Alboroto Inhumano

(Parte IV)

La alarma sonó bastante temprano en comparación a la hora que habían dormido. Aelita y Yumi se despertaron solo para notar que Taelia ya se había ido, pero dejando una nota en la que indicaba que la había llamado Anthea.

Ambas se estiraron y vieron el lugar donde estaban, quizás un poco sospechoso.

—Es un poco temprano—Soltó la nipona—

—Lo sé, pero deberíamos ir a ver si podemos ayudar en algo—Dijo—Aunque pensándolo bien, lo dudo—Entraron a ducharse para estar listas a lo que el día pudiera depararles.

Anthea y Sumire se encontraban en una sala aledaña a la habitación donde estaba la IA, había varios monitores que mostraban lo que ocurría en el interior gracias a unas cámaras instaladas previamente, así supervisaban por si algo extraño ocurría.

—¿Hay alguna noticia? —Preguntó Anthea entrando con un par de cafés—

—Previsto que Edge despierte en unos diez minutos, mientras tanto Zack está despierto, pero como tiene los ojos vendados y está atado de arriba abajo, pues no puede hacer mucho—Respondió Sumire, leyendo un portapapeles—

—Tendremos que darnos prisa—Dejó uno de los cafés para su compañera—Si ocurrió algo tendremos que saberlo—Sumire asintió. Bebieron tranquilamente, pero sin tiempo para terminar o decir algo, alguien llamó a la puerta—

—Está despierta—Soltó un hombre y dejaron sus cosas en esa sala, cambiando a la otra habitación, entrando solo ellas dos junto a Lisa- Podían ver que tenía los ojos enrojecidos y una expresión quejumbrosa—

—Bienvenida de vuelta—Dijo Anthea al verla, se puso a un lado de la camilla—

—¿Dónde… estoy? —Preguntó la IA en una voz muy baja y ronca, apenas si podía hablar—

—En un hospital privado—Respondió Lisa, dando una idea a la IA de por dónde iban los tiros—

—Mi… pecho—Se sostenía la zona del corazón, la cual estaba marcada por una herida cerrada con algunos puntos—

—Zack perforó tu corazón y caíste casi muerta en el momento, por suerte Taelia logró neutralizarlo justo a tiempo para que los hombres de Lisa os llevaran a un lugar seguro—Secundó Sumire—Te hemos trasplantado el corazón a uno nuevo, por suerte lo tenían a mano los del proyecto Neo—

—Mi suerte… se acabó—Miraba a la nada, intentando no volverse a dormir—

—Tendrás que quedarte quieta durante un par de días hasta que el órgano se adapte completamente a ti—Xana asintió—Luego de eso tendrás que hacer cosas para volver a su capacidad completa, te costará—

—¿Y Aelita? —Preguntó de primeras—

—Está bien, se encuentra con Yumi en un hotel cerca de aquí, no te preocupes por ella—Atajó Anthea—Necesitamos saber algo, ¿Te sientes capaz de hablar un poco más? —Xana asintió, insegura—

—Cuando encontraste a Zack, ¿Te dijo algo si venía de algún sito en particular o de alguien en particular? —Preguntó la anciana—Sospechamos que, Guardián pudiese dar con él y manipularlo a su manera, pero es solo una teoría—

—No… fue directo… a por mí sin decir… nada—Apenas si podía hablar, perdía el aliento muy rápido—La… explosión—

—¿Qué ocurrió con ella? —Xana no sabía que responderle—

—Debo… hablar con Zack—

—Tendrás que esperar unos días y seguramente antes nos moveremos a París para que puedas recuperarte—Atajó Sumire, viendo su estado general, estudiando su actividad en un monitor—Te dejaremos dormir un rato, luego deberás comer algo—La IA asintió, dejándose caer en la camilla. Salieron de la habitación atenuando las luces—Llama a Taelia y que venga con nosotros, vamos a ver si podemos interrogar a Zack—Anthea asintió, llamando a la indicada—

Una media hora después se encontraban Maersk y Taelia en una habitación contigua a ellos, había una camilla con el muchacho atado de pies a cabeza con cadenas y los ojos vendados, sabían que estaba despierto por sus numerosos intentos de escapar y sus quejidos, tenían altavoces y micrófonos en la sala, puesto que enfrente había otra que les separaba un cristal donde estaban Anthea, Lisa y Sumire. Tendrían que ser las dos adolescentes quienes sacaran algo de información de él.

—¿Puedes hablar? —Preguntó Taelia al joven Neo, quien frunció el ceño—

—Liberadme—Se aquejó—No quiero estar aquí—

—¿Después de lo que hiciste? —Le respondió en contra—Ni loca—Tomó aire—Tendrás que responder a unas preguntas quieras o no—

—Espero algo a cambio—

—El que no te haya roto la cabeza contra el suelo debería ser suficiente recompensa—

Taelia—Llamó Anthea su atención—

—Perdón—Soltó la adolescente—

—En tu travesía, ¿Te encontraste con algún tercero? —Preguntó Maersk al muchacho—

—Hubo… un grupo de personas quienes me contactaron cuando iba a cruzar la frontera con Alemania—Soltó en un suspiro—Decían ser de una corporación poderosa que se dedicaba a la seguridad global—

—¿Recuerdas si tenían un escudo en el pecho? —

—Si, uno azul en un traje negro—

—Guardián—Dijeron todos menos Zack al mismo tiempo—

—¿Qué te dijeron? —Preguntó Taelia—

—Al principio… querían que fuera con ellos para hacer un escándalo y… no sé qué historias—Soltó—Pero me negué y ellos simplemente me decían que me habían entregado por medio de un engaño—El muchacho no parecía recordar mucho—

—¿Les dijiste todo lo que ocurrió? —Zack asintió—Ya veo—

¿Y por qué peleaste contra Edge? —Preguntó Anthea desde la otra habitación—

—Porque me lo debía luego de abandonarme—Respondió con agresividad—Dijo que iría por mi para asesinar a Albretch, pero nunca apareció cuando la llamé—

Me parece que tendrás que hablar con ella—Soltó Sumire—Hablé con Ailane hace unos días y me comentó que le rondaba por la cabeza la misma idea

—¿Estás diciendo que ella también lo sabía? —

No, digo que ella pensaba lo mismo que vosotros, asesinar a Albretch—Dijo por el micrófono—Entonces tiene a los 3 en contra—Dijo a sus acompañantes—

—Firmó su sentencia de muerte cuando presentó al cuarto Neo—Suspiró Lisa—

—Y lo mejor de todo es que no podemos pararlos a los 3 por separado—Terció Anthea—¿Deberíamos avisarle a Arthur? —

—Si, deberíamos reunirnos para saber qué hacer en caso de que lleguen a matar a Albretch—

—¿Y por qué la apuñalaste en el corazón? —Preguntó de la nada Taelia, llamando la atención de los presentes—

—Eso no tenía que haber pasado—Suspiró el Neo—Mi idea era hacerle daño en el vientre sin que fuera grave, pero luego de… el éxtasis de todo lo que estaba haciendo… me emocioné y… pasó—

—Está viva, pero tendrá que pasar algún tiempo aquí—Le dijo Maersk—Tendrás que recibir tu castigo por lo que hiciste—

—Supongo… que lo merezco—

Buen trabajo, chicas, salid de ahí, ya nos encargaremos de él cuando esté todo aclarado—Dijo Anthea al micrófono—Entonces Guardián lo intentó secuestrar a las malas cuando vieron que las palabras bonitas no servían—Dijo a sus compañeras, viendo como las adolescentes salían de la habitación—

—Debemos investigar si pudieron hacer lo mismo con Luciana—Le dijo Sumire—

—Esto se pone cada vez más interesante—

El resto de la mañana pasó sin mayor preocupación más que la general. La IA se comenzaba a sentir lentamente mejor luego de poder comer bastante, ya que así lo había pedido y, para ella, era mejor porque así lograba recuperar su estado físico más rápidamente (Algo que ya había probado anteriormente).

—Mira esto—Dijo Lisa a Anthea, enseñándole un video en un ordenador. El video mostraba una notica internacional de un país de centro américa donde, en la noche, habían experimentado una extraña aurora boreal de un color magenta, que según se cree afectó al tendido eléctrico—Pasó ayer en muchas partes del mundo—La noticia se repetía en diferentes idiomas y localizaciones atraves del globo, trayendo todo tipo de problemas con la electricidad—¿Qué está ocurriendo? —

—Probablemente lo sabrá Edge—Respondió la pelirrosa en un susurro—Voy a hablar con ella—Se retiró de la sala y puso camino a la habitación donde se encontraba la IA, estaba recostada en la camilla simplemente mirando al vacío. Entró tras comprobar que no había nadie más—Imagino que no leíste las noticias—

—¿Qué ocurre? —Preguntó al verla—

—Esto—En su ordenador portátil le mostró las noticias que previamente le había enseñado Lisa—Parece que está ocurriendo en todas partes del mundo—

—Entonces… si ocurrió—Se dejó caer en la camilla mientras pensaba—

—Exactamente…—

—Tu no viste la pelea, pero hubo un momento donde Zack me golpeó cuando intentaba concentrar toda mi energía así que la suya se intentó mezclar con la mía, pero resultó bastante inestable y… evité que explotase en mil pedazos—Tomó aire—La lancé al cielo para evitar explotar en la tierra y eso trajo un efecto extraño que debo estudiar—

—¿Qué es lo peor que puede ocurrir? —

—Que se vuelva aún más inestable y cause problemas a nivel cuántico—Anthea se quedó pensando—Debo averiguar qué…—Intentó levantar el torso, pero el tiempo que llevaba acostada le provocó un dolor en su espalda que le obligó a soltar un quejido—Joder…—

—No te fuerces—Suspiró—Lo estudiaré entonces a ver si puedo sacar un patrón—

—Tengo… que hablar con Zack…—Alzó el torso, sentándose en la cama—

—Tienes que recuperarte luego de esa pelea—Se iba a marchar, pero la IA llamó su atención—

—Dile a Aelita que venga, necesito algo de ella—Anthea asintió y marchó de la habitación, volviendo con Lisa—

—¿Escuchaste la conversación? —Preguntó a Lisa, quien asintió—

—Así que liberó toda su energía para evitar una explosión—Soltó para sí misma—Evitó que toda Europa pudiese desaparecer en un abrir y cerrar de ojos—Suspiró—Supongo que tendremos que esperar al desarrollo de esto para ver qué consecuencias trae—

Anthea avisó a la pelirrosa de ir con Xana. Esta aceptó y al cabo de media hora ya estaba en las instalaciones.

—¿Qué ocurre? —Preguntó Aelita a la IA, quien sonrió suavemente al verla—Me alegro que estés con vida—

—Pudo haber sido peor—Suspiró—Dame tus manos—Sabía para qué—

—Vale, vale—Se sentó a su lado y tomó ambas manos—

—¿Tú estás bien? —Aelita asintió—Me alegro—

—Pensé que habías muerto—

—Es posible que lo estuviese, pero sigo aquí así que no importa—Miró al infinito—Supongo que mi suerte se acabó—

—¿Cuánto tiempo tienes que pasar aquí? —

—Ni idea, pero si pudiese ir a Lyoko lo arreglaría en un par de horas—Suspiró—Ya le diré a Anthea—Pasaron en silencio durante unos minutos—Creo que esta noche… o la siguiente puede ocurrir algo—

—¿Cómo qué? —

—Una lluvia de… algo—No estaba segura de que decirle—No sé qué consecuencias puede ocurrir, pero intenta no mojarte—

—Si tú lo dices…—Estiró su cuerpo—Quiero llegar ya a casa—

Una hora después Aelita salió de la habitación, se sentía ligeramente agotada y eso que apenas era un poco más de la una de la tarde, se encontró con Anthea en una sala reunida con Lisa y Sumire.

—¿Cuándo volveremos? —Preguntó al verle—

—A la madrugada vendrán los hombres de Ayn y nos ayudarán a llevarlos a ambos al laboratorio de Sumire temporalmente—Respondió Anthea—Aunque podéis iros antes si queréis, imagino que Yumi deberá estar hoy en casa—Asintió—

—Puedo intentar convencer a Richard que nos lleve—

—No estaría mal—

El resto del día fue tranquilo; Anthea se encontraba descansando en el hotel al igual que Sumire mientras Aelita, Yumi y Richard se encontraban de turismo por la ciudad, habían ido a la playa a pasar el día a pesar de no tener un traje de baño para entrar al mar. Taelia y Maersk, quienes estuvieron todo el día juntas, se encontraban cuidando de Zack, estaban cansadas físicamente, una más que otra por razones obvias. Al llegar la noche les ordenaron ir a descansar al hotel hasta que llegara la hora de ir a París. Al final, gracias a que Richard tendría que ir a la ciudad por trabajo, marchó con Aelita y Yumi, pudiéndose quedar la pelirrosa con la nipona en su casa hasta que Anthea volviese.

Muy tarde en la noche, casi a la 1 AM, las luces de la instalación comenzaron a parpadear hasta apagarse. La IA se levantó como pudo forzó la puerta de la habitación hasta poder salir de la misma, caminó por los pasillos apoyándose de las paredes mientras intentaba no perder el aliento. Vio una puerta cerrada donde, al otro lado podía sentir la energía del Neo.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó un guardia a la IA, pero sin respuesta alguna recibió una descarga eléctrica que lo dejó tendido en el suelo—

—Maldito…—Forzó la cerradura y entró, encontrándose con el muchacho durmiendo, atado de pies y brazos a la camilla. Se acercó a él y puso ambas manos en su cuello, comenzando a ahorcarle. Unas luces rojas alumbraron en esa habitación y la puerta se volvió a cerrar de golpe, despertando al joven—

—¡Oye! —No podía respirar bien dado a que lo estaban ahorcando—

—Si no la hubiéramos hecho bien te mataría ahora mismo—Dejó de ahorcarle y respiró varias veces para calmarse—¿Cómo lograste… hacer aquello? —

—No… lo sé, no lo controlo y no sé cómo hacerlo otra vez—Respondió en voz baja—¿Qué pasa con ello? —

—Parece que nuestra energía está causando problemas a nivel mundial—Tomó aire—Te debo enseñar a usar tu energía o podrías morir por culpa de ella—

—¿¡Y por eso me despiertas ahogándome!? —Preguntó desesperado—

—Podría haberte roto un brazo, pero me pareció demasiado—Se sentía cansada—

—¿Y lo de… ese? —Refiriéndose a Albretch—

—Lo haremos, no te preocupes por ello, solo dame tiempo para recuperarme y acabaremos con él, pero aquí no es buen lugar—

—Debo contarte… lo que ocurrió mientras venía hacia aquí—

—Ya lo harás—Zack se fijó en la IA, su cabello despeinado, una expresión cansada y sus ojos rojizos brillantes, piel pálida y desnuda, no llevaba ropa encima, pero no le importaba verle así, pero si la gran herida en el pecho que ahora parecía amainar de color—Eres un imbécil—

—¡Debiste haber ido por mí! —Se quejó—

—¡Debiste recordar lo que te dije! —

*-Flashback-*

Ocurriendo antes de la entrega de Zack a Albretch, los dos Neo se encontraban hablando en la habitación donde estaba el joven encerrado. Estaba en shock y bastante molesto por la revelación de que su vida recordada era una vil mentira infundada por algún aparato y quería vengarse, quería una manera de remediar las cosas y servir, de una vez por todas, para algo.

—Ellos no se detendrán hasta tenerte contigo—Suspiró Xana al joven, sentada en la cama, apoyada contra la pared—

—¿Y qué debo hacer entonces? —Preguntó Zack, enojado—¿Reírme? —

—Matarlos—Respondió—Es la única manera de que aprendan con quién están lidiando—

—No quiero hacerles daño… no a todos—Se desesperaba—Tiene que haber una manera de acabar con Albretch—

—Puedo ayudarte, solo debes hacer lo que yo diga y hacerlo bien—La oferta era suculenta y bastante provocativa a su manera, pero le faltaba algo—Podemos acabar con Albretch de una vez por todas—

—¿Cómo? —Suspiró—Se lo verá venir—

—La idea es entregarte a ellos, posiblemente te llevarán al centro de desarrollo y ahí te encerrarán—Pensó profundamente sus palabras—Debes lograr escapar hasta una ciudad cercana y cuando lo logres, iré contigo para asediar la base hasta sus cimientos—

—¡Es una pésima idea! —El muchacho no parecía muy convencido—Nos matarán nada más nos vean entrar—

—No tiene por qué—Se dio cuenta de algo—Si Ailane o Anthea se enteran de esto es posible que no pueda ir contigo y debas venir aquí por tu propio pie—

—¿Cómo sabre que no podrás venir conmigo? —

—No te contestaré—Suspiró—Recuerda que cualquier movimiento que hagas lo podrán monitorizar—Zack asintió—

—Espero que todo mejore con él fuera—

—Lo hará—Se acercó a él—Solo ten paciencia—

*-Fin del flashback-*

Zack soltó un pesado suspiro seguido de un grito de desesperación.

—¡Eso no se vale! —Protestó—¡Pensé que decías que no contestarías a mi pregunta! —

—Y yo pensé que eras mucho más inteligente…—En ese momento la luz regresó a las instalaciones—Supongo que tendremos unos días bastante intensos—

—No me lo recuerdes—Dijo—Me duele todo de estar aquí encadenado—

—Lo tienes merecido—Dio un paso atrás. La puerta de la habitación se abrió rápidamente—Quizá el tiempo se acabó—

—Sabía que eres tú—Era la voz de Sumire. La IA se giró hacia ella—No tendrías por qué estar aquí—

—Tampoco tú—Se giro a Zack—Tenemos que hablar de algo—

—Te escucho—Respondió el muchacho—

—En privado, quizás un poco más adelante—Se giró finalmente hacia Sumire—No te preocupes, solo hablaba con él—Dio unos pasos hacia adelante, los presentes le abrieron camino para salir de la habitación, llevándole a la de ella. Nada más entró alguien le siguió—¿Qué quieres? —

—Saber que ocurrió realmente—Era Sumire, cerrando la puerta tras sí. La IA se apoyó en la camilla—

—Creo que Zack ya os lo contó—Respondió, sentándose en la cama—

—Me gustaría escuchar tu versión—

—Es la misma que la de él—Se giró hacia ella—¿Cuándo volveremos? —

—Cuando tu estés bien—

—Lo estoy—Estiró los brazos hacia adelante y luego hacia un lado—

—Ya, claro—Le entregó un portapapeles con un pequeño reporte sobre lo que le habían hecho—Esto no dice lo mismo—La IA solo lo leyó por encima, dejándolo a un lado—¿Y bien? —Solo fue decirlo para comenzar a sentir un inmenso dolor de cabeza seguido de un pitido, intentaba mantener la compostura, pero al tiempo que veía cómo la luz de la habitación titilaba, se desesperaba por saber quién estaba tras eso—

—Insisto, estoy bien—Dejó de hacer presión sobre la doctora, volviendo todo a la normalidad—Quiero volver a París—

—¿Cuál es la insistencia de hacerlo? —Se recuperó—

—Es un secreto, solo quiero volver y el resto lo haré yo—

—¿Y Zack? —

—Tengo que hablar con él, no puedo dejar que siga por ahí como un pollo sin cabeza—Suspiró—No escapará, hazme caso—Sumire, con poco o nada que perder decidió hacerle caso a Xana, a sabiendas de lo que realmente quería hacer. Bueno, conociendo a una IA como ella, nada bueno podría esperarse. Nada más salir de la habitación vio a Lisa en compañía de Maersk—

—¿Está bien? —Preguntó la anciana, la doctora asintió—

—¿Se le ofrece algo? —Preguntó la doctora, ella negó con la cabeza—

—Voy a hablar con ella simplemente—Dijo—Con su permiso—Entró a la habitación junto a Maersk, encontrándose con la IA sentada en la cama mientras revisaba su mochila—¿Cómo te sientes? —La aludida se giró hacia ella—

—Estoy bien—Dijo la IA—¿Notó algo? —Lisa asintió—

—Con la explosión de energía… noté como todo ese material salió a la atmosfera y comenzó a rodear todo el globo terrestre, condensándose con las nubes—Tomó aire—Está lloviendo en Londres y dicen que están teniendo problema con el tendido eléctrico porque la lluvia deja choques eléctricos a todo quien toca—

—Es mi culpa—Dijo finalmente—Iba a hacer explotar la energía de Zack, pero cuando me di cuenta que era incompatible con la mía ya era demasiado tarde y… explotó—Soltó un suspiro—La mandé al aire para evitar cualquier problema mayor—

—Creo que te corresponde a ti saber qué ocurrirá exactamente con esa energía, no vaya a ser que perjudique a la gente y no lo sepamos—La IA asintió—

—Cuando pueda salir de aquí es de las primeras cosas que quiero mirar—Lisa parecía satisfecha—

—Me encargaré de hacerle saber al muchacho lo que ocurrió, imagino que ya le explicarás como funciona todo—Xana asintió—

—Primero me gustaría saber cómo logró… despertar un poder así—Lisa le miró a los ojos—

—¿Sabes? —Le miró—Cuando pides un deseo con mucha fuerza y le pones empeño, en ocasiones, puede volverse realidad—

—No tiene sentido, él no tenía la suficiente fuerza para hacer eso—Reprendió—Algo debió ocurrirle por el camino—

—De momento, es todo lo que necesitas saber—La IA sabía que Lisa estaba mintiendo, sabía algo de antemano y no quería contarlo—

—Por favor—La luz comenzó a parpadear, la IA se puso de pie en frente de ellas dos, mostrando una ligera aura magenta—Podemos hacerlo fácil o difícil—Maersk frunció el ceño—Me terminaré dando cuenta si o si—

—¿Planeas volar el techo con nosotras aquí? —Preguntó la anciana—Muchacha, eres muy repulsiva—

—Primer aviso—Un montón de objetos presentes en la habitación, la mayoría filosos, comenzaron a elevarse en el aire, con sus puntas afiladas apuntando a ambas, sobre todo a Maersk—

—¿Qué quieres probar? —La IA impulsó todo hacia la chica, dando un paso hacia la derecha, esquivando un cuchillo que había dado vuelta hacia ella, lo había visto venir—

—¡Vale! —Soltó la adolescente, pero recibió una descarga eléctrica proveniente del cuerpo de la IA, se pudo ver un chispazo y una luz brillante por un par de segundos antes de amainar—

—Fuera de aquí—Creó una barrera de energía entre las tres, insonorizando todo lo que venía del exterior—

Las dos de Gaia marcharon a la sala de reuniones, dejando que Maersk se sentara primero ya que estaba aturdida por la descarga. Estaba con Sumire y Anthea.

—No tiene remedio—Soltó la anciana—

—Tratar con ella cuando algo se le mete a la cabeza es como hablar con una pared—Asintió Anthea, tecleando en su portátil—

—Planeamos retirarlos de aquí en una hora y llevarlos al laboratorio en París durante el día de hoy, luego encontrar un sitio donde puedan quedarse porque no tenemos habitaciones para ellos—Soltó Sumire, mirando un portapapeles—

—¿No había unos edificios de oficinas libres en frente del laboratorio? —Preguntó Anthea a Sumire—

—Si, podría ser una opción rápida, pero, ¿Quién se hará cargo de Zack? —

—Se supone que debéis debatirlo entre vosotros cinco ya que se firmó que si caía en manos vuestras ya no pertenecería al proyecto Neo —Resumió Lisa—De todas maneras, deberíamos buscar una manera que sigan con su respectivo desarrollo en lugar de… usarlos como armas de guerra—Tanto Sumire como Anthea asintieron—

—La construcción del centro de desarrollo definitivo comenzó con pie derecho y se planea que esté terminado a finales de este año—

—Esperemos que sigan las buenas noticias—

El rato pasó sin mayor dilación. Anthea se ofreció llevar a Xana junto a Taelia como protección, así mataría dos pájaros de un tiro y podría hablar con la IA. A las dos horas, casi a las cuatro de la mañana, ya habían salido de las instalaciones en Le Havre unos cuatro coches, uno delante de los hombres de Ayn Rand como guardia, delante Anthea y los dos restantes uno donde iba Zack y el ultimo gente de Gaia. La IA, ya vestida y ligeramente decente, miraba por la ventana mientras acariciaba su cicatriz en el pecho.

—¿Te sientes bien? —Preguntó Anthea, mirando por el retrovisor—

—Si, es solo… que me descuidé demasiado—Respondió en voz baja—

—Pudo haber sido peor—Soltó Taelia, durmiéndose—

—Estoy más tranquila ahora que tenemos un problema menos, pero lo difícil será quitarnos a Albretch del medio—

—Si habláis con Ailane no le digáis nada hasta que decidamos que hacer con ese hombre, averiguad primero si está jugando a dos bandos y a ser posible que no arruine todo—Resaltó la pelirrosa

—¿Y sobre la última persona que queda de… Kiruna? —Preguntó la IA—

—Sumire dijo que no habían encontrado nada concluyente todavía, así que… —Hubo un rato silencioso—Tendremos un tiempo tranquilo por fin, ahora se acabó lo importante—

—¿Qué piensa Franz para volver? —

—Quiere ver a Dido en cuatro tablas antes de pisar la tierra y no puedo juzgarlo, si se entera que está aquí movilizará todo un ejército para matarle—Respondió—

—¿Dido? —Preguntó Taelia de primeras—

—Es un apodo, se dice que es la encargada del servicio secreto americano y estaba detrás del proyecto Cartago y otros proyectos, Waldo, el padre de Aelita, se la ganó de enemiga luego de intentar robarse el proyecto para destruirlo—

—Valiente cobarde—Resopló la IA—Más le vale no hacerse el listo cuando tenga que cuadrar cuentas conmigo—

—No lo hará, tranquila—Le miró a los ojos—Pero si me gustaría revisar la evolución de tu programa para saber que tanto puedes hacer—

—No te dejaré hacerlo—

—No te estaba preguntando—Sabía que a Anthea solo le bastaría media hora en revisar todo su programa y adivinar que tanto había logrado, pero no estaba preocupada, sus planes no estaban asociados a los parámetros de asociación de su programa así que estaba segura. Todo seguía tal cual sus planes, y una sonrisa involuntaria salió de sus labios al pensar las posibilidades—¿Qué harás al llegar? —

—Intentar escapar para ir a Lyoko, ahí podré restablecer cualquier daño físico en cuestión de minutos—Respondió en voz baja—Con un poco de suerte podré estar bien por la mañana—

—Y sobre la pelea…—

—Fue un desastre—Resaltó—Intenté todo, pero cometí un error inesperado y me pudo ganar, tengo que investigar qué ocurrirá con la energía que está desperdigada por el planeta—Parecía realmente preocupada con aquello—Ya no importa ello cuando ya lo tenemos con nosotros—

—Te encargo el que se tranquilice y que de alguna manera pueda sernos de ayuda en caso de necesitarla—No le quitaba la vista de encima a una nube de lluvia sobre París—

—Lo haré, tengo que evitar que se muchacho siga por ahí sin tener un sitio donde caer muerto—Anthea le miró por el retrovisor, no tenía nada más que decir. Taelia se había dormido y la IA estaba absorta en el trayecto. Sin embargo, comenzó a llover y el coche de delante parecía tener problemas eléctricos, pues con cada gota sus luces titilaban. Hizo la señal de apartarse a un lado de la carretera al igual que el resto de la caravana y coches que les seguían.

—Qué raro—Dijo Anthea, también veía como la luz del tacómetro titilaba cada vez que una gota caía en el coche—

—Que…—La IA salió del coche al mismo tiempo que Anthea y Taelia, quien se había despertado al haberse detenido el vehículo. Sintió varias gotas caer sobre ella, dándole información sobre lo que ocurría con ellas; iban cargadas de electricidad y podían entrar en contacto con cualquier parte del cuerpo humano, pero sentía como ligeramente intentaban hacer cambios en su ser, preocupándose al instante sobre el efecto que podrían tener en el ser humano corriente; salió de su mundo cuando una voz juvenil y preocupada le habló—

—¿Es esto lo que provocamos? —Preguntó el joven Neo, tras suyo—

—Eso parece—Miró al cielo—No sé qué está haciendo en la gente, pero ojalá sea temporal—Soltó un suspiro—Tendré que investigarlo—Rápidamente encerró una gota de agua en una esfera de energía apenas visible, Zack se acercó más—

—Parece… gelatina—La gota tenía una textura viscosa y más gruesa de lo normal, se podía ver un ligero haz de luz si mirabas con atención su interior—

—Pero… no lo es—Liberó la gota. Dejándola caer en el

Se decidió esperar un rato hasta que dejase de llover por indicación de la IA. Tardó no más de media hora en dejar de hacerlo y tras una rápida revisión a los sistemas de los vehículos, prosiguieron su travesía de volver hasta París, teniendo cuidado por si la lluvia volvía. Llegaron al laboratorio de Ayn y Sumire casi todos los vehículos, pues el de Gaia había desaparecido en mitad del trayecto. Entraron al mismo y obligaron a los dos Neo a entrar a una sala de reuniones mientras se revisaba el estado físico de Taelia y se daba una ducha química, un protocolo de seguridad para ellos. Tras una media hora de preparación entraron a la sala de reuniones con los Neo. Taelia estaba con ellos.

—Vamos al grano que es un poco tarde y todos queremos irnos a casa a descansar—Resaltó el americano, dejando un par de portapapeles encima de la mesa—Ya nos habéis contado sobre vuestra pelea, pero ¿Qué está ocurriendo con la lluvia? —

—Es… culpa mía—Dijo la IA—Tengo que investigar que ocurre—

—Es nuestra—Contrarió Zack—Yo te ataqué primero—Hizo silencio—

—Como sea—Suspiró Ayn—¿Debemos dar una alerta global por esto? —

—Dejadme un par de días para investigar y te lo diré—Respondió Xana, mirándole fijamente—

—Tienes cuarenta y ocho horas para presentar un informe preliminar—Tachó algo de uno de los portapapeles—Por otra parte, ya recibimos instrucciones para tu recuperación, se harán las pruebas con un equipo especializado que aprobaremos en pocos días enviados en primicia por Albretch y… eso, recomendamos que te quedes por aquí cerca estos días—

—¿Y qué será de mí? —Preguntó Zack de primeras—No tengo donde quedarme…—

—Te quedarás aquí, aún tenemos una habitación libre que estábamos preparando, pero puedes usarla mientras se nos ocurre que hacer—Suspiró—Y ahora lo importante, Albretch Grunewald—La IA asintió—¿Qué tenéis pensado? —

—Matarlo—Respondió la IA—Esa es la intención que tenemos los tres en este momento—

—Pero tiene que haber una razón… —

—Es un peligro para nosotros, quiere tener el control para usarlo en sus propios planes—Siguió Zack—

—Tendremos que hablar con Arthur antes de hacer cualquier movimiento—Dijo Sumire a los Neo—Hablad con Ailane, pero no le comentéis nada de esto, que no sepa que estamos enterados—

—Entonces tendremos que confiar que el consejo del proyecto Neo se encargue de su desarrollo—Resaltó Anthea—Porque si no, ¿Quién reemplazará a Albretch en ese punto?, fue el quien los modeló de pies a cabeza y el único que sabe cómo funcionan—

—No sería mayor problema averiguarlo—Carraspeó la IA—Tenemos poco tiempo antes que el cuarto sujeto salga de donde esté y represente un importante problema—

—De eso no tenemos información—

—Pues ya tenemos algo que hacer—Se puso de pie—Me gustaría comenzar a investigar—

—Deberías dormir por hoy—Indicó Sumire—No dan más lluvias hasta dentro de un par de días—

Tras una corta charla, la IA se quedó en el laboratorio por indicación de la doctora Sumire. Estaba en una sala aislada con varios equipos conectados a su cuerpo que medían su pulso y algunos factores fisiológicos más.

Anthea y Taelia estaban ya en su casa, habían avisado a Aelita, pero por la hora estaba dormida así que ya se daría cuenta por la mañana. Entraron a su casa y dejaron sus cosas en sus respectivas habitaciones.

—Mañana tienes clase, vamos a dormir ya—Indicó la pelirrosa, quitándose la blusa que llevaba—

—Apenas tengo un par de horas para dormir—Se quejó la adolescente—

—Cuando vengas te ayudaré con lo que tengas que hacer para que no vayas al laboratorio—La chica asintió—Vamos a la habitación—Entraron a ella y tras prepararse y cenar algo rápido se metieron en cama—

—Qué días tan raros—

—Y se pueden poner peor—Carraspeó—Pero siempre tenemos que ver adelante—

—Lo sé, es solo… que no me encuentro cómoda peleando con la gente—Miró al techo—Quiero decir…—

—Te entiendo—Asintió—Pero debes aprovechar lo que ahora tienes para ser alguien en el futuro—

—No sé si quiero llegar tan lejos—Anthea le miró—No quiero que la gente sepa en lo que me convertí—

—No tienen por qué enterarse, es un secreto—

—Eso es lo que me asusta—Se acurrucó a su lado—No me pasará nada… ¿Verdad? —Anthea le abrazó por el hombro—

—No permitiré que alguien te haga daño de esa manera—Respondió—Pero tú debes aprender que esas cosas pueden llegar a ocurrir y debes saber cómo defenderte de ello—Pensó por un momento—No necesariamente tienes que usar la violencia para ello—

—Gracias, Mamá—Cerró los ojos, dejándose caer rápidamente en un profundo sueño—

Vaya por Dios—Susurró, durmiéndose—

La IA dormía tranquilamente como podía, sentía una ligera presión en su pecho que le era normal, le dijeron que tardaría una semana en desaparecer hasta que su corazón dejase de ser como una piedra, una expresión rara que vista de una manera no-médica era hasta acertada. Sin embargo, algo llamó su atención; sintió unas pequeñas manos tocando los sensores que tenía conectados a su cuerpo. Desde fuera, la persona encargada de vigilar la habitación se alarmó al ver quien era ya que el habían dado instrucciones de que nadie podía interrumpir a la Neo mientras dormía.

—Señora, Marcus…—Indicó el hombre a la doctora Sumire cuando esta entró a la habitación que separaba la sala aislada desde donde monitorizaban a la IA—

—Veamos que ocurre, tranquilo—Se fijó en las cámaras y podía verlo curioseando por la habitación, observando a la desconocida para él. Hubo un momento donde se fijó en la mochila que tenía en una mesa, estaba entre abierta y cuando se fijó vio un arma tipo revolver un poco grande y extraña, cuando la sacó, la IA abrió los ojos de inmediato—

—¿Qué haces con eso? —Preguntó en voz baja Xana intentando no alarmar al pequeño—

—¿¡Eh!? —La dejó en la mesa suavemente mientras retrocedía—P-perdón, yo…—

—Tranquilo, solo lo digo porque es algo peligroso—El pequeño se quedó quieto—¿Cómo entraste? —

—La… puerta estaba… abierta—Respondió sin mirarle—

—Inútiles—Se dijo a si misma—Tranquilo, no te haré nada, solo deja el arma donde estaba—Marcus obedeció, guardando el arma—¿Cómo te llamas? —

—Marcus—Respondió el pequeño—

—Dime Edge—Podía haberle dicho su nombre real, pero dado a que todos en ese lugar la llamaban así, quería seguir con el actual protocolo—

—¿Por qué…? —Sabía cuál era la pregunta, y no le molestaba en lo absoluto—

—Tuve una pelea un poco seria y estoy aquí por seguridad—Respondió suavemente, mirándole—¿Y tú? —

—Bueno… creo que es largo de explicar—Respondió, tomando aire—… Creo que te he visto antes…—

—En Kiruna, ¿Verdad? —Marcus asintió, dándose cuenta de quien tenía enfrente—

—Tú… hiciste explotar… todas las instalaciones…—Dijo en voz baja, la IA asintió—

—Estás vivo—Le dijo suavemente—

—Pero… quizás todos ellos no—

—En este punto, ¿Qué más da? —Le preguntó con un tono cauteloso en su voz—

—¿Qué hicieron mal? —Aumentó el volumen de su voz, sabía a lo que se refería—

—Existir—Respondió cortante—Se les había podido ir de las manos—

—Pero murieron muchos…—No tenía palabras en su diccionario para expresar lo que sentía—

—Mucha gente muere todos los días, es selección natural—Suspiró—SI sigues con vida es por algo—Le miró de reojo, se le podía ver ligeramente enojado—

—Yo quería que todos siguieran con vida, pero ahora…—

—Si quieres que las personas que conoces sigan con vida tienes que hacerte mucho más fuerte—No lo decía a modo de consejo, pero así lo tomó Marcus—

—Lo haré—Dijo decidido—No seré un asesino… no como tú—La IA no se lo tomó a mal, sabía la razón de por qué le llamaba así—

—Tienes mucho por recorrer, niño, buena suerte—Cerró los ojos—Te doy un consejo porque me siento buena persona—Le miró—El mundo real no es ese cartel bonito y engañoso, es un infierno duro que luego decepciona—

—No lo entiendo…—

—Lo entenderás—Dijo—Todos lo harán—

—Mira que decirle eso a un niño…—Era una tercera voz, Sumire. Marcus se tensó—

—¿Me estoy equivocando? —Sumire negó con la cabeza—Entonces ya lo sabes—

—Te aseguro que estos niños saben lo que es vivir en el infierno—

—Lo sé, pero el mundo es mucho más grande que cuatro paredes—Dijo—Sois conscientes que ellos lo pasarán mal más temprano que tarde—

—Es nuestro trabajo hacer que eso nunca ocurra—

—Buena suerte—Sumire entendía su rebeldía, sabía que la gente no aceptaría a alguien como los Gastrea, los intentarían eliminar—

—Se necesita ser un poco más reciproco estos días—

—No vendo falsas esperanzas—Resaltó—Para eso ya hay más gente—Cerró los ojos—

—Vamos Marcus, es un poco tarde—El pequeño asintió y tomó la mano de Sumire—No nos abandonarás a nuestra suerte… ¿O sí? —

—¿Por qué tendría la obligación de hacer que la cabeza de la gente se quede donde tiene que estar? —Preguntó—Haré lo necesario para mantener a la persona que me importa con vida, lo que haga después será un añadido—

—…—Sin más que decir, Sumire se retiró de la habitación—Vaya individualista—Pensó.

La mañana llegó de manera irremediable.

Aelita ya se encontraba en Kadic sus amigos y Taelia, estaban en la puerta de su clase esperando que comenzasen las clases de un amargo lunes.

—¿Al final se resolvió todo? —Preguntó Jeremy a la pelirrosa, quien asintió—

—Parece que no tendremos más problemas parecidos de aquí en adelante—Respondió la misma—Ya me apetecía volver a la normalidad—

—Apenas si comenzaste, imagínate pasar meses de gira alrededor del mundo—Enfatizó Odd, intentando desesperarla—

—Me volvería loca—Dijo—No creo soportar tanto—

—No seas pesado, Odd—Regañó Ulrich—

—Solo decía—

—Bueno, solo faltan unas tres semanas de clase y seremos libres—Soltó Jeremy—Que ganas de que llegue el verano—

—¿Ya habéis pensado que hacer? —Preguntó la pelirrosa—

—Volver a casa—Respondió Odd—Va a ser un verano divertido con mis hermanas—

—Mi madre quiere volver a Japón para visitar algunos familiares, pero no sé si podremos—Respondió Ulrich—

—En casa con mis padres—Respondió Ulrich—Súper original—

—Con mis padres, ya lo sabes—Respondió Jeremy—¿Y tú? —

—Pues…—Justo en ese momento apareció Taelia tras ellos, con un cuaderno en sus manos—¿Dónde estabas? —Preguntó a su hermana—

—Haciendo cosas—Respondió la adolescente—Gracias, Ulrich—Le devolvió los apuntes al alemán—

—De nada—Dijo este, guardándolos—

—¿Qué haremos en verano? —Preguntó la pelirrosa a Taelia otra vez—

—Lo que sea que mamá quiera hacer con nosotras—Dijo esta—No es que tengamos muchos sitios más donde ir—Tomó aire—La escuché decir esta mañana que planeaba ir con nosotras un fin de semana la playa en algún momento del verano y también quería que estuvieseis vosotros, pero es ella la que tiene que decidir—

—No sería mala idea—Soltó Odd—Aunque depende de donde sea puede serme un poco caro—

—Para vosotros no he dicho nada—Soltó Taelia. Una serie de relámpagos comenzaron a salir del nublado cielo, estaba oscuro por las nubes gruesas sobre sus cabezas—Vaya tormenta va a caer—

—Y esta noche se fue la luz con ella—Dijo el rubio—Que raro—

—Xana me dijo que intentase no mojarme, pero… —Dijo Aelita al tiempo que veía como las gotas de lluvia comenzaban a caer sobre el suelo—Ayer lo hicimos por el chaparrón que estaba cayendo—Miró a Yumi—

—Si, fue bastante—Respondió esta—

—¿Qué sabemos de nuestra electrificante amiga? —Preguntó Odd—Seguro que sabe de qué va este asunto—

—No lo sabe ni ella—Dijo Taelia—Ayer me reuní con ella y Zack y al parecer no tienen ni idea de que está ocurriendo—

—Esto es bastante malo entonces—Indicó Jeremy—

—No me siento diferente—Dijo la pelirrosa—Tendremos que preguntarle cuando la veamos, supongo—Entraron finalmente a clases—

La IA despertó por la insistencia de los encargados. Entraron un par de personas vestidas con trajes protectores revisando sus signos vitales y alguna señal física de desgaste. Tras una revisión rápida le dieron el visto bueno y desconectaron los sensores de su cuerpo. Se volvió a vestir y salió de la habitación y le indicaron ir otra sala un poco más arriba, parecía un comedor con unas cuantas mesas, solo se encontró con Zack en ella y se sentó a su lado.

—Buenos días—Saludó, estirando su cuerpo, el joven le saludó con el brazo—

—Veo que sigues viva—Le dijo en tono de burla—

—¿Qué quieres morir, dices? —Le respondió esta, Zack rio por lo bajo—Se siente un poco raro estar aquí contigo—

—Lo sé—Siguió comiendo—

—Y bien… ¿Qué ocurrió? —Preguntó, en referencia a lo que le quería contar—

—Preferiría estar con Ailane—Respondió—Así evito contarlo dos veces—

—Como quieras—Una persona le dejó una bandeja con algo de comida antes de retirarse rápidamente—Debería comenzar a enseñarte a usar… eso—

—¿Será complicado? —

—No creo que ese sea el mayor de tus problemas—Atajó, riéndose—Solo se necesita concentración, nada más—Zack terminó de comer rápidamente. La IA se fijó como debajo de su pelo, muy escondido, se podía leer "SH N3", lo cual era un obvio indicativo de su procedencia—

Luego de desayunar y prepararse, se reunieron con la doctora Sumire en una sala de juntas, quería hablar sobre un plano a seguir.

—¿Nos buscabas? —Preguntó Xana entrando con Zack a la sala de juntas—

—Si, tomad asiento—Indicó la doctora, sacando algunos papeles de una carpeta—Vamos por partes, la primera de todas es que Zack no puede vivir aquí ni podéis quedaron mucho tiempo ya que supone un riesgo, si bien ya se comprobó que el virus no os afecta a vosotros, es mejor curarse en salud hasta que tengamos en claro cómo se transmite—

—¿Entonces? —Preguntó el joven—

—Ayn quiere que estés aquí, así puede tenerte un ojo encima mientras lo ayudas con… lo que sea que tiene en mente, pero es algo que tenemos que estudiar un poco más a fondo, lo digo solo como aviso porque no hay nada concluyente sobre este tema—Zack asintió—Lo segundo… Gente del proyecto Neo quiere veros en la base militar de Vincennes, imagino que querrán hablar sobre qué hacer ahora que Zack está aquí y no allá—

—No volveré—Respondió el aludido, mirando a otro sitio—

—No está en tu jurisdicción ahora mismo—Respondió la IA—¿Verdad? —Miró a Sumire, quien asintió—

—Es cosa nuestra, pero tampoco queremos que vuelva, no mientras esté Albretch—Respondió esta—Esto es un extra, pero, alguien me ha dicho que vio a gente de Guardián en París, al parecer estaban siguiendo el rastro de Zack o simplemente fue casualidad, si os los llegáis a encontrar que no os de miedo sacarlos del camino o a menor medida simplemente asustarlos—Ambos Neo asintieron—En cuanto a Edge, parece que físicamente estás bien, aunque me gustaría hacerte pruebas físicas para ver si el corazón resiste lo que debería—

—¿Tienen que ser hoy? —Preguntó la Neo, Sumire se encogió de hombros—Tenía algo que hacer—

Con poco o nada más que hablar, la IA se retiró del laboratorio y se puso de camino a la fábrica, quería llegar al súper ordenador para ordenar cosas en aquel cuerpo físico, y que mejor manera que Lyoko. Si bien le iba a costar lo suyo ya que tendría que cambiar muchos factores para volver al estado anterior. Apenas tardó una media hora en llegar a la fábrica bajo el nublado cielo parisino. Entró en el ascensor y bajó hasta la sala del súper-ordenador, abriendo instantáneamente una terminal de comandos y comenzando a teclear. Tras dejar todo preparado dejó una virtualización programada y bajó hasta la sala de escáneres, entrando a uno de ellos y virtualizándose en Lyoko a los pocos segundos. Ya ahí se desvinculó del cuerpo y comenzó a trabajar en él.

El grupo de guerreros se encontraba en clase de gimnasia, estaban en el pabellón de deportes esperando ordenes de Jim. El mismo se acercó con un balón algo suave mientras sostenía su silbato.

—Hoy haremos algo suave, jugaremos a balón prisionero, ya sabéis las reglas del juego, pero vamos a hacerlo de una manera más divertida—Miró su portapapeles—Haréis equipos de cinco, cuatro en el campo y un delegado, tenéis un minuto, jugaremos contra los de segundo, volveré en un momento—

—Tú conmigo—Dijo Taelia, tomando la mano de Aelita—

—¿Podemos con vosotras? —Preguntó Odd junto a Jeremy y Ulrich—

—Como queráis—Respondió esta—

—Ya estamos, Jim—Anunció la pelirrosa. Jim asintió al tiempo que marchaba—Muy bien—

—¿Quién se queda en el otro campo? —

—Me ofrezco—Dijo Odd al momento—

—Si eso quieres—Respondió la adolescente, estirándose. Rápidamente llegó la clase de Yumi—Hubiera sido curioso si estuviera Xana con ellos—

—Sería trampa—

—¿Y conmigo no? —Se dijo a si misma—

—Ellos no lo saben—Respondió la pelirrosa—Bueno, Yumi si—Rápidamente formaron equipos y comenzó el entrenamiento.

Su primera partida fue contra un equipo de segundo, Odd en el lado contrario y el resto en el campo. La primera pelota la cogió Taelia y con fuerza la lanzó contra uno de los contrarios que acertó en el pie derecho y lo eliminó, mientras uno de los contrarios cogía el balón y lo lanzaba, eliminando a Jeremy de la primera lanzada. Rápidamente Ulrich vengó a su compañero caído lanzando la pelota estratégicamente a Odd, quien la recibió y rápidamente eliminó a una contraria acertándole en la cabeza.

—¡Bien! —Se regocijó el italiano. Solo quedaban dos del otro bando y no lograban acertar a ninguno del equipo de Taelia. Al final, con solo Jeremy eliminado, ganaron al equipo de segundo—

—Bien hecho, Odd—Reconoció Taelia cuando volvió el italiano—

—Ganaremos esto—

—No es una competición—Respondió Jeremy—

—Pues pareciera que sí que lo fuera—Respondió Aelita, viendo como el equipo de Yumi, compuesto por William y dos compañeras más, ganaban a otro de su clase—Es posible que la final sea contra Yumi—

Y así fue, luego de un par de rondas, solo quedaron dos equipos, el de Taelia y el de Yumi.

—El que gane la final tendrá nota extra en la nota final, así que dad lo mejor—Anunció Jim—Buena suerte a los dos equipos—Dio un silbatazo y dio la pelota a Aelita, quien la lanzó con fuerza, pero no dio a nadie, recibiéndola Odd, lanzándola sin eliminar a nadie tampoco. La pelota volvió a manos de Aelita y la lanzó, pero William la recogió en el aire y la devolvió con rapidez, eliminando a Ulrich en el proceso, acertando la pelota en el estómago del alemán, quien se contuvo las ganas y salió del campo—

—Uno menos—Dijo a si mismo el pelinegro. Taelia recogió el balón y lo lanzó con precisión, eliminando de un gran balonazo a una del equipo contrario, provocando que cayera al piso—Entiendo—Yumi agarró el balón rápidamente y lo lanzó, tras un par de intercambios, la nipona logró acertar un balonazo en Jeremy que lo dejó eliminado—Dos menos—

—Sigues tú—Le dijo Taelia—

—Ya veremos—La adolescente cogió el balón, pero no acertó a nadie, Odd tampoco y el del equipo contrario tampoco, pero cuando William la agarró, logró acertar un balonazo en el pecho a Aelita, quien no tuvo oportunidad de cogerlo y quedó eliminada—Solo queda una, venga—Le dijo a Yumi, quien asintió. Taelia agarró el balón y lo lanzó con fuerza, pero no a ellos, sino a Odd, quien entendiendo el mensaje lo devolvió casi al segundo que lo recibió, eliminando a Yumi en el proceso con un balonazo en la cadera—

—Maldita sea—Dijo la nipona—Buena suerte, William—Salió del campo y se acercó a Ulrich—Lo intenté—

—Yo igual—Le dijo este, sonriendo—

—La final—Dijo William, agarrando el balón y lanzándolo hacia Taelia, pero no lo acertó. Un minuto de balonazos de aquí allá sin acertar a nadie, hasta que Odd logró devolverlo a Taelia y esta, con fuerza, se lo estampó en el cuello al pelinegro con fuerza, provocando que cayera al suelo—Mierda…—Dijo en voz baja. Jim dio un silbatazo—

—Ganan los de tercero, ahora volver a vestiros e iros a comer—Anunció el profesor, recogiendo el balón y apuntando los nombres de los ganadores—

—Buena ronda—Dijo Taelia a William, ayudándole a levantarse—

—Lo hiciste bien—Reconoció este, acercándose con ella al grupo—

—Creo que con esto aprobaré gimnasia—Reconoció Jeremy a la pelirrosa—

—Estuvo cerca—Dijo Odd a William—

Rápidamente salieron de ahí de camino a la cafetería.

El día pasó rápidamente sin ningún problema. Volvieron a casa. Al llegar pudieron ver a Anthea en el salón leyendo algo en un libro.

Muchas horas pasaron hasta que, por fin, la IA pudo materializarse de nuevo en la tierra con los daños causados en la pelea con Zack ya arreglados. Si bien era su misión principal, aprovechó su estancia en Lyoko para recolectar información sobre lo que estaba ocurriendo con la energía desperdigada por el mundo. Los resultados no arrojaban mayor cosa, debía analizar a varias personas para sacar algo concluyente. La buena noticia era que la mayor parte de la energía estaba escapando al espacio o simplemente se desintegraba con el paso de las horas. Cuando acabó lo que debía hacer salió de la fábrica, estaba ya de noche y caía una muy ligera llovizna con una tormenta eléctrica encima.

—Dijeron que no llovería hasta dentro de un par de días—Dijo a si misma—Que pena—Cubrió su cabeza con una capucha y salió del lugar a gran velocidad sin ningún destino en particular.

Ya era poco más de media noche. Rondando a gran velocidad por las calles del distrito, una persona llamó su atención, parecía intentar llegar a algún sitio lo antes posible. Dado a que cubría su cabeza con la capucha de un buso pensó que se trataría de Sam, pero la estatura no le cuadraba así que se acercó más de forma sigilosa hasta que pudo despejar sus dudas, efectivamente, no era Samantha

—¿Tú por aquí? —Dijo, poniendo sus manos sobre los hombros de una pequeña pelirroja, Milly, quien se quedó estática por un segundo, girando su cabeza lentamente hasta hacer contacto visual con la IA—

—Hola…—Le saludó con nerviosismo—Estaba… intentando volver a Kadic—

—¿A esta hora? —Vio un reloj antiguo que había colgado en una farola adyacente a donde estaban de pie—Son poco más de media noche—

—Estaba… ocupada y se me fue mucho el tiempo—Respondió intentando no mirarle, la IA le imponía bastante y lo último que quería era encontrarse con alguien que le conociera—

—No preguntaré los detalles, pero será mejor que vuelvas a Kadic, puedo acompañarte—La pelirroja asintió y partieron de camino a la academia—

—¿Qué hacías por aquí? —Preguntó de vuelta—

—Había terminado algo que debía hacer y estaba volviendo a casa—Le respondió sin mucho interés—¿Sabes?, es peligroso estar fuera a esta hora—

—Está bien, no creo que me hubiese pasado nada malo—

—Imagina que en lugar de ser yo hubiera sido una persona con otras intenciones—Le propuso de vuelta—

—Pero… tú no las tienes, ¿verdad? —Le miró de reojo—

—No creo que la gente quiera ver lo que de verdad soy capaz—Le respondió en voz baja—Así que diré no—Siguieron un momento en silencio y parecía que la tormenta, al contrario que irse, ganaba bastante más fuerza—

—Estaba por aquí porque… conocí a un chico que vive algo lejos de aquí y habíamos quedado de vernos, pero no sabía que era tan tarde—Respondió a la IA—Estaba asustada porque me había perdido—

—Tuviste mucha suerte que apareciera yo y no otra persona—Le reprendió la IA—No importa, los sermones no son lo mío, no hay mejor profesor que un hueso roto—Milly tragó saliva, sabía a lo que se refería—

—No… le digas nada a Delmas, no quisiera meterme en un problema—

—No lo haré—La lluvia comenzó a subir de nivel—Sujétate de mi espalda, llegaremos antes—Cargó a Milly en su espalda y comenzó a correr por las calles; para su desgracia la lluvia era bastante fuerte, pero aprovechando la cercanía, dio un atajo y terminaron en un sitio, la fábrica—

—¿Qué hacemos aquí? —Preguntó tras ponerse de pie en el suelo—

—Está lloviendo demasiado—Respondió, algo cruzó por su cabeza viendo como la lluvia tenía pinta de estar afectada por la energía en la atmosfera—Vamos a esperar aquí a que amaine un poco—La pelirroja asintió y cuando le quitó la mirada de encima a la IA… todo fue oscuro y cayó en un profundo sueño—Voy a ver si algo en ti ha cambiado con la lluvia—La cargó en sus brazos y bajó con ella hasta la sala de escáneres, dejándola en uno asegurándose que estuviese dormida por un largo tiempo. Subió a la sala del súper ordenador y más que virtualizarla, analizó su cuerpo, extrayendo información del ADN y cualquier detalle a nivel físico. Comenzó a comparar los detalles con logs que habían de las veces que Yumi se había virtualizado para saber si había algún cambio a nivel de ADN y encontró algo raro, al parecer la energía que había en la lluvia causaba un efecto extraño que provocaba diversos cambios en el cuerpo de la gente, entre ellos, un menor ritmo de envejecimiento, si bien esto podría ser una buena noticia, a un nivel más interno la edad corporal no se veía afectada, solo físicamente. Tendría que comparar más muestras de personas para saber que el patrón sería el mismo y ver si de alguna manera era capaz de revertirlo o aplicarlo de una manera más férrea. Luego de un rato el escáner se abrió y cogió a la pelirroja en sus brazos, subiendo con ella a la sala del súper ordenador. La IA pasó un corto rato analizando los resultados para verificar que no se había equivocado y procesarlos para guardarlos en un lugar inaccesible para el resto, únicamente ella tendría la forma de entrar, tenía un proyecto en mente.

El rato pasó y con Milly aún dormida, la cargó en su espalda y salió de la fábrica a gran velocidad, llegando a Kadic a los pocos minutos y escalando por los edificios hasta dar con la respectiva habitación, entró en ella y con mucho cuidado la dejó sobre la cama, intentando no despertar a Tamiya, quien al parecer se había quedado dormida esperando a que llegase. Salió de ahí al poco tiempo y fue directo a casa de Anthea, dejando un mensaje SMS a Ayn Rand para que se preocupase por su ausencia. Entró rápidamente, comprobando que aún había alguien despierto. En la sala de estar estaba Taelia viendo algo en la TV apenas cubierta con una manta.

—Bueno verte—Le dijo la adolescente al notar su presencia—

—Diría lo mismo, pero la verdad no me alegra tanto—Respondió en voz baja, fijando su mirada en la chica—¿Ocurrió algo malo mientras yo no estaba? —

—La misma mentira de siempre—Le respondió sin quitar la vista del televisor—¿Por qué lo dices? —

—No estamos haciendo nada para detener la amenaza actual más que quedarnos quietos de brazos cruzados a esperar que nos golpee— Espetó—

—Entonces haz algo, a mí no me mires—Por su actitud, no parecía querer tener algo que ver, de hecho, nunca lo quiso en un problema que irremediablemente era de todos, y eso molestaba a la IA—

—Es problema de todos—Sin escuchar un sonido, Taelia notó como el televisor se apagó al momento que la IA entró a la sala de estar. Intentó encenderlo con el mando, pero no ocurrió nada—No hagas como si toda esta mierda no fuera contigo—

—No quiero que lo sea, ¿Cuál es tu maldito problema con eso? —Se puso de pie, estaba bastante molesta—

—No me gusta la gente que solo se queda mirando cuando tiene una oportunidad de aportar en la causa—Respondió, encarándole—No quiero tener que hacer sola todo esto—

—¿Si tantas ganas tienes de acabar con todo por qué en primer lugar no lo hiciste cuando pudiste? —Era una pregunta interesante—Hablas, pero pocas veces haces algo bien—

—¿Me lo está diciendo la persona que no vio el peligro aun cuando te di la oportunidad de cortarlo de raíz? —Le preguntó de vuelta—Fuiste tú la que en primer lugar quiso seguir con ese juego—

—¿A qué quieres llegar? —Ya estaba harta de escuchar esa monótona voz—Si lo hice, ¿Qué?, ¡ya no importa, es mi problema! —

—Ahora ponerte un ojo encima para que no hagas tonterías es mi responsabilidad porque no sabes cuidarte sola de hacer cualquier estupidez—Taelia tuvo que morderse la lengua para no decir algo incoherente—Desde que volviste de ahí te comportas muy extraño—Se acercó más—Sé que quieres matarla—Taelia se tensó—

—¡Mientes! —Le reprendió con furia y nerviosismo—

—Se mucho de ti, más de lo que tú misma te conoces—Respondió en contra—No puedes seguir fingiendo que nunca quisiste de verdad reencontrarte con ella—Taelia solo podía mirarle impotente—El sentimiento de querer ir a un sitio apartado y acabar con tu vida no es precisamente nuevo en ti—

—Yo lo intento…—Dijo con voz temblorosa—Yo intento seguir con una sonrisa… seguir y fingir que todo lo que me han dado hasta ahora me es suficiente…—Su voz se rompía con cada palabra—

—¿Cuál es el punto? —Preguntó—Si mientes de esa manera nunca podrán ayudarte…—

—¡No quiero que me ayuden! —Gritó—Quiero… —

—No sabes ni siquiera que quieres—La mirada de la IA era de parsimonia—

—Pensé… que todo sería diferente si ella estaba conmigo—Suspiró—Pensé que tendría una vida normal sin tener que hablar del pasado, pero cada vez que hacía algo para arreglar la situación yo… simplemente lo arruinaba a pasos agigantados—Se acercó a la puerta del patio trasero—Pero… es culpa de ella… es culpa suya por dejarme a mi suerte…—

—¿No te valieron las explicaciones de por qué lo hizo? —Negó con la cabeza—

—Miente… sé que miente… no puede ser esa la razón de…—

—Aelita te estaría golpeando ahora mismo—interrumpió—Creo que no sabes bien de lo que esa gente es capaz con tal de que se haga lo que ellos quieren—

—Me da igual… quiero… que ella pague por todo lo que me ha pasado hasta ahora—Respondió con ira—Yo no quería nada de esto en primer lugar… debes entenderme…—

—Entiendo que eres una desagradecida luego de lo que Anthea sacrificó para que tu siguieras con vida—Respondió, dando un paso hacia atrás—Te advierto que si intentas ponerle una mano encima te mataré, no me importa las consecuencias, eres un peligro—

—Fue tu culpa que esos imbéciles me vendieran…—Ya no sabía que decir—

—Si fue mi culpa fiarme de la palabra de una adolescente imbécil entonces que me quemen por bruja—Espetó—Hazle un favor al mundo y deja de ser un estorbo—La adolescente salió al patio trasero y cerró la puerta tras sí, encerrándose fuera para poder pensar—

Alguien tenía que hacerlo—Se giró hacia las escaleras con intención de subir a la habitación de Aelita, pero se encontró con Anthea sentada arriba de las mismas, mirando al suelo mientras veía como una lagrima caía por su mejilla, subió unos cuantos escalones y se acercó hasta ella—

—Creía… que lo estaba haciendo bien… para que ella no tuviera problemas, pero…—Anthea tomó aire. Su voz era rota, casi desalentada—Ahora veo que mis intentos fueron todos en vano—

—Por desgracia es algo que me venía temiendo desde el principio—Respondió la IA—Lo siento—

—No importa…—Se secó las lágrimas—Que me lo diga en persona si tanto valor tiene, hasta entonces haré como que no existiese—Se puso de pie—

—No creo que esa sea la mejor manera…—

—Tu misma lo dijiste—Espetó—No sabe lo mucho que sacrifiqué para que ella pudiese seguir con vida…—Más que estar pensando en algo con sentido, estaba presa de la molestia que la forma de actuar de Taelia le provocaba—

—Ten cuidado, no querrás provocar que de verdad pueda ir en tu contra—

—No lo hará, créeme, se arrepentirá en el último momento—Estaba completamente segura que lo haría. Sin más que decir se marchó a su habitación, cerrando la puerta de esta. La IA soltó un pesado suspiro al tiempo que entraba a la habitación de Aelita, encontrándola dormida plácidamente. Miró por la ventana y la abrió, sentándose en el marco y creando una pequeña barrera para no enfriar la habitación. Así pasó una extraña noche. La pelirrosa despertó por la mañana y lo primero que vio al abrir los ojos fue a una figura descansando en el marco de su ventana mirando al infinito mientras pensaba.

—Buenos días—Saludó esta, somnolienta—¿Por qué estabais gritando anoche? —

—Creo que no querrás saberlo—Respondió la IA en voz baja. Aelita le miró por un par de segundos antes de encogerse de hombros y levantarse de la cama—Intenta no molestar demasiado a Taelia, cuando estemos solas te contaré que ocurrió—La pelirrosa asintió y salió de la habitación para despertar a Taelia, pero al entrar en su habitación no se la encontró, la puerta de la habitación de Anthea estaba cerrada y se podía escuchar a la misma durmiendo—

—Qué raro…—Se dijo a sí misma. Bajó las escaleras y entró a la sala de estar, pero tampoco estaba. La buscó por toda la casa y nada. Al volver a la cocina se encontró con la IA—Igual se adelantó en ir a Kadic—

—Posiblemente—Respondió—No la escuché salir de casa—

Tras prepararse, salió de casa en dirección a Kadic, encontrándose a Yumi por el camino.

Llegó a Kadic en eso de unos minutos y al entrar a clase se encontró con Taelia sentada en su puesto mientras leía un libro. Tenía una expresión de estar bastante molesta, sus ojos brillaban ligeramente y parecía amenazante.

—¿Por qué viniste antes? —Preguntó la pelirrosa con todas las buenas intenciones—

—Porque… tenía algo que hacer—Respondió. Tuvo que morderse la lengua para evitar decirle algo mal, Aelita no tenía la culpa—Estaba haciendo algunos exámenes que tenía pendientes—

—Entiendo—Dijo—Luego vengo—Se fue a la puerta de la misma clase, encontrándose con sus amigos—Buenos días, chicos—Besó a Jeremy en los labios—

—¿Qué ocurre con ella? —Preguntó Odd en voz baja, señalando a Taelia—Intenté saludarla, pero casi me golpea—

—No sé qué ocurrió anoche, pero al parecer discutió con Xana y esta mañana cuando desperté no estaba en casa—Respondió con tranquilidad—Tengo un pésimo presentimiento de esto, pero bueno—

—Esperemos que no sea nada malo—Asintió Jeremy—

—Hoy tengo que volver al estudio de grabación, así que no me enteraré de nada hasta la noche que vuelva a casa—

El rato pasó sin mayor dilación y entraron a clase. El rato en la misma pasaba sin mayor problema, con la excepción de que Taelia parecía no muy tranquila, tenía la sensación de que en cualquier momento se iba a levantar e irse de ahí. Para su suerte, no lo hizo. Las clases acabaron sin mayor problema y Aelita esperó a Taelia en el portón, pero luego de un rato al ver que no aparecía se encaminó un poco más y vio al coche de Anthea, subiéndose en él.

—¿Qué tal las clases? —Preguntó la pelirrosa—

—Un poco aburridas—Respondió Aelita—No encontré a Taelia—

—Irá entonces por su cuenta—Sin esperarse esa respuesta, Anthea arrancó el coche y se puso en marcha—

—¿No la esperaremos? —Negó con la cabeza. No sabía que pasaba, pero Anthea parecía también ligeramente molesta—Entiendo—El resto de trayecto se hizo ligeramente en silencio. Se bajó en el estudio luego de despedirse de Anthea.

Por su parte, Taelia salió de Kadic apenas cinco minutos después, esperando encontrarse con Anthea, pero cuando salió no la vio, por un momento pensó que se había retrasado, pero al no ver a Aelita se dio cuenta que simplemente se habían ido sin ella. Recordando la conversación del día anterior simplemente se dio vuelta y comenzó a caminar de camino al laboratorio; no tenía dinero para coger el autobús, así que solo le restaba caminar… durante un rato muy largo antes de llegar. Tardó cerca de una hora y media en llegar al lugar. Nada más entrar se encontró con la doctora Sumire en un despacho.

—Un poco tarde—Soltó la doctora—

—Pensé que mamá me traería… pero no estaba cuando salí—Respondió, dejando su mochila sobre una silla—

—Pudiste haber llamado e íbamos por ti—Respondió en contra la doctora—¿Estás bien?, te veo bastante mala cara—

—No quiero hablar de eso—Dijo de mala manera—¿Qué debo hacer? —Sumire se extrañó de esa actitud y simplemente lo dejó pasar—

—Ve a la zona de gimnasia, te están esperando, ve a cambiarte antes—La adolescente asintió y se marchó a cambiar de ropa por una más ligera. Entró, luego de un rato, en la zona de gimnasia, encontrándose con Pavel y el entrenador deportivo. Podía ver a Zack entrenando en solitario en una cinta de correr, al parecer él tenía claro que debía hacer.

Entraban defensa personal ayudándose de algunas maniobras que el entrenador les enseñaba en un monitor. Intentaba igualar a Pavel, quien era más ágil en ese sentido, pero le era complicado. La parte importante era imitar esos mismos movimientos en el otro. Por desgracia estaba desconcentrada y cuando recibió el primer golpe, fue tan fuerte que le hizo caer al suelo sin saber que había pasado.

—Concéntrate, mujer—Le dijo Pavel—O te golpearé más fuerte—La adolescente se puso de pie e intentó parar el golpe del muchacho, pero poco recordaba que debía hacer, así que una patada en el vientre la dejó sin aire y en el suelo—Vaya por Dios—

Para su buena suerte, el entrenamiento terminó y pudieron salir a otro sitio. Taelia de inmediato se fue en busca de alguien a quien sabía que, por profesión, podía ayudarle, un psicólogo.

—¿Puedo hablar contigo? —Preguntó Taelia al anciano en su despacho, quien estaba escribiendo algo en un portapapeles—

—Claro, toma asiento—La chica asintió y cerró la puerta del mismo tras sí, sentándose en una silla en frente del hombre—¿Qué te preocupa? —

—Algo que… ocurrió ayer—Respondió—Creo que lo arruiné todo…—Intentó no pensar en todo detalle sobre lo que le había dicho la IA—

—Cuéntame con detalle—

—Ayer, Xa… Edge, digo, habló conmigo y me regañó porque no hacía nada para ayudar en lo que ella hacía o no sé que historias, el caso es que me dijo que estaba haciendo como si el tema no fuera conmigo y… me enfadé por ello, seguimos hablando y me dijo que todo lo que me ocurrió hasta ahora fue culpa mía, desde que… —Soltó un pesado suspiro—Desde que ocurrió lo que me hizo llegar hasta aquí—El psicólogo entendió y anotó todo en una libreta—

—¿Cuál fue el punto que te hizo enfadar?, ¿Mintió en algo? —Tras pensarlo lentamente, Taelia negó con la cabeza, ligeramente segura—

—No del todo, pero… si fue culpa mía creer que podía hacer todo sola y… no sé qué me ocurre—

—No te entiendo—

—No logro… mantener una opinión en mi cabeza, cambia todo muy rápido y… a veces me enfada porque si algo no lo hacía, hoy me molesta y…—No sabía cómo expresarse correctamente con palabras—

—¿Hay alguien que te moleste su actitud en especial? —

—Mi… madre—Respondió—A veces actúa de una manera que… me molesta, sabe actuar muy bien para hacer que un problema no sea importante—

—¿Cuándo la vez que piensas? —

—Que… debo agradecerle que siga con vida y… que me debe algo más que una explicación de por qué… me dejó…—

—¿Alguna vez lo hablaste con ella? —Taelia asintió—¿Te dio una explicación—Asintió otra vez—

—Por alguna razón… no me termino de creer que esa sea la razón… —Respondió—Hay algo que no me cuadra, me parece muy extraño…—

—Todos hacemos cosas que para el resto serían inaceptables en momentos desesperados—Le respondió—Si ella pasaba por esos momentos cuando naciste, es posible que para ti sea mentira, pero para ella una decisión de vida o muerte—Al decir eso, Taelia pensó en las palabras de Anthea cuando le contaba por todo lo que había pasado—

—Alguna vez… pensé que debía matarla o hacerle daño, pero… cuando lo pensaba me daban escalofríos de imaginar…—No quería hablar de ello—No quiero tener más esos pensamientos—

—Es entendible que todo lo que te haya ocurrido esté haciendo meya en tu psique ahora mismo y es normal luego de un evento traumático a cualquier nivel, pero es algo que te avisamos hace un tiempo; es posible que los cambios en tu cerebro potencien demasiado emociones que te provocan pensar en esos eventos y es importante que te convenzas de que estás equivocada cuando esos pensamientos extremistas vengan a tu cabeza—

—¿Alguna recomendación? —El hombre asintió—

—Un breve ejercicio—Dijo el hombre, le entregó una pequeña libreta—Piensa en lo que de verdad quieres sentir cuando ocurra algo, cuando veas a esa persona que odias y quieres al mismo tiempo—Hizo silencio—Cuando esos pensamientos oscuros vuelvan a tu cabeza solo lee el escrito las veces que sean necesarias para convencerte de que lo que pasa por tu cabeza simplemente… es un momento de tensión en tu cabeza y nada más, no será sencillo, pero es un buen ejercicio para saber como funciona tu cabeza y hacer un diagnóstico de que te ocurre realmente—

—Lo haré—Comenzó a escribir en la libreta diferentes emociones que quería sentir cuando viera a Anthea y algún recordatorio de lo que no debía hacer y que pensamientos evitar—Lo pondré en práctica—

—Ya me contarás como se desarrolla—Taelia asintió—

Su humor había mejorado bastante luego de esa extraña charla con el psicólogo, era muy reactiva y debía tener cuidado con esos pensamientos si no quería que, de verdad, la IA le quitase del camino con la facilidad que ella tenía para hacer las cosas. Con el nerviosismo actual, volvió a casa a paso lento mientras pensaba que decirle a Anthea, quien imaginaba había escuchado todo lo que había dicho la noche anterior. Llegó a casa y vio el coche aparcado justo en frente, ese coche negro que pertenecía a Tyron, pero ahora era de Anthea. Entró a la casa y lo primero que hizo fue dejar las cosas en su habitación, bajando lentamente a la sala de estar, donde le esperaba alguien con quien hablar. Anthea se puso de pie al verla entrar. Si ella quería hacerle algo, se lo tendrías más que merecido.

—Contigo quería hablar—Le dijo la pelirrosa en tono serio, acercándose rápidamente. Taelia simplemente apretó sus manos contra su ropa al tiempo que sentía una mano abofeteándole la mejilla con bastante fuerza—No puedes ser tan desagradecida conmigo, escuché tu conversación de ayer con Xana—

—Te… juro que… no quería decir eso…—Simplemente recibió otra bofetada. Podría ser peor—

—No sé que se te pasa por la cabeza cuando me ves, pero no puedes esperar que todo sea color rosa—Respondió—Hay gente que, en tu situación, terminaron en una esquina sin conciencia metidos en droga o peor, muertos, tú tuviste suerte… y después de lo que hice te escuché decir que era una mentirosa—

—Yo… no sé… que decir…—Sus sospechas se habían cumplido, había escuchado la totalidad de la conversación—Estoy… siendo muy hipócrita…—

—Me llamó Sumire hace un momento, me contaron que hablaste con el psicólogo—Taelia asintió. Anthea tomó aire—Ve a tu habitación y haz los deberes, ya hablaré con ellos—Taelia asintió y tímidamente obedeció.

Se merecía ese justo escarmiento, e incluso pudo ser bastante peor, pero solo a golpes entran las palabras le habían dicho en el pasado. Intentaría mantener la boca cerrada de ahora en adelante y no caer en las provocaciones de Xana, pues un solo intento le bastó para romper todos sus esquemas.

Sin embargo, Anthea entró a su habitación pocos minutos después mientras se estaba cambiando de ropa.

—Tenemos que ir al laboratorio, al parecer al encontrado la ubicación de Luciana—Se volvió a cambiar de ropa a toda velocidad y salieron de casa con dirección a las instalaciones.


CONTINUARÁ

Próximo capítulo: Alboroto Inhumano (Parte V)


Muchas gracias por leer, espero que el capítulo sea de vuestro total agrado.

Capítulo quizás un poco confuso, intentaré centrar todo el próximo capítulo.

Y… eso. Que hace tantísimo calor que me inhibe de poder escribir a veces.

Reviews:

Felikis: No sabemos que intención tenga la IA en la cabeza con Richard, pero, desde luego, debe ser malo. Aún no los junté, dame tiempo XD. Conseguir información de ambos bandos para crear un tercero, suena buen. ¡Muchas gracias por comentar!, espero que el capítulo sea de tu agrado.

Titokenny01: Si, sobre Zack es algo que tengo que explicar más en el próximo capítulo y lo haré, se verá el cómo pudo tener ese aumento de poder repentino. No sabes la idea que me acabas de dar sobre Richard. Sobre los Gastrea no diré nada todavía. ¡Espero que el capítulo te guste!, muchísimas gracias por comentar, Víctor.

Draoptimusstar3: Si, a veces la verdad puede ser dolorosa, pero es mejor eso que una dulce mentira. Si, el miedo es lo que nos mantiene con vida y cuando tienes dos personas a las que cuidar, es mayor todavía. Poco más que comentar. ¡Muchísimas gracias por el comentario!, espero que el capítulo sea de tu total agrado. Cuídate tú también, Draop.

Loboplateado2541: Si, ¿Verdad? ¡Gracias por comentar!

Y… eso, espero que estéis bien y sanos.

Recordad, siempre ir con mascarilla y no le juguéis al vergas.

Nos leemos, espero, pronto.

¡Adiós!

Never Give Up, Never Surrender.