FRAGMENTOS
¡Hola! Nuevo capítulo esperado.
- Cbt1996: ¡Gracias por tus palabras! Entiendo perfectamente tu preocupación y me encanta que estés tan conectada con la historia. Sobre el plan de Kagome, la tensión es enorme, cualquier movimiento en falso podría desmoronar todo, así que mantente atenta, vienen más sorpresas. Kagura y el bebé... sí, es real, y también quisiera darle un final digno (digo quisiera, porque todo puede pasar jeje), algo que resuene con todo lo que ha pasado. En cuanto a Koga y Sango, estoy muy emocionada por el posible y próximo reencuentro :D ¡Naraku definitivamente es el villano que complica todo para todos! Me encanta que lo sientas tan bien construido. Y Sesshomaru... ah, eso es un dilema, pero estoy dejando que los personajes me guíen, como bien dices, a veces ellos mismos te muestran el camino, confiaré en ellos (espero no equivocarme). ¡Gracias por tu apoyo constante! Esta historia aún tiene mucho por ofrecer, y sé que te seguirá sorprendiendo. ¡Nos vemos en el próximo capítulo!
- Ferdy Arevalo: ¡Gracias por tu comentario, linda! Me alegra muchísimo que hayas disfrutado del capítulo. Kag definitivamente tiene un plan entre manos, pero todavía queda mucho por descubrir, ¡así que paciencia! Koga también juega un papel importante, y lo que viene te dejará con más intriga. Kagura está en una situación difícil, pero aún queda por ver cómo se desarrollará todo para ella. Y sobre Naraku y Kikyo… ¡me encantó lo de las moras! jeje De verdad que esos dos sacan lo peor de todos. Y no te preocupes, aún hay mucho por venir con el SessRin, así que quédate atenta. ¡Gracias por tus buenos deseos, significa mucho para mí! Prometo seguir dándote capítulos llenos de emoción. Un abrazo enorme.
- Karii Taisho: ¡Hola, bella! Qué alegría leer tu comentario. Tienes razón, ¡por fin Kagome pudo soltar una parte de la verdad! El camino por delante sigue lleno de retos, especialmente con Naraku al acecho, pero al menos ya están mejor preparados. Y qué decir de Kikyo… su maldad no tiene límites. Me gusta mucho tu teoría, y no estás nada alejada de la realidad (es lo que realmente pasó). Ese rencor la llevó a hacer cosas imperdonables, y ahora tendrá que enfrentarse a las consecuencias. Y sí ¡Morohita por fin despertó! Su inocencia es un rayo de luz en medio de todo este caos, y el reencuentro con sus padres fue un momento especial. Entiendo perfectamente tu dolor por ver sufrir a la peque, pero pronto todo empezará a mejorar, te lo prometo. Kikyo ya está viendo las consecuencias de sus acciones, y su actitud sospechosa va a complicar aún más las cosas. Pero, como siempre, Kagome tiene su plan bien pensado, ¡y esto aún no termina! Sobre SessRin y SessKagu, ¡me alegra mucho saber tu opinión! SessRin tiene un lugar especial para muchos, pero como dices, al final veremos hacia dónde me lleva la historia. Gracias a ti por acompañarme siempre y por tus palabras tan lindas. ¡Nos vemos en el siguiente capítulo! Un abrazote enorme.
- Annie Perez: ¡Me alegra muchísimo que te haya gustado el capítulo doble! :) Entiendo completamente la intriga, las cosas están tan tensas que todos estamos esperando que Naraku cometa un error y finalmente puedan respirar tranquilos. Kagome e Inuyasha merecen su final feliz, y créeme, estoy tan emocionada como tú por ver cómo se desenlazan las cosas. ¡No te preocupes, vienen más sorpresas en el próximo capítulo! Gracias por tu apoyo, nos vemos pronto en la próxima actualización. ¡Un abrazo enorme!
- Valentinehigurashi: ¡Hola linda! Qué alegría recibir un mensaje tan lleno de energía y cariño. Me emocionó mucho leer cómo te sientes con la historia, y entiendo perfectamente tu odio hacia Naraku y Kikyo, ¡son terribles! Pero bueno, nuestra querida Kagome sabe bien cómo manejarse, aunque las cosas estén muy complicadas. Me alegra también que estés disfrutando la trama de Sesshomaru, Kagura y Rin. ¡Qué dilema! ¡y tienes razón, estar vinculada a Naraku cambia muchas cosas! Pero bueno, dejando de lado los enredos de la historia, ¡me alegra muchísimo saber que todo en tu vida va mejorando! Felicidades por tu nuevo trabajo y por el primer año de primaria de tu hijito, ¡qué emocionante todo lo que estás viviendo! Te mando mis mejores deseos y un abrazo enorme hasta Cancún. ¡Gracias por tanto apoyo y tus buenas vibras! Prometo seguir dándolo todo en los próximos capítulos. ¡Nos vemos pronto, amiga!
- Carli89: ¡Te entiendo perfectamente! Kagura es un personaje que ha pasado por mucho, y aunque fue villana en la historia original, creo que su evolución y sacrificios la hacen merecedora de un final feliz (pero todo puede pasar jeje). Todavía no tengo claro qué rumbo tomará aquí, pero me emociona que te interese tanto su destino. Quizás más adelante le dé la historia que se merece, sea en este fic o en otro. Y sobre Kagome, ¡qué alivio que al fin decidió confiar en Inu! Juntos son mucho más fuertes, y ahora sí que Naraku y Kikyo tienen razones para preocuparse. ¡El final de esos dos se viene intenso! Gracias por estar siempre al pendiente y por compartir tus pensamientos. ¡Te mando un abrazo enorme!
- Rosa. Taisho: ¡Hola linda! Me alegra muchísimo que hayas podido leer los dos capítulos. Y sí, entiendo completamente ese odio hacia Naraku, ¡es un ser demasiado cruel! Lo que hizo con su sobrina y el plan con Kikyo es imperdonable (sin duda es un digno antagonista), por otro lado, ¡Moroha no se merecía eso para nada! Y sobre Sesshomaru, ¡gracias por tu apoyo! Es un tema difícil, pero lo más importante es que al final me sienta bien con la historia. ¡Aprecio mucho tu confianza en lo que decida! Y sí, ¡que Naraku pague por todo! Un abrazo enorme para ti también, linda. Nos vemos en el próximo capítulo, ¡prometo que no tardará! ;)
- Lin Lu Lo Li: ¡Hoja! jaja ¡Definitivamente, las cosas están muy intensas ahora mismo! La verdad de Kagome era crucial en este punto, especialmente para despejar todas esas dudas con Naomi e Inuyasha, y dejar claro que Moroha no está con un asesino. ¡Pobre de nuestra pequeña! Pero tienes razón, aunque sea doloroso, a los niños se les debe decir la verdad, tienen una capacidad increíble para entender las cosas si se les explican bien. Naraku siempre está un paso adelante, es impresionante lo calculador que es. Y lo de Kagura... ay, esa situación se complica aún más. No creo que Naraku la deje en paz fácilmente. Y bueno, ¡Kikyo! ¡Qué personaje! Lo que hizo con Moroha no tiene perdón. Inuyasha definitivamente tendrá que resolver las cosas con ella, pero después de lo que pasó... ¡miedito total! Sesshomaru... ¡vaya lío en el que se metió! Y aunque Kagome quiera ayudar, todo parece cada vez más enredado. Por otro lado, lo de Sango y Miroku también es un misterio que estoy deseando ver cómo se desenlaza. ¡Este par tiene su propia historia pendiente! Gracias por compartir tus pensamientos, ¡me encanta leer tus teorías! Nos vemos en el próximo capítulo, que estoy segura seguirá con esta montaña rusa de emociones.
- moroha23iki: ¡Totalmente! ¡Esto ya se puso color de hormiga! Ahora Kagome e Inuyasha tienen que moverse con mucha cautela porque Naraku no da tregua, y lo que quiere hacer con el bebé de Kagura es alarmante. Kagome seguro va a intentar que Sesshomaru lo entienda, pero ya sabemos lo complicado que puede ser él... Si no acepta... (veremos qué pasa) No quiero ni imaginarme lo que se viene. ¡Esperemos que Kagome logre manejar la situación antes de que todo se salga de control!
- Eline HiguTaisho: ¡Hola, linda! ¡Qué alegría me da leer tus reviews! Me hace feliz saber que la historia te tiene tan atrapada. Ja, ja, ja, ¡me hiciste reír con lo de Rex de Toy Story! Esa sensación de quedarse en suspenso es intensa, y me alegra que hayas podido ponerte al día con los capítulos, y lo mejor es que aún te quedan un par más por leer. ¡AHHHHH! ¡El drama está servido y parece que a todos nos encanta! Me encanta también que disfrutes tanto de las relaciones de Sesshomaru, ya sea con Rin o Kagura. No te preocupes, el desenlace estará a la altura, y seguro te encantará. Aunque claro, todavía hay mucho por resolver... ¡No será fácil para nuestros personajes! Moroha es un verdadero amor, y no hay duda de que Inuyasha hará lo que sea por protegerla. ¡Esperemos que Kikyo no vuelva a hacer de las suyas, porque si toca a nuestra pequeña otra vez, va a arder Troya! Muchas gracias por tu cariño hacia mi fic, linda. ¡Prometo no tardar mucho en actualizar! Nos vemos muy pronto en los próximos capítulos. ¡Un abrazo enorme!
- Kayla Lynnet: ¡Hola, hola! ¡Qué bueno que ya te pusiste al día con el fic! Entiendo perfectamente lo que es la vida adulta y lo ocupada que puede ser, así que me alegra que hayas encontrado un momento para leer. ¡Ay, el drama está en su punto! Me emociona que te sorprendiera que el bebé fuera de Sesshomaru. Tenía que haber un giro inesperado, (es parte de la esencia de estas historias) Y sí, la reacción de Rin y la inesperada reacción de Sesshomaru fueron momentos intensos. Estoy emocionada por lo que vendrá después, y gracias por estar abierta a cualquier desenlace. El amor por el SesshRin y el Sesshomaru y Kagura es muy válido, así que ya veremos cómo se desarrollan las cosas. Por otro lado, Kagome es muy astuta, eso no se puede negar. Su fingida estrategia para seducir a Inuyasha y así avanzar en el plan contra Naraku es muy inteligente. Y sí, ¡Kikyo es definitivamente un problema! Ya se verá cómo le va, porque aquí las cosas no se quedarán así. ¡Gracias por tus hermosas palabras sobre los capítulos! Espero que disfrutes del siguiente, ¡ya viene en camino! ¡Un abrazo y hasta la próxima actualización!
Hola, ¡volví!
Sé que pasó muchísimo y, créanme, sentí cada día. Pero al fin nuevo capítulo, esperando que les guste tanto como a mí al escribirlo. Por cierto, he tenido unos días complicados, llenos de estrés y la carga que trae consigo la carrera :( A veces siento que no puedo y es realmente... triste, pero, en fin, siempre trato de dar lo mejor de mí, y como dicen 'La vida empieza muchas veces' Solo tenemos que respirar hondo y continuar.
Seguiré dando lo mejor de mí, y espero seguir trayendo nuevos capítulos, que, por cierto, no bajarán de intensidad. La historia tiene para rato y espero que sigan dándole una oportunidad.
¡Un abrazo enorme, ENORME! Y nos leemos pronto.
Atte. XideVill
Disclaimer: Los personajes de esta historia son de Rumiko Takahashi.
CAPÍTULO 19.
INUYASHA
–Kag…
–No, espera.
Ella se apartó de mí para levantarse y tratar de calmar sus nervios. Vi cómo su cuerpo se tensaba de inmediato mientras me miraba.
–Estás jugando conmigo ¿Verdad? –soltó sin dejar de mirarme– Inuyasha, dime que no es cierto. Rin no… Ella no puede involucrarse en esto.
–Tranquila, Kag…
–Esto es malo.
–Ok –dije levantándome para tomarla del brazo– Vamos a calmarnos ¿Está bien?
–No…
–Piensa en Moroha. Ella está cerca, y se asustará si ve que empezamos a discutir.
–Pero no estamos discutiendo. Tú no hiciste nada malo.
Mis ojos dudaron y ella lo notó de inmediato.
–Inuyasha… –Ladeó la cabeza– Tú no hiciste nada malo ¿verdad?
–Bueno, no creo que sea malo, pero tal vez haya alentado la relación de mi hermano con Rin.
Kagome cerró los ojos y dejó escapar un suspiro.
–Kag…
–Está bien, no estoy molesta.
–¿Segura?
Ella me miró y negó con la cabeza.
–Entiendo que pensaste lo peor de Kagura, y sé muy bien lo que dije sobre el plan de Naraku, pero ahora realmente Kagura necesita nuestra ayuda. Ese maldito le dijo que, si Sesshomaru no aceptaba a su hijo, entonces él...
Sus ojos se pusieron vidriosos.
–Qué hará, dímelo –pedí acariciando su mejilla.
–Se lo quitará cuando nazca y lo hará pasar como si fuera hijo tuyo y de Kikyo.
–No hay forma de que eso pase –aseguré–. Entre Kikyo y yo nunca pasará nada.
–No estaría tan segura.
–Kagome…
–No me malinterpretes, confío en ti –dijo tomando mi mano– Es en ella y en Naraku en los que no confío, especialmente en él. Hará lo que sea para hacerte creer esa mentira.
Besé su frente y la atraje hacia mí, envolviéndola en mis brazos.
–Voy a acelerar las cosas. Haré que Naraku pague por todos sus crímenes.
–¿Cómo?
–Hablaré con mi padre y Myoga, estoy seguro que encontraron algo y dentro de unos días ese maldito estará en prisión.
Kagome me miró algo desanimada, y supe al instante que algo la estaba atormentando.
–¿Qué ocurre? Sé que hay algo que no me estás contando.
–La boda será dentro de dos días –soltó, y me afectó mucho.
–¿Qué…?
–Lo sé, suena desalentador.
–Kagome, sabes muy bien que no voy a permitir que te cases.
–Inu…
–¡No! –exclamé tajante– No hay forma de que me convenzas de hacerlo, nunca lo haré. No aceptaré verte casada con otro hombre. ¡Simplemente, no!
–Papi –La voz de Moroha rompió mi enojo– ¿Están discutiendo? ¿Es por mi culpa?
–No, claro que no, cariño –Kagome se arrodilló para hablarle– Tu papá y yo solo estábamos hablando un poco fuerte ¿Te asustaste?
Ella asintió con la cabeza, y no pude evitar tomarla en brazos.
–Ven aquí. Perdóname princesa.
–Papi, ¿estás molesto?
Besé su mejilla y miré a Kagome cuando se levantó.
–Solo un poco, pero tú no eres la culpable.
–Entonces ¿es mami?
Sonreí antes de volver a besarla.
–Tampoco –dije sincero– Estoy molesto conmigo mismo por no haber cuidado de ustedes desde el principio.
–Mami decía que, aunque no te podíamos ver, tú siempre estabas con nosotras.
Miré a Kagome, sabía muy bien que se esforzaba por contener las lágrimas.
–Ven –La llamé para que se acercara, y cuando Kagome lo hizo, la abracé con mi brazo libre– Perdóname, amor. Fui un idiota.
–No hables así frente a la niña.
Sonreí antes de besar sus labios. Quería conservar este momento, esta maravillosa sensación de ser una familia.
Escuchamos la risa de Moroha y rompimos el beso para mirarla. Ella tenía las manos cubriendo sus ojos mientras reía, y entonces Kagome aprovechó para llenarla de cosquillas.
Amaba escucharla reír, amaba la forma en cómo sus ojos se cerraban y sus mejillas se sonrojaban. Me recordaba tanto a Kagome.
(Nueve años atrás)
–No quiero saber lo que hiciste con Margaret Desmond –soltó evitándome.
–Tampoco pensaba contártelo.
–Perfecto.
–Entonces ¿por qué estás tan molesta?
Se detuvo a mitad del pasillo y volteó para mirarme.
–¿Te parece poco haberme dejado sola en esa fiesta?
–No te dejé sola…
–No, claro que no. ¡Porque nunca te fuiste! Estabas en una de las habitaciones cogiéndote a Margaret.
Sonreí mientras me acercaba a ella.
–¿Soy yo o te estás poniendo celosa?
–En tus sueños, Inuyasha.
–Oh, vamos. Solo acéptalo.
Kagome sonrió antes de apartarme.
–Idiota.
Se dio la vuelta y se alejó a paso tentador. Maldita falda ajustada y esas piernas seductoras. Miré a ambos lados antes de apresurarme a alcanzarla y cargarla sobre mi hombro.
–¡Inuyasha, bájame!
–Escuché que hoy se canceló el entrenamiento de porristas –dije mientras me dirigía al gimnasio.
–¡Bájame!
–Entonces por qué desaprovechar la oportunidad.
Abrí la puerta y sentí alivio al ver que no había nadie. Aseguré bien la puerta; no quería un reporte de mala conducta.
La dejé caer sobre unas colchonetas y sonreí al ver su cabello desordenado.
–Estás loco –Se quejó mientras luchaba conmigo.
–Tú te lo buscaste.
–¿Qué…? ¡Nooo… Inu…! –dijo entre risas– Basta…
Disfruté torturando sus costillas. Sabía lo sensible que era con las cosquillas, y por alguna razón me encantaba escuchar su risa.
–Para… ya no puedo más…
Continué con mi pequeña tortura, y al ver sus ojos cerrados y sus mejillas sonrojadas, no pude evitar quedarme hipnotizado por ella.
Recorrí mis manos por sus mejillas; Kagome me miraba con intriga, su pecho subía y bajaba mientras intentaba recuperar el aliento. Entonces me detuve en el contorno de sus labios, dibujándolos con los dedos en un trazo lento y sugerente.
No lo pensé; para ser honesto, hacía mucho que no podía pensar con claridad cuando ella estaba cerca. Terminé besándola, reclamando sus labios y disfrutando de su sabor.
(Actualidad)
KAGOME
Una luz cegadora terminó rompiendo el momento. Entonces miramos al responsable y no pude evitar tensarse.
–Por favor, discúlpenme –dijo el hombre mayor que teníamos enfrente–. Pero los vi tan felices que no pude evitar tomarles una foto.
Inuyasha se acercó para recibir la imagen y sonrió al verla.
–Gracias.
–Inu…
–Tranquila –Me dijo– Es solo una foto.
Lo sé, quise decir, pero no podía dejar de pensar en si esto tenía algo que ver con Naraku. Y si era uno de sus hombres, si trabajaba para él, y si usaría esto en mi contra, y si...
–Mami.
Miré a Moroha, quien me mostraba la fotografía. En ella salíamos los tres: Inuyasha la tenía en brazos mientras yo la llenaba de cosquillas. Lo mejor de aquella imagen era su sonrisa y la hermosa familia que podríamos ser.
Tal vez solo estaba siendo un poco paranoica. Me acerqué a ellos y agradecí al anciano por la foto. Al parecer, ese era su trabajo en el parque. Inuyasha le pagó, y aunque al principio se negó a aceptar lo que le ofreció, finalmente accedió a cambio de duplicar la foto. Así tendríamos dos: una para cada uno.
Como era de esperarse Moroha se quedó dormida en sus brazos. Amaba ver la conexión que había creado con Inuyasha, sin duda ella lo amaba.
–Mi madre vendrá por ella –dijo mirándome– Tú y yo tenemos una conversación pendiente.
Asentí. Sabía muy bien que era lo correcto. Ambos decidimos que lo mejor era no despertar a Moroha; no queríamos verla llorar cuando me fuera. Izayoi fue muy cuidadosa al llevarla a casa, y en ese momento me sentí tranquila.
Esta vez fuimos a un lugar nuevo, me sorprendió ver lo grande que era.
–¿Y esto? –solté al entrar– No sabía que tu familia tenía otra mansión.
–Eso es porque no es de ellos –Lo miré–. No me mires así. Solo estoy buscando el lugar ideal.
–¿Ideal para qué?
–Ya sabes –Se acercó a mí– Para vivir tranquilo, con mi esposa e hija… y quién sabe –Se inclinó para susurrarme al oído–, tal vez con el tiempo, ver crecer a nuestra familia un poco más.
Sonreí, sintiendo un suave hormigueo en el estómago, como si ese simple pensamiento hubiera encendido una chispa de esperanza dentro de mí.
–¿Un niño…? –susurré.
–Hum… Estaba pensando en un perro, pero creo que otro hijo no estaría mal.
Me reí al verlo jugar conmigo.
–Pero aún no me decido –soltó refiriéndose a la casa– ¿Por qué no probamos la cama y vemos si es la indicada? No vaya a ser como en la casa del bosque.
Lo miré con una ceja levantada y una sonrisa traviesa en los labios.
–¿Y si resulta ser peor que en la casa del bosque? –le respondí, recorriendo lentamente su pecho—. Aunque... no me quejaría de probar de nuevo.
Inuyasha invadió mis labios con una intensidad que me hizo olvidar cualquier pensamiento coherente. Todo mi cuerpo se estremeció al responderle, dejándome llevar por el calor de sus caricias y el sabor de sus besos. Cada toque parecía encenderme más, y pronto estaba perdida en el torbellino de sensaciones que provocaba en mí. Mi mente se nubló, y solo quedaron sus labios, sus manos recorriendo mi piel, y el eco de nuestros suspiros compartidos. Los gemidos suaves escapaban de mí sin que pudiera controlarlos, mientras sus palabras susurradas al oído me hacían sentir un deseo abrumador.
–Exquisita…
Inuyasha no dejó de besarme, sus manos recorrieron mi espalda y luego descendieron por mi cintura con una delicadeza que contrastaba con la pasión que sentía en cada uno de sus movimientos. Mi respiración se volvió errática y cada segundo junto a él parecía intensificar lo que ya estaba sintiendo.
Me aferré a sus hombros, necesitando algo a lo que asirme mientras el calor entre nosotros aumentaba. Nuestros cuerpos se movían al unísono, buscando más cercanía, más contacto. Los besos se volvieron más profundos, y sentí sus colmillos rozar mis labios de una manera que me hizo temblar de anticipación.
–Inuyasha… –susurré, casi sin aliento, mientras él se apartaba por un instante, su mirada ardía, y sabía que la mía también.
–No puedo detenerme –admitió con voz ronca, sus ojos dorados llenos de deseo, antes de volver a reclamar mis labios, más intensamente que antes.
Sentí el mundo desaparecer, como si nada más existiera fuera de nosotros dos.
Al quedar exhaustos sobre la cama, Inuyasha me observó con esa mezcla de desafío y diversión que siempre lograba ponerme nerviosa.
–No te preocupes –dijo, envolviendo mis caderas con sus brazos mientras me atraía hacia él—. Esta vez me aseguraré de estar contigo si quedas embarazada.
Solté una risa suave y lo rodeé con mis brazos, apoyando la cabeza en su pecho. Sentir su calor siempre lograba calmarme, como si por un momento, todo lo demás desapareciera.
–¿Sabes? –dije, levantando la mirada hacia él–. A veces desearía que todo fuera tan sencillo como ahora, que pudiéramos quedarnos así para siempre.
Inuyasha me acarició la mejilla con delicadeza antes de besarme la frente.
–Podemos hacerlo, Kagome –susurró, con una seguridad que me llenaba de esperanza–. Solo tenemos que dejar de preocuparnos por lo demás. Tú, yo, y Moroha. Eso es todo lo que importa.
–Lo sé, pero primero debemos acabar con Naraku antes de que cause más daño a otros.
–Y sobre eso –dijo más serio– Tenemos que hablar de la boda ¿Piensas casarte con él?
–Claro que no.
–Pero dijiste que solo faltan dos días.
–Lo sé, pero tengo un plan.
–¿Qué plan?
Inuyasha me miró serio.
–Hablaré con Koga. Le diré la verdad.
–¿Qué? –Inuyasha se acomodó para cuestionarme.
–Tranquilo, sé que estará de nuestro lado.
–Kag, sabes que lo que acabas de decir es una locura, ¿verdad? Estás hablando del mismo Koga Okami, del tipo que estuvo enamorado de ti hace años. Aunque sepa la verdad, que tú eres Kagome, no desaprovechará la oportunidad para forzarte a casarte con él.
–Sé que suena a locura, pero confía en mí, amor.
–Kag…
Puse un dedo en sus labios.
–Existe una posibilidad, una pequeña posibilidad de que Sango, mi amiga, sea la hermana que Koga perdió hace años.
–¿Qué? –musitó incrédulo.
–Solo estoy esperando los resultados de ADN.
–¿Qué resultados? ¿Qué hermana? –soltó sentándose sobre la cama– Kag…
–Lo sé, para mí también fue difícil de creer –Me senté para mirarlo– Pero creo que es verdad, y estoy completamente segura de que Naraku está involucrado. Koga me dijo que se llevaron a su hermana cuando era solo una niña, ¿puedes creerlo? Era tan pequeña como Moroha. Me contó que todo fue una confusión, que en realidad venían por él.
–¿Un secuestro?
–Querían al heredero de los Okami, pero no contaron con que se llevarían a Sango. Un error que nunca se pudo corregir.
Inuyasha tomó mis manos.
–¿Sango sabe algo de esto?
Negué.
–No lo sabe, de hecho, no recuerda nada cuando le pregunté sobre su infancia.
–Ahora lo entiendo. Por eso le pediste a Miroku que la sacara de la clínica. Sabías que Naraku vendría por ella.
–Tenía que ponerla a salvo.
–Pero ¿por qué no me lo dijiste? –cuestionó decepcionado.
–Tenía que parecer creíble. Si te mostrabas tranquilo ante su desaparición, los hombres de Naraku se habrían dado cuenta.
Inuyasha se quedó en silencio, como si estuviera procesando todo lo que acabamos de hablar. Sus ojos se perdieron por un momento, pensativo, antes de volver a mirarme con una expresión más seria y decidida.
–¿Crees que fue buena idea dejarla con Miroku?
Sonreí.
–No creo que pase nada entre ellos. Son polos opuestos –aseguré– Sango tiene un carácter fuerte y él… bueno, él es Miroku.
Inuyasha sonrió.
–Tal vez arda Troya.
Reímos un buen rato, hasta que el sonido de mi celular nos interrumpió. Era un mensaje de Koga; decía que quería verme para hablar.
–¿Qué ocurre? ¿Quién es? –cuestionó Inuyasha.
–Es Koga –respondí mirándolo– Quiere que nos veamos para hablar.
–Kag…
–Seguro es sobre la boda –dije mientras me levantaba para vestirme– Será mejor que vaya y termine con todo esto.
Inuyasha no dijo nada. En su lugar, se recostó, apoyando su espalda en el respaldo de la cama.
–¿Y si te equivocas? –dijo con un tono calmado–. ¿Y si resulta que Sango no es realmente su hermana?
–Si ese fuera el caso, ya pensaré en algo –respondí con determinación–. Pero por ahora, lo que quiero es decirle la verdad: que no soy Escargot, sino Kagome–. Me abroché la blusa y lo miré fijamente–. Que en todos estos años no he amado a nadie más que a un solo hombre, y ese eres tú. Quiero que sepa que tenemos una hija preciosa y que me gustaría darle una familia feliz.
–¿Crees que lo aceptará?
Me acerqué a él y me senté a su lado, sintiendo la cercanía entre nosotros.
–Solo quiero ganar algo de tiempo.
Inuyasha acarició mis mejillas.
–¿Quieres que vaya contigo?
Sonreí besando la palma de su mano.
–Me encantaría, pero creo que será mejor que vaya sola.
–Bien.
Besó mi frente antes de atraerme hacia él para abrazarme.
–Inuyasha… –musité sobre su pecho y él me respondió con un ronroneo– Tienes que hablar con Sesshomaru.
Su cuerpo se tensó de inmediato.
–Lo intentaré.
Entonces busqué su mirada.
–Por favor, tenemos que ayudar a Kagura y al bebé que está esperando.
–Hablaré con él, Kag, lo prometo.
–Gracias –dije besando sus labios.
Aquello me había dejado más tranquila.
.
–Estuve pensando en Sicilia, sus playas son un paraíso.
Miré las fotos que Koga tenía sobre la mesa y sonreí ligeramente, más por los nervios que por el entusiasmo de irnos a Italia en nuestra luna de miel.
–Pero si no te gusta podemos cambiar de destino –Se apresuró a decir.
–Oh, no. No es eso, el lugar es maravilloso, es lo que…
–¿Está muy lejos? Si es eso entonces podemos ir a…
–Espera –Lo detuve– Koga..
–¿Y qué tal Santorini? He escuchado muy buenas referencias…
–Tenemos que hablar.
Koga se levantó y se acomodó en el sofá de la sala. Al observar su expresión, supe que quizás estaba a punto de convertirme en la villana de su historia, lo que me hizo sentir un nudo en la garganta.
–Sabes, mi padre llamó esta mañana. Nunca lo hace, de hecho, él no es así. Pero llamó para preguntar por nosotros.
Sus ojos se encontraron con los míos, y vi la tristeza oculta tras la sonrisa falsa que intentó mostrarme. Me levanté y ocupé el lugar a su lado en el sofá.
–La boda será dentro de dos días, y eso parece alegrar un poco su vida. Desde la desaparición de mi hermana, mi padre nunca se ha mostrado interesado en nada más que en su trabajo.
–Entiendo lo duro que fue para él perder a su hija.
–Lo fue. Lo sigue siendo para todos.
Solté un suspiro antes de rodear sus manos con las mías.
–Koga yo no…
Entonces me besó. Intenté evitarlo, pero él sostuvo mi rostro entre sus manos, impidiendo que me alejara.
–No… –protesté con dificultad– Espera, por favor…
Koga me soltó, y rápidamente me alejé de él, sintiendo la necesidad de poner distancia entre nosotros.
–¿Qué ocurre, creí que…?
–No soy Escargot –Me levanté de un salto, y Koga no tardó en hacer lo mismo.
–¿Qué…?
–Soy Kagome, Koga. Todo este tiempo, siempre he sido yo.
INUYASHA
Al entrar a casa, me llevé un gran susto al escuchar el llanto de Moroha. Corrí hacia su habitación y vi a mi madre tratando de consolarla.
–Está bien, cariño. Sé que quieres ver a tu mamá, pero ella…
–¡Papi! –Moroha lloriqueó al verme.
Extendí las manos para cargarla y mi madre me vio con preocupación.
–Ha estado así desde que despertó. Quiere ver a su mamá, espero que logres calmarla un poco –dijo acariciando la cabeza de mi hija– Pobre de mi niña, extraña mucho a Kagome.
Asentí y le agradecí por cuidar de ella. Cuando Izayoi se marchó, intenté mostrarme tranquilo, pero escuchar el llanto de mi hija hacía que fuera difícil.
–Princesa, ¿quieres hablar un poco?
–Quiero… a mi mami… –dijo entre sollozos.
Me senté en la cama e hice lo mismo con ella. Tenía las mejillas enrojecidas y húmedas, aquello me partió el corazón.
–¿Por qué… no…?
–Respira –pedí mientras peinaba su cabello.
–¿Por qué no puedo… ver a mi mami?
–Eso es porque tu mami tienes asuntos que atender, amor. ¿Pero recuerdas lo que dijo?
Ella negó mientras se secaba las mejillas con sus pequeñas manos.
–Nn… no…
–Es que estabas muy dormida –comenté besando su frente– Pero ella dijo que esperaras un poco más, que muy pronto estaremos juntos.
–¿Como en el parque…?
–Así es.
Entonces volvió a llorar y esta vez no pude evitar abrazarla.
–Aún eres muy pequeña para entenderlo, pero ¿crees que puedes guardar un secreto?
Ella asintió al mirarme.
–¿Recuerdas la foto que nos tomaron en el parque?
–Mhum…
–Bien, porque quiero que guardes esta foto muy bien –dije al enseñarla.
Moroha la tomó de inmediato y pasó los deseos sobre el rostro de Kagome.
–¿Es mía?
–Sí, mi amor, es tuya.
–Así podré ver a mi mami.
Besé su mejilla cuando la vi sonreír.
–Muy bien, princesa. Creo que ya es hora de irse a dormir.
El día había pasado tan rápido con Kagome cerca. Sin duda, tenerla unas horas no era suficiente. Cuando Moroha se quedó dormida, supe que debía aprovechar el momento para resolver algunas cosas. Salí de la habitación intentando hacer el menor ruido posible y, una vez fuera, me dirigí a la habitación que compartía con Kikyo. Sin embargo, antes de llegar, vi la puerta de la habitación de mi hermano semiabierta.
–...yo también tengo derecho a decidir ¿no lo crees?
–No se trata de eso, se trata de la vida que le daremos a nuestro hijo.
–¡Si será mío!
–¡Sesshomaru! –exclamé al entrar.
Vi el rostro deshecho de Kagura y el enojo en los ojos de mi hermano.
Continuará...
