Nota de la traductora: gracias por comentar Tast Cullen espero que esta segunda parte sea de tu agrado. Phoenix1993 espero que tu corazón esté listo para romperse un poco en este capítulo.

—H—

Aurora le llevó poco más de quince horas de trabajo de parto. Leonidas tardó cuatro. El Snape más joven tardó poco más de una hora.

En el momento en que Hermione viajó en el tiempo, supo que algo andaba mal. Aun así, no tuvo tiempo de pensar en eso: Severus la necesitaba.

Reapareció en un Gran Comedor vacío. Se desilusionó y comenzó a moverse. No fue hasta que se escondió en el nivel inferior del cobertizo para botes que se le rompió la fuente y comprendió qué andaba mal.

Aún habiendo nacido dos meses antes, el pequeño protestaba con fuerza por haber venido al mundo, aunque no tan fuerte ni tan ruidoso como sus hermanos.

Severus envolvió a su pequeño en su túnica, la limpió y la rasgó hasta dejarla en un tamaño más apropiado, dejando a Severus solo con su levita arruinada. Limpió suavemente a su hijo con ojos llorosos mientras le aplicaba un hechizo de diagnóstico.

"Sus pulmones están débiles, como era de esperar" —dijo con voz áspera, metiendo la mano en su túnica y destapando un frasco con los dientes. Le ofreció al bebé un par de gotas de poción fortalecedora y sonrió levemente, ya que sus llantos se volvieron mucho más saludables después de una breve pausa.

"Déjame verlo" —dijo Hermione, extendiendo sus manos hacia su esposo. No soltó al bebé de inmediato, sino que se movió para sentarse junto a Hermione. Solo entonces le pasó el bebé a su madre, y Hermione hizo lo mismo que había hecho con sus otros hijos, lo amamantó para calmarlo.

"Es perfecto. Un poco pequeño, pero…" —Se encogió de hombros, rozando su mejilla con el pulgar—. "Severus, quiero llamarlo Alastor."

Cuando su esposo se echo hacia atrás para mirarla, se preparó para defender su decisión. El asombro en su rostro la hizo detenerse.

"¿También querías llamarlo así?" —preguntó después de un momento, y Severus asintió. "Eh, finalmente pudimos nombrar a un niño juntos estando realmente de acuerdo."

Bajaron la mirada hacia su hijo, que ya se estaba quedando dormido por primera vez.

"Llévatelo" —dijo Severus con voz áspera. Hermione lo miró y vio el anhelo y la resignación en sus ojos. "Toma a Alastor y vete. Esto no ha terminado."

"¿Y dejarte a ti? ¿A Aurora?"

"Ve con Leonidas. Llévalo con su hermano" —dijo Severus, acariciando el fino cabello negro de la cabeza de su hijo. Volvió a mirar a Hermione—. "Te amo."

"Yo también te amo. Así que no arruines todo mi duro trabajo."

"Estoy muerto, ¿dónde más debería estar sino en el Gran Comedor?" —preguntó, arqueando una ceja. Cuando vio que iba a sermonearlo, añadió—: "Ayudaré a Poppy."

Ella asintió, sus labios se curvaron hacia abajo. Agarró su cabeza y lo atrajo hacia ella, besándolo con todo el amor que pudo.

"No mueras mientras yo no estoy, ¿me escuchas?"

"Sí, querida" —dijo con voz áspera. "Vamos, te ayudaré a ti y a Alastor a subir al bote."

Severus y ella se pusieron de pie, aunque ambos temblaban. Él hizo desaparecer el desorden dejado por su experiencia cercana a la muerta y por la nueva vida que había llegado al mundo, y bajaron juntos las escaleras para poder ayudarla a subir al bote.

Hermione lo miró por encima del hombro, sintiendo el frío cosquilleo de un encantamiento desilusionador. Alastor se inquietó un poco, pero se calmó rápidamente, y ella lanzó el encantamientos sobre el bote. Parecía que no había pasado nada de tiempo y a la vez que había pasado una eternidad cuando llegaron a Hogsmeade, el pueblo estaba tranquilo y vacío cuando ella bajo del bote, agarrando fuerte a su pequeño. Atravesó las calles hasta el Cabeza de Puerco, solo para encontrar que no había puerta. Perpleja, se movió para verificar si todavía había ventanas, y las había, estaban escarchadas.

Tocó y esperó, esperando que pudieran verla a través de los cristales.

La puerta y Tonks aparecieron, mirándola con una expresión desconcertada. —"Remus dijo que tu fecha probable de parto era después de la mía."

"Las cosas cambian. Alastor y yo necesitamos refugio."

Tonks entrecerró los ojos. "¿Cómo sé…?"

"Dora, hace frío, tengo un recién nacido, literalmente acabo de dar a luz hace media hora, déjame entrar o te juro…"

"¿Mamá?" —dijo Leo mientras salía.

"Hola, cariño" —dijo ella, sonriéndole.

Él entrecerró los ojos. "¿Dónde casi me rompo el brazo cuando tenía cuatro años?"

Ella puso los ojos en blanco. "En casa, cuando intentaste trepar a un árbol para tratar de evitar que tu hermana volara. Te caíste de la rama tratando de alcanzarla."

"Es ella" —dijo, dando un paso atrás hacia adentro. Hermione entró rápidamente, manteniendo a Alastor cerca.

—A—

"¿Draco?" —dijo Aurora mientras ella y Ron se acercaban a él. Sus mejillas estaban manchadas de lágrimas, sus ojos estaban enrojecidos, pero aparte de eso, parecía ileso. Sollozó, la miró y se encogió de hombros.

"Siempre tiene que ser el maldito héroe, ¿no?" —dijo con un desdén que le recordó a Aurora sus primeros años en Hogwarts. Pero ella sabía que era una fachada, una forma de desviar lo que realmente sentía.

"¿Dónde está Harry, Malfoy?" —preguntó Ron, más preocupado que enojado.

Draco se rió sin alegría. "Se fue al bosque, por supuesto. «Tengo que hacerlo, Draco», dijo. «Sabías que iba a ser así». Lo habíamos discutido aquí y allá. Cuales eran las palabras exactas de la profecía, qué significa que él sea un Horrocrux. Entonces, cuando Voldemort hizo su demanda, fuimos a la oficina del director, donde Harry reprendió a Dumbledore. Me besó para despedirse, me lanzó un Desmaius y se fue. Maldito idiota" —juró con la voz quebrada.

"¿Él... se fue al bosque?" —dijo Ron, con incredulidad en su voz.

"¿Harry?" —La voz de Ginny hizo que se volvieran hacia ella y Luna—. "No lo hizo ¿verdad? Él…"

Hubo un ruido afuera, que hizo que todo el Gran Comedor se quedara en silencio.

Un grupo de gente marchaba hacia el castillo.

Aurora sintió que se le escapaba todo el aire y miró a Draco, viéndolo mantener la cabeza en alto.

"Vamos a enfrentar el final, ¿de acuerdo?" —dijo, rodeándola con el brazo.

Aurora hizo lo mismo y siguieron a los demás afuera.

Neville parecía estar preparado para enfrentar al ejército por su cuenta, de pie entre los escombros con algo marrón y correoso en la mano. Sirius estaba justo detrás de él, él y Remus abrazados el uno al otro, o Remus estaba impidiendo que Sirius saliera corriendo. Ron pasó corriendo junto a ellos, solo para ser detenido por su padre. Ginny y Luna salieron juntas, la primera jadeando, sacudiendo la cabeza, con los ojos llenos de lágrimas mientras Luna la abrazaba.

Aurora se dio cuenta de que tenía que apoyarse en Draco cuando vio a Hagrid, con cuerdas alrededor de su cuello, sostenido por cuatro mortífagos y el cuerpo en sus brazos.

"¡Harry Potter está muerto!", declaró Lord Voldemort, y Draco acercó a Aurora un poco más.

Hubo un murmullo entre la multitud, Sirius parecía que casi había escapado del agarre de Remus, pero no llegó muy lejos.

"Harry Potter está muerto", repitió Voldemort, acechándolos lentamente, con la serpiente cerca de sus pies. "A partir de este día, pondrán su fe en mí".

Nadie se movió, nadie respiró.

El Señor Oscuro parecía mareado por la euforia, y con una sonrisa inquietantemente grande, declaró de nuevo: "¡Harry Potter está muerto!" Los mortífagos detrás de él se rieron, y él rió de alegría. "Arrodíllense ante mí, y serán perdonados. Vengan y únanse a nosotros... o mueran."

Hubo silencio.

"Draco" —llamó el tío Lu, tratando de hacer señas a Draco para que se acercara—. "Draco... Aurora, vengan. Vamos" —intentó, y miró desesperadamente detrás de ellos antes de mirarlos una vez más.

Pero ni Aurora ni Draco se movieron, y cuando miró a Draco, pudo ver la mueca de disgusto en su rostro mientras sacudía la cabeza, con los ojos llenos de lágrimas.

Pero el sonido de unos pasos llamó su atención, y sus ojos se abrieron con incredulidad mientras Neville cojeaba hacia adelante.

"Bueno, debo decir que esperaba algo mejor" —dijo Voldemort, ganándose otra risa de la multitud—. "¿Y quién podrías ser tú, jovencito?"

"Neville Longbottom" —respondió, y la multitud rió de nuevo.

"Bueno, Neville, estoy seguro de que podemos encontrar un lugar para ti en nuestro…"

"Me gustaría decir algo" —dijo, y estaba claro que Voldemort estaba usando gran parte de su paciencia para no matar o maldecir a Neville inmediatamente.

"Estoy seguro de que todos estaríamos fascinados de escuchar lo que tienes que decir."

"No importa que Harry se haya ido."

"Cállate, Neville" —dijo Seamus, y Aurora vio a Neville girarse ligeramente.

"¡La gente muere todos los días! Amigos, familia. Y sí, perdimos a Harry esta noche, pero todavía está con nosotros" —dijo Neville, volviéndose para mirar a toda la multitud—. "También Percy, Cho, Cedric, todos ellos. No murieron en vano." Neville se volvió hacia Voldemort, cojeando un poco más hacia adelante. "Pero tú lo harás. Porque estás equivocado. El corazón de Harry latía por nosotros, por todos nosotros." Y entonces metió la mano en el sombrero y sacó una reluciente espada plateada. "¡Esto no ha terminado!"

Pasaron varias cosas a la vez: Harry se soltó de los brazos de Hagrid, para sorpresa y alegría de muchos, distrayendo a Voldemort y sus seguidores. Algunos mortífagos se aparecieron, pero el tío Lu corrió hacia el castillo como un hombre desesperado en una misión.

Todos los que estaban en contra de Voldemort encontraron esperanza y fuerza renovadas y avanzaron. Aurora y Draco estaban entre ellos, con las varitas listas. Neville bajó la espada y decapitó a la serpiente mientras se abalanzaba sobre él.

Aurora corrió hacia él, aturdiendo y eliminando a un par de mortífagos que se metieron en su camino. "¡Eres increíble, Neville Longbottom!" dijo, agarrando su cabeza y dándole un beso rápido. "¡Le diré a mi papá que lo vengaste!" bromeó antes de irse.

Aurora sacó lo último de su Felix Felicis de su bolsillo, sacando el corcho con los dientes. Solo le cayó una gota en la lengua antes de que alguien chocara contra ella, enviando el resto al suelo.

"Eso no fue buena suerte", dijo justo antes de que la poción comenzara a hacer efecto.

Se zambulló en la pelea, animada y rejuvenecida. Fred estaba vivo, su padre estaba vivo, Harry estaba vivo. La estúpida serpiente que casi le había quitado la vida a su padre estaba muerta. Significaba que esto terminaría pronto, solo tenían que superar esto.

Corrió, agachándose para esquivar algunas maldiciones, luego incapacitó a algunos mortífagos mientras se ponía de pie. Vio a Theo, que claramente se había vuelto contra los mortífagos, derribándolos. Uno se acercaba por detrás de él y ella lo aturdió. Theo se giró mientras este caía, miró hacia ella, le hizo un gesto con la cabeza y siguió luchando.

Había unos cuantos mortífagos más, no mucho mayores que ella, que se enfrentaron a ella en una rápida escaramuza antes de que ella desviara uno de sus hechizos hacia otro y aturdiera a los demás.

Hubo una risita inquietante detrás de ella y el instinto le dijo que se hiciera a un lado. Lo hizo, sintiendo el calor de un hechizo pasar zumbando. Aurora se dio la vuelta y fue recibida por la sonrisa sádica y demente de Bellatrix Lestrange.

"No tuve la oportunidad de eliminar a tu papá", se rió entre dientes. "Me aseguraré de que lo vuelvas a ver pronto".

Aurora se agachó antes de que la bruja tuviera la oportunidad de apuntar su varita, que fue lo que la salvó cuando el chorro verde pasó por donde había estado su pecho. Ni siquiera dudó. Apuntó su varita a Bellatrix y siseó el hechizo, pensando en los padres de Neville, en él siendo torturado por ella en el Ministerio. Consideró la frecuencia con la que esta perra sádica había lastimado a su padre. Pensó en el tipo especial de infierno por el que habría hecho pasar a Harry si hubiera matado a Sirius.

"Sectumsempra", lanzó, y observó cómo la mujer se congelaba por un momento. Parecía como si nada hubiera sucedido, y Aurora hizo una mueca, moviéndose para lanzar de nuevo el hechizo, cuando el brazo con el que Bellatrix sujetaba su varita se cayó. Y luego sus piernas comenzaron a caer debajo de ella, y luego Aurora tuvo que darse la vuelta, no queriendo ver lo que había hecho.

Aurora se puso de pie, sintiendo que los efectos de la poción se desvanecían. Se giró y vio a alguien que venía hacia ella, enojado y vengativo.

—S—

"¿Dónde está tu esposa?" —le preguntó Lucius a Severus mientras vigilaban el Gran Comedor, asegurándose de que nadie entrara a perturbar a los muertos o a los heridos.

"A salvo con nuestros hijos" —respondió Severus, aturdiendo a uno de los mortífagos que fue lo suficientemente estúpido como para intentar pasar. Su voz todavía era áspera, pero al menos podía hablar—. "¿Cómo supiste que Hermione estaba viva?"

Lucius hizo una mueca burlona mientras eliminaba sin esfuerzo a otro mortífago. "Si Hermione realmente hubiera muerto, habrías quedado devastado. Como un hombre que realmente ama a su esposa, sabía que no había forma de que te juntaras con otra mujer tan poco tiempo después de que ella muriera."

"Bueno, supongo que tiene sentido."

Y luego vino el dolor. Un dolor cegador y una agonía que irradiaba de su brazo izquierdo. Ardía como si lo hubiera sumergido en un caldero hirviendo; le revolvía el estómago y lo mareaba. Él cayó de rodillas, y Lucius cayó sobre él antes de caer a un lado. Todos los mortífagos se derrumbaron, y luego se acabó, como si nada hubiera pasado.

Miró a su alrededor, confundido, preguntándose qué estaba pasando. Los miembros de la Orden y otros comenzaron a atar a los mortífagos en su lugar y confiscaron sus varitas.

"¿Qué?", dijo Lucius mientras Severus se ponía de pie tambaleándose.

"¡Voldemort está muerto!", gritó alguien.

"Harry lo mató".

"Se acabó", dijo alguien más, y Severus se desplomó contra el marco de la puerta. Más de veinte años de su vida, y ya estaba hecho. Su trabajo de doble agente, sus engaños, el esconder quien era realmente, había acabado. Hermione podría volver a la vida, podrían seguir adelante con sus vidas, con sus hijos.

Harry apareció a la vista, mirándolo, preocupación en sus ojos. Se dirigió hacia Severus, y por primera vez, Severus abrió sus brazos a Potter. Y Harry se lanzó hacia ellos.

"Tu madre habría estado orgullosa" —le dijo a Harry mientras se abrazaban por primera vez—. "Y, supongo, tu padre también lo estaría."

"Lo sé" —dijo Harry mientras daba un paso atrás—. "La dejé en algún lugar del bosque, pero esa piedra que me dio... cuando la giré, ellos estaban allí. Mamá y papá, y... y dijeron lo mismo. Que estaban orgullosos."

"Bien" —dijo Severus, contento de que Lily hubiera podido hablar con su hijo al menos una vez, y de que de alguna manera el ridículo plan de Albus Dumbledore hubiera funcionado.

Harry se dirigió entonces a Lucius. "Gracias por mentir."

"No lo hice por ti" —respondió Lucius, con un toque de ceño fruncido en su rostro.

"No" —concordó Harry—. "Pero gracias de todos modos. Sabía que Draco estaba vivo, es todo lo que quería saber. Podría haber…"

"Tengo la intención de reparar la relación que tengo con mi hijo, si los poderes fácticos permiten mi libertad. Que su… amante" —Lucius hizo un gesto— "muera por mi culpa no se hubiera visto bien."

Harry asintió. "¿Han visto a Draco?" —preguntó, y luego se volvió hacia Severus—. "¿A Sirius?"

"No" —respondió Severus—. "Pero supongo que ahora que la batalla ha terminado… la gente se reunirá aquí."

"Iré a Hogsmeade" —dijo Andrómeda, pasando junto a los tres hombres—. "Creo que los niños que se quedaron allí querrán volver."

"Hermione también estará allí" —dijo Severus.

Andrómeda asintió. "Los traeré a todos de vuelta, no te preocupes."

—A—

—H—

"Alastor Ivan Robert Snape" —dijo Delia mientras sonreía al bebé dormido en los brazos de Hermione. Alguien había encontrado un trapo limpio detrás de la barra para que Hermione lo Transformara en un pañal, y ella había rasgado la túnica rota por la mitad otra vez, Transformando una mitad en una pijama, la otra en una manta. Parecía un pequeño Severus todo envuelto en negro.

"Sí" —susurró Hermione.

"Un poco difícil de pronunciar" —bromeó Delia.

"Aunque se siente bien" —dijo Hermione—. "Bob fue una parte muy querida de mi vida y quiero rendirle homenaje por eso."

"Bob sabía que lo amabas" —aseguró Delia—. "Y no es como si Ollie no llevara parte de su nombre."

"Tal vez sea así" —dijo Hermione—. "Pero él también significaba mucho para Severus. Este hombrecito ahora lleva los nombres de todos los mentores de su padre, los que verdaderamente ayudaron a formarlo en quien es."

"¿No crees que...?", preguntó Tonks nerviosamente, y Hermione negó con la cabeza.

"Está vivo", dijo con certeza.

"¿Por qué no me diste esos nombres?", preguntó Leo, frunciendo el ceño a su hermano menor.

"Bueno, además de que Ivan y Robert no combinan bien con tu primer nombre, cuando esto termine... Si nuestro lado resulta ganador, tu padre ya no tendrá que fingir más. Si no ganamos, ninguno de nosotros tendremos más opción que huir. Tu hermano puede tener estos nombres porque no tendremos que preocuparnos de que el mago equivocado descubra a quiénes honra su nombre".

"Supongo que tiene sentido", dijo Leo, pasando una mano por el cabello de su hermano. "Espero que lo tenga más fácil que el resto de nosotros".

"Tal vez así sea", dijo.

Tonks resopló y Hermione la miró fijamente. Tonks se encogió de hombros. "Nació en un cobertizo para botes en medio de la guerra, justo después de que su padre casi muriera. El pequeño Al no ha tenido un comienzo muy fácil. Sin mencionar que nació dos meses antes de tiempo."

"Deberíamos haberlos examinado a ambos" —se preocupó Delia.

"Severus hizo un diagnóstico. Alastor es pequeño, pero estará bien."

Había silencio a su alrededor. Hermione se giró hacia el castillo, pero no podía verlo a través de ninguna de las ventanas. Se mordió el labio.

"¿Quiénes han caído?" —preguntó Tonks.

"No quieres que dé nombres" —dijo Hermione en voz baja.

"Mione…"

"No lo haré, no aquí" —dijo con firmeza, mirando a su alrededor, viendo a algunos de los estudiantes mayores todavía despiertos y lanzándoles miradas, claramente escuchando—. "No conozco a todos, por un lado. Y por otro... nadie necesita saberlo. Todavía no. Cuando termine…"

"¿Y qué si no supieras que Snape está bien, eh? ¿O Rory?" —espetó Tonks.

"Oye, tranquilízate" —espetó Delia.

"No" —siseó Tonks.

"Estás preocupada, y lo entiendo. Pero Hermione tiene razón. No es el momento. Y no te atrevas a intentar decir que no sé cómo te sientes. Mi hijo está allí, mi único hijo aparte de esta de aquí" —dijo, señalando a Hermione—. "Mi cuñada, mi nieta. Tengo familia allí, igual que tú. Quiero saber si ellos están bien. Pero, ¿sabes? Hay muchos aquí que tienen familia allí. ¿De verdad crees que estarían tranquilos y se quedarían aquí donde están a salvo si pensaran…?"

"Sí, está bien" —resopló Tonks—. "Pero yo debería estar allí con Remus. Debería estar peleando a su lado."

"¿Y dejar a tu hijo sin ninguno de sus padres?"

"¿Me estás diciendo que no estarías allí con Severus si pudieras?" —replicó Tonks.

"Si no fuera por Alastor, tienes razón, lo estaría. Pero mis hijos nos habrían conocido y entendido por qué lo hicimos. Tu hijo… también lo entendería, eventualmente. Remus no querría que lo dejaras."

Tonks asintió y luego negó con la cabeza. "Sólo estoy preocupada por él."

"Se acabará pronto" —la consoló Hermione.

Más silencio, más inquietud.

Un patronus lobo entró en la taberna y se detuvo frente a Tonks. "Se acabó" —dijo la voz de Remus, cansada pero aliviada—. "Harry ganó. Tu madre está de camino."

El alivio golpeó a Hermione con fuerza, y de repente se encontró llorando lágrimas de alegría y agotamiento. Veinte años de su vida interpretando un papel u otro, ocultando quién era, viendo a su marido hacer lo mismo, habían terminado.

"Mamá" —Leo puso su mano sobre su hombro, mirándola—. "¿Estás bien?"

"Sí" —dijo ella, asintiendo.

"El llanto sugiere lo contrario, pero si estás segura…" —Él sonrió—. "¿Puedo sostener a mi hermano un rato? ¿Hasta que llegue la señora Tonks?"

Hermione asintió, luego le extendió suavemente a Alastor a Leo. "Cuidado con su cabeza."

"Es pequeño" —dijo Leo, con el rostro arrugado. Su hermano hizo lo mismo, gruñendo antes de tranquilizarse de nuevo. Leo lo estudió. "Pociones, Alastor. Es muy superior a todas las otras actividades que nuestra hermana quiera enseñarte, incluyendo volar, y especialmente el quidditch. Esfuérzate por ser inteligente, y si mamá y papá te ponen en una escuela muggle, trata de ser amable. Soy un ejemplo de hacer lo primero, pero no lo segundo. No seas como yo, sé mejor."

"¿Dándole consejos ahora antes de que pueda entenderlos?"

"¿Quién dice que no los entiende?" —preguntó Leo pensativamente.

Hermione asintió en señal de acuerdo, miró por la ventana y vio a Andrómeda a lo lejos, Rolanda y Septima con ella.

"Muy bien, pásame a tu hermano. Es hora de que regresemos a ver a tu padre y a tu hermana".

—S—

Los muertos estaban siendo levantados y clasificados: los mortífagos al patio, los demás al Gran Comedor. Había tanta pérdida: Colin Creevey, demasiado joven para estar luchando, Finch-Fletchley, Sinistra, los muertos se estaban acumulando. También había algunos aurores que no reconoció, aunque se preguntó si eso era porque Kingsley los había llamado en algún momento o si simplemente habían entendido la gravedad de la situación.

Se preguntó si Sirius ya sabía sobre Kingsley, a la vez que se preguntaba dónde estaba el perro.

Sin embargo, Harry parecía tranquilo, por lo que Severus asumió que el chico había encontrado a su padrino. Tal como estaban las cosas, él y Draco estaban agachados cerca de Fred y William, los Weasley sobrevivientes a su alrededor. Excepto por Ronald, aunque Severus sabía que estaba bien, ya que lo había visto poco después de que la batalla había terminado.

Lucius estaba a un lado con Narcissa, los dos teniendo una conversación privada. Minerva no estaba a la vista y Hermione aún no había regresado con Leonidas.

No tenía idea de dónde estaba Aurora.

Entonces, fue con los Weasley porque era el lugar donde se sentiría más bienvenido.

Se reían de algo cuando se acercó a ellos, pero no se detuvieron por él.

"Hola, señor", dijo Harry.

"Potter". Inclinó la cabeza y luego le sonrió a Draco, que estaba de pie con su brazo alrededor del héroe del día. Se preguntó si la sonrisa petulante del chico se debía a que sabía muy bien que sería la envidia de muchas brujas y magos.

Continuaron charlando, principalmente compartiendo historias de Percy, a quien Severus había notado entre los caídos. Realmente no tenía nada que compartir, así que simplemente ofreció consuelo a la familia.

"Severus", dijo Sirius detrás de él, y se giró, sin gustarle realmente el tono de Sirius. Su corazón se hundió en su estómago ante la devastación total en el rostro de su amigo.

No tenía idea de dónde estaba Aurora, pero tenía la sensación de que lo iba a averiguar.

Sacudió la cabeza, rogándole en silencio a Sirius que no le dijera la verdad. Sirius le apretó el hombro y quedó claro que no habría palabras de consuelo.

Severus se giró hacia la puerta y vio a Longbottom, con lágrimas corriendo por su rostro y el labio inferior temblando, de pie junto a un pálido y angustiado Ronald Weasley, mientras levitaban a...

"¡No!", gritó Draco por los dos, haciendo que los Weasley guardaran silencio, poniéndose de pie y moviéndose para ver qué estaba pasando. Ginevra se derrumbó en sollozos en el suelo, con la mano sobre la boca mientras su padre se arrodillaba a su lado. Harry sostuvo a Draco y, de repente, Sirius era lo único a lo que Severus podía aferrarse.

Longbottom y Ronald la depositaron suavemente en el suelo.

"No", empezó a decir Fred, "no, no, no, no".

Severus observó en silencio atónito cómo Fred se incorporaba, llorando en parte por el dolor que el movimiento le causaba a sus piernas aplastadas, en parte por la pena.

"Fred" —sollozó Molly—. "Fred, no deberías…"

"Cállate" —se atragantó con sus propias lagrimas—. "Solo… Cállate." Usó su brazo bueno para moverse y estar junto a ella. Ronald intervino para ayudarlo a sostenerse, George hizo lo mismo hasta que Fred estuvo cerca de Aurora. "No puede estar muerta" —dijo, y Severus pudo ver a través de sus ojos empañados que el labio inferior del joven temblaba—. "¡No puede estar muerta!"

"Revisé el pulso" —dijo Longbottom, con la voz quebrada—. "Se… Se ha ido." —Puso una mano sobre el hombro de Fred—. "Yo tampoco quiero creerlo."

"¡No!" —gritó Fred y Severus hizo una mueca, casi reprendiéndolo cuando Fred agregó—: "Lo último que le dije fue algo sobre su madre y cómo arruinó mi chaqueta cuando me salvó la vida, y me niego a creer que eso es lo último que le dije a la mujer que amo. ¡No está muerta porque no puede estarlo! No puede."

Severus miró a su hija y la escrutó. Había cortes y raspaduras, pero todo parecía relativamente superficial. Era posible... pero, solo había tres personas que conocían el hechizo, aparte de él.

En ese momento, Severus se quedó sin aliento, su corazón dolía de esperanza. "Weasley" —dijo con voz áspera, y la bandada de pelirrojos lo miró. "Fred" —corrigió, y cuando parecía que Molly estaba a punto de arremeter contra él por molestar a su hijo cuando estaba sufriendo, levantó una mano para detener sus protestas y miró fijamente a Fred. "¿Te duele?"

Fred sollozó. "Me aplastaron las piernas y Aurora murió. Sí, señor, me duele muchísimo."

"No." —Sacudió la cabeza con vehemencia y luego hizo un gesto justo debajo de las costillas, donde estaba el núcleo de su magia—. "¿Te duele aquí? ¿Sientes que te están desgarrando?"

Incluso si no fuera así... podría haber una deuda de vida por haber salvado al gemelo. Tenía miedo de tener esperanzas, le aterrorizaba dejar que lo consumiera. Pero lo hizo. Por primera vez en mucho tiempo, Severus sintió una esperanza genuina en su alma y le rogó a Merlín, Nimue, o a cualquier deidad que escuchara, que esta esperanza no se aplastara.

Fred negó con la cabeza. "No."

Una nueva serie de lágrimas brotaron de los ojos de Severus cuando volvió la mirada hacia su hija y la apuntó con su varita. "¡Iterum vivere!" —jadeó, cayendo de rodillas cuando el poder del hechizo le quitó las fuerzas.

Aurora abrió los ojos y respiró profundamente cuando sus rodillas tocaron el suelo. Potter tuvo que sostener a Draco. Ginevra soltó un nuevo sollozo y Longbottom empezó a reír.

Aurora tosió violentamente, luchando por recuperar el aliento, y una vez que lo hizo, se sentó en el suelo, sus ojos desenfocados parpadearon y se movieron rápidamente antes de enfocarse. "¿Papá? ¿Fred?"

El joven sonrió mientras lloraba, agarrando su mano. "Maldita sea, no me vuelvas a hacer eso".

"No puedo prometerlo cuando no sé qué pasó", dijo, tosiendo de nuevo.

"Respira", dijo Severus con voz áspera, con los labios temblorosos. Ignoró la conmoción a su alrededor mientras se acercaba a ella y pasaba una mano de arriba a abajo por su espalda para calmarla. Esperó hasta que su respiración se normalizó de nuevo antes de preguntar: "¿Qué recuerdas?"

"Yo... recuerdo que Harry regresó. Recuerdo que Neville mató a la serpiente. Recuerdo darle las gracias" —respiró hondo—. "Yo... vi... a Theo pelear."

"Theo" —dijo, pero su voz se apagó antes de que pudiera decir más. Frustrado, miró a su alrededor, tratando de encontrar a Remus entre la multitud, maldiciendo en voz baja cuando no pudo.

"¿Qué pasa, señor?" —preguntó Potter, y Severus lo miró, moviendo la boca, pero sabiendo que incluso si pudiera hacer que el chico lo entendiera, no podría explicárselo.

"Corté a Bellatrix Lestrange en pedazos" —dijo Aurora de repente. Estaba cayendo en la inconsciencia, sus ojos ya estaban casi completamente cerrados, su voz arrastraba las palabras. "Quería matarte, así que la maté a ella primero" —dijo antes de convertirse en un peso muerto en sus brazos.

Miró a su hija, y el orgullo que surgió le trajo una sonrisa al rostro.

Longbottom sacudió la cabeza con asombro. "Justo cuando pensé que no podía…"

"¡Aurora!" El grito de Hermione detuvo a Longbottom en seco, y hubo una pausa en la conmoción a su alrededor mientras ella se tambaleaba hacia ellos, Leonidas agarrándola del brazo como si tratara de equilibrarla mientras Hermione sostenía a Alastor contra ella.

Severus negó con la cabeza, tratando de tranquilizarla, pero ella estaba demasiado concentrada en el gesto y la inerte Aurora en sus brazos.

"Ella está bien", aseguró Harry. Draco asintió, aunque parecía que realmente no podía soportar ya nada más. Potter frunció el ceño. "¿No estabas embarazada cuando estuvimos en el cobertizo para botes?"

Hermione soltó una risa incrédula mientras se arrodillaba con cuidado, haciendo una mueca de dolor. "Lo estaba". Alastor gritó en protesta entonces, probablemente de hambre, lo que hizo que muchas cabezas en el Gran Comedor se giraran para ver dónde había un bebé. "Y pronto les presentaré a Alastor. Pero creo que necesito encontrar un lugar tranquilo para que se relaje". Se inclinó para besar la frente de su hija, luego se giró y colocó uno en la mejilla de Severus.

"El tío Severus estaba diciendo algo sobre Theo antes de que Aurora volviera a la vida" —soltó Draco, y Severus agradeció que le faltara tacto en ese momento a pesar de que todo el color abandonó el rostro de Hermione en un instante.

"Dijo algo justo antes de que Rory despertara, un encantamiento en latín."

"E-e-ese sería el contrahechizo que creó para fingir una muerte. Theo... debe haberlo usado en Aurora. ¿Dónde está? ¿Quizás lo usó en alguien más?" —dijo Hermione, mirando a su alrededor.

"Theo se ha ido" —dijo la señorita Lovegood mientras aparecía de la nada, con el brazo en un cabestrillo—. "Fue arrestado justo después de que todos los mortífagos con la Marca se desplomaran. Estaba gritando para que alguien encontrara a Aurora, para que alguien dijera que no estaba muerta, pero parece que ya se han dado cuenta de eso. Yo habría venido antes, pero Blaise insistió en que me revisaran el brazo."

Severus asintió, sonriendo para sí mismo, ya preparando mentalmente el caso para sacar a Theo Nott de Azkaban. No solo porque había salvado a su hija, sino porque el chico se lo merecía, y no debería haber sido detenido en primer lugar.

"Severus", dijo Poppy mientras se acercaba a él. "Con tu permiso, me gustaría trasladar a todos los que necesitan atención médica a la enfermería. Los fantasmas y los retratos me han dicho que la enfermería sigue intacta".

"No estoy a cargo", le dijo. Encontró a Minerva hablando con Filius y Nymphadora y la señaló.

Poppy siguió su gesto y sonrió. "Le preguntaré a Minerva, entonces. Pero es posible que quieras separar al señor Weasley de Aurora antes de que lo envíen arriba".

Severus miró hacia abajo y vio que Fred Weasley también había caído inconsciente, sus dedos todavía entrelazados con los de Aurora.

Nota de la autora: Probablemente hoy o mañana habrá otro capítulo para atar cabos sueltos, seguido del epílogo. Hasta luego.

Nota de la traductora: bueno yo no les prometo la traducción del capítulo siguiente hasta la próxima semana, pero mientras hablemos de este.

Hubo varias cosas que me encantaron de este capítulo:

El nombre del nuevo miembro de la familia Snape, honrando a las figuras paternas de Severus, que como había dicho otras veces, es uno de mis aspectos favoritos de este fic ya que en canon solo tuvo a Tobias y a Albus =/

La interacción entre Leo y su hermano quien al parecer es otro Severus en miniatura.

El abrazo entre Harry y Severus =)

La conversación entre Lucius y Severus y como no pudo engañarlo respecto a la supuesta muerte de Hermione.

Como la autora se las arregló con la mentira que salvó a Harry después de que hizo que Narcissa desertara mucho antes. Me gustó que Lucius es honesto respecto a sus motivos. No es que ya no crea lo que solía creer (porque cambiar esas ideas le llevaría mucha deconstrucción, no sería de un día para otro), es solo que ahora él tiene bien en orden sus prioridades, y si para que Draco esté a salvo y pueda reconciliarse con él hay que proteger a Harry, pues que así sea

Pero mi parte favorita fue sin duda Aurora cargándose a la perra loca de Bella con un perfecto Sectusempra. Que si, que yo se que la pelea entre Bella y Molly es iconica (en especial en el libro) pero siempre pensé que hubiera preferido ver a Neville o a Augusta acabar con ella. En este caso, me gustó mucho ver a Rory y sus motivos, porque definitivamente fue personal, ya que independientemente de lo romántico, Neville es su amigo y lo ama, luego está lo de su papá, y por supuesto, no olvidemos que en esta historia Bella trató de cargarse a Rory con un collar maldito solo por lastimar a Severus, además entre esta Rory guerrera y la chica algo tímida llegando a Hogwarts que vimos en el primer capítulo hay una gran diferencia y nosotros fuimos testigos de todo ese camino hasta aquí. Vimos a una Rory de 12 años aplicarle un perfecto Expelliarmus a su padre y ahora, a los 17 la vemos acabar con una poderosa enemiga con el hechizo creado por su padre, y eso fue hermoso.

Y hablando de Aurora... Se asustaron? Yo la verdad ya no me acordaba del hechizo para simular la muerte, así que si me asusté. Agradezco a la autora que, como ella misma dijo, ame mucho a los Snape como para matar a cualquiera de ellos. Espero que les gustara este capítulo y nos vemos la próxima semana para el último, el epílogo y un pequeño extra! Besos.