde sentían como si un imán quisiese echarlos a volar a los dos a lugares totalmente contrarios, pero al estar encerrados en una esfera de energía inestable… ocurrió una explosión. Desde afuera se vio como un poderoso destello y un temblor de tierra seguido por una gran convulsión de la esfera y una gran nube de hubo oscura que se recubría de rayos eléctricos iluminaban el ambiente. Ambos habían salido a volar. La IA se estrelló contra una de las vigas de piedra de la plaza, soltando un alarido de dolor por el impacto; más de la mitad de su energía había explotado y para su suerte la había conseguido expulsar hacia el cielo para evitar una destrucción de tamaño bíblico. Zack parecía intacto a la explosión de energía y vio a Xana intentando mantener el equilibrio cuando la nube se dispersó. Se acercó a gran velocidad con la poca fuerza que le quedaba y la cogió en el punto perfecto, desprevenida y con las fuerzas bajas tras esa potente descarga—

—¡Aquí estoy! —Con la poca fuerza que le quedaba logró acercarse a la IA con el puñal en sus dos manos y… escuchó un grito de fondo que no provenía de su víctima. Le clavó la punta de su puñal en la parte alta y central del pecho, en el corazón. Hizo presión al tiempo que le miraba a los ojos, notando como su expresión cambiaba a una adolorida, mientras le sostenía sin hacer fuerza la mano con la que había apuñalado su cuerpo. Penetró con más fuerza la navaja y se alejó, dejando caer hacia un lado el cuerpo de la IA, bocarriba, con el puñal aún clavado en el corazón. La escena la vieron pocos más que el grupo entero, excluyendo a Anthea—

—No… no, no, no, no—Soltó Aelita viendo la escena—Xana…—Nadie sabía que había ocurrido en el fondo para que eso ocurriera, solo sabían que la pelea había terminado con un claro ganador… ni aún queriendo. Vieron como Taelia daba un puñetazo a la barandilla y salía rápidamente del edificio en dirección a la plaza, sin tiempo para detenerla—

—¡Pelea conmigo! —Se acercó a Zack, quien estaba en shock mirando a la IA, no sabía que había hecho. Fue recibido por una patada en la cabeza que lo desestabilizó—

—¡DETENTE! —Intentó pedir el joven Neo, pero Taelia simplemente no le escuchaba, se lanzaba hacia él—¡PARA! —Sin saber cómo, del suelo se elevaron las baldosas de piedra de la plaza y creó una pared en frente suyo con las mismas—¡NO SÉ QUE PASÓ! —No le iban a creer. Cuando creyó que podía marchar, vio como dos personas se acercaban con piedras en sus manos y se las lanzaban. Una de ellas dio en su mejilla, la de Ulrich, quien se acercó a la IA, comprobando que aún respiraba con dificultad—

—¡Sigue viva! —Dijo el alemán al aire—

—¡MUERE! —Zack seguía en estado de shock y cuando menos pensó, Taelia lo recibió con un puñetazo en el rostro que le hizo perder la conciencia por un segundo, pero al mismo tiempo recibió otro golpe aún mayor en su cien que, prácticamente, lo desactivó. Quedó inconsciente en el suelo por los golpes de Taelia. Su cuerpo estaba agotado y su energía lo había abandonado. Rápidamente la plaza se llenó de gente alrededor de la IA, pero esta misma gente fue dispersada por un grupo de coches de negro que se arremolinaron alrededor de la escena. Taelia se puso a la defensiva, cubriendo a Aelita junto al resto del grupo. Para su gran suerte, eran de Gaia, y entre ellas estaba Lisa, en uno de los coches.

Una ambulancia un poco extraña recogió tanto a Xana como a Zack.

—¡Donde os los lleváis! —Soltó Taelia, quien iba a impedir que se los llevasen—

—¡A salvarlos! —Dijo Lisa, mostrándose por la ventanilla de un coche—Anthea está avisada—Fue mencionarla para verla llegar en su coche, bajándose—

Pasó tan rápido que no supieron que había ocurrido, pero mucha gente había visto esa pelea y ahora era peligrosos.

Lisa, en nombre de toda Gaia, les ofreció ir con ellos a un hospital privado que, al parecer, era propiedad de la corporación. Estaban todos los importantes avisados de lo ocurrido y Sumire Muroto se encontraba en camino de manera urgente. Se ordenó mantenerlos a ambos con vida bajo excesivas medidas de seguridad. Se operó de urgencia a Xana, conectando las venas y arterias importantes de su corazón a una máquina artificial que hacía la misma función, puesto que el órgano estaba perforado por ambos lados y la medicina que usaban en ellos no podía curarlo. Anthea había usado su influencia para poder coordinar todo de manera correcta, pero ahora se enfrentaban a otro dilema; los rumores. Para su suerte, toda la gente que vio la pelea ya había sido contactada por Gaia, así que sería cuestión de tiempo. Zack estaba en otra sala, amarrado de pies y brazos con cadenas de acero y muchas más protecciones, siendo custodiado por hombres de Gaia, vestidos de trajes negros y sombrero blanco, con una señal de un árbol en el pecho.

—Edge viva, Zack vivo—Suspiró la pelirrosa, sentándose en un despacho junto a Taelia, Lisa y Maersk—Sumire dijo que había contactado con gente del proyecto Neo para poder reemplazar el corazón dañado—

—Contadme con detalles lo que ocurrió—Pidió la líder—

—Solo apareció de la nada, comenzaron a discutir y… ocurrió—Suspiró Taelia, estaba bastante nerviosa con lo ocurrido—

—Más bien, ¿Qué hacíais ahí? —Preguntó Anthea a Lisa—Lo estabais siguiendo—

—Más bien, protegiendo—Asintió Maersk, sacando un portapapeles con informes y fotografías, en una de ellas se podía ver como por los lugares donde se creía había pasado el muchacho, habían aparecido hombres de Guardián muertos—No sabemos que tanto lograron hacer, pero no nos dirá nada a la ligera—

—No estábamos muy lejos de lo que estabais vosotros de encontrarlo, seguíamos migajas de pan—Siguió Lisa—Y lo forzamos a ir a esta ciudad para intentar atraparlo y lo logramos—

—Ahora debemos rezar todo lo que sepamos para que ambos estén bien—

Por desgracia las obligaciones presentes estaban molestando a la pelirrosa; se encontraba en el camerino, a contados minutos de comenzar el concierto. Se encontraba sumamente nerviosa por no tener más noticias de Xana; sabía que había sobrevivido, pero nada más. Le acompañaba Richard ya que así lo había pedido, sus amigos estaban esperándola para el concierto.

—No puedo hacerlo—Se dejó caer en la mesa—

—Solo te queda este concierto, tienes que intentarlo—No era muy bueno animando a Aelita—

—Es que… tú lo viste, casi acabó con ella—No parecía estar lista para salir—

—Aelita, un minuto—Anunció Sophie, marchándose al momento. Tendría que sonreír como un payaso durante toda la presentación, tal y como le había dicho Xana antes. No podía dejar de pensar en lo ocurrido, le superaba la escena del momento cuando Zack le apuñaló en el corazón—

—Supongo… que tendré que ir—Se levantó en silencio y suspiró, abrazando a Richard, quien correspondió—

—Buena suerte—Soltó el pelirrojo. Aelita salió intentando no mostrar su preocupación y entró al escenario; apenas si había tenido tiempo para practicar, pero…

Comenzó con pie izquierdo, con una canción que creía dominada, se equivocó en el nivel de volumen de algunos tonos, por suerte los más de quince mil asistentes no parecían notarlos y estaban todos absortos en disfrutar de la presentación. Siguió con otra y parecía equivocarse en casi todas las tonalidades.

¿Estás bien? —Escuchó una voz desde el auricular en sus oídos—Te estás equivocando en los tonos altos constantemente—La pelirrosa negó con la cabeza—¿Quieres parar? —Volvió a negar con la cabeza—

Ya se acabará—Pensó. Siguió concentrada en las siguientes canciones, cada una con su particular forma de composición y base que tanto estaban gustando. Su cara era de seriedad, por suerte la mezcla de luces no la dejaban ver al público. Por suerte, una hora y media más tarde, su presentación acabó y recibió un enorme vitoreo por parte de los asistentes. Miraba jadeantes la escena de las luces, la gente y todo. Alzó ambos brazos y el volumen aumentó—Se acabó, por fin—Salió del escenario y sin esperar nada de nadie, entró en el camerino a quitarse el poco maquillaje que de por si llevaba. Richard entró seguido de Sophie—

—Nada mal, fue excelente—Soltó el pelirrojo en un intento de animar a la pelirrosa—

—Fue horrible—Contrarió esta—Me equivoqué en casi todas—

—Tranquila—Suspiró Sophie—Lo importante es que se acabó y ya podrás estar más tranquila—Vio como asentía—Cuéntame, ¿Qué ocurrió? —

—¿Recuerdas a la chica que me acompañaba en los otros conciertos? —Sophie asintió—Ocurrió… algo esta tarde y no sé nada de ella—

—¿Habéis discutido? —

—La atacaron—Atajo Richard—Se… la llevaron a un hospital y no sabemos nada aún—Le había quitado ese peso a Aelita, quien lo agradeció enormemente—

—¿Podemos hacer algo? —La pelirrosa negó con la cabeza—Entiendo entonces… se los diré al resto, parecían preocupados—Salió rápidamente del lugar—

—Quiero irme de aquí—Soltó Aelita. Unas dos horas después, pudo salir del recinto con dirección a otro sitio, se encontró con sus amigos justo afuera, abrazando a Jeremy nada más verlo—

—Buena presentación—Dijo este—

—Pudo ser mejor—

—Lo intentaste, al menos—Si, tenía mérito que había intentado tocar con la preocupación actual —Vamos a un sitio más tranquilo—

Salieron hasta llegar a un parque aledaño al lugar donde sabían estaba Anthea; dada la hora estaba bastante solitario y lo agradecían bastante, el aire fresco y la brisa relajaba mucho el ambiente.

—¿De quién es la mochila que llevas? —Preguntó Odd a la pelirrosa—

—Es la… mía—Al verla pudo ver que era de la IA—¿La mía? —

—La tengo yo—Asintió el pelirrojo, mostrándola—

—Debería entregarle esto a mamá—Soltó para sí misma—Jeremy, acompáñame—El rubio asintió y rápidamente fueron al lugar—

Por su parte, Sumire había llegado con un grupo de personas que traían varios contenedores pequeños metálicos criogénicos. Se reunieron rápidamente con Anthea y Lisa en una sala.

—Este es el plan a seguir—Mostraban una silueta donde indicaban con detalles todos los daños causados subiendo en intensidad—Reemplazar los órganos dañados, en este caso uno y revisar su correcto funcionamiento inmediato, la fase de recuperación tardará dos meses y tendrá que ser en algún deporte que involucre un aumento de ritmo, como el atletismo—Resumió Sumire, de pie frente a todos—

—¿Qué posibilidades hay de que salga mal? —Preguntó Anthea —

—Es un cincuenta por ciento para ambos casos—Respondió—Intentaremos hacer algunas mejoras pendientes, así que será matar dos pájaros de un tiro—Soltó un suspiro—Zack tiene una lesión en el cuello y en la cabeza, imagino que enfrentarse a alguien como Taelia luego de ello tuvo que ser doloroso—

—Primero nos encargamos de Edge, luego lo interrogaremos cuando ella esté despierta—

—Entonces no podemos perder tiempo—Rápidamente el equipo de Sumire se puso en pie y tras cruzar un par de palabras salieron con ruta a la sala de operaciones donde estaba ya preparada el cuerpo de Edge, pero antes de llegar, cruzando el pasillo donde estaba la sala que se habían reunido, se encontraron a Aelita y Jeremy—¿Qué hacéis por aquí? —

—Veníamos a darle la mochila de… ella a mamá—Asintió la pelirrosa—

—¿La de Edge? —La recibió, dejándola en el piso al tiempo que la abría—

—Me la quedé sin querer—Soltó un bostezo—

—Esto estaba buscando—Sacó una cajita metálica que abrió con algo de dificultad, dentro podían ver una aguja metálica, una jeringa y un frasco pequeño donde se almacenaba el compuesto que les habían entregado ese día en la base militar junto a Ailane—¿Sabes si lo llegó a usar alguna vez? —La pelirrosa negó con la cabeza—

—Nunca la vi usar algo así, tampoco miré en su mochila, parece un arsenal—

—Me quedaré con esto—Se lo entregó cuidadosamente a otra persona—Nos viene de maravilla—Señaló la puerta donde estaban reunidos—Ahí está Anthea—Rápidamente separaron sus caminos—

—¡Mamá! —Se acercó a ella, quien estaba hablando con Lisa—

—Aelita—Saludó ella—Pensé que estabas con los Subdigitales—

—Estamos aquí cerca por el momento—Le entregó la mochila—Son las cosas de Xana, la doctora Sumire se quedó con algo—

—Entiendo—Soltó un suspiro—¿Qué tal el concierto? —

—Fatal—Soltó—Me equivoqué en casi todo por lo nerviosa que estaba—

—Equivocarse es de humanos—Señaló Lisa—Ya lo harás mejor en la próxima—

—Gracias—Dijo la pelirrosa— Lo necesito—

—¿Qué haréis? —Preguntó Anthea a Jeremy—

—Mi padre vendrá a buscarnos pronto para llevarnos a Kadic—Respondió este—No sé qué hará el resto—

—Podría preguntarle a Richard si nos deja quedar con él—inquirió Aelita—

—Oh no hace falta, podéis ir a este hotel de aquí cerca donde están tu hermana y Maersk descansando, les avisaré para que os den tantas habitaciones como sean necesarias, tenéis que descansar luego de hoy—Ofreció la líder, Anthea lo aprobó ya que, por el momento, estaba ella al cargo de Xana y Zack al igual que Lisa, así que, hasta que no tuviera autorización de llevarla de vuelta a París, se quedaría ahí el tiempo requerido—

—¿Y tú? —Preguntó Aelita a Anthea—

—Yo iré cuando pueda a ver cómo estáis—Respondió esta—No te preocupes—

Aelita asintió y tras cruzar un par de palabras con ambas, salieron del hospital con la dirección del hotel, pero tendría que hablar con el resto para saber si estaban de acuerdo.

—Esa anciana da miedo—Asintió Jeremy—

—Si, impone demasiado—Siguió la pelirrosa—Quiero dormir—Abrazó a Jeremy por el cuello, quien se sonrojó—

Debían esperar al resultado de la operación para saber qué ocurriría después.

Jeremy, Ulrich y Odd marcharon con el padre de Jeremy de camino a París por insistencia de Aelita, quedando Yumi como única acompañante de Aelita, a quien no le importaba quedarse y ya había avisado a sus padres, quienes no tuvieron más remedio que dejarle, por suerte, era fin de semana. Richard las había acercado al hotel.

—¿Irás con tus padres? —Preguntó Aelita al pelirrojo—

—Si, les dije que me quedaría con ellos estos días—Respondió—Nos vemos mañana—Se despidió de ambas y marchó en su coche—

—Es un chico algo extraño—Asintió Yumi—

—A mi me cae bien—Respondió la pelirrosa—Entremos, quiero dormir ya—Pasaron la puerta del hotel, donde un recepcionista se puso de pie—Venimos de parte de Lisa—

—Ah sí, nos avisaron de vuestra visita, venid conmigo, os llevaré a la habitación que os han preparado—Lo siguieron pisos arriba—

—¿Dónde están las otras dos chicas? —Preguntó al aire, esperando una respuesta—

—Maersk está en una habitación aparte y Taelia está en vuestra habitación—Era un hotel algo lujoso para su gusto, pero siendo una organización con influencia mundial tanto en el bajo mundo como en el alto, era de esperarse. Llegaron a una habitación grande con dos camas de tamaño mediano, donde cabían dos personas sin problemas, un sofá pequeño, un televisor y un baño grande—Aquí tenéis la llave, gracias, chicas—Entraron y el hombre se retiró. Cruzaron un pequeño pasillo y encontraron a Taelia dibujando en la cama—

—Pensé que estabas dormida—Señaló Aelita—

—Estaba cerca—Respondió la adolescente— Perdón por no ir al concierto—

—No importa, ayudaste más a ellos—Dijo, y si, tanto ella como Maersk habían hecho un trabajo excepcional ayudando a los empleados del hospital a preparar todo el material necesario—

—¿Dónde está el resto? —

—Fueron a Kadic—Respondió Yumi, dejando una pequeña mochila en la cama libre—Una suerte me traje algo de ropa a escondidas—

—Yo igual—Asintió Taelia, riéndose junto con Yumi—

Pasaron largas y tortuosas horas en el hospital hasta que Sumire, vestida con bata blanca y tapabocas, salió de la sala de operaciones de camino a la de reuniones, donde estaba reunida Anthea y Lisa. Eran casi las cuatro de la mañana.

—Buenas noticias—Dijo, soltando un suspiro y sudorosa—Su cuerpo recibió el corazón y la herida cicatrizó rápido gracias a la medicina que le inyectamos, así que físicamente podrá estar de vuelta en pocos días, mañana haremos el intento de que se ponga de pie y camine para ver cómo está—

—Bien, joder—Suspiró Anthea, dejándose caer en la silla—Excelente trabajo, Sumire—

—Hay más cosas, te las dejaré en un documento escrito en ordenador para que lo estudies, pero en resumen fue todo un éxito—

Fue un gran alivio, pero ahora quedaba otro problema más inmediato; Zack.


CONTINUARÁ

Próximo capítulo: Alboroto Inhumano (Parte IV)


Gracias por leer, muchísimas gracias a todos.

Estoy activo en junio, ¿Eh? Nuevo capítulo cargado de cosas interesante, ya vimos a Zack, ahora resta saber qué ocurrió durante su larga travesía y cómo influyó Gaia y Guardián en su toma de decisiones al respecto.

Poquito más que comentar, salvo que gracias por seguir aquí conmigo en otro capítulo.

Reviews:

Draoptimusstar3: Una tormenta que llegó de forma inesperada y que tendremos que ver en que influyó para futuro. Muchísimas gracias Draop por comentar, espero que el capítulo sea de tu total agrado.

Guest: ¡Muchísimas gracias por el comentario! Y si, estoy abierto a terminar con todas las historias, y la que mencionas en especial, me pondré muy pronto con ello. ¡Espero que te guste el capítulo!

Felikis: Bueno, eso de soft es debatible, tú. Con Sam la tengo pendiente para cosas, nazis. Soy buena persona. ¡Muchísimas gracias por comentar!, espero que el capítulo te guste.

Titokenny01: Si, lo de Richard es verdad, es algo menor que solo requiere pensar bien que hacer, no sé si estamos de acuerdo en que sería bueno que lo hubieran metido, aunque su existencia en la serie fuese imposible. Bien, pillaste mi intención con William y Xana, ya veremos como sigue. Lo de Zack lo hablaremos en el próximo capítulo, ya verás que ocurrió. La segunda duda, es posible que existan más, la explosión no pudo matarlos a todos salvo los que estuviesen en el centro de la misma, así que uno que otro más existirá, pero tendremos que ver si se dejan ver de alguna manera, o más bien, si están libres todavía. ¡Muchísimas gracias, Víctor!, espero que el capítulo sea de tu total agrado.

Y… nada más, espero que estéis bien todos y sigáis igual siempre.

Un saludo a todos y hasta la próxima

¡Adiós!

Never Give Up, Never Surrender