¡Saludos queridos lectores!
Como prometí, la actualización de esta historia sería durante la semana, pues este capítulo encaja con uno de los temas n.n Inicialmente había considerado hacer siete historias diferentes, pero admito que a pesar de haber empezado a escribir desde inicies de Octubre, el tiempo y la imaginación no me daban muchas ideas para el tema de este día, pero había material para unirlo con esta historia.
Día 5: Ouija Palabras elegidas: Miedo (y debido a que es una extensión del primer día, las palabras Lamentos y Fantasma también quedan incluídas) Horror Week SasuKarin 2022
Los dejo con la historia esperando que la OC Kako, sea de su agrado, pues seguirá apareciendo a continuación n.n
Desde que Karin se dió cuenta que no tenía las llaves a la mano, ya estaba caminando de regreso a la biblioteca dispuesta a buscarlas en la mochila de Sasuke para irse sola si era necesario, sin embargo, el chico, que ya sabía lo que había pasado porque su celular tenía varios mensajes informando lo ocurrido, detuvo a la pelirroja y la abrazó para evitar que se fuera.
—Tranquilízate.
—¡Tengo que ir! ¡No me importa si vienes conmigo! —decía dispuesta a ir caminando si era necesario, pero Sasuke no la soltaba.
—Ninguno de los dos puede conducir en estas condiciones —le dijo, pues ambos aún temblaban— Si quieres que vayamos, tenemos que calmarnos primero.
—Tomaré un taxi… me iré caminando, yo…
—Sólo espera un poco.
—¿Y si esa bruja le hizo algo a mi bebé? —replicó Karin llorando refiriéndose al fantasma.
—Sólo es fiebre que ya no tiene. Los niños se enferman.
—¿Está todo bien? —Kako, quien también estaba pálida llegó preguntando, pues aunque era obvio que algo había pasado por causa de la llamada, no sabía si las lágrimas de la pelirroja eran por la llamada o el miedo que les causó el fantasma.
Fue un poco difícil convencer a Karin de no ir a urgencias hasta que no se calmara, pero incluso las bibliotecarias y los guardias hablaron con ella y pudieron convencerla de esperar. Además, para cuando Sasuke estuvo dispuesto a llevarla al hospital, Itachi volvió a llamarles para decirles que ya lo habían dado de alta, iban de camino a la casa y que le diagnosticaron una infección en la garganta, nada grave.
Aún con ese consuelo, Karin quería ir hasta donde su hijo y sólo se sintió tranquila hasta que pudo cargarlo, y aunque Sasuke también estuvo preocupado, confiaba en sus padres para cuidar de su hijo, pero no pudo negarse a sí mismo el sentir completa calma cuando lo vio en los brazos de la pelirroja.
Los siguientes tres días, Karin no fue a su servicio para quedarse junto a su hijo. Sabía que ello afectaría las horas, pues sólo le faltaba una semana para terminarlo, pero seguía asustada de que el fantasma pudiera hacerle algo a su hijo.
—De verdad, deberías volver al servicio. La siguiente semana darán inicio las clases y compensar el tiempo que debes te dejará menos tiempo con Raiden —Itachi le dijo a Karin cuando ella despidió a Sasuke que salía para la biblioteca.
—Sólo me he ausentado tres días. No es para tanto —contestó Karin e Itachi la miró acusadoramente, pues él podría decir lo mismo sobre la infección de garganta de su sobrino. Ni Sasuke ni Karin habían mencionado nada del fantasma en casa del azabache— Si tuvieras hijos, me entenderías. Ni tus papás son tan insistentes.
Itachi sonrió internamente, pues su madre ya le había comentado que los padres primerizos entraban en pánico con su hijo hasta por lo más mínimo y de hecho, Sasuke y Karin habían tratado de actuar más racionales, así que no les extrañaba que al menos, la pelirroja, se hubiese precipitado de esa manera con la noticia de que habían tenido que llevarla a urgencias.
Además, las circunstancias en las que se había enterado, habían sido menos amigables de lo que ellos habían procurado, pues inicialmente les llamaron por teléfono a ambos cuando la temperatura del niño hubo bajado, pero las llamadas no entraron al celular de ninguno de los dos. Enviaron mensajes, pero no les llegaban y justo cuando la llamada al celular de Karin entró, no sólo hubo interferencia sino que se cortó.
Era comprensible que la chica se rehusara a separarse de su hijo y si supieran lo que había estado pasando en la biblioteca, quizá Itachi ni siquiera la habría cuestionado.
—Sólo lo comento porque imagino que te será poco grato reponer esas horas durante clases porque verás menos a Raiden —dijo sincero— Además, ya no ha tenido fiebre y parece ser que ya casi no tiene molestias porque ya casi no llora.
—Lo sé —respondió suspirando— Estoy considerando volver mañana, pero dependerá de cómo lo note esta noche —respondió la pelirroja mirando a su hijo que dormía en sus brazos y en ese momento recordó un tema que había dejado de lado por mucho tiempo— ¿Itachi?
—¿Si?
—¿Conoces la leyenda de la biblioteca de la universidad?
—Por supuesto. He hecho varios trabajos sobre el lugar, es inevitable no conocer esa leyenda cuando investigas del edificio —respondió el mayor para luego sonreír burlón— ¿Qué? ¿Acaso tú y Sasuke se han encontrado con el fantasma de Haruno Hana mientras hacen su servicio?
—No… es que me dijeron que el amado de la chica era Uchiha Raiden y tú fuiste quien nos sugirió ese nombre. ¿Fue por él?
—Si. Me encontraba haciendo un trabajo de investigación sobre el edificio cuando nos anunciaron el sexo del bebé y lo sugerí porque pensé que sería un buen homenaje a mi antepasado —respondió Itachi— Sinceramente no creí que tú y Sasuke estarían de acuerdo, pero el significado es bastante bueno y temí que les dejara de gustar si les decía de dónde lo tomé, porque la leyenda mancha la imagen de mi antepasado.
—Si, me gustó el nombre por su significado, pero ¿A qué te refieres con que la leyenda mancha su imagen? —preguntó Karin curiosa.
—La leyenda dice que Uchiha Raiden amaba a Haruno Hana y que se vio forzado a casarse con una extranjera. No hay muchos detalles sobre él en esa leyenda, además del hecho de que amaba a la chica y no a la extranjera, lo único fuera de eso, dice que él pretendía escaparse con Hana, pero algo lo detuvo.
—Si, te dije que conozco la leyenda.
—Bueno, pues nosotros poseemos muchas de las pertenencias de nuestros antepasados y los diarios de él y de su esposa, están en nuestro poder —explicó Itachi— He leído los diarios de Uchiha Raiden para mi investigación y puedo decirte que no todas las cosas fueron como se dice en la leyenda.
—¿Y cómo fueron?
—Bueno, en primer lugar, él no estaba enamorado de la chica de la leyenda, sino de su esposa.
—Entonces ¿la esposa no era extranjera? —preguntó Karin confundida.
—Si, pero ellos se conocieron antes de que los padres de mi antepasado lo comprometieran con Hana.
—Resumiendo un poco esa parte, Raiden conoció a su esposa, Uzumaki Kaori cuando fue de vacaciones con sus padres al extranjero. Tenían ocho años y se llevaron bien desde el primer momento. Un par de años después, sus padres acordaron el compromiso entre ellos, pero cuando tenían doce, el país de la chica cayó en guerra y prácticamente desapareció —narraba el joven— Nuestra familia envió gente a ayudar, pero fue demasiado tarde. Tras ello, se asumió que Kaori había muerto junto a sus parientes y los padres de Raiden lo comprometieron con Hana dos años después de la tragedia. Raiden y Hana se conocían desde mucho antes de que Raiden conociera a Kaori, por eso la leyenda cuenta que se amaban de siempre.
—¿Ahora vas a decirme que Kaori no murió y Raiden abandonó su cariño y palabra por Hana para estar con ella? —preguntó Karin— Porque tengo entendido que en esa época tener palabra era importante, así que tampoco limpia mucho su imagen.
—En sus diarios, Raiden escribe que no estaba contento con sus padres por haberlo comprometido con Hana, porque después de que le anunciaron la muerte de Kaori, les había expresado que deseaba viajar al país de la chica a despedirse y sus padres, además de no haberlo llevado a cumplir su petición, no esperaron a que él pudiera viajar por su cuenta antes de comprometerlo con alguien más —explicaba Itachi y Karin aún parecía poco convencida— Con referencia a los sentimientos que tenía por Hana, explica tras el suicidio de esta, que no entiende por qué ella pensaba que él correspondía sus sentimientos. Aparentemente él ya había sido claro en el pasado con ella sobre considerarla una amiga y cuando fueron comprometidos, él la trató cordialmente, pero nunca más afectuoso o atento. Dice que las únicas atenciones "extra" que le daba, eran las que debía darle frente a la sociedad como prometidos —Karin levantó una ceja e Itachi soltó una risilla antes de explicar— Se refiere a cosas como tener que darle prioridad en los bailes durantes las fiestas, evitar bailar con la misma chica más de dos veces en la misma fiesta, tener reuniones con su padre y cumplir con los protocolos de reuniones con ambas familias para afianzar y reforzar el compromiso para estar en términos más familiares para cuando llegara el día de la boda. Nada de besos, abrazos o parecido.
—¿Seguro?
—En esos tiempos, no era muy bien visto que aún una pareja comprometida se besara, así que si, estoy seguro. Además, con ello en mente, creo entender por qué Hana pensaba que era querida por él.
—Si Raiden no lo supo, ¿por qué tú podrías adivinarlo?
—Sólo es una teoría, pero pienso que mientras Raiden cumplía con su papel por obligación, Hana pensaba que él demostraba su afecto siendo completamente respetuoso de las buenas costumbres, y no querer intentar nada con ella antes del matrimonio era una forma de respeto y afecto hacia ella.
—Suponiendo que tengas razón… ¿qué le hizo pensar que Raiden quería escaparse con él? ¿Y cómo fue que la chica extranjera "volvió de la muerte"?
—La edad casadera en esos años, era de las mujeres a los quince y los hombres a los dieciocho, así que debían esperar a que Raiden tuviera la edad suficiente para que el matrimonio se diera y según sus diarios, él fue al país de su antigua prometida en cuanto pudo viajar solo a los diecisiete para poder despedirse —optó por responder la segunda pregunta primero— Raiden no quería casarse con Hana, pero también sabía que era algo inevitable porque sus padres habían dado su palabra, así que decidió extender su viaje antes de volver. Dió la casualidad que al primer país que visitó tras despedirse, se encontró con Kaori por casualidad y se reconocieron de inmediato a pesar de los años.
—Y así volvió a los abrazos de su amada ¿No?
—Siendo justos, Raiden pensaba en Kaori como una amiga. En muchas partes de sus diarios asegura que era difícil encontrar amistades sinceras en la nobleza y que ella había sido de las más importantes al ser sincera y llevarse bien, por ello jamás le molestó el matrimonio arreglado con ella —contestó Itachi— Por lo que escribía en sus diarios, él se enamoró cuando se reencontraron y al ser correspondido, quería hacer válido el contrato de matrimonio con ella, pero como el país de Kaori ya no existía y por tanto, ya no tenía estatus ni fortuna, Raiden tuvo que pensar lo que deberían hacer.
—Si las leyendas tienen partes ciertas y partes ficticias, imagino que si escapó con ella y al final sus padres lo aceptaron de regreso.
—No realmente. Es una historia compleja, pero en términos simples, ayudó a que Kaori obtuviera un título y fortuna. Algo así como una indemnización del Fuego al no haber llegado a tiempo a apoyar a sus aliados. Ya sabes, movimientos políticos —explicaba Itachi sin entrar en detalles— Eso fue suficiente para que los padres de Raiden aceptaran a la chica, tenía un estatus bastante elevado y bajo la excusa de que el contrato de compromiso se hizo con ella primero, fue que pudieron romper el compromiso con Hana.
—Les fue bien a ellos, pero sigo sin entender por qué Hana creía que Raiden se escaparía con ella.
—Eso no puedo saberlo. En los diarios, Raiden explica que los padres de Hana no le permitieron hablar con ella para no crear malos entendidos, pero aceptaban darle alguna carta de su parte. Lo que él hizo —respondió el joven— Supuestamente, en la carta él estaba apenado de que ella sufriera por todo lo ocurrido, pero mantendría la amistad si ella estaba de acuerdo. También entendería si ella no quería verlo y en cualquier caso, le deseaba buena suerte.
—Alguien está mintiendo. Si él sólo le dijo eso, por qué ella se aparece… digo, por qué ella se suicidaría. No tiene sentido.
—La carta de suicidio de Hana es la que da los detalles de que se amaban desde hacía tiempo, que lamentaba que no pudieron escaparse juntos antes de la boda y que había visto a Raiden tan feliz con su hijo en brazos, que fue que decidió quitarse la vida para no hacerlo decidir entre ella y su hijo —siguió Itachi con la explicación— Pero en ninguna parte de la carta o los diarios de Raiden, habla sobre qué pasó para que Hana pensara todo ello. La verdad, llegué a considerar que quizá ella estaba obsesionada o tenía algún problema mental no diagnosticado que le hacía creer que era correspondida, pero si le hacemos caso a los diarios de Kaori…
—¡¿Kaori sabía algo?! —preguntó Karin sorprendida— ¿Ella fue la culpable?
—¿Por qué Kaori querría que su rival pensara que su amado estaba enamorado de ella?
—¿Quizá cuando Hana descubriera la verdad, se le rompería el corazón tan gravemente que jamás se acercaría a Raiden? —propuso la pelirroja— Si estoy en lo cierto, podemos decir que su plan, aunque no fuera al pie de la letra, funcionó porque la chica se suicidó.
—Bueno, si, podría ser un motivo, pero no creo que Kaori fuera la culpable, porque Hana aseguraba que el afecto que ella y Raiden se tenían, era algo de la infancia y mi antepasado escribió que desde que se pactó el compromiso de él con Hana, ella le enviaba múltiples cartas de amor que nunca le contestó. En pocas palabras, ella pensaba que era correspondida aún antes de que Kaori fuera encontrada.
—¿No las contestó y ella siguió pensando que él la respetaba?
—Es difícil saber qué pasaba por la mente de Hana… o quizá Kaori lo consiguió saber.
—Explícate.
—Desde que Hana se suicidó, su fantasma comenzó a aparecerse en la casa pequeña de la ciudad perteneciente a los Uchiha. Raiden y Kaori estaban residiendo allí cuando ella se suicidó, así que seguramente iba a lamentarse por no haber podido casarse con su amado. Al menos fue lo que gente comenzó a murmurar y se convirtió en la leyenda que conoces —Itachi volvió a su faceta de orador— Pero los diarios de la pareja dicen que ellos se fueron de esa casa y no volvieron a ella para evitar al fantasma que no los dejaba descansar, pero que, por sobre todo, no dejaba dormir a su hijo. Ellos siguieron con su vida, pero tras ese incidente, los negocios de la familia se fueron a pique.
—¿Hana los maldijo? —preguntó Karin tratando de disimular que temía a la respuesta por su hijo. Jamás se le habría pasado semejante asunto por la mente, pero desde que Kako sugirió que su bebé provocó algo en el fantasma, no pudo evitar pensarlo.
—Podría decirse que sí, pero… bueno, mejor primero te explico las supersticiones antiguas y tú juzgarás. Verás, en esos tiempos…
La conversación fue interrumpida por Raiden, así que la chica se dedicó a averiguar qué era lo que tenía su niño. Sin embargo, cuando ella probó de todo, incluso el tomar la temperatura, el niño parecía llorar sin razón.
Tal comportamiento llevó a la chica y a la familia Uchiha a hacer un nuevo viaje al hospital pensando que se trataba de la enfermedad del niño, pero el doctor, cuando lo revisó, declaró que no tenía nada y que incluso ya estaba mejor desde la última visita.
El diagnóstico fue, que quizá le habían dado cólicos y se le habían quitado camino al hospital, pues había dejado de llorar en el trayecto, pero incluso a Mikoto le extrañó esa declaración porque su nieto ya había rebasado la edad usual de los cólicos y ese no era el comportamiento que él solía tener cuando le daban. Sin embargo, no habían encontrado nada físicamente anormal en el hospital y Raiden ya dormía tranquilamente, así que optaron por volver a la casa a descansar y llevar al niño a otra clínica para una revisión por la tarde.
Con el episodio de llanto de Raiden, Karin olvidó por completo seguir preguntando sus dudas a Itachi y aunque aún había una espina que le hacía creer que aquel llanto había sido causado por Hana, no insistió en el tema cuando Sasuke le envío un mensaje, diciéndole que no había habido anormalidades con el fantasma cuando ella le preguntó.
Al siguiente día, el diagnóstico del segundo médico fue exactamente el mismo que el del primero aún cuando los abuelos Uchiha habían movido sus influencias para hacerle al niño un chequeo completo y aunque a Karin se le esfumó de la mente volver al servicio por la preocupación de que algo le pasara a su hijo, Sasuke logró convencerla de dejar a Raiden al cuidado de sus padres.
Que Karin aceptara volver al servicio aquella madrugada, no quería decir que estuviera del todo tranquila y Sasuke lo sabía, pero también sabía que Kako podría ayudarla a distraerse, sólo que ahora ella estaba en su sección porque tenía un nuevo compañero.
—¿Por qué no vas con Kako? Ya terminamos aquí y yo me haré cargo si viene alguien —sugirió el azabache viendo como su novia no despegaba la mirada del celular, y estaba seguro que le habría mandado varios mensajes preguntando por Raiden a su mamá..
—No, está sección es la que está más cerca de la salida. Si se vuelve a ir la señal, podré correr afuera si hay una emergencia.
—Al parecer la señal sólo se va cuando va a aparecer el fantasma y regresa unos minutos después de que desaparece —Sasuke le informó— Kako hizo pruebas estos días que no estuviste, así que no necesitas estar revisando la señal del celular. Raiden está bien.
—¿Y si…?
—Karin, Raiden sólo tiene una infección común y corriente y el doctor dijo que ya está mejor —él le arrebató el celular de las manos— Y mis padres ya han criado dos niños, saben qué hacer si pasa algo y no nos van a tener al margen.
—Lo sé, pero… ¡Es mi bebé! Además…
—Él está bien por ahora. ¿Qué harás si en el tiempo que debes reponerlo pasa algo verdaderamente grave? —le planteó— La escuela ha sido flexible en permitirte tomarte unos cuantos días, pero ese privilegio no es permanente.
—Lo sé, pero…
Karin no supo qué decir. Ella era consciente, porque la administración de la escuela había sido muy clara sobre esa situación, que tenía un límite de tiempo para reponer ese tiempo extra y que de no cumplirlo, tendría que volver a cubrir todas las horas por reglas burocráticas absurdas.
—Tampoco sé cómo cuidar a un bebé y también me inquieta cada vez que le pasa algo, pero por eso confío en la experiencia de mis padres —el joven le devolvió el celular y le dió una discreta caricia a su mejilla.
—Es difícil para mí. Tal vez si mamá…
—¡Ay!
Se oyó un ruido en la entrada al mismo tiempo que el grito que llamó la atención de ambos. Al voltear, vieron a Kako, quien al parecer les llevaba café, pero uno de los vasos se le había caído.
—Lo siento… yo no quería interrumpir… vengo después.
—Espera. ¿No te quemaste? —Karin le preguntó acercándose a ella para tomar uno de los vasos.
—No. Mis botas me protegieron de lo que se salpicó —señaló la chica que llevaba puestas unas botas largas de piel color negro.
—¿Por qué no los trajiste en una charola?
—Porque ya no había —se excusó queriendo recoger el vaso vacío y la tapa del suelo.
Las chicas limpiaron el desastre y Sasuke salió a reponer el café que se cayó. Quería que Karin hiciera plática con Kako para calmar su ansiedad.
—Pensé que tenías un compañero nuevo.
—Si… es su primera noche. Se puso a devolver libros a los estantes y de repente ya no lo ví salir de los pasillos. Cuando fui a buscarlo, estaba dormido en el suelo y no había acomodado ni un sólo libro —respondió Kako— La verdad me enojó mucho y estaba a punto de despertarlo, pero decidí dejarlo dormir y bajar a platicar con ustedes. Cuando despierte y se vea solo, quizá se asusté lo suficiente para no volverlo a hacer.
—Eso si no huye del fantasma primero —señaló Karin riendo mientras limpiaban.
—Lo veremos pronto. Faltan quince minutos para que aparezca —respondió Kako también riendo— ¡Por cierto! ¿Ha funcionado el amuleto?
Karin había olvidado que la chica le había prometido buscar una protección para su hijo y al tocar dicho tema, Kako también le habló de sus nuevas teorías sobre lo que estaba pasando con el fantasma.
—Creo que Sasuke si es la reencarnación de Raiden. Aún no me explico cómo es que despertó mucho después, pero entre más lo pienso, más convencida estoy de que al menos eso es cierto —señaló la chica gótica— De momento, mis únicas pruebas son que Hana ha reaccionado a él para cambiar la forma o acciones de cuando se aparece, así que a él lo reconoce como su amado y quizá él pueda ayudarla a descansar en paz.
—No otra vez… —bufó Sasuke que oyó a Kako cuando regresaba con el nuevo café en la mano.
—Reaccionó con mi bebé, y que nos vió. ¿Vas a venir a decirme que yo también soy la reencarnación de la esposa de Raiden? También soy extranjera, pero yo me apellido Seidou y…
—No necesariamente. Sasuke podría ser la reencarnación, pero Hana ve sólo lo que recuerda antes de su muerte. Así que si Sasuke es esa reencarnación y ella ha visto que tú eres su pareja y que de hecho, tienen un hijo, podría confundirte con su rival —explicaba Kako emocionada— Si es el caso, y estoy segura que si, Sasuke podría dedicarle algunas palabras para que ella pueda descansar e irse de este mundo, pero necesitaríamos saber cuáles serían las palabras adecuadas. Si nos equivocamos, se podrían empeorar las cosas.
—Ya dije que no voy a hacerlo —declaró el azabache.
—Sólo tienes que fingir ser Raiden, decirle algunas palabras dulces y pedirle que se vaya a descansar para que puedan reunirse en la siguiente vida —señaló Kako.
—¿Crees que eso bastará? Es que cuando se nos acercó la otra noche, lo que dijo no parece tener mucha coherencia —comentó Karin pensativa y recordando la historia que Itachi le había contado.
—¿Qué dijo? —preguntó la chica gótica confundida.
—¿No oíste? Cuando se acercó a Sasuke y a mi nos dedicó unas palabras mientras se lamentaba —respondió Karin a punto de ponerse a temblar de sólo recordarlo y no pudo evitar echarle una mirada al celular para ver la hora.
—No, no las oí. ¿Qué les dijo? —preguntó muy emocionada.
—Primero se acercó a mí y me habló en tono de reproche diciendo que yo le había prometido algo y después avanzó hacía Sasuke y le preguntó si la había olvidado —respondió la pelirroja aún viendo el celular. Faltaba muy poco para la hora y como ella no había estado allí desde aquél evento, le causaba temor volver a oír los lamentos de esa ocasión.
—¡Lo ves! ¡Eso me da la razón en mi teoría de reencarnaciones! ¡Obviamente quiere saber si su amado la olvidó tras su muerte! Aunque no sé qué promesa le habría hecho la esposa de su amado —comentó emocionada para luego verse pensativa— En la leyenda no se dice si ellas dos llegaron a hablar, pero quizá la esposa le prometió a Hana hacerse a un lado antes de la boda para dejarlos ser felices y no cumplió. Eso explicaría ese tipo de reproche.
—Mi cuñado me contó una historia muy diferente a la de la leyenda, así que tengo mis dudas, pero tampoco alcanzó a contarme todo.
—¿Tu cuñado? ¿Qué historia te contó y de dónde sacó la información? —preguntó mostrando duda total, después de todo, ella estaba segura de haber leído todo lo relacionado al tema, incluída la carta de suicidio de Hana que la biblioteca guardaba como documento histórico de acceso limitado al que tuvo que hacer mucho papeleo para poder consultarlo.
—¿Hablaste con Itachi de esto? —preguntó Sasuke molesto de pensar que su hermano se enterara de que veían un fantasma en la biblioteca.
—No le dije del fantasma. Sólo le pregunté si había sugerido el nombre de Raiden por su antepasado y aproveché para hacer que me contara lo de su investigación.
—¿Qué investigación? —Kako insistió en saber.
—Al parecer a mi cuñado también le interesa la historia de este edificio y ha escrito trabajos al respecto, sólo que él se ha leído los diarios de Raiden y su esposa.
—Muy pocas personas saben que aún poseemos esos documentos —Sasuke le susurró a su novia y no porque le molestara que se lo dijera a la chica, sino para aclararle por qué alguien tan obsesionada con esa historia como Kako, no tenía ni idea de que esos diarios aún existían ni su localización.
—¡¿Tienen los diarios de Raiden y su esposa?! —exclamó fuertemente cómo Sasuke imaginó— ¡Esos diarios deberían ser patrimonio histórico!
—Yo tampoco sabía de eso hasta ayer —aclaró Karin haciendo un gesto de molestia por el grito agudo. El azabache frunció el ceño por el mismo motivo.
—Siguen siendo artículos personales de nuestros familiares y mis antepasados querían mantenerlos en resguardo.
—Pero…
—Tienen más de cien años. No cualquiera puede manipularlos sin dañarlos, se requieren precauciones porque se dañaron durante la inundación que hubo hace cincuenta años.
—Eso no lo mencionó Itachi —comentó Karin sorprendida.
—Han estado guardados de forma que no se dañen más. No sé por qué no se hizo antes, pero Itachi está escribiendo varios artículos sobre los diarios para difundir su contenido.
—¿Me los enseñarían? —preguntó Kako entusiasmada y Karin le hizo una seña para recordarle que ella no tenía voz en esa decisión.
—Mi hermano es el único que los ha manipulado en años y se está encargando de lo que tiene que ver con ellos —respondió Sasuke para explicar que a él no le interesaba el tema y que su hermano era el responsable.
—¿Podrías preguntarle en mi nombre si…?
Los lamentos fuertes y lastimeros de Hana interrumpieron a la chica gótica. Se habían enfrascado tanto en aquella conversación que el tiempo se les fue.
A pesar de que los que trabajaban allí ya sabían el momento en que la aparición se dejaba oír, nadie podía acostumbrarse a escucharla, a excepción de aquél guardia que actuaba como si fuera alguien más del edificio paseándose.
Cada que el fantasma se lamentaba, la gente en el edificio se quedaba callada, asustada y no volvían a sus tareas hasta que se recuperaban del susto un rato después de que desapareciera. Además, ahora que se lamentaba más lastimera y fuertemente, les era más difícil recuperar el aplomo.
Una vez que el incidente ocurrió, el compañero de Kako bajó corriendo muy pálido y tuvieron que ayudarlo a recuperarse del susto y, aunque intentaron convencerlo de quedarse a terminar la noche, el pobre chico se fue en cuanto consiguió que un amigo fuera a recogerlo.
Después de este suceso, Kako bajó sus cosas a la sección de sus amigos, le entregó el amuleto a Karin, quien lo guardó y retomaron su plática.
Karin le platicó toda la historia que Itachi le había contado sobre Raiden y su esposa, pero ambas se quedaron con la duda de cuál era la historia que Kaori contó con respecto a Hana.
—¡Ahora tengo más curiosidad que nunca! —exclamó la chica gótica— Quizá eso explique por qué Hana les dijo esas cosas.
—¿Tu sabes la historia? —Karin miró a su novio que, sentado en una de las sillas, las oía con los ojos cerrados.
—No.
—¡¿Qué acaso no te da curiosidad?!
—La familia de Sasuke tiene mucha historia, no puedes culparlo —Karin lo defendió, aunque entendía que el reclamo sólo era la frustración de su amiga— Le preguntaré a mi cuñado por la tarde y te lo contaré cuando sepa.
—De acuerdo.
El resto de la noche pasó sin relevancia, más allá de que, a diferencia de las otras veces, cada llegada de Hana se lamentaba con la misma potencia y dolor que cuando vio a Sasuke y Karin en el recibidor.
Aquello puso a la pelirroja los pelos de punta, porque aunque ya no oía la voz que le reclamaba, esas palabras que la fantasma le dedicó, retumbaban en su cabeza cada vez que la oía.
Por la tarde, Karin recordó el amuleto que llevaba en su mochila y fue a meterlo bajo la almohada de su hijo tal y como Kako le explicó que hiciera cuando se lo entregó. Aparentemente esto alejaría a fantasmas, brujas, duendes y demás entes que quisieran hacerle daño a Raiden y aun cuando ni Karin ni Sasuke decían en voz alta que creían en fantasmas, la pelirroja estaba dispuesta a creer en lo que fuera, si con eso mantenía seguro a su bebé.
Mientras Karin miraba a su hijo en la cuna, Sasuke entró a la habitación a buscarla.
—Ya está la comida —le anunció mientras ponía a cargar su celular en la mesita de noche, para luego acercarse a la cuna y mirar a su hijo.
—Si tus padres no fueran tan estrictos, comería aquí para estar cerca de él.
—Tampoco es sano el apego.
—Lo sé, pero ya casi no lo veré cuando empecemos el semestre —dijo desanimada y tras dar un suspiro de resignación, se enderezó y tomó el monitor del bebé para mantenerlo vigilado mientras comían— Bueno, bajemos. Me da miedo tu papá cuando se enoja.
Los chicos se sentaron a la mesa con el resto de los Uchiha y al poco de empezar a comer, inició una pequeña charla que Itachi inició.
—Por cierto, Sasuke. Naruto, Sakura y un chico que no conozco, vinieron a buscarte al medio día cuando dormías —el aludido sólo bufó— Les dije que no estabas y dijeron que volverían mañana y que querían verte antes de que iniciaran las clases.
—Si vuelven, sólo diles que volví al campus.
—¿Son tus "amigos para siempre" que mencionaste? —preguntó Karin entre risitas.
—Deberías invitarlos a cenar temprano. Así podrán convivir un poco y podrías presentarles a Karin-chan y Raiden-kun —comentó Mikoto sonriente.
—No tengo ganas de hablar con ellos —respondió Sasuke irritado, pues cuando despertó, ya había visto varios mensajes de ellos que no respondió.
—De acuerdo, yo les diré que ya no estás en la casa —respondió Itachi— Pero si no quieres hablar con ellos, deberías decírselos.
Sasuke se irritó más con el comentario, porque no era algo que no hubiese hecho antes, pero ellos eran insistentes, por ello prefería pedirle a su hermano que les dijera una mentira para que no le arruinaran más, porque sabía que los mensajes continuarían, los pocos días que le quedaban de vacaciones.
—Lo hará en su momento, no te preocupes —intervino Karin, quien, queriendo cambiar de tema para ayudar a su novio y aprovechando la situación, decidió hablar de los diarios— Por cierto, no terminaste de hablarme de los diarios.
—Es verdad. No creí que te interesará tanto.
—Me ayuda a entretenerme en el servicio. Hay una compañera que le fascina el tema y así tengo de qué hablar con ella para matar el tiempo —respondió Karin— Sabes que Sasuke no es muy hablador y tampoco tengo cerca a Raiden, así que encuentro otras formas de entretenerme.
Sasuke desvió la mirada, porque no pudo evitar recordar aquella noche de concepción en la biblioteca que…
—Bueno, si quieres te lo contaré terminando de comer —sugirió Itachi, pues sabía que su padre no aceptaría una "conferencia" en medio de la comida.
—De acuerdo.
¿Les parece interesante los datos que Itachi ha compartido con Karin? ¿Karin tiene de qué preocuparse por su hijo? ¿Sasuke podrá evadir a sus antiguos compañeros?
¿Dónde está la Ouija en este capítulo?
Respondiendo a la última pregunta, así como los dos capítulos anteriores que originalmente eran uno solo, voy a hacer lo mismo con este, así que si, aquí sólo hay la mitad del capítulo y si, también pueden considerar doble actualización leyendo la continuación.
Sin más, los dejo para que puedan continuar y descubrán qué secretos revelará la Ouija... si es que funciona.
