Goteo. Goteo.
Agua que resbalaba sin control. sobre su rostro.
Oh, como odiaba no tener control.
Se levante con cuidado, para después ver sus alrededores.
Destrucción sobre lo que solía ser una ciudad, nada más que muerte y desolación.
Solo pudo preguntarse así misma si esto es lo que causará su presencia.
Y, como nacido de la oscuridad. Un miasma de maldad pura se detuvo brevemente a observarla, indiferente de todo.
Makima se quedó helado. Y se pregunta por primera vez si esta cosa . Está monstruosidad . Era nativa de este mundo, porque si así lo fuera, dudaba que hubiera algún lugar donde esconderse. Dónde huir.
Y en un instante aquella cosa . Se paro frente a ella. Y Makima apenas pudo reaccionar cuando eso la ataca. Para que todo se volviera negro.
Sudor recorrió su espalda. Entre respiraciones pesadas abrieron los ojos para ver que se hallaba en la misma habitación que Bulma le dio.
Eso, no pudo haber sido un sueño normal. Se sintió como un presagio de muerte, de inminencia. Algo inevitable.
Para luego levantarse con un cansancio que no sentía desde hace mucho. para observar en su balcón una ciudad llena de luz, ciudad que podría quedar hecha cenizas.
Y sin embargo, entre aquella niebla de incertidumbre una pregunta salió suavemente de su boca. un susurro que se perdió en el viento.
Siento... ¿Miedo?
