¡Saludos, queridos lectores!

Lamento decir que les tengo una mala noticia, la cuál ya he anunciado en Inexperiencia el día de ayer, así que, si ya lo han leído, pueden saltarse la introducción y leer la historia n.n

Los días pasados estuve ocupada con el trabajo y aparentemente, esto seguirá por todo mayor. Dicho esto, la actualización del resto de mis historias será un poco inconsistente, así que, a pesar de las fechas que ya tenía previstas y planeadas, tendré que ser menos constante.

Sé que esta noticia es pésima, pues esperaba usar todo mayo para preparar las historias del SasuKarin Month de este año y me temo que habrán menos historias de las que esperaba (porque ya tengo una o dos listas). Sin embargo, procuraré tener la actualización de al menos una historia cada semana durante el mes y espero que, en cuanto haya menos trabajo, retomar el ritmo y cantidad de las actualizaciones que había estado haciendo.

Por cierto, quiero avisarles que ya tenemos portada para Amando al Dios del amor, y en el nuevo capítulo, estaré subiéndola. Espero que les encante tanto como a mí. Dicho esto, mis agradecimientos van completamente a Hanako_Anafeloz de Wattpad n.n

Dejando hasta aquí la introducción al capítulo, los dejo con la actualización de hoy n.n


Aquella noche pasó sin más inconvenientes y Sasuke y Karin no pudieron retomar el tema que dejaron a medias, porque no pudieron conseguir un taxi, así que regresaron en transporte público, lo que los dejó aún más cansados de lo que el servicio lo hizo y, salvo por la pausa para alimentar a Raiden, ambos llegaron directo a dormir.

—Debieron dejar que Itachi los llevara —Fugaku los regañó en la comida, pues si bien el mayor de los hermanos que había llegado primero que ellos a la casa le había explicado la petición de Sasuke, el hombre estaba enfadado de lo poco prácticos que fueron.

—No seas tan duro, querido. Ellos apenas han disfrutado de las vacaciones. Hoy vuelven al campus y mañana empezarán con las clases —intervino Mikoto— Tu y yo sabemos lo que es estar enamorados a su edad y ellos también necesitan un momento juntos sin el bebé en brazos.

—Las próximas vacaciones ya tendrán más tiempo. Las responsabilidades no desaparecen sólo por que sí —respondió Fugaku menos duro— Además, mientras estén en el campus, descansarán del bebé y su tiempo libre lo pueden usar para ellos.

—Gracias por ayudarnos a cuidar de Raiden —dijo Karin, esperando que ello ayudara a que su suegro se suavizara más.

—Para nosotros es más gratificante de lo que crees, linda. A los dos nos encanta cuidar del pequeño Raiden —sonrió Mikoto— La verdad, es que nosotros ya esperábamos nietos pronto por parte de Itachi, pero como ves, no ha sido el caso.

—Mamá…

—No sabía eso —comentó la pelirroja sorprendida, pues por primera vez vio a Itachi algo incómodo, aunque fuera un poco.

—Hace como dos años…

—Si lo vas a contar, lo contaré yo, madre —pidió el joven interrumpiendo a su progenitora. Dio un suspiro— Hace como dos años tuve una novia llamada Nana. Llevábamos un año juntos y me trajo una prueba de embarazo positiva. Confirmamos el embarazo en el médico y nos sentamos a hablar sobre lo que haríamos. Ella quería casarse antes de que se le notara el embarazo y yo prefería no hacer una boda por la llegada de un bebé como ustedes, pero ella no estaba conforme —no pudo evitar dar otro suspiro— Al final, descubrí que el bebé no era mío.

—¿Cómo lo descubriste? —preguntó Karin impactada. Sasuke jamás había mencionado nada parecido y mucho menos la familia.

—El verdadero padre del niño vino a reclamar su posible paternidad, así que se hizo una prueba de ADN y se resolvió la incógnita.

—Fue muy decepcionante. Estábamos muy emocionados con nuestro primer nieto en ese entonces —comentó Mikoto— Y la chica era bastante agradable, por lo menos hasta que descubrimos que sólo intentaba ganar algo de nuestra familia.

—Gracias a ella, mi padre no los presionó a ustedes para que se casaran —señaló Itachi y Fugaku se arregló la voz.

—Lamento haber preguntado algo incómodo.

—No es agradable de recordar, pero ya lo he superado.

—Pero es por eso que Itachi se ha rehusado a encontrar otra novia —decía Mikoto decepcionada, para luego mirar a su hijo menor tratando de alimentar a su nieto y sonrió— No esperábamos que nuestro primer nieto viniera de Sasuke.

—Madre, no tengo novia porque he estado muy ocupado con mi trabajo, no por culpa de Nana —replicó Itachi que enseguida no vio caso insistir, pues la mujer parecía bastante entretenida dirigiendo a Sasuke sobre cómo alimentar al bebé que ya comía sus primeras papillas.

—El trabajo es la excusa de los hombres de esta familia para encubrir las verdaderas razones emocionales —comentó Mikoto mirando a Karin— No te dejes engañar por su excusa. Les gusta verse fríos, pero son más sensibles de lo que crees.

—Ya me he dado cuenta de ello con Sasuke. Tampoco es muy bueno para disculparse.

—¿Sasuke te ha hecho algo? —Mikoto preguntó y Sasuke se puso tenso. No se imaginó que ella fuera a mencionar sus problemas frente a sus padres.

—¿Hablas por lo ocurrido con los documentos que te quitó? —preguntó Itachi.

—No, no voy a enojarme con él sólo por eso. Sé por qué lo hizo —respondió Karin notando la tensión de su novio, especialmente cuando su padre prestaba atención— Sólo lo dije como un comentario de experiencias pasadas.

—Sé paciente. Sasuke es muy dulce, sólo es tímido, así que necesita encontrar el momento adecuado —Mikoto sonrió convencida de sus palabras.

—Paciencia siempre he tenido con él —comentó Karin sonriendo y aunque la plática para cualquiera podría sonar natural como un comentario cualquiera, Sasuke podía notar el reproche detrás.

La cena acabó y Sasuke se fue al taller a buscar su coche, mientras Karin se quedaba al cuidado de su bebé. En otro momento, ella lo habría acompañado junto a Raiden para tener un momento fuera de casa como familia, pero ella sólo estaba reafirmándole que la discusión en la biblioteca no habían sido palabras vanas.

—¿Por qué no fuiste con Sasuke? —Itachi preguntó cuando Karin lo dejó pasar a la habitación. Ella estaba terminando de arreglar las cosas que se llevarían al campus— Pudieron haber ido por un helado o algo así.

—Porque a veces hay mucho ruido en los talleres y eso le molesta a Raiden —respondió la pelirroja revisando su lista— Además, no sé qué tanto se vayan a tardar en darle el auto y si tarda demasiado, no nos dará tiempo de preparar todo —se dirigió a un cajón a sacar una cobija de su hijo para meterla en su maleta— Así mamá te extrañará sólo un poco menos.

—¿Segura que no estás enojada por lo que pasó ayer?

—Ya resolví el tema de los documentos con él, te lo aseguro y aunque me muero de tener una cita romántica con él, no me voy a plantear eso hasta que termine con mi servicio —Karin le aseguró al mayor para luego dirigirse a su bebé— Eso sí, los fines de semana son sólo para el amor de mi vida, así que Sasuke va a tener que ser muy creativo y buen administrador de tiempo entre semana para que funcione.

Itachi estaba seguro que Karin no le mentía sobre que habían arreglado las cosas sobre los papeles la noche anterior, pero se seguía sintiendo como que pasaba algo más y aunque quiso preguntar al respecto, al final se abstuvo, porque si ella quisiera mencionarlo, no necesitaría preguntarle.

—En ese caso, me alegro que lo hayan resuelto —sonrió el mayor.

—¿Y sólo venías a preguntar por eso?

—No. Ustedes se van hoy de regreso al campus, así que quería compartir un poco de lo que he investigado sobre la historia de Hana —respondió Itachi— Claro, si es que todavía te interesa, ya que ahora que tengo el teléfono de Kako-san, no es necesario un mensajero.

—¡Claro que quiero escuchar! —exclamó la pelirroja.

—Bueno, primero que nada, es poca información la que tengo, ya que no he podido analizarla toda, pero sospecho que hallaré más —contestó el varón, viendo cómo la joven tomaba a su hijo de la cuna para cargarlo y sentarse en la mecedora. Ella le hizo una señal para que se sentara en la cama y así lo hizo antes de seguir.

—Pero deben ser interesantes si piensas que saldrá más información. ¿Verdad? —preguntó Karin e Itachi asintió.

—Encontré algunos documentos en los que se menciona que Masaki hijo tuvo algunos altercados con Raiden y se mencionó a Hana en esas discusiones, pero las peleas no llegaron muy lejos a pesar de lo explosivo que era Masaki.

—¿Qué tipo de altercados? —preguntó la pelirroja sorprendida— ¿Raiden no lo mencionó en sus diarios?

—Los documentos que he leído no son muy descriptivos, pero al parecer, cada vez que vez que Masaki veía a Raiden, éste le echaba en cara algunas cosas. Los registros judiciales tampoco ahondan en el motivo, ya que tienen categorías para ello. En estos casos, la mayoría se registró como "problemas de honor familiar" —explicaba el joven— Esta categoría estaba reservada a que una persona acusa a otra de manchar el honor de su familia, al realizar un acto contra un miembro de su familia, y debido a las costumbres, se refiere a mujeres y niños. Por otro lado, sí, Raiden menciona los altercados en sus diarios, pero aunque al principio es descriptivo, con el tiempo los resumen.

—¿Y por qué no lo mencionaste antes? —preguntó la chica sospechando de que quizá Kako tenía razón y los Uchiha habían estado intentando encubrir algo turbio de su familia.

—Porque los primeros altercados de los que habla Raiden en sus diarios, son porque Masaki le reclamaba el hecho de haber menospreciado a su hermana en pos de una extranjera. Esto tuvo que llevar a Raiden a duelo para defender su honor, pero según su diario, los padres de Hana le pidieron como simpatía por haber permitido romper el compromiso, que no lo hiciera.

—¿Leíste todo eso en los diarios y no pudiste decírnoslo antes?

—Porque cuando lo leí, no habíamos relacionado a Masaki con lo ocurrido con Hana, especialmente porque, como te digo, Raiden lo descartó como algo relevante, así apenas y lo mencionaba en los diarios como "hoy tuve otro encuentro hostil con el heredero Haruno" y rara vez mencionaba algo más, así que yo también lo descarté.

—Aún así, si Masaki le tenía rencor a Raiden por haber rechazado a su hermana, no tiene mucho sentido que él atacara a Hana —comentó Karin pensativa— Aunque podría entender que se enojara si se enteraba de las cartas, cuando se supone que Raiden se casaría con alguien más.

—Lo que he entendido de la cronología del actuar de Masaki, es que amedrentaba a Raiden por romper el compromiso con su hermana. Esto le daría el derecho de exigir un duelo para limpiar el honor de su hermana, pero la Corona se había encargado de hacer que los Haruno rompieran el compromiso para quitarles ese derecho —explicó Itachi— Aún así, Masaki clamó por la ciudad la verdad debido a su carácter impulsivo, delatando a su hermana como una mujer rechazada. Esto, imagino, provocó que hablaran de ella como una mujer profundamente enamorada de mi antepasado y triste por el rechazo y crearon una heroína trágica de novela romántica, en lugar de condenarla.

—Si al menos hubiese mantenido la boca cerrada, quizá su hermana no habría muerto —comentó Karin sorprendida mientras agitaba distraídamente una sonaja cerca de su hijo que parecía disfrutar del sonido.

—No lo creo. Verás, hubo un último altercado según un reporte judicial. De nuevo sólo decía "problemas de honor familiar", pero al buscar la fecha en el diario de Raiden, obtuve una pista: Masaki fue a buscar a Raiden a reclamarle por las cartas que le enviaba a su hermana —señaló el chico— Claro, esto puede ser más una suposición mía, pues Raiden no mencionó algo sobre algunas cartas, más bien, lo que mencionó al respecto, fue algo como que Masaki había ido a buscarlo directamente a la casa y que él pensó que sería por lo de siempre, pero que en su lugar, se inventó algo nuevo y lo hizo echar de la casa.

—¿Descubrió las cartas?

—Sospecho que sí, porque ese es el último reporte judicial de incidentes entre Raiden y Masaki antes del fallecimiento de Hana. Además, una semana después de ello, Masaki fue enviado al extranjero y volvió hasta después de la muerte de Hana.

—¿Y en el diario de Kaori no dice nada sobre ese incidente? —preguntó Karin curiosa.

—Sólo dice que Raiden evitó que ella estuviera en el lugar, pues para ese entonces ella estaba embarazada y no quería alterarla y que le prometió contarle en otra ocasión lo ocurrido. Imagino que después del embarazo olvidaron el tema o si Raiden le habló de ello, está perdido en el resto de los diarios —contestó Itachi que aún no terminaba de leer los diarios de Kaori. Sólo había buscado la fecha del documento judicial.

—Si Masaki reclamó que Raiden escribiera cartas de amor a su hermana, entonces la teoría sobre un amor incestuoso terminado en asesinato queda nuevamente denegado —concluyó Karin tras meditarlo un poco— Supongo que eso le romperá el corazón a Kako. Parecía muy convencida y hasta deseosa de que ese fuera el caso. ¿Ya le informaste sobre este nuevo descubrimiento?

—Sí.

—¿Y qué respondió?

—Sigue queriendo hacer una prueba caligráfica a las cartas y los diarios porque no está convencida —respondió Itachi— Tengo la impresión de que no le agrado mucho desde que nos conocimos. ¿O es que sólo soy yo?

—No sé, es una chica extraña. ¿Sabes? Pero parece ser que está un poco resentida de que no seas historiador y estés haciendo un trabajo que obviamente le interesa mucho —respondió Karin para tratar de no delatar el hecho de que quizá, ella y Sasuke habían influido un poco en la perspectiva que Kako tenía de él— La verdad, es que yo pienso que si fueras historiador, sería tu fan número uno precisamente porque estás haciendo un trabajo sobre el tema que le gusta tanto. Estaría detrás tuyo.

—O quizá me odiaría más porque lo estoy haciendo antes que ella —comentó Itachi riendo.

—No estoy tan segura. Supongo que te amaría y después te odiaría si se enterara que no eres objetivo —Karin sonrió.

—Poniéndolo de ese modo, pienso que ella me odiaría al pensar desde el principio que por ser Uchiha, escondo secretos turbios de mi familia —comentó Itachi convencido y casi enseguida, Sasuke entró a la habitación, pero Karin se apresuró a hablar antes de que alguien más lo hiciera.

—No creo. Un hombre guapo, mayor e inteligente, siempre es muy atrayente, aún si sólo es platónico —dijo ella en un tono travieso.

La escena confundió al menor, porque en primera instancia y sin saber lo que estaban hablando previamente, parecía que Karin le coqueteaba a su hermano, pero mientras ella lo había hecho con la intención de que él pensara eso, Itachi creyó que su cuñada intentaba emparejarlo con su amiga, así que se echó a reír.

—¿Te ha nacido la inspiración de casamentera por lo que mi madre te ha contado en la cena?

—Sólo probaba un punto —ella sonrió, se levantó de la mecedora y se acercó a Sasuke para darle al bebé y la sonaja— Cuida a tu hijo, voy al baño.
Karin le había sonreído a Sasuke antes de irse y se fue, mientras el joven veía a su pequeño hacer pucheros antes de soltarse a llorar.

—¿Está todo bien entre tu y Karin-chan? —preguntó Itachi a su hermano quién trataba de calmar a Raiden.

—Sí. Deben ser las hormonas —respondió Sasuke para no explicar su charla del día anterior. Su hijo seguía llorando.

—No puedes usar ese argumento para lavarte las manos y no tratar de averiguar lo que realmente pasa.

—Hablo en serio.

Sasuke miró mal a su hermano, porque no era mentira lo que le había dicho sobre las hormonas aún si era una excusa para no decirle la verdad. El doctor les había dicho que mientras amamantara, aún las tendría desestabilizadas.

—Estás irritado y Raiden lo puede sentir, por eso está llorando —Itachi tomó a su sobrino para calmarlo— Me lo llevaré y mientras tanto, arregla las cosas con Karin-chan.

—Oye no…

El menor iba a protestar, pero al final, decidió dejar que su hermano se llevara a su hijo, porque sí, quería hablar con Karin aún si le disgustaba tener esa conversación, y sería mejor si su hijo no estaba para que ella no lo usara de excusa.

—¿Y mi bebé? —preguntó la pelirroja confundida cuando ella volvió. Con la mirada buscó por todos lados y se apresuró a salir a buscarlo cuando no lo vio. Sin embargo, antes de llegar a la puerta, Sasuke la tomó de la muñeca.

—Sé que sigues enojada, pero quiero arreglar esto antes de irnos al campus.

—Es un avance que quieras hacer algo —lo miró sonriendo— ¿Qué sugieres hacer?

—Lo prometo.

—¿Qué? —preguntó Karin.

—Eso me pediste. ¿No? Que te prometiera que me esforzaría más cuando viviéramos en nuestra propia casa —respondió Uchiha con un leve sonrojo.

—No quiero sólo las palabras, quiero acciones —respondió Karin mirando a su novio.

—Karin…

—Sí, ya sé. Hasta que vivamos en nuestra propia casa —respondió la pelirroja soltándose suavemente de él y dando un suspiro— Bien, seré paciente, pero tú también tendrás que serlo.

—¿A qué te refieres? —preguntó confundido.

—Siempre he sido muy abierta contigo sobre mi afecto y mis deseos —comenzó a acomodarle la camisa a su novio— Así que hasta que tú hagas lo mismo, te daré la misma atención que me des —lo miró a los ojos y se adelantó a hablar antes que Sasuke— No deberías tener problemas si vas a esforzarte. ¿No es así?

El joven quiso objetar, pero sabía que era inútil, incluso hasta podría ser injusto decir algo.

—Bien.

—Si estamos de acuerdo, entonces voy por mi bebé. No lo veremos hasta la próxima semana —caminó hasta la salida tirando de su novio— ¿No te entristece la idea? ¿Acaso no vas a extrañarlo? ¿Qué clase de padre eres?

No, no es que Sasuke no quisiera a su hijo, pero se sentía un poco desconectado de él. Es decir, primero estaba esa sensación de sentirse perdido al no saber cómo cuidarlo, mientras que Karin, aún si había visto todas las veces que su madre le dio indicaciones, parecía que se le daba natural y, en segundo lugar, estaba el hecho de que la mayoría de las veces que tenía a su hijo en brazos y la pelirroja salía de la habitación, se ponía a llorar.

¿Cómo no sentirse como un extraño con su hijo si hasta su padre, el más serio de toda la familia, podía cuidar del bebé sin que se pusiera a llorar de repente?

A veces se preguntaba si no estaba demasiado celoso de su propio hijo por la atención de Karin, que por ello, Raiden lloraba, pero aunque extrañaba las atenciones antes de su nacimiento, no lo odiaba ni lo despreciaba. ¡Era su hijo! ¡Claro que lo quería!

Sasuke suspiró y estuvo con su hijo y su novia durante un tiempo hasta que llegó el momento en que debían irse. En esta ocasión, se irían más temprano para acomodarse en su respectivo cuarto de estudiante y después irían a la biblioteca a cumplir su tiempo de servicio.

—Cuídense mucho —Mikoto se despedía de ellos.

—Sasuke, ¿bajaste mi bolsa? —preguntó Karin después de buscar el artículo.

—Se quedó arriba —contestó el azabache, pues como su novia había querido llevar a su hijo en brazos, él no había podido bajar todo el equipaje.

—Yo voy por él —comentó la pelirroja yendo apresuradamente de regreso a la habitación, pues aunque ella no dijera nada, sabían que la joven madre intentaba hacer tiempo para no separarse de su bebé tan pronto.

—Va a ser muy duro para ella separarse de Raiden-kun —comentó Mikoto con una sonrisa— Procura estar ahí para ella porque puede deprimirse.

El joven Uchiha ya tenía en mente que Karin podría ponerse un poco sentimental al separarse de su hijo, pero lo que no sabía, era cómo iba a manejar la situación cuando ocurriera, mucho menos cuando las cosas no estaban del todo estables con ella y era precisamente por causa de no saber cómo expresar y manejar las emociones para transmitirlas a ella.

Necesitaba consejo al respecto.

—Madre… ¿Puedo hacerle una pregunta?

—Claro —respondió Mikoto sonriendo, porque aunque ya sospechaba el problema al conocer a sus hijos, quería darle la oportunidad a su hijo de pedirle ayuda.

Sasuke dudó un poco en hacer su pregunta.

—¿Qué debería hacer si Karin extraña a Raiden?

No, esa no era la pregunta que quería hacer, porque aunque la respuesta le sería útil cuando ocurriera, la pregunta que debía hacer se le atoró en la garganta.

—Ya he hablado un poco con ella sobre que puede hacer videollamadas si lo extraña mucho, pero sería muy útil que la mimes para que se sienta querida si se pone muy mal.

Y su madre lo condujo sin querer a la pregunta que quería hacer desde el principio, pero aún no se atrevía a hacerla. De hecho, le nació una duda al pensar en que su padre era todavía menos expresivo que él.

—Madre… ¿usted no se decepciona de que padre no le de muestras de cariño en público?

—¿Por qué dices que tu padre no me da muestras de cariño públicas? —preguntó Mikoto riendo.

—Padre no es tan expresivo.

—Las muestras de afecto no tienen que ser besos, abrazos y palabras cursis y empalagosas todo el tiempo. Claro, Karin-chan lo hace, pero no lo hace todo el tiempo y no es lo único que ella hace por ti ¿O sí? —señaló la mujer y su hijo quedó pensativo— Ella también hace cosas como las que tú padre hace por mi. Por ejemplo, algo muy sutil, es que cuando quieren llamar nuestra atención para decirnos algo, aún si es solo para pedir la sal, es tocarnos suavemente el brazo.

—Eso no es nada.

—¿Has visto que lo hagan con alguien más? Quizá lo hagan con alguien de confianza, pero no con cualquiera —planteó la mujer y el joven hizo memoria, descubriendo que no. Así mismo, se dio cuenta que él no hacía algo parecido.

—¿Qué más hace padre? Algo más evidente.

—Me da mi lugar como su esposa. Desde decirlo ante otras personas cuando nos presentamos con alguien nuevo, hasta algo tan simple como tomarme de la cintura u ofrecerme su brazo para indicarle a los demás que estamos juntos.

—Es etiqueta. ¿No?

—En parte, pero dime ¿te sientes igual al ofrecerle tu brazo a Karin-chan que a las chicas que llegaste a sacar a bailar cuando te insistíamos en participar en los bailes en las fiestas? —Sasuke negó enseguida— A ella la quieres. ¿No es así? Y por tanto, te gusta tenerla cerca, pero se puede notar lo rígido que te comportas a su lado y es algo que no debes temer. Si la quieres, demuéstralo.

—Yo…

No pudo decir mucho. Se sentía avergonzado.

—Haz algo simple para empezar. Por ejemplo, tómala de la mano mientras la acompañas a algún lado —sugirió Mikoto— Quizá después de ello, ni siquiera necesites más consejos. Sólo debes dejar que tus sentimientos te guíen.

—¿Madre, cómo puede saber lo que siento por ella si soy tan poco expresivo? —preguntó Sasuke después de quedar pensativo.

—En primer lugar, porque aún dejándola embarazada, no la habrías traído a vivir con nosotros si no sintieras algo por ella. En segundo lugar, porque estás preguntándome por consejo para llevar tu relación y en tercer lugar, porque eres mi hijo. Te conozco lo suficiente y puedo ver que ella te hace feliz.

Sasuke se sonrojó y desviando la mirada se arreglaba la voz.

—Se nos está haciendo tarde. Debería ir a buscar a Karin.

—No temas demostrarle tu afecto. Si te nace, hazlo. Aún lo más sutil, ella lo apreciará —dijo Mikoto sonriendo— Y cuando se ponga triste por extrañar a Raiden, abrázala y dile que todo estará bien.

El joven asintió, agradecido a su madre y fue a buscar a su novia para convencerla de irse. Esa iba a ser la primera vez que se separaban más allá de unas cuantas horas, por lo que a nadie le sorprendió que si ella se tardaba en despedirse de su hijo cuando se iba al servicio, le sería más difícil dejarlo por una semana.

Durante el camino de ida al campus, Sasuke quedó tan pensativo en lo dicho por su madre, que al principio no notó lo callada que estaba su novia, pero cuando oyó un largo suspiro venir de ella cuando estaba estacionando en el campus, la volteó a ver.

—Madre va a cuidarlo bien.

—Lo sé, pero no puedo evitar extrañarlo. ¿Y qué hará tu mamá si él nos extraña? —preguntó exaltada de repente— Es muy pequeño, él no entiende que sólo es temporal y que regresaremos en unos días y…

—Los dos van a estar bien —Sasuke la rodeó con un brazo mientras terminaba de apagar el carro.

—¿Tu no lo vas a extrañar? —ella preguntó acurrucándose en su pecho.

—Por supuesto, pero sé que estará bien.

—Pero no estás tan apegado cómo yo porque cuando nació, tú seguías con la escuela. Por eso no puedes entenderme.

Quizá era por lo que él y su hijo no terminaban de conectar. Es decir, él estuvo cuando Karin dio a luz, estuvo unos días con ellos y volvió a las clases. Aunque él iba a verlo los fines de semana, no convivió con él continuamente sino hasta las vacaciones, y aunque lo cuidaba activamente, su novia acaparaba al bebé.

—No, no puedo —dijo muy serio y pensativo.

—Vamos a dejar las cosas a nuestras habitaciones —respondió Karin suspirando y su novio asintió en silencio mientras se quitaba el cinturón para salir del coche.

Al pensar en lo dicho por la pelirroja, Sasuke se sintió incómodo, pues aunque ella no le había dicho a modo de reproche, él se sentía como si no estuviera haciendo bien su papel de padre. Esto era algo decepcionante, porque sabía que un hijo en esas circunstancias podía ser dificultoso, pero ellos tenían muchos privilegios con la ayuda que les daban sus padres y por ello se había propuesto en ser el mejor padre posible y a su parecer, no lo estaba logrando si no siquiera podía sentirse conectado a él.

—No te sientas mal por eso. Si estuvieras tan apegado cómo yo a Raiden, los dos regresaríamos a casa con él en cada oportunidad o nunca lo dejaríamos —dijo Karin al notar que su novio parecía descontento y lo abrazó con fuerza cuando ya estaban fuera del carro.

—Había prometido…

—Sé por qué no estás tan apegado y no te lo estoy reclamando. Me ayudas a mantenerme con los pies en la tierra en momentos como este —recargó su cabeza en el pecho de su novio— Ya tendrás tu oportunidad de apegarte a él cuando empiece a correr por todas partes. Tu vas tener que vigilar que no se mate.

—No exageres.

—Ya me dirás si estoy exagerando cuando lo hagas —ella se separó de él, le dio un beso en la mejilla y le sonrió— Ojalá fueras así de tierno frente a los demás.

Sasuke dio un paso al frente para decirle de nuevo que lo intentaría, que se estaba mentalizando para ello y que incluso le había pedido consejos a su madre. Sin embargo, al final no dijo nada porque ella fue muy clara: las acciones tenían más peso que las palabras.

El par de jóvenes sacó su equipaje, se instaló en su respectiva habitación dentro del campus y Sasuke fue a recoger a Karin para ir a su último día de servicio. Al menos el de Sasuke, porque la pelirroja estaría una semana más en reposición de los días que faltó por cuidar de su bebé.

—¡¿Listos para iniciar clases mañana?! —preguntó con entusiasmo cuando los vio llegar.

—Te ves más animada. ¿Ya dejaste de odiar a Itachi? —preguntó Karin riendo.

—No, para nada. Especialmente después de su mensaje de ayer sobre su descubrimiento, pero aún no pierdo la esperanza. El examen caligráfico debe decir algo —respondió Kako— Además, el viernes yo conseguiré más documentos importantes y estoy segura que serán pistas más valiosas que las que él acaba de descubrir porque vienen de los Haruno.

—¿Vienen de los Haruno? —preguntó Karin y Sasuke también se vio sorprendido mientras Kako se daba cuenta que había hablado de más.


¿Cómo es que Kako conoce a los Haruno? ¿Por qué los Haruno le han dado esa información? ¿O es que Kako robó las cartas? ¿Sasuke se animará a hacer algo dulce en público con Karin? ¿Sasuke podrá mantener un vínculo con su hijo? ¿Qué otras preguntas les han surgido?

Me encantará leer sus dudas y teorías en los comentarios n.n

Espero que la historia siga siendo de su agrado, y aunque aún falta un poco, puedo decirles que esta historia es una de las próximos a llegar al final n.n

Debido a que ya he colocado todas las malas noticias arriba, no tengo mucho más que decir, salvo que estaré haciendo el esfuerzo de seguir subiendo al menos una actualización cada fin de semana. El cuál de las historias va a depender mucho de la inspiración, ya que, aunque siempre me enfoco en las historias que debo actualizar según el calendario que llevo, en esta ocasión voy a permitirme escribir en las historias en las que mejor me fluyan las ideas.

Sé que lo anterior es malo para aquellos que ya esperaban ciertas actualizaciones y de la casualidad que esas historias no sean las de mi inspiración, pero les prometo que si algunos días no son muy ocupados, le dedicaré tiempo a las historias en orden para poder traerles actualizaciones.

Por ahora me despido, y espero puedan tenerme paciencia.

¡Hasta la próxima actualización!