¡Saludos, queridos lectores!

Más temprano de lo habitual, hoy les traigo la actualización semanal de los fics de la Horror Week SasuKarin n.n Hoy es el turno de esta historia donde al fin veremos cuál es la reacción de Itachi ante los pasos de Hana n.n

No hará larga la introducción, así que sin más, los dejo con este capítulo, el cuál espero que les guste n.n


Tras lo ocurrido la noche anterior, ninguno de los chicos podría atreverse a decir que no tenían miedo de enfrentar otro encuentro parecido. Ni siquiera Kako, quién mostraba emoción por poder vivir esas experiencias, podría negar que sentía miedo y que en algún momento antes de asistir al servicio esa noche, consideró dejarlo, pero la emoción le ganó.

Es más, tanto Karin, como Sasuke, se daban cuenta que su reciente anhelo sexual, era una forma de distraer su mente, pues este tema en particular les permitía experimentar emociones que ayudaban a balancear ese miedo y porque sabían que vivir bajo el techo de los Uchiha, les dificultaría su cometido. Es decir, se centraban en un deseo que era difícil de cumplir para distraerse del miedo. Sin embargo, estando en la hora correspondiente a la aparición, era difícil aferrarse mental y emocionalmente, a algo que no fuera el miedo.

Kako, por otro lado, lidiaba con su miedo centrándose en el misterio de la leyenda y no podía negar que le subiera la adrenalina de pensar que Itachi comenzaría a creer en fantasmas dentro de muy poco. Para ella, que esto ocurriera era importante, porque esperaba que con ello, ese hombre que no debería estar metiendo sus narices en un campo que no era el suyo, le diera crédito, tanto en el ámbito sobrenatural, como en el campo de la historia. Por supuesto, el primero era sólo un capricho que en realidad, ella siempre se complacía de ver cuando un escéptico cambiaba su pensamiento.

Itachi notó que los jóvenes alrededor de él, parecían expectantes aún cuando intentaban fingir que seguían leyendo. En Kako, la mala actuación de que leía concentrada era más obvia, pues no podía evitar sonreír.

—¿Me estoy perdiendo de algo? —preguntó el mayor y en ese momento, las campanadas del reloj sonaron.

Si, los pasos de Hana volvieron a oírse, lo que les puso los pelos de punta a los más jóvenes, pero Itachi no pareció inmutarse de ninguna forma.

—¿Lo oyes? —preguntó Kako sonriendo.

—¿Qué cosas?

—Sólo escucha. Si te digo, no vale.

El joven hombre agudizó el oído y al principio iba a responder con una negativa, pues no escuchaba nada fuera de lo normal. Es decir ¿qué tendrían de raro unos pasos que entraban a la biblioteca? Era verdad que es poco común que hubiese gente a esa hora y en vacaciones, pero finalmente, la biblioteca estaba abierta las veinticuatros horas, siete días a la semana, para que cualquiera pudiera ir sin problemas.

—¿Pasos?

—¡Si! —exclamó Kako.

—¿Y qué tienen? ¿Esperan a alguien?

—Esperamos a…

—No, no esperamos a nadie —habló Sasuke tajantemente y en ese momento, Itachi se dio cuenta que la pelirroja abrazaba a su hermano. Algo bastante contradictorio con su actitud de hacía muy poco.

—Eso es lo raro —completó Karin— Nos pone un poco nerviosos que venga gente a esta hora en vacaciones, porque es muy poco común —ella fingía estar bien— Podría ser un ladrón.

—Bueno, para ello están los guardias en el campus y en la biblioteca —Itachi trató de tranquilizarlos, porque todos parecían inquietos. Los pasos ya se oían subiendo las escaleras.

—No siempre están en sus puestos —Sasuke se apresuró a decir, no sólo para evitar que Kako hablara, pues estaba a punto de tomar la palabra, sino para justificar el por qué se ponían en alerta.

—En ese caso, deberían reportarlos.

—No es para tanto. También tienen que hacer sus rondines —comentó Karin no queriendo meter en problemas a los guardias, a los que no podía culpar de huir de sus puestos para no encontrarse con el fantasma.

Para ese momento, los pasos de Hana habían dejado de oírse y tanto Sasuke cómo Karin, se daban cuenta que su plan de dejar que Itachi presenciara la aparición del fantasma, no había estado bien pensado del todo. Es decir, cada hora se oían los pasos de Hana hacer su recorrido, pero no era sino hasta las seis de la mañana que el fantasma lloraba desgarradoramente y entraba a esa sección de la biblioteca.

Con ello en mente, era de esperarse que Itachi ni siquiera pensara en algo sobrenatural al oír esos pasos. De hecho, ellos tampoco los tomaron en serio cuando los oyeron al inicio de su servicio. No fue sino hasta que les tocó oírlos estando en el mismo sitio de donde provenían que supieron que algo no estaba bien, además, en aquella ocasión pudieron ver esa bruma blanca que intentaba conseguir tomar una forma humanoide.

—¿No crees que esos pasos podrían ser de Hana? —Kako le planteó a Itachi y Sasuke por poco le gritó un "cállate", pero Karin lo abrazó fuertemente para evitarlo.

—Sería aterrador pensarlo, pero ya que Kaori hizo un trato con Hana y dejó de aparecerse, no habría razones para pensar que es ella —respondió Itachi riendo por la sugerencia.

—¿Y no crees que podría pasar algo que despertara el alma de Hana?

—¿Cómo qué?

—Kako…

—¡Ellos dos! —exclamó la pelivioleta no dejando que Kari dijera nada.

—¿Ellos dos? ¿Qué tienen que ver mi hermano y Karin-chan?

—Nada, es lo que hemos intentado decirle, pero ella cree que el que Karin y yo seamos novios, despertó a Hana o algo así —respondió Sasuke, pues si bien habría preferido no mencionar nada, al verse acorralado, consideró que era mejor ser él el que hablara para omitir lo necesario— Y sí, ya le explicamos que nuestra familia ha estudiado aquí por generaciones y por ende, han venido aquí con sus parejas.

—Eso es verdad. No tiene mucho sentido que pienses que ellos podrían despertar a Hana —siguió Itachi— Por ejemplo, tuve una novia mientras estudiaba aquí y jamás oí que el fantasma se había vuelto a ver.

—Kako cree que Sasuke y yo somos las reencarnaciones de Raiden y Kaori correspondientemente —Karin interrumpió a Kako que iba a hablar— Hana lo consideraría como que Kaori no cumplió su parte porque Sasuke, como Raiden, está conmigo y no con ella.

—Según las creencias populares, las reencarnaciones no necesariamente ocurren dentro de la misma familia, así que…

—¡Pero Hana los reconoció como Raiden y Kaori! —gritó Kako interrumpiendo a Itachi, pues temía que la pareja volviera a quitarle la palabra de la boca.

La declaración de la chica dejó mudos a los presentes. Itachi porque no estaba seguro a qué se refería la historiadora con que Hana los había reconocido y Sasuke y Karin porque no sabían cómo evadir algo tan directo.

—¿Hana los… ?

El celular de Itachi comenzó a sonar, se disculpó con los presentes y si bien no salió de la sala, sí se levantó de la mesa y se alejó algunos pasos.

—No le digas a mi hermano sobre el fantasma —ordenó Sasuke en voz baja a la pelivioleta.

—Tarde o temprano se enterará.

—Quedamos en que él tendría que experimentar la existencia de Hana antes de explicarle todo eso —Karin le recordó— Va a pensar que estamos locos si le dices las cosas así como así.

—¿Y qué si piensa que estamos locos? Eso pasa con los grandes pensadores. Nosotros sabemos lo que vimos y escuchamos.

—Cuando le has dicho a la gente que has visto un fantasma en la biblioteca ¿qué te dicen exactamente? —Karin planteó a la chica antes de que su novio intercediera.

—Que estoy loca, que lo aluciné, que estaba intoxicada o que lo estoy inventando.

—¿Y qué crees que diga Itachi si le decimos que esos pasos son de un fantasma, aún si no ve a nadie en el pasillo?

—No sé, quizá que es un juego de acústica, que le estamos haciendo una broma o algo parecido.

—¿Lo ves? Sería mejor que él vea a Hana, ya sabes, cuando venga para acá ¿No crees? —le murmuraba a la pelivioleta— Si le decimos de Hana ahora, va a pensar que seguimos bromeando cuando la vea.

—Supongo que sí, pero…

—Piénsalo de esta forma. Si mi cuñado piensa que estás loca, quizá ya no quiera dejarte ver los diarios —Karin insistió para poder convencerla— Si piensa eso de ti, quizá ya no considere las cartas que tienes y ya no habrá intercambio. ¿Por qué no esperar?

Kako frunció el ceño, se cruzó de brazos y miró con descontento a Itachi, pues Karin tenía razón, no le convenía perder su oportunidad de ver esos diarios y tampoco perder la credibilidad con alguien que iba a hacer un trabajo tan importante aún si él no era del rubro.

—Lo siento chicos, debo irme ahora —Itachi ya había colgado y comenzó a guardar sus cosas— Esperaba poder quedarme un poco más, pero quizá acabe antes y regrese antes de su hora de salida —se dirigió a Kako y señaló uno de los folders que ella revisaba— ¿Podrías prestarme eso?

—Dijiste que era una copia. ¿De verdad no puedo quedármelo? Quiero seguir leyéndolo.

—Tardaría un tiempo en conseguir otra copia y necesito todo esto para el lugar a donde voy —ella parecía descontenta— Podemos darnos otro tiempo para investigar e intercambiar información, no te preocupes.

—Bien —entregó los papeles con descontento aunque no por devolverlos, sino porque no tenía de otra que dejar que se fuera sin convencerlo de los fantasmas y reencarnaciones.

—También me encantará oír tu teoría de reencarnaciones con detenimiento en otro momento —decía el mayor mientras guardaba sus cosas con una sonrisa— Tengo curiosidad por saber cuáles son tus argumentos y por qué dices que Hana los reconoció.

—Eso…

—Sí, ya arreglaremos otra reunión —Karin intervino— Cuando estén menos ocupados.

—Te acompaño afuera —Sasuke animaba a su hermano a irse.

—Un gusto conocerte —Itachi estiró la mano hacia la historiadora— Nos vemos en unas horas.

—Hasta luego —Kako se despidió dándole la mano.

Itachi y Sasuke salieron de la sección y cuando llegaron al carro, el mayor guardó la mochila antes de voltear a ver a su hermano.

—¿Y? —preguntó Itachi mirando a su hermano.

—¿Qué pasa?

—No me acompañaste afuera por nada. ¿Qué pasa?

—No es necesario que vengas a recogernos —respondió Sasuke muy serio, pues quería alejar a su hermano de la posibilidad de que viera al fantasma, especialmente porque era precisamente la hora en que salían del servicio que la fantasma hacía su aparición más terrorífica.

Aún si Karin le había señalado que ellos pudieron percibir una diferencia en la aparición de ese fantasma con alguna broma infantil, Sasuke temía que su hermano no lo sintiera así y por tanto, se fuera con la idea de una broma elaborada. Él prefería mil veces que nadie en su familia supiera de ese asunto que arriesgarse a averiguar si alguien le creía.

—No seas tonto Sasuke. Irán más cómodos si los llevo en el coche. Me queda de paso al regresar y podrían dormir un poco en el camino aprovechando que conduzco yo —respondió Itachi— Considéralo por lo menos por Karin. Pasado mañana inician la escuela, irán desvelados y ella tendrá que estar una semana más en la biblioteca para reponer los días que faltó.

—Quiero… pasar ese tiempo con ella.

La verdad, Sasuke titubeó porque no sabía qué excusa poner, pero al recordar que su hermano lo había presionado para decirle algo lindo a su novia, pensó que usar su relación como excusa, ayudaría a que no insistiera en recogerlos.

—¿Es eso? —preguntó Itachi un poco incrédulo, pues había notado que su hermano y su cuñada intervenían constantemente en la plática entre él y Kako, aunque no entendía por qué.

—Es el único momento que tenemos a solas —desvió la mirada.

—Pero pasan mucho tiempo encerrados en su cuarto.

—Cuidando de Raiden o durmiendo y aquí, está Kako. El camino de ida y vuelta es el único momento que tenemos a solas.

Itachi quedó pensativa y sí, en efecto. Sasuke y Karin no tenían mucho tiempo para ellos, algo que siendo padres de un bebé de seis meses no es de extrañar, pero siendo jóvenes que aún estudiaban, el tiempo que Mikoto cuidaba de su hijo, lo usaban precisamente para las cosas de la escuela y aún cuando Raiden podría permitirles un pequeño rato si estaba dormido, seguramente no era suficiente. Especialmente cuando su hermano no era el hombre más expresivo del mundo.

—De verdad la amas. ¿No es cierto?

—No he dicho nada de eso. Sólo queremos tiempo a solas —respondió Sasuke con la cara roja e intentaba ocultarlo.

—Espero que no le digas ese tipo de cosas a ella cuando te pregunta si la quieres o te dejará —señaló Itachi— Pero bien, en ese caso no vendré por ustedes. Sin embargo, si me necesitan, llámenme.

—No será necesario.

—Eso espero, pero no duden en llamarme si hay alguna emergencia o cambian de opinión —respondió Itachi metiéndose al carro— Por cierto, deberías disculparte con Karin-chan por haber insinuado que no es parte de la familia, al quitarle los papeles. No están casados, pero tienen un hijo y viven juntos. No le des señales contradictorias —Sasuke iba a protestar, pero su hermano se le adelantó mientras arrancaba el coche— Dile lo que sientes y trátala como tal. Nos vemos en la casa. Regresen con cuidado.

El mayor se fue sin permitirle a su hermano decir nada y Sasuke, frustrado por quedarse con la palabra en la boca, sólo pudo bufar mientras regresaba con pasos pesados a la biblioteca. Su consuelo estaba en que al menos había logrado evitar que su hermano pensara en irlos a recoger.

—Es más sociable que Sasuke, de eso no hay duda —Uchiha alcanzó a oír decir a Kako antes de entrar a la sección— Pero también siento que fue muy condescendiente.

—No, en realidad está interesado en ver tu punto de vista. Dice que vale la pena conocer nuevas visiones del mundo así que te aseguro que él fue sincero con querer oírte.

—Karin —llamó el azabache.

—Itachi es confiable, sólo está muy ocupado —la pelirroja ignoró a su novio para seguir hablando con la chica gótica— Ya lo conocerás mejor cuando lo trates más.

—Karin —Sasuke llamó de nuevo.

—Ya veremos —respondió Kako que sabía que sus amigos iban a discutir o por lo menos tendrían un momento incómodo en el que ella no quería participar— Voy al baño.

—Voy contigo —dijo Karin queriendo seguir a Kako, pero su novio la tomó de la muñeca para detenerla— Oye no…

—Jamás dije que no fueras de la familia —la acercó a él ahora que Kako había salido de la sección— Si te quité los papeles, fue porque de esa forma era más sencillo evitar que Kako husmeara en los documentos, pero no sirvió de nada porque Itachi se los dio —tomándola de la cintura, la pegó a él— Sólo pensaba en evitar a Kako.

Karin se había enternecido cuando Sasuke intentaba disculparse, pero cuando no dijo más allá de eso y no parecía que diría o haría más, se sintió insatisfecha.

—¿Y…? —lo miró con insistencia.

—Lo siento.

—¿Y…?

No, no es que Sasuke no supiera lo que ella quería escuchar y sabía justo lo que debía y quería decir, pero no se sentía agusto de hacerlo en la biblioteca. De hecho, cualquier gesto o palabras dulces que él pudiera decirle a su novia, sólo lo hacía en la privacidad de la habitación o a veces en el auto, sabiendo que nadie lo oiría. Además, ella se emocionaba tanto cuando él actuaba así, que eso los llevaba a gestos y/o acciones más íntimas.

—¿Podemos dejarlo para la casa? —pidió el azabache suplicante.

—No —ella se soltó de él.

—Karin…

—Sasuke, en general no tengo nada en contra de que reserves tu lado romántico y travieso a lo privado, pero me hiciste sentir que no me tomas enserio. No puedes esperar que espere a que te sientas cómodo cuando yo no lo estoy —se puso las manos en la cintura— La verdad ni siquiera me habría acercado a ti hace un rato si no estuviera asustada de ese estúpido fantamas y aún así he seguido apoyándote con lo de Itachi. ¿No crees que me merezco más consideración, al menos esta vez?

—Lo sé, pero…

—¡No, nada de peros! —exclamó Karin— ¡Al menos inténtalo!

Si la pelirroja era sincera consigo misma, ya era un avance que él diera el primer paso para disculparse, pero decir "Jamás dije que no fueras de mi familia", no era un "Eres de mi familia" y eso dolía mucho. Ni siquiera le molestaba que no le hubiese dejado leer las hojas, sólo que se sentía excluida.

Por otro lado, Uchiha sabía lo que su novia realmente quería oír de él y no es que él no se sintiera así con ella, era más bien que no sabía elegir las palabras correctas. Él tenía muchas habilidades, era muy inteligente e incluso era atlético, pero cuando se trataba de expresar sus sentimientos, podía ser un poco torpe y odiaba verse así.

—Te has vuelto de mi familia desde que pasamos a vivir juntos —dijo mirándola a los ojos para demostrar su sinceridad, aunque había un asomo de tinte carmín en sus mejillas que intentaba ignorar.

—A veces no siento que me trates como tal —dijo contrariada, porque de nuevo, esas palabras eran un gran avance por parte de él, pero sentía que no era suficiente.

—Vivimos juntos. ¿Qué otra demostración necesitas? —preguntó Sasuke enojado del reclamo, pero aún cuando tenía el ceño fruncido, estaba preguntando con sinceridad lo que ella quería.

—Yo… no estoy segura —respondió Karin y él enseguida soltó un gruñido— Es que puedo sentir cómo es que tu familia me acepta en la casa, aún incluso tu padre, porque me regaña como si fuera su hija, pero tú… Te siento como si pensaras que sólo viviremos juntos temporalmente. Como cuando te enfadaste porque no te gustaron las sábanas que compré para la cama cuando me mudé contigo o como cuando tu madre sugirió rehabilitar los juegos que tú y tu hermano usaban de niños en el jardín para cuando Raiden creciera, pero tú sugeriste que no se hiciera el gasto —decía a punto de escapársele algunas lágrimas— Son pequeñeces significativas.

—Debiste decirme esto desde el principio.

—Es que creí que sólo estabas tratando de acostumbrarte, porque sé que me mudé muy rápido contigo y créeme que no lo habría hecho así, pero tú insististe en que tus padres te estaban presionando. Sin embargo, llevamos más de un año viviendo juntos y aunque si he notado cambios, tu, mi novio, el padre de mi hijo pareciera que tienes más problemas de aceptarme de lo que el resto de tu familia que ni siquiera me conocía antes.

Sasuke soltó un suspiro pesado, porque sinceramente no creía que esos detalles fueran a hacerla sentir de esa forma y mucho menos creyó que ella se los guardaría hasta ese momento. Es más, creía que durante el embarazo ella ya le había dicho todas sus inconformidades de la relación cuando las hormonas la tenían muy alterada, pero obviamente aún habían cosas que ni él ni ella se estaban diciendo, aunque en el caso del azabache, no era porque no quisiera hacerlo, sino porque pensó que era algo obvio.

Evidentemente se equivocó.

—Ven, vamos a sentarnos.

—Sasuke no… —Karin quiso protestar, pero él la tomó de la muñeca y la hizo sentar en una de las sillas. Él se sentó en la silla de al lado, pero de modo que ambos estuvieran de frente y tomó sus manos.

—No estoy cómodo en la casa de mis padres contigo allí porque no se supone que vivamos con ellos —la miraba a los ojos— No quiero ponerme cómodo porque en cuanto sea posible, quiero que nos vayamos a vivir a otro lado.

—Eso no explica por qué…

—Me enojó que compraras las sábanas porque no las necesitábamos y ese dinero pudo haberse invertido en sábanas para cuando tengamos nuestra cama matrimonial. Sé que no debí enojarme, pero en ese momento no pude evitarlo por todo lo que ya había hablado con mi padre sobre los gastos —comenzó a aclarar las dudas que obviamente su novia tenía— Me negué a que mi madre diera mantenimiento a los juegos, porque temo que al aceptar hacerlo, se haga ideas de que nos quedaremos. No quiero que se le rompa el corazón cuando nos vayamos y eventualmente ella terminará haciendo arreglos para los juegos cuando vayamos a visitarlos.

No, Karin jamás pensó que esas fueran las razones por las que Sasuke actuaba de esa forma, pero ahora que lo oía, se daba cuenta que podía confiar en lo que él le estaba explicando, pues su novio podía ser muchas cosas, pero no mentiroso.

—¿De verdad quieres que nos vayamos a vivir juntos a otro lado? —preguntó Karin sorprendida por la declaración.

—No quiero vivir bajo las órdenes de mis padres toda la vida y me gustaría disfrutar de la intimidad sin que pensemos mucho sobre si mis padres nos oirán o no —confesó sonrojado y al segundo siguiente se arregló la voz— Además, tu primera queja cuando nos juntamos fue que temías que si nos peleábamos, no tendrías a dónde ir, pero si tenemos nuestra propia casa y discutimos, tu puedes quedarte en la casa y yo puedo ir con mis padres —señaló queriendo cambiar de tema— No quiero sentirme cómodo contigo en casa de mis padres, porque quiero que tengamos un lugar propio donde podamos sentirnos cómodos.

—Pero tu comportamiento frente a tus padres no es… ya sabes, cariñoso. No es como que espere que te pongas meloso frente a ellos, es sólo que parece que te comportas más frío y distante cuando ellos están cerca. Ni siquiera me esperas en la cena si terminas de comer primero que yo.

—¿Has visto alguna vez a mi padre ser cariñoso o dulce con mi madre frente a nosotros o alguien más? —preguntó Sasuke y ella, tras pensarlo, lo negó— Él es mi ejemplo de cómo se supone que debo ser en una relación, pero estoy aprendiendo a abrirme contigo.

Si lo pensaba un poco desde la perspectiva de Sasuke, sí, debía ser difícil comportarse cariñoso enfrente de la persona que es su ejemplo de cómo se supone que debería ser un hombre, especialmente frente a Fugaku que era bastante rígido en sus pensamientos y costumbres. Además, para Sasuke debía ser todavía más complicado actuar contrario a como su padre lo había educado, pues ella conocía bien las condiciones que el patriarca de los Uchiha le había dado cuando se ofrecieron a apoyarlos para que tuvieran a Raiden, así que su novio debía sentirse consciente o inconscientemente presionado a actuar más como su padre esperaba que mostrarse rebelde.

—¿Me prometes que serás más dulce conmigo cuando vivamos juntos? —preguntó Karin siendo ella la que ahora tomaba las manos de su novio— Quiero que des el primer paso para besarme y abrazarme más seguido.

—Sigo aprendiendo, no me pidas demasiado. No es algo que pueda hacer de un día para otro —protestó avergonzado con la idea, aunque era algo en lo que ya estaba trabajando aunque no lo pareciera.

—Quiero saber que te esforzarás más cuando vivamos…

—¡Les traje café! —llegó Kako con una gran sonrisa, pero al ver las expresiones de la pareja, se dio cuenta que no había sido buena idea regresar aún— Lo siento, pensé que ya habían terminado —dio la media vuelta— Ya regreso.

Obviamente Kako se había dado cuenta que esos dos tenían cosas qué hablar y por ello había alargado su supuesta ida al baño al ir por café. Sin embargo, le había llegado un mensaje con una buena noticia que quería comunicarles a sus amigos, así que decidió acercarse a la sección, echar un vistazo y si no estaban peleando, entrar, pero aparentemente la pareja aún estaba hablando de cosas importantes, aún si no se estaban peleando ni besando.

—Ya puedes quedarte —Sasuke la detuvo, algo que a Karin no le gustó demasiado porque sabía que estaba evitando la promesa. Empero, la pelirroja no objetó, pues ellos ya llevaban casi media hora hablando, por lo que la hora en que los pasos del fantasma se oyeran de nuevo se acercaba peligrosamente, y no quería dejar sola a su amiga si la discusión se alargaba de nuevo.

—Esta charla aún no termina —la pelirroja le advirtió a su novio, pero sonaba más tranquila y se dirigió a su amiga— Lamento que te hayamos dejado sola.

—Me entretuve hablando con uno de los guardias, aunque creo que intentaba dormir —respondió la chica gótica mientras repartía los cafés— Por cierto, tengo muy buenas noticias para resolver el misterio de Hana.

—¿De verdad? —preguntó Karin.

—La persona que me consiguió las cartas de Hana, dice que encontró una más, pero me la dará hasta la próxima semana.

—Suena a estafa —comentó Sasuke, principalmente porque no sabía de dónde la pelivioleta había sacado las primeras.

—Ya veremos si dices eso cuando tu hermano compruebe que son las cartas que Raiden le envió a Hana.


¿Habrá inconvenientes en los que Sasuke y Karin tendrán que llamar a Itachi? ¿Sasuke prometerá a Karin ser más expresivo con ella? ¿Kako será paciente a esperar el mensaje de Itachi? ¿Esa carta de la que Kako habla, dará nuevas pistas? ¿Qué otras dudas tienen?

Me encantará leer sus dudas y teorías en los comentarios n.n

Para los que no lo sepan, la actividad del Día blanco terminó el viernes y aunque aún debo un par de actualizaciones de historias de esa actividad, pronto retomaremos la dinámica de las historias de la Horror Week SasuKarin en las que actualizaba dos de las historias por semana. Como aún debo capítulos del Día blanco, no lo retomaré de inmediato, sin embargo les tengo una fecha precisa. Volveremos a la actualización de dos historias por semana el fin de semana del quince abril. No necesariamente será en esa fecha, ya que como saben, a veces actualizo los viernes, otras veces los sábados y otras los domingos, pero al menos el fin de semana de esa fecha volveremos a la actualización de dos historias por semana.

Espero puedan seguir siendo pacientes y aunque aún no estoy segura si subiré actualización este fin de semana (o a más tardar mañana) de Sin destino y Amando al Dios del amor, Sí que habrá actualización la próxima semana junto a El ángel negro y la humana diablesa n.n

Como pueden ver, aunque voy lenta con las historias, soy constante, así que poco a poco iré actualizando las historias que están esperando n.n

Sin más por el momento, me despido.

¡Hasta el siguiente capítulo!