¡Saludos, queridos lectores!
Hoy me presento con la mala noticia de que las historias de la Horror Week SasuKarin, las iré actualizando una por semana y no dos, por semana, pues el sábado inició la actividad de la semana del Día rojo. Sí, voy a participar, aunque no en todos los temas, pero ha sido la razón por la que atrazaré un poco las actualizaciones de estos fics. Sin embargo, las actualizaciones no pararán y habrán algunas historias más SasuKarin n.n
Lamento las molestias, pero en cuanto tenga cubierto todo, las actualizaciones de dos en dos volverán, lo prometo. Además, Advertencia del más allá ya ha terminado, por lo que hará más ágiles las actualizaciones y debo decir que otro de los fics de esta tanda también está por llegar a su final. ¿Pueden adivinar cuál es?
Sin prolongar más la introducción, los dejo con la actualización de esta historia n.n
Tanto Sasuke cómo Karin creían en las palabras de Itachi, pero tenían la curiosidad de saber el por qué, él decía aquello. No obstante, Kako aún no estaba convencida y por el contrario, pensaba que Itachi, quizá quería desprestigiar sus fuentes para no manchar el nombre de su antepasado, o bien, estaba envidioso de la información que ella tenía.
—¿Qué motivo tienes para decir eso?
—He leído muchos documentos escritos por Raiden, no sólo sus diarios que son sus escritos más personales, sino también documentos más formales e incluso algunas cartas dirigidas a su esposa —explicaba el mayor aún mirando la carta con detenimiento— La letra se parece mucho, pero la veo diferente y entre más leo la carta, no suena como si él la hubiese escrito. Se siente como si la persona que escribió esto no supiera qué decirle al remitente.
—¿Crees entonces que alguien tomó el nombre de Raiden para escribirle a Hana? —Karin preguntó— Pero ¿con qué fin? Su enamorado jamás apareció aún cuando Raiden se casó.
—Sinceramente, no creo que haya sido un enamorado de Hana quien escribió esto. Como dije, se siente como si esta persona no supiera qué decirle a Hana y para cubrirlo, dice cosas como "es tanto lo que siento que no quiero avergonzarte".
—¿Ahora también eres psicólogo? —preguntó Kako que trataba de ocultar la emoción que le causaba el seguir alimentando el misterio de aquella historia, pero aún seguía enfadada con que alguien fuera de su rubro estuviera haciendo esa investigación.
—Si lo piensan un momento, es fácil darse cuenta de ello —contestó Itachi y miró a su hermano con una sonrisa amable— ¿Qué le dirías a Karin para halagarla, para seducirla?
Sasuke dio un paso atrás con la pregunta y retrocedió un segundo paso cuando notó que Karin y Kako lo miraban a la expectativa.
—Yo qué sé —dijo desviando la mirada tratando de ocultar un sonrojo al recordar lo que le había murmurado en el carro.
—¿Acaso nunca le dices nada dulce? —preguntó el mayor en un tono de acusación.
—Sasuke, dime algo lindo ¿Si? —pidió la pelirroja en un tono empalagoso y abrazándolo por el cuello.
—No voy a hacerlo frente a todos. Además, no entiendo qué tiene que ver con esto.
—Voy a probarles que esto no lo escribió un enamorado y ustedes son la única pareja aquí que puede ayudar a probar mi punto —contestó Itachi con sinceridad, pero seguía sonriendo.
—Sólo explica tu maldito punto —replicó el menor muy inquieto. No quería hacerlo.
—Estoy seguro que si lo hago, igualmente tendrán muchas dudas y tendré que volver a este ejemplo —el mayor insistió— Después de la explicación, te bloquearás y no se podrá probar adecuadamente mi punto.
—¿Estás seguro que no es una excusa para desviarnos del tema? —preguntó Kako, que si bien ella deseaba oír qué tendría que decir ese hombre sobre su novia, no quería permitirle a Itachi que la engañara.
—Sasuke, sólo tienes que decirme una cosa halagadora. Algo que te guste de mi —su novia lo seguía abrazando— Si te apuras, pasaremos a otro tema rápido y seguiremos con lo de las cartas.
—Es vergonzoso que otros lo oigan —murmuró notando que a pesar de que ella lo abrazaba, no se veía nada contenta y definitivamente no era la misma situación que en el auto.
—Entonces, dímelo al oído —insistió Karin.
De ser otro el momento, Sasuke no habría cedido a lo que él consideraba una trampa de su hermano, pero la verdad, aún se sentía con ganas de hacerlo y si bien estaba resuelto a que no pasaría de nuevo en la biblioteca, no era buena idea hacer enojar a su novia si quería que eso pasara en otro lado.
—Me gusta tu mirada cuando me ves. Es cálida —le susurró al oído y enseguida escondió el rostro mirando para otro lado.
—¡Sasuke! —exclamó Karin sonrojada, pero muy emocionada y aunque intentó besarlo, él estaba demasiado avergonzado para dejarse, por lo que ella sólo besó su mejilla.
—¿Eso era necesario? —preguntó Kako al mayor.
—Más o menos —respondió burlón.
—Sólo da tu maldita explicación —exigió Sasuke enfadado.
—Karin, dime si me equivoco. Lo que sea que Sasuke te dijo, tiene que ver con una característica tuya y en el mejor de los casos, te dijo cómo le hace sentir esa característica. ¿Me equivoco?
—No, no te equivocas. De hecho, él me dijo que…
—¡Karin! —exclamó su novio avergonzado y enojado. Se suponía que se lo había dicho al oído para que nadie oyera.
—¿Lo ven? Hasta Sasuke que no expresa tan fácil en palabras lo que le gusta a de Karin, va a ser muy específico sobre lo que le gusta y lo que le hace sentir —Itachi dijo conteniendo una risita— Raiden era más expresivo que Sasuke con respecto a lo que sentía por Kaori. Se nota en las cartas que llegó a enviarle y también era muy específico sobre las cosas que extrañaba de ella y por qué las extrañaba —miró por un momento la carta— Aquí sólo repite varias veces cuánto la quiere, que la extraña y que quiere casarse con ella lo antes posible, pero ¿dónde está aquello que realmente gusta de Hana? Más allá de pasión, no dice que le haga sentir más nada.
—Eso no debería ser extraño. ¿No? A veces intercambio mensajes picantes con Sasuke.
—Deja de decir eso —ordenó el aludido enojado, pero su rostro estaba rojo e intentaba ocultarlo mirando para otro lado. También se había soltado de ella que lo había estado abrazando.
—Esta podría ser una carta de ese tipo, sólo que por las costumbres de la época no eran tan explícitos.
—Yo pienso que mientes —aseguró Kako refiriéndose a Itachi— No puedes deducir eso de una única carta.
—Si quieres, podemos hacer un exámen caligráfico de las cartas y los diarios para asegurarnos —contestó el mayor— Pero si el resto de las cartas son así, estoy seguro que quien las escribió, no sentía nada romántico por Hana.
—¿Todas las cartas que tienes terminan recordándole a Hana que se comporta distante con ella para cuidar de su reputación? —preguntó Itachi aún cuando sospechaba la respuesta.
—¿Qué tendría eso de raro? —preguntó Kako aún desconfiada.
—Tan sólo respaldaría mi teoría. Alguien que no fue Raiden, quería que Hana pensara que él la amaba y se aseguraba de reiterar el por qué sus "sentimientos desbordantes" no los mostraba en público —respondió Itachi— De esa forma se aseguraba que Hana no cuestionara a Raiden en persona sobre sus sentimientos. De hacerlo, se sabría la mentira de inmediato. La pregunta es ¿quién se beneficiaba de esto?
—Aparentemente, los únicos beneficiados serían la familia de Hana —propuso Karin, pues Kako había quedado pensativa, tratando de recordar los detalles del resto de las cartas para poder refutar a Itachi— Que su hija se casara con Raiden los beneficiaba. ¿No es así?
—¿Y por qué engañarían a su hija? —preguntó Sasuke confundido, especialmente porque en aquella época, quienes arreglaban los matrimonios, eran los padres de los novios y no les dejaban muchas opciones de elección.
¿Por qué querrían los padres de Hana convencerla de que era amada, cuando el compromiso era bastante deseado por ellos y los padres de su antepasado? Según las historias, Hana decía que ella estuvo enamorada de Raiden desde siempre, así que tampoco podría considerarse que ella pensara en escapar con alguien más.
Claro, ya se habían dado cuenta que creer en todo lo que dice una leyenda no era fiable, pero después de los reclamos que el fantasma hizo, pareciera que esa parte de la historia era cierta.
—¡Recuerdo que hay una carta menos ambigua y dónde cita a Hana! —exclamó Kako de repente señalando a Itachi con cierto deje de triunfo— Si había un tipo de engaño, no habrían acordado una cita.
—¿Y hay alguna mención de esa cita en cartas posteriores? —preguntó el mayor pensativo.
—Si… pero Raiden no llegó. ¡Pero eso no significa que no haya sido una carta de Raiden! —Kako se apresuró a decir— Él tuvo una emergencia con una mercancía y tuvo que solucionarla antes de que empeorara.
—¿De verdad? Me encantaría ver esa carta, pero por tu advertencia previa, imagino que no serás tan generosa para mostrármela sin ofrecer algo. Así que ¿te apetecería ver los diarios de Raiden a cambio de mostrarme las cartas?
—¡Si! —exclamó la chica gótica muy emocionada— ¡Un momento! ¿Ves como sí estabas mintiendo sobre que los diarios estaban en restauración? —reprochó enojada— Mentiroso.
—No te he mentido, realmente están en restauración. Tendremos que esperar para hacer el intercambio —contestó Itachi con tranquilidad— ¿Podrás esperar un par de meses? ¿O tu propuesta tiene fecha de caducidad? No puedo acelerar el proceso.
Kako hizo un mohín, especialmente porque tendría que esperar.
—Deberías aceptar, Itachi puede recomendarte lecturas para tu tesis mientras esperan —intervino Karin cuando notó la renuencia de la chica, y su novio hizo un arreglo de voz.
—Estaré encantado de ayudarte —respondió el mayor esperando que con ello, pudiera convencerla. Itachi estaba muy interesado en esas cartas.
—Además de los diarios, no creo que Itachi tenga nada más que Kako no haya consultado ya —comentó Sasuke descontento con la idea. Entre más convivieran, más riesgo había que la chica le mencionara algo a su hermano sobre el fantasma y lo que él y Karin habían estado viviendo.
—Aun si es así, ¿me darías tu número? —Itachi le preguntó a la pelivioleta— Así podré avisarte cuando los diarios estén listos.
—Bien, de acuerdo. Espero que seas un hombre de palabra —Kako accedió mientras Itachi sacaba su celular para registrar el número— Hasta ahora, su historia familiar no me da tan buenos antecedentes.
—No puedes decir eso sin saber quién está mintiendo —Karin defendía a la familia de su novio aún cuando hacía muy poco, ella había creído que Raiden era un mujeriego.
—Ya he visto lo terco que puede ser tu novio. No puedes culparme por pensar que su hermano pueda estar empecinado en dejar bien parada a su familia. Estas cartas pueden provocar lo contrario —comentó Kako— Además, a diferencia tuya —miró a Itachi— Yo pronto seré una gran historiadora, y como tal, seré objetiva al investigar este tema. No encubriré nada ni a nadie y no lo haría aún si yo fuera una Uchiha. Es cuestión de principios.
—¿Y cuál es tu número? —preguntó Itachi que había estado esperando por el dato mientras ella hablaba.
Mientras Kako le dictaba su número a Itachi y este daba el suyo. Sasuke se acercó a su novia discretamente.
—Ahora no podremos evitar que ella le diga algo —le murmuró descontento. De hecho, había estado a punto de intervenir para que ellos no intercambiaran números, pero iba a verse demasiado sospechoso.
—Vamos a tener que hacer que tú hermano se quede hasta después de la media noche, para que oiga a Hana —respondió Karin en voz baja mientras se abrazaba del brazo de su novio.
—Prefiero que se vaya.
—Es mejor que lo viva o igual se enterará por Kako —respondió la chica— Será más creíble si la oye a que ella se lo cuente.
Sasuke dio un gruñido, no sólo por su descontento, sino porque ella tenía razón.
—No se supone que se pongan románticos en su área de trabajo —oyeron la voz de Itachi que soltaba una risita al verlos.
Quien los viera, pensaría que se estaban contando secretos y aunque la cara del azabache era de pocos amigos, su hermano simplemente quiso molestarlo.
—El día que yo vea a Sasuke en plan romántico, llámese besos, caricias o apodos, me pondré un vestido rosa con holanes —Kako se rió, pues en los tres meses que estuvo trabajando con ellos, jamás había visto al chico intentar tener un momento privado.
—Más vale que tengas el vestido o tendrás que gastar en uno —comentó Itachi— Estoy seguro que mi hermano lo hará en algún momento de su vida.
—¡No digas eso enfrente de Sasuke! —Karin exclamó de repente, sorprendiendo a todos. Especialmente a su novio que inicialmente iba a protestar— ¡Ahora vigilará sus acciones para no darte la razón!
Sasuke hizo un mohín por la apuesta a sus expensas. Así mismo, si su novia se molestaba al darles la razón, arruinaría sus intentos por mantenerla de buen humor para cuando se les presentara la oportunidad de estar a solas en su habitación en la casa.
—Entonces convéncelo de que haga algo cuando estén a solas —sugirió Itachi con una sonrisa.
—Sasuke…
—Váyanse a coquetear allá atrás o a los baños, yo aún tengo algunas preguntas para ti —Kako interrumpió cuando la pelirroja miraba con ojos de cachorro a su novio mientras la pelivioleta se refería a Itachi— ¿Hay más documentos ocultos para mantener la imagen de tu familia? ¿Cuáles son y qué cosas estaban ocultando que influyen en esta historia?
Karin y Sasuke se quedaron callados y sonrojados, recordando su travesura de hacía un año, aunque podría decirse que la pelirroja era la menos avergonzada de los dos.
—No muchos, al menos no para este caso —respondió Itachi tras quedarse pensativo— Sólo los reportes escritos de los juicios.
—¿Qué hay de relevante sobre los juicios?
—Creo que nada que no le haya contado ya a Karin, que estoy seguro que ya te contó —siguió pensando— ¡Espera! Acabo de recordar algo, aunque podría ser poco importante.
—¿Qué es? —Kako insistió y aunque Sasuke y Karin no decían nada, se vieron curiosos.
—He buscado el reporte que la policía hizo sobre el hallazgo del cuerpo de Hana, pero no lo he encontrado. Sin embargo, en los reportes de los juicios, los testigos comentaron el cómo encontraron a Hana y lo que llevaba consigo —explicaba Itachi— Realmente no hay nada extraño en las cosas que encontraron ni cómo las encontraron si pensamos en un suicidio, pero hay un detalle que llama mucho mi atención: al parecer, había los restos de un fuego cerca de donde hallaron el cuerpo.
—Aún si fue un asesinato, tampoco me parece extraño que haya restos de una fogata. Supongo que necesitaban luz para arreglar todo y si Hana se suicidó, entonces quizá encendió la fogata esperando a Raiden, ya que se supone que se iba a reunir con él. ¿No?
—Si ella y Raiden iban a escapar, encender la fogata podría delatarlos antes de encontrarse —Karin le respondió a Kako— Y es el mismo problema con un asesino. El fuego llamaría mucho la atención.
—La ciudad no era como antes. Quizá estaban lo suficientemente lejos de alguna propiedad. Si es así, nadie vería el fuego —comentó Sasuke— Creo recordar que la encontraron a las afueras de la ciudad, así que incluso sería difícil que el velador viera la luz.
—Yo no dije que fueran restos de una fogata, sino restos de fuego.
—¿Estás seguro? —preguntó Kako.
—El hombre que encontró a Hana, dice que no había una delimitación o ramas apiladas. De hecho, él lo describió como si alguien hubiese prendido papel y lo hubiese dejado caer al suelo y apagado pisándolo.
—¿Y nadie le prestó atención a ese detalle? —preguntó Karin.
—Como se trataba de papel quemado, se pensó que quizá era la nota que Hana había recibido al ser citada en ese lugar. De ahí que acusaran a Kaori y a Raiden, señalando que alguno de los dos quemó la nota para deshacerse de la evidencia —explicaba el mayor— Cuando se probó la inocencia de ambos, se especuló que quizá Hana, en la espera, le dio frío e intentaba hacer una fogata, pero como ella era una señorita de la alta sociedad, no supo cómo hacerlo y sólo pudo quemar algún papel que llevaba consigo.
—Esa no pudo haber sido la nota de citación —Kako aseguró con firmeza y llamó la atención de todos— Yo tengo la carta donde Raiden cita a Hana para escapar.
—Si hubo un asesinato, ese papel quemado podría ser una pista —comentó Karin— Pero si fue un suicidio, podría ser algo sin importancia.
—Tampoco me sorprendería que ella quemara alguna carta de amor por la decepción que debió sentir al no ver a Raiden llegar —comentó Sasuke quitándole importancia.
—¿No hay alguna carta medio quemada entre las que tienes? —Itachi le preguntó a la chica gótica.
—Pues… no —respondió la joven, pero obviamente dudaba— No entre las que tengo, pero…
—No sabes porque tiene que ver con cómo las conseguiste. ¿Verdad? —señaló Karin.
—Si las conseguiste de alguien que las robó, te meterás en problemas si no…
—¡No son robadas! —exclamó Kako— Sólo las tomé sin permiso —Karin y Sasuke levantaron una ceja señalando lo evidente— Me darán el permiso eventualmente.
—¿Estás segura? —preguntó Itachi preocupado.
—¡Por supuesto! ¡Soy la mejor para tratar con este tema y tarde o temprano los voy a convencer!
—No te conviene hacer el trato con ella si le dejas ver los diarios de Raiden y además, le das permiso de publicar algo sobre ellos —Sasuke se dirigió a su hermano encontrando la oportunidad de crear una brecha entre él y Kako— No hay garantías de que ella obtenga los permisos y aún si lees las cartas, no podrás publicar nada sobre ellas sin la autorización.
—¡Claro que voy a conseguir los permisos!
—La verdad espero que sí los consigas. Sean o no de Raiden, lo cierto es que esas cartas son muy útiles, especialmente si Hana fue asesinada —comentó Itachi— Lo más probable es que si fue el caso, la persona que escribió esas cartas fue el culpable, pues obviamente tenía un propósito para hacerle creer que Raiden la amaba —quedó pensativo unos instantes— Quizá, Hana descubrió que las cartas eran falsas y al mismo tiempo descubrió el motivo de esa persona. Dependiendo de la razón, podría ser suficiente para que la asesinaran.
—¡Después de lo que marcó la Ouija, yo estoy segura que fue su hermano quién la mató por celos!
Oír la mención de la tabla, puso en alerta a la pareja, pero a ninguno se le ocurrió en ese momento, una forma de desviar el tema.
—¿Y qué sentido tendría escribirle cartas a su hermana en nombre de Raiden? —planteó Itachi dispuesto a seguirle la corriente, pues a su parecer, no había nada para sostener esa teoría.
—Estuve pensando mucho en ello y la verdad es que la respuesta es bastante sencilla. Masaki estaba enamorado de Hana, pero sabía que no había futuro con ella. Por un lado, porque según las leyendas ella siempre estuvo enamorada de Raiden y por otro, nadie iba a aceptar una relación entre hermanos —explicaba su teoría— Pienso que Masaki quería que su hermana fuera feliz y por eso escribía esas cartas en nombre de Raiden, pero cuando él canceló el compromiso y se casó con Kaori, debió enfadarse mucho por el sufrimiento por el que su hermana estaba pasando. Quizá, él siguió escribiendo las cartas para alegrarla.
—¿Y qué lo convenció para matarla por celos? —preguntó Karin.
—Sospecho que él le escribió la carta a Hana para escapar juntos en nombre de Raiden. Si iban a algún sitio lejano donde nadie los conociera, podrían vivir su amor incestuoso, pero como Hana realmente estaba enamorada de Raiden se negó y Masaki debió preferir verla muerta que con alguien más.
—Cámbiate a la carrera de literatura —bufó Sasuke convencido de que todo era una fantasía de la chica.
—Tampoco me convence —dijo Karin.
—A decir verdad, no es una teoría tan alocada. Está tomando en cuenta el contexto y el carácter explosivo de Masaki.
—¡Se los dije! —exclamó Kako triunfante aunque bastante sorprendida de que Itachi la hubiese apoyado.
—Pero, tampoco encaja con las pistas que tenemos.
—No soportas que sea mejor que tú. ¿Verdad? —acusó Kako enfadada por esa declaración.
—No es eso. Mira, la primera pista, es que Masaki estaba de viaje cuando Hana murió y aunque podríamos suponer que vino por ella de incógnito y por ello no hubo registros de su presencia, los asesinatos de esa naturaleza suelen terminar en suicidio para estar a lado de la persona amada —explicaba Itachi— La segunda, es que Masaki dejó embarazada a su prometida, por lo que tuvieron que adelantar la fecha de la boda. Originalmente, él había sido enviado al extranjero por sus padres debido a la gran cantidad de problemas que tenían con él por su insistencia en meterse en duelos, pero tuvieron que hacer que volviera para casarse.
—¿De dónde sacaste eso? —preguntó Kako incrédula, ella no había visto nada parecido por ningún lado.
—¿Shisui encontró algo? —cuestionó Sasuke sorprendido, pues era evidente que esa información, su hermano la estaba rescatando de los archivos que en ese momento se encontraba sacándolos de la mochila.
—Aún no los leo, pero Shisui me contó que al parecer, nuestra familia ayudó a los Haruno con la boda de Masaki para tratar de minimizar el escándalo —explicaba el mayor— Aparentemente, Raiden no tuvo nada que ver en ese asunto, sino sus padres, pero como dije, aún no tengo los detalles. Debo leer todo esto para entenderlo mejor.
—¿Y qué es esto? —preguntó Kako emocionada. Prácticamente le había arrebatado uno de los folders al chico.
—Más documentos ocultos de nuestra familia.
—No deberías dejar que ella los lea hasta que no lo hayas revisado tu —Sasuke le quitó el folder a Kako antes de que ella pudiera abrirlo.
—¡Oye!
—No seas así, no pasa nada si los lee —Itachi regañó a su hermano mientras Karin tomaba la carpeta de manos de su novio.
—Confesó que robó las cartas con las que intenta intercambiar información contigo. Yo no confiaría en dejarle estos papeles a ella —espetó el menor de los hermanos— Además, ella no es de la familia. Se supone que nadie fuera de la familia vea esto hasta que publiques tu trabajo sobre el tema.
—¡Karin tampoco es de su familia aunque sea tu novia! —replicó Kako enojada.
—No soy sólo su novia, también soy la madre de su hijo y… ¡Oye!
Sasuke le había quitado la carpeta a la pelirroja y se la dio a su hermano.
—Léelo tu primero —dijo el menor a su hermano.
—¡Oye! ¿En serio no me vas a dar preferencia por ser tu novia? —replicó Karin haciendo pucheros.
—Cuida estas cosas y después nos cuentas lo que descubras —Sasuke le dijo a su hermano, ignorando el reclamo de su novia.
—No seas malo con ellas, déjalas ver. Además, estas son sólo copias y por la misma naturaleza de los documentos, si alguien intentara publicarlos, se metería en problemas —contestó el mayor dando una indirecta suave a la chica gótica, al tiempo que le ofrecía el folder que Sasuke le había quitado— Además, son muchas cosas las que tengo que leer y podrían ayudarme a discriminar información. ¿Les gustaría ayudarme en eso antes de marcharme?
—Lo haré por la historia, no por ayudarte —respondió Kako tomando el folder sin dudarlo.
—Yo también quiero ayudar —dijo Karin haciéndole mala cara a su novio. De hecho, tomó asiento lo más lejos de él para sentarse a leer.
—¿Quieres ayudar? —Itachi le preguntó a su hermano ofreciéndole otro folder.
Sasuke bufó, tomó el folder y aunque no se sentó a un lado de su novia, si lo hizo cerca. Obviamente estaba muy enojada y él quería quedar bien con ella, pero no iba a hacer nada particular frente a esos dos. Sin embargo, quería estar cerca por si se presentaba la oportunidad.
Los cuatro chicos se sentaron a leer los documentos que Itachi había llevado consigo y ante todo el alboroto del primer encuentro de Itachi y Kako y las teorías alocadas, los universitarios por poco y olvidan que debían estar al pendiente de la hora. Sólo lo recordaron, un par de minutos antes de que el reloj de péndulo sonara.
—Si te sientas a mi lado, podría considerar perdonarte —Karin le susurró a su novio cuando se dio cuenta de la hora, pero no esperó a que él respondiera y se sentó en la silla junto a él. Al poco de ello, la pelirroja se recargó en su novio y tapaba su cara con el folder. En cualquier momento, Hana haría su primera aparición de la noche.
¿Por qué los Uchiha ayudaron a los Haruno con el hermano de Hana? ¿Itachi tiene razón sobre que las cartas que tiene Kako no las escribió Raiden? ¿Qué pensará Itachi cuando oiga a Hana? ¿Creerá que le están haciendo una broma? ¿Tendrá tanto miedo como los chicos? ¿Qué otras preguntas y dudas les han nacido?
Espero poder ver sus teorías e interrogantes en los comentarios n.n
Si, la semana del Día rojo inició el sábado, pero no he subido nada aún. En un rato más lo haré y espero que les guste. Eso si, la actividad está dedicada a temas hot/horny, así que ya tienen un anticipo de lo que verán n.n
¡Hasta la siguiente actualización!
