¡Saludos, queridos lectores!

Al fin veremos aquello que la Ouija contestará a Sasuke y sabremos quién es el fantasma que contesta esta vez. Espero que el capítulo de hoy les guste y sólo los dejaré con el anuncio que estoy dejando en todas mis actualizaciones de hoy antes de cada capítulo n.n

Anuncio que habrá en todas las actualizaciones y nuevas historias que suba hoy: Mi regalo de Navidad para ustedes, aunque se haya adelantado un día, es una actualización masiva de mis fics.

Sinceramente, mi objetivo principal era el de actualizar todos los fics de la HWSK y los que dejé en pausa por esa actividad, sin embargo, calculé mal el tiempo. Pensé que aún tenía una semana más para escribir. El mínimo de mi objetivo, era actualizar todos los fics de la HWSK y me alegra decir que, si bien no cumplí mi propósito más ambicioso, si logré superar el mínimo, pues además de la actualización de todos los fics HWSK, también les traigo doble capítulo de "La marca del lobo", capítulo nuevo de "Anónimo" y mi contribución en las dos actividades navideñas que se realizaron en el grupo de Facebook SasuKarin Month.

Espero que disfruten de este pequeño regalo del que me esforcé bastante en realizar n.n


El vaso señaló el papel con la palabra "Si", escrita en él y a pesar de ello, seguían oyendo los lamentos acercarse desde la entrada hasta donde ellos estaban. En ese momento, Sasuke se arrepintió de haber puesto las hojas tan cerca de donde Hana se paraba cuando entraba.

—Pregúntale a la Ouija si es Hana quien nos está contestando —indicó Kako con la voz temblorosa y risitas nerviosas. El fantasma estaba muy cerca de la sección.

—¿Eres Hana? —preguntó Sasuke cuando supo que la voz no le saldría temblorosa.

"Si" señaló la Ouija casera y fue en ese momento que el fantasma entró a la sección. De nuevo era esa bruma blanca que, aunque no tocaba el piso, hacía ruido de pisadas que se acercaban a ellos.

Karin abrazó a Sasuke fuertemente y eso le daba valor para mantenerse firme en esa situación que no sabía cómo manejar.

La bruma blanca se paró frente al grupo y sin haber hecho ninguna pregunta, y sin que los sufrientes llantos cesaran, el vaso volvió a moverse entre las letras de papel.

"¿Te olvidaste de mí?"

Los tres estaban paralizados por lo que estaban viviendo, con trabajo habían alcanzado a leer la pregunta que el vaso les señaló entre los papeles, pero cuando la pregunta se repitió por segunda vez, Kako pudo reunir el suficiente valor para dirigirse a Sasuke.

—Dile quién eres —le dijo tratando de no tartamudear.

—No soy Raiden. Me llamo Sasuke —el azabache pudo decir, más por orgullo de saber que la chica gótica había reaccionado primero que él, que porque realmente hubiese superado el miedo.

"Raiden-kun, reconozco tu alma" escribió la Ouija casera.

Karin abrazó con fuerza a su novio cuando los lamentos se hicieron más fuertes y lastimeros mientras el vaso deletreaba lo anterior. Si la pelirroja no salía corriendo de ahí, era porque se sentía más segura junto a él que atravesando sola la biblioteca.

—Es Sasuke, no los confundas —dijo la pelirroja inquieta— No son la misma persona.

"Tu me hiciste una promesa" escribió el vaso, pero todos sabían que aquello estaba dirigido a Karin porque la bruma se había inclinado hacia ella. A veces daba la impresión de que la bruma tomaba una forma más definida, pero sin lograr concretarse.

—¡Se los dije! —exclamó Kako tartamudeando y a pesar de ser una exclamación, se oía muy bajo— ¡Reencarnación!

—Ni siquiera te conozco —respondió Karin que intentaba sonar enojada para alejar al fantasma, pero sin mucho éxito.

"En esta vida, debimos estar juntos", dijo la fantasma con el vaso, ahora inclinada hacia Sasuke.

—No siento nada por ti —Sasuke le aseguró muy serio, pues reencarnación o no, él ni siquiera conocía a Hana más allá de esa forma brumosa que se lamentaba y las historias que había oído sobre su leyenda. Ni siquiera recordaba haberse sentido atraído por ella como una especie de amor platónico.

"Nos juramos amor" deletreó el vaso y los lamentos se hicieron más fuertes y lastimeros, al punto de que ninguno pudo decir nada por el miedo. La oración se escribió varias veces con el vaso hasta que un ruido en la puerta de la sección, desapareció la bruma blanca y detuvo el movimiento del vaso.

—¿Qué le hicieron a la quejumbrosa? —el guardia valiente era el que había entrado a la sección. Enseguida notó la Ouija casera y frunció el ceño— ¿Qué le preguntaron que la hizo enojar?

Los jóvenes no podían contestar y el guardia hizo reaccionar a Sasuke para que cerrara la sesión. Una vez todo cerrado, el guardia levantó las hojas de papel y el vaso para meterlos en una bolsa y les había pedido a las bibliotecarias encargadas del turno que les llevaran un té o chocolate caliente para hacer que se les pasara el susto.

Tuvo que pasar un tiempo para que los tres muchachos reaccionaran, y aunque Kako respondió a las preguntas que les hicieron, Sasuke y Karin no dijeron nada. Sólo comentaban que debían volver a casa, pero no los dejaron irse hasta que recuperaran el semblante. Temían que manejar en ese estado pudiera causarles un accidente.

—Son las siete, tenemos que irnos —declaró Sasuke en algún momento a pesar de que no había visto la hora. Él simplemente se levantó de la silla donde estaba, tomó a Karin de la mano y tras tomar sus cosas, se fueron a pesar de que les insistieran que se quedaran y llamaran a un amigo o familiar para recogerlos. Ni siquiera se despidieron.

Al entrar al auto, la pareja no dijo nada y Sasuke, en el asiento del conductor, tampoco arrancó el carro.

El silencio se rompió cuando el celular del chico comenzó a sonar y aunque de forma mecánica, el azabache contestó.

—¿Sasuke? ¿Dónde están? —se oyó la voz de Mikoto. Sonaba muy preocupada.

—En el estacionamiento de la biblioteca —respondió Sasuke aún algo ido— Estamos por salir para la casa.

—¿Por qué siguen allí? ¿Pasó algo? —insistió en saber— ¿Necesitan que vayamos allá?

—No, madre. Estamos por ir hacia la casa. —el chico estaba recuperando el temple— Te contaremos al volver a casa. Estamos bien.

—¿Seguro?

—Si, madre. Estaremos ahí…

—Pregúntale cómo está mi bebé —Karin al fin reaccionó y lo primero que pensó fue en su hijo.

—¿Es Karin-chan? Se oye preocupada —comentó Mikoto.

—Si, es ella. Quiere saber de Raiden —respondió Sasuke.

—Ha estado un poco inquieto y llorando, pero seguro es porque no están en casa. Los niños son de horarios —respondió Mikoto y para ese momento, el azabache ya había puesto la llamada en altavoz— No quiere la mamila y es su hora de comer, debe querer que Karin-chan lo amamante como suele hacer a esta hora.

—¡Estaremos allí pronto! —Karin gritó en dirección al teléfono— ¡Espera a mami!

—Colgaré, madre, o no podremos salir del estacionamiento —Sasuke quitó el altavoz— Estaremos allí pronto, no te preocupes.

—¡Vamos! ¡Mi corazón me espera! —exclamó Karin tirando del brazo de su novio para apresurarlo— Estoy preocupada por mi bebé.

Sasuke no dijo nada mientras arrancaba el carro, aún estaba perturbado por lo ocurrido en la biblioteca, pero no tanto como para no prestar atención en el camino. Además, deseaba llegar a casa, así que estaba dispuesto a olvidarse de lo ocurrido para manejar de regreso.

La pareja no tocó el tema del fantasma durante el trayecto a pesar de que ambos sabían que necesitaban de una excusa por su llegada tarde. Ambos estaban seguros que habrían evitado las preguntas en la casa, de no ser que Mikoto despertaba a la hora en que ellos llegaban para entregarles a Raiden.

—¿Qué les diremos? —Karin rompió el silencio cuando estaban a algunas cuadras de llegar a la casa, pues aunque ella había estado pensando opciones, no se le había ocurrido nada convincente.

—Diremos que el carro tuvo alguna falla —respondió el joven que si bien esa era la mejor excusa, sabía que su padre o su hermano podrían preguntar más a fondo del tema y que tendría que llevar el auto al taller.

El problema con ir al taller, es que lo consideraba una perdida de tiempo al saber que el carro no tenía nada y que si su padre o su hermano se ofrecían a acompañarlo, sería problemático negarse para evitar que oyeran que no había problemas con auto.

—¿Crees que funcione la excusa? Estuvimos más de una hora de más en la biblioteca.

—Sólo sígueme la corriente —pidió el joven malhumorado, pues para poder ser creíbles, lo más seguro sería, que él tendría que decir que olvidó la herramienta, no supo identificar el problema o algo parecido que lo haría ver cómo distraído o irresponsable. No le gustaba en nada la idea, pero iba a ser menos vergonzoso que decir que hablaron con un fantasma.

—Te daré una sorpresita cuando volvamos al campus —Karin besó a su novio en la mejilla cuando este ya había estacionado el carro, pues ella ya sabía qué pasaba por la mente de su novio y quería darle algo para contrarrestar el mal humor que le provocaría tratar con su familia.

—No puedes presionarte, aún estarás de servicio la próxima semana —Sasuke le señaló tras arreglarse la voz.

—Sabes que la primera semana de clases no es tan pesada aún si dejan tarea —respondió la pelirroja con una sonrisa pícara, pero su gesto cambió a uno más angustiado cuando siguió hablando— Y la verdad, no sé si tenga el valor de volver al servicio después de lo que pasó.

Volvieron a quedar en silencio y a los pocos minutos salieron del auto para entrar a la casa, siendo Karin la primera en entrar a buscar a su hijo rápidamente. Aún tenía la inquietud de la maldición y aunque sabía que su hijo ya tenía establecidos horarios, lo que explicaba su llanto, temía equivocarse. Necesitaba asegurarse de que Raiden estaba bien.

Hubo muchas preguntas por su retraso, especialmente de Fugaku, pero cuando Sasuke habló de la falla mecánica, las cuestiones y sermones se detuvieron. No por ello, el cabecilla de la familia parecía feliz, pero si se veía menos tenso que al principio.

La pareja se apresuró a desayunar, no sin antes Karin darle pecho a su hijo que estaba llorando cuando llegaron, pero una vez en los brazos de su madre se tranquilizó y cuando terminaron su rutina al volver a casa, ambos fueron a la cama a dormir.

Si, ambos tenían sueño, estaban cansados y si pudieran, se habrían olvidado de esa madrugada para poder conciliar el sueño, pero ambos aún sentía escalofríos de recordar aquellos lamentos y la sensación que la presencia de esa bruma les causaba.

—¿Crees que de verdad…?

—No sé —respondió Sasuke. Le era imposible dudar de las respuestas de la Ouija casera cuando él mismo la hizo y fue quien la usó, así que ahora ponía en duda aquello de la reencarnación.

—Tengo miedo de regresar, pero tampoco quiero echar a la basura el tiempo que estuvimos ahí —ella se pegó a su novio y lo abrazó, dejando a su bebé en medio de los dos. Ella no quería dejarlo en la cuna, aún estaba inquieta por el miedo y porque temía que el fantasma le hiciera algo a Raiden. Se sentía más tranquila teniéndolo junto a ella, especialmente si Sasuke estaba con ellos— Ya lo hice una vez por el embarazo y difícilmente encontraré otro servicio dónde terminar mis horas rápido.

—No es conveniente que lo dejes —la abrazó por la cintura. Él no quería admitir que aún sentía miedo y que de no ser que ella lo abrazaba cuando todo ocurría, quizá no habría tolerado el temor.

—Si te quedas a mi lado seguiré hasta que termine —respondió Karin acurrucándose a su lado, con su bebé en medio para que ambos pudieran protegerlo. Sasuke asintió.

Ambos tardaron en consiliar el sueño y despertaron más tarde de lo usual. A pesar de ello, Fugaku no les llamó la atención, pues bajaron más tarde a comer y apenas se levantaron los platos vacíos, el padre de familia le recordó a su hijo que debía enviar el auto al taller.

—Lo llevé yo temprano —intervino Itachi con una sonrisa— Se quedará allí esta noche.

—Tendremos que irnos más temprano para llegar en camión o tomar un taxi —Karin comentó a su novio, pues aunque la familia Uchiha tenía tanto dinero como para tener tantos coches de lujo como quisieran, cada miembro tenía un único auto para poderse mover a dónde necesitaran.

Aunque ella y Sasuke estaban fuera toda la noche y madrugada, Itachi y Fugaku a veces se movían por trabajo muy noche o muy temprano y la pelirroja prefería que hubiese un carro en casa, el de su suegra, para emergencias, especialmente por su hijo. Por otro lado, sabía que su novio no querría pedírselo prestado a su hermano.

—En realidad, yo puedo llevarlos —Itachi se ofreció— Les prestaría mi auto, pero tengo una cita mañana muy temprano, así que lo necesito —explicó entregándole a su hermano la ficha del taller— Así que de regreso si que tendrán que pedir un taxi.

—Gracias —contestó Karin al no saber qué más decir, pues sabían que aquello abría pauta a que Itachi y Kako se conocieran y definitivamente la chica iba a mencionar lo que había pasado por la madrugada.

—Raiden-kun pronto cumplirá seis meses, así que será momento de empezar a darle alimentos sólidos —Mikoto habló emocionada cuando todo quedó en silencio— Había querido sugerirles que empezaran esta semana para que estuvieran presentes, pero con la infección de garganta, temí que le fuera difícil tragar —se dirigió a su hijo y su nuera— Tenía muy inflamada la garganta, pero ahora ya está mejor, así que podrían darle su primera comida sólida cuando vuelvan.

—Debimos hacerlo hoy —dijo Karin decepcionada. Ella quería estar tan presente con su hijo como fuera posible, especialmente cuando se tratara de las primeras veces.

—Llegaron muy tarde y cansados, por eso no lo sugerí. Tampoco parece que hayan descansado bien —se explicó Mikoto— Si van a darle su primer alimento sólido, van a necesitar tiempo para enseñarle y disfrutarlo.

—Sasuke, tenemos que hacerlo antes de irnos porque mañana volvemos al campus.

La plática se centró en ese tema, con Mikoto dándoles algunos consejos a los jóvenes.

Un par de horas más tarde, Karin estaba en la sala jugando con su bebé mientras intentaba hacer que Sauske hiciera lo mismo. Es decir, no era que él no quisiera estar con su hijo, pero le avergonzaba ponerse a hacerle caras absurdas al niño, a pesar de que esto parecía divertirle mucho y que sólo estaban ellos dos en la habitación.

Por otro lado, ambos, aunque intentaban fingir que todo estaba bien, aún repetían lo ocurrido en la biblioteca en su mente. Era una experiencia increíble y aterradora.

—¡Oh, vamos! ¿Quieres que tú hijo te recuerde toda la vida con cara de piedra como tu padre? —Karin le insistió a su novio y una risa llamó su atención— No quise decir eso, yo sólo estaba tratando de convencer a Sasuke para que… él… y…

—Si, sé a lo que te refieres —contestó Itachi sonriendo.

—¿No deberías estar en casa de Shisui? —preguntó Sasuke al ver a su hermano, pues si iba tarde, quizá no podría llevarlos a la biblioteca, lo cual era conveniente para evitar a Kako.

—Se quedó atorado en el tránsito. Parece ser que hubo un accidente y tardará en llegar a casa.

—Supongo que tendremos que irnos por nuestra cuenta —comentó Karin no dándole mucha importancia.

—En realidad, he hablado con mi contacto en la biblioteca de Kusa, puede recibirme por la madrugada, así que después de recoger los papeles que Shisui me consiguió, iremos a su servicio y me quedaré con ustedes una hora. Después me iré hacia Kusa.

—¿Te quedarás con nosotros? —preguntó Karin sorprendida y la mirada de Sasuke reflejó su sorpresa— Pero ibas a revisar esos papeles en casa de tu amigo ¿No?

—Si, no tiene caso que los deje y regrese a casa, ya que de todas formas tengo que tomar esa misma dirección para ir a Kusa y podré revisar los documentos en la biblioteca mientras espero —respondió Itachi— En el mejor de los casos, podría terminar mis asuntos en Kusa con tiempo y en el camino de regreso podría recogerlos. ¿Qué les parece? Además, así podría hablar con su amiga.

Karin y Sasuke se voltearon a ver sin saber qué responder, pero la pelirroja sabía que si al menos ella no decía nada, se vería muy sospechoso y si querían hacer algo para evitar que se conocieran, no iban a poder planearlo en ese momento.

—Suena bien, pero espero que no te decepcione. Kako soltó sin querer que las cartas que tiene las consiguió de los Haruno, pero no quiso decirnos más al respecto —comentó la pelirroja— Sonaba algo sospechoso el cómo lo dijo, y como no dice más, pienso que lo más probable es que la hayan engañado o ella intente engañarnos.

—Por eso es mejor revisarlo de primera mano, para descartar cualquier posibilidad —respondió Itachi— Además decidí corroborar el paradero del hermano de Hana en aquella época por cualquier cosa.

—¿Vas a creer la fantasía incestuosa de alguien que ni conoces? —preguntó Sasuke.

—No iba a hacerlo, pero me di cuenta que había algo extraño con la familia de Hana respecto a lo que la leyenda dice que le ocurrió.

—¿Algo raro? —preguntó Karin curiosa.

—Que un hombre se retracte de un compromiso, ya es motivo de deshonra para la novia y su familia y en esos casos, un varón de la familia de la novia tendría que batirse en duelo con el novio para limpiar su honor. Lo mismo pasaba cuando burlaban a las chicas —explicaba Itachi— Con la familia de Hana no hubo problemas con el compromiso porque la Corona intervino, pero si los Haruno pensaban que Raiden la burló y la mató. ¿Por qué no lo retaron a duelo? Aún si lo acusaron legalmente, socialmente debían exigir el duelo para limpiar su honor.

—¿Y no te habías dado cuenta antes? —preguntó Karin incrédula, después de todo se suponía que el llevaba varios meses en esa investigación y sonaba que aquello debería haber sido muy evidente.

—En aquella época, los duelos ya eran ilegales, pero se seguían haciendo, por eso se realizaban al anochecer o amanecer, porque se hacían de forma furtiva —explicaba Itachi— Los Haruno eran una de las familias que apoyaba que los duelos fueran ilegales, así que no, no me sorprendió saber que ellos no exigieran un duelo, pero mientras buscaba más archivos legales sobre el juicio de Raiden y Kaori, descubrí que Misaki hijo, era un poco… temperamental —soltó una risita porque no había encontrado una palabra mejor— Y parece ser que fue multado en varias ocasiones por ser partícipe en duelos. Muchos de ellos porque él decía haber oído deseos indecentes hacia su hermana.

—¿Entonces Kako tiene razón? ¿Misaki la mató por celos? —preguntó Karin sorprendida mientras cargaba a su hijo que parecía inquietarse, ya que nadie estaba jugando con él.

—Si te soy sincero, no creo en la historia incestuosa de tu amiga, después de todo, ofensas de ese tipo, eran ofensas a toda la familia, así que no era de extrañar la reacción de Misaki, especialmente por su carácter —contestó Itachi— Pero me parece verdaderamente extraño que Misaki, que saltaba a cualquier provocación, no retara a duelo a Raiden, especialmente si su familia creía que él la convenció de huir y que la asesinó.

—Quizá lo hubo, pero nuestra familia se hizo con el reporte como con los documentos del juicio —sugirió Sasuke viendo cómo su novia seguía haciéndole caras bobas al niño.

—Raiden habría escrito sobre un duelo con Misaki en su diario ¿No? Además, alguno de los dos habría muerto.

—No todos los duelos eran a muerte como hacen pensar en la televisión y las novelas rosas. A veces sólo se detenían cuando alguno de los dos asestaba el primer golpe o había sangre —respondió Sasuke.

—Así es. Además, aún no resolvemos el misterio de las cartas que Hana recibió, así que no descarto que Raiden pudiera omitir ciertos datos en su diario por algún motivo que desconozcamos —Itachi contestó a su cuñada— Por eso le pedí a Shisui que me ayudara a buscar otros documentos ocultos de la familia para ver si no hay algo referente a un duelo entre Raiden y Misaki que resuelva esta duda.

—¿Qué crees que haya pasado si no hubo ningún duelo? —preguntó Karin pensativa.

—Dependiendo de la fecha en que Misaki volvió del extranjero, quizá no tuvo oportunidad de solicitar el duelo, pues si volvió para cuando Raiden ya estaba en cama, aunque lo retara, él no se habría podido levantar y la responsabilidad del duelo habría caído sobre el varón más próximo, pero para ese entonces el padre de Raiden ya había muerto y Akihiro era un niño —respondió Itachi— Si Misaki volvió antes de que Raiden cayera en cama y no solicitó el duelo, entonces… sinceramente no se me ocurre una respuesta viable. Con ese temperamento, no me imagino que alguien pudiera convencer a Misaki de abstenerse a pedir un duelo, especialmente porque todos los que creían que Hana y Raiden se amaban, también creían que ellos ya habían tenido relaciones.

—Eso explicaría por qué Hana estaba tan aferrada a Raiden. Muchas mujeres se aferran a su primera vez —comentó Karin— En ese tiempo debió ser más común porque vendían la idea de que el sexo es la muestra de amor más grande.

—Raiden no habla de algo parecido en sus diarios y Kaori tampoco menciona que sospeche que su marido estuviera enamorado o cegado por alguien más, mucho menos por Hana, así que es difícil considerarlo —respondió Itachi— Lo importante aquí, es que la gente si lo creía y ese era motivo suficiente para que Misaki se batiera en duelo con Raiden para limpiar el honor de su hermana. Enamorados o no, ella ya era vista como amante.

—¿Alguien ha buscado el diario de Hana? —preguntó Sasuke.

—Si, pero los Haruno siempre aseguraron que no pudieron encontrarlo por ningún lado.

—Tengo la sospecha de que ellos ocultaron el diario así como su familia ocultó los documentos de los juicios. Querían encubrir algo seguramente —Karin dijo con acusación y entregó al bebé a su novio— Quizá ella y Raiden tuvieron relaciones antes de que Kaori apareciera y los Haruno no querían que la gente supiera que de verdad ya no era virgen —se puso las manos en la cintura— Si es el caso, entonces me resultaría más creíble que ella se suicidara aún si las leyendas dicen que el fantasma tendría que estar repitiendo su muerte.

—Es una buena teoría, pero aún queda la duda del duelo —respondió Itachi sin notar que su hermano le había hecho un gesto a la pelirroja cuando ella mencionó lo del fantasma.

—Necesito ir al baño, no hablen del tema sin mi —dijo Karin dándole un beso a su hijo y corrió al sanitario, pues aunque era real que quería entrar, quería irse rápidamente antes de que se le saliera algo más sobre el fantasma.

En cuanto Karin se perdió de vista, Raiden se puso a llorar.

—Aun debo preparar las cosas para mí viaje a Kusa, así que podemos hablar de esto camino a la biblioteca —dijo Itachi a su hermano, y miró a su sobrino al que le hizo una cara boba que lo calmó momentáneamente antes de volver a ponerse a llorar— Karin-chan tiene razón, si no sonríes un poco más, mi sobrino no sabrá distinguir entre su abuelo y su padre.

Itachi se fue de la sala riendo, lo que provocó que Sasuke frunciera el ceño, algo que a su hijo no pareció gustarle mucho porque empezó a llorar más fuerte y él no sabía qué hacer.

No era que Sasuke no lo cargara nunca o que no lo atendiera, pero a diferencia de Karin o su madre, aún le costaba trabajo entender lo que su bebé quería. Sólo sabía que cuando se chupaba el dedo llorando, era porque quería ser amamantado y darle la mamila era inútil y si olía mal, era porque necesitaba un cambio de pañal.

—Tu madre no debe tardar —le decía al bebé mientras lo arrullaba, pero sabía que era inútil, no era como si pudiera entenderle.

Descontento con la idea, Sasuke miró alrededor y al no ver a nadie, intentó hacer una cara boba esperando que eso ayudara a hacer reír a su hijo, pero en su lugar, aunque dejó de llorar, el niño parecía confundido.

El gesto de confusión de su propio hijo lo avergonzó y no sabía qué hacer al respecto. La forma en que Karin lo cuidaba parecía bastante natural a pesar de ser su primer hijo, pero para él, era como si le dieran algo que no sabía usar sin instructivo.

—Menos mal que no lo recordarás para cuando se lo puedas decir a alguien —dijo Sasuke sintiéndose ridículo por haber hecho aquella cara que no le provocó risa a su hijo, pero como si el niño entendiera que su padre estaba avergonzado, comenzó a reírse.

Karin tardó un poco más en llegar y lo primero que hizo, fue besar la frente de su hijo.

—Mami ya volvió, mi amor —le sonrió y el niño se veía feliz.

Sasuke gruñó, porque a veces sentía que Karin se olvidaba de él cuando estaban con el bebé. Sabía que era absurdo sentirse celoso de su propio hijo, pero esos "mi amor" o "corazón" ya no eran para él y aunque al principio no le gustaban y le avergonzaba que ella los usara frente a los demás, ahora los extrañaba. Empero, él no decía nada, especialmente porque tenían otro asunto más importante qué discutir.

—Vamos a la habitación —dijo Sasuke muy serio.

—Ya te he dicho que seas más seductor cuando quieras que…

—Karin —la interrumpió avergonzado.

—Estoy bromeando, ya sé lo que quieres —dijo la pelirroja riendo mientras caminaba hacia el cuarto. La verdad es que pensar en la biblioteca aún la ponía muy tensa e intentaba cubrirlo con bromas o juegos para hacerlo más llevadero.

Ambos fueron a su habitación y aunque Sasuke esperaba que Karin tomara al bebé como siempre lo hacía, ella seguía haciéndole caras bobas mientras él lo llevaba en brazos.

—Tenemos que buscar la forma de evitar que Kako se acerque a Itachi.


¿Cómo evitarán que Kako e Itachi se conozcas? ¿Podrán seguir evitándolo? ¿Por qué Naruto y Sakura parecen ya no haber insistido en ver a Sasuke? ¿Consideran que se ha confirmado que Sasuke es la reencarnación de Raiden? ¿Qué cosas está escondiendo Kako?

Me encantará leer sus teorías en los comentarios. Realmente espero que la historia siga siendo de su agrado n.n

Anuncio final que habrá en todas las actualizaciones y nuevos fics de hoy: Como he mencionado en el anuncio del principio, hice una actualización masiva de mis fics, por lo que debo anunciar que no habrá nuevas actualizaciones de ninguno de mis fics, hasta dentro de dos semanas, pues para cumplir la labor, usé mucho tiempo libre y me gustaría descansar un poco la imaginación para poder seguirles trayendo todas estas historias.

Sé que la noticia no es tan grata, pero sospecho que, así como preveía que me sería complicado subir todos estos regalos el 25 a causa de todas las labores que habrán el 24 por las reuniones familiares, la cena y demás actividades, ustedes difícilmente estarán leyendo todas mis actualizaciones el día de hoy. Incluso puede que mañana tampoco les sea tan sencillo, pero tendrán estas dos semanas en que no subiré nada para disfrutar de todas las actualizaciones.

En cuanto a responder sus comentarios, los cuales no he respondido desde la semana pasada que actualicé, lo estaré haciendo la próxima semana poco a poco, pero sepan que he leído todos sus comentarios y los agradezco de todo corazón.

Por último, sólo quiero desearle una muy Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo n.n

Hasta la próxima actualización n.n