¡Saludos, queridos lectores!

Este fin de semana, toca actualización de esta historia, la cual, les recuerdo que se actualizará cada dos semanas. Espero que realmente les esté gustando estando historia y que aún recuerden cuáles han sido las dudas que el capítulo pasado les dejó, si no, y si tienen tiempo, quizá prefieran volver a leer la historia desde el principio

Hoy veremos un poco de la interacción en privado de Sasuke y Karin después de su "rompimiento".

Sin más, los dejo con la actualización n.n


Era lunes por la noche cuando Itachi llegó a casa, pues aunque las tormentas habían cesado el domingo por la mañana, el reacomodo de horarios en los vuelos hizo que él y Karin tuvieran que quedarse en Suna más tiempo hasta el nuevo horario de su vuelo. Por supuesto que intentaron cambiarlo para llegar antes, pero sólo consiguieron entrar un vuelo antes del que les correspondería.

Cuando Itachi llegó a la mansión, se encontró con un felino negro que corrió hacia él, y tras olfatearlo un poco, comenzó a restregarse en sus piernas ronroneando.

—¿Y quién eres tú, amiguito? —preguntó un poco confundido y se agachó para cargarlo.

—¡No! ¡No lo cargues o…!

—¿Qué ocurre? ¿Te volverás el loco de los gatos ahora que decidiste renunciar al amor? —preguntó Itachi mientras llevaba al gato en una mano y su maleta en la otra. Además, el felino se veía contento.

—No es mío —respondió Sasuke mirando inquisitivamente a la bola de pelos.

—Espera… ¿Este es el "bebé" de Karin? —Itachi preguntó porque no podía ser coincidencia que la chica tuviera un gato del que se preocupara y que su hermano cuidara de uno en el mismo lapso de tiempo.

—Se llama Ónix y ya no es un bebé —respondió el azabache— ¿Dónde está Karin?

—La fui a dejar antes de venir. Tenía prisa por ir a ver a este pequeño. ¿Por qué lo trajiste aquí? —preguntó Itachi confundido— Ella dijo que le encargó a alguien para que fuera a alimentarlo y cambiar su agua y su arena.

—Le envié un mensaje diciéndole que lo traje aquí para que lo recogiera —dijo malhumorado.

—Su teléfono no ha conseguido señal desde el viernes por la noche en que hubo la tormenta más fuerte. Creo que tiene que cambiar de compañía —respondió el mayor, lo que explicaba por qué no importaba cuántos mensajes Sasuke le enviara, ninguno marcaba que le llegara, las llamadas tampoco entraban— Va a preocuparse mucho si no ve a este pequeño en casa y no podemos llamarle si sigue sin señal. Sería mejor que se lo lleves.

Itachi se acercó a su hermano para entregarle al felino y aunque Sasuke se vio renuente, estiró las manos para recibirlo.

Dicha acción, confundió mucho al mayor, ya que a Sasuke le gustaban mucho los gatos, pero cuando él estiró las manos hacia el felino, Itachi no sólo notó un montón de arañazos en los brazos de su hermano, sino que el animal comenzó a sisarle.

—Mételo en la transportadora y se lo llevaré —refunfuñó el menor cuando vio que no tenía caso intentar cargarlo.

—¿Qué le hiciste? —preguntó el mayor sorprendido por la reacción.

—Jamás le he hecho nada a ese maldito gato y aún así me odia —respondió irritado.

—Imposible creerte. Debiste haberle hecho algo muy malo para que te odie de esa forma —respondió el mayor— Trae la transportadora. Vamos a llevarle a Karin a su bebé antes de que se vuelva loca.

Mirando con desagrado al gato, Sasuke fue por la caja y el arenero que se había llevado de casa de la pelirroja desde el viernes en que había recibido el mensaje de ella. Itachi, por otro lado, metió sin problemas al felino que no dejaba de ronronearle.

—Yo me encargo de llevarlo —dijo Sasuke tomando la transportadora ya cerrada, pues no tenía ninguna gana de ir al departamento de la pelirroja en compañía de su hermano aún si el gato protestaba desde dentro de la caja su presencia.

—En serio ¿qué le hiciste? Los animales no actúan así sin razón.

—Déjame en paz —bufó el menor queriendo caminar a la salida, pero el mayor se interpuso.

—Parece que te odia. Mejor dame eso, los gatos se estresan muy fácil —Itachi quiso tomar la transportadora, pero Sasuke no la soltaba.

—Ya te dije que yo puedo encargarme. No le pasará nada. Son sólo veinte minutos de camino. Además…

El timbre de la mansión había sonado poco antes, pero ambos dejaron que la ama de llaves atendiera la puerta. Sin embargo, esta apareció interrumpiendo la discusión.

—Señor Sasuke, hay una mujer llamada Uzumaki Karin que lo busca. ¿La dejo pasar?

—Si, adelante.

—Bueno, tal parece que ella ya recibió tu mensaje y vino enseguida para acá —comentó el mayor y se asomó a la transportadora— Puedes tranquilizarte, tu mami ya vino por ti. No tendrás que seguir con mi hermano.

—¿Tú también vas a hablarle como si te entendiera?

—¡Mi amor! ¡¿Dónde estás?! —se oyó la voz de Karin que de un momento a otro ya tenía la transportadora en las manos mientras el gato maullaba y ronroneaba.

—Estábamos a punto de irlo a dejar a tu casa. Él está bien, Sasuke es bueno con los gatos, aunque parece que a Ónix no le agrada.

Karin sacó apresuradamente a la bola de pelos de la transportadora para abrazarla y acariciarla.

—Lo siento mucho, mi amor. Soy una pésima madre, olvidé considerar las tormentas de arena cuando me fui —la pelirroja le hablaba al gato que no dejaba de ronronear y maullarle en un tono que parecía sufriente.

—Te dije que si lo consentías demasiado, podía pasar esto —comentó Sasuke que parecía todavía más malhumorado que antes— Si lo hubieses hecho callejero habría podido cuidarse solo y no estaría llorando.

—Tu eres el insensible. Si dejo que ande por todos lados y lo atropellan o lo lastiman otros animales, no podría encontrarlo para ayudarlo —replicó Karin— Eso sin mencionar que podrían robarlo. Sé que mi apartamento es muy pequeño, pero sigue siendo más seguro que la calle.

—Se supone que los gatos deben correr y jugar con otros gatos. No quedarse encerrados.

—Lo hará cuando consiga un departamento más grande.

—Ni siquiera has tenido tiempo para sacarlo a pasear como dijiste porque has estado tomando trabajos extra como tú salida a Suna.

—Lo estoy haciendo porque necesito ingresos para ese departamento más grande.

—Entonces no…

—Chicos, ¿podrían relajarse un momento? —intervino Itachi que al principio quedó muy sorprendido por la discusión que no pudo decir nada, pero ahora prefería intervenir— Miren, no sé si me perdí de algo, pero siento que estoy frente a una pareja divorciada que pelea por la crianza de un hijo —esto los enmudeció— ¿A caso adoptaron al pequeño Ónix juntos o algo así?

—¡No! —exclamaron los dos en coro.

—Sasuke lo encontró abandonado una noche cuando iba camino a mi casa y yo le insistí para que me lo dejara. Eso es todo —explicó la pelirroja.

—¿A qué ibas a su casa en la noche? —Itachi miró a su hermano con una ceja levantada, pero evidentemente ambos se vieron incómodos.

—Fui a dejarle unos papeles que prometió avanzar en su casa y los olvidó —respondió desviando la mirada.

—Como sea, gracias por cuidar de mi bebé. Nosotros nos vamos a casa a descansar.

—¿Quieres que te lleve? —se ofreció Itachi.

—No, gracias. Vine en mi auto —respondió la pelirroja con amabilidad al mayor— Despídete, Ónix. Nos vamos a casa.

El felino, como si hubiese entendido a la fémina, dió un maullido que sonaba amable en dirección al mayor y siseó al mirar al menor.

—Karin, ¿sabes si Sasuke le hizo algo? Parece que lo odiara —Itachi detuvo a la chica porque realmente tenía curiosidad y le causaba gracia.

—No lo sé. Cuando lo llevó a mi casa le ronroneaba y se le restregaba, pero unos meses después comenzó a comportarse hostil con él.

—Supongo que ellos no se vieron mucho, así que debe percibirlo como un desconocido… Aunque es la primera vez que lo veo y ha sido cariñoso conmigo —dijo Itachi— Creo que es un comportamiento muy extraño, especialmente si Sasuke no le hizo nada. ¿No se te ha ocurrido preguntarle a su veterinario la razón?

—Su primer veterinario dijo que este pequeño quizá se había enamorado de mí y que odiaba a todos los que me rondaban —comentó Karin riendo y Sasuke se vio tenso— Pero obviamente fue una mentira, porque Sasuke no hace eso y ese hombre trataba de ligar con todas las dueñas de sus pacientes.

—Mayor razón para considerarlo verdad si el veterinario tenía intenciones contigo. Quizá Ónix sabe algo de Sasuke que nosotros no.

—No digas estupideces —refunfuñó el aludido— Vamos, te ayudo a llevar las cosas al auto.

—En realidad, Ónix comenzó a odiar a su veterinario después de que le aplicara las vacunas y que él coqueteara con todas, no signifique que esté enamorada de todas —contestó Karin riéndose— Además, ese hombre era muy espeluznante en su coqueteo y por eso busqué a alguien más para mi bebé. Su veterinario actual, dice que quizá sólo chocan sus personalidades.

—Me cuesta trabajo pensar que choquen si casi no se frecuentan. ¿O será que…?

—Vete. Ya es muy tarde y debes estar cansada —Sasuke insistió.

—Buenas noches, gracias —Karin se despidió sin poder contestar a lo que Itachi dijo y salió de la casa tan rápido como pudo con Sasuke detrás de ella con las cosas del felino.

El par se dirigió al auto en silencio y después de que Karin metiera a Ónix en la transportadora y esta a su vez, en el auto junto a la caja de arena,volteó a ver al azabache, pero no pudo decir nada enseguida y bajó la mirada.

—¿No estás muy cansada? ¿Puedes conducir?

—Estoy bien, no es tan tarde y dormí un rato en el avión —respondió la pelirroja y tras unos momentos de silencio entre ambos, volvió a hablar— Gracias por cuidar de Ónix, pero no tenías que traerlo.

—Necesita correr y estuvo haciéndolo en la mansión —respondió el varón, ya no como un reproche como había hecho minutos antes y volvió a haber silencio entre ambos. Sasuke notó que ella parecía incómoda, pero que quería decir algo más y se imaginó el motivo— Debí regresarte las llaves antes. Voy por ellas.

—¡No, espera! —detuvo la pelirroja y el azabache, que había dado la media vuelta para ir por el artículo, regresó frente a ella— ¿Te molestaría quedártelas en caso de emergencia? —pidió, pero seguía sin mirarlo a los ojos— Puedes decir que no.

—Lo haré si realmente no te molesta.

—Sé que eres confiable, por eso te lo estoy pidiendo —respondió ella y de nuevo hubo silencio. Ella aún parecía querer decir algo y él quería oír— ¿Sabes? En Suna nos encontramos con los Hyuuga y…

—No tienes de qué preocuparte. Seguro que ganan el contrato aunque te hayas tenido que preparar con tan poco tiempo para la reunión —Sasuke la interrumpió al imaginarse que ella le hablaría de lo difícil que sería la competencia— En todo caso, si no ganamos, tampoco será tu culpa. El proyecto lo hizo Itachi, no tu, así que no te lo tomes a pecho. Tu eres buena en tu trabajo.

—No era eso lo que quería decir…

Bajó la mirada. Parecía decepcionada.

—Entonces ¿qué…?

—Nada. Olvídalo, no es importante. Ónix y yo tenemos que irnos —respondió la fémina y apresuradamente se metió al coche— Nos vemos mañana en la oficina. Gracias por cuidar a mi bebé.

Karin se fue tan rápido como pudo y Sasuke, confundido, la miró irse hasta que el coche se perdió de su vista.

Cuando reaccionó, se dio cuenta de que estaba incómodo con la respuesta de la pelirroja, pues cuando la vio dudar sobre decirle de los Hyuuga, creyó que ella en realidad le hablaría sobre el tiempo que llevaban sin verse fuera del trabajo y cuando mencionó a la competencia, él se sintió con desazón.

Desde que ella le dijo que debían terminar con sus encuentros, no habían tocado el tema de nuevo y sentía que debían hablarlo. No sabía exactamente qué, pero se sentía como si algo faltara en ese cierre.

—¿Y esa cara? —preguntó Itachi cuando vio a su hermano volver.

—Detesto a ese gato —respondió Sasuke queriendo desviar la atención de su hermano.

—Si él estuviera aquí, te diría que el sentimiento es mutuo —señaló el mayor riendo, pero su hermano, lejos de enojarse como con cualquier broma, parecía ido.

—Karin es esa mujer con la que tenías "sólo sexo". ¿Verdad?

—No digas tonterías —Sasuke se apresuró a decir.

—Tonto hermanito, ¿crees que estoy ciego? Aunque la verdad, me llevó un tiempo darme cuenta porque casi no interactúo con tu equipo, pero ella es la única que tiene la posibilidad de estar contigo sin que nadie sepa o sospeche que se ven para algo más.

—Son sólo ideas tuyas —resopló el azabache dispuesto a irse.

—Entonces ¿por qué tenías las llaves de su departamento? Eso sin mencionar su escena de pareja divorciada de hace un rato, lo que sugiere que han estado discutiendo sobre su mascota en el pasado, así como el choque de personalidad con el felino y claro, también está el hecho de que sepas cuánto tiempo es de camino a su casa.

—¿Y que si es ella? —dijo aún caminando con Itachi detrás.

—Que aún estás a tiempo para hacer las cosas bien. Ve y confiésate.

—¡Ya te dije que no estoy enamorado!

—¿Ah, no? ¿Y qué fue eso de cuidar todo el fin de semana a su mascota aún cuando obviamente te odia? Sabes que ella lo adora y no querías que se pusiera triste si algo le pasaba.

—Estás pensando demasiado —iba escaleras arriba y su hermano mantenía el ritmo.

—A ella siempre le das prioridad en el trabajo cuando se trata de tenerla cerca.

—Porque sabe lo que hace.

—Vigilaste nuestros horarios cuando estuvimos en Suna. Estoy seguro que no nos llenaste de mensajes porque sabías que no había red —señaló Itachi— ¿Sabes? Llámame loco si quieres, pero aquí y en todo el mundo, eso es una muestra de celos mucho más que evidente.

—Si no llegaban a tiempo, tenía que reorganizar los horarios de trabajo en la oficina —se justificó metiéndose a su habitación.

—¿Y por qué has estado haciendo que salga tarde del trabajo, especialmente los viernes? ¿No será porque no quieres que salga con nadie? —Itachi había puesto el pie para que su hermano no le cerrara la puerta en la cara.

—¡Que no estoy celoso! —gritó frustrado.

—¿No? Bien, me alegra saber eso. Ella estará tranquila —respondió Itachi quitando el pie del marco de la puerta— Así ella podrá seguir saliendo con Hyuuga Neji.

—¡¿De qué diablos hablas?! —exclamó Sasuke deteniéndose cuando iba a cerrar la puerta.

—Los primos Hyuuga estaban en la competencia por el contrato con Suna y Hyuuga Neji la invitó a cenar. ¿Y qué crees? Ella aceptó y aunque no me dijo mucho, parece que se la pasó bien —respondió Itachi— Pero ya que no estás enamorado, supongo que te debe dar igual. Es más, quizá te alegre saber que ella ya no estará detrás de ti para poder seguir solo y amargado.

Sasuke se quedó mudo y sorprendido al principio y después frunció el ceño, pero se veía más relajado.

—Antes de irte quisiste hacerme pensar que estabas interesado en ella y ahora me dices que salió con Hyuuga… Si quieres inventarte cuentos, al menos quédate con una única versión para que sea creíble.

—Ella es guapa, inteligente, simpática y exitosa. ¿Crees que no tiene a más de un hombre tratando de cortejarla? —planteó Itachi notando que su hermano iba a protestar— Que no los hayas notado, no significa que no tenga pretendientes y estoy seguro que los rechazó porque tenía esperanzas contigo.

—No hables como si conocieras su vida —protestó irritado e Itachi suspiró.

—Tu oportunidad con ella va a desvanecerse lentamente mientras salga con otros hombres. Si estás bien con eso, no voy a meterme, pero espero que puedas hacer lo mismo por ella o va terminar odiándote.


¿Sasuke al fin hará algo para acercarse a Karin? ¿Será demasiado tarde? ¿Karin tendrá otros pretendientes? ¿Por qué Ónix odia a Sasuke si él lo rescató? ¿Qué otras preguntas les han nacido?

Espero leer sus teorías y dudas en los comentarios n.n

Como sé que habrá personas que les guste esta historia más que las otras que tengo, le propongo una idea. Si esta historia recibe al menos dos comentarios de los lectores que no dejan comentarios (me refiero a uno por cada uno), subiré una doble actualización en quince días. De lo contrario, sólo habrá un capítulo en la próxima actualización.

Mencioné en Sin destino, que mañana estaré actualizando Amando al Dios del amor y cuando solucione el problema que tengo con El ángel negro y la humana diablesa, lo subiré. Haré todo lo posible para que eso ocurra este fin de semana, pero si no, subiré esa actualización el próximo fin de semana. Lamento mucho si esto causa alguna molestia, pero me esforzaré para poder subirlo en estos días n.n

Sin más, los dejos por ahora n.n

¡Hasta la próxima actualización!