Me fascina observarlo, siempre que lo miro me pellizco por si acaso estoy en un sueño.

¿Quién diría que un demonio podría amar tanto a alguien?

Probablemente nadie lo pensaría.

Pero aquí estoy yo, con un bebe en mis brazos. Producto de mi unión con Goku.

Muy pequeño y frágil. Nuestro. Mío.

Gohan, nosotros se llamaría. En honor al abuelo de Goku.

Un nombre apropiado para el pequeño niño. Muy tranquilo y calmado.

Es un niño risueño, sonríe con alegría.

Eso trae consuelo a mi alma.

Ha aprendido bien de su padre.


Hola, después de mis pequeñas vacaciones decidí retomar la historia.

Ya estoy trabajando en otro capítulo que aborde la saga saiyajin.