¡Saludos, queridos lectores!
Finalmente vengo con la actualización mensual de esta historia. Espero que el capítulo sea de su agrado, y en las notas finales, como siempre colocaré las historias que estaré actualizando este fin de semana, más un anuncio.
Sin más por el momento, los dejo con el capítulo de hoy n.n
Los siguientes días, Sasuke apenas y salió de la casa. Tal como había dicho, había empezado a quedarse conmigo. Prácticamente vivíamos juntos y él echaba de forma agresiva a cualquiera de los antiguos clientes que llegaban a buscarme, aún si el rumor del contrato ya se había extendido por todos lados.
Cuando salíamos a algún lado, era notorio que la gente murmuraba al vernos pasar, y mucho de lo que se decía, era de lo muy enojada y decepcionada que estaría la familia de Sasuke cuando supiera lo que él hacía conmigo y también se lamentaban por su pobre prometida. Curiosamente, también existían dos tipos de comentarios referentes a Sasuke, uno donde comentaban que no les sorprendía que él se desviara tanto del camino, ya que nunca había resaltado de la misma forma que su hermano, y por otro lado, estaban los que sí se sorprendían que alguien de la familia Uchiha se comportara de esa manera.
En lo que refiere a las habladurías sobre mí, no eran tan diferentes de las que ya había escuchado en el burdel donde trabajaba, los cuales iban desde insultarme, criticarme por mi forma de vida y maldecirme por no ser una mujer "correcta", hasta comentarios donde se preguntaban o aseguraban que debía hacer cosas demasiado escandalosas, más allá de una prostituta normal, para haber tenido a tantos hombres buscándome, regalándome joyas caras, y por sobre todo, tener en mis manos al más joven de los Uchiha.
Transcurrieron algunas semanas en las que Sasuke permaneció pegado a mi tanto como le era posible. Frente a la gente, era cariñoso, servicial, insinuante y muy adulador conmigo, y cuando estábamos a solas, si no estábamos durmiendo o descansando, teníamos sexo.
Desde el principio sabía que todo era una actuación, que él sólo fingía que estaba loco por mí, y si en algún momento lo olvidaba, podía recordarlo cada vez que estábamos a solas aun si teníamos sexo porque su comportamiento era muy diferente.
No era exactamente frío, pero no era el hombre pegajoso que fingía ser en público, tampoco era tierno, pero sí cuidadoso y rudo cuando se requería, y aunque en público solía llenarme de halagos y alabanzas, en privado, lo poco que hablaba, era sobre otras cosas.
Esa situación, era como estar viviendo en un sueño, donde sólo algunas veces despertaba, pero siempre procuraba recordarme a mí misma que aquello sólo era una actuación, y que no debía caer en la mentira en que intentábamos hacer caer a los demás.
—He recibido una carta de mi padre para que regrese a Konoha lo antes posible. La noticia de que estoy contigo ya ha llegado a sus oídos y no está contento —me dijo mientras desayunábamos a solas en mi habitación. Debido a que hablaba en murmullos, sabía que era algo que no quería que los sirvientes oyeran— En tres días me iré, pero tú debes alcanzarme en cuanto puedas tener todo listo para mudarte allá.
Sasuke ya me había dicho que en algún momento nos iríamos a Konoha, pero no había pensando que sería bajo esas circunstancias, así que me nacieron muchas interrogantes.
—¿Debo vender la casa? ¿Me llevo a todos los sirvientes? ¿Qué cosas debo llevar? ¿Tu padre no…?
—Haz lo que pienses más adecuado para seguir con tu papel de cortesana. Confío en tu criterio. Sólo considera que tienes un contrato conmigo, que soy un noble que vive en Konoha y que a la mirada de todos, te suplicaré para que estés cerca de mí —respondió calmadamente— También necesito que en tus movimientos, busques una casa en Konoha. Aunque en el contrato yo debo proveerte de varias cosas, tiene que verse como si estuvieses previniendo el momento en que me canse de ti o que sea obligado por mi padre a alejarme —me indicó— Que tus movimientos se vean lo suficientemente discretos para que cualquiera piense que no quieres que yo me entere, pero no tan cuidadosos como para que nadie se de cuenta. Debe haber alguien que filtre la información sin que se vea intencional.
—¿Y a dónde debo llegar exactamente?
—Cuando me vaya, te enviaré una carta con las instrucciones.
No hice más preguntas, porque como las veces anteriores, seguramente me diría que no podía decirme demasiado. Sólo asentí y seguimos con nuestra actuación después del desayuno, donde él fingió que le dolía tener que separarnos, pero que no podía desobedecer a su padre y que quería que me fuera con él. Sin embargo, dadas sus instrucciones, me negué a irme cuando él lo hiciera y sólo le prometí alcanzarlo en cuanto arreglara mis asuntos en Oto.
Antes de la partida de Sasuke, él se la pasó encerrado conmigo en la habitación, e hizo lo posible, a vista de todos, para prolongar la separación, pero al final, se fue al tercer día por la noche, dejándome a mí muy pensativa y nostálgica con su ausencia.
Era muy sorprendente el cómo en unas cuantas semanas ya me había acostumbrado tanto a él, por lo que lo extrañaba muchísimo, pero frente a la gente fingía que no había pasado nada, coqueteaba a la distancia con algunos hombres que fueron los clientes que Sasuke echó de la casa, pero nunca me acerqué a ellos y buscaba de formas sutiles, el recalcar que yo no tenía ningún afecto por Sasuke, y que mis acciones estaban movidas por los negocios.
Para el quinto día de la partida de Sasuke, recibí la carta que me había prometido, y me sorprendió ver que llegaba con él como remitente y no dentro de otra con otro nombre. Sin embargo, al abrirla y leerla, me di cuenta que él estaba cubriendo la verdad con la actuación, pues aquella carta de su puño, letra y firmada con su nombre, estaba llena de halagos, súplicas para que fuera a Konoha tan rápido como me fuera posible y un montón más de "te extraño", y entre todas esas mentiras, estaban las indicaciones que debía seguir.
No era nada fuera de lo común, sólo me pedía ir a Konoha tan pronto como pudiera, llevara a mis sirvientes de confianza, los cuales no tenía porque Juugo me había advertido de no mencionarles nada, para poder moverme más rápido sin tener que mover a toda la gente de la casa, y me daba una dirección a la que podía llegar: "será nuestro nuevo hogar", escribió en esas palabras maquilladas, y tan pronto como pude preparar las cosas, me fui a Konoha.
La casa que dejaba atrás, no la vendí y solicité a algunos sirvientes que se mantuvieran allí para mantener la casa en buenas condiciones. De esta forma, la gente pensaría que en cualquier momento volvería, y podría ser con o sin Sasuke. Por otro lado, sólo llevé conmigo una sirvienta y un mayordomo, pues imaginé, acertadamente, que Sasuke había llenado la casa a la que me había pedido ir con otros sirvientes.
Cuando llegué a la dirección que Sasuke me había puesto, quedé muy impresionada, pues el lugar era mucho más grande que la casa en la que había estado viviendo… ¡No! Esto ya era una mansión.
Al entrar, una fila de sirvientes me reverenciaron, y el ama de llaves, dio indicaciones para que los sirvientes metieran mi equipaje a la casa y lo acomodaran, y yo sólo podía quedarme callada mirando el decorado interior que era muy elegante, y aunque no sabía nada de cosas finas, sí podía asegurar que todo allí dentro era de mucho mejor calidad que cualquier cosa que había en el lugar que acababa de dejar atrás.
—¿Le gustaría que le diera un recorrido por la casa o prefiere subir a descansar? —me preguntó el ama de llaves.
—Primero que nada, ¿sabe cuándo llegará el señor Uchiha? —pregunté tratando de conservar mi seguridad.
—No, lo siento.
—¿Les dio alguna instrucción sobre mí?
—Nos dijo que usted sería la señora de la casa y que debíamos prepararla con los obsequios que le ha dejado en la habitación en cuanto descansara y se sintiera lista para cambiarse.
—¿Obsequios?
—¿Le gustaría que le prepare el baño para mostrárselos?
—Sí —respondió mostrando mucho interés en los mencionados regalos, que si bien no estaba fingiendo porque realmente tenía curiosidad, quería remarcarlo frente a los nuevos sirvientes.
El ama de llaves le dio la indicación a unas mucamas para prepararme el baño y ella me llevó a una habitación muy hermosa, la cual, tenía un montón de floreros llenos de rosas rojas muy frescas. Sin embargo, a los dos sirvientes que llevé conmigo, no los dejó subir y les asignó tareas en otras áreas.
—Esta será su habitación. El señor Uchiha eligió toda la decoración para usted y nos pidió llenarla con rosas para recibirla —me explicó el ama de llaves— Puede cambiar cualquier cosa que no le guste y puede solicitarnos cualquier cosa que necesite.
—Gracias.
Ni siquiera me molesté en insistir en preguntarle a nadie sobre Sasuke, estaba segura que o no sabrían nada, o les habría dado la indicación de no decir nada, aunque sí hice una o dos preguntar sobre el lugar, pero más allá de saber que la casa era propiedad de Sasuke y que de hecho, la había adquirido recientemente, no pude investigar nada más.
Sé que pude haber indagado al respecto de la casa, o poner una trampa para saber más de Sasuke de la misma forma en que solía obtener información de mis antiguos clientes, pero mientras estaba en la tina de baño, tuve la oportunidad de quedarme allí por largo rato descansando del viaje que no había notado lo mucho que me había agotado sino hasta que estaba en el agua.
Cuando finalmente salí de la tina, Sasuke llegó a la casa, y aunque quise salir a recibirlo, no pude porque una mucama me estaba ajustando el primer corsé de un vestido pomposo que había elegido de entre varios que me presentaron para cambiarme.
—¿Ya has comido? —oí su voz, y al principio dudé que me hablara a mí, pues no mencionó ningún nombre y no podíamos vernos porque aunque estábamos en la misma habitación, estábamos a lados opuestos de un biombo que nos impedía la vista.
—No, la señorita aún no ha comido, señor —contestó la mucama— Llegó a bañarse y la estamos cambiando.
—Preparen la cena —oí de nuevo su voz, pero esta vez, estaba segura que le hablaba a alguien más.
—¿Y? ¿Me extrañaste, querido? —pregunté jadeante, pues la mucama tiraba de los cordones del corsé con fuerza, pero intentaba seguir mi papel como hacíamos en la otra casa.
—Vas a vivir aquí y disponer de la casa a tu antojo, querida —me decía con un tono, si bien no cariñoso, era más frío que cuando actuaba— También serás mi acompañante en las fiestas y eventos.
—¿Qué hay de…? ¡Ay! —la mucama dio otro tirón, y más allá de ello, estaba muy confundida de que Sasuke, aunque se oía cariñoso, no era tan pegajoso como en Oto.
—No puedo venir diario a verte, pero vendré cada que tenga la oportunidad, lo prometo —me respondió… de nuevo de forma extraña.
Era como si fuera demasiado cariñoso para ser el Sasuke distante de siempre, pero demasiado frío para ser el Sasuke que fingía estar perdidamente enamorado de mí.
La situación aún me confundía mucho más de lo que hubiese esperado y quería hacer muchas preguntas, pero como no creí que los propios sirvientes de esa nueva casa fueran de la confianza de Sasuke para hablar de los temas de los que quería hablar, opté por guardarme las dudas hasta que estuviésemos a solas. Sin embargo, como estaba muy confundida, no pude tomar mi papel de cortesana en ese momento.
—Listo, señora —anunció la mucama cuando me hubo terminado de vestir— Sólo faltan las joyas y…
—Puedes retirarte —Sasuke la interrumpió.
—Sí señor —respondió la chica saliendo de detrás del biombo, alcancé a ver que hizo una reverencia y salió de la habitación.
—¿Y bien? ¿Qué tal me veo? —salí de detrás del biombo después de que la mucama me vistiera, peinara y maquillara, pues aunque quise salir después de que me ajustara el corsé, él quería que me terminaran de arreglar con todos los detalles antes de verme.
Al salir, él se encontraba sentado en una silla mirando unos papeles, y al levantar la vista, noté que se sorprendió al verme. De hecho, cuando no dijo nada, me molesté y me acerqué al espejo de cuerpo completo que había del otro lado de la habitación para observar con detenimiento cómo se me veía aquel vestido azul cielo, y la joyería de plata adornada con zafiros.
—¡Dios mío! ¡Pero si no parezco yo! —exclamé sorprendida gratamente, pues aunque con las ropas que usaba en Oto ya parecía una mujer "respetable", ahora parecía una mujer noble. Todo aquello que me habían puesto, era nuevo, fino y delicado, sin mencionar que el arreglo era elegante. No había ni una pizca de vulgaridad en los detalles, y por más que me miraba al espejo, era como si viera a otra persona— Podría hacerme pasar por una dama noble y quién sabe cuándo se darían cuenta que no lo soy. ¿No te parece? —me volteé para mirarlo esperando algún halago de su parte, pero él aún me veía sorprendido, y al parecer se dio cuenta de ello, porque se arregló la voz mirando los documentos en su mano de nuevo— ¿Sasuke?
—Al menos el segundo objetivo se ha cumplido —fue su respuesta, y ahora sí se oía como el Sasuke de siempre.
—¿Qué objetivo?
—Te lo explicaré…
—Sasuke, en serio, no dejas de dejarme en la incertidumbre. Hasta ahora he hecho lo que me has pedido a ciegas, pero ¿no crees que ya es momento de que me expliques bien las cosas? —lo interrumpí impaciente, pues ya estaba cansada de que me tuviera a la expectativa— Si no me explicas bien las cosas, voy a renunciar a ayudarte, y no me importa que eso rompa el contrato de exclusividad. Ya te dije que necesito saber en qué me estoy metiendo.
—De acuerdo, lo haré, pero después de la cena —dijo sin mirarme, procuraba tener la cara metida en los papeles que llevaba.
—¿En serio? ¿No es una excusa para después no decirme nada? —me acerqué a él mirándolo fijamente.
—En cualquier momento estará la cena y nos interrumpirán —me respondió sin levantar la vista— Además, me quedaré a pasar la noche contigo.
Resoplé descontenta porque se sentía como si siguiera poniendo excusas, sin embargo, iba a darle una última oportunidad y esperar hasta ese momento. Además, ahora que mencionaba la cena, tenía una duda más.
—¿Y cómo se supone que actúe en la cena?
—Como hasta ahora.
—¿Seguro? Porque tu no has estado actuando igual que siempre frente a los sirvientes.
—Es parte de mi plan —me dijo y seguía sin mirarme, lo que me irritaba aún más.
Di otro resoplo y caminé hasta él decidida a captar su atención, y de forma coqueta, hice a un lado los papeles de su vista para sentarme en su regazo y abrazarlo por el cuello.
Finalmente él me miró y parecía confundido y avergonzado, pero compuso su expresión antes de que yo pudiera decir algo.
—Creo que has olvidado algo importante, querido —le dije coqueta, aunque lo que tenía que decir, era importante— Si la madama me reconoce, podría echar a perder tu plan. No sé cómo conseguiste que me dejara irme por tanto tiempo, pero ella tarde o temprano me va a reclamar —comencé a jugar con los botones de su camisa— Te recuerdo que ella sabe mi apariencia real.
—Te he comprado del burdel, así que la Madama y el burdel ya no tienen nada que ver contigo —me respondió arreglándose la voz— Además, también les he pagado para que finjan que no te conocen si llegan a encontrarse.
—¿Me… compraste? Pero tenía una deuda con ella que…
—También la pagué, de lo contrario no habría podido llevarte de ese lugar.
—Entonces ahora seré tu muñeca exclusiva. ¿No? Es decir, el contrato que firmamos sólo es entre tu y yo —dije incrédula, porque sólo podía ver que él gastaba y gastaba tanto en mí que me hacía pensar que estaba soñando lo que estaba viviendo en ese momento.
—Como te he dicho, la persona a la que espero atrapar, no es fácil de engañar. No puedo dejar que encuentre de dónde vienes ni ninguna conexión que ponga en riesgo el plan —me respondió serio, y noté que intentaba no mirarme.
Al principio, pensé que esa actitud era porque no le daba importancia a mi nueva apariencia y que de hecho, lo que fuera que estaba leyendo era muy importante, pero ahora podía darme cuenta que me estaba evitando.
—Bien, entonces recapitulemos: soy una cortesana de Oto, que debe hablar con el acento de Oto, de quién el joven Uchiha se ha enamorado locamente pese a estar comprometido y con la que ha firmado un contrato de exclusividad. A pesar de todo, me suplicaste para que viniera a Konoha y aún cuando lo más probable es que la sociedad lo repruebe, me llevarás como acompañante a fiestas y reuniones y vivirás conmigo. Sin embargo, estando en Konoha te has comportado algo distante en comparación a Oto.
Él dio un suspiro, supongo que porque se dio cuenta que intentaba sacarle información de lo que él esperaba que yo hiciera en ese trabajo, pero también lo había hecho porque intentaba probar si él de verdad estaba evitando voltearme a ver.
—Para mi familia y a Konoha le sería muy extraño verme comportar como lo he hecho en Oto y podría ser sospechoso para esa persona —respondió y seguía sin mirarme— Además, sería más convincente que a la ciudad lleguen los rumores de lo "cariñoso" que era contigo en Oto y que no lo sea igual aquí —intentaba seguir leyendo sus papeles— Al menos así mostraría que intento seguir la etiqueta de mi familia, aún si estoy rompiendo las reglas por una amante de la que se supone que estoy enamorado.
—Bueno, incluso yo que sé que todo esto es una farsa, también dudaba de que pudiera verse convincente que alguien como tu fuera tan meloso —comenté pensativa esperando llamar su atención, pero aunque pude ver que me dirigió la mirada sin voltear, la desvió rápidamente— ¿Crees que tu familia o alguien más llegue a venir a echarme de la casa o causarme problemas? Me gustaría saberlo para estar preparada.
—Por ahora, es probable que piensen que sólo me he encaprichado contigo y que te abandonaré en cualquier momento, así que no creo que se metan en esto, pero si llegan a convencerse de que no desistiré, mi madre será la primera en venir a hablar contigo. Dependiendo de los asuntos de mi hermano que suele estar en la frontera, él podría ser el segundo, y cuando las cosas se vean serias, será mi padre quién venga.
—¿Y debo preocuparme?
—Con todos debes ser franca, que sólo estás conmigo porque es un negocio, pero cuando te ofrezcan alguna oferta para irte, debes rechazarlo.
—Si estoy contigo por un simple negocio y me dan una oferta mucho mejor que la tuya, ¿por qué la rechazaría?
—Él único que podría hacerte una oferta tan buena, sería mi padre, pero primero debo ver cómo van las cosas para ese entonces. De ello depende si aceptas el ofrecimiento de mi padre o le inventarás que estás embarazada.
—¿No crees que estás yendo muy lejos? Quizá sería buena idea que le digas a tu familia de esto o van a preocuparse —señalé preocupada de tener que llegar a ese punto.
—Todo tiene que ser convincente. No hay lugar para errores.
—Pero…
—¿Señor? —llamaron a la puerta— La cena está lista.
—Ya bajamos.
Sasuke me hizo una seña con la mano para que me bajara de sus piernas y para que caminara a la salida. Él me siguió por detrás y al salir, me ofreció su brazo para conducirme hasta el comedor.
La verdad, yo aún tenía muchas preguntas, e incluso había olvidado por completo que parecía evitar mirarme, pero obedecí a sus indicaciones recordando que él había prometido explicarme todo después de la cena, así que entre más rápido bajáramos a comer, más rápido volveríamos.
Una de las dudas más grandes que tenía de todo aquello, era qué tipo de persona era a la que Sasuke intentaba engañar con tanto esfuerzo. Es decir, cuando nos conocimos en el burdel, él llegó disfrazado de criado pidiéndome información sobre otros nobles, y ya que en ese burdel llegaban otros sirvientes de casas grandes, eran el tipo de personas que tenían información. Sin embargo, él ahora intentaba hacerme pasar por una cortesana para llegar a alguien que probablemente era un noble, por lo que sólo podía pensar que los sirvientes de esta persona eran mucho más discretos que los del resto.
Por otro lado, temía un poco de que el plan de Sasuke fuera a descubrirse, pues cuando él vino a mí, pude descifrar que él era un noble, aun si estaba disfrazado, porque un cochero, como él se había presentado, no tenía las manos tan suaves, no podría ser tan pálido y su forma de actuar, aunque no era delicado ni refinado, había algo extraño en su forma de comportarse que me daba a entender que no era como todos los demás. De hecho, cuando confronté a Sasuke al respecto, aunque pareció frustrado, me sonrió y desde allí, los trabajos que comenzó a pedirme eran más específicos que sólo "averigua si tal Conde salió el fin de semana" o algo similar.
¿Por qué temía si no tenía ni idea de a quién intentaba acercarse?
Él estaba siendo muy cuidadoso en mantener una fachada, crear toda una historia que estaba llevando tiempo para engañar a alguien, así que sólo podía tratarse de alguien que era tan cuidadoso con su entorno, que la más mínima sospecha lo harían alejar cualquier amenaza de peligro. Alguien así, debía tener más poder que la familia de Sasuke, por lo que un error incluso podría ser fatal.
O tal vez sólo estaba imaginando cosas, pero eso era algo que averiguaría más tarde, cuando él finalmente me explicara todo su plan después de la cena.
Hablando de la cena, ambos fingimos tener una charla amena, y aún si Sasuke no se comportaba pegajoso como en Oto, sí llegó a preguntarme si lo había extrañado y cuánto él había deseado que llegara. Sin embargo, él seguía evitando mirarme, aún si fingía que me prestaba completa atención.
Al terminar la cena, ambos subimos a la habitación y él se apresuró a besarme estando a unos metros de la puerta de la habitación, y sin dejar mis labios, me condujo hasta allí hasta que ambos quedamos dentro del cuarto con la puerta cerrada.
Normalmente, Sasuke se habría separado de mí de inmediato una vez que estuviésemos a solas, me diría que teníamos que fingir a que íbamos más lejos y si yo le ofrecía hacerlo real, él accedía, pero en esta ocasión, él siguió besándome contra la puerta, y si bien no llegaba más lejos que eso, podía oír cuán pesada se volvía su respiración.
—Primero explícame el plan —lo empujé aún cuando a mi también me habría gustado seguir.
—No…
—Sí, ya sé lo que vas a decirme. Quieres que sigamos fingiendo para que los sirvientes crean lo mucho que deseabas esto, pero sin explicaciones, me iré de aquí. ¿Recuerdas?
Él me miró con el ceño fruncido, y me sostuvo la mirada. De una u otra forma, ambos sabíamos que quien perdiera esa batalla de miradas debía ceder al otro, pero aunque supe que él podría continuar, supongo que supo que yo no me rendiría aún si perdía esa batalla, así que dio un suspiro de resignación, se dio la media vuelta y se sentó en una de las sillas de la mesa que había dentro de la habitación. Al poco, me hizo una seña para que me acercara.
Quizá, en otra ocasión habría ido a sentarme a sus piernas como muchas veces lo hacía para coquetearle, pero ahora quería una charla seria, y que me diera todos los detalles necesarios que necesitaba saber, para decidirme a ayudarlo o no. Es decir, sí, inicialmente me había quedado porque quería continuar con la ilusión de amor que yo misma me había creado, pero pensando en los posibles riesgos, quería estar informada para poder tomar una decisión.
Cuando me senté en la silla frente a él, noté que se sorprendió, pero no dijo nada y me miró seriamente.
—¿Y bien?
—En Konoha existen cinco Ducados principales: el de los Uchiha, Hyuuga, Sarutobi, Namikaze y Shimura. A pesar de que los títulos de Duque sólo pueden ser asignados a familiares inmediatos de la Realeza, los Uchiha y los Hyuuga no lo son. Sin embargo, ambas familias ostentan el título de Duques, porque cuando los Hyuuga se unieron al país, su riqueza lo hizo prosperar, y porque la familia Uchiha fue fundadora del país.
—Sí, recuerdo que estudié toda esa historia y política en algunas de las clases que me hiciste tomar —respondí confundida de que su explicación iniciara desde tal punto.
—Los Sarutobi y Shimura, intentan despojar a mi familia de su título nobiliario y quiero evitarlo a como dé lugar.
¿Cuáles son los planes de Sasuke? ¿Qué pretenden hacer los clanes Sarutobi y Shimura en contra de los Uchiha? ¿Qué medidas están tomando los Uchiha en contra de los Sarutobi y Shimura? ¿Qué tan importante es el papel de Karin en el plan de Sasuke? ¿Karin estará de acuerdo en ayudar a Sasuke después de que él le explique las cosas? ¿Qué otras dudas les han nacido al leer este capítulo?
Me encantará ver sus dudas y teorías en los comentarios n.n
A continuación les dejo el listado de historias que estaré actualizando el día de hoy:
*Del amor al odio
*Peligrosos deseos
*Inexperiencia
Antes de despedirme, quiero comentar en fanfiction, que en wattpad se han hecho cambios en el reglamento de la plataforma, lo que eventualmente podría borrar varias de mis historias. Dicho lo anterior, estaré mudando mis historia de Wattpad a Inkitt.
Esta situación no afecta mis historias en fanfiction en cuanto a borrarse, detenerse o algo similar, sin embargo, el hecho de subir las historias a una nueva plataforma me llevará tiempo, así que la próxima semana no actualizaré ninguna historia, para usar ese tiempo para subir algunas historias en Inkitt, principalmente porque algunas serán actualizadas para el SasuKarin Month en Junio, y quisiera tener todo en orden en la nueva plataforma para ese momento.
Para aquellos que quieran seguirme en Inkitt, pueden encontrarme con el mismo nick y avatar que tengo en esta plataforma, sin embargo, fanfiction seguirá siendo la página principal donde suba mis historias mientras siga vigente.
Lamento las molestias, pero espero que puedan disfrutar de las historias que estaré subiendo el día de hoy n.n
¡Hasta la próxima actualización!
