¡Saludos, queridos lectores!
Lamento muchísimo no haber podido actualizar la semana pasada ninguna de mis historias. Por desgracia, estuve ocupada y aunque si avancé en algunas historias, no pude terminar ningún capítulo completo. Sin embargo, me alegra comunicarles que hoy actualizaré tres historias: Inexperiencia, Difícil relación y, por petición de sesshuome que me dejó alrededor de cien comentarios en Wattpad suplicándome actualización, El fantasma de la novia.
Espero que las actualizaciones de esta semana sean de su agrado y espero el próximo fin de semana poder actualizar Dimensión espejo, cuyo capítulo estoy a muy poco de terminarlo. También espero poder actualizar, aunque no lo prometo, alguna otra historia para que no sea la única de la semana.
Sin más por el momento, los dejo con la continuación de esta historia n.n
Kako se había dejado llevar por su entusiasmo y había soltado información que se suponía aún no podía dar. Es decir, si alguien más se enteraba de que algún Haruno le había estado pasando papeles que no habían salido a la luz y que ella había dicho que existían, podrían quitarle el permiso, que aún no conseguía, para usarlos en su trabajo, y lo más importante, podría meter en problemas a la persona que le había estado ayudando.
—¿Y qué materias metieron? —Kako intentó distraer la atención de sus compañeros, pero sabía que era inútil.
—¿Conoces a los Haruno? ¿Ellos te dieron las cartas que Hana supuestamente recibió de Raiden? —preguntó Sasuke muy interesado, pues con respecto a la historia, la familia Haruno siempre se había abstenido a dar documentos de la época de Hana, ya fuera porque decían que no los tenían o porque no querían seguir alimentando la leyenda del fantasma.
Nunca nadie insistió por la contribución de los Haruno al respecto por empatía a Hana o porque ellos habían dado voluntariamente algunas cosas que mostraban un poco más el carácter de la chica, pero nada que aportara información a su tragedia.
—Sí, conozco a los Haruno, no, no me dieron exactamente las cartas y si no le dicen a nadie que dije esto, me salvarían el pellejo —respondió Kako con ojos suplicantes.
—No entiendo —comentó Karin, pues notaba el interés de su novio en dicha información.
—¿Cómo es que conseguiste esas cartas si no tienes el permiso de los Haruno? ¿Se los robaste? —preguntó Sasuke.
—¡No! ¡No soy una ladrona! —exclamó ante las miradas inquisitivas de la pareja— Para ser precisos, alguien los robó para mí.
—Eso te hace una ladrona aunque no lo hayas hecho tú directamente —señaló Sasuke— ¿Te das cuenta en el problema que puedes meterte y aún ni tu cédula tienes?
—Sólo es cuestión de tiempo para que me den permiso —respondió Kako— Por eso no digan nada hasta que lo consiga.
—¿Qué harás si no te dan el permiso que necesitas? —preguntó Karin— ¿No quedaría descartada o incompleta tu tesis?
—Claro que lo harán, sólo debo…
—No lo harán. Mejor busca otro tema de tesis —Sasuke aseguró con mucha firmeza.
—¡No me tires mala suerte! —replicó Kako enojada.
—Por años, los Haruno no han aportado nada sobre Hana que no sea algo que hable de la mujer "perfecta" que era —señaló Sasuke— ¿Por qué crees que entregarían algo diferente justo ahora y a una persona ajena a su familia que es insistente en husmear?
—Porque seguramente no querían que los Uchiha impidieran que se supiera la verdad. Esta será la época en que todo saldrá a la luz —aseguró Kako y Sasuke, no dijo nada, sólo rodó los ojos.
—¿Y qué tal si te enteras que hay algo turbio con los Haruno? —preguntó Karin sonriendo, pues aunque no había motivos para pensarlo, quería ver la reacción de su amiga— Tal vez son ellos los que están ocultando algo y no los Uchiha.
—Lo único que podrían ocultar es el amor incestuoso que su antepasado sentía por su hermana, pero no otra cosa.
—Quizá podrían estar ocultando que ellos mataron a su hija para que dejara de llamar la atención por sufrir por Raiden —comentó Karin después de pensarlo un poco— Era esa época dónde la gente parecía más interesada en las apariencias que en sus relaciones afectivas.
—No había pensando en esa opción —comentó Kako pensativa— Si Hana estaba tan enamorada como para olvidar la etiqueta, quizá quería buscar a Raiden para suplicarle por su amor. Algo como eso daría una muy mala imagen a la familia y ella quizá fue muy insistente, por lo que sus padres tomaron cartas en el asunto —hablaba en voz alta para sí misma— Las cartas de Raiden debieron alentar a buscarlo.
—Mi hermano ha dicho que esas cartas no las escribió Raiden —señaló Sasuke confiando en el criterio de Itachi.
—Eso tiene que probármelo primero, mientras tanto, yo estoy segura que Raiden le escribió cartas de amor a Hana.
Esa noche, Sasuke intentó en más de una ocasión indagar quién era la persona que le había entregado las cartas a Kako, pues ella aseguraba que era alguien de la familia Haruno.
Hasta donde él sabía, los Haruno eran una familia pequeña, pero tampoco podía asegurar qué tan pequeña, pues aunque uno de sus antiguos amigos, aquellos que lo buscaban incesantemente, era precisamente una Haruno, él jamás tuvo la atención por saber ningún detalle de su vida.
Claro, él sabía de antemano sobre la leyenda, pero a él no le había interesado el tema en absoluto hasta ese momento. Además, tampoco podía decir que realmente sintiera un interés, más allá que a su novia parecía interesarle y preocuparle, pues aunque él había sido testigo de la existencia del fantasma, le daba lo mismo mientras no tuviera que volver a encontrarse con el ente. Sin embargo, no pudo evitar sentir interés en que supuestamente los Haruno tenían documentos ocultos.
Por desgracia, ni siendo directo ni tratando de pillarla con la guardia baja, pudo conseguir el nombre de la persona que le había dado las cartas a Kako. Además, como iniciarían clases al siguiente día, los chicos acordaron tomar turnos para dormir.
No hubo mayores incidentes más allá de lo que ya sabían que ocurría a la hora en que Hana se aparecía y cuando el turno del servicio acabó, y con él el servicio completo de Kako y Sasuke, se retiraron a sus respectivas habitaciones para prepararse para clases.
Decir que fue pesado el primer día con dicho desvelo no era de extrañar. Incluso, Sasuke le sugirió a Karin ir a dormir a su habitación durante una clase que ambos tendrían juntos, así, él podría informarle lo dicho en el primer día y ella podría dormir un poco más para su turno del servicio que debía seguir cubriendo los siguientes días.
Llegada la noche, Sasuke acompañó a Karin a la biblioteca aún cuando se notaba lo mucho que necesitaba dormir después de un día tan largo, tras las noches de desvelo en vacaciones.
—Gracias. Deberías volver a tu habitación y dormir un poco.
—¿Quieres quedarte sola con ese fantasma?
—Creo que puedo quedarme una noche sola. Además, como estamos en clase, sólo voy a quedarme cuatro horas y no siete horas —respondió Karin que sí tenía miedo de quedarse sola, pero a diferencia de ella, Sasuke sólo había dormido una o dos horas desde el día anterior— Sólo me tocará oír los pasos. Creo que puedo lidiar con eso. En cuanto den las tres de la mañana, volveré a mi habitación y dormiré un poco.
—¿Habrá otros alumnos? —preguntó Sasuke que miraba alrededor en busca de alguien en la sección.
Había unos cuantos alumnos estudiando, pero ninguno parecía que fuera otro prestador de servicio.
—No. Hablé con la bibliotecaria del turno matutino y me dijo que no tienen alumnos para los turnos nocturnos además de mí —respondió Karin— Lo más probable es que cuando acabe mi servicio, no abran la biblioteca por las noches a menos que alguien quiera el turno.
—En ese caso, me quedaré —aseguró Sasuke dejando su mochila en el mostrador de la sección.
—Sasuke, no has dormido casi nada. Debes…
—Dormiré en la parte de atrás —se metió al área tomando su mochila— Despiértame antes de que den las doce.
Karin lo siguió caminando detrás de él.
—Vas a quedar torcido si duermes allí. Además, no estaré sola, ¿recuerdas? Están los guardias en la puerta y está la bibliotecaria del turno nocturno en su oficina.
—Deja de protestar o no me dejarás dormir —respondió Sasuke sentándose en la silla del lugar y acomodándose con los brazos cruzados— Dormirás un rato después de que pasen las doce.
—Sasuke, no se supone que…
Tras decir lo último, Sasuke había cerrado los ojos y al poco se le oyó roncar, y aunque Karin podía asegurar que él sólo estaba fingiendo, le pareció inútil insistir, pues cuando ese hombre se decidía a algo, nada lo paraba, excepto quizá su padre, o su hijo que ayudaba a la abstinencia.
Karin soltó un suspiro pesado, y sintió ganas de llorar al recordar a su hijo, pero se contuvo.
La pelirroja fue por su suéter que se había quedado en la silla detrás del mostrador, y con él abrigó a su novio.
—Eres un cabeza dura —le dijo al arroparlo, para después darle un beso en la mejilla— Gracias por no dejarme sola.
Sasuke se sonrojó por la acción de su novia, pero fingió que seguía durmiendo, sin embargo, al poco de ello, verdaderamente se quedó dormido a causa del cansancio.
El resto de la noche, Karin dejó que Sasuke durmiera, y no sólo porque sentía que era injusto que él hiciera su turno mientras ella dormía cuando él ya había cumplido su plazo, sino que a pesar de estar muy cansada, seguía extrañando a su hijo.
Hasta ahora había sido fácil lidiar con la separación porque apenas llevaban unas cuantas horas, lo había visto por videollamada por la tarde y el cansancio la hacía olvidarlo un poco cuando estaba a punto de quedarse dormida, pero no por eso hacía menos difícil la idea de que no podría cargarlo en brazos sino hasta el fin de semana.
—¿Por qué no me despertaste? —Sasuke se había acercado a su novia que estaba sentada en la silla detrás del mostrador mirando su celular— Está a punto de dar las tres y…
No lo había notado sino hasta ese momento en que estaba lo suficientemente cerca de ella, pero Karin estaba sollozando mientras miraba una foto de ellos dos con Raiden en brazos.
—Quiero a mi bebé —ella lo había volteado a ver con lágrimas en los ojos y ocultó su cara en al abdomen del varón.
"Y cuando se ponga triste por extrañar a Raiden, abrázala y dile que todo estará bien" oyó las palabras de su madre mientras ella se aferraba a ocultar su cara en su cuerpo.
La posición no iba a permitirle abrazarla, y la conocía lo suficiente como para saber que no iba a permitirle alejarla de él para poder bajar a su altura y abrazarla, así que en su lugar, levantó la mano hasta su cabeza y acarició sus cabellos rojos para consolarla.
—Pronto volveremos con Raiden. Ambos estarán bien —le dijo suavemente sin detener las caricias.
—¿Y si se olvida de mí por no estar junto a él? —decía gimoteando sin levantar la cara. No quería que su novio la viera así— Pero si se olvida de mí, no va a sufrir extrañándome.
—Eres su madre, siempre va a extrañarte.
—Entonces va a sufrir por no tenerme cerca.
—Todos aprendemos a estar sin nuestra madre.
—Pero él es muy pequeño, es un bebé —ella insistió— No se supone que esté lejos de su madre.
Aquello iba a ser el cuento de nunca acabar, porque sin importar las palabras de consuelo que él le dijera, ella tendría una preocupación, pues la realidad era que ella extrañaba a su hijo y si él se sentía culpable de no poder estar más presente con ella durante el embarazo, su novia debía sentirse culpable de no estar con su bebé cuando era tan pequeño
Ella necesitaba consuelo, y sabía que él no era muy bueno proporcionándolo. Sin embargo, había prometido hacer un esfuerzo, pero por sobre todo, no le gustaba verla así.
Sasuke le dió algunas caricias más a su novia en el cabello antes de separarla de su abdomen, le costó algo de trabajo, pero pudo alejarla lo suficiente para bajar a su altura y mirarla de frente.
—Está bien extrañarlo, y encontraremos una forma de que él no te extrañe demasiado —le acarició la mejilla suavemente— Cuando estemos de vacaciones, podrás estar con él y compensar algo de ese tiempo.
—Lo quiero ahora —musitó la chica quitándose los anteojos para limpiarse las lágrimas.
Sasuke miró a los alrededores, y al confirmar que no había nadie en el área, él acercó su rostro hacia ella y la besó.
—Estamos estudiando para darle un buen futuro a nuestro hijo —le dijo tras el beso y mirándola a los ojos— Sé que es un sacrificio, pero sabemos que él estará bien con mis padres.
—Pero…
—Él tiene a mis padres, y tú me tienes a mí. Sé que no es lo que esperabas, pero no estás sola y él tampoco.
Karin asintió y él la abrazó, siendo correspondido fuertemente. Quería consolarla como su madre se lo había sugerido, esperando que ella pudiera tranquilizarse.
—Debes pensar que soy una tonta por llorar así por nada —habló ella cuando el abrazo terminó y limpiaba su rostro y sus lentes— Deben ser las hormonas porque aún lo estaba amantando.
Sí, Sasuke era consciente que su novia aún tendría cambios de humor postparto, pero estaba seguro que llorar por extrañar a su hijo ocurriría con o sin las hormonas. Sin embargo, no quiso señalarlo.
—Aún estás a tiempo para dar de baja el semestre —el joven sugirió, pues aunque en ese momento quizá la mejor sugerencia era llevar al bebé a la escuela de vez en cuando como originalmente habían planeado, sabía que su novia se rehusaría a causa del espectro.
—No, no quiero hacer eso. Tú mismo lo dijiste, esto es para darle un buen futuro a mi bebé y…
Los pasos de Hana comenzaron a oírse en el edificio, y aunque los chicos sabían que ahora que había alumnos en el campus era más probable que fuera alguno de ellos que el fantasma, sabían que no era así, pues ya era la hora, los pasos eran muy particulares y había algo en el ambiente que les ponía los pelos de punta.
—Se fue —comentó Sasuke cuando los pasos dejaron de oírse. Él se había quedado a un lado de su novia mientras ocurría.
—Sentí un escalofrío muy grande en esta ocasión en particular, y eso que las otras dos veces de esta noche, tú estabas dormido —comentó Karin que se había abrazado a él.
—Estamos cansados. Apresurémonos para ir a dormir —contestó el azabache que no quiso admitir que tuvo la misma extraña sensación que su novia en esa ocasión.
Ambos tomaron sus cosas, reportaron la salida de la pelirroja y dieron dirección de sus pasos hacia los dormitorios. Empero, cuando llegaron al punto dónde sus caminos se separaban, y Karin intentó despedirse de su novio, él la rechazó.
—Pero…
—¿Vienes a dormir conmigo? —Sasuke la interrumpió y aunque con un leve sonrojo, miraba para otro lado.
—Sabes que no voy a decir que no, pero los vigilantes no lo van a permitir —respondió Karin haciendo un puchero, pues no era común que la invitación viniera de su novio y le desagradaba que alguien más le impidiera estar con él.
—¿Quieres venir o no?
—¡Sí, claro que sí! Es más excitante si lo hacemos a escondidas —exclamó la chica muy contenta abrazándose del brazo de su novio— Pero estoy muy cansada para hacer algo más. Además, compartes el cuarto —le advirtió— ¿Y qué hacemos si tú compañero de cuarto nos delata?
—Sólo vamos a dormir —respondió avergonzado, aunque de no ser por el lugar y el cansancio, también querría hacer más— Nadie nos delatará.
—De todas formas, ¿cómo vamos a evitar a los vigilantes?
—Yo me encargo. Sólo no hagas escándalo.
Karin asintió con una sonrisa aliviada, pues le daba cierto consuelo tener la propuesta de su novio, y ambos fueron al dormitorio del azabache.
Los vigilantes no fueron un problema, pues a Sasuke le fue muy sencillo sobornarlos. De hecho, ya había visto que era una práctica muy común en los dormitorios de los chicos desde que entraron a la universidad, de esa forma les era fácil llevar chicas a las habitaciones, pero él no usó la posibilidad porque no quería romper las reglas.
¿Por qué entonces lo hizo en ese momento? Simplemente porque sabía que la primera noche de su novia lejos de su hijo iba a ser dura, y que durmiera sola lo haría todavía peor. Sin embargo, tal como se lo había dicho en la biblioteca, él podía acompañarla, y quizá así, le sería más sencillo sobrellevar la separación.
—¿Es en serio? ¿Tu compañero de cuarto es Suigetsu? —preguntó Karin muy sorprendida cuando al entrar, vio a uno de sus amigos que dormía plácidamente en bóxers.
—Ignóralo.
—¿Sabes lo tentador que es jugarle un broma mientras duerme indefenso? —Karin sonrió con la idea.
—Toda la semana de once a tres estaremos en la biblioteca, mejor descansa —comentó Sasuke entregándole una playera de él para que ella la usara de pijama, dado que el equipaje de su novia se había quedado en su habitación— Ya tendrás una oportunidad mientras vengas aquí.
—¿Estaremos? Sólo soy yo quien debe horas del servicio.
—Voy a acompañarte para que no te quedes sola en la sección. También preferiría que viniéramos a dormir aquí, para que no vayas sola a tu dormitorio. Sales demasiado tarde.
Claro que Sasuke tenía la opción de dejarla en la puerta de su edificio para asegurarse de que ella llegara a salvo, pero aunque no lo admitiera, más allá de querer acompañarla a ella que estaría lejos del bebé, él quería seguir durmiendo a su lado.
Ya se había malacostumbrado aquellas vacaciones a dormir a su lado y no quería dejarlo.
—Sasuke —ella lo llamó antes de lanzarse a él para besarlo.
Fue un beso bien dado, pero no muy largo, y cuando este terminó, ella le susurró al oído.
—Cuando podamos dormir lo suficiente, te lo compensaré.
Karin se separó de él con una sonrisa traviesa y se metió al baño para cambiarse, no sin antes lanzarle un beso con un movimiento coqueto.
Sasuke, por su parte, estaba avergonzado, pero emocionado, no sólo por la promesa de su novia, sino porque al menos, en la escuela, cuando ella estuviera de humor, no tendrían que preocuparse de que su hijo fuera a interrumpirlos como solía ocurrir.
La pareja se fue a dormir tan pronto como pudo, pues no podían negar el cansancio, e incluso Karin que estaba inquieta de tener lejos a su hijo, no pudo evitar ser vencida por el cansancio.
El resto de la semana fue más o menos igual, con la excepción de que durante esos días, no se habían encontrado con Kako, pero Karin seguía en contacto por mensaje con ella. Sin embargo, debido a las clases, y que la pelirroja extrañaba a su hijo, le daba poca importancia al asunto de la leyenda y el fantasma.
Al llegar el viernes, Karin estaba muy emocionada, porque volvería a ver a su hijo sin usar una pantalla, y aún cuando ella habría corrido a casa de sus suegros cuando se enteró que las dos últimas clases del viernes no las tendría por ajustes en el personal docente, Sasuke logró convencerla de ir a dormir a su dormitorio en lo que él terminaba sus clases para volver juntos a la casa.
Karin fue al dormitorio de Sasuke con su maleta a tratar de dormir, pero por más que lo intentaba, no lo conseguía. El tiempo pasaba lento para ella, y no sabía qué hacer.
De repente, alguien llamó a la puerta, y ya que no tenía nada mejor que hacer, y esperando que aquello ayudara a sentir que el tiempo avanzaba, la pelirroja se levantó de la cama y abrió la puerta.
—Hola… perdón… ¿No es este el edificio del dormitorio de varones? —preguntó la chica que había llamado a la puerta.
—Lo es —contestó Karin levantando una ceja, pues no conocía a la chica y quizá era una de las chicas que Suigetsu intentaba ligarse.
—¡Ah! Entiendo. Pensé que me había perdido —comentó la chica titubeante— Estoy buscando a una persona. ¿Puedes ayudarme?
—No eres de aquí. ¿Verdad? No puedes andar en los edificios de residencia a menos que seas un familiar o tengas una credencial de visitante —señaló Karin cruzándose de brazos, pues le parecía extraño que alguien ajeno a la escuela llegara a buscar a su amigo.
—Sí, lo siento, no estudio en esta universidad, pero tengo mi credencial de visitante —la chica de cabellos rosas enseñó la identificación— Sólo vine a esperar al chico que duerme en esta habitación. ¿Crees que pueda esperarlo?
—No puedo dejarte pasar. No te conozco —respondió Karin queriendo cerrar la puerta, pero la chica se lo evitó.
—Por favor. Además, no se supone que las chicas estén aquí. ¿No? Sólo me sentaré sin tocar nada mientras espero.
La pelirroja entendió a la perfección la amenaza indirecta de la joven, parecía desesperada por entrar al cuarto.
—Espéralo afuera. No habrá ninguna diferencia que lo esperes aquí —contestó Karin dándole a entender a la chica, que no le importaba que la delatara— Puedes enviarle mensaje para decirle que lo estás esperando.
—Es que quiero darle una sorpresa. Él no sabe que estoy aquí —ella insistió.
—¿Qué eres de él? —preguntó Karin, pensando que quizá, Suigetsu le había hecho algo muy malo a esa chica o era una de esas mujeres que planeaban la boda después de una cita regular.
—Soy su novia, como tú eres la novia de su compañero de cuarto. ¿Me equivoco? —la chica sonrió amable.
Karin sabía que la pelirrosa estaba intentando conseguir empatía para convencerla de dejarla pasar.
—¿Desde cuándo? —preguntó la pelirroja. Si aquella chica era una mujer loca, buscaría la forma de hacerla ir, pero si de verdad era su novia, quería arruinarle el encuentro.
Esperaba que fuera lo último, porque así ella podría vengarse al menos una vez de tantas veces que el albino había intervenido entre ella y Sasuke antes de hacerse novios. Además, no estaba muy segura de cómo lidiar con una de esas mujeres acosadoras.
—Tres años, aunque nos vemos poco por la universidad. Además, estudiando medicina tengo poco tiempo —respondió la pelirrosa sin desdibujar su sonrisa— Sasuke-kun debió haberme mencionado alguna vez, aunque entiendo si no lo hizo, no es muy hablador.
—¿Sasuke? —preguntó Karin sorprendida.
En otro tiempo, quizá le habría creído a la chica, pero al menos en el último año, ella y Sasuke pasaban mucho tiempo juntos, así que sería difícil no darse cuenta de algo sospechoso. Además, era demasiado insistente para entrar al cuarto y se le hacía sospechoso.
—Sí. ¿Podrías dejarme esperarlo aquí?
—Lo siento. No puedo, la próxima vez, pídele la llave del cuarto para que pases —respondió la pelirroja queriendo cerrar la puerta rápidamente, pero la voz de Sasuke la hizo detenerse.
—¿Qué es lo que haces aquí, Sakura? —el azabache se dirigió a la extraña estando a un par de metros de la puerta. Su tono de voz sonaba serio, pero no alarmado como lo haría alguien que intentaba ocultar algo y había sido descubierto sorpresivamente.
—¡Sasuke-kun! —la pelirrosa exclamó emocionada al verlo y se acercó a él apresuradamente.
—¿Ella es esa Sakura? —preguntó Karin identificando el nombre de los amigos… o ex amigos de su novio, que habían estado tratando de verlo con insistencia a pesar de que él los echaba.
De acuerdo, eso explicaba el por qué la chica insistía en entrar a la habitación haciéndose pasar por su novia. Sin embargo, a Karin le parecía un movimiento muy estúpido decirle eso a un extraña sin saber qué relación tenía ella con Sasuke.
Hablando de eso, ¿por qué carajos pensó que ella era novia de Suigetsu? ¿O es que quería meter a Sasuke en problemas fingiendo inocencia porque ya sospechaba quién era ella?
—Tenía que venir aquí y quise aprovechar para verte —Sakura le contestó al varón con timidez, pero al mismo tiempo con emoción. Karin podía apostar que esa chica quería lanzarse a abrazarlo— ¿Acaso no has recibido mis mensajes, Sasuke-kun?
—Me dijo que es tu novia —intervino Karin mirando tanto a la pelirrosa como al azabache para ver sus reacciones.
¿Sasuke y Karin olvidarán por completo el asunto del fantasma ahora que ninguno de los dos tiene que hacer turno en la biblioteca? ¿Quién será el contacto de la familia Haruno que ayuda a Kako? ¿Karin o Sasuke le dirán a Sakura que la pelirroja es novia del azabache? ¿Cómo reaccionará Sakura cuando se entere? ¿Le hablarán de su hijo? ¿Qué otras preguntas les nacieron al leer el capítulo?
Me encantará leer sus teorías y dudas en los comentarios n.n
Sí, sé que aún debo muchísimas historias, mi trabajo no me ha permitido darle el tiempo que me gustaría, sin embargo, intento escribir todo lo que pueda.
En el caso particular de esta historia, como comenté, me dejaron un montón de comentarios pidiendo por la actualización y como pueden ver, no ignoré la petición, pues si bien escribo por gusto propio, una forma de agradecerles el apoyo y ánimo que me dan, es darles aunque sea un poco de lo que más les gusta de mis historia. Por supuesto, a veces tengo limitantes, como el tiempo o la inspiración, por eso historias tan largas como Padre soltero, en las que debo releer todo para retomarlas, no me es tan fácil actualizarlas aunque sé que tiene muchos seguidores.
Por ahora, me abstendré de subir nuevas historias el resto del año, y me dedicaré a actualizar las que tengo en progreso tratando de acabar la mayor cantidad de historias posibles, así que, aunque vaya lento, verán que me esfuerzo por traerles actualización de al menos una historia cada semana.
Como ya había mencionado en algunas historias, aunque admito que no recuerdo si lo mencioné en esta, les daré prioridad a las historias que aún debo del SasuKarin Month de este año, luego las del Día rojo/Día blanco, posteriormente retomaré las de la Horror Week del año pasado, las que dejé pendiente del SasuKarin Month del año pasado y por último las que tengo muchos años sin actualizar. Sin embargo, el orden de las actualizaciones podrían tener algunos cambios según la popularidad de las historias, o bien, según mis inspiración, pero sepan que tengo muy claro que les debo mucho y que no me olvido de ello.
Espero que la historia que actualicé hoy, les hayan gustado, por ahora me despido n.n
¡Hasta la próxima actualización!
