Movimiento involuntario

Era cuestión de tiempo para que Milly pudiese recuperar su movilidad de manera parcial, de momento no podía hacer más que esperar, según el informe que había escrito en el portapapeles había tenido un progreso interesante.

Iba a dejar las cosas tal y como estaban, no tenía intención de forzar la maquinaria más de lo necesario, si podía hacer que aquella organización se mantuviese a raya con fuese cual fuese la idea que tuviesen en la cabeza podría ser un buen progreso.

No se había olvidado de Zack, el muchacho si bien no parecía intranquilo ahora parecía estar aburrido, no había tenido mucho que hacer y en su trayecto de vuelta a casa lo encontró sentado en el tejado de la casa de Anthea, no era difícil subir ahí, puesto que la reja del patio trasero era lo suficientemente alta para que alguien con su agilidad pudiese llegar ahí sin problemas. Zack notó su presencia y de un salto bajó hasta ponerse delante de ella.

—¿Alguna noticia interesante? —Preguntó el muchacho, parecía bastante cansado—

—Gente extraña, quizás debamos ir a hablar con el líder de Guardián para saber que ocurrió de verdad con el huracán—

—¡Intentaron matarme! —Protestó, era una queja válida, pero no lo suficiente—

—Y a mí y a Taelia y a Aelita y a mucha gente, pero ten en cuenta que no tenemos que ver con la guerra que llevan con Gaia así que no tendría sentido que intentasen matarnos… ahora mismo—Zack soltó un pesado suspiro—

—De acuerdo, pero si las cosas se salen de control será tu culpa—Protestó—¿Ahora que haremos? —

—Quiero enseñarte algo, sígueme—Asintió. Salieron con prisa a algún lugar, cambiando de calle cada poco rato hasta ver de fondo una gran torre de hierro al otro lado del Sena, se acercaron a ella—

—¿Qué hacemos aquí? —

—¿No sientes nada raro? —Negó con la cabeza—Observa—Tocó con sus manos una barra metálica adyacente a la torre, viendo como un circuito eléctrico los atrapaba y posteriormente los engullía en una burbuja que luego se disipó, dejando ver en el aire a su misma altura retazos brillantes de personas—Son restos de energía—

—¿Cómo puedes verlos? —

—No es que pueda verlos como tal, alguien usó la torre como catalizador aprovechando que está hecha de hierro, es un gran conductor, así que la energía desprendida se queda por aquí en forma de sombra—Observaba su alrededor—Sea quien sea parece ser que tuvo que ver con el huracán del otro día, esta torre tiene restos de energía, pero son de hace tanto que ya es imposible seguirle el rastro—

—Yo quiero aprender a hacer eso—

—Te voy a enseñar, solo quería que vieras esto, me llamó la atención, pero no le había puesto la suficiente importancia hasta ahora—Zack asintió, le parecía bastante justo—Volvamos a casa de Anthea—

Llegaron a la misma en cuestión de media hora, sentándose en el jardín trasero, viendo la noche ligeramente despejada.

—Se lo enseñé a Aelita el otro día, ella necesita algo que le permita verlo, pero tú no, así que solo será cuestión de tiempo antes que puedas hacerlo bien—Zack asintió, cruzándose de piernas—Primero concentra tu energía, no debería costarte mucho—Cerró los ojos y le obedeció, estaba cansado, pero concentrarla era poco, parecía haber dominado algo básico y era un gran avance—Ahora lo que debes hacer es intentar ver a través de ella—

—¿De ella? —Sintió las manos de la IA sobre las suyas—

—Sí, dicho de esa manera es un poco absurdo, pero es sencillo—Rápidamente sintió algo raro en su cuerpo, un cosquilleo le hizo abrir los ojos, ahora nada era de color, era casi monocromático en su totalidad, salvo por un resplandor irónicamente oscurecido en frente suyo—Esta es la visión elemental, te lo voy a explicar—

Repitió casi al pie de la letra la explicación que le dio a Aelita solo que, con pequeñas variaciones, enseñándole como poder usar los rastros de energía de una manera correcta. El rastro de energía es algo que la IA llamaba al rastro que dejaba una persona al pasar, la gente común no deja rastro, pero si la gente que sabe usar su energía, los cuales eran casi contados con los dedos de las manos.

Logró terminar de cansar al muchacho, quien prefirió irse a dormir.

Pasaron un par de días tranquilos.

A la mañana de un viernes del verano, la IA se encontraba en la habitación donde tenían a Milly, puesto que estaba revisando su progreso, podía mantenerse de pie por un corto periodo de tiempo, aún no recuperaba del todo la movilidad por culpa de unos cuantos huesos rotos, pero el poder mover las piernas, de manera aún torpe, era un regalo inexplicablemente bueno a comparación de la noticia inicial de que posiblemente no podría mover más los pies por culpa de la lesión en su columna. En la sala solamente se encontraban Milly, la IA, Sumire y Evangeline.

—Bien, supongo que cuando las fracturas curen podrá ponerse de pie y aprender otra vez a caminar—Resaltó Evangeline, anotando cosas en un portapapeles—

—Sigo sin entender cómo todavía tengo mis piernas en su sitio—Se sentó en la camilla, intentando hacer un movimiento de péndulo con sus rodillas, dolía. Le habían enseñado imágenes, por propia insistencia, del accidente, enseñando incluso la más grotescas de las escenas; el hombre que conducía el coche sin más de la mitad de la cabeza y la persona de al lado suyo con el torso cortado a la mitad por una lata—

—Fui bastante rápida—Asintió la IA—¿Se sabe algo más de las otras personas? —Sumire negó con la cabeza—

—Nos encargamos de los cuerpos y de los familiares, aun así, el accidente salió en la prensa—Respondió la frívola doctora—

—Aún sigo sin entender cómo después de la lesión en tu columna puedes mantenerte sentada con tanta facilidad—Secundó Eva—

—La medicina—Respondió la IA, Sumire chasqueó la lengua—

—Luego hablo contigo—Dijo la doctora antes de irse rápidamente, había sido extraño—

—Por cierto, Milly, ¿Dónde te quedarás ahora? —Preguntó la IA—No puedes quedarte aquí para siempre—

—Sigo teniendo plaza en Kadic, pero ahora no me dejarán volver y los familiares más cercanos están fuera de la ciudad—No parecía con ganas de hablar de ello—

—¿Y casa de tus padres? —Le miró con curiosidad—

—Puedo quedarme ahí, pero… ¿Qué sentido tiene hacerlo ahora? —

—Bueno, sigue siendo tu casa, al fin y al cabo—Antes de dejarle responder, suspiró—No te preocupes, no creas que te dejaré sola—Eva sonrió—

—Haces bien en sacarla de este lugar—Terminó de apuntar en su portapapeles—Si se termina infectando sería el peor de los escenarios—Chasqueó la lengua—Te daré un pequeño paquete con todos los reportes que tenemos de ella, igual te son de utilidad—Miraba insistentemente hacia afuera—Creo que la doctora quiere hablar contigo, así que le ayudaré a prepararse—La IA asintió. Salió de la habitación y bajó hasta el despacho de la misma, observando el cómo revisaba un maletín metálico con un código anotado y un nombre, "Milly".

—Me gustaría saber que tienes en mente—Dijo la doctora al ver llegar a la IA—

—Solamente quiero ayudarla a que me ayude con esa gente de NEXT—Respondió en voz baja—

—Es una niña—Le respondió—Pero no estoy en ningún derecho de quejarme por ello, solo diré que ella es muy frágil, la romperás—

—Era la idea—La doctora se sorprendió—No puedo cambiarla si no es a la fuerza, pero no pienso hacerle daño, lo que tenga en mente es simplemente un secreto—

—Pues sea cual sea tu objetivo se verá con un obstáculo que es la lesión en su columna, ¿Qué tenías pensado para ello? —Miró hacia un lado—

—Esperar a que las lesiones más graves sanasen antes de comenzar con cualquier cosa, no pienso modificarla físicamente—La doctora abrió el maletín—

—Que sepas que estamos autorizados a experimentar con ella—La IA frunció el ceño—No lo hicimos porque te vimos interesada, pero sus padres firmaron un contrato donde nos autorizaban a usar la medicina experimental con el virus Gastrea en esa niña si las lesiones en su espalda eran irreversibles—Sacó un pequeño frasco cristalino con una tapa metálica, era de una calidad y dureza impresionante—Medicina experimental número quince del virus Gastrea, se supone que debe ayudar a la cicatrización y la calcificación de los huesos en caso de fracturas, en otras palabras, usar la curación que propone el virus, es un tratamiento que tiene como fin no dejarle el virus, sino usarlo como medicina—

—Aun así, hay riesgo de que se contagie—La doctora asintió—

—Son riesgos, pero si estaba aquí lo terminaría haciendo tarde o temprano—La IA miró al suelo—Te daré el maletín con la medicina, haz lo que veas plausible, pero que sea lo mejor para ella—

—Lo mejor para ella sería estar muerta ahora mismo—La expresión de la doctora se volvió bastante más seria—Si un individuo no puede realizar las funciones más básicas, no puede escapar de los depredadores y se tiene que sacrificar por el bien de la manada—

—No estamos en la época de las cavernas ni somos animales salvajes con un sistema tan jerárquico ni sanguinario, tenemos la posibilidad en nuestras manos de curar una lesión permanente con un virus que posiblemente la termine matando si se sale de control—

—¿Entonces mi razonamiento es más humano que el tuyo? —La doctora chasqueó la lengua, se estaba hartando—

—No se trata sobre si es más o menos humano, se trata sobre una gran posibilidad—

—Usando a una niña—

—No me cambies de tema—La IA soltó una suave carcajada—

—Esto no nos está llevando a ningún lado—

—Entonces que quede entre nosotras, si la lesión en su espalda te representa un contratiempo siempre está la opción de usar el virus, solo no dejes que se enteren los otros, podría molestarles la noticia—La IA ladeó la cabeza—

—No parecían disgustados con su presencia—

—Porque no tienen permitido verla por razones más que obvias—Suspiró—Supongo que para que sea más secreto me quedaré el maletín, pero ya sabes, estamos en nuestra potestad de usarla como queramos, así que más te vale saber lo que estás haciendo—

—Lo tendré en cuenta—Se retiró del despacho de Sumire. Había sido un gran golpe de suerte el hecho que Sumire le dejase salirse con la suya, ya que tenían un contrato firmado con los padres de la pelirroja, estaba firmado y si bien podría haber hecho algo a la fuerza, no quería interferir con algo tan importante, siempre podría encontrar una persona con la que experimentar. Al llegar al recibidor del edificio se encontró con Taelia entrando—Un poco temprano—

—En verano tengo que venir por las mañanas—Respondió la adolescente—¿Ya sabes que harás con Milly? —La IA asintió—Bien, por lo menos ahora podremos estar más tranquilos—

—¿Era una molestia? —Taelia asintió—

—Dado a que no querían que se infectase, toda la planta de enfermería parecía una zona radioactiva, tenemos que ir ahí todos los días y puede llegar a ser un incordio—

—No te preocupes, hoy volverá a casa—Taelia no parecía querer saber más detalles al respecto, con saber la información por parte de la IA le era más que suficiente. Siguió su camino al interior de las instalaciones. Al cabo de unos pocos minutos llegó Eva junto a la pelirroja, que estaba sentada en una silla de ruedas, tenía un pantalón corto que dejaba ver cómo sus piernas estaban vendadas desde la planta del pie hasta casi la parte superior de sus muslos—

Siguieron en solitario, cogieron un taxi que las llevó hasta la ubicación indicada por Milly; no muy lejos del centro de la ciudad ni de Kadic, era una casa no muy grande en un barrio tranquilo, fachada blanca y dos plantas, estaba protegida por una reja recubierta con vegetación y un portón metálico bastante típico, cruzaron la puerta y podían sentir el olor a abandono.

—Esta casa era algo así como de vacaciones para mis padres, veníamos aquí en verano de vez en cuando—Respondió Milly—De todo el tiempo que llevo fuera estoy segura que toda la comida se echó a perder—

—Te puedo ayudar con eso, me quedaré contigo unos días hasta que puedas ponerte en pie, aunque sea solo mantenerte—Suspiró—Por suerte tenemos aún todo el verano—

—¿No tienes cosas que hacer este verano? —Xana ladeó la cabeza mientras pensaba—

—No mucho, mientras Aelita no se vaya a algún concierto o algo puedo quedarme aquí, mi trabajo consiste en cuidarla cuando está en esos sitios—

—¿Entonces me quedaré aquí cuando no estés? —La IA asintió, insegura, la cabeza—

—Es posible, pero tengo a personas de confianza que te pueden hacer compañía, sin embargo, es un secreto—Buscó su móvil, enviando un SMS—

Comenzaron por limpiar la casa, hacía ya bastantes días que permanecía completamente cerrada y la comida, tal como había dicho Milly, se había echado a perder En algún momento de su descanso, sobre las horas de la tarde, tocaron al timbre de la casa de la pelirroja, la IA se acercó a abrir.

—Justo a tiempo—Saludó la IA a la persona del otro lado—

—Quizás un poco tarde—Le entregó un maletín con un portátil, se trataba de Zack—

—Pasa, os voy a enseñar algo—Entraron hasta la sala de estar, donde estaba la pelirroja mirando a un televisor con bastante parsimonia, llamándole la atención de la otra persona—Te presento a Zack, quizás lo hayas visto un par de veces en el laboratorio—

—Sí, me espiaba a veces por los cristales—Respondió la aludida—

—¿Te diste cuenta? —Preguntó el muchacho, sintiéndose atrapado—

—No eres transparente—Respondió—¿Qué nos vas a enseñar? —Miró a la IA—

—Contra quién estamos peleando—Se sentó en el suelo delante del sofá, Zack se sentó a su lado. Abrió el portátil sobre una mesita de centro, tecleando en el mismo mientras cargaba una serie de archivos encriptados—Esta información la encontré en internet y salvo que encuentre una fuente más fiable esto es todo lo que tenemos—Siguió tecleando—

—Es todo información sobre Next—Reconoció el joven, mirando algunos archivos que ya se podían leer—

—Estos días logré ordenar la información por las cosas que ocurrieron, al parecer Tina tenía la reputación de ser imparable dentro del Proyecto NEXT, lo que le llevó a que gran parte de los integrantes quisiesen cobrar venganza por su asesinato, esa gente te sigue, Milly—La pelirroja veía el monitor, como algunas imágenes pasaban, viendo las imágenes de algunas personas que, en la misma foto, tenían marcada una X roja como que había fallecido—Si queremos acabar con ellos desde dentro no basta con matar a sus soldados, tenemos que acabar con la base—Cambió a una imagen donde se veía un árbol jerárquico—Hay que tener en cuenta que el proyecto es en conjunto con unidades militares de todos los países de la OTAN, una organización de países bastante poderosa, sin embargo, acabar con la cúpula principal será una buena manera de quitarles estabilidad—

—¿Cómo podremos saber si son de verdad esa gente si están tan protegidos? —Preguntó Milly, entendía un poco del tema gracias a alguna que otra enciclopedia leída en clase, sabía de la existencia de esa organización, pero la información de la IA era impresionante—

—Zack y yo nos hemos encargado de esas personas, nos será bastante sencillo hacer todo esto—No era la respuesta que esperaba, pero era bastante válida—El jefe del proyecto es un veterano militar americano, Nimitz—La foto del hombre de piel blanca, no muy alto y anciano, con una mirada arrugada y anciana, pero decidida, con vestimenta militar típica—El resto de la gente es un añadido, él es el objetivo principal—

—Creía que ellos debían ser aliados nuestros—Apuntó el joven Neo—Escuché decir a los cuidadores que NEXT debía ser nuestro aliado en el desarrollo de nuestro, pero visto desde este prisma parecen los enemigos—

—Es porque la situación es confusa, recuerda el por qué comenzó todo esto—El joven asintió—Aún con esas, no entiendo por qué siguen insistiendo en querer que vuelva, ¿Tanta influencia tiene…? —Zack se encogió de hombros—

—¿De qué habláis? —Preguntó Milly, se había perdido con la conversación de ellos dos—

—En un futuro sabrás bien quienes somos realmente, mientras tanto recuerda la cara de este hombre—Milly asintió, de momento había cumplido la palabra de enseñarle qué había pasado, quizás de una manera muy simple, pero tenía el presentimiento de que si se metía en detalles no iba a terminar de entender lo que realmente estaba ocurriendo.

Por otro lado, Aelita se encontraba con Richard, habían quedado de encontrarse en un sitio tranquilo, hacía ya unos días que no se veían. La pelirrosa estaba sentada bajo la sombra de un centro comercial al que había ido un par de veces, viendo de lado a lado si se encontraba con Richard, aún no llegaba. Nada más ponerse de pie ya escuchó su voz a lo lejos, estaba enviándose SMS con Jeremy, había quedado de quedarse en su casa un par de días si nada pasaba o no tenía nada que hacer, pero era de momento un plan. Se giró hacia el pelirrojo, acercándose a él, abrazándole con fuerza.

—¿Vamos? —Preguntó, no sabía dónde quería llevarle, pero iban en coche. Subieron a el—

—Hacía tiempo que no te veía—

—El trabajo es agotador—Se pusieron en marcha—¿Alguna novedad como súper estrella? —

—Me hablaron de un festival de verano en otro país, me quieren meter en todos los conciertos posibles y mi creatividad a veces tiene un límite—Richard sonrió, parecía feliz porque la pelirrosa estuviese contenta con su trabajo—

—¿Y en tu casa les sigue pareciendo bien? —Esa era la pregunta que se hacía Aelita—

—Todos dicen que sí, pero realmente sé que Xana piensa que es una mala idea, Taelia me dijo que le parecía genial lo que estaba consiguiendo, pero le preocupaba el futuro… no sé exactamente a que se refiere—

—¿Y Anthea? —

—Estoy segura que piensa lo mismo que Xana, pero no lo quiere decir—Aunque se mostrase molesta, no lo estaba realmente—Sé que lo dice para que no me preocupe, pero recuerdo que me dijo que si mi fama como artista presentaba una amenaza lo cortaría de raíz—

—¿Estás de acuerdo con eso? —Aelita asintió—

—No quiero molestar a mamá, esto que hago es solo por hobby, sé que podría hacer más cosas, pero ver que la gente disfrute es reconfortante—Era bastante inocente en ese tema—

—Quizás debas conocer la opinión de más artistas al respecto—Aelita asintió—

—Me han dicho exactamente lo mismo y lo comparto, solo que de momento no soy tan famosa para que los famosos me puedan dar un consejo al respecto, de momento solo tengo suerte de principiante—Ambos rieron ante eso—

—Una principiante con mucho talento—Aelita sonrió—

—¿Dónde estamos yendo? —

—Un sitio donde fuimos una vez, luego iremos a mi casa—La pelirrosa asintió. El camino siguió bastante silencioso, a veces era mejor disfrutar del ambiente que una conversación. Aparcaron en frente de un gran edificio ajardinado que Aelita no reconoció de primeras—Llegamos—Se bajaron del coche, la pelirrosa al ver la entrada supo la intención de Richard—

—¿Te acuerdas de la vez que vinimos a este sitio? —La pelirrosa asintió—

—Me contaste que ibais a ir de excursión un día y casi obligué a mi padre a que me trajese aquí solo para verte—Respondió esta, sonriendo de manera casi melancólica, caminando hacia la entrada, se le venían imágenes a la cabeza de ella entrando con Waldo, buscando insistentemente con la mirada a Richard—Solo nos pudimos ver por un rato muy corto—

—Prometimos que ese fin de semana vendrías a mi casa a ver una película, pero nunca llegaste—Aelita asintió mientras miraba al piso, sonriendo—

—¿Quizás pueda cumplir ahora esa promesa? —Le miró de vuelta, sonriendo mientras sostenía sus manos en la espalda—

—Mejor tarde que nunca—Siguieron en silencio el camino hacia la entrada, no estaba concurrido para ser un día cualquiera de verano—

—Venir aquí contigo me trae mucha nostalgia de esos días—No miraba a Richard, solo seguía tranquilamente el camino—Pasar tantos días sin que el tiempo pase para mí y ver a toda la gente que conocía ya con una vida totalmente diferente y yo… parece que me quedé atascada bastante tiempo—Recordar esos tiempos dolían, para ella el tiempo solo se había congelado y el tiempo pasado era ya tiempo que quizás nunca podía recuperar, la IA se lo decía una cantidad innombrable de veces, ya que un pecado de Aelita era estar aferrada al pasado, desde que supo su origen gracias a Jeremy y el volver a estar con Anthea no parecían poner un parche a ese pasado herido—

—Sí, a veces mirar atrás y ver a tus compañeros que ahora ya no lo son, simplemente son unos completos desconocidos con vidas nuevas, algunos casados, otros con hijos, otros muertos o simplemente universitarios, de toda la gente me daba igual lo que les pasase, siempre esperaba el día con volver a encontrarte, al principio fue triste cuando fui a tu casa luego dese día de junio y… escuchar el rumor que os habían asesinado—Aelita seguía mirando a la nada—

—No sabes lo doloroso que fue volver a tener mi memoria, los primeros días nadie lo supo, solo pensaban que estaría triste por no tener a mi familia, pero… era más que eso, en mi cabeza el no tener a nadie y que el tiempo pasase tan rápido… solamente no tenía sentido, había noches enteras en las que no dormía por culpa de las pesadillas… algunos días sigo teniendo las mismas pesadillas y no entiendo por qué—Sintió como Richard agarraba su mano, no le molestó, pero no entendía—

—Te aferras mucho al pasado, sé que es complicado algunas veces no hacerlo, nuestra cabeza suele magnificar algunos momentos y parece que el tiempo pasado siempre fue mejor, pero no necesariamente es así, si algo de razón tiene esa chica de pelo blanco es algo que le escuché susurrar una vez, preferimos el pasado porque estábamos cómodos sin saber cómo lo estaremos en el futuro—

—Sigo teniendo pesadillas—Repitió—Muy raras, a veces solamente la presencia de Xana logra calmarme, pero unas veces son demasiado… sueño con la vez que secuestraron a mi madre, a pesar que ella ya intentó varias cosas para que no siguiese ocurriendo—

—¿No funcionó? —

—El problema es que esa pesadilla se transformó… en otra cosa—Negó con la cabeza—Lo siento, cambié de tema—

—Es bueno escucharte hablar de tus problemas, desde hace mucho nadie lo hacía y tampoco tenía a nadie con quien hablarlos—Aelita sonrió, agradecía mucho la intención de Richard, se había preocupado por ella de la misma forma que lo hacían sus amigos y eso significaba bastante—¿Cómo dirías que es tu vida ahora sabiendo que tienes un miembro más en ella? —Había hecho un cambio de tema interesante—

—Antes mi familia se basaba en mis amigos, Jeremy, Odd con sus tonterías, Yumi y su familia me ayudó bastante con algunas cosas, Ulrich… pero desde que estoy con mamá y Taelia la cosa es mejor, solo desearía estar con mi padre también, pero para eso debo tener paciencia—

—Si pides un deseo con fuerza…—

—…Es posible que pueda llegar a cumplirse—Dijeron al unísono—

—Lo escuchaste decir a Xana, ¿Verdad? —Richard se regocijó suavemente mientras asentía—

—Al principio me caía mal, pero con el tiempo de observarla entendí lo que trataba de hacer, quiere llevarte a un mejor futuro—Aelita asintió—

—Si tienes un deseo no lo abandones, sigue con él por más imposible que se vea el camino, nunca sabes cuándo encontrarás una puerta que te lleve más allá de lo imposible, lo supe cuando rescatamos a mamá y cuando Xana rescató a Taelia, parece que le encanta ir desafiando al destino, yo tendría que haber muerto unas tres veces en lo que lleva ella cuidándome, pero sigo aquí—

—Por eso mismo, ella no se detendrá hasta que tu deseo se cumpla, es bastante fácil de ver, quizás lo que deba preocuparte es saber qué hará ella después —Aelita se detuvo en seco por un momento, no había pensado en ello con firmeza, ¿Qué haría la IA cuando Waldo volviese de manera definitiva al mundo real y ya su existencia no tuviese sentido?, ¿Acaso su plan se pondría en marcha?, quizás debía esperar, sabía que había gente ahí fuera que la quería de vuelta en Lyoko, Jeremy el primero y quizás su padre también, pero si Xana lograba cambiar…—

—Ella me dijo una vez que quería irse a conocer el mundo—Respondió al recordar sus palabras en una conversación nocturna de hacía unos meses—Lo que me da miedo es que no la vuelva a ver, la verdad no sabría que hacer sin ella en esta altura de mi vida, pero sé que debo aprender a sobrevivir sin ella—Suspiró—A veces es doloroso cuando me lo demuestra, pero sé sus razones y las comparto—

—Pero…—

—Tengo miedo de fallar y no lograrlo—Miró al suelo—Sabe que llegará un momento en el que siendo artista sufriré por la presión y ha estado haciendo cosas para que pueda soportarla y me ayuda a pasarlo mejor, pero me da miedo fallar, hace tanto por mí que el simple hecho de hacerle perder el tiempo es desastroso—Richard tiró de ella—

—No pienses más en ello, estamos hablando de alguien casi omnipotente, no creas que te dejará tirada tan fácil, hasta donde me lo dejó claro, su trabajo era mantenerte con vida—Aelita asintió—Vamos a disfrutar de lo que nos quede de vida, solo se vive una vez y sería demasiado aburrido vivir arrepintiéndose de no haber hecho algo antes si tenemos toda nuestra vida para intentar hacerlo—Aelita le dedicó una buena sonrisa, había alegrado una monótona semana en bastante menos tiempo del que se esperaba para alguien como Richard. Caminaron dentro del lugar, se encontraban en el museo de historia natural, un sitio famoso y bastante concurrido, pero a ese momento del día estaba bastante tranquilo—Es impresionante como este sitio apenas cambió en diez años—

—No le dedican mucho tiempo a la renovación por lo que veo—

El melancólico viaje fue tranquilo, pasaron un buen rato de la tarde apreciando el museo, si bien era un plan extraño que adolescentes no harían de normal, ellos lo hacían por la ocasión, aunque fuese raro, se comportaban aún como niños, compartían bastantes gustos y seguían siendo el idiota bueno para nada y la sabelotodo que era una experta en casi todo. Eran un dúo interesante y si bien cualquier persona podría pensar mal al ver tanta diferencia de edad, el pasado había quedado atrás, Richard ya era un adulto, a decir verdad, técnicamente ambos lo eran.

En algún momento del anochecer salieron del museo y se montaron en el coche, poniendo marcha a algún sitio de las afueras del centro de la ciudad, llegando a un apartamento pequeño en una periferia bastante cómoda y tranquila, era la casa de Richard, vivía solo.

—Nunca había estado en tu casa antes—Respondió la pelirrosa, entrando junto al pelirrojo a su casa, era pequeña, tenía un pasillo luego de entrar en el que al fondo tenías un baño, a la izquierda a la mitad del mismo pasillo tenías una sala de estar junto a una cocina y al fondo a la derecha tenías la habitación junto con un pequeño balcón, era acogedor y justo para un trabajador soltero y solitario como él—

—La verdad paso la gran mayoría del tiempo fuera de aquí, es aburrido estar solo en casa y de vez en cuando voy con los compañeros del trabajo a… hacer algo que no sea estar aquí—Aelita se sentó en un sofá que tenía una mesita de centro y un televisor con un lector de DVD conectado, escuchó a Richard sacar un par de latas de refresco del refrigerador, lanzándole una nada más entrar a la sala que logró atrapar con facilidad—Pediré una pizza para cenar, tengo un pequeño repertorio de películas pendientes de ver—Tras una llamada rápida y sencilla, dejó su móvil al lado mientras bebían refresco, viendo la televisión—

—No me imagino que pensarían tus vecinos si te viesen entrar con una chica adolescente en el apartamento de un adulto soltero—Lo decía en broma, Taelia hacía constantemente ese tipo de bromas y por su culpa se le habían pegado—

—Seguramente llamen a la policía pensando que soy algún tipo de enfermo sin cura—Respondió con cierto nerviosismo—Pero da igual, no creo que lo hagan, mis vecinos son gente como yo y créeme que algunos pueden llegar a ser muy mala influencia—

—Eso no da ninguna confianza—Se apoyó sobre Richard—Me da curiosidad—Se recostó sobre él, mirándole desde abajo—¿Por qué no tienes pareja? —

—Durante un tiempo estuve saliendo con una chica de la universidad, era japonesa y se llamaba… no recuerdo su nombre, pero un día perdí contacto con ella, la conocí nada más entrar, íbamos prácticamente a todas las clases y la había visto desde los últimos años del liceo… me enteré que se había mudado de vuelta a Japón para un proyecto importante… nunca supe nada más de ella, de esto hace ya un par de años y bueno, nunca más tuve suerte con ninguna chica y ahora por culpa de mi trabajo no es que tenga esperanza alguna de hacerlo—Le dio un sorbo a su bebida—

—Debes sentirte muy solo algunas veces—Richard asintió—

—Apenas hablo con gente del liceo o la universidad, y mis compañeros de trabajo son tan salidos que a veces prefiero no hablar con ellos porque su existencia me da grima—Dejó la bebida a un lado—Algunas veces me intentaron convencer de hacer cosas… ilegales, pero siempre lograba salirme con la mía para no hacerlo—

—¿Qué clase de compañeros tienes? —Preguntó, era una interesante pregunta—

—Cuando pasas tanto tiempo estudiando que tu cabeza se rompe solo quedan las cosas más degeneradas que puedas encontrar—Aelita se aguantó la risa—Por suerte no soy ese tipo de degenerado, todavía conservo algo de cordura—

—Es decir que eres virgen—Sintió la mano de Richard tocándole el vientre—

—No sé a dónde intentas llegar con ese ataque tan gratuito—Aelita se volvió a aguantar las ganas de reír—Y tampoco dije eso—

—Lo siento, siempre tuve ganas de vacilar a alguien con eso—Estaba casi seguro que lo había escuchado decir a aquella chica albina que tanto miedo le daba—¿No intentarás hacerme algo si me quedo contigo? —

—Si te intentase hacer algo de esa manera de seguro esa chica me enterraría vivo en algún campo perdido de la mano de Dios y tu madre y tu hermana no me lo perdonarían—Suspiró—Este mundo es difícil—

—No te preocupes, solo estaba bromeando—Se recostó sobre el regazo de él, mientras sentía cómo le acariciaba. Sentir un contacto humano realmente gentil era simplemente… bueno, con Jeremy apenas tenía oportunidad de estar en ese plan y con Richard se tenía una confianza similar, a veces podía llegar a entender los celos del rubio, pero no quería causar una guerra entre ellos, ya que el ganador estaría claro, Jeremy, él tendría más armas con la que ganar sobre Richard. Lo escuchó suspirar mientras recostaba su cabeza contra el sofá—

—Gracias por acompañarme, sentir la compañía humana de una persona cuerda se siente como un regalo—Aelita se rio por lo bajo—

—Me hacía falta también, siempre que quieras podemos repetirlo—Él asintió, tomando otra vez el refresco—

—Salud por eso—Chocaron suavemente las latas a manera de brindis, dándole un sorbo a la misma, hubo un breve momento de silencio mientras escuchaban la TV, esperando a que su comida estuviese en ahí para poner una película—¿Anthea sabes que te quedarás aquí? —Aelita se dio cuenta de ello, sabía que estaría con Richard, pero no que se quedaría ahí y recordando la conversación de hacía pocos días, sabía que no le dejaría—

—Sabía que algo se me estaba olvidando—Sacó su móvil, antes de poder enviar un SMS ocurrió un pequeño milagro, por la ventana que tenían al lado, abierta, pudieron ver cómo la lluvia había comenzado a hacer acto de presencia, y viendo el cómo estaba el cielo, no tenía pinta de parar—Quizás pueda convencerla—La llamó y le contestó a los pocos segundos—

¿Sigues con Richard? —Fue su primera frase nada más contestar—

—Sí, tenía intención de irme, pero está lloviendo bastante, ahora estoy en su apartamento—Miraba a Richard, quien toda la situación le estaba haciendo gracia, parecía que se estuviese escapando de casa para hacer algo malo—

Ahora está cayendo una buena para ir a buscarte… tienes mucha suerte—Aelita tuvo que resistir sus ganas de hacer la pregunta—

Que Richard duerma en el sofá—Era la voz de Taelia, se pudo escuchar de fondo la risa de Anthea llamándole la atención y la posterior risa de Taelia al ver que su burla había hecho efecto—

Si la lluvia no para puedes quedarte ahí, pero más te vale que no hagáis cosas raras—Asintió Anthea—

—No lo haremos—Respondió con una medio sonrisa, haciendo una señal a Richard de aprobación—Teníamos intención de ver una película y poco más—

De acuerdo, estoy segura que Xana estará cerca así que disfrutad—Tras despedirse, colgaron la llamada—

—Fue más sencillo de lo que me esperaba—Dejó su móvil sobre la mesita, recostándose otra vez al lado de Richard—

—Espero que se mantenga la lluvia—Se podía escuchar el sonido abrasador de los truenos cayendo de fondo—

—Me preguntó si el repartidor vendrá con esta lluvia—Se recostó sobre el regazo del chico, tocándole con uno de sus dedos el mentón—

—Debería…—Escucharon el timbre—Estar aquí ahora mismo—Recogieron la pizza y prepararon todo para una velada interesante, ahora solo tenías que escoger la película, Richard sacó de un pequeño cajón en su habitación un estuche que contenía algunos DVD—Tengo algunas de miedo, de risa, acción… cosas que no sé ni que son—Comenzó a dejar las películas al lado—Todas pendientes de ver—

—¿Nunca las ves? —

—¿Con quién?, es aburrido hacerlo solo—Aelita le dio la razón—¿Te apetece alguna en específico? —Aelita miró el pequeño repertorio del pelirrojo—Escoge lo que quieras, la verdad no tengo preferencia—Asintió, escogiendo un DVD y reproduciéndolo en el aparato—Entonces toca una de comedia un poco… rara—Se pudo ver el título rápidamente por un menú de selección—

American Pie—Leyó la pelirrosa—No había escuchado de ella—

—Es conocida, pero no sé cómo es—Reprodujo finalmente la película, se sirvieron y comenzaron a disfrutar del espectáculo. Si bien la película comenzaba bien, algunas escenas ya comenzaban a ser rápidamente embarazosas, era una comedia adolescente que abusaba de los chistes sexuales, si bien lo hacía gracioso, algunas escenas llegaban a ser entrañablemente vergonzosas de ver—Es una comedia adolescente demasiado… adolescente—Dio un mordisco a su trozo de pizza—

—Las bromas sexuales son vergonzosas en esa película—Seguía comiendo—No está mal—A la hora de película, la caja de pizza estaba vacía, por lo que la pelirrosa se recostó sobre Richard, quien al verle simplemente pasó un brazo por su vientre. El ambiente estaba… curioso, la película ayudaba a calmarlo, pero no era nada parecido a uno cómico, era más… entrañable. Aelita lo ignoraba, pero Richard no, quizás la diferencia de edad tuviese algo que ver—

—Se acabó—Había sido una película con más pena que gloria, pero habían sobrevivido—No puedo creer que tenga varias secuelas—Vieron la hora, media noche pasadas, fuera seguía cayendo una buena tempestad—Podemos ver otra en mi habitación, quizás estemos más cómodos ahí—Aelita asintió, poniéndose de pie al mismo tiempo que él. Limpiaron todo el desastre y fueron a la habitación de él—

—Es cómoda—Asintió, sentándose sobre la cama—

—Es quizás lo mejor que tengo ahora mismo—Enchufó el DVD al televisor de su habitación—¿Te apetece alguna en específico? —Miró su repertorio—

—No se me ocurre nada en este momento—Richard asintió, sacando un DVD, introduciéndolo dentro del aparato—

—¿Qué tal Hellboy? —

—La vi con mis amigos hace bastantes meses, pero no me molestaría verla otra vez—El pelirrojo asintió, colocando la película y reproduciéndola. Mientras, Aelita se quitó los zapatos, tenía intención de dormir—¿Tienes algo con lo que pueda cambiarme? —

—¿Qué es algo? —

—Un camisón—Richard buscó algo en su armario, entregándole una camisa de deporte—Es bastante grande—

—No es exactamente uno, pero te irá como camisón—La pelirrosa se retiró rápidamente a cambiarse, volviendo a los pocos minutos a la habitación, viendo como Richard ya se había cambiado de ropa, llevaba un pantalón corto y una camisa esqueleto—Nada mal—La pelirrosa dio un giro sobre sí misma, le quedaba casi por las rodillas, quizás un par de dedos por encima—

—Gracias—Se sentó en la cama al momento que la luz se apagaba, miraba a Richard de reojo, él simplemente miraba la película al tiempo que esperaba a que ella se acostase también, no sabía exactamente si era buena idea, había dormido con él en el pasado, cuando aún eran niños, pero la situación había cambiado y ya no lo eran, podía escudarse tras el que solo eran amigos de la infancia, pero… él ya era adulto, una persona con una mentalidad muy diferente a la suya en bastantes aspectos, así que el simple hecho de dormir en la misma cama que él podía llegar a ser… raro. Suspiró, su cuerpo estaba ligeramente frio—

—¿Ocurre algo? —Era la voz de Richard al verle dudosa—

—Ah… nada, nada—Se recostó en la cama, cubriéndose con la cobija, acercándose a él—Ahora está mejor—El frio de fuera era rápidamente reemplazado por calor humano—Pasaba el rato mientras miraban la película, bastante regular para ser lo que era. Aelita simplemente ya no le molestaba mucho el hecho de estar con él en ese momento, ahora simplemente se estaba dejando llevar, estaba nerviosa, pero al mismo tiempo ansiosa. En un intento por acomodarse movió la cabeza hacia un lado, dejando caer su mano izquierda sobre el pecho cubierto de él, mirándole con detenimiento por un par de segundos hasta que sus miradas se cruzaron, fue solo una fracción de segundo, pero el simple contacto los había bloqueado. La pelirrosa alzó la mano suavemente por su pecho hasta llegarle al cuello y posteriormente a la barbilla, él solo le miraba con curiosidad, esperando que su movimiento no fuese un simple vacile… Por suerte para él, no fue así. En un fortuito movimiento en el que la chica se dejó llevar, movió su cuerpo casi de manera involuntaria hacia él, apoyando su mano izquierda sobre su pecho al tiempo que el movimiento le llevaba lentamente más cerca, chocando suavemente sus labios, ninguno de los dos sabía a ciencia cierta por qué algo tan repentino, pero había sido bastante largo para poder romper un hielo que se creía ya roto. Richard, no obstante, le sostuvo de la barbilla, cortando el mismo mientras le miraba con sorpresa el cómo ahora estaba sentada al lado suyo, mirándole con el rostro sonrojado, quizás ni siquiera ella sabía exactamente a que se debió ese repentino impulso, quizás la situación, con una mezcla de hormonas adolescentes, había hecho su trabajo, quizás, simplemente, impulso natural—Lo siento, yo… eh… me dejé llevar—Richard alzó su torso hasta estar sentado, Aelita le miró—

—Tranquila, fue algo repentino—Su mano tocó la de ella, quizás para darle un mensaje de "Está bien", que Aelita interpretó bien. Casi de improviso, se sentó sobre su regazo, girada hacia él de manera que podía verle de frente. El pelirrojo le acariciaba la parte exterior de los muslos con detenimiento, sintiendo el frio tacto del cuerpo sonrojado de la chica que ahora tenía mirándole con detenimiento esperando alguna instrucción—¿Entonces? —Aelita seguía igual de avergonzada luego de un rato corto, no se esperaba hacer eso de manera tan repentina, menos con Richard—

—¿Entonces…? —Apoyó sus manos sobre los brazos de él, mirándole al tiempo que jugaba con sus dedos. Escuchó un suave suspiro, no le estaba mirando de frente, pero le obligó a ello, solo para sentir sus labios otra vez. Se acercó más, casi chocando sus cuerpos, esta vez pasó sus brazos hasta abrazarle por el cuello, mientras sentía unas manos por la parte inferior de su muslo que iba tocando cada vez más suave y profundo, ahora estaba con la respiración ligeramente agitada, mirándole al tiempo que se mordía de manera inconsciente el labio inferior—Tus labios están algo secos—

—¿Por qué no me ayudas con ello? —Para ser un bueno para nada, sabía no arruinar el momento, un punto positivo para él. Aelita sonrió, riéndose suavemente solo para volverle a besar. Ahora la película estaba en un segundo plano, estaban ellos dos y algo de fondo para dar luz, pero casi no se escuchaba, quizás querían escucharse más a ellos o simplemente estaban en sintonía que el propio sonido exterior no podía penetrar en ella, fuese cual fuese, ahora disfrutaban de la mutua compañía. En un momento dado, Aelita dio un respingo, moviendo ligeramente su cadera hacia adelante, tomando por sorpresa a Richard—

—Sentí… algo ahí abajo—Richard tuvo que contener la risa—

—Me haces sentir mal—Le obligó a mover su cadera hacia atrás, solo para que volviese a sentir lo mismo otra vez—¿De verdad quieres averiguarlo? —

—No seas así…—Sentía algo presionar contra la parte inferior de su ropa interior, sabía que era, pero le daba corte el solo hecho de pensarlo—

—Vayamos lentamente, quizás sea lo mejor—Empezó él quitándose la camisa que usaba de pijama, dejando ver su escuálido cuerpo. Su mirada se fijó en la pelirrosa, quien tenía los ojos cerrados mientras su respiración se agitaba lentamente, por lo que aprovechó ese momento para que sus manos se colaran por debajo de su camisón, casi sin quererlo por el interior de la ropa interior de ella en los lados de la cadera, algo que provocó que la pelirrosa abriese los ojos para mirarle, él sólo se limitó a moverlos hacia suavemente hacia atrás, aprovechando el tacto para sentir la plenitud de sus glúteos. Aelita no sabía ni que hacer, se limitaba a ver a Richard esperando algún movimiento suyo—Pareces un gato asustado—

—Lo… siento, normalmente me dejo llevar, pero… —Normalmente la persona que le tocaba así era Xana, pero con una razón más simple de la cual ya se había acostumbrado, ahora sabía que no era ella porque el tacto era más suave, la persona que lo hacía no era brusca y tan lasciva. Se armó de valor y le volvió a besar, obligándolo a apoyarse sobre la pared, estando sentado a lo largo de la cama con los pies extendidos, con ella sentada sobre la parte más baja de su abdomen, girada hacia él, viéndose el uno al otro. Por cada suave beso, sentía el palpitar de su corazón cada vez más fuerte. También el calor de sus cuerpos ya era bastante notable, más el de ella—¿Puedo? —Él alzó una ceja—Tápate los ojos—Rodó los ojos, cerrando los mismos mientras miraba hacia arriba. Solo sintió que los brazos que le abrazaban el cuello ya no estaban, sintiendo algo muy suave caer al lado de la cama, donde él había dejado caer su camisa—Ya puedes ver—Abrió los ojos, viendo el torso desnudo de la pelirrosa; unos pechos ligeramente desarrollados y una figura delgada remarcada apenas por un sujetador que no estaba—

—Nada mal—Movió sus manos para acariciarle el pecho, apretando y tocando de manera que ella no se sintiese muy incómoda, leyendo su lenguaje corporal casi al momento, estaba también nervioso, ya habían llegado de manera inesperada a ese punto y no quería que un mal movimiento suyo terminase por arruinar todo, no esta vez—¿Qué sientes? —

—Algo… raro—Se apoyaba sobre sus antebrazos, viendo con curiosidad el cómo jugaba con sus pechos—

—Son blanditos—

—No tengo tanto, Taelia tiene más que yo—Richard no respondió a eso, no sabía cómo hacerlo, sólo se limitó a usar sus manos para, una vez más, obligarle a acercarse para poder besarle otra vez. Aelita difícilmente correspondió, se le notaba bastante nerviosa—

—¿Estás bien? —Ella asintió, estaba sonrojada—

—Es solo… que me siento rara—Apoyó sus brazos sobre el pecho de Richard mientras miraba a otro lado—

—Si quieres podemos parar aquí—Aelita se mordió el labio inferior al tiempo que pensaba—

—No me gustaría dejarlo, así como así—Movió su cadera hacia abajo, sintiendo algo bajo su ropa, le estimulaba de una manera que casi podía recordar a Xana con esa sensación y era lo que extrañaba, ese raro cosquilleo en su cuerpo no estaba y le hacía sentir extraña—

—¿Entonces? —Pudo ver a la pelirrosa ladeando la cabeza de un lado a otro, sabía que se le estaba pasando algo, pero no quería o no podía recordarlo… no es que tuviese importancia en ese momento, aparentemente. Se abalanzó sobre él, mordiéndole suavemente el cuello—Entiendo—Le imitó, provocando que la chica soltase un suspiro—

—¡Oye! —Le dijo al tiempo que se reía—

—Empezaste tú—Rápidamente le besó, no perdiéndose ningún detalle de lo que estaba pasando. No era un beso romántico, era unos con gran toque de pura lascivia, se sentía en el aire el ambiente. Cortaron el beso—

—Todavía siento algo abajo—

—¿Quieres averiguar qué es? —Aelita se sonrojó aún más, no se esperaba esa combinación de palabras. Notó el cómo se movió hacia atrás, dejando ver un cinturón—No tengas miedo—

—Es vergonzoso—Como pudo le quitó el cinturón y posteriormente desabrochó el pantalón, pero no siguió de ahí. Viendo que ella no iba a seguir, Richard simplemente se dejó caer en la pared mientras se reía ante la situación—No te rías—

—Es que me hace gracia—Con sus dos manos aún dentro de la ropa interior, acariciando lo más posible, las movió rápidamente hacia abajo, llevándose la misma ropa consigo, algo que tomó por sorpresa a su compañera, quien rápidamente le sostuvo los brazos—¿Me dejarás? —Tras un momento de silencio, Aelita dejó sus brazos encima del torso de él, alzando el mismo ligeramente, permitiéndole bajarle la ropa interior lo suficiente para poder quitarla y dejarla caer a un lado. Ahora ya no había vuelta atrás, estaba completamente desnuda en frente de su amigo de la infancia en una situación que no tenía otra salida—Ahora te toca a ti—

—Vale—Con un movimiento torpe de sus manos logró bajarle el pantalón, ayudándose de él para quitarlo, dejándole solo con la ropa interior, podía ver algo que comprendió que era la razón de lo que sentía momentos antes. Lo tocó tímidamente por curiosidad, usando un dedo para sentir su dureza y calidez, sentía una suave palpitación que le provocaba algo extraño. Usó sus dos manos para bajar muy tímidamente la ropa interior, dejando ver el miembro erecto de él. Sintió un movimiento de piernas tras suyo, viendo como momentos después el mismo bóxer caía a un lado de la cama con las demás prendas de ropa. Ahora solo podían verse ambos en igualdad de condiciones—

—Ven aquí—Le obligó a acercarse solo para chocar suavemente su frente con la de ella, sintiendo como sus suaves manos la acariciaban el cuello—¿Estás bien? —

—No te preocupes, tú continúa—Se besaron con lentitud, ahora la pelirrosa sentía bastante mejor algo sobre su sexo, un objeto alargado, duro y caliente que le hacía sentir extraña. Movió suavemente su cadera hacia atrás, soltando inconscientemente un gemido, tapándose la boca al momento—

—Continúa ese movimiento—Besó su cuello con suavidad al tiempo que le acariciaba la espalda, notando como la pelirrosa seguía torpemente con el movimiento, pero de una manera lo suficientemente lenta para poder experimentar bien la sensación de placer—¿Quieres cambiar de posición? —Escuchó un suave sonido afirmativo. Se movió rápidamente, dejándole caer sobre la cama bocarriba, moviéndose hasta estar encima de ella apoyado con sus manos sobre el colchón, mirándole de frente al tiempo que ella simplemente jugaba con sus manos. Él movió su cadera al tiempo que presionaba con su cuerpo su intimidad contra la de ella, sintiendo un inexplicable placer, podía ver la cara de la pelirrosa, terriblemente sonrojada, con sus manos cubriendo de alguna manera su boca para no hacer mucho ruido, pero de alguna manera de le escapaban suaves gemidos cuando hacía bastante presión—¿Se está bien? —Ella asintió—

—¿Puedo… tocarlo? —Él asintió, viendo como con ambas manos tocaba suavemente su miembro, ya ligeramente humedecido—Es caliente, curioso—Tocó sin querer con la uña en un lugar sensible, provocando un ligero espasmo en Richard—

—Ten cuidado—

—Lo siento—Él negó con la cabeza. Con una de sus manos, le acarició el sexo, sintiendo como un líquido se empapaba en la misma, era buena señal—

—Avísame si te duele, ¿Vale? —Ella asintió. Sus manos se agarraban a los antebrazos del chico, quien con un movimiento de su cadera puso su miembro en la entrada, haciendo suave presión sin intención de hacerle daño, la pelirrosa estaba mirando, con una respiración pesada que respondía al más mínimo estímulo. Con el mismo movimiento hizo presión con sus caderas para poder penetrarle, en ese momento sintió presión sobre sus ante brazos, notando como el rostro de Aelita denotaba dolor, movió más su cadera hasta que ya chocar con la de ella, la respiración de ambos era pesada. Ante la sensación, la pelirrosa puso una mano en el abdomen de Richard, haciendo presión hacia atrás—

—Es…pera, es…pera—Obedeció, moviendo su cadera ligeramente hacia atrás—

—Si me muevo se irá poco a poco—

—Es que… lo siento bastante dentro…—

—Tendré cuidado—Movió su cadera suavemente a manera de péndulo, guiándose por el tope que Aelita ponía con su mano, con ese mismo movimiento podía escuchar los ahogados suspiros de ella. Con cada movimiento hacía más presión sobre el límite que ponía ella, aumentando paulatinamente la velocidad. La lascivia ya era predominante en ambos. Le agarró la mano que le impedía mover su cadera con libertad y la apartó sin apenas oposición, moviendo su cadera sintiendo el contacto del cuerpo de ella en esa misma zona, casi podía sentir que tocaba el tope, la razón de que ella le pusiese límite. Ahora solo se limitaba a agarrar con fuerza las sábanas mientras él aumentaba el movimiento de sus caderas, sin perder ningún detalle, evitando ambas partes hacer mucho ruido para no llamar la atención. Al poco rato la pelirrosa puso ambas manos sobre el abdomen de él, intentando de alguna manera pararle por una sensación, pero no funcionó, su espalda se encorvó suavemente ante la sensación de haber llegado al clímax, sin embargo, él seguía moviendo su cadera con fuerza, provocándole una sensación extraña—

—Richard…—Dijo suavemente, él le miró y sintió un último movimiento de su cadera que liberó algo caliente y líquido dentro suyo, escuchando por su reacción que habían llegado al mismo punto. Ambos jadeaban con fuerza mientras se miraban el uno al otro—Estuvo… genial—

—No pensé que algún día llegaríamos a este punto—Se acercó y le robó un beso, poniéndose de pie, trayendo consigo algo de papel para ambos limpiarse. Pasó un momento en el que ambos estaban recostados sobre la cama sin más que apreciando la lluvia caer—¿Te gustó? —

—Fue mejor de lo que esperaba, al principio me asusté porque sentía algo muy dentro, pero luego se sintió mejor de lo que esperaba—Suspiró—

—Supongo que nos dejamos llevar bastante… espero que esa chica no me haga algo mientras duermo—Escuchó la risa de Aelita al tiempo que veía como se volvía a vestir—

—Tranquilo, no creo que te haga algo malo—

Tras una bebida y un descanso, volvieron a dormir. A un rato después, cuando aún no amanecía y la lluvia apenas comenzaba a amainar, la pelirrosa despertó, algo le había llamado y reactivó su cuerpo. Se levantó suavemente, no despertando a Richard. Se acercó al pequeño balcón de la habitación que tenía la ventana abierta, al asomarse pudo ver cómo la lluvia ya no tocaba el suelo del balcón y al alzar la mirada, una persona sentada peligrosamente sobre la barandilla.

—Buenas noches—Dijo la IA en voz baja—

—Buenos días más bien—Se acercó a ella—¿Qué haces por aquí? —

—Estabas tan excitada que podía sentir tu energía… ya sabes—Aelita cayó en cuenta de algo—

—¿Estabas espiando? —Vio el cómo negaba con la cabeza—

—Pero pude leer tu sensación corporal aún sin verte, es gracias al cristal que llevas—Aelita simplemente tocó el cristal—Así que ahí fue tu primera vez—Ella asintió—Pensé que sería con Jeremy—

—Yo igual, pero me da igual, estuve a punto de hacerlo con Odd meses antes y lo detuve a tiempo, pero con Richard… se sintió de manera diferente—

—La verdad me lo esperaba, así que por mi parte es tu decisión, pero por otra—Vio el cómo la IA le tocaba el vientre con una mano, provocando una ligera descarga eléctrica—Como te llegue a pasar algo Anthea os matará a ambos—

—Soy tonta… encima acabó dentro de mi—

—Nunca pensé que escucharía esas palabras salir de ti—Sintió un golpe suave en sus piernas mientras reía por lo bajo—No importa—Le entregó un cuadradito de aluminio, una pastilla—Me adelanté a los acontecimientos—

—Supongo que me servirá—Estiró su cuerpo—¿Qué tal está Milly? —

—La saqué del laboratorio porque no quería que la terminasen infectando de una manera u otra y ahora está en casa de sus padres, cuidaré de ella hasta que sea capaz de ponerse de pie—

—¿Qué planes tienes? —

—Ayudarla a vengarse de NEXT, ya que, de alguna manera, siguen tras ella—

—Es una pena lo que le ocurrió—Xana asintió—Confío en ti para que no le pase nada malo—

—No me preocuparía por ella, sino por Hiroki y Tamiya—Aelita se fijó en ella—Puedo proteger a Hiroki, pero no a la otra, sin embargo, sería estúpido que fuesen tras ellos solo para llamar su atención, me darían más razones para volarles la cabeza por mi cuenta, por lo menos así opina Edge—

—¿Edge…? —Eso había llamado su atención—

—No te preocupes por eso, a veces cuando concordamos en opiniones es todo más divertido, es solo una aburrida la mayoría de las veces—Suspiró—

—Tienes razón, pero es preocupante igualmente—Xana asintió—Quizás deba volver a dormir—

—¿Quieres que quede entre nosotras? —Aelita asintió—

—No quiero que se enteren todavía, quiero esperar un poco—

—Solo ten cuidado, si Jeremy se entera estarías en un gran problema—

—No creo que Richard sea tan tonto para decirle algo, no tendría sentido—

—Tienes razón, pero recuerda de quién estamos hablando—Jeremy—Disfruta de la compañía— se acercó y le dio un beso en la mejilla—Intenta no mojarte, esta lluvia es eléctrica, estaba investigando un poco, mañana cuando puedas ve a la fábrica por la tarde, quiero explicarte algo que encontré—Aelita asintió. Vio cómo Xana de un salto llegaba hasta la acera y salía deslizándose por la calle usando la humedad como medio de transporte para la electricidad. Volvió a la cama y siguió durmiendo—

Despertó temprano en la mañana por un delicioso olor proveniente de algún sitio. Al abrir los ojos giró su cabeza hacia el lado contrario, esperando ver a Richard, pero no estaba, por lo que rápidamente se puso de pie, estirando su cuerpo. Sus piernas dolían, pero era un mal menor en comparación a lo ocurrido la noche anterior. Se acercó hasta la pequeña cocina, encontrándose con el muchacho, ya duchado y vestido.

—¿Ya te vas? —Preguntó, restregando sus ojos—

—Oh, buenos días, me iré en un rato, prepárate, así te llevaré a casa de paso—

Tras un rato no muy largo, Aelita volvió con Richard, estaba más despierta y solo recordaba lo ocurrido la noche anterior. Si bien podía llegar a arrepentirse, él le dio la opción de hacerlo varias veces, así que su decisión es final. Lo hecho, hecho está. Se dejó caer sobre el sofá.

—Anoche vino Xana, estuve hablando con ella un corto rato—Dijo al momento que el muchacho entraba a la sala con un par de platos—

—¿No dijo algo de querer enterrarme vivo en algún lugar perdido de Siberia? —Aelita negó con la cabeza—

—Sobre eso solo me dio una pastilla y no me dijo nada relevante, sobre el tema de Milly…—

—¿La chica esa que sobrevivió al accidente? —Asintió con la cabeza—

—Xana cuida de ella y dijo que de momento está en su casa, me preocupa el hecho de que no pueda aguantar la dureza de cómo es ella—Tras un rápido movimiento se tragó con rapidez la pastilla que le había dado la IA, no iba a cuestionar si le había dado lo que creía que le había dado o todo había sido una trampa para darle cianuro, fuese lo que fuese, simplemente obedeció—

—Es que no entiendo por qué van tras una adolescente que no tiene nada que ver con los que la están persiguiendo—

—Según Xana es por culpa de que la francotiradora la vio no morir y desde ese día quería verla muerta, quizás para vengarse de ella o algo, pero involucró a todo el proyecto, pero sabemos tan poco de él que no estoy segura de que Xana sepa siquiera que están planeando—Siguieron comiendo en tranquilidad—

No hablaron de lo ocurrido por la noche. Quizás lo mejor era dejarlo estar, a ninguno le molestaba, pero a la pelirrosa le comenzaba a incomodar el solo recordarlo porque Jeremy se le venía a la cabeza. Solo podía dejarlo estar, tendría que esperar el resto del verano. Sabía que parte de la culpa de haberse dejado caer tan fácil con Richard era de Xana, sus lascivas actuaciones solo para robarle energía tenían la culpa de ello, pero poco podía hacer contra ella, era un mal que no podía del todo evitar. Ahora solo podía dejarse llevar. No iba a pensar más en ello o se torturaría más.

Aelita volvió a casa con Richard.

Nada más salir del coche se encontró con Taelia saliendo de casa, parecía tener pocas ganas de hacerlo, Richard aún no se había ido.

—Buenos días—Se saludaron ambas—

—¿Estuvo bien la velada par de tortolos? —Preguntó la adolescente—

—Salvo ver películas no hicimos nada más—Lo dijo con una naturalidad tal que parecía real y todo—

—¿Qué clase de persona crees que soy? —Preguntó Richard en tono de broma, pero solo recibió la mirada indiferente de Taelia como respuesta—

—¿Ya te vas? —Preguntó Aelita a su hermana—

—Hoy hay sesión especial, solo espero no terminar con el cuerpo lleno de moratones—Respondió esta—

—¿Quieres que te lleve?, el laboratorio me viene de paso—Ofertó Richard, Taelia asintió. Ambas hermanas se despidieron y Taelia subió al coche de Richard. El trayecto fue silencioso, no se conocían como tal y poco o nada tenían que decirse al respecto, lo poco que sabía Richard de Taelia es que podía llegar a ser muy dura con los desconocidos y su personalidad, a ojos de un desconocido era de una persona bastante agresiva, por lo que en lugar de decir algo para romper el hielo, prefirió dejar la radio como sustituta de una conversación. No obstante, justo cuando estaban llegando al destino, escuchó que Taelia le dirigía la palabra—

—¿Le hiciste algo a Aelita anoche? —Preguntó de forma clara, mirándole de frente—

—No le hice nada—Respondió, medianamente tranquilo, pero el solo sentir la mirada juzgadora de Taelia ya le hacía perder esa misma tranquilidad a un ritmo alarmante—

—Más te vale no hacerle daño—Le advirtió en tono claro y asertivo. Richard se detuvo al lado de la puerta del laboratorio—

—No le hice daño, no le haría daño a Aelita—Respondió de vuelta—No sé qué clase de persona crees que soy—

—Me da igual la persona que seas, si le haces daño a Aelita te cortaré la cabeza, no dejaré que le hagan algo malo—Richard soltó un pesado suspiro—No soy Xana que hace lo que la princesa diga, si a mí no me gusta, lo hago saber—Se bajó del coche al momento, sin cruzar ninguna otra palabra. Richard se quedó mirando atónito el cómo se retiraba. No se esperaba que Taelia fuese tan recta y agresiva, pero la entendía, el haber pasado por un indeseable infierno le hace tener ese comportamiento con alguien que hasta ese punto le había ayudado bastante. El muchacho simplemente lo dejó pasar, su conciencia estaba limpia pese a la dura advertencia de la chica—

Taelia entró al laboratorio como si se tratase de otro día cualquiera, no tenía pinta de parecer que algo fuese a ser diferente. Tras identificarse en la entrada, caminó por las instalaciones con relativa libertad hasta encontrarse en el despacho de Sumire, quien quería verla.

—¿Qué de especial tiene este día? —Preguntó con un tono cansado, sentándose en una silla—

—Lo único especial es que es un poco improvisado, verás—Se giró hacia ella, se encontraba de pie buscando algunos documentos en una estantería—Ayn quería probar algo que nos traía con curiosidad hace algunos días y era el efecto de algunas drogas estimulantes o alucinógenas, supongo que sabes por donde voy—Tras pensarlo durante un rato, la adolescente asintió—

—¿Entonces queréis que nos metamos drogas para ver cómo nos comportamos? —

—Casi, pero más que todos vosotros, únicamente Pavel, se ofreció de voluntario ya que nos contó que tenía experiencia con algunas de ellas, así que tendrás el trabajo de intentar detenerlo si algo se sale de control—Taelia le miró con una ceja alzada—

—¿No estamos haciendo algo ilegal? —

—Nos proporcionaron dosis suficientes de las drogas necesitadas por medio de una vía legal, así que técnicamente es solo para uso experimental—Taelia soltó un suspiro—

—Más vale que no salga nada mal—Se puso de pie—

—Ven conmigo—Taelia siguió a la doctora pisos arriba hasta encontrarse con la sala blindada que ya era bastante conocida por ellas, nada más entrar se encontró con Luciana del lado seguro del cristal y con Pavel, en la habitación sellada. La misma ahora solo tenía una mesa, una silla y bastantes cámaras y aparatos de medición conectados al cuerpo del joven—

—¿Te sientes preparada? —Era la voz de Luciana—

—Siento que esto es una mala idea—Respondió Taelia—¿Qué será lo primero? —Preguntó a Sumire, sentándose al lado de Luciana en un panel de control donde tenían varios monitores con los signos vitales de Pavel—

—Bensoilmetilecgonina, o en cristiano, cocaína, especialmente quisimos probar esta porque sus efectos provocan una gran agresividad a efectos casi inmediatos así que podremos ver cómo interfiere con la misma agresividad que se supone que provoca el virus en vuestra cabeza—En ese momento entró Ayn Rand—

—¿Está todo listo? —Preguntó el americano, recibiendo una afirmación por parte de Sumire—Pasa a la sala, mantente alejada de él, si las cosas se salen de control podrás detenerlo, en caso contrario tenemos una pistola con dardos tranquilizantes—Taelia dejó sus cosas en el escritorio donde se encontraba el panel de control, entrando a la sala junto al muchacho, quien le guiñó un ojo nada más verle—

—¿Por qué te metiste a esto? —Preguntó Taelia al eslavo—

—Yo solo quiero ayudar, salvo que quieras ser tú la que quiera meterse esto entre pecho y espalda—Señaló la mesa, donde ya estaba todo preparado—

—Gracias, pero no—Se alejó a una esquina de la habitación, preparada para cualquier movimiento—

La dosis está preparada para que el efecto comience al minuto de la inhalación, así que lo estaremos monitorizando todo—Era la voz de Sumire tras el cristal. Había varias personas más tras ellos—Ya puedes comenzar—Pavel asintió, mirando la mesa. Tras un rápido movimiento la adolescente pudo ver como el contenido blanquecino de la mesa desapareció al instante. Pasaban los minutos mientras estaban todos atentos al desarrollo de la situación, apenas si pasaron dos hasta que Taelia decidió romper el hielo—

—¿Estás aquí? —Rápidamente Pavel se giró hacia ella, poniéndose de pie, tenía las pupilas dilatadas y se podía ver su respiración agitada. La adolescente se preparó para lo peor—

—Lo estoy, lo estoy—Al tiempo que su respiración se agitaba, una extraña sonrisa emanaba de su rostro—¿Por qué estás aquí? —

—De paso—Respondió secamente, estaba nerviosa porque no sabía que le podía esperar contra Pavel—

No lo provoques—Dijo una voz por el altavoz—

—Deberías hacerle caso—Asintió Pavel—¿Quieres jugar? —Taelia alzó una ceja—

—Creo que no es el momento—Podía ver cómo se acercaba, Taelia se movía para mantener una distancia segura que le permitiese moverse—¿Qué quieres? —

—¡Ven aquí! —Se había puesto sorpresivamente agresivo de un momento a otro. Se abalanzó sobre Taelia, quien apenas tuvo espacio para dar un paso atrás, dándose cuenta que la habitación tenía paredes. Intentó detener un puñetazo, pero fue con tanta velocidad que apenas si pudo agarrarlo, recibiendo el golpe en la mejilla derecha, ella respondió con una patada que de poco sirvió ya que él le dio un puñetazo en el pecho que, sumado que estaba contra la pared, le hizo perder todo el aire en un momento, apenas teniendo tiempo para alejarlo—Te ves RARA—Le agarró del pelo y la tiró hacia un lado, dejándola en el suelo. Intentó recuperarse rápidamente, pero una patada en la cara seguida de otra en el vientre no la dejaron. Su fuerza había aumentado, sus ojos brillaban, había llegado al estado de éxtasis y ahora su fuerza estaba casi al límite, Taelia, sin poder concentrarse, no podía hacerle frente. Se puso de pie, ya enfadada y de rápido movimiento logró asestarle un puñetazo en el vientre a él—

—¡Detente! —Sus ojos ahora brillaban también, estaba tan enfadada que ahora era ella quien estaba en el mismo estado, sin embargo, la suerte le jugó en contra ya que al momento de ponerse de pie algo golpeó su cara, no supo el qué exactamente, pero su visión se vio obstruida por un segundo que le bastó al joven para acercarse a gran velocidad y golpearla en el rostro, desorientándola al punto de sacarla del estado de éxtasis por el golpe en la cabeza contra el suelo. Momentos después se escuchó la puerta abrirse con fuerza, seguida de un disparo suave, casi un susurro, viendo como el muchacho caía bocarriba dormido. Taelia intentó ponerse de pie, pero su visión estaba nublada por el golpe y la repentina salida del estado, no sabía que ocurría. Solo supo que alguien le cubrió los ojos y le pusieron de pie, llevándola por su propia fuerza a una camilla en la enfermería, donde le quitaron la venda, estaba la luz regulada—

—Mala suerte—Dijo Sumire, quien estaba delante suyo—Su agresividad se salió de control a más velocidad de la que pensábamos que iba a hacerlo—

—¿Y por qué habéis tardado tanto en actuar? —Preguntó la adolescente, bastante molesta. Tuvo que toser, tapándose la mano, viendo como su saliva se tornaba con un suave color rojo—

—Queríamos ver si podías controlarlo, lo siento, nos haremos cargo de esto—Un grupo de médicos entró a la sala, vestidos con trajes protectores—

Dos largas horas pasaron en las que Taelia fue sometida a rigurosas pruebas para saber qué le había pasado, al final el resultado fue una costilla casi rota y una hemorragia interna a la altura de su estómago que había sido curada por el virus al poco rato, pero necesitaban limpiar toda la sangre de su aparato digestivo, así que fue sometida a una limpieza. Tenía un moratón en su mejilla derecha y en el vientre, sentía mucho dolor al mover su torso y a veces hasta respirar, pero no sería nada para ella.

—¿Te sientes capaz de ponerte de pie? —Preguntó una gentil y despreocupada voz entrando a la ahora solitaria sala, Evangeline—

—Por un momento pensé que moriría en ese punto—Respondió. Levantando su torso, mirándole. Cubierta con guantes y una mascarilla especial, Eva revisó a la adolescente—

—Según el reporte tenías una costilla muy lastimada, lo cual es un buen indicador de tu resistencia, pero el golpe en la cabeza nos alarmó, te sacó del trance al segundo de haber entrado en él—Taelia asintió—

—Aún estoy algo mareada, cuando me golpeó sentí… como si mi cabeza se hubiese apagado por un segundo, me sentí muy débil—Se puso de pie, apoyándose con la camilla mientras estiraba suavemente sus piernas—

—Creo que te enviarán a casa unos días a descansar, es lo menos que pueden hacer—Anotaba cosas en un portapapeles. Rápidamente vio a la chica, quien estaba aparentemente centrada en su estiramiento, apoyada en la camilla. Se acercó por el lado, tomándole de la barbilla para ver bien el moratón—Como te hubiese roto algo…—

—Estoy bien—Abrazó a Eva, era lo menos que podía hacer por ella—

—Tus brazos—Rompió el abrazo, viendo como Taelia le enseñaba la parte inferior de los mismos, no tenían ninguna marca ni herida reciente que pudiese ser un indicador—Parece que ya superaste esa etapa—Taelia asintió—

—Cortarme fue un error—Miró hacia otro lado, jugando con sus pies. Eva le acarició la cabeza—

—Buena chica—

A eso de casi al anochecer, Aelita llegaba a la sala del súper ordenador, cumpliendo con su cita luego de salir del estudio. Al entrar se encontró con la IA sentada en la silla y al lado… Milly, profundamente dormida.

—¿Qué hace aquí? —Le preguntó la pelirrosa nada más entrar—

—Tranquila, está bajo un trance, la traje mientras dormía para hacerle unas pruebas para un proyecto que tengo en mente—Tecleaba a gran velocidad—

—¿Y qué es? —La IA dejó de teclear—

—¿Podrías bajar a un escáner un momento?, así será más sencillo explicarlo—Aelita asintió, no se fiaba demasiado, pero era parte del trato. Obedeció, volviendo a la sala a los pocos minutos—

—¿Me contarás de que trata todo esto? —La IA asintió, señalando el monitor principal—

—Supongo que te acordarás todo lo que desencadenó la pelea con Zack ese día—Aelita asintió—Una de esas cosas fue la lluvia, al principio pensé que solo afectaría sistemas eléctricos, pero tras analizar a Milly por ese entonces encontré algo que no me cuadraba y tras analizarla ahora filtrando datos encontré que hubo un cambio importante en su ADN, estoy comparando los tuyos con los de la última vez que entraste en Lyoko antes de la pelea—Aelita veía una gran cantidad de pantallas pasar, con una cantidad de código que solo la IA llegaba a entender a esa velocidad, pero el resultado fueron dos gráficos con números hexadecimales en los que se resaltaban con color verde y color rojo algunas variaciones—

—Parece que algunas partes sufrieron modificaciones—Veía con curiosidad toda la cadena de ADN escrita de esa manera—

—Filtré cualquier cambio que te haya podido hacer yo, y te encantará este resultado—Comparó sus muestras con las de Milly y hubo un sorprendente resultado, los cambios eran similares—Al parecer el gen que controla el crecimiento fue modificado hasta su supresión o simplemente hubo un descontrol que no logro cuadrar bien todo—

—¿Eso que significa exactamente? —

—Que algo os ocurrió a nivel de ADN y no sé que será exactamente, tengo la teoría que no podáis crecer mucho a nivel físico, algo así como si fueses Peter Pan, pero solo dos personas no me valen y menos vosotras dos, de momento Milly tiene muestras de una medicina Neo y tú tienes algunos cambios que hice en ti—

—Es una pena que nadie sepa de ello—Se apoyó sobre la silla, viendo a la IA teclear—

—Es parte del contrato, ¿No? —Dejó de teclear, mirándole de reojo. Aelita suspiró con fuerza, asintiendo—

—De momento has cumplido con tu parte, así que no tengo quejas al respecto—

—Si Jeremy se entera de nuestro trato… he—En el pasado, ellas habían hecho un trato en favor de la seguridad de sus amigos, pero este trato fue más un contrato entre ambas partes con un nivel de secretismo bastante alto e iba partido por fases, cuando una de ellas terminase, se podría desvelar su contenido, hasta entonces, nadie podía conocerlo—Por otro lado, mira esto—El monitor había cambiado a una imagen, parecía un fotograma extraído de un video que Jeremy había sacado del proyecto Neo—

—Son guantes extirpa recuerdos—Eran reconocibles a la distancia—¿Tienen una copia? —

—Según Anthea había dos pares de esos guantes de los cuales ya tenemos uno en nuestro poder, así que seguramente tendremos que recuperarlo, quizás tengan fragmentos de la memoria de Edge—

—¿Sigue en pie? —Xana asintió—

—Usaremos Lyoko para ello, si alguna de esas partes sigue ahí fuera por internet tengo que recuperarla—Abrió una imagen que parecía un rompecabezas de un millón de piezas, con casi dos tercios de la misma, perdida—Es la memoria de Edge antes de tomar el control de ella, su cabeza estaba vacía y había partes que estaban dañadas, logré aplicar un parche temporal, pero sin sus recuerdos originales no puedo sobrescribir información donde no la hay—Se recostó sobre la silla—Si no calculé mal, la memoria tuvo que haberse fragmentado en cuatro partes para tener todo su contenido y poder tener todo el control sobre las partes dañadas—

—Entonces con esto será más fácil hacer parches funcionales para tu programa en el cuerpo de Edge—Xana asintió—Me encanta—

—Tenemos el verano para hacerlo, pero es mejor darse prisa, tengo pendiente ir con Zack al centro de desarrollo a hacer una visita sorpresa, así que de paso averiguaré si guardan copias de la memoria perdida de Edge y de paso recuperar ese par de guantes—Suspiró—Estuve revisando tu progreso, nada mal, aprendiste mucho en poco tiempo, tal como lo esperaba—

—Aún me falta, pero no sé si lo lograré a tiempo—

—Cuando tenga la memoria de Edge el resto será sencillo, mientras tanto, cualquier cosa que se haga para retrasar la fecha de ruptura se agradece—

—¿Y sobre aquel proyecto en el que estabas trabajando? —

—Es un secreto, os lo contaré cuando tenga la parte importante terminada—

—Entiendo—


—CONTINUARÁ—

Próximo capítulo: La Data


Muchísimas gracias por leer, espero que el capítulo sea de vuestro total agrado.

Verano, ese maldito periodo de tiempo donde todo es asfixiante y mis ganas son nulas.

El Lemmon, bueno, uno RATED M en una historia RATED T, a ver si os gusta.

Intentaré sacar alguno que otro One-shot, pero no prometo nada.

Reviews:

Titokenny06: Si, la verdad que fue buen escenario. Quizás pude haber desarrollado más esa parte, pero, ya se verá. El que ambas organizaciones no logren ponerla a su favor es un punto en contra para ambas, porque entonces tendrán un enemigo en común. Veremos. Muchísimas gracias por el comentario, espero que sea de tu total agrado el capítulo.

Draoptimusstar3: Si, siempre hay complicaciones en planes poco pensados, así que es mejor tener al objetivo vivo antes que matarlo. Si, quizás lo mejor sea solo lamentarse por la pérdida cuando no se puede hacer más. Siempre es mejor tener una compañía para tener al objetivo, más, si la intención es dejarlo con vida. ¡Muchísimas gracias por comentar!, espero que el capítulo sea de tu total agrado.

Y… eso. Feliz verano.

Cuidaos mucho y seguid las indicaciones, la pandemia no terminó, aún.

¡Adiós!

Never Give Up, Never Surrender