Nueva normalidad
Se supervisó la retirada de los cuerpos que por todo el interior yacían. Más de un centenar de ellos y sin ningún superviviente dejó el paso de Edge en venganza por lo que habían hecho los hombres de Dido. Se certificó la muerte de todos tras comprobar su identidad y salieron de la base de desarrollo.
—Ahora serán problema del gobierno—Dijo uno de los encargados—Esperemos no se desate ningún problema diplomático—
—Son personas que no existen—Recordó otro de ellos—No debería de pasar eso—
Aelita, escuchando esa conversación en la cafetería mientras cenaba con los Neo, sonrió por lo bajo.
—Y bien, ¿Cuándo marcháis? —Preguntó Ailane, hambrienta—
—Mañana—Respondió la pelirrosa, apoyándose en la mesa—Me apetece llegar ya—
—Yo tengo que atender otros asuntos en París… como lo de Milly—Miró de reojo a la pelirrosa, quien asintió—
—Deben estar impacientes—Le dijo—¿Estás segura? —
—¿Hay otra opción? —
—¿De qué habláis? —
Edge le comentó toda la historia de Milly hasta el presente. La reacción fue la esperada; indiferencia.
—Que pase lo que tenga que pasar—Dijo finalmente—
—Vaya, me esperaba más resistencia—Bromeó Aelita—
Nada más recostarse en su cama, una hora después, Aelita entró en un profundo, pero vívido sueño.
Abrió los ojos en el exterior de un hermoso palacio que reconoció de las veces que había estado ahí, el Praenost, el espacio imaginario que Miyu podía crear con su conciencia. Abrió el portón, viendo de primeras la imagen de la pelinegra, quien se lanzó a abrazarla con fuerza. Correspondió.
—Que susto me disté—Dijo por lo bajo—Pensé que te había pasado algo—
—Estoy viva—Correspondió, intentando tranquilizarla—Fue un escenario horrible, de verdad—Se sentaron en el hermoso jardín que era adornado con hermosas flores y un paisaje asfixiante; un monolito negro, que brillaba con intensidad y se veía a lo lejos tras una intensa neblina—No iban a matarme, pero… por un momento pensé que había metido la pata—Le dijo, recostada en su regazo—
—Fuiste tú quien desesperó ante su provocación—Asintió—Creo que es normal reaccionar así si te apuntan con una pistola—
—Supongo que si—Aelita se echó a reír con ella por lo bajo—No me vi capaz de disparar… me presionaba algo por dentro que… no sé…—Suspiró con pesadez—Esta pesadilla ya se acabó… lo que haga Hannibal me da igual—
—Tampoco deberías quitarle un ojo de encima—Inquirió—Por si acaso—
—Lo sé, es un tema muy peligroso a la par que importante, pero… ¿No crees que debería relajarme un poco mientras el tema se termina de… crear? —Realmente no le salían muchas palabras de su boca, tenía el cerebro adormecido—
—Creo que Edge no piensa lo mismo—
—Eso me da igual—Suspiró—Ella terminará haciendo lo que se le dé la gana, además, acabar con Hannibal es su trabajo… esta vez—Miyu soltó una suave risilla—
—El de acabar con Dido parece que era su trabajo—
—Lo era, pero… no sé por qué me apetecía hacerlo a mi… ¿sed de venganza quizá? —
—No te deberías volver una persona vengativa—Le dijo en voz suave—Por vengativo y asesino, te quemarás por toda la eternidad como castigo—Murmuró—¿Alguna vez leíste la Divina Comedia? —
—Me suena de algo, ¿es de los círculos del infierno? —Miyu asintió—
—Cuando Dante bajó al segundo círculo, se encontró con el juez, él te castigaba si dabas justificación a tus pecados y te enviaba a uno de los círculos con todos los demás… si sigues esa senda y al final resulta que lo escribió Dante es verdad… acabarás en uno de los círculos—
—No creo que acabe de esa manera, lo hago… por un bien común—
—Estás justificando un asesinato vengativo—Le dijo—Quizá hay mejores maneras de hacerlo que no sea condenar a alguien a la muerte de manera instantánea—
—Si están con vida podrán intentar matarme, ¿cómo me aseguro de que no lo hagan?, ellos están por encima de la justicia—
—No la tomes por mano propia—Sermoneó, molesta—De ese modo no podrán condenarte si la justicia te atrapa, tú, de momento, sigues atada a ella. Puede que con lo de Dido nadie diga nada, pero la has matado y eso en el mundo real puede acabar con todo lo que has construido, el hecho de que no lo haga quiere decir que has tenido suerte—
—La justicia es influenciable, ¿sabes? —
—¿Y tú la puedes influenciar sin ayuda de Edge? —
—…No—
Hablaron por un rato.
—Intenté hablar con tu hermana, pero no quería nada que ver conmigo—Le dijo, contándole con detalle lo que había pasado—Solo quería que la vigilase de cerca y me echó—Aelita se echó a reír por lo bajo—
—No te pongas así, ella trata de la misma manera a todos los desconocidos—Le dijo—Pero, tú tienes un añadido por pertenecer a Gaia—
—Nos odia, ¿eh? —
—Luego de lo que le pasó y cómo la trató Lisa, no me sorprende—Exclamó—La trataron como una plaga a exterminar—
—Quiero decir… no ellos, pero su forma siguiente…—No quería decirlo para no molestarla—
—Lo sé, he visto lo que pueden llegar a ser—Recordando el bicho que salió del subterráneo cuando rescataron a Taelia—Pero ya no pueden vivir sin el virus, es inescapable… ahora, solamente queda rezar para que nadie los extermine, ellos no tienen la culpa de nada—
—Están en buenas manos—Dijo—La doctora Sumire se ha encargado de darles una vida lo más normal posible, lo he visto por sus ojos… y me gusta, pero sigo sin entenderlo—
—¿El qué? —
—¿Por qué no pueden estar en libertad si se supone que son personas normales? —
—Porque la mayoría no sabe comportarse, eso me dijo Taelia—Indicó—Muchos de ellos aún actúan en base a sus emociones y no las controlan—Alzó su torso, girándose hacia Miyu—
—Podrían estar encerrados en celdas, pero están libres por un sitio amplio, teniendo una niñez… quizá mejor de lo que podían haber aspirado de no ser por la benevolencia de la doctora—
—Aún quedan personas buenas en este mundo, e importantes, incluso—
Aelita despertó por la mañana, según el reloj. Tras ducharse y recoger sus cosas en su maleta, salió de la habitación en dirección a la cafetería, encontrándose con los otros Neo.
Subieron ya más tarde, encontrándose con un pasillo de personas de camino al coche que las llevaría al aeropuerto. Las despidieron con aplausos y vitoreos, pues su intervención había cambiado el destino de los presentes.
—Volved cuando queráis y, por favor, Edge, cuídate. No queremos que lo hecho aquí se pueda revertir—Dijo Stefan de primeras—Gracias por vuestro trabajo, ahora nos queda hacer nuestra parte y mantener lo que habéis hecho—
—Buena suerte—
París, Isla de Francia. Laboratorio de Sumire Muroto. Tarde de ese mismo día.
Taelia estaba en el laboratorio, quizá como usual. Estaba con Marcus, ayudándolo a realizar algunos ejercicios que le habían encomendado para ayudarlo con su crecimiento. Llevaban mucho rato en el gimnasio, cuando algo llamó la atención de la pelirrosa, pues parecían algo animados los investigadores.
—¿Pasa algo? —Les preguntó de primeras, ayudando a Marcus a ponerse de pie—
—Han vuelto Edge y tu hermana—Dijo una de ellas—Ahora podemos continuar con el tema de Milly—Si, estaban muy deseosos de comenzar con ella, todo, porque Edge estaba en medio—
—¿Ha vuelto Aelita? —Se dijo—¿Qué hace acá? —Salió del gimnasio con Marcus. Se esperaba ver a Aelita en casa, no en el laboratorio. Se encontró con ella siendo recibida por la doctora. Se lanzó a darle un abrazo como saludo—¡Aelita!, ¿qué haces aquí? —
—Taelia—Saludó, aceptando el abrazo, rompiéndolo poco después—No te va a gustar la respuesta—
Reunidos en una sala de juntas privada, junto con la doctora Anthea y todos los genios del proyecto de Nuevo Mundo en la misma habitación, hablaron. Les contaron lo ocurrido en el centro de desarrollo de los Neo y el asesinato de Dido, pero el problema repentino de Hannibal. También la razón por la que Aelita estaba ahí; que casi la matan.
—Así que estabas aquí porque ella casi te asesina—Dijo Anthea, quien tenía a Aelita sentada en su regazo—Y tú…—
—Yo no sabía nada, a mí no me mires—Intercedió Edge—Suerte tuvimos que todo se dio y la medicina experimental funcionó a la primera—
—¿¡Te inyectaste eso!? —Se escandalizó Taelia, pero Aelita la calmó rápidamente—
—Calma, calma—Le dijo—No hubo efectos secundarios y estoy limpia del virus, estoy aquí simplemente porque quieren asegurarse de que todo esté bien—Algo que fue secundado por Edge—Pero no quería hablar de eso—Miró a Arthur, quien estaba cruzado de brazos con una sonrisa—Tú lo sabías desde el principio, sabías que queríamos ir al centro y la llamaste ahí—
—¿No es evidente? —Dijo—Fue una petición en conjunto, de todos… la queríamos muerta, así nos asegurábamos de que nadie podía molestar ni a la doctora Anthea ni a nadie, ¿o me equivoco? —
—Aelita no se está quejando de eso—Dijo Edge—Sino de que no nos dijiste absolutamente nada, ella se enteró porque se lo chivaron los responsables—
—Imagina que no nos llegamos a enterar… podía haber muerto—
—Edge estaba contigo, por eso, principalmente, es que no lo estás—Aelita tuvo que morderse la lengua. No tenía punto el pelear con Arthur, él hacía lo correcto para su nuevo proyecto—Además, así logramos el control total del proyecto Neo y logramos independizarlo de NEXT—
—NEXT—Murmuró la Neo—Están bajo el control de Hannibal, creo—
—Te equivocas, él solamente les pide favores—Intercedió Ayn, sentado en su escritorio con una cerveza en mano—Su verdadero líder… o líderes, son una pareja de desgraciados que se apodan "La Sota" y "El comodín" …nadie sabe de su existencia, nadie sabe dónde están, pero se sabe que son súper soldados y que el soldado que más se acercó a ellos fue Tina, cuando estuvo en el proyecto "Hybrid", aun así, ni siquiera de esa manera se acercaba a la fuerza y poder que por separado tienen—
—¿Son más fuertes que Tina?, entonces… mientras no sean como Lisa, no tengo que preocuparme—
—No pienses así—Dijo el mismo Ayn—Incluso tú, si das un paso en falso, acabarás muerta—Advirtió—Seguro que están deseosos de verse las caras contigo, pero no son tan tontos, saben que los matarás con verlos, pero… te repito, nadie sabe nada de ellos, ¿y si son de son iguales que Lisa?, ¿o que sus pilares?, la vas a palmar—
—Entiendo por dónde vas, parece que ese misterio es uno de los que se tiene que resolver a como dé lugar—
—Entonces usa tu belicismo para quitarnos de encima a esos cabrones—
—Hay un problema con eso—Cortó Aelita—Dido… me dijo que lo mejor era dejar en paz a los de NEXT, ya que eran la principal línea de defensa con los enemigos de… ellos, si NEXT caía, en una guerra con sus enemigos, podían hacer desaparecer a Occidente—Les dijo, con detalle, la petición extraña de Dido sobre ese tema—Parecía terriblemente desesperada con el hecho de que Edge se hubiera cepillado a tantos, incluso a Tina me atrevería a decir—
—Perder a su mejor unidad tuvo que dolerle la moral—Indicó Ayn, bebiendo—Una chica tan joven, tan fuerte y sanguinaria como Tina Sprout… desde luego fue una baja muy gorda, pero aún hay gente importante que ha salido de NEXT y anda pululando por ahí, desde luego, nadie se equipara al potencial destructivo de Edge, pero sin ella, nosotros estamos al descubierto—
—Tenemos a los Gastrea—Dijo la misma Neo—Ellos, en especial Taelia, pueden aguantar una pelea y varios disparos—
—No pude con Tina, ¿cómo esperas que pueda con alguien mejor que ella? —Preguntó, incrédula, Taelia—
—No pudiste con Tina porque estabas peleando con alguien que, con todo su potencial, es la más fuerte de todos vosotros, estabas peleando contra Dios, y aún con esas, casi le ganas—
—Casi me mata—
—Pero sigues aquí—Le dijo el mismo Ayn—Por eso tienes que seguir practicando y desarrollando tu potencial, cuando otro de esos venga y os necesitemos, trabajar en equipo podrá hacer una diferencia abismal, Taelia—La aludida asintió, entendido su punto—
—Cambiando de tema—Intercedió la doctora Anthea, girándose hacia Edge—¿Qué pasó en el báltico? —
—Excelente pregunta—Dijo Edge—No sabemos absolutamente nada, solamente… sabemos que una inestabilidad explotó hace pocos días y desde eso tanto las islas Åland como la ciudad de Tallin han desaparecido de la faz de la tierra—
—¿Y no vas a investigar? —
—Es buscar una aguja en un pajar—Dijo—Ni los hombres de Guardián saben que ocurrió y ese es su territorio—No parecían muy convencidos de esa respuesta—
—¿Estás segura? —Preguntó Arthur, quizá buscando confirmación en esas palabras—
—Lo único que sabemos es que se abrió el infierno antes de desaparecer esa ciudad, pero… estoy con Edge, si nadie de Guardián sabe nada, ella no lo hará mejor—Secundó Aelita—
—Además, hay personas que saben ocultar su poder muy bien y pasar desapercibidas, incluso de mi persona. No podemos confiar en que encontraremos a la persona o cosa responsable con solo tocar el báltico—
—No pueden seguir desapareciendo ciudades como si nada, ya van varios millones de muertos—Estaban desesperados—
—¿Y qué quieres que haga? —Se quejó Edge, molesta—No soy adivina, no sé dónde se va a producir la próxima tragedia—No parecían muy de acuerdo con esa respuesta—Solamente puedo deciros que la ventana para detectar a ese ser… o lo que sea que esté causando ese destrozo, es menor de un cuarto de hora—Se lo había inventado, todo para que la dejasen en paz—
Solamente mencionaron la carta que llegó a Mihaly, desde las islas Åland. Aquella carta que mencionaba lo ocurrido días antes de todo desaparecer.
La reunión terminó al no poder sacar más conclusiones.
—Edge, por cierto—Atajó Arthur saliendo de la sala—Ya tengo todo lo que me pediste, lo tengo en el taller que tenemos aquí en París, así que puedes pasarte y… quién sabe, eres libre de crear la tecnología que quieras—
—Genial—Había pedido algunos recambios para el Shenfield y lo más importante, un chip neuronal para poder controlarlo. No sabía cuándo podría implantarlo a alguien, pero… quería tenerlo a mano.
Edge, separándose del resto, pues Aelita fue con la doctora y su comité a ser evaluada, subió hasta la sala donde se encontraba Milly; una aislada, pero preparada para el "gran evento". Estaba recostada jugando con una videoconsola.
—¿Muy aburrida la estancia? —Preguntó la Neo, entrando de primeras—Perdona mantenerte en vilo tanto rato—
—Si que has tardado—Le dijo la pelirroja, dejando la consola a un lado—¿Ya comenzaremos? —
—Pronto—Le dijo, sentándose al lado—Primero tienen que comprobar que todo esté listo y podremos comenzar con las primeras fases—Milly asintió—¿Ha pasado algo destacable? —
—Solamente una chica que ha venido unas cuantas veces, pero… nada más—Bostezó—¿La conoces? —
—Ah, Hebe, creo que puede ser ella. Es… una chica que conocí hace no mucho—Le explicó toda la historia que había vivido con ella—Ha sido un problema tras otro—
—¿Y llama a eso sus amigos? —Fue lo primero que dijo la pelirroja, bastante sorprendida de ese comportamiento—
—Lo sé, Aelita y yo pensamos igual, pero… creo que las circunstancias desde ahora van a ser distintas para ambas—
—No deberías dejar que le pase algo… si te importa, claro—
—¿Qué crees que debería hacer? —
—Tiene un poder especial, ¿no? —Edge asintió. Milly pensó durante un corto rato—¿Y si lo usas de excusa para alejarla de ellos? —
—¿Y si no le gusta? —
—Supongo que no se podrá hacer nada—No se le ocurría nada concluyente—
No iba a mencionarle nada de NEXT ni de la nueva información que había desvelado Ayn Rand, quería dejarla tranquila hasta que estuviera bien. Edge salió de la habitación al poco rato, acercándose a la enfermería donde estaba Aelita, quien ya había terminado ahí.
—¿Vienes de ver a Milly? —Fue lo primero que le preguntó la doctora. Edge asintió—Están todos deseosos de comenzar con el proceso—
—Estáis colocando demasiadas expectativas en algo que no sabemos cómo saldrá—Indicó, sentándose al lado de la pelirrosa, quien se estaba vistiendo—¿Cuándo podremos comenzar? —
—Tenemos todo preparado para ello, así que… a tu señal—La aludida asintió—
—Entonces no tardaremos mucho, quizá mañana mismo podamos comenzar—La doctora y su equipo asintieron—Sobre Hebe…—
—¿Qué le pasó a esa chica?, estuvimos a nada de reportar su caso a la policía—Fue lo primero que salió de la boca de Evangeline, quien solamente estaba escuchando mientras ayudaba a Aelita—
—Sus compañeros la vendieron a la industria musical por un par de monedas—Dijo. Contó con algún detalle lo que sabía de Hebe, desde su trasfondo hasta lo ocurrido en Rusia—Me he deshecho de unos cuantos y con Dagger a favor, podré sacarla de ese agujero—
—No me parece nada bien lo que ocurre con ella—Se quejó la morena—Pero… lo peor no es eso… el psicólogo le hizo un análisis psicológico y ha dado un resultado bastante malo—
—Lo sé, es inestable por ser una aberración—Se dijo a sí misma cerrando los ojos. Eva lo ignoró—Esto puede ser causado por su poder—Les dijo—
—Da igual, Edge, si la cosa sigue así para ella, con lo nerviosa que es y lo sumisa que es, no va a llegar muy lejos; puede desarrollar algún trastorno mental irreversible como la esquizofrenia o la demencia a una edad muy temprana—
—¿Qué posibilidades hay de ello? —
—¿Ahora mismo?, más de las que te imaginas—Dejó caer una carpeta a su lado mientras recogía los informes que habían sacado del análisis de Aelita—Si le quieres hacer un favor… ayúdala a cambiar y salir de donde quiera que esté, o… de verdad, va a morir joven—
Edge asintió, tomándose esas palabras en serio. Recordaba lo hablado con Mihaly con respecto a las abominaciones y le parecía que tenía sentido.
—¿Sabes algo de las aberraciones? —
—O abominaciones… depende a quién le preguntes—Respondió—No sé nada relevante, me mantenía alejada de ese tema porque lo llevaba la iglesia—Edge chasqueó la lengua—Si Mihaly te dijo algo, no hay mucho más que nadie te pueda contar, quizá debas investigarlo por ti misma—
—Parecer ser que si…—
El deber la llamaba y, tras terminar esa corta conversación, salieron hacia la fábrica Anthea y las chicas… debía darles una noticia rápida.
—Voy a materializar a Edge en un espacio aislado de la memoria para extraer los recuerdos que hemos robado de Dido, así que, cuando lo tengamos, seréis libres de husmear en esos archivos… solamente no me hago responsable si veis algo muy grotesco—Les dijo Xana, guiando a Edge por los pasos para virtualizarla en Lyoko de la manera que le indicaba—
—Ya está programada la virtualización—La vieron desaparecer a gran velocidad de camino al escáner—
—Era demasiado sencillo que el problema acabara cuando matásemos a Dido—Dijo finalmente Anthea, recostándose en la silla, con sus dos hijas observando—
—Encima hemos alborotado el avispero provocando a Hannibal… maldito imbécil—Suspiró Aelita, recordando la última vez que lo vio—Pensé que Edge lo había matado—
—Yo igual—Le dijo—
—¿Entonces que pasará ahora? —Preguntó Taelia, preocupada al ver sus rostros preocupados y exasperados—
—Nada, no ha cambiado nada salvo que hemos cambiado de objetivo—Le respondió Anthea—Ahora tenemos a dos objetivos nuevos, "La sota" y "El comodín", pero… no sé hasta qué punto sea buena idea ir a buscarlos directamente a América—
—Ir a la boca del lobo es peligroso, tampoco podemos dejar desprotegida Europa si alguna ciudad cercana desaparece como Tallin o la isla Åland —Secundó Aelita—Tenemos demasiadas incógnitas—
Vieron como los archivos se descargaron rápidamente en un directorio del súper ordenador. Contenía más de una centena de videos y un montón de imágenes, todas extraídas de la memoria de Edge, la cual se materializó de vuelta gracias a Xana.
—Eso es todo—Les dijo la Neo al volver al piso de arriba—El resto depende de vosotras—
—Gracias por el buen trabajo, Edge—Intercedió Anthea de primeras—¿Qué harás ahora? —
—Estaré en el taller de Arthur hasta la mañana y en la mañana comenzaré con lo de Milly… supongo que el resto de las cosas pendientes tendrán que esperar a que Gaia y Guardián muevan sus fichas—
Dejando a Anthea y las chicas a su suerte en la fábrica, salió con velocidad hacia el taller de Arthur, lejos del centro, pero bastante bien escondido. Entró, gracias a que un guardia la reconoció.
—El jefe no se encuentra, pero dejó tus cosas en el taller principal—Le dijo el mismo, indicándole el camino. Caminó por el mismo durante un rato hasta dar con el taller, entrando al mismo y… encontrándose a alguien—
—Y sigues con vida… que novedad—Le dijo al muchacho que yacía recostado en el suelo revisando una pieza mecánica—
—¿¡Qué haces aquí!? —Se preguntó Johnny, escandalizado y asustado—
—Ni te asustes, tu deuda ya fue saldada a las malas—Le dijo, acercándose a una caja de metal que yacía en el suelo con su nombre—Vengo a buscar unas cosas que encargué—
—… ¿No me harás nada? —
—¿Cómo qué? —Se giró hacia él, haciendo que el collar que había creado hacía meses, brillara—Es verdad, aún lo tienes—
—No he roto las reglas—Le dijo—
—Ahora no tiene sentido que lo lleves, ya todos me conocen—Se acercó a él, quien estaba sentado en el suelo. Tocó suavemente su cuello, deshaciendo el collar—Fue útil en ese momento—Volvió a lo suyo, abriendo la caja, viendo los repuestos con las prestaciones que había pedido—
Ninguno tenía nada que decirse. Trabajaron en silencio en sus cosas. Edge revisaba con cuidado las piezas del Shenfield mientras Johnny parecía trabajar en la transmisión de un coche.
—No sale…—Dijo en voz baja el muchacho, intentando sacar una gran tuerca que parecía estar rodada—
—¿Necesitas ayuda? —Le preguntó, sosteniendo una diminuta placa PCB en sus manos—
—Esta tuerca—La Neo se acercó, usando un campo magnético con sus manos, el cual giró con cuidado hacia el lado deseado, aflojándolo lo suficiente para poder sacarlo con las manos—
—¿Qué se supone que haces? —
—Arreglar la trasmisión de este trasto—Dijo, sacando la tuerca con sus manos—Es de un tipo de satélite que está trabajando el maestro—
—¿Arthur? —Johnny asintió—Entiendo—Volvió a lo suyo—
—¿Y tú? —Preguntó, en voz baja… se le había escapado—
—¿Te suena algo llamado "NEXT"? —Tras un momento de silencio, él asintió—Robé un Shenfield de la mejor de sus soldados—Eso llamó su atención, dejando sus cosas, apreciando el aparato—
—Solo lo había visto en planos, pero… que diferente se ve—
—Lo estoy modificando a mi gusto—Dijo—La persona que lo tenía le daba muy buen uso, pero… le faltaban detalles—
—Entiendo—
Trabajaron en sus cosas, hasta que Edge pareció acabar con lo suyo. Ahora el Shenfield podía mandar imágenes más estables y… lo más importante, un neuro procesador hecho de grafeno, siguiendo estrictas instrucciones de un plano hecho por Edge. Tras comprobarlo, pudo ver que era perfecto, puro. Pidió, a modo temporal, una PCB personalizada para usarlo y así hizo. Ahora podía interactuar con el Shenfield a voluntad y recibir imágenes, temperatura, humedad, velocidad y dirección del viento, presión barométrica, visión IR y térmica… quizá la mayor de las modificaciones era la capacidad de recibir imágenes, pues los modelos que usaba Tina tenían un gran sensor térmico en el frente del cristal que le permitía localizar objetivos a oscuras. Se giró, dejando levitar el aparato en sus manos,
—Funciona—El zumbido que producía el motor era… traumante, cuando menos—Ahora solo necesito ver a quién se lo implanto—
—¿No se lo darás a su dueña? —
—No, no tengo por qué y menos cuando quiero que Milly la mate—Se dio cuenta que se había ido de la lengua—
—¿Qué Milly… qué? —Se giró, en shock—
—Ah… es verdad, tú te marchaste luego del accidente—No lo recordaba—Te pondré al día—
Tras ayudarlo a desmontar la transmisión y dejarla a un lado, le contó lo que había pasado con Milly y el proyecto NEXT, más específicamente, con Tina. Sin descartar los detalles de lo que iba a pasar esa misma mañana.
—Tú…—Le dijo, molesto—
—Sí, es mi culpa en primer lugar, no me lo recuerdes, ya lo tengo muy asumido—Lo regañó—Podría haberme alejado de ahí y nada le hubiera pasado, pero ella no estaba del todo a salvo—
—También es verdad—Indicó—No debía estar fuera de Kadic—
—Por eso quiero volverla mi aprendiz y que ella misma acabe con la persona que asesinó a sus padres—
—Eso… ¿por qué los mató?, a sus padres, ¿qué culpa…? —
—No voy a exculpar a la culpable, pero… ella estaba en un punto donde no sabía qué hacer y su inexperiencia demostró lo peligrosa que era—Dijo, volviendo al escritorio—HYBRID, NEXT… Pobre chica… Eso no la libra de sus otros errores, como el haberme atacado cuando iba por ese tipo—
—¿Y dejarás que Milly forme parte del proyecto de la doctora Sumire Muroto? —
—Lo intenté, Johnny, pero no conseguí crear una cura milagrosa para devolverla a la normalidad y… tuve que honrar el contrato que firmaron sus padres con la doctora… si te sirve de consuelo, es casi asegurado que vuelva a la normalidad—
—Pero estará infectada por siempre—
—No será como los que la doctora tiene encerrados en japón, me aseguraré de que ella, como los de aquí, puedan vivir sin temor a ser un peligro para todos, además… se lo debo, prácticamente provoqué que casi la mataran y que mataran a sus padres—
—… ¿La podemos ver? —
—Lo desconozco, pero… supongo que cuando su transición termine, podréis verla—Johnny asintió—
Edge siguió trabajando en sus cosas, pero… esta vez, robó un cuaderno y se dedicó a crear planos muy detallados de tecnología que requería. No podía estar siempre alertando a todos por individual, quería un aparato pequeño, portable, con una antena satelital, radio y GSM que pudiera recibir alertas de un canal en específico en caso de algún problema que personas seleccionadas por Edge y Xana pudieran saber al instante. Un sistema de alerta personalizado, del tamaño de un MP3… ya tenía varios modelos listos; producto listado con sus planos, requisitos y tecnología necesaria, solo necesitaba que el propio Arthur la revisara.
Johnny se levantó, bostezando y estirando su cuerpo.
—Creo que ya acabó mi turno—Dijo—Que ganas tenía de descansar—
—Y es hora de cenar—Dijo, cerrando su cuaderno—¿Qué harás? —
—Cualquier cosa que no sea estar aquí dentro—Indicó—La transmisión está arreglada… gracias—Dijo en voz baja. El cambio de actitud era palpable, ya no era una persona tímida y vergonzosa… ahora era diferente… de aquella manera—No me atacarás ni me harás nada como antes, ¿verdad? —Edge se giró hacia él, extrañada—Es que… me siento raro de recordarlo—
—¿Quieres que te torture así otra vez? —Le preguntó de vuelta, colocándose de pie y tomando el cuaderno consigo—Me servirías para practicar—Aún tras lo ocurrido con Tyron, no se le ocurrían muchos métodos para torturar gente y… quizá lo que le hizo a Johnny estuviera más orientado al abuso sexual que otra cosa—
—¡Oye! —Se giró, sonrojado. Recordaba bien todo—No decía… eso—La Neo se acercó a él, encarándolo. El muchacho apenas vestía con un overol negro y una camisa del mismo color debajo. Gracias a la diferencia de altura, lo obligó a levantar la mirada, colocando sus dedos bajo la barbilla de este, viendo cómo se sonrojaba—
—Aún después de pasar por esto, sigues siendo igual de sumiso—Le dijo, mirándolo fijamente a los ojos—¿Te gustaría recordar lo que te hice?, parece que, al final, te gustó—
Solamente lo estaba molestando, pero pareció surtir más efecto del esperado. Lo dejó marchar y, al intentar salir, se encontró con el Genio de la división australiana entrando al sitio.
—No te esperaba por aquí, Edge—Reconoció él, saludando—¿Algo para mí? —Ella asintió, entregándole el cuaderno con los planos. Lo ojeó, pero no entendía su finalidad—¿Son… mensáfonos? —
—Una versión mejorada, me basé en ellos—
—Perfecto, inventaste una tecnología ya inventada—
—No es exactamente un mensáfono, este es más específico—Viendo la documentación de la estructura, era evidente; una pantalla para indicar el nivel de peligro, otra para la hora y fecha, otra para el nombre y otra para el apodo. Otra para la ubicación y otra para un mensaje corto y otra para indicar quién la había avistado. Un aparato con una función muy exclusiva—Si llegamos a saber quién ha causado lo de estos días, es justo que sepáis de la existencia de esta amenaza—
—¿Y lo llevaremos siempre encima? —Ella asintió—No quiero que suponga un incordio, pero…—
—No lo será, es más, dado a la repentina aparición de las aberraciones que Gaia y Guardián, con ayuda de la iglesia, persiguen, es justo saber si alguna puede causar un problema muy grande—Indicó—Del método de aviso y alerta temprana me encargaré yo. Solamente necesito que me confirmes si puedes producir esto que te estoy pidiendo—
—Hablaré con los chicos de ID para revisar su viabilidad y coste de producción—Edge asintió—No creo que cueste mucho, solamente has pedido una veintena—
—Son para repartir entre los que creo que deben entrarse de esto y alguno para dejar de repuesto—
Tras negociar un precio con el mismo Arthur en su despacho, salió del edificio donde se encontraba. Tras hacer una parada rápida por casa para ducharse y cambiarse de ropa, se encontró con Taelia en la sala de estar, con la TV encendida como sonido de fondo mientras dibujaba algo en su cuaderno. La notó en la puerta, levantando la mirada. No parecía muy contenta.
—¿Estás molesta por lo que le pasó a Aelita? —Preguntó, de primeras, viendo como la reacción era la esperada—
—Podría haber muerto—Fue lo único que dijo—
—Lo sé—Se apoyó en el marco de la puerta—Ella quería hacer todo sola y yo… solamente estaba centrada en curarme físicamente—
—¿Y no sospechaste de nada? —Preguntó de vuelta, sin entenderlo—Tú, que eres una metiche de todo lo que escuchas, ¿no te enteraste de que iba Dido? —
—Basta—Le dijo Xana, apareciendo como un espectro en la televisión, reemplazando el programa que estaba viendo por una imagen distorsionada de Edge—Fue culpa mía que Edge no pudiese hacer nada, yo la convencí de dejarla actuar sola, porque era lo que Aelita quería—Le dijo—Aun así, había un plan de contingencia creado por ella para esta situación, así que la probabilidad de fallo era muy baja—
—Pero nunca cero—Susurró, centrándose en su dibujo—¿Crees que Dido la hubiera asesinado? —
—No—Atajó Xana, moviéndose por la pantalla—Ella no era tan tonta para matar a Aelita, no le valía nada estando muerta, sería su sentencia de muerte segura… además, aunque no lo creas, no fue ella quien disparó, no era su intención—
—Quería amenazarla—Dijo la Neo—Para que fuese con ella a otro sitio, pero Aelita se negó y sacó un arma de mi mochila—Se giró hacia la puerta—No soy la que tiene la culpa, yo no puedo prever todo movimiento estúpido que haga tu hermana, no tengo ese superpoder—
—Dejemos este tema—Insistió la IA, viendo que podía comenzar una discusión al respecto—
—Con respecto a Hebe…—Edge iba a marcharse, pero que la mencionara llamó su atención—Aelita me contó lo que pasó en el hotel y cuando os encontrasteis con el jefe de ella… ¿Qué tan parecida es su situación con… lo que pasé yo? —
—La diferencia es que a ella la forzaron sus amigos sin, imagino, preguntarle al respecto—Dijo rápidamente—Pero… ella puede acabar incluso peor si nadie interviene—
—No dejes que algo malo le pase o que se haga algo que pueda arrepentirse—
—Eso… quiero hacer, pero no me quiero meter de golpe en su vida—
—Deberías… quizá le haces un favor—
—¿Soy el único que piensa que las cosas deberían seguir su ciclo natural? —Atajó Xana, aún en la TV, jugando con los píxeles—
—Si tienes el poder de arreglar algo que hizo, ¿por qué dejar que las cosas sigan su rumbo?, va a pasarle algo sino—Dijo Taelia, bastante segura de sus palabras—
—Esa es la gracia—
—No dejaré que le pase algo—Cortó Edge, quizá molesta de la insistencia de la IA—Punto—
Salió de casa con dirección al laboratorio.
No se encontró con nadie relevante ahí dentro, por lo que se quedó en la habitación de Milly, en silencio, revisando sus cosas. Escribiendo cosas en sus cuadernos de notas…
¿Por qué usaba un cuaderno cuando podía digitalizarlo todo?, ¿nadie podría rastrearla?, ¿sería más duradero en caso de una gran caída global…? Algo debía saber para no hacerlo. Tenía a un virus de computadora apoyándola, debía haber una razón por la cual, ella, Edge, quien había aprendido a la fuerza sobre computación y ahora era una eminencia en el campo gracias a Lyoko, internet y Xana, no quisiera usar un método menos arcaico para ello… pero debía hacerlo. Debía documentar cada cosa que veía sobre lo más relevante. Quizá, en un futuro, esa información sirviese de algo. Por el momento, no eran más palabras juntas que formaban algo que solo ella entendía.
La mañana llegó irremediablemente. Edge volvió en sí al escuchar una Milly adolorida despertarse bastante temprano. Se acercó a ella, ayudándola a levantar el torso.
—¿No te habías ido? —
—Estuve aquí toda la noche… buenos días, por cierto—Le devolvió el saludo. Tras compartir algunas palabras, Edge marchó por el desayuno para ambas. Momento en el que entró una persona conocida a la habitación.
—El diablo aquí—Murmuró Eva, amistosa—¿Todo bien las dos? —Ambas asintieron—
—Me duele algo la parte alta de la espalda—Indicó la pelirroja—Apenas puedo levantar el torso—
—No te preocupes por eso, más tarde comenzaremos con lo importante—Cortó Edge de primeras, poniéndose de pie—No le des nada para el dolor, vamos a esperar a que el proceso comience—La doctora, aunque no a gusto, asintió—
Salió de la habitación tras revisar que estaba todo en orden. Bajó hasta la zona donde estaba el laboratorio, casi en el subterráneo. Se encontró con un gran grupo de personas realizando pruebas preliminares, entre ellas, la doctora Sumire. Espero por media hora, hasta que la misma salió al notar la presencia de Edge.
—¿Cuándo se tardará en comenzar con el proceso? —Preguntó de primeras—Creo que, por mi parte, está todo listo—
—Hemos terminado de realizar las pruebas preliminares en la muestra del virus y el antídoto que evita el sobrecrecimiento excesivo a la primera infección… cuando quieras, podemos poner a todos en alerta—
—Hagamos que esto sea rápido y lo menos doloroso posible—
Acordaron, luego de hablar con todo el equipo, que Edge sería la encargada de inyectarle el virus para reducir la exposición al líquido del resto del personal. Le indicaron el proceso a seguir, seguida de la inyección del antídoto. Prepararon una sala especializada que constaba de un cristal blindado, una sala de control del otro lado, y una buena cantidad de cámaras profesionales que estaban siendo usadas tanto para grabar el momento, como para transmitir en vivo al centro de japón. Pudo ver, luego de traer a Milly, que estaban usando la misma transmisión en vivo para casi una docena de personas conectadas, entre ellas, aulas enteras de estudiantes que parecían estar atentos a lo siguiente.
—Hay mucha expectativa—Dijo, casi riéndose, la Neo—Que tierno—
—No nos falles—Atajó la doctora, mirándola. El equipo de la doctora dio el visto bueno y entraron a la sala indicada. Milly, quien estaba tremendamente nerviosa, estaba sentada en una silla de ruedas con las piernas y las manos atadas con ataduras metálicas que eran incómodas. El solo ver a media docena de personas rodearla, y conectarle una gran cantidad de sensores… le hacía latir su corazón con fuerza de la expectación. La única persona que parecía no tener ninguna precaución biológica era Edge, quien sabía que era inmune al virus, por alguna razón… que aún desconocía. Vio como puso un contenedor metálico delante suyo. Tenía su nombre escrito, seguido de algunos códigos. El contenedor se abrió, mostrando una jeringa metálica con un contenido amarillento en su interior—Tenemos datos suyos para compararla luego del cambio—Le dijo a Edge—
—Entiendo—Dijo esta. Miró a Milly, arrodillándose en frente suyo—Esto va a dolerte bastante, al principio sentirás un gran ardor en el cuerpo, pero se pasará. Necesito que respires para mantener la calma, o será peor—
—Vale… entiendo…—Respiró con fuerza. Cerrando los ojos. Escuchaba a todos hablar cosas que no entendía en lo absoluto, solamente se centraba en ella. Se tensó cuando sintió el tacto del algodón rozando su cuerpo, seguido de una sensación de frescura causada por el alcohol—
—Procederé con la inyección—Era la voz de la Neo. Sentía la presión de la aguja penetrando su piel, en su antebrazo derecho. Sintió la inyección de un líquido caliente, que se dispersó por su cuerpo a una velocidad tremenda, con cada latido de su agitado corazón, aceleraba el proceso de pasar por el resto de su cuerpo—Ahora, el antídoto—Lo inyectó en el lado contrario. Sintió un líquido helado, correoso e insípido recorrer su cuerpo, luchando con el virus. Su cuerpo se calmó, pero… sintió un dolor en la parte baja de su cuerpo que se hizo insoportable. Un cosquilleo insoportable, seguido de una sensación de entumecimiento de la espalda. Apretaba los puños del dolor, rechinaba los dientes… pero no podía soportarlo. Soltó un chillido de dolor, un alarido constante del que parecían ser conscientes. Las personas con trajes biológicos se retiraron, dejando a Edge en la habitación, quien estaba arrodillada, tomando sus manos mientras no le quitaba la mirada de encima—
—Duele… ayuda… mamá… duele… mamá…—Lloraba del dolor. Se quejaba… era totalmente insoportable, tanto, que ni siquiera podía saber que estaba haciendo realmente. Sintió como alguien soltaba los amarres de sus pies y cintura, dejándola parcialmente libre—
—Intenta levantarte—Soltó los amarres de sus brazos, viendo como tenía marcas en los mismos de los amarres—Vamos, apóyate en mi—
Era sensible al más mínimo contacto. El pisar el suelo con sus pies descalzos se sintió como una puñalada y mil avispas picándola al mismo tiempo. La Neo sintió la presión en sus hombros de las manos de la chica que presionaban, con fuerza y desesperación… algo que parecía desesperar a algunas personas del otro lado del cristal.
Cada paso era una tortura de las más viles existentes, cada uno se sentía como una agresión de lesa humanidad. La obligaron a dar una vuelta completa a la sala, logrando sentarse en la silla de ruedas otra vez… con menos dolor, pero aún insoportable.
—Ha sido un éxito la primera y segunda fase… ahora comienza lo más importante, tu adaptación—Le dijo en voz baja la Neo—Estaré contigo, no te preocupes—La ayudó a moverse por la sala, en la silla de ruedas. La movieron a una de las habitaciones donde estaba antes, con algunos equipos más y algo más de vigilancia. Estaba inquieta, muy adolorida, pero con la mente más despierta—¿Te sientes diferente mentalmente? —Le preguntó de primeras tras ayudarla a cambiarse de ropa—
—Me siento… con la mente muy rápida, con… pensamientos muy extraños… no sé explicarlo—
—Es normal, iremos trabajando para que te acostumbres y no sientas ningún cambio… pero lo de tus piernas y espalda, honestamente, tendrás que ser fuerte, ¿vale?, volverás a caminar como lo hacías siempre, pero el proceso nos puede costar un poco—Ella asintió—Ya has sufrido bastante, descansa un poco—
Salió de la habitación, dejándola dormir. Al bajar, se encontró con los otros Gastrea, incluida Taelia, quienes se acercaron con curiosidad y expectación.
—¿Está bien? —Preguntó Taelia de primeras, atajando a la Neo—
—Sí, las dos primeras fases han sido un éxito y el virus ha respondido bien a la par que su cuerpo, así que ahora solamente queda lo importante, que se adapte—Eso pareció relajarlos. Celebraron, incluso—Os encargo esa tarea, por favor—Ellos asintieron. Parecían ansiosos de empezar—
—¿Y mentalmente? —Preguntó, de seguido, Luciana, muy interesada—
—No he detectado inestabilidad, aún, así que… no creo que pueda afectarla mucho en ese sentido, en cualquier caso, me encargaré de que se adapte lo mejor posible a su nuevo cuerpo y comportamiento—
Edge partió a una pequeña reunión con Eva, los dos genios y Saraí. Al entrar, los vieron de buen humor, pero algo… molestos.
—¿Ha pasado algo malo? —Preguntó al entrar—
—Nada, solamente… que el escuchar que llamaba a sus padres nos… ha golpeado, solamente eso—Cortó la morena, respondiendo, ofreciendo una bebida a la Neo, quien la aceptó—
—Fue difícil aguantar el solo hecho de ver cómo se retorcía del dolor—Secundó el propio genio—
—Se me rompió el corazón con lo que dice Eva, el que llamase a sus padres de aquella manera… tan desesperada, a la vez que… no pude aguantarlo—Terció Saraí—
—Mirad el lado bueno, ahora sus dolencias físicas se irán, las mentales… tendrá que luchar—Les respondió la Neo, sentándose—No ha comprendido del todo lo de sus padres, quizá, ahora, sí que pueda entenderlo—
—Hemos hecho mucho para que el duelo sea rápido, pero… estás en lo cierto, su duelo personal ha sido muy complicado, su inocencia es… demasiada como para que comprenda lo que ocurrió—Se sentaron todos en la mesa—¿Qué plan tienes ahora con ella? —
—Cuando pueda volver a caminar y desplazarse como una persona normal, comenzaré a entrenar con ella a mi modo personal, así que no debéis preocuparos por eso, ella estará ocupada conmigo cuando tenga que estarlo, por el resto, quiero que sea una chica normal—
—¿La dejarás seguir con su vida como siempre? —Edge asintió—Ya veo—
—Ella reside, normalmente, en la academia Kadic, con una chica que se llama Tamiya, y creo que es de buen deber explicarle lo que ocurre y encargar a Taelia que la ayude con su adaptación y su nuevo cuerpo—Parecían de acuerdo—Lo único que deberá tener cuidado es con las peleas con algún estudiante—
—Ella no es una persona agresiva o que busque el conflicto físico—Cortó Evangeline, recordando los informes psicológicos—
—Ella no, pero ¿y si algún estudiante lo hace? —
—Ya veo por donde vas—Saraí anotó algo en una libreta—Evitar las confrontaciones—
—De momento no sabemos qué cambios físicos y mentales puede sufrir, así que esa tarea os la dejo a vosotros, yo… debo encargarme de mediar entre Gaia y Guardián con el tratado que hemos firmado… es una especie de armisticio o pacto de no agresión—Recogió sus cosas—En resumen, estaré con Milly hasta asegurarme que está bien tras el proceso y… luego la dejaré a vuestro cuidado—Ellos asintieron. Les parecía buena idea—
—Tenemos una petición, como punto aparte de esto y viene directamente de los cuatro genios, Edge—Solicitó Ayn Rand, poniéndose de pie, sacando un papel que tenía impresa una carta—Por favor, ¿puede ir a revisar qué está pasando en Europa del este y el báltico?, no queremos que desaparezca ninguna ciudad más, por lo menos, queremos averiguar qué está pasando según tu criterio—
—¿Me vais a mandar a la boca del lobo? —Ellos asintieron—Esto tendré que hablarlo con Zack, me gustaría ir con… ¿cómo nos llamábamos?, creo que División Fantasma—
—¿No es mejor ir solamente con tu hermano? —Cuestionó el líder norteamericano, no entendiendo sus intenciones—
—Así podemos cubrir más terreno, así que… digamos que acepto vuestra petición—Firmó el papel. Su firma constaba en la diana de Xana con su nombre bajo ella—Intentaré partir lo antes posible, cuando sepa que Milly está completamente fuera de peligro de cualquier tipo—
—Vale, supongo que es justo… avisaremos al resto de la división—
—De acuerdo—
Tras aislarse del resto, llamó a Aelita.
—Así que ya es una más de ellos… espero que esto valga la pena—Dijo, recién despierta—¿Hay algo malo que le haya ocurrido? —
—Nada por el momento, lo preliminar indica que no se ha visto afectada psicológicamente, pero es muy pronto para decirlo, les… he dejado el recado a ellos… me han pedido que vaya a investigar lo del báltico—
—De verdad… tenía que pasar algo como eso en un momento como este—
—¿Qué quieres que haga? —
—No quiero que te ausentes, debemos mediar con lo que quiere hacer Gaia y Guardián, saber qué personas serán las encargadas de estar aquí para que ambas cumplan con su palabra… así que haz lo que veas, pero que tome el menor tiempo posible, ¿entendido? —
—Saber cuánto va a tardar… vale, intentaré darme prisa con eso, aunque… primero quiero asegurarme de que Milly está de una pieza antes de pirarme—
—Lo dejo en tus manos, Edge—
—Necesitamos centro de mando, le dije a los genios quieren que fuera con la División Fantasma, así que… te toca—
—Vaya por Dios—Se escuchó como se dejó caer en la cama—
Pasó el resto del día con la pelirroja, quien se sometió a una gran cantidad de análisis, supervisados personalmente por la doctora y la Neo. Su cuerpo estaba bien, sus ojos aún comenzaban a cambiar de color y su perfil psicológico parecía no haber cambiado mucho, pero debían tenerlo en cuenta. Su columna parecía haber recuperado parte de sus conexiones nerviosas perdidas y sus piernas igual. El proceso iba lento, pero las mejoras del virus en su cuerpo parecían bastante evidentes. La noche llegó. Aún estaba muy dolorida, pero podía mantenerse. Tenía los brazos vendados, pues tenía algunos aparatos conectados.
—Te voy a meter en una reunión importante, perdón si no entiendes nada, te iré poniendo al día de estas cosas, vas a ser mi aprendiz—Le dijo, ayudándola a sentarse en la silla de ruedas—
—¿Y de qué es tan importante? —Preguntó, acomodándose. Aún no soportaba sus piernas—
—Ya lo verás, tengo que darles un resumen… —La llevó hasta una sala de reuniones improvisada. Se encontraba todo el personal que involucraba a la división fantasma, incluida Aelita, pues hizo de centro de mando. También se encontraban los genios y algún personal militar más—Milly estará como observadora, así que no le prestéis mucha atención—El público asintió—Perdón por hacer esto tan repentino, pero… creo que esto nos concierne a todos—Cogió un proyector, lo conectó al PC que traía Aelita y puso las imágenes que personal de Corporación Guardián le había pasado por email—Hay algo o alguien que se ha cargado una isla y una capital de país en un parpadeo y no sabemos qué es—
—¿Crees que sea lo del huracán del báltico? —Cuestionó Zack, quien había llegado en tiempo récord al ser una urgencia—
—No tenemos otra pista que no sea esa—Siguió Aelita, cruzada de brazos—
—En resumen, algo o alguien ha salido de ahí y seguramente esté haciendo desaparecer ciudades, pero… no sabemos por qué ni qué busca ni qué quiere ni sus razones, así que debemos ir a recabar pistas de toda clase, por eso quiero ir con la división—
—Tallin está desierta, no se puede entrar—Incluyó Arthur—¿Qué plan tienes? —
—Quiero que mi primera parada sea las islas Åland, empezando por el puerto de Naset, pues ahí, según una carta a Guardián, se produjo todo o fueron quienes vieron mayor cosa—Siguió la Neo—Aunque ha sido una petición de vosotros—Refiriéndose a los cuatro genios—No aseguro encontrar alguna prueba, estamos buscando una aguja en un pajar y solamente podremos saber, con suerte, si la persona quien causó estos destrozos aún está por ahí… quizá algo más—
—¿Qué posibilidades hay de que sea una aberración? —Preguntó Aelita, quizá recordando la conversación con Mihaly—
—Tan bajas como nulas y tan altas como que lo es… es decir, ni idea—El resto asintió—Más nos vale que, sea lo que sea que está ahí fuera, no sea más poderosa que yo, o estaremos enfrentándonos a un problema a nivel global—
La reunión terminó en buen puerto, comprometiéndose a buscar una ruta lo más rápido posible para ir a las islas, seguido de a la capital desaparecida. Ahora, en la sala, solo quedaban los de la división.
—Odd, Zack, perdón por haberos avisado con tan poco tiempo, ha sido una petición urgente—
—No importa, estaba aquí con Sam y marchaba mañana a Italia—Dijo el rubio—Veo que alguien requiere los servicios de Odd el valiente—
—Yo no estaba haciendo nada destacable, así que aproveché para abandonar la base un tiempo—Siguió el otro Neo—Al final, veo que sí que tendremos que ir—
—A mí no me apetecía—Siguió la propia Edge—
—¿Tanto miedo le tienes a la cosa que esté ahí fuera? —Preguntó de primeras Pavel, cruzado de brazos con una mirada burlona—No es propio de ti—
—Es que… no sabemos qué o quién está ahí, lo que pude averiguar no da ninguna pinta que sea precisamente débil—Suspiró—Además, si no estamos ahí, va a ser complicado—
—¿Qué pintamos ahí? —Cuestionó Taelia, quizá, lo que ellos se preguntaban también—
—Fue una petición de los genios, así que no les llevé la contraria, me hubiera contentado con Zack, pero… supongo que podemos separar las tareas—Indicó—Intentaré buscar una manera de que me podáis ser útiles, pero, aviso, estos días que nos lleve esto pueden ser complicados—
—Tampoco os deis el lujo de tardar demasiado—Terció la pelirrosa, de pie—No quiero ser pesada, solo recordarte lo de… ya sabes, Guardián y Gaia—Edge asintió. Lo sabía bastante bien—
Los puso al día con lo que sabía de la inestabilidad del báltico y de lo ocurrido cuando estuvieron en Rusia. En secreto, Aelita y Odd sabían lo que había ocurrido, de verdad, antes de la vuelta al pasado. Les indicó prepararse mentalmente para el viaje y no desaparecer. Zack se quedaría con Edge en casa de Anthea, mientras esta se ocupaba de Milly al tiempo que el equipo de Genios preparaba el viaje a Escandinavia.
Sobre la madrugada del día siguiente, cuando la Neo revisaba a Milly, alguien entró a la habitación. La llamaban del despacho de Ayn Rand.
—¿Tienes ya el viaje planeado? —Preguntó a este, quien asintió—A ver—
—Viaje en hidroavión militar hasta Naset desde las cercanías de Suecia, luego, ese mismo hidroavión os llevará al lugar que queráis ir de la isla, seguido de las cercanías de Tallin. A la vuelta, debéis volver en coche hasta la otra punta del país, donde hay un aeropuerto militar aún operativo—
—Me gusta. Podemos tener libertad operativa—
—Aelita parecía no muy contenta con esto—
—Es por lo de Gaia y Guardián—Se lo explicó—Debo ser yo quien medie entre ellos, así que estará nerviosa de que ellos lleguen y yo no esté disponible—
—Qué remedio, ¿verdad? —Edge se encogió de hombros—En fin, muchacha, podéis marchar ya si queréis… ¿cómo ves a Milly? —
—Está bien físicamente, pero mentalmente está… algo tocada, pero es por lo de sus padres. Se la pasará pronto, simplemente está terminando de asimilarlo—Ayn asintió—Por el resto, os la dejo a vuestro a cuidado… avisaré al resto y nos iremos—El genio asintió, entregándole los papeles necesarios para marchar.
Llamó a todos los implicados, incluida Aelita, quien estaría de centro de mando en el súper ordenador. Quedaron a medio día en el aeropuerto principal de París.
Primera parada: Estocolmo.
Estocolmo, Suecia. Tarde de ese mismo día. Embarcadero militar.
Llegaron con prisa al embarcadero gracias a un taxi. No hizo falta identificarse, gracias a Edge y a su joven aspecto, los soldados reconocieron al instante de quienes se trataban. Los llevaron al interior de las instalaciones, encontrándose con más soldados de alto rango de la marina de Suecia.
—Necesitáis un hidroavión, ¿no? —Preguntó un general. Edge asintió—¿Qué necesitas exactamente? —
—El más arcaico que tengáis, no quiero nada que dependa de sistemas electrónicos, solamente de sistemas hidráulicos y manuales—Una petición exigente—Si los informes que tenemos son correctos, nada de eso funcionará en la isla—El hombre asintió—
—Os prepararemos lo necesario—
Los llevaron hasta el puerto, donde vieron un gran aparato que parecía bastante viejo, pero aún capaz de volar.
—Vaya armatoste—Comentó el pequeño Neo, moviéndose por las barracas—¿Esto aún puede volar? —
—Así parece—Dijo la Neo. El avión era enorme, tenía tres motores en cada lado del ala y una gran envergadura, de más de cien metros de ancho, y algo similar de largo. Una hidrocanoa que aún estaba armada—Espero que hayáis cogido buenas provisiones, esto nos puede llevar un par de días—
—Tenemos todo lo necesario; armas, una brújula, un mapa, los manos libres, las armas… no nos falta nada—Secundó Sam, revisando su equipamiento en una bolsa improvisada—
—Entonces es hora de partir—Dijo el soldado que las había recibido—El avión está listo y pueden irse—
Subieron a la hidrocanoa. Como había pedido Edge, arcaica, con un funcionamiento plenamente hidráulico y apenas dependiente de la electricidad, más que para la radio y algunos elementos de posicionamiento. Hablaron con los dos pilotos, marcando, gracias a un mapa de la zona, la ruta a seguir. Una de ellas, al lado de donde habían sentido los Neo aquella inestabilidad.
—Un hidroavión robado a los alemanes luego de la guerra—Dijo Taelia, viendo las inscripciones en alemán dentro del casco—Esto es un museo—
—Bueno, parece que aún lo conservan bien—Se sentaron en una mesa improvisada mientras el avión ganaba altura tras despegar del agua—Atended bien, porque la comunicación con Aelita va a ser complicada, así que, si os perdéis, tenéis el mapa de la isla y una brújula—Les dijo la Neo, apuntando a la ciudad—Nos vamos a separar por cada punto cardinal y quiero que vayáis a recolectar algo que va a ser de utilidad—Sacó de su mochila tres pares de varillas metálicas—¿Conocéis el método Zahorí? —
—¿El que se usa para buscar agua subterránea? —Edge asintió—Ya veo por donde vas—
—La isla tiene que estar plagada de energía instable que no reaccionará con las varillas, pero… es posible que, si ese ser que destruyó las islas caminó por la misma, haya dejado un rastro muy complicado de borrar y las varillas harán lo suyo—El resto asintió—Marcad en el mapa los sitios que notéis que hay rastros donde las varas reaccionen y haremos un cálculo de los sitios a los que pudo ir—
—A la noche los revisaremos, mientras, Edge y yo revisaremos la ciudad y las cercanías—Siguió Zack—¿Todo bien? —
—¿las islas están desiertas? —Preguntó el italiano de primeras, enfundando el arma en su pantalón—No me apetece encontrarme a alguien si voy solamente con Sam—
—Están completamente evacuadas, no debería haber nadie… si es que alguien sobrevivió, para empezar—Guardó su arma—Recordad que no tomamos prisioneros—
Se separaron a prepararse. A los pocos minutos, volando a una altura de apenas mil metros sobre el nivel del mar, Edge llamó la atención del Zack, tomando su mano.
—Mira eso…—Notó, como ya había visto antes, el gran remanente de energía de la antigua inestabilidad. Aún había gran rastro de esta y no parecía que fuese a cambiar pronto. El agua se arremolinaba en la zona gracias al efecto magnético. Pidió a los pilotos dar una vuelta en una zona marcada, lo suficiente para estudiar la inestabilidad.
No tenía razón de ser, o no entendía nada. La inestabilidad existía porque algo la había creado, no tenía pinta que las líneas se hubieran deformado para crear algo como eso. Alguien había intervenido y había creado a lo que había salido de ahí, algo tan poderoso, que incluso opacaba la energía de la misma Edge. No podían deshacer la inestabilidad en ese momento, así que siguieron su corto recorrido hasta las islas Åland, al puerto de Naset.
—Volad sobre el pueblo un momento, hay algo raro—Ellos obedecieron. Los instrumentos magnéticos se volvieron locos al pasar por encima de la tierra. Había una gran fuerza magnética que los atraía—
—Ha magnetizado todo el terreno—Secundó el otro Neo—¿Qué ha pasado aquí? —
Tras dar otra vuelta, amerizaron en la costa, lo suficiente como para encontrar un sitio seguro donde amarrar la hidrocanoa y poder montar un campamento improvisado. Incluso, dado a su tamaño, dentro del mismo avión se podía dormir.
Pisaron tierra y llegaron a una plaza central a pocos metros del sitio del aterrizaje.
—Encontrad un método de transporte rápido y recordad, ir lo más lejos posible sin alejaros demasiado. Para la media noche nos veremos en el avión y revisaremos los resultados, en la mañana partiremos a Tallin a seguir el rastro de migajas—
—La comunicación no es estable, pero los satélites militares parecen mantenerse todavía—Comunicó Aelita como centro de control—Buena suerte—
Se separaron. Taelia y Pavel al norte, Sam y Odd al Oeste. Edge y Zack al sur y este. No había mucho que ver cuando todos partieron, simplemente una ciudad reducida a escombros… unos bastante peculiares, pues no parecía de una explosión con un epicentro evidente, parecía que la había destruido una grandísima sacudida o algo que abarcó toda la zona, porque no había epicentro. Los Neo recorrieron toda la ciudad costera, analizando los remanentes de energía, pero…
—Está distorsionada—Comentó Edge luego de un rato—La explosión de energía borró cualquier rastro a seguir… salvo esta estela—Habían notado una estela que, de forma muy intermitente, parecía seguir una ruta fija. Parecía buscar algo, sin embargo, no podía reconocer de quién se trataba solamente usando ese método.
—Parece que Pavel y Taelia han encontrado algo similar a vosotros, las varas han reaccionado a algo como un camino que se siguió. Están a diez kilómetros de Naset—Comentó Aelita—Intentad buscar más a fondo—
Buscaron. Pero el mapa, que, si bien era simplemente del relieve, no daba buena pista de donde se había dirigido.
—Sam y Odd encontraron compañía—Avisó la pelirrosa—Dos personas vestidas con trajes ceremoniales, pero… dicen que están muy heridas—
—Iremos para allá—Dijo el muchacho—
Usando su inigualable físico, partieron hasta la posición de la pareja humana. En un pueblo cercano, a quince kilómetros, se encontraron con ambos en la salida de un edificio con ambos hombres tendidos en el suelo, con un charco de sangre rodeándolos.
—Igual sirven de algo—Dijo el rubio—No hablo su idioma—
—¿Qué estaban haciendo? —Preguntó de primeras la IA, acercándose al que aún estaba con vida, pues el otro parecía haber muerto de las heridas—
—Estaban caminando como zombis—Secundó Sam, guardando el arma—Los reducimos de una patada, pero… están balbuceando—
Edge intentó robar sus memorias, pero… lo único que había en sus cerebros era… nada. Vacío, habían perdido, incluso, sus mas primitivos instintos. Algo les había borrado la memoria de un chispazo.
—No hay nada en su cabeza, están vacíos—Suspiró la IA, colocándose de pie—Sea lo que sea que los haya atacado, les ha borrado completamente la cabeza—De su mochila sacó en Shenfield, podía tenerlo cerca para usarlo y sacar imágenes que enviaba directamente al súper ordenador—
—Buscaré algo relativo a ese traje, la insignia que llevan debe darnos alguna pista—En su traje, que constaba de una túnica de cuerpo completo de color blanco, con líneas negras en los laterales y una insignia basada en la imagen de un ciervo saltando—
—Vamos a deshacernos de los cuerpos y continuad marcando el mapa—
Tras asegurarse que no quedaba nadie con vida, los Neo volvieron a la ciudad.
Caminaron por las estrechas calles de la ciudad finesa, pero apenas había rastro de algo. La ciudad había sido arrancada desde sus cimientos y solamente quedaban escombros. La zona estaba muy electrificada y apenas podían seguir algún rastro.
—El rastro apenas se aleja diez kilómetros del puerto, Pavel y Taelia están a veinte y ya no encuentran nada más—Anunció la pelirrosa, tecleando—¿Tenéis algún progreso relevante? —
—Ninguno que valga la pena llamar progreso—Dijo la Neo, subida en los escombros de lo que parecía ser una iglesia—Está bajando el sol… quizá sea hora de volver, aquí no encontraremos nada—
Cuando el sol ya había caído, se acercaron al improvisado campamento en la cabeza de playa, justo donde habían amarrado a la hidrocanoa. Las otras parejas volvieron, visiblemente cansadas y hambrientas.
—¿Encontrasteis algo? —
—Esto es lo único relevante—Taelia asintió y sacó de su mochila, con algo de dificultad, casi una docena de carpetas con el sello de confidencial. Estaban en un estado envidiablemente bueno—Son expedientes de personas desaparecidas, pero apenas hay fotografías—Dijo—Tampoco hemos encontrado gran cosa con las varillas, a los diez kilómetros dejaron de responder, pero hemos marcado la ruta que ha seguido—
Revisaron, al fuego de una fogata en la arena, los expedientes. Solamente había uno que fuese reciente, pero constaba de un simple formulario genérico con un hombre: "Xanvel". Databa de una semana antes de la explosión, pero, por lo que ponía el expediente, la persona que lo reportó, que aparecía como anónimo, dijo que la podían haber raptado hacía ya semanas atrás. ¿El problema?, el informe no daba ninguna descripción física, ni de contacto, ni de origen. Nada, es como si el informe estuviera incompleto. Taelia, junto con Pavel, barrieron la zona esperando encontrar más cosas, pero fue imposible.
Así que no podían hacer más, pero tenían una mínima pista, una que no llevaba a ningún lado, pues podía ser una persona común y corriente.
—De verdad, ¿esperas encontrar algo concluyente con esta misión? —Preguntó el eslavo, sentado en la arena junto con Taelia, comiendo algo de comida enlatada—
—No, esto fue una petición desesperada de los Genios y… creo que ellos saben que esto es lo mismo que buscar una aguja en un pajar—Respondió la Neo—
—Si estamos buscando a una persona que causó algo así, ¿por qué no ir al último sitio del desastre? —Cuestionó Sam, recostada sobre Odd—
—Porque este caso no es lo mismo que el de un ataque terrorista organizado, aquí, seguramente, la persona perpetradora sea solamente una y… no tenemos ni una sola pista que nos diga que ha pasado aquí, tampoco tenemos otra pista que nos diga quien ha sido, ni si ha sido un algo, o una persona… no tenemos nada, Sam—
—Entiendo—
—Calma, Edge, seguro que encontramos algo en Tallin—Siguió el joven Neo, a su lado—Aunque… es verdad lo que dices, estamos buscando una aguja que no sabemos cómo es, en un pajar de un continente entero de tamaño—
Salvo los Neo, nadie tenía más energía restante en ese momento. Recogieron sus cosas y las guardaron en la hidrocanoa. Todos acordaron dormir ahí, pues gracias al sistema de boyas que tenía en los laterales de las alas, el movimiento de péndulo causado por el agua era prácticamente inexistente.
Los Neo se quedaron afuera, en la playa. Zack, en práctica intensiva con Edge, logró construir una muralla de varios metros de alto usando todos los escombros de las cercanías. La muralla era bastante alta y se adentraba varios metros en el agua. Subidos en la sima de la muralla, sentados…
—¿Esperas encontrar algo? —Preguntó el muchacho, casi de obligación—
—No, no quiero encontrar nada, Zack—Le dijo—Tengo la sensación de que la pelea… o lo que sea que pase, será muy destructiva, incluso para mi—
—¿Entonces por qué accediste a esto? —
—…—
—No tienes por qué adentrarte en el primer peligro que veas, algunas cosas… incluso a ti, se escapan de tu comprensión y de tu alcance. Esta es una de esas, donde no tienes ningún control sobre ello—
—¿Deberíamos abortar? —
—No, ya estamos bastante metidos en esto… vamos a terminar con la misión, informar como que hemos hecho algo y… nos vamos—
Pasaron un rato en silencio.
—Supongo que no me necesitáis más por hoy—Dijo una voz cansada—
—Pensaba que te habías ido hacía horas—Dijo la Neo—Tranquila, puedes irte, total, hasta la noche no necesitaremos nada, solamente que me ayudes a transmitir a todos lo que hemos descubierto.
Aelita se despidió, cortando la transmisión.
La mañana llegó y, tras juntar lo que habían recolectado, vieron que, tal como se lo temía Edge, no tenía ningún sentido. La persona parecía haber llegado al puerto, caminado por el área limítrofe con la otra ciudad y dado vuelva, otra vez, al puerto. Pasando por bastantes locales y, aparentemente, hoteles.
Subieron al avión luego de desayunar, logrando despegar y, volando más bien bajo, se encaminaron hacia su siguiente destino; Tallin.
—Escuchad, no vamos a separarnos mucho esta vez, la ciudad, aunque está desierta, puede ser que haya personas indeseadas, incluso militares barriendo la zona. Vamos a buscar rastros concretos y nos marcharemos al anochecer luego de informar a los de arriba, ¿entendido? —Ellos asintieron—Perfecto—
—No garantizamos volver en avión, pero debemos intentarlo, así que no nos separemos y, recordad, ir sobre seguro—
—¿Qué debemos buscar? —Cuestionó Taelia—
—Empezamos desde el puerto, vamos a buscar rastros con las varillas… esto puede ser complicado, pero al ser una capital, intentemos no perder mucho tiempo—Ellos asintieron—No tomamos prisioneros, pero tampoco matéis a lo primero que veáis, si es una amenaza, entonces, si—Volvieron a asentir—
—Nosotros atracaremos en un islote cercano para evitar cualquier ataque, así que usad linternas para avisarnos desde el puerto y nos acercaremos a recogeros—Anunció el capitán del avión—Buena suerte—
Amerizaron con cuidado, ante una espesa neblina del mar, en el puerto de la destruida Tallin. Al salir a la playa cercana, vieron un destrozo incluso peor que en la isla. Aquí, la presencia de energía en el aire era, incluso, diez veces mayor. Mucho más consensada y concentrada. Tomaron sus cosas y acordaron no separarse más de cuatro calles, barriendo con las varillas cualquier rastro.
Lo seguían, parecía que, por una vez, el rastro era claro… terminaba en un hospital, uno del que no quedaba ni los cimientos.
—Cada vez es más claro que está buscando a una persona—Dijo Sam, recogiendo restos de un informe médico—Pero ¿por qué? —La Neo, con la misma pregunta, se giró hacia ella—
—Una aguja en un pajar—Dijo—mira eso, apenas hay edificios en pie—Se podía ver hasta las cercanas llanuras de la región—
—Militares a vuestras tres—Dijo, repentinamente, su centro de control. Uno que pensaron que no estaba en línea—Perdonad, está cayendo una buena afuera—
—Gracias, Aelita—
Usando el Shenfield, pudo localizar a tres militares con insignias de élite del ejército de estonia. Odd, Taelia y Pavel se escondieron en esquinas cercanas, mientas Sam y Zack vigilaban sus pasos. Edge, usando el aparato, les indicaba la posición. Los militares estaban buscando algo también.
—Desarmadlos—Ordenó Edge—
Odd apareció como un felino, a una velocidad sorprendente, tras el primer militar, el cual no supo de donde había salido, pero recibió un cachazo en la cien que lo durmió el instante, siendo desarmado. Al mismo tiempo, Taelia aparecía en frente de su oponente, quien, aún alzando el arma, vio como con una sola mano arrancaba su ametralladora de sus manos, sino que, con la otra, lo forzaba al suelo con una fuerza inhumana. Pavel, quizá más previsor, tomó por sorpresa al suyo, haciendo una zancadilla y doblándole las manos hasta la espalda. En menos de diez segundos, los tres de élite fueron emboscados. Tomaron sus comunicadores y los entregaron a Zack y Sam. Edge apareció en frente de los detenidos, encima de unos escombros.
—¿Qué cojones hacen los militares en esta zona? —Preguntó de primeras la Neo, viendo sus caras y sus uniformes—
—¿Y vosotros? —Preguntó este—¿Quiénes sois? —
—Operaciones especiales—Secundó Zack la respuesta—
—¡Sois unos niños! —Protestó otro, intentando zafarse, llevándose un puñetazo de Taelia—
—Unos niños acaban de tender una emboscada a soldados de élite, así que silencio—Protestó esta—Estamos buscando a quien hizo esto, ¿sabéis decirnos algo? —
—¿Y tú por qué crees que estamos aquí?, estamos buscando a lo que provocó esto—Respondió uno de ellos, más sereno—Lo único que vimos es… que del cielo se abrieron mil portales dorados del que salieron cosas filosas… y luego, una enorme fractura en el suelo que fundió toda la ciudad—Esa información fue de oro para ellos—
—¿Mil portales dorados? —Se preguntó la Neo—No entiendo…—
—¿Se tratará de alguien de una organización? —Secundó Zack la duda—No parece que estemos buscando a alguien débil—
—Por cierto, ¿os suena esto? —Taelia mostró a los soldados la túnica de uno de los que habían encontrado en la isla—
—Si, vimos a uno antes, pero tal cual lo tocamos, se volvió polvo…. Te lo juro—
—Joder—Suspiró—Sin pistas—
—Yo tampoco encuentro nada—Siguió Aelita—
—¿Hacemos algo con ellos? —Preguntó Pavel, listo para disparar—
—No los matemos, necesito que sean mensajeros. Desatadlos—Asintieron, obedeciendo. Los soldados, ya con sus armas, escucharon—Decidle a todo vuestro centro de mando que no dejéis que nadie entre a la ciudad bajo ningún concepto, esto es peor que la radiación nuclear y podéis morir si os exponéis mucho, así que fuera de aquí y pasad el mensaje. Si preguntan quienes fueron, decid que ha sido la División Fantasma, deberán entender de inmediato de quien estamos hablando—
Los soldados asintieron, marchándose a toda prisa.
—¿Segura de dejarlos vivir?, ¿qué pasó con lo que no había prisioneros? —Cuestionó la adolescente, guardando el arma—
—Necesito que pasen el mensaje, así sabrán que hablamos en serio—Dijo—Y no queremos dejar un rastro de sangre sin necesidad—
Sin embargo, la búsqueda pareció ser infructuosa. Llegó la hora de comer, a medio día. Pararon en un edificio de varias plantas que estaba en relativo buen estado. Zack, practicando, reconstruyó lo importante para que no se cayera. Subieron, sacando algo de comida para preparar. Abrieron un portátil y lo conectaron a la red satelital, gracias a Edge.
—Aelita, por favor, crea una transmisión en broadcast y envíala a los genios y a quien quiera unirse de Gaia y Guardián, esto puede ser importante—
—En ello—Tecleó con velocidad—Lo que le dijiste a los militares… ¿es verdad que es peor que la radiación nuclear? —
—Si, es peor—Dijo—Mientras estéis con nosotros, no os afectará para nada, por eso hice que el avión se alejase, así los pilotos no están expuestos a la radiación del lugar—
—Espero que no les pase nada—
Al cabo de media hora, tras comer, ya estaba todo listo, Habían más de cincuenta usuarios conectados a la transmisión, una que, tranquilamente, podía estar siendo vista por más de un centenar de personas.
La cámara del portátil apuntó a ellos, sentados en el suelo, Zack y Pavel en la ventana, con Edge en el centro, apoyada en la pared.
—Tal como os dije, no hemos encontrado nada concluyente, salvo… pequeños retazos de pistas que no podemos asegurar que sirvan de algo—Les contó lo encontrado en la isla—Los trajes ceremoniales y el informe de una tal Xanvel… no sabemos quienes son, no tenemos información y los cuerpos tenían la memoria borrada por la gran descarga que sufrieron—
—En la ciudad nos topamos con el ejercito estonio, pero los hemos expulsado tras decirles que es peligroso—Dijo Zack, secundando—El rastro que ha dejado se detiene en un hospital, desde ahí, no hay nada más a que seguir la pista—
—Sea lo que sea, ha hecho algo… sorprendente—Contó con detalle lo que uno de los militares le había dicho—Mil portales dorados y una gran fractura… todo coincide, hay una gran concentración de energía en el subsuelo… Si de Gaia y Guardián sabéis algo, depende de vosotros, no podemos hacer nada más desde aquí, no hay más pistas que seguir, menos cuando todas las han borrado—
—¡EDGE! —Gritó Zack, con sus brazos en X, creando una barrera con piedras, que de poco sirvió, escuchándose una gran explosión—
—¡Hay movimiento de alguien a diez kilómetros de vuestra posición, hay una gran cantidad de movimientos sísmicos! —Anunció Aelita—
—Te tengo—Pensó la Neo, lanzándose por la ventana un edificio adyacente—Zack, protégelos, voy a encargarme de esto, puede ser que lo que buscamos haya venido a nosotros—
Con sus manos hechas un puño, las alzó ligeramente, levantando a su vez todos los escombros de gran tamaño al cielo, girando sobre el edificio.
Antes de poder hacer cualquier cosa, Edge sintió un gran temblor en donde estaba apoyada. Debajo suyo, al fijarse, vio una fractura en el suelo de un color magenta, brillando con fuerza que declinó en una potente explosión de energía que todos vieron. Se preocuparon por un segundo, pero la vieron saltar al suelo que tenía en frente.
—¡Corred fuera del edificio!, seguiremos con ello luego—Obedecieron, saliendo como alma que lleva el diablo de aquella edificación en ruinas—
—¿Qué pasa? —Se preguntó Zack, intentando ver de donde había venido el ataque—
—No lo sé, ha logrado prever mi ataque a mucha distancia—Dijo—¿Vamos a cazarla? —
—Supongo que no hay otra opción—
—Os paso las últimas coordenadas, no logro detectar más señales. Activado el modo asalto, tenéis media hora—Dijo Aelita, tecleando a toda velocidad—
Las instrucciones fueron claras: Los Neo, aprovechando sus características, irían al frente, las otras dos parejas irían al flanco para evitar ser el centro de algún ataque.
Los dos Neo corrieron a gran velocidad entre las ruinas, esquivando cualquier posibilidad de ser vistos por aquel ser que ya no sabían si seguía ahí. El movimiento sísmico había parado hacía unos minutos y… no sentían ninguna presencia. Se acercaban a una colina que coincidía con la indicación de Aelita, pero solamente veían una ermita ya abandonada.
—No ha dejado rastro—
—Ha tirado la piedra y escondido la mano—Siguió la pelirrosa—Intentaré detectar más señales, pero… ha sido muy repentino—
—Buen trabajo, Aelita—Suspiró—
Buscaron pistas por las cercanías, mientras las otras parejas llegaban, pero no encontraron absolutamente nada; Ni pisadas, ni rastro de energía… nada. Es como si un fantasma los hubiera atacado.
Tras dar las malas noticias, reanudaron la reunión, desde la misma Ermita.
—Ha escapado, quizá, hacia el este. No ha dejado ningún rastro—Suspiró. Nadie podía decir nada, estaban solamente de espectadores—Intentaremos reconstruir lo que ha ocurrido y nos marcharemos antes de comenzar una lucha innecesaria, pero… este enemigo tiene pinta de no ser nada sencillo—
Cortaron la transmisión. Pensaron que marcharían, pero Edge, viendo la ciudad, quiso probar algo, lo mismo que había hecho en la cueva rupestre aquel día, quería hacerlo a gran escala.
—Tomaos de las manos y mantened la calma… voy a intentar algo—Tras posicionarse frente a la ciudad, la Cuna del Deseo apareció frente a sus ojos—¿Puedes mostrarme lo que ha pasado aquí? —
Sintieron un gran zumbido que se extendió por todo su cuerpo, al tiempo que el mismo cubo brillaba con una… oscuridad extraña. Un gran destello que se elevó al cielo y luego los cubrió con un gran domo de energía que cubría toda la ciudad, hasta el área limítrofe… era todo oscuro hasta que vieron una escena que solamente duró tres segundos, pero tres que fueron suficientes para hacerse una idea de la gran catástrofe que les había caído encima:
Del cielo oscuro salieron mil puntos de luz a una gran altura; puntos de luz que parecían traer objetos en ellos que eran lanzados hacia la población y, del suelo, una gran fractura de la que emanó una gran palpitación que derrumbó toda la ciudad, reduciendo todo a escombros. Una fractura que no existía ya, porque el suelo, a pesar de estar roto, no parecía seguir el mismo patrón.
Edge cayó al suelo de rodillas por la energía usada, pero logró ver en esos segundos el gran infierno que habían vivido.
El domo se deshizo con un gran destello, dejando caer retazos de luz que volvían a Edge.
—¿Esto fue lo que pasó? —Se dijo Sam—No hay manera que esto lo provocase alguien humano—
—Ahora entiendo también a que se refería a mil portales dorados—Los puntos eran de tal tamaño, que el color dorado de la energía usada parecía ser un portal digno de un libro de fantasía—Zack… debemos irnos de aquí, si esa cosa nos encuentra sin un plan, nosotros…—
—Si, te entiendo—Dijo este—Tenías razón desde el principio, no debíamos haber venido aquí—
Volvieron al puerto, con la calma, tras hacer señales en morse al avión, quien se encontraba en la lejanía.
Aelita, no obstante, estaba impresionada, a la par que asustada. ¿Qué era ese ser?, ¿por qué había aparecido de la nada? Y lo más importante, ¿por qué a Edge le daba miedo encontrárselo? Estaba temerosa de verlo, era evidente. Se recostó en su asiento, suspirando. No encontró rastro de nada en ningún lado, pues no había cámaras por las que observar y buscarlas tampoco era una opción sensata. Era una aberración, era evidente, pero por lo que había visto… era una de la que nadie sabía cómo encontrar, ni luchar.
Se desconectó tras recibir orden de Edge, volviendo a casa. Se encontró con Anthea cocinando. La abrazó por detrás.
—¿Qué pasó? —Se giró hacia ella, besándole la mejilla—
—Es la primera vez que escucho a Edge… asustada—Eso preocupó a Anthea—¿Qué es esa cosa y por qué a ella le da tanto miedo? —
—Quizá sea algo que debas dejarle asimilar. No sabemos ni vemos lo mismo que ella, así que… es lo único que podemos hacer—Suspiró—Lo mejor será prevenir una confrontación y dejarle esto a los que saben, nos hemos precipitado enviando a Edge—
—No creo que ese sea el problema… quiero decir… es enviarla sin un plan—
Anthea no estaba muy de acuerdo, pero entendía su punto. El enviarla sin un plan claro, en medio de una ciudad destrozada sin saber quién o qué lo había causado… no pareció ser buena idea. Volvían con las manos vacías y con muchísimas preguntas que, seguramente, se quedarían sin responder.
A eso de la tarde, cuando la división había vuelto al laboratorio, tuvieron una reunión rápida. Todos los genios, más personal de Gaia y Guardián involucrados, se encontraban en la conferencia, algunos presentes físicamente, otros digitalmente.
—Mil portales dorados se abrieron sobre la ciudad y una gran grieta la derrumbó… eso fue lo que nos dijo un soldado y para nuestra desgracia, tenía razón—La gran mayoría alzó una ceja—Sé que parece de fantasía, pero… es lo que pasó. Tanto Tallin como la isla no fueron arrasadas por un arma convencional, sino por una gran explosión de energía que emergió del suelo en forma de grietas que fundieron el pavimento, por eso no hay rastro—
—En cuanto a lo que nos atacó—Secundó Zack, tomando la batuta—Aelita detectó un movimiento sísmico que desapareció al tiempo que apareció, así que no tenemos la más mínima idea… pero podemos dar una cosa clara; no somos rival para esa persona—Eso provocó un gran murmullo—Logró ocultarse de Edge y de la Cuna del Deseo, encima logró destruir una ciudad sin dejar el más mínimo rastro obvio—
—Solamente tenemos una pista, que podría ser que estemos buscando a una persona aleatoria que ha sido borrada de la existencia—Siguió Edge, sacando la carpeta—Xanvel, pero… solamente tenemos un nombre—Sacó, de igual manera—Una túnica ceremonial—
—Si alguno sabe de qué es esto, lo agradeceríamos saber—Personal de Gaia parecían debatir entre ellos. Uno tomó la palabra, estaban en llamada con ellos—
—Es un atuendo ceremonial de una secta pragmática que veníamos persiguiendo tanto Guardián como la corporación Gaia… su nombre es: Aria, y no sabemos nada más que de su existencia… ¿pudiste hacer algo? —
—Nada, sus cerebros estaban como cuando le pasas un imán a un disco duro, no había información lógica… eran zombis—Eso pareció causar una gran preocupación—Con esa información… me pondré a buscar el origen de esa tal Aria, quizá podamos dar con alguien de ello—
—El único problema que tienes es que son una secta ocultista, así que sus integrantes pasan como alguien del común… no sabemos más que eso, apenas hemos capturado a una integrante de ellos y se suicidó mordiéndose la lengua, de esto hace ya quince años—
—Entonces… supongo que depende de vosotros… si encuentro algo con lo que iluminar la oscuridad de este asunto os lo haré saber—
Tras dar el informe final, la reunión acabó. El ambiente era obvio: preocupado.
—Creo que este problema es más gordo de lo que aparentaba, ¿eh? —Dijo el americano, con un café en la mano, apoyado contra la pared—
—De verdad espero no encontrarme con lo que sea que haya sido eso… no me apetece pelear—El americano alzó una ceja, no se creía del todo esa excusa, pero no iba a preguntarle realmente qué se le estaba pasando por la cabeza—
—Da igual, el problema ahora es de Gaia y Guardián, solamente nos meteremos en caso de que nos ataque directamente a nosotros—Atajó la doctora de primeras—
—Si el radar cuántico estuviera listo, podría modificarlo para mantener esta área segura—
—Tenemos el prototipo inicial—Indicó Anthea, recogiendo sus cosas—¿No te sirve? —
—Es un armatoste—Se quejó—Necesito algo más portable… pero no me preocupa, parece estar lejos de nosotros—
La reunión pareció terminar ahí. Salieron del despacho y separaron sus caminos.
Edge se acercó al sitio donde estaba Milly; encontrándose con ella y con Eva, quien estaba ayudándole a sentarse tras intentar ponerse de pie.
—¿Ha ido todo bien? —Preguntó, acercándose—Ha sido un día bastante movido—
—Sí, va mejorando todo—Le dijo Eva, tras ayudarle a recostarse—No hemos podido detectar muchos cambios aún, pero en ello estamos—
—Dejadme esto a mi—Le dijo, acercándose a Milly. La doctora se retiró—¿Cómo te sientes? —
—Físicamente… como si todo mi cuerpo estuviera entumecido, apenas puedo moverlo sin que me duela—Suspiró—Mentalmente estoy bien, simplemente que mi cabeza está yendo algo deprisa—
—Tendrás que concentrarte mucho en no olvidar quién eres ni cómo llegaste aquí—Sacó algo de su mochila—El resto se puede arreglar—
—¿De verdad? —Edge asintió—
Se centró en revisar a la pelirroja. No sabía cuánto tiempo tendría que esperar hasta que el virus terminase de arreglar lo más crítico de su espalda, pero los reportes daban buenas noticias.
Milly estaba bien de ánimos, no parecía haberse rendido ni deprimido, algo que, según comentaba el psicólogo del laboratorio, podía deberse a su aún remanente inocencia sobre el tema, no obstante, predecía que, en algún punto, debía enfrentar la verdad de todo el asunto. Lo pintaba como algo malo, cuando no tenía por qué serlo, ya que sus compañeros, por ejemplo, Taelia, ya habían superado y aceptado su nueva realidad, aún con sus falencias, pero lo había hecho.
No perdió mucho tiempo con ella en ese momento, pues aún estaba bajo poder de la doctora Sumire.
Volvió a casa cuando ya era de noche y solamente le apetecía descansar, no obstante, Odd, Yumi, Jeremy y Aelita estaban ahí, y esta última parecía querer hablar de lo ocurrido.
—¿Cómo está Milly? —Preguntó la pelirrosa de primeras. Estaban sentados en el suelo jugando a las cartas—
—Entera—Contestó—Aún tardará un tiempo en notar la mejoría, no es del todo instantáneo—¿Qué hacéis todos aquí? —
—Aprovechando que estaban aquí—Dijo la nipona, girándose—Aelita nos contó que tuvisteis que ir a algún sitio—
Tras dejar sus cosas en la habitación de invitados, volvió, sentándose en el sofá. Se giraron hacia ella, como espectadores esperando escuchar una gran historia. Incluso Xana, quien estaba ahí, sentado a su lado, estaba expectante.
—Definitivamente, sea quien haya sido en realidad, es tan escurridizo como un duende y tan poderoso como la misma Cuna, incluso más—Comenzó contando la Neo—No vi quién nos atacó, y Zack tampoco, solamente se dio cuenta cuando algo se acercó rápidamente—Aelita pudo certificar esas palabras—Cuando llegamos al sitio que nos indicó, no vimos nada… físico, pero si un pequeño resquicio de energía, mirad—Movió sus manos con lentitud, mostrando, con su poder, una figura humanoide incompleta, de un aspecto adolescente, mayor que ellos—Esto es lo único que pude registrar—
—Por el resto, estábamos solamente siguiendo las migas de pan de alguien que seguramente ni le gusta pan—Dijo la IA en una vaga analogía—Estuve investigando en paralelo a ellos, pero tampoco encontré nada concluyente—
—Estaré analizando lo que encontré con La Data, pero dudo que haya algo—
—¿Y por qué le tienes miedo?, parece que quisieras no verlo—Cuestionó Aelita, llamando la atención de los presentes—
—Porque la pelea no sería como la que hubo con Claudio, incluso sería muchísimo más escandalosa que el enfrentamiento con Gaia aquel día… esta vez estamos hablando de que el mundo entero estaría en peligro—Respondió Xana en lugar de Edge—Edge no quiere pelear con alguien que suponemos es incluso más poderoso que ella, es sentido común, instinto de supervivencia—
—Es una suerte que no tengáis que enfrentaros a eso—Atajó Odd—O sería el fin de todo—
—Todavía no cantemos victoria, tendremos que esperar a que Gaia, Guardián o la misma iglesia se meta de lleno en el asunto, pero, por alguna razón, están todos evitando el tema como si tuvieran algo que ocultar—
—Más encima, el tema de la secta—Secundó la Neo—¿Qué hace una secta en ese lugar? —
Contó lo ocurrido, algo que Odd pudo proporcionar más detalles, pues fue uno de los que estuvo ahí.
—Alguien de Gaia nos dijo que se trataba de una secta ocultista, pero… eso puede significar muchas cosas realmente, debo investigar—Indicó la Neo, bostezando—
—No vamos a preocuparnos por eso, vete a descansar—Le dijo Xana, poniéndose en frente—Si algo malo pasa, ya nos ocuparemos de ello—La Neo asintió—
Tras despedirse, volvió a su habitación, echándose a dormir, presa del cansancio acumulado.
—Si no quiere ni ver a su objetivo, esto es que es serio—Atajó Jeremy, intentando barajar las cartas—
—No solo serio, es peligroso—Dijo la pelirrosa—Pero es verdad lo que dijo Xana, no debemos preocuparnos, si no quiere pelearse para evitar destruir todo, debo hacer que así sea—
—Cargas con demasiada responsabilidad—Indicó Yumi—¿No te está afectando? —
—Si… estoy más cansada que de costumbre—Dijo, apoyándose en Jeremy—Suerte que con lo que hicimos esta semana ya se acabó todo este circo… espero—Suspiró—Ahora resta lo más importante, acordar con las dos partes el plan a seguir y olvidarme de que esto siquiera ocurrió—
—Cambiando de tema… ¿Tienes algún concierto pronto? —Preguntó Yumi, repartiendo las cartas a sus compañeros—
—Hay un evento, otro festival, que es la "DEFQON 1", se hace en Holanda desde el año pasado, pero no me han confirmado si me han invitado… no me apetece—
—Prefiero estar en la playa, la verdad—
—Yo igual—Dijo una voz que antes no estaba, Anthea, quien había vuelto con Taelia—¿Todo bien, chicos? —Ellos asintieron—
—¿Ha ido todo bien, Tae? —Preguntó Aelita, abrazando a su hermana—
—Hemos estado ayudando a Milly, cada día va mejorando—El resto agradeció esa noticia—
—Hablando de playa, quizá el mes que viene podamos ir, ¿os apetece ir entre todos? —
Ellos asintieron. Era un comienzo.
Ahora que, parecía que la paz había llegado momentáneamente para ellos, Edge debía enfrentar sus propios desafíos: Milly, mediar entre las dos corporaciones e investigar sobre la secta "Aria", sin mencionar el investigar sobre aquella persona que la atacó y desapareció con el viento.
¿Qué la estaba esperando al final de ese arcoíris?
—Continuará—
Próximo capítulo: Pandemonio.
Muchísimas gracias por leer. Espero que os guste el capítulo.
Y… nada, trabajo, estudios, verano. Asco. Pero eso, aquí estoy, aún escribiendo. Poco a poco. No digo nada de que escriba algún one-shot, pero si se me ocurre, pues oye.
Gracias a los que seguís leyendo.
Reviews:
Loboplateado2541: Si, el pasado siempre vuelve. Es inescapable. Gracias por leer, espero que sea de tu total agrado.
Draoptimusstar3: El pasado es lo que siempre nos condiciona a ser lo que somos. Es lo que hay, no podemos reescribirlo del todo. Quizá ellos, sí. Mientras se maltrate, más rencor. El conocimiento es poder, y el poder corrompe. ¿El conocimiento corrompe? La fama y el poder es lo peor que hay, es mejor evitarlas. El cumplir el deseo del creador va a ser importante. Muchísimas, muchísimas gracias por el comentario, espero que todo te vaya bien y que el capítulo sea de tu total agrado.
Nada, ya nos veremos.
¡Adiós!
Never Give Up, Never Surrender.
